En relación a La Paciencia
1. ¿Qué es la virtud de la paciencia? ¿De qué virtudes se ayuda?
R. La paciencia es una virtud que nos dispone a soportar sin tristeza, sin abatimiento, sin alteración de espíritu los males que caen sobre el hombre.
Presupone la esperanza de que nuestros sufrimientos hayan de tener una recompensa eterna.
Presupone el amor a Dios, a quien se quiere servir y agradar en todo: en la prosperidad y en la adversidad.
Presupone la fortaleza pues la paciencia no es más que una manifestación de ella.
2. ¿Qué relación hay entre la virtud de la paciencia y el sufrimiento?
R. El sufrimiento sobrellevado con paciencia tiene valor expiatorio. Con paciencia nos enfrentamos al sufrimiento, pero siempre perseverando en la fe, a fin de obtener las promesas y gracias de Dios al final del sufrimiento.
El vivir los sufrimientos que nos presenta la vida (no Dios) con paciencia, nos hace fuertes en el espíritu y a través del tiempo nos transformará en personas con mayor capacidad para sobrevenirle a las adversidades, El dolor es inherente al ser humano, siempre nos acompañará a lo largo de nuestras vidas, por eso debemos cultivar y desarrollar todas las virtudes, para que dispongamos de herramientas con las cuales enfrentemos esas adversidades.
3. ¿Cuáles son los frutos de la vivencia de esta virtud?
R. Al aceptar el sufrimiento y padecerlo con paciencia, nos estaríamos revistiendo de fortaleza y serenidad para afrontarlo sin desesperar. Finalmente alcanzar la gracia que se espera y poder disfrutarla con mayor plenitud, ya que se acepto vivir el padecimiento, con la certeza de alcanzarla.
4. ¿Cuál es la diferencia entre paciencia y fortaleza?
R. La diferencia es que la paciencia nos ayuda a sobrellevar males menores, inherentes a la vida diaria, que nos producen tristeza y agobio como los defectos del prójimo en la convivencia diaria. La paciencia nos hace fuertes, desarrolla nuestra fortaleza. La fortaleza reside en la voluntad y edifica nuestra humanidad y personalidad (en mente y cuerpo), para soportar males mayores incluso el martirio o la muerte.
5. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud?
R. La impaciencia (por defecto), que se manifiesta al exterior con quejas, murmuraciones y expresiones de ira. Y la insensibilidad o dureza de corazón. Esta última no es virtud sino falta de sentido humano y social, ya que permanecemos impasibles y pusilánimes porque nadie nos preocupa ni nada nos inmuta.
6. ¿Cuáles son los momentos en que te es más difícil y más sencillo vivir esta virtud?
R. Un momento difícil para vivir esta virtud es, cunado se pone a prueba el grado de paciencia que se posee al esperar un resultado feliz en alguna situación y en ella cada vez se generan situaciones más complicadas y/o momentos de mayor angustia, frustración y dolor, los cuales demandan una dosis mayor. En resumen cuando tienes que mantenerte firme en tu convicción de fe con serenidad y fervor a pesar de las adversidades que te presente una determinada situación.
Obvio, la más sencilla cuando todo fluye naturalmente y sin complicaciones, otorgándonos el resultado esperado o un final feliz, en el menor tiempo posible y con el menor de los esfuerzos, sobretodo contando con el respaldo y el apoyo de una mano amiga. En otras palabras, con la mínima exigencia de nuestra fe.
7. ¿Algún comentario o sugerencia?
En relación a La Tolerancia
1. ¿Qué significa tolerar?
R. Permitir algo sin aprobarlo y que, aunque no estemos de acuerdo, pensamos que al hacerlo moderamos el daño
2. ¿Cuál es la diferencia entre paciencia y tolerancia?
R. La tolerancia difiere de la paciencia en que ésta última tiene un ingrediente sobrenatural que la lleva a soportar las contradicciones, esperando los bienes futuros del cielo, mientras que la tolerancia se limita al ámbito de lo terrenal.
En la tolerancia se doblega temporalmente la propia convicción para dar paso a la armonía en una determinada situación.
3. ¿Cuál sería el punto importante que determina si soy tolerante o permisivo?
R. Un punto en el cual determinaría, si voluntariamente asumo una actitud pusilánime, o me mantengo firme en mis principios. El momento en el cual puedo reconocer, que mantener una determinada actitud puede dar pie a confusiones acerca de lo que verdaderamente quiero transmitir.
4. ¿Cuáles son las formas de “tolerancia” que hoy en día se vive y nos quieren inculcar a través de los medios de comunicación?
R. En estos días, una forma de tolerar es un “dejarse llevar” o asumir con una actitud pusilánime, las situaciones contrarias a la moral y buenas costumbres, a la naturaleza y a las leyes cristianas, sólo por complacencia, aceptación social o por que la moda lo impone. Una invitación a probar y/o a aceptar todo, sin generar conflictos con nada ni con nadie, porque no vale realmente la pena perder la tranquilidad ni esforzarse por mantenerse firme en la propia convicción.
5. ¿Qué es la virtud de la flexibilidad, cuándo tiene sentido ejercitarla y cuando no?
R. Es la adaptabilidad de la voluntad y el intelecto, para pensar y/o actuar oportunamente de acuerdo a las circunstancias en tiempo, persona y espacio, pero permaneciendo leal y firme a las propias convicciones.
Tiene sentido ejercitarla cuando perseguimos un bien común, un interés mancomunado, la permanencia de la armonía y las buenas relaciones en la sociedad, familia o ambiente de trabajo.
Cunado no debemos aplicarla, es cuando rompemos la barrera del respeto por nosotros mismos, de nuestra dignidad y de nuestros principios morales y religiosos; cuando estamos conscientes de que el ser flexibles, nos generará consecuencias y actitudes contrarias a lo que debería ser.