IV. El matrimonio y el plan del principio

Este curso tiene el objetivo de difundir una norma moral exigente y severa, aún hoy día válida , que prohíbe el uso de medios que intencionalmente impiden la procreación, y que degradan así la pureza del amor y la misión de la vida conyugal.

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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor marinarobello » Mar Oct 12, 2010 7:32 pm

Respuestas:
1) Porque desde el PRINCIPIO (En la creación del mundo), Dios lo dispuso así. Este principio tiene un valor normativo, fundamental y determinante.

2) La unión conyugal implica CONOCIMIENTO, darse a conocer y conocer al esposo. De este modo se produce una entrega de la interioridad, se comparte un secreto interior del alma; por tal motivo, dicha unión no puede darse fuera del matrimonio. Los casos de la fornicación y el adulterio, implicarían perder algo propio y robar algo ajeno.
Por otro lado, Jesucristo instituye el sacramento del matrimonio y da a conocer las exigencias, deberes y prohibiciones del mismo.
La Iglesia, fundada en la tradición y la Sagrada Escritura, enseña el significado de la unión conyugal. Explicando la Revelación Divina, la Santa Voluntad de Dios desde el principio de la creación; cuando vio que no era bueno que el hombre estuviera solo, cuando creó a la mujer haciéndola hueso y sangre de los huesos y sangre de Adán; y cuando exigió de ambos la unión formando una sóla carne.

3) "El amor que Dios construyó al principio fue elevado con la fuerza que le dio la oblación de Jesucristo, a su título más noble"
Ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio:
# Cristo hace del matrimonio un signo eficaz de la gracia.
# En el matrimonio se realiza la imágen de Dios (El hombre es reflejo no sólo de la espiritualidad de Dios, sino también de la misma comunión de las personas.
# El matrimonio contiene la bendición y el mandato Divino de la fecundidad.
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor G+J » Mar Oct 12, 2010 8:47 pm

1 ¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?
Jesucristo ve en esta expresión la indisolubilidad del matrimonio (cf. Mc 10, 9).
Aquí “carne” no significa solamente “cuerpo” o “acto carnal”. El sentido bíblico que tiene la expresión “carne” designa toda la persona; donde está el cuerpo (vivo) está toda la persona [...] Por eso “serán una sola carne” equivale a “serán una sola cosa”, una sola “persona moral”, es decir, una unidad indisoluble, en el sentido en que San Ambrosio decía que el matrimonio es “una carne y un espíritu” .

De ahí que la unión matrimonial sea, para el escritor sagrado, más sólida que la misma unidad de sangre: “Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer” (Gn 2, 24). Esta expresión, recordada también por Jesucristo, coloca el amor esponsalicio por encima del amor filial. Si la fuerza del amor conyugal es superior a los lazos de sangre, entonces debemos deducir como consecuencia que ¡también su indisolubilidad debe ser superior! Romper esta unión (lo que no ocurre con la sola “separación” de los cónyuges, que podría ser tolerada en algunos casos, sino con la pretensión de la “disolución vincular”) es tan inconcebible como amputar un miembro sano del cuerpo.

2 ¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio? ¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?
El texto “una sola carne” manifiesta una de las dos finalidades propias del matrimonio: la unidad conyugal. Se refiere, ante todo, a la unión conyugal física, al acto propio y exclusivo de los esposos […] El hecho de que el encuentro sexual sea objeto de permisos y prohibiciones de parte de Dios indica que es visto como algo sagrado y santo.

San Pablo en 1 Corintios manifiesta el alcance que tiene esta unidad al hablar de lo que podemos llamar “mutua pertenencia” de los esposos: “No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer” (1Co 7, 4) […] Excluye, pues, cualquier uso egoísta del matrimonio. Este es un “don de sí” al otro […] Implica también la entrega de la afectividad y del corazón (en sentido espiritual).

Es interesante también señalar la delicada y hermosa expresión bíblica con la que se designa el acto conyugal: conocer […] En el acto matrimonial, el hombre y la mujer “se dan a conocer”, “se manifiestan” lo más íntimo. De alguna manera se da algo así como la revelación de un “secreto”, de una intimidad personal que, por medio del acto conyugal, pasa a ser propiedad de los dos; se comparte un secreto interior del alma. Por eso, no puede darse esta realidad fuera de un matrimonio, es decir, de una unión definitiva. Por consiguiente, en toda unión sexual entre personas no casadas (sea fornicación o adulterio) siempre “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”.

El sentido de “conocer” también nos lleva al plano del lenguaje. Los esposos se conocen en el acto sexual, porque el acto sexual es una palabra, no oral, sino física. Por eso se habla también de “sinceridad” del acto sexual, o por el contrario, de “mentira”, de “medias verdades”. Porque lo que “se conoce” en el acto sexual es la voluntad de entrega total y absoluta, sin reservas, de la persona a la que uno se une. Si esa entrega no es verdaderamente total y sin reserva, uno de los dos - o ambos - están mintiendo.

Estos dos aspectos, unitivo (“serán una sola carne”) y procreativo (“sed fecundos”) han de estar presentes en todo matrimonio y en cada acto matrimonial que intente uno de estos significados o dimensiones. Es decir: si se quiere la unión, ésta no debe excluir la “potencial” fecundidad (lo cual no contradice que se busque la unión en los momentos de natural infecundidad); si se quiere la fecundidad, ha de ser necesariamente como fruto de la unidad de la carne, del afecto y del espíritu.

3 Da ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio
Jesucristo no se limitó a devolver su pleno vigor a la institución matrimonial. Hizo eso y mucho más al elevar el matrimonio a una dignidad sacramental […] Esto significa que Cristo hace del matrimonio un “signo eficaz de la gracia”.
Hay, pues, una doble significación respecto del Amor de Cristo y la Iglesia:
* una misteriosa y profética (la del “principio”)
* otra sacramental y eficaz (la de la ley nueva).

1º Es un signo profético, que […] manifiesta un misterio sagrado
2º No es sólo un signo de un misterio de Cristo, sino que expresa la “gracia propia”
3º No es sólo signo sino que “produce eficazmente” lo que simboliza.

Reflexión:
La verdad del amor esponsal sólo puede entenderse en el contexto de una entrega total y definitiva. En el caso de la vocación matrimonial tiene modos de expresión particulares que nos hacen intuir la grandeza de la unidad a la que estamos llamados. Sólo desde la plena comunión de vida podremos “ser uno” y estar abiertos a lo que Dios quiera para nosotros (planes o proyectos, hijos…)

Y por ello necesitamos el auxilio de la gracia, de los sacramentos (muy en especial del sacramento del matrimonio que nos capacita para amar como Cristo hace con nosotros). Su gracia nos permite caminar por la vida con la certeza de que no estamos solos, de que las adversidades "no podrán apagar el amor" (cf. Cant 8,7)
Me parece muy bello recordar el texto del Cantar de los Cantares donde la amada exclama:
(6) Grábame como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu lazo, porque el Amor es fuerte como la Muerte, inflexibles como el Abismo son los celos. Sus flechas son flechas de fuego, sus llamas, llamas del Señor.
(7) Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor, ni los ríos anegarlo. Si alguien ofreciera toda su fortuna a cambio del amor, tan sólo conseguiría desprecio.

Repitamos con Santa Teresa de Ávila (cuya fiesta celebraremos el próximo 15 de octubre): “Nada turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: Sólo Dios basta
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor nando2 » Mar Oct 12, 2010 9:02 pm

1.-¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?
Por qué desde que se consagra la pareja al matrimonio es imposible la desolución del vinculo matrimonial, es un juramento ante Dios y ante los hombres, y como dice en la Sagrada Bibliaque lo que une Dios que no lo separe en hombre, el matrimonio es como el sacerdocio, es un sacramento que cada uno lo hace suyo libre y disponible.

2.-¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio? ¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?
la unidad conyugal. Se refiere, ante todo, a la unión conyugal física, al acto propio y exclusivo de los esposos. San Pablo en 1 Corintios manifiesta el alcance que tiene esta unidad al hablar de lo que podemos llamar “mutua pertenencia” de los esposos: “No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer”, por eso la unión conyugal no bien vista sin haber el sacramento de la unón de por medio.
Cuando hay adulterio y fornicación es como como la manzana podrida que poco a poco se va perdiendo y dañando y así el adulterio y la fornicación hacen peder el matrimonio y destruyen el hogar. Por eso, no puede darse esta realidad fuera de un matrimonio, es decir, de una unión definitiva. Por consiguiente, en toda unión sexual entre personas no casadas (sea fornicación o adulterio) siempre “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”.

3.- Da ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio.
- En el acto matrimonial, el hombre y la mujer “se dan a conocer”, “se manifiestan” lo más íntimo. De alguna manera se da algo así como la revelación de un “secreto”, de una intimidad personal que, por medio del acto conyugal, pasa a ser propiedad de los dos; se comparte un secreto interior del alma.
- El matrimonio contiene la bendición y el mandato Divino de la fecundidad.
- Sanar las debilidades existentes en el matrimonio.
- Conocer la graciade Diosen el nacimiento de un nuevo ser.
- Dar la vida por el otro (pareja)
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor Eddie » Mar Oct 12, 2010 9:53 pm

¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?

En el principio se dijo “Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una misma carne” (Gn. 2,24)
Jesús ve en ésta expresión la indisolubilidad del matrimonio, El sentido bíblico de la expresión “carne” abarca a toda la persona y a través del matrimonio se es una sola persona entonces el vínculo matrimonial es indisoluble

¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio? ¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?

En el acto matrimonial, el hombre y la mujer “se dan a conocer”, “se manifiestan” lo más íntimo. De alguna manera se da algo así como la revelación de un “secreto”, de una intimidad personal que, por medio del acto conyugal, pasa a ser propiedad de los dos; se comparte un secreto interior del alma. Por eso, no puede darse esta realidad fuera de un matrimonio, es decir, de una unión definitiva.

En toda unión sexual entre personas no casadas (sea fornicación o adulterio) siempre “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”.


Da ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio:

Cuando la pareja crece espiritualmente y reconocer que las vocaciones (como el sacramento del matrimonio) son para santificarse. Amar a su pareja como Dios ama Su santa Iglesia.
Eddie
 
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor Judith gf » Mar Oct 12, 2010 9:55 pm

ESTOY TENIENDO PROBLEMAS CON MI CONEXION PERDON SE ME PERDIO MI RESPUESTAS
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor Casilda » Mar Oct 12, 2010 9:59 pm

Muy Buenas Noches a todos aqui las respuestas al tema EL MATRIMONIO Y EL PLAN DEL PRINCIPIO:

1)La union matrimonial es más solida que la unión filial por que su indisolubilidad debe ser superior. Romper esta unión es tan incimpatible como amputar un miembro sano del cuerpo. "Una sola Carne" manifiesta una de las dos finalidades del matrimonio: LA UNIDAD CONYUGAL.Referente principalmente a la unión conyugal física, al acto propio y exclusivo de los esposos.

2)En el acto matrimonial, el hombre y la mujer "se dan a conocer", "se ,manifiestan" lo más intimo. Por medio del acto conyugal, pasa a ser propiedad de los dos; se comparte un secreto interior del alma. Por eso no puede darse esta realidad fuera de un matrimonio, de una unión definitiva. En toda unión sexual entre personas no casadas siempre "se pierde algo propio" y "se roba algo ajeno".

3) La gracia propia del sacramento manifiesta el amor indisoluble, definitivo, purificador de Crisoto por la Iglesia. Al mismo tiempo lleva el amor conyugal (y la misma sexualidad) al plano de la interioridad.Los esposos son en verdad una sola carne y alli hay tambien un solo espiritu. Los esposo oran juntos, se instruyen mutuamente, se exhortan uno a otro y se sostienen entre sí. Afrontan con un mismo corazón las pruebas y las persecuciones y se reconfortan juntos. Cristo se complace viéndolos y escuhcandolos y les envia su paz.

Hasta Pronto.
Casilda
 
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor PATRICIA SANTILLANA » Mar Oct 12, 2010 10:11 pm

¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?


Es un mandato divino y queda claramente expresado en la expresión bíblica “los dos seran una sola carne”. El sentido bíblico de la expresión “carne” abarca a toda la persona y a través del matrimonio se es una sola persona por lo tanto el vínculo matrimonial es indisoluble

¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio? ¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?

En el acto matrimonial, el hombre y la mujer “se dan a conocer”, “se manifiestan” lo más íntimo. De alguna manera se da algo así como la revelación de un “secreto”, de una intimidad personal que, por medio del acto conyugal, pasa a ser propiedad de los dos; se comparte un secreto interior del alma. Por eso, no puede darse esta realidad fuera de un matrimonio, es decir, de una unión definitiva. Por consiguiente, en toda unión sexual entre personas no casadas (sea fornicación o adulterio) siempre “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”.


Da ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio.


1. Matrimonio indisoluble y definitivo a semejanza del amor de Cristo por la Iglesia
2. Fortaleza para vencer las dificultades y tentaciones
3. Santificación de los esposos.
4. Ser buenos padres
PATRICIA SANTILLANA
 
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor Ricardo Esquivel » Mar Oct 12, 2010 10:25 pm

1- La disolucion de este vinculo no se da : Ya que esta instituido como unidad ya que son una sola carne,un solo cuerpo,una sola cosa, una sola persona moral, unidad indisoluble de carne y espiritu,superior a los lazos de sangre no es solo placer si no unidad y complemento.

2- Fuera del matrimonio no existe unidad: Porque se altera la sustancia del matrimonio y se cae en el pecado y se fisura la relacion con Dios con uno mismo y con los demas y la misma naturaleza y biene el estado de adulterio y fornicacion añadiendo pecados personales, violencia, sometimiento, repudio.

3- Las gracias de Dios en el matrimonio : Dignidad sacramental signo eficaz de la gracia propia de la sexualidad y fecundidad, la gracia de ser cocreadores, la gracia del perdon o sanacion y del amor de Dios.

Saluditos y animo con el curso.
Ricardo Esquivel
 
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor marangie » Mar Oct 12, 2010 10:53 pm

1.- ¿Por qué no es posible la disolución en el matrimonio?
R.- Porque, lo que Dios unio, lo unio para siempre.
2. ¿Por qué no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio?
R.- Porque es sólo dentro del matrimonio, donde hombre y mujer se conocen sexualmente, donde hay unidad, comunicación y complemento.
3.- ¿Qué sucede cuando hay adulterio y fornicación?
R.- Hay deseo sexual, es sólo placer carnal, que cuando concluye el acto queda un vacio, y ese vacio se debe a la falta de compromiso con Dios.
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor dasaman » Mar Oct 12, 2010 11:17 pm

¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?

En el principio se dijo “Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una misma carne” (Gn. 2,24)
Jesús ve en ésta expresión la indisolubilidad del matrimonio, El sentido bíblico de la expresión “carne” abarca a toda la persona y a través del matrimonio se es una sola persona entonces el vínculo matrimonial es indisoluble

¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio? ¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?

En el acto matrimonial, el hombre y la mujer “se dan a conocer”, “se manifiestan” lo más íntimo. De alguna manera se da algo así como la revelación de un “secreto”, de una intimidad personal que, por medio del acto conyugal, pasa a ser propiedad de los dos; se comparte un secreto interior del alma. Por eso, no puede darse esta realidad fuera de un matrimonio, es decir, de una unión definitiva. Por consiguiente, en toda unión sexual entre personas no casadas (sea fornicación o adulterio) siempre “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”.
El sentido de “conocer” también nos lleva al plano del lenguaje. Los esposos se conocen en el acto sexual, porque el acto sexual es una palabra, no oral, sino física. Por eso se habla también de “sinceridad” del acto sexual, o por el contrario, de “mentira”, de “medias verdades”. Porque lo que “se conoce” en el acto sexual es la voluntad de entrega total y absoluta, sin reservas, de la persona a la que uno se une. Si esa entrega no es verdaderamente total y sin reserva, uno de los dos -----o ambos- están mintiendo.

Da ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio.

Gracia: Fuerza sobrenatural de Dios
Hace que los esposos puedan llevar a su plenitud existencial la vocación a la santidad que han recibido en el bautismo.
La gracia sacramental posibilita a los esposos a recorrer el camino de la mutua santificación y les capacita para realizar con perfección sus obligaciones como matrimonio y como padres.
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor pamanu » Mar Oct 12, 2010 11:51 pm

1.¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?
Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.
Aquí “carne” no significa solamente “cuerpo” o “acto carnal”. El sentido bíblico que tiene la expresión “carne” designa toda la persona; donde está el cuerpo (vivo) está toda la persona. De aquí las expresiones bíblicas como “morirá toda carne” o “revivirá toda carne” (cf. Gn 6, 13. 17; Joel 3, 1).
Por eso “serán una sola carne” equivale a “serán una sola cosa”, una sola “persona moral”, es decir, una unidad indisoluble, en el sentido en que San Ambrosio decía que el matrimonio es “una carne y un espíritu” (una caro et unus spiritus est) .
De ahí que la unión matrimonial sea, para el escritor sagrado, más sólida que la misma unidad de sangre: “Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer” (Gn 2, 24).
Si la fuerza del amor conyugal es superior a los lazos de sangre, entonces debemos deducir como consecuencia que ¡también su indisolubilidad debe ser superior! Romper esta unión (lo que no ocurre con la sola “separación” de los cónyuges, que podría ser tolerada en algunos casos, sino con la pretensión de la “disolución vincular”) es tan inconcebible como amputar un miembro sano del cuerpo.

2.¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio?
El hombre y la mujer no buscan en su cónyuge solamente “placer” sino “unidad” y “complemento”.
En el acto matrimonial, el hombre y la mujer “se dan a conocer”, “se manifiestan” lo más íntimo. De alguna manera se da algo así como la revelación de un “secreto”, de una intimidad personal que, por medio del acto conyugal, pasa a ser propiedad de los dos; se comparte un secreto interior del alma. Por eso, no puede darse esta realidad fuera de un matrimonio, es decir, de una unión definitiva.

¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?
En toda unión sexual entre personas no casadas (sea fornicación o adulterio) siempre “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”.
Si esa entrega no es verdaderamente total y sin reserva, uno de los dos ----—o ambos— están mintiendo.

3.Ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio.
Jesucristo no se limitó a devolver su pleno vigor a la institución matrimonial. Hizo eso y mucho más al elevar el matrimonio a una dignidad sacramental.
Sólo mediante la acción de Cristo recibe la plena dignidad de sacramento. Esto significa que Cristo hace del matrimonio un “signo eficaz de la gracia”.
Los hijos son un don de Dios; el fruto más precioso del amor conyugal, pero siempre un don, inmerecido y al que no se tiene derecho.
El amor de los esposos a sus esposas “como Cristo amó a la Iglesia”.
Así como el agua expresa la “limpieza” del bautismo, aquí el matrimonio manifiesta el amor indisoluble, definitivo, purificador, de Cristo por la Iglesia: “se entregó a Sí mismo, para hacerla pura y santificarla”.
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor jusebeor » Mié Oct 13, 2010 12:00 am

1.¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?
Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.
Por eso “serán una sola carne” equivale a “serán una sola cosa”, una sola “persona moral”, es decir, una unidad indisoluble.
Si la fuerza del amor conyugal es superior a los lazos de sangre, entonces debemos deducir como consecuencia que ¡también su indisolubilidad debe ser superior! Romper esta unión (lo que no ocurre con la sola “separación” de los cónyuges, que podría ser tolerada en algunos casos, sino con la pretensión de la “disolución vincular”) es tan inconcebible como amputar un miembro sano del cuerpo.

2.¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio?
En el acto matrimonial, el hombre y la mujer “se dan a conocer”, “se manifiestan” lo más íntimo. De alguna manera se da algo así como la revelación de un “secreto”, de una intimidad personal que, por medio del acto conyugal, pasa a ser propiedad de los dos; se comparte un secreto interior del alma. Por eso, no puede darse esta realidad fuera de un matrimonio, es decir, de una unión definitiva.

¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?
En toda unión sexual entre personas no casadas siempre “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”, en donde uno de los dos, o ambos, están mintiendo.

3.Ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio.
-El amor de los esposos a sus esposas “como Cristo amó a la Iglesia”.
-Cristo hace del matrimonio un “signo eficaz de la gracia”.
-Los hijos y su educación.
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor victoraraujo » Mié Oct 13, 2010 1:08 am

Pregunta:
¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?

Respuesta:

Jesucristo ve en esta expresión la indisolubilidad del matrimonio (cf. Mc 10, 9).
Aquí “carne” no significa solamente “cuerpo” o “acto carnal”. El sentido bíblico que tiene la expresión “carne” designa toda la persona; donde está el cuerpo (vivo) está toda la persona. De aquí las expresiones bíblicas como “morirá toda carne” o “revivirá toda carne” (cf. Gn 6, 13. 17; Joel 3, 1).
Por eso “serán una sola carne” equivale a “serán una sola cosa”, una sola “persona moral”, es decir, una unidad indisoluble, en el sentido en que San Ambrosio decía que el matrimonio es “una carne y un espíritu” (una caro et unus spiritus est) .
De ahí que la unión matrimonial sea, para el escritor sagrado, más sólida que la misma unidad de sangre: “Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer” (Gn 2, 24). Esta expresión, recordada también por Jesucristo, coloca el amor esponsalicio por encima del amor filial. Si la fuerza del amor conyugal es superior a los lazos de sangre, entonces debemos deducir como consecuencia que ¡también su indisolubilidad debe ser superior! Romper esta unión (lo que no ocurre con la sola “separación” de los cónyuges, que podría ser tolerada en algunos casos, sino con la pretensión de la “disolución vincular”) es tan inconcebible como amputar un miembro sano del cuerpo.


Pregunta:
¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio? ¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?

Respuesta:

En el acto matrimonial, el hombre y la mujer “se dan a conocer”, “se manifiestan” lo más íntimo. De alguna manera se da algo así como la revelación de un “secreto”, de una intimidad personal que, por medio del acto conyugal, pasa a ser propiedad de los dos; se comparte un secreto interior del alma. Por eso, no puede darse esta realidad fuera de un matrimonio, es decir, de una unión definitiva. Por consiguiente, en toda unión sexual entre personas no casadas (sea fornicación o adulterio) siempre “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”.


Pregunta:
Da ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio.

Respuesta:

1º Es un signo profético, que indica una cosa sagrada, es decir, apunta, señala, manifiesta un misterio sagrado (como el agua en el bautismo significa la limpieza interior del pecado): en este caso representa el amor de Cristo y la Iglesia. Por eso, los esposos deben amar a sus esposas “como Cristo amó a la Iglesia”.
2º No es sólo un signo de un misterio de Cristo, sino que expresa la “gracia propia” de este misterio de Cristo, realizada ahora en todo matrimonio: así como el agua expresa la “limpieza” del bautismo, aquí el matrimonio manifiesta el amor indisoluble, definitivo, purificador, de Cristo por la Iglesia: “se entregó a Sí mismo, para hacerla pura y santificarla”.
3º No es sólo signo sino que “produce eficazmente” lo que simboliza. Esto se desprende por el mero hecho de pertenecer no ya a la ley natural o antigua sino a la ley nueva(31) . Lo propio de la ley nueva es “re-producir” los misterios de Cristo. Es una ley “eficaz” porque produce lo que expresa. Así como los “sacramentos” de la ley antigua sólo profetizaban la gracia que traería el Mesías, los de la ley nueva actualizan la gracia ya traída. Por tanto, si Jesucristo asumió dentro de la nueva ley la institución del matrimonio (y esto lo vemos, por el hecho de significar el amor de Cristo y la Iglesia), entonces ésta adquirió un carácter “efectivo”, como todas las realidades de la nueva ley.
La ley de Jesucristo -ley nueva- lleva el amor conyugal (y la esfera misma de la sexualidad) al plano de la interioridad. Así, en el Sermón de la Montaña, predica el Señor: “Habéis oído que se dijo: ´No cometerás adulterio´ (Ex 20, 14). Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón” (Mt 5, 27-28). Nuestro Señor, conduce la expresión “una sola carne” a la más pura interioridad. El hombre debe a su mujer y ésta al marido, también sus afectos y deseos.
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IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor Pili Celop » Mié Oct 13, 2010 2:55 am

¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?
R.- Porque los esposos forman una sola carne y esto significa que por el matrimonio sacramental, instituído por Jesucristo, “serán una sola cosa”, una sola “persona moral”, es decir, una unidad indisoluble,

¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio?
R.- Porque sólo mediante la acción de Cristo recibe la plena dignidad de sacramento y esto significa que Cristo hace del matrimonio un “signo eficaz de la gracia”.

¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?
R.- En toda unión sexual entre personas no casadas se da la fornicación o el adulterio, y en dichas relaciones siempre “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”; pues los esposos ya no se pertenecen a sí mismos, sino que pertenecen, en cuerpo y espíritu, a sus esposos y esposas.

Da ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio.
R.- Dios hace el amor en el matrimonio indisoluble, definitivo, purificador, pues Cristo nos da ejemplo de ese amor, con el que sintió por la Iglesia: “se entregó a Sí mismo, para hacerla pura y santificarla”.
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor jurtiz » Mié Oct 13, 2010 9:20 am

1.- ¿Por qué no es posible la disolucion del vinculo matrimonial?
Porque es un Sacramento instituido por Jeuscristo: signo efectivo de la gracia que manifiesta el amor indisoluble, purificador de Cristo por la Iglesia (ef 5;21-33), "se entrego a si mismo para hacerla pura y santificarla". Desde el "principio" el vinculo matrimonial entre un hombre y una mujer (Gn2,24), es el plan de Dios para los que somos llamados al matrimonio. Se requiere de la Gracia que es la fuerza sobrenatural de Dios para cumplir la ley natural ( vida conyugal y sexual)en toda su integridad. La union matrimonial bajo la Ley Nueva, la Ley de Jesucristo (SACRAMENTO) lleva el amor conyugal y la esfera misma de la sexualidad al plano de la interioridad, en donde los esposos son "UNA SOLA CARNE", el hombre debe a su mujer y esta al marido tambien sus afectos y deseos.
El matrimonio de un HOMBRE Y UNA MUJER es un "don de si mismos"en donde DIOS es el "socio capitalista" que los asiste (GRACIA ) durante el viaje de la MISION de fundar una FAMILIA que de frutos a nuevos HIJOS DE DIOS. El Matrimonio es un camino de salvacion que requiere de esfuerzo odenado de ir dando un paso tras otro para adquirir y aumentar nuestras virtudes y podernos convertir en mejor personas cada dia. En el matrimonio Dios es nuestra fuerza del ascenso al Cielo.
El matrimonio es indisoluble, por que los esposos se dieron el SI voluntaria y libremente ante DIOS. El matrimonio debe de ser tambien esclusivo, unitivo y procreador ( abierto a la posibilidad de la vida en cada acto conyugal).
1 Cor 4,7 ¿Que tienes que no lo hayas reciobido? 1Cor 15,10 "Por la gracia de Dios soy lo que soy"

2.- ¿Por que no puede darse la union conyugal fuera del matrimonio? ¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicacion?
Porque en la sola union conyugal fuera del matrimonio faltaría la Gracia del sacramento del matrimonio. Porque como dijo Santo Tomas: "El matrimonio no es dificil es mas humanamente imposible por eso Cristo lo instituyo como sacramento"
Dios nos dio la libertad de elegir, podemos optar por lo bueno, lo que seria la union conyugal dentro de la sola ley natural o optar por la verdad plena de lo mejor para nuestra vida que seria el matrimonio sacramental. Yo creo que Dios siempre dice la verdad y que tambien simpre cumple lo que dice.
Ahun dentro del matrimonio hay problemas, cuanto mas las habra en los no casados. El pecado (adulterio y fornicacion es un obstaculo a la gracia, sin embargo Dios puede obrar fuera del orden aplicado a las cosas, del mismo modo que da vista a los viegos o resucita a los muertos, algunas veces como exceso de su bondad, se les anticipa con su auxilio a quienes ofrecen impedimento a la gracia, desviandolos del mal y convirtiendolos al bien. Dios manifiesta su misericordia y su justicia.
Es a traves de los pecado sexuales ( adulterio y fornicacion) en que el Diablo quiere actuar en el matrimonio para dividirlos y destruir la familia.

3.- Da ejemplos de gracia de Dios en el matrimonio.
* Penitencia, Caridad, Pedron, Fortaleza, Unidad, ect.
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor amg_5 » Mié Oct 13, 2010 10:38 am

Envío mis respuestas:

¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?
En la expresión “Serán una sola carne”, se expresa la indisolubilidad del matrimonio, ya que no se refería solamente al cuerpo, sino a todo su ser. Por eso al decir que serán una sola carne, equivale a una unidad indisoluble. Jesús coloca este amor entre hombre y mujer por encima de cualquier otro, por eso les llama a dejarlo todo por procurar esta unión. Al ser “uno solo” no es posible separarles nuevamente.

¿Por qué no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio? ¿Qué sucede cuando hay adulterio y fornicación?
La expresión anterior manifiesta también una de las finalidades del matrimonio, que es la unión física, que al estar sujeta a permisos y prohibiciones por parte de Dios (en el Levítico), indica que es visto como algo sagrado y santo. Este acto unitivo es parte esencial del matrimonio, san Pablo lo reconocía como “lo debido”, es un “don de sí”, de todo lo que se es, no solo el cuerpo. El hombre y la mujer no buscan en su cónyuge solamente “placer” sino “unidad” y “complemento”.
Se usa también en la biblia la expresión “conocer”. “Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz” (Gn 4, 1); “Conoció Caín a su mujer” (Gn 4, 17); “No conozco varón”, dice María al ángel (Lc 1, 34). Esto manifiesta que este acto es también una revelación de uno a otro, solo a esa persona se le descubre en la intimidad, implica compartir algo importantísimo y privado.
Por eso, no puede darse fuera del matrimonio, ya que “se pierde algo propio” y “se roba algo ajeno”. Esto no sucede en el matrimonio, porque se comparte y se cuida uno al otro, implica sinceridad y entrega.

Da ejemplos de la gracia de Dios en el matrimonio:
El hombre es reflejo no sólo de la espiritualidad e inteligencia de Dios, sino también de la misma Comunión de Personas de la Santísima Trinidad. Así, Dios le da al matrimonio una dignidad sacramental. Contiene la bendición y el mandato divino de la fecundidad: los hijos son un don de Dios; el fruto más precioso del amor conyugal.
El matrimonio se compara también al amor y compromiso de Dios con la iglesia, les permite, amarse, acompañarse y sobre todo santificarse.

Saludos.
Andrea
amg_5
 
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor lilygraciat » Mié Oct 13, 2010 11:30 am

1.- ¿Por qué no es posible la disolución del vinculo matrimonial?
La union matrimonial bajo la Ley Nueva, la Ley de Jesucristo (SACRAMENTO) lleva el amor conyugal y la esfera misma de la sexualidad al plano de la interioridad, en donde los esposos son "UNA SOLA CARNE", el hombre debe a su mujer y esta al marido también sus afectos y deseos.
El matrimonio es indisoluble, por que los esposos se dieron el SI voluntaria y libremente ante DIOS. El matrimonio debe de ser tambien exclusivo, unitivo y procreador ( abierto a la posibilidad de la vida en cada acto conyugal).

2.- ¿Por que no puede darse la union conyugal fuera del matrimonio? ¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicacion?
Dios nos dio la libertad de elegir, podemos optar por lo bueno, lo que seria la union conyugal dentro de la sola ley natural o optar por la verdad plena de lo mejor para nuestra vida que seria el matrimonio sacramental. Yo creo que Dios siempre dice la verdad y que tambien simpre cumple lo que dice.
Ahun dentro del matrimonio hay problemas, cuanto mas las habra en los no casados. El pecado (adulterio y fornicacion es un obstaculo a la gracia, sin embargo Dios puede obrar fuera del orden aplicado a las cosas, del mismo modo que da vista a los viegos o resucita a los muertos, algunas veces como exceso de su bondad, se les anticipa con su auxilio a quienes ofrecen impedimento a la gracia, desviandolos del mal y convirtiendolos al bien. Dios manifiesta su misericordia y su justicia.

3.- Da ejemplos de gracia de Dios en el matrimonio.

-El amor de los esposos a sus esposas “como Cristo amó a la Iglesia”.
-Cristo hace del matrimonio un “signo eficaz de la gracia”.
-Los hijos y su educación

Saluditos
Gracia
lilygraciat
 
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor freddy60507 » Mié Oct 13, 2010 12:51 pm

Saludos a y bendiciones a todos.

Respuesta a la primera pregunta:

“Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer” (Gn 2, 24). Esta expresión, recordada por Jesucristo, coloca el amor esponsalicio por encima del amor filial. Si la fuerza del amor conyugal es superior a los lazos de sangre, entonces debemos deducir como consecuencia que ¡también su indisolubilidad debe ser superior! Romper esta unión es tan inconcebible como amputar un miembro sano del cuerpo.

Respuesta a la segunda pregunta:

“Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gn 2, 23)

El texto “una sola carne” manifiesta una de las dos finalidades propias del matrimonio: la unidad conyugal. Se refiere, ante todo, a la unión conyugal física, al acto propio y exclusivo de los esposos. En Gn 1-2 no se hacen observaciones más detalladas sobre este tema. En cambio, es interesante ver el Código legislativo de Israel que se encuentra particularmente en el Levítico (cf. Lev 18, 1-30), donde se contienen prescripciones relativas a la unión conyugal. Se trata de las normas (permisiones y prohibiciones) que los hijos de Israel han de seguir para no caer en las abominaciones en que habían incurrido los cananeos, sus precursores en la tierra que Dios les promete. Ahora bien, el hecho de que el encuentro sexual sea objeto de permisos y prohibiciones de parte de Dios indica que es visto como algo sagrado y santo.

San Pablo en 1 Corintios manifiesta el alcance que tiene esta unidad al hablar de lo que podemos llamar “mutua pertenencia” de los esposos: “No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer” (1Co 7, 4). Por eso el apóstol habla del acto conyugal en términos de deber: el acto conyugal es “lo debido”, lo que se le debe al otro cónyuge en razón no sólo de caridad sino también de justicia. “Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo al marido... No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo, por cierto tiempo, para daros a la oración; luego, volved a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia” (1Co 7, 3.5).
Excluye, pues, cualquier uso egoísta del matrimonio. Este es un “don de sí” al otro. Evidentemente, no debe entenderse este “débito” sólo del acto sexual. Implica también la entrega de la afectividad y del corazón (en sentido espiritual). También esto fue subrayado por San Pablo: “El casado se preocupa de... cómo agradar a su mujer... La casada se preocupa de... cómo agradar al marido” (1Co 7, 33.34). Dar el débito exige el sacrificio de darlo con alegría, con gozo, entregando el corazón junto con el cuerpo. El hombre y la mujer no buscan en su cónyuge solamente “placer” sino “unidad” y “complemento”.

¿En qué cambió el pecado el plan sobre el matrimonio? En lo esencial, nada; sí en algunas relaciones secundarias.
Como leemos en Génesis 3, 1-24, el pecado original alteró las actitudes entre el hombre y la mujer dejando intactas las relaciones fundamentales.
Se introduce el dolor (“Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos”), la división (Adán acusa a Eva; se esconden uno a otro con hojas, es decir, aparece la mutua vergüenza, comienzan a mirarse con concupiscencia y se avergüenzan de ello), y aparece la sujeción y el dominio (“Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará”: Gn 3, 16).
La serpiente sugiere a la mujer que si come del fruto prohibido “se le abrirán los ojos” (cf. Gn 3, 5). Pero la mujer, y luego Adán, que bajo la sugestión del Tentador habían visto la transgresión como algo atrayente y gustoso, pecando experimentan que si los ojos se les abren no es para ver belleza sino desnudez, no plenitud sino miseria: “Vieron que estaban desnudos y sintieron vergüenza” (Gn 3, 7).
La “vergüenza” en la Sagrada Escritura es algo mucho más fuerte que para nosotros. Es una humillación y una derrota muy grave (de ahí que a menudo en los Salmos aquélla se pida a Dios como castigo de los enemigos inicuos). Es casi como la muerte.

Estas consecuencias, sin alterar ellas la sustancia del matrimonio, introducen fisuras (con Dios, consigo mismo, con el cónyuge, con los demás hombres, y con la misma naturaleza) que harán cuesta arriba la vida matrimonial así como el cumplimiento de la ley natural en su conjunto. Añadiendo a esta dificultad los pecados personales, los hombres darán origen a la poligamia, al adulterio, a la violencia, al sometimiento de la mujer, al repudio o divorcio judío, etc.

Respuesta a la tercera pregunta:

Tertuliano (en torno al año 200) escribía a su esposa llamándola: “mi queridísima compañera en el Señor”; “mi queridísima compañera en el servicio del Señor”(32) ; y describía hermosamente el matrimonio cristiano diciendo: “¿Cómo podré describir de forma satisfactoria la felicidad de esta unión que la Iglesia dispone, la ofrenda confirma, la bendición consagra, los ángeles celebran y es el gozo del Padre?... ¡Qué yugo más maravilloso para dos cristianos que la misma esperanza, la misma ley y el mismo servicio! Los dos son hermanos, los dos son compañeros de esclavitud. Nada los divide en la carne o en el Espíritu. Son en verdad dos en una sola carne, y donde hay una sola carne hay también un solo Espíritu (cf. 1Co 6, 17). Oran juntos, se ponen de rodillas juntos y ayunan juntos. Se instruyen mutuamente, se exhortan uno a otro y se sostienen entre sí. En la Iglesia de Dios van juntos compartiendo la comida de Dios, afrontando con un mismo corazón las pruebas y las persecuciones y reconfortándose juntos. Entre ellos no hay ningún secreto, ningún pretexto, ninguna pena. Con toda libertad visitan a los enfermos y dan de comer a los hambrientos. Dan limosnas sin ansiedad, cumplen sus deberes cotidianos sin trabas. No se persignan a escondidas, ni dan gracias temblando, ni piden la bendición en silencio. En su casa resuenan himnos y salmos... Cristo se complace viéndolos y escuchándolos y les envía su paz. Allí donde están dos reunidos, allí está Él; y donde está Él, no está el Maligno” .
El amor que Dios construyó “al principio” fue elevado, con la fuerza que le dio la oblación de Jesucristo, a su título más noble.

1º Es un signo profético, que indica una cosa sagrada, es decir, apunta, señala, manifiesta un misterio sagrado (como el agua en el bautismo significa la limpieza interior del pecado): en este caso representa el amor de Cristo y la Iglesia. Por eso, los esposos deben amar a sus esposas “como Cristo amó a la Iglesia”.
2º No es sólo un signo de un misterio de Cristo, sino que expresa la “gracia propia” de este misterio de Cristo, realizada ahora en todo matrimonio: así como el agua expresa la “limpieza” del bautismo, aquí el matrimonio manifiesta el amor indisoluble, definitivo, purificador, de Cristo por la Iglesia: “se entregó a Sí mismo, para hacerla pura y santificarla”.
3º No es sólo signo sino que “produce eficazmente” lo que simboliza. Esto se desprende por el mero hecho de pertenecer no ya a la ley natural o antigua sino a la ley nueva(31) . Lo propio de la ley nueva es “re-producir” los misterios de Cristo. Es una ley “eficaz” porque produce lo que expresa. Así como los “sacramentos” de la ley antigua sólo profetizaban la gracia que traería el Mesías, los de la ley nueva actualizan la gracia ya traída. Por tanto, si Jesucristo asumió dentro de la nueva ley la institución del matrimonio (y esto lo vemos, por el hecho de significar el amor de Cristo y la Iglesia), entonces ésta adquirió un carácter “efectivo”, como todas las realidades de la nueva ley.

Rezad por mi.
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor ccalvo » Mié Oct 13, 2010 1:06 pm

¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?
Dios no lo planeó de esa manera, Jesús reafirmó que el hombre se unirá a su mujer y seran una sola carne, de manera que ya no son dos sino una sola carne, algo que el ser humano no puede separar(c.f. Mt 19,4-6); entendiendo carne por toda la persona.
Debe tenerse en cuenta también que la unión matrimonial es imagen y reflejo de la unión de la Santisima Trinidad, por tanto no se puede dividir.


¿Por que no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio? ¿Que sucede cuando hay adulterio y fornicación?
La unión conyugal es una entrega completa de la persona, no solo en el plano físico sino en todas las áreas.
Esto se nota en el uso de la expresión bíblica "conocer" Gn 4,1; Gn 4,17; Lc 1,34. Se manifiesta entonces una comunión que solo es posible en el matrimonio.
Todo esto recordando que donde hay una sola carne hay también un solo Espíritu (cf. 1Co 6, 17).

De esta manera cuando se da adulterio y/o fornicacián se "pierde algo propio” y “se roba algo ajeno” tando física como emocional y espiritualmente.

Bendiciones

Christian Calvo.
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Re: IV. El matrimonio y el plan del principio

Notapor marina50 » Mié Oct 13, 2010 2:50 pm

1) ¿Por qué no es posible la disolución del vínculo matrimonial?
Por el vínculo matrimonial, en adelante más importante que el vínculo de sangre "dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer..", el varón y la mujer pasan a formar "una sola carne", entendiéndose por carne toda la persona en sus dimensiones física, afectiva y espiritual. Es esta una unidad indisoluble y Jesucristo ratifica la expresión del Génesis elevando al matrimonio a la categoría de Sacramento.

2) ¿Por qué no puede darse la unión conyugal fuera del matrimonio? ¿Qué sucede cuando hay adulterio y fornicación?
Porque la unión conyugal forma parte de los actos propios y exclusivos del matrimonio sacramental. Debe entenderse esta exigencia como una protección del amor y la entrega de ambos esposos, quienes se donan a sí mismos en forma plena y total el uno al otro en un acto de entrega y pertenencia del uno al otro. Ya no se pertenecen a sí mismos sino al otro. Por lo mismo el adulterio y la fornicación son ajenos a este don de si mismos.
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