Sinceridad
1. La sinceridad nos permite expresar libremente, lo que conviene, a la persona indicada y en el momento adecuado, lo que hemos hecho, lo que hemos visto, lo que pensamos, lo que sentimos; decirlo con claridad y respeto, ya sea referente a nuestra persona o la de los demás.
2. La sinceridad nos permite manifestarnos exteriormente como somos interiormente, sin engaños, en nuestra relación con los demás. Es la claridad y transparencia en lo que se hace, en lo que se piensa y en cómo se vive y comienza con nosotros mismos. Cuando no actuamos con sinceridad, pasado el primer momento, muestra conciencia nos lo reclama. Las personas sinceras tienen el encanto especial de la naturalidad con que se mueven, son libres de astucias para fingir lo que son o lo que piensan. La sinceridad no vende una imagen que no se tiene, ni en la forma de actuar, ni en la forma de pensar, ni en la forma de sentir
3. la veracidad, porque se basa en la verdad de los hechos, pensamientos, etc.; la caridad para no herir sin necesidad e invertir nuestro tiempo con quién lo necesite, la discreción para no decir en público lo que debamos decir en privado y a quién corresponde, la amabilidad para decirlo de la mejor manera para obtener un mejor resultado, la prudencia para decirlo a la persona adecuada y a quién habrá de servirle y en el momento adecuado, la gratitud para agradecer los beneficios que se nos brinden, la generosidad para compartirnos con los demás, la bondad lo que vamos a decir o hacer debe ser bueno, pudor para no decir en público las intimidades, modestia para no aparentar más o menos de lo que somos, la humildad para reconocer lo que somos y respetar lo que son los demás.
4. La inseguridad de lo que somos, el temor de no agradar a las personas tal y como somos, el deseo de aparentar más de lo que somos, el querer ser portador de todos los sucesos.
5. Señor ayúdame a aceptarme tal y como soy y a aceptar a los demás tal y como son, ayúdanos, Señor, para que juntos superemos nuestros defectos y fallas dándonos la mano unos a otros, a corregirnos mutuamente con caridad y humildad.
Honestidad
1. Honestidad es actuar con rectitud de intención.
2. Porque si somos honestos los que nos rodean y conocen, sabrán que al tratar con nosotros, nosotros haremos lo correcto, lo honrado, lo justo, lo que se deba hacer, que pondremos las cartas sobre la mesa, sin esconder una opción que nos beneficie, no vamos a aprovecharnos de la confianza, ni de la inocencia o ingenuidad de los demás. Da fortaleza porque el actuar correctamente lo fortalece a uno interiormente y eso se refleja en el exterior, da claridad de ideas porque uno al actuar honestamente no tiene la mente ocupada en buscar como engañar a los demás. También da libertad de vida, la verdad nos hace libres.
3.De cuando en cuando examino mi proceder para encontrar mi mal proceder, que, por lo regular cuando actúo mal la conciencia me lo indica, me esfuerzo por atender cada llamado de mi conciencia para que esta no se “adormilone”, una vez encontrado el defecto me propongo enmendarme practicando la virtud contraria al defecto encontrado, por ejemplo si mentí me esfuerzo por hablar con la verdad, si hablé mal de los demás busco las virtudes de los que critiqué, si me dejé llevar por lo violento de mi carácter busco ser paciente, si he sido egoísta busco compartir mis bienes con los que me rodean, si me he excedido en el comer busco comer menos de aquello que especialmente me agrada. Pago puntualmente el salario de los empleados, pago mis deudas puntualmente, no pido prestado más de lo que yo pueda pagar. Me esfuerzo por acercarme con frecuencia al sacramento de la reconciliación arrepentida y dispuesta a enmendarme.
4. Deshonestidad al manipular a los demás para obtener beneficios personales y ventajas con lo que vamos a realizar como buscar un matrimonio por conveniencia, buscar seducir a alguien fingiendo que le queremos ayudar, vender algo ocultando sus defectos, jugar con los sentimientos de las personas, presentar a los demás algo como lo mejor a elegir porque nos conviene dicha elección, pedir becas para escasos recursos económicos cuando no es cierto o con comprobantes falsos, vender cosas con peso o medida menor, el no ser honestos con nosotros mismos aceptándonos como somos nos llevará a engañar continuamente a los que nos rodean.
La costumbre a excusarnos, al no aceptar nuestros errores buscaremos continuamente a culpar a los demás de nuestras fallas.
La racionalización busca continuamente una razón para justificar nuestro mal proceder que al hacerlo continuamente llegará el momento en que siempre se encontrará una razón por la cual estamos desordenados, lo cual no permite que aceptemos nuestra realidad por lo cual no podremos modificarnos y corregirnos. Llegué tarde al trabajo por… mil razones, la verdad me quedé dormido. No te puedo ayudar en los quehaceres del hogar porque… tengo mucho que estudiar, trabajo pendiente… no dejo de beber por los problemas de mi casa, no soy feliz en mi matrimonio porque mi cónyuge esto y aquello.
La proyección nos lleva a ver en los demás nuestros propios defectos, debilidades y miserias. (Este es uno de mis defectos que tengo que superar). Y esto nos lleva a un mecanismo de evadir nuestros propios defectos debilidades y miserias, lo cual nos permite seguir cómodamente con nuestros defectos. Si soy una persona perezosa, chismosa, egoísta, avara, lujuriosa, ladrona, sucia, etc. Buscaré estos defectos en los demás y los haré resaltar para que se fijen en los demás y no pongan atención en mis propios defectos, debilidades y miserias.
5. Al igual que todas las demás virtudes, se tiene que hacer un esfuerzo diario, continuo, para vivir, actuar siempre honestamente y se tienen que practicar desde pequeño para poderlo vivir el resto de la vida, y los adultos debemos enseñarlo, más que con las palabras, con nuestra forma de vida diaria, y solo se logra teniendo siempre en mente nuestra meta final: alcanzar la Vida Eterna