por srvallone » Mié Oct 27, 2010 8:12 pm
Buenas y santas noches! Aquí mis respuestas sobre el capítulo de “Las Profecías de la Humanae Vitae”:
1) Cuatro consecuencias anunciadas por S.S. Pablo VI como fruto de la difusión de la mentalidad anticonceptiva.
Los preanuncios del Santo Padre, que supo leer las consecuencias en sus causas, y por los cuales recibió duras críticas, se han cumplido uno a uno, abriendo una brecha cada vez mayor entre el orden querido por Dios para la humanidad y los grandísimos males que se derivan de la negación del orden moral objetivo.
En el n° 17 de la Encíclica se enumeran las cuatro “profecías”: se abrirá un camino ancho y fácil a la infidelidad conyugal, habrá una degradación general de la moralidad, el hombre perderá el respeto por la mujer llegando a considerarla como simple instrumento para su goce egoísta, y , finalmente dirá que esta regulación artificial de la natalidad se convertiría en un arma poderosa puesta en manos de autoridades públicas inescrupulosas.
A.INFIDELIDAD: el adulterio es uno de los dramas conyugales más alarmantes de la actualidad, esta traición entre los cónyuges tan lamentablemente común es una de las causas que aducen los jóvenes que rechazan la idea del casamiento y optan por simplemente convivir transitoriamente, negándose así la posibilidad de una familia bien constituida, porque otras de las tristes derivaciones lógicas es el rechazo al fruto de esa relación inestable, el hijo.
El autor señala dos causas:
*la mentalidad divorcista, que impulsada como parámetro cultural sofoca la institución matrimonial tradicional (en 1995 el 45% de los argentinos nacieron fuera del matrimonio). A pesar de la enorme difusión de esta situación y del cuidado singular con que la Iglesia debe abordarlo, hay que decir que constituye un pecado grave, baste recordar que Juan Bautista murió por proclamar esta gran verdad.
*la incomprensión sobre lo que debe ser esencialmente el acto conyugal: la donación total de los esposos abierta a la vida, es decir, el doble e indisoluble significado de este acto: el afectivo y el procreativo. Cuando el segundo elemento se manipula egoístamente, a la larga afecta el valor del primero. Cuando la donación conyugal es mezquina desde la dimensión procreativa, nada obsta para que lo sea también en la otra dimensión, tan esencialmente unida a ella según vimos al hablar sobre las características del amor verdadero, manipulándose también el concepto de fidelidad.
B. DEGRADACIÓN MORAL: Hay un nexo de causalidad evidente entre la mentalidad anticonceptiva y la degradación general de la moralidad, en los individuos y en las instituciones, porque como decía la Madre Teresa, el que está dispuesto a matar a su propio hijo, está dispuesto a todo. No es solo la devaluación del sexo, su goce desenfrenado, sino la caída en aberraciones sexuales. Vivimos bajo la ideología de la homosexualidad, donde no solo está aceptada sino que se hace apología del desorden, hay una verdadera “inquisición gay” por la cual cualquier persona normal, varón o mujer, puede ser multada o presa por expresar la verdad de sentido común en materia de sexualidad, he ahí la ley antidiscriminación!!, ni siquiera los padres tenemos el derecho a educar virtuosamente a los hijos, porque toda la “cultura” (sic) inficiona, desde la escuela a los múltiples medios de comunicación, el desenfreno sexual y la antinatura como derecho humano!. Es incontrovertible que la anticoncepción facilita no solo las relaciones sexuales deshumanizadas, sino la actitud moral que lleva al aborto.
La pornografía, la adicción al sexo, las enfermedades de transmisión sexual, la violencia sexual, los embarazos adolescentes, la pedofilia, las violaciones…., hasta el asesinato del fruto inocente del desorden de los padres, son las consecuencias anunciadas y previsibles cuando las pautas de seudomoralidad que se implantan en la sociedad son las del individualismo, liberalismo, materialismo, hedonismo e inmanentismo más atroz.
C. PERDIDA DE LA DIGNIDAD DE LA MUJER: Para muchos, su mujer o la elegida para futura mujer, ya no es la compañera amada y respetada. Alli esta ella “liberada” (sic) con sus anticonceptivos, al servicio del consumidor lujurioso, que luego de usarla la abandona física o psicológicamente. El feminismo, con su lucha irracional ha logrado la deshumanización de la mujer, quien en contra de su ser teológico, se niega a ser esposa y madre, a brillar en el mundo como ser de donación y abnegación, de interioridad y de entrega por el amor. Al abandonar su lugar, el hombre también cae, al no existir la mujer como maestra de amistad para elevarlo de lo carnal a lo espiritual, la herida del pecado original no sanada lo hunde en la pasión sin control. O sea, que lo peor de todo es que son las propias mujeres las que han contribuido a fomentar el consumismo que las cosifica: con sus actitudes, sus vestimentas, su lenguaje, su seudoautonomía…. , tan lejanas del ideal. La naturaleza no perdona.
D. POLÍTICA Y DEMOGRAFÍA: Desde que el Papa lo advirtió hasta nuestro días se han ido consolidando las políticas de control demográfico de la población. La reingeniería social del poder mundial condiciona, explícitamente o no tanto, toda ayuda económica y tecnológica a la existencia de leyes que regulen la natalidad: educación sexual en las escuelas desde el jardín de infantes, leyes de paternidad responsable, fomento de las teorías de género, derecho al aborto etc. (de más está decir la malicia implícita aun en la terminología utilizada), hasta la limitación de hijos por matrimonio como ocurre en muchos países comunistas. A nivel mundial ya se ha entablado una lucha abierta contra la religión católica, como institución que defiende en todos los campos el orden natural en materia de sexualidad y familia, y del respeto a la dignidad de la persona desde su concepción hasta la muerte natural.
Algunos, viendo las nefastas consecuencias a nivel económico de la alteraciones producidas por la pirámide invertida de población (nacimientos vs defunciones, población activa vs inactiva) han debido implantar medidas tendientes a revertir la situación.
2. Personas que han defendido esta doctrina, no solo dentro de la Iglesia Católica:
Muchas personas honestas, que incluso se oponen al pensamiento católico en otros temas, han defendido esta doctrina respecto al perjuicio a corto y largo plazo ocasionado por la anticoncepción:
-Theodore Roosvelt: Presidente de los Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz, “el control de la natalidad es el único pecado que tiene como pena la muerte de la nación, la muerte de la raza; un pecado para el cual no hay reparación.”
-Sigmund Freud: creador del psicoanálisis y enemigo de toda religión por considerarla una neurosis obsesiva, escribe en uno de sus libros: “el abandono de la función de la reproducción es la característica común de todas las perversiones….. Describimos una relación sexual como perversa si ésta ha renunciado al propósito de reproducir y si persigue la obtención del placer como un fin independiente de éste….. El punto de inflexión en la vida sexual yace a que ésta se subordine al propósito de reproducción”.
-Mahatma Ghandi: “los métodos artificiales de anticoncepción son como la coronación del vicio. Hacen a los hombres y mujeres imprudentes… La naturaleza es despiadada y tendrá su gran venganza por cada violación que se le infrinja a sus leyes…. Si estos métodos se convierten en la orden del día, el resultado no será otro más que la degradación moral… La sociedad estará aun más debilitada….. El hombre ha degradado bastante a la mujer a causa de su lujuria, y los métodos artificiales… la degradarán aun más.”