En relación a La Mansedumbre
1. ¿Qué es la virtud de la mansedumbre? ¿Por qué esta virtud no es opcional?
R. La Mansedumbre en la personalidad, modera y/o controla los arrebatos de cólera, de furia o de ira, a los que pudiéramos estar sometidos bajo momentos críticos y/o de tensión, de tal manera que no fluyan intempestiva o abruptamente. Nos permite canalizar nuestras pasiones e impulsos, no para reprimirlos, sino para sacarles provecho, ayudándonos a vencer la indignación y el enojo, (justo e injusto), y a soportar las molestias y contrariedades con serenidad, otorgándonos suavidad en el trato.
La mansedumbre no es una opción, sino que está mandado en el evangelio. Está relacionada con el control sobre sí mismo, con el cómo reaccionamos ante lo que nos violenta o nos irrita.
2. Es una virtud que está adornada de bondad, paciencia y comprensión ¿Por qué se dice que es la virtud de los fuertes?
R. A pesar de que esté adornada de bondad, paciencia y comprensión es la virtud de los espíritus fuertes, ya que estos saben dominar sus impulsos en aras de un bien mayor, toleran con paciencia las contrariedades y tienen control de sí mismos, ante las pasiones desordenadas y los impulsos violentos.
3. ¿Cuáles son los frutos de la vivencia de esta virtud?
R. A través de esta virtud podemos limar las asperezas cotidianas y contribuimos enormemente a la armonía y a la paz familiar, tan importantes para nuestra interacción con la sociedad. Adicionalmente, nos ayuda a estar calmos y serenos, para reflexionar y/o discernir acerca de las mejores decisiones a tomar en nuestro día a día, para vivir una mejor vida, más cómoda y feliz.
4. ¿Cuál es la diferencia entre la tolerancia y la mansedumbre?
R. A pesar de que a través de ambas se alcanza un bien común, como lo es la armonía de las relaciones interpersonales, la Tolerancia se aplica para la interacción con otras personas y la mansedumbre para controlar el propio carácter
5. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud?
R. La ira o iracundia, el espíritu indomable, el griterío, la blasfemia, la injuria y la riña.
6. ¿Cuáles son los momentos en que te es más difícil y más sencillo vivir esta virtud?
R. A lo largo de mi vida no he presentado un carácter manso, tal vez porque vino conmigo o porque mi personalidad es muy similar a la que tuvo mi madre (+) y ella tampoco era mansa y nuestra relación fue un tanto tensa en ese sentido. Por tanto, al día de hoy he tenido que educarme y cultivar en esta virtud, la cual todavía no poseo en su totalidad (pienso que llevo la mitad).
En general, todos los momentos han resultados difíciles para practicar esta virtud, sobretodo en las situaciones que considero injustas bien sea para mi o para un tercero, no obstante, he tenido que ir moderando paulatinamente el sentimiento de ira que me provocan esas situaciones, pero aún persiste en mi personalidad.
Considero que la oración continua, es un camino seguro que encauza al logro de esa virtud, por supuesto dependiendo de la personalidad de cada quien, para alcanzarla más temprano o tarde.
7. ¿Algún comentario o sugerencia?
En relación a La Docilidad
1. ¿Qué significa ser dócil?
R. Es la predisposición para aceptar las indicaciones que recibimos, que no encaminan al bien. Adquirir una actitud dócil en la vida, consiste en no oponer resistencia y/o facilitar el que se nos enseñe, es estar abiertos a la corrección, al consejo, a aceptar que otros saben más que nosotros y que pueden y deben enseñarnos.
2. ¿Cuáles son las características de una persona dócil?
R. La persona dócil no ofrece resistencia a aprender, a ser aconsejada, a ser corregida. Más bien lo acepta con humildad e interés. La docilidad hace que no nos altere que nos manden. El entender nos aliviará, nos facilitará y nos suavizará el obedecer y el dejarnos enseñar.
3. ¿Por qué siendo una virtud abierta al aprendizaje cuesta tanto vivirla?
R. No concuerdo totalmente con expresar, que si la docilidad es una virtud abierta al aprendizaje, cueste vivirla. Si es cierto que en la época en la cual vivimos, se haya visto situaciones fuera de control por el maestro o profesor, en cuanto al comportamiento de sus alumnos y que algunos grupos se hayan catalogados como rebeldes y de conductas distorsionadas, llegando al caso a atentar contra la vida de sus compañeros. Muy probablemente la ausencia de educación, académica y religiosa, los valores, disciplina, cariño y atención de los padres que no han tenido, los ha llevado a asumir una personalidad prepotente, distorsionada, psicópata, violenta y rebelde, capaz de cometer esos actos salvajes, suicidas y homicidas, pero, no todos son así.
La juventud hoy día quiere prepararse académicamente para surgir, progresar y alcanzar éxitos que los coloquen en la cúspide del conocimiento y del bienestar de ellos y de su familia. En países no desarrollados de la América Latina, a los jóvenes les gusta prender y con sacrificio y trabajo se costean sus estudios y la mayoría de ellos logra obtener un título y continuar con sus estudios de postgrados.
Y si la revolución anticristiana ha generado una falta de autoridad, obediencia, respeto hacia la jerarquía del maestro o profesor y disciplina en las aulas, por lo que para algunos alumnos, se haga imposible la enseñanza. Estos probablemente deserten de la educación y se conviertan en delincuentes, pero repito no son todos.
4. ¿Qué sucedería si hoy se practicase esta virtud (en la familia, en la escuela, en el trabajo, en los grupos sociales)?
R. Todos estaríamos caminando por la vía de la rectitud, el orden, la reverencia, la solidaridad, la empatía, etc.; porque acataríamos lo que se nos enseña sin rebeldía (lo ideal sería que tuviésemos discernimiento para reconocer la enseñanza buena y la que no) y lo pondríamos en práctica, para que Por supuesto nos llevaría a vivir una mejor convivencia y seríamos más felices.
5. La rebeldía es la actitud contraria a esta virtud ¿Cuáles son las consecuencias de este vicio en la familia, en las escuelas, en el trabajo, en los grupos sociales? ¿Cuál es la influencia en tu vida personal?
R. En la familia desobedecer a los padres, irrespetarlos, hacer del hogar un caos y de igual forma en la escuela, en el trabajo y en los grupos sociales, no respetar nada ni nadie, dudo mucho que alguien siendo rebelde desde niño, sin que nadie lo encauce ni lo haga reflexionar llegue a adulto y pertenezca a algún grupo social o tenga trabajo o viva en la casa con sus padres. Simplemente la convivencia con una persona así es intolerable.
Por supuesto unida mi propia fe, la docilidad tiene influencia en mi vida, para aceptar y asimilar las enseñanzas que estoy recibiendo en la iglesia (los talleres de oración y vida, los retiros espirituales, el estudio de la palabra, etc.). En el ámbito general de mi vida, influye en la aceptación de las reglas de la sociedad en la cual vivo, tanto económicas, políticas y /o sociales. Si no quiero vivir aislada del mundo, debo ser dócil, para acatar y cumplir con el comportamiento que demanda vivir en comunidad, es decir, cumplir con las normas de urbanidad, de tránsito, pago de impuestos, vivir en un condominio, de educación, de respeto, de la iglesia de responsabilidad y puntualidad en mi trabajo, de cortesía, etc.