IX. Los métodos artificiales

Este curso tiene el objetivo de difundir una norma moral exigente y severa, aún hoy día válida , que prohíbe el uso de medios que intencionalmente impiden la procreación, y que degradan así la pureza del amor y la misión de la vida conyugal.

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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor chivisrq » Sab Nov 20, 2010 7:58 pm

¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae los métodos artificiales?
Aquellos que causan interrupción directa del proceso generador ya iniciado.
El aborto directamente querido ó propiciado.
La esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer.
Toda acción que ó en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, impedir la procreación.

¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y unitivo?
Porque en el acto conyugal, es de por sí está su naturaleza, la procreación, y se ve impedida con el uso de algún método anticonceptivo, es decir, se ve truncada por la decisión que toma el ser humano, por lo anterior, la entrega entre los esposos se ve limitada, pues no se realiza una entrega total de todo el ser de cada, persona, incluyendo su fertilidad, de esta manera se acepta solo una parte de la persona y no toda ella como ser humano que es y con todos los dones que Dios nos ha dado.
Por tanto, con el uso de métodos anticonceptivo, limitan las “funciones” naturales y espirituales de un acto conyugal.

¿Cual es el juicio moral del la Iglesia sobre la vasectomía y la salpigoclasia?
Que la esterilización contraceptiva es injusta, porque se "desecha" o rechaza un don de Dios que es la fertidad y que no puede ser legitimada por ninguna circunstancia ni por nigún fin bueno, por que el fin no justifica los medios, lo que es malo es malo, no puede cambiarse por ninguna razón.
Saludos.
chivisrq
 
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor erickito65 » Lun Nov 22, 2010 10:20 am

¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?
Por métodos artificiales nos referimos a los que Pablo VI definió en la Humanae vitae (n. 14) como: (a) “interrupción directa del proceso generador ya iniciado” (por tanto, todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación 125; (b) “el aborto directamente querido y procurado”; (c) la “esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer”; (d) “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (por tanto, se incluye de modo general todas las posibles técnicas anovulatorias, esterilizadoras, etc. -que se realizan en previsión-, uso de preservativos y otros medios de barrera, interrupción del acto sexual, etc., -durante la realización del acto-, lavajes posteriores, píldoras postcoitales, etc., -en su desarrollo posterior) 126 .
¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?
(i) Destrucción del aspecto procreativo
El acto antiprocreativo consiste propiamente en la positiva y deliberada destrucción de la fertilidad presente en un acto sexual de suyo fértil.
Hay en él, dice Mons. Caffarra 128, una doble decisión voluntaria: la libre decisión de realizar un acto sexual y la libre decisión de destruir la fertilidad inherente en él. Es importante notar inmediatamente que estos dos actos de voluntad son esencialmente distintos en razón de su objeto (es decir, “aquello que es querido”):
(a) La primera decisión elige (es decir, tiene por objeto) el acto de la unión sexual, que es considerado un bien para la persona.
(b) La segunda elige (es decir, tiene por objeto) la acción de destruir la fertilidad presente en el acto sexual por considerarla un mal para la persona. Este segundo acto de la voluntad está constituido por tres momentos:
1º Un juicio por el cual los esposos juzgan que el don de la fertilidad es un mal, al menos en el momento presente (quizá no lo descarten como un bien para el futuro, si llegan a desear alguna vez un hijo).
2º La decisión de la voluntad de destruir la posibilidad de concebir.
3º La ejecución, es decir, la destrucción (sea temporal -con anovulatorios, píldoras, métodos de barrera- o definitiva -mediante la esterilización-) de algo que es un don divino (el don de la fertilidad). De ahí que tal acción deba juzgarse “anti” o “contra” la concepción.
Cualquier persona sensata puede ver la malicia que se esconde detrás de estos momentos.
El juicio por el cual se juzga el don de la fertilidad como un mal es un juicio falso e injusto, aunque se lo considere tan solo un mal actual, es decir, en estos precisos momentos y por tal o cual situación. Un ejemplo puede aclararlo: una cosa es no tener hambre y otra es considerar la comida como un mal. Cuando no se tiene hambre, el hombre prudente se abstiene de comer, pero sigue considerando el alimento como un bien. Y esta consideración se traduce en el trato que le da al alimento: si lo considera bueno, lo conservará para otro momento, limitándose a no usarlo ahora. Si lo destruye es que lo considera peligroso o nocivo. Del mismo modo, las circunstancias (precaria salud de la mujer, pobreza de la familia, numerosos hijos, etc.) son importantes pero nunca suficientes para cambiar sustancialmente la bondad o malicia de una realidad conyugal o familiar. Eso significa que si bien hay circunstancias que pueden hacer que un matrimonio considere imprudente concebir un hijo (como podría también tornarse imprudente el alimentarse en alguna circunstancia, por ejemplo, cuando alguien está indigestado), las mismas justificarían no realizar los actos que se ordenan a tales efectos (el acto sexual en el primero, o el comer, en el segundo ejemplo), pero no destruir la capacidad (la fertilidad en un caso, la capacidad de alimentarse o el alimento, en el otro).
En consecuencia, la decisión voluntaria de destruir algo que es en sí bueno, es una decisión equivocada, injusta y en sí misma pecaminosa. Consiguientemente los actos que destruyen la fertilidad son inmorales.
Como hemos usado la expresión “actitud pecaminosa”, debemos apuramos a aclarar que, como todo pecado, también el pecado de anticoncepción exige el previo conocimiento de la malicia de esta acción. Es indudable que muchas personas ignoran o conocen de modo insuficiente la doctrina de la Iglesia (aunque la misma pertenece a la ley natural 129). En tal caso pueden darse diversas situaciones:
- Si la persona ignora sin culpa alguna de su parte que la anticoncepción es una acción intrínsecamente inmoral, no comete pecado. O más propiamente deberíamos decir que su acción si bien es objetivamente desordenada e injusta, sin embargo, es inculpable, o sea, no se le imputa, ya que estaríamos (mientras dure la ignorancia) ante una conciencia invenciblemente errónea 130 . Dejemos claro esto: no se le imputa, pero sigue siendo objetivamente desordenada; este punto es muy importante para los pastores y confesores, pues si bien en ciertos casos la regla pastoral será no inquietar a quien peca sólo materialmente por ignorancia 131 , sin embargo, no se debe olvidar que estos actos objetivamente son inadecuados para fomentar el amor conyugal, por lo que el verdadero deber pastoral es preparar gradualmente a los cónyuges ignorantes de su situación para que puedan llegar a comprender su estado y vivir según la plenitud de la regla moral.
- Pero si la ignorancia se debe al pecado de pereza en buscar la verdad o en poner los medios para conocer adecuadamente los deberes matrimoniales y la moral propia del estado conyugal, entonces tal ignorancia no excusaría completamente del pecado; se trataría de ignorancia culpable 132.
- Y si la persona sospecha que su acción no es totalmente correcta (por ejemplo, cuando no se siente tranquila de conciencia) tenemos una situación donde toda persona está obligada a buscar la verdad antes de actuar, porque no se puede obrar con la perspectiva de una posible ofensa grave a Dios. Si obra sospechando que su acción puede ser gravemente pecaminosa, comete pecado.
- Finalmente, cuando alguien sabe con claridad que su actitud es contraria a la norma moral peca, de algún modo, contra la luz de su conciencia. En tal caso, si el pecado se reitera durante largo tiempo, no es de extrañar que se produzca un endurecimiento o esclerosis de la conciencia, es decir, que ésta se cauterice, haciendo muy difícil la conversión 133.
Como habrá podido observarse, el juicio sobre la inmoralidad de la acción anticonceptiva se basa en el objeto mismo del acto, o sea, independientemente del fin que persigan los esposos (los motivos que los muevan) o de las circunstancias en las que se encuentren. Porque cuando un acto es intrínsecamente inmoral, es decir, malo por su objeto o materia, ningún fin bueno y ninguna circunstancia pueden tornarlo bueno 134. De ahí que Pablo VI haya dicho en la Humanae vitae: “La Iglesia es coherente consigo misma... mientras condena como siempre ilícito el uso de medios directamente contrarios a la fecundación, aunque se haga por razones aparentemente honestas y serias” (HV, 16). Y Juan Pablo II: “Si bien también los que hacen uso de las prácticas anticonceptivas pueden estar inspirados por razones plausibles, sin embargo, ello no cambia la calificación moral que se funda en la estructura misma del acto conyugal como tal” 135.
Esto mismo es lo que debe entenderse cuando Pablo VI habla de la ilicitud de toda acción que “se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (HV, 14). Se dice “como medio” reconociendo que a veces la anticoncepción no es elegida porque se esté absolutamente en contra de tener hijos (es decir, en sí misma) sino como medio para otro fin que quizá sea bueno en sí mismo (por ejemplo, si se intentase evitar un grave peligro de salud para la mujer, o espaciar los nacimientos para poder educar mejor a lo hijos ya nacidos, etc.). En este caso el problema no es la intención sino el medio elegido (la anticoncepción), ya que el fin no justifica los medios.

(ii) ¿Aspecto anti-unitivo?
Decía Pablo VI, comentando la norma moral de la Humanae vitae, que ella “prohíbe el uso de medios que intencionalmente impiden la procreación, y que degradan así la pureza del amor” 136 . Tomando pie de la segunda parte de este texto, hay que decir que la anticoncepción también atenta contra el aspecto unitivo o amoroso/afectivo del acto conyugal, en la medida en que lo desnaturaliza. Así lo sostenía, por ejemplo, Mons. Caffarra, basándose en el hecho de que la anticoncepción atenta contra una dimensión de la persona humana y en tal sentido afecta a la calidad de la donación que hace un cónyuge al otro, rebajando el don mismo. Su exposición es lúcida cuando equipara la contracepción a otros modos de atentados contra la unidad:
[Una donación interpersonal tiene características esenciales:] “Es total: nada queda excluido del don. Es definitiva: no admite límites de tiempo. En un ser histórico como es el hombre, la dimensión temporal es esencial. Limitar en el tiempo la propia donación equivale a excluir la totalidad. Es exclusivamente entre dos. En efecto, no estamos hablando de cualquier donación interpersonal, sino de aquella que se expresa en el lenguaje de la conjunción sexual, de aquella que se dice en y a través del cuerpo. Ahora bien, el cuerpo, por su misma naturaleza es individuante. Por tanto, el acto es anti-unitivo cuando no es voluntad de totalidad y/o de exclusividad y/o definitivo. ¿Cuáles son o pueden ser las conductas ejecutivas (actus exterior) de esta voluntad anti-unitiva? Las principales son... la fornicación... el adulterio... la masturbación...
También la contracepción es un acto anti-unitivo. Como ya hemos visto, consiste en la destrucción de la fertilidad inherente al acto sexual. La fertilidad es una dimensión de la persona. Es la persona la que es fértil, y no simplemente su cuerpo. El acto de la unidad sexual expresa una totalidad del don. En el mismo momento en que se dice totalidad, se excluye positivamente algo del don de sí al otro. La contracepción, por tanto, no es sólo anti-procreativa, sino también esencialmente anti-unitiva 137” .
Al cumplirse 30 años de la Humanae vitae, decía lúcidamente mons. Chaput en una carta pastoral: “La anticoncepción no sólo niega la fertilidad y ataca la procreación, sino que al hacerlo, necesariamente daña también la unidad. Es el equivalente a que los esposos se digan: ´Te doy todo lo que soy, excepto mi fertilidad. Yo acepto todo lo que eres, excepto tu fertilidad´. Este retener algo de uno mismo inevitablemente trabaja para aislar y dividir a los esposos, deshaciendo la amistad sagrada entre ellos ... tal vez no inmediata y visiblemente, sino profundamente, y a la larga muchas veces de manera fatal para el matrimonio” 138 .

También el prof. William May está de acuerdo con calificar al acto contraceptivo como acto anti-unitivo (o sea, de “no-total-donación”), sin embargo, discrepa con otros autores, afirmando que esta “no-donación” no es el objeto que especifica la elección de la contracepción. Incluso sostiene que muchos matrimonios rehusarían con vehemencia que ellos estuvieran negándose el uno al otro; más aún, sostendrían que recurren a la anticoncepción precisamente como un medio “necesario” para expresar su mutuo amor. Por eso May sostiene que “la ´no-donación´ (not-giving) es praeter intentionem, es decir, está fuera de la intención de los esposos que realizan el acto anticonceptivo. Es -dice- (...) un efecto o consecuencia de practicar la contracepción en su unión sexual, pero la mayor parte de [los cónyuges] no reconoce conscientemente esto. Seguramente no es ´el fin próximo de una deliberada decisión la cual determina el acto de la voluntad de parte de la persona actuante´”, termina, citando la Veritatis Splendor 139 .
(iii) El “mal esencial” del acto anticonceptivo
A partir de lo anteriormente expuesto puede comprenderse por qué Juan Pablo II habló del “mal esencial del acto contraceptivo” 143 . Podríamos sintetizar los diversos aspectos de esta malicia señalando las distintas relaciones abusivas que la anticoncepción establece:
a) Respecto de Dios, esta actitud convierte a los cónyuges en “árbitros del designio divino”144 . El anticoncepcionismo separa los dos “significados que Dios Creador ha impreso en el ser del hombre y de la mujer y en el dinamismo de su comunión sexual”. Ahora bien, siendo el mismo Dios quien ha inscrito ambos significados en el acto conyugal, quien los separa pretende, a sabiendas o ignorándolo, “corregir” a Dios y frustrar sus planes sobre el hombre, sobre la sexualidad y sobre el matrimonio.
b) Respecto de la misma sexualidad, decía el Papa Juan Pablo II que la anticoncepción la “manipula” y “envilece”. Tergiversa la capacidad expresiva natural del cuerpo, “imponiéndole un lenguaje objetivamente contradictorio, es decir, el de no darse al otro totalmente” 14 . En tal sentido falsifica la verdad intrínseca del amor conyugal. Los esposos envilecen la sexualidad cuando “usan” de ella como un objeto, “rompiendo la unidad personal de alma y cuerpo” 146 . Y esto constituye el mayor rebajamiento al que puede someterse la sexualidad humana matrimonial puesto que “el acto conyugal, privado de su verdad interior, al ser privado artificialmente de su capacidad procreadora, deja también de ser acto de amor” 147 .
c) Respecto de los posibles hijos que se pretende “evitar”, “se produce... el rechazo positivo de la apertura a la vida” 148. Esto significa una actitud negativa frente a la vida, la cual deja de ser vista como un “bien”; en tal sentido estamos ante una expresión más de la cultura de muerte y del pesimismo existencial que gangrena la civilización contemporánea.
d) Respecto de los mismos esposos, Juan Pablo II señala que, con la antiprocreación, éstos “manipulan y envilecen... la propia persona del cónyuge” 149 . Lo cual ocurre incluso cuando ambos obran de común acuerdo, porque en el otro se buscan más bien a sí mismos, y dos egoísmos sumados no constituyen un amor verdadero. La intención antiprocreativa envilece a la persona, la rebaja, la cosifica, la valora indigna de ser el término de la donación total y plena de uno mismo. El primado del placer sobre el verdadero amor constituye, también, una claudicación de la libertad: “El obstáculo a esta libertad viene de la interior coacción de la concupiscencia hacia el otro ´yo´ como objeto de placer” .
e) Finalmente, todo cónyuge anticoncepcionista también rebaja y compromete su propia dignidad, pues, sigue siempre diciendo Juan Pablo II, en el comportamiento anticonceptivo, el ser humano renuncia a ejercer el domino de sus pasiones mediante un acto de virtud (único medio dignamente humano), aceptando, a cambio, controlar su potencial fecundidad con los mismos criterios que el mundo de la técnica aplica a las cosas infrahumanas, convirtiéndose a sí mismo en “un objeto de manipulación” 151.
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor vicksjan » Lun Nov 22, 2010 11:43 am

Un saludo a todos…
Estas son mis respuestas a la sesión.

1.- a) la interrupción directa del proceso generador ya iniciado, b) el aborto directamente querido y procurado, c) la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer, y d) toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación.

2.- Como se ha tratado en otras de las sesiones de este curso, al hablar de que si los actos anticonceptivos disocian o no, manifiesto y sigo reafirmando que este acto es una total mentira ya que por este cometido se rompe la total entrega del uno hacia el otro, anteponiendo para ello la procreación no deseada, motivo que rompe el designio que Dios tiene para el matrimonio “la procreación”.

Gracias…
:lol:
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor marifer22 » Lun Nov 22, 2010 9:32 pm

¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?
*Como la “interrupción directa del proceso generador ya iniciado”, el aborto directamente querido y procurado”, la “esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer” y “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación”

¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?
*Destrucción del aspecto procreativo: El acto antiprocreativo consiste propiamente en la positiva y deliberada destrucción de la fertilidad presente en un acto sexual de suyo fértil.
Hay en él, dice Mons. Caffarra 128 , una doble decisión voluntaria: la libre decisión de realizar un acto sexual y la libre decisión de destruir la fertilidad inherente en él.
*La anticoncepción atenta contra una dimensión de la persona humana y en tal sentido afecta a la calidad de la donación que hace un cónyuge al otro, rebajando el don mismo. Su exposición es lúcida cuando equipara la contracepción a otros modos de atentados contra la unidad:
Destrucción del aspecto unitivo: [Una donación interpersonal tiene características esenciales:] “Es total: nada queda excluido del don. Es definitiva: no admite límites de tiempo.
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor Esmeralda Dominguez » Mar Nov 23, 2010 11:01 am

¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?
El papa considero varios puntos que son los siguientes:
1. Iinterrupción directa del proceso generador ya iniciado” (por tanto, todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación.
2. El aborto directamente querido y procurado.
3. La esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer.
4. Toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación, (por tanto, se incluye de modo general todas las posibles técnicas anovulatorias, esterilizadoras, etc. -que se realizan en previsión-, uso de preservativos y otros medios de barrera, interrupción del acto sexual, etc., -durante la realización del acto-, lavajes posteriores, píldoras postcoitales, etc., -en su desarrollo posterior).

¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?

Destrucción del aspecto procreativo, es decir el acto antiprocreativo consiste propiamente en la positiva y deliberada destrucción de la fertilidad presente en un acto sexual de suyo fértil. Que implica lo siguiente
1. La primera decisión elige (es decir, tiene por objeto) el acto de la unión sexual, que es considerado un bien para la persona.
2. La segunda elige (es decir, tiene por objeto) la acción de destruir la fertilidad presente en el acto sexual por considerarla un mal para la persona. Este segundo acto de la voluntad está constituido por tres momentos:
2.1. Un juicio por el cual los esposos juzgan que el don de la fertilidad es un mal, al menos en el momento presente (quizá no lo descarten como un bien para el futuro, si llegan a desear alguna vez un hijo).
2.2. La decisión de la voluntad de destruir la posibilidad de concebir.
2.3. La ejecución, es decir, la destrucción (sea temporal -con anovulatorios, píldoras, métodos de barrera- o definitiva -mediante la esterilización-) de algo que es un don divino (el don de la fertilidad). De ahí que tal acción deba juzgarse “anti” o “contra” la concepción.
Todo esto implica varias actitudes o acciones, como son las siguientes:
1. Respecto de Dios, esta actitud convierte a los cónyuges en árbitros del designio divino, el anticoncepcionismo separa los dos significados que Dios Creador ha impreso en el ser del hombre y de la mujer y en el dinamismo de su comunión sexual. Ahora bien, siendo el mismo Dios quien ha inscrito ambos significados en el acto conyugal, quien los separa pretende, a sabiendas o ignorándolo, corregir a Dios y frustrar sus planes sobre el hombre, sobre la sexualidad y sobre el matrimonio.
2. Respecto de la misma sexualidad, decía el Papa Juan Pablo II que la anticoncepción la manipula y envilece, tergiversa la capacidad expresiva natural del cuerpo, imponiéndole un lenguaje objetivamente contradictorio, es decir, el de no darse al otro totalmente; en tal sentido falsifica la verdad intrínseca del amor conyugal. Los esposos envilecen la sexualidad cuando usan” de ella como un objeto, rompiendo la unidad personal de alma y cuerpo . Y esto constituye el mayor rebajamiento al que puede someterse la sexualidad humana matrimonial puesto que el acto conyugal, privado de su verdad interior, al ser privado artificialmente de su capacidad procreadora, deja también de ser acto de amor.
3. Respecto de los posibles hijos que se pretende evitar, se produce... el rechazo positivo de la apertura a la vida, esto significa una actitud negativa frente a la vida, la cual deja de ser vista como un bien; en tal sentido estamos ante una expresión más de la cultura de muerte y del pesimismo existencial que gangrena la civilización contemporánea.
4. Respecto de los mismos esposos, Juan Pablo II señala que, con la antiprocreación, éstos manipulan y envilecen... la propia persona del cónyuge, lo cual ocurre incluso cuando ambos obran de común acuerdo, porque en el otro se buscan más bien a sí mismos, y dos egoísmos sumados no constituyen un amor verdadero. La intención antiprocreativa envilece a la persona, la rebaja, la cosifica, la valora indigna de ser el término de la donación total y plena de uno mismo. El primado del placer sobre el verdadero amor constituye, también, una claudicación de la libertad: El obstáculo a esta libertad viene de la interior coacción de la concupiscencia hacia el otro ´yo´ como objeto de placer.
5. Finalmente, todo cónyuge anticoncepcionista también rebaja y compromete su propia dignidad, pues, sigue siempre diciendo Juan Pablo II, en el comportamiento anticonceptivo, el ser humano renuncia a ejercer el domino de sus pasiones mediante un acto de virtud (único medio dignamente humano), aceptando, a cambio, controlar su potencial fecundidad con los mismos criterios que el mundo de la técnica aplica a las cosas infrahumanas, convirtiéndose a sí mismo en un objeto de manipulación.
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor charmin » Mar Nov 23, 2010 11:35 am

¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?
como: (a) “interrupción directa del proceso generador ya iniciado” (por tanto, todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación 125; (b) “el aborto directamente querido y procurado”; (c) la “esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer”; (d) “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (por tanto, se incluye de modo general todas las posibles técnicas anovulatorias, esterilizadoras, etc. -que se realizan en previsión-, uso de preservativos y otros medios de barrera, interrupción del acto sexual, etc., -durante la realización del acto-, lavajes posteriores, píldoras postcoitales, etc., -en su desarrollo posterior) 126 .

¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?

se puede ver cuando la pareja decide por voluntad la anticoncepción en ese momento están destruyendo su propio amor pues en el acto sexual es una entrega total donde no únicamente se unen en cuerpo sino en sentimientos y sobretodo en el amor y dignidad que tienen cada uno como seres creados por Dios.
Además algo muy importante es que dentro del matrimonio y el acto sexual no se debe olvidar que ambos deben rescatar la UNIDAD ya que a través de ella se pueden complementar y de esa manera la pareja debe acercarse a Dios y así poder continuar con su misión.
Es de suma importancia ver que en la actualidad se toman los anticonceptivos como medios de comodidad en donde la pareja huye de su compromiso de ser padres, así como también muchas veces se utilizan para hacer que la dignidad de la mujer se vea quebrantada pues a través de estos pueden abusar de ella sin tener consecuencias de dar otra vida.
En la actualidad estos temas se deben dar a conocer en la vida juvenil para evitar que sigan dando malos pasos a través del aborto que para la sociedad es un medio para arreglar la vida de la mujer olvidando que están asesinando a un ser que no puede defenderse.

HASTA LA PROXIMA DIOS LES CUIDE
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor Johnny Almanza » Mar Nov 23, 2010 2:19 pm

1. ¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae Vitae los métodos artificiales?

R. Con relación a los métodos artificiales anticonceptivos o contraceptivos, Pablo VI a través de la Humanae vitae, ha definido como:
a) “interrupción directa del proceso generador ya iniciado, por lo que todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación.
b) el aborto directamente querido, planificado y llevado a cabo.
c) la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto en el hombre como en la mujer.
d) toda acción que en previsión el acto conyugal o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias nutuales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación, definición que incluye en consecuencia, de modo general todas las posibles técnicas anovulatorias, esterilizadoras, etc., que se realizan en previión ; uso de preservativos y otros medios de barrera, interrupción del acto sexual, etc., durante la realización del acto, lavajes posteriores, píldoras postcoitales, etc., en su desarrollo posterior.
Por tanto la aplicación de un método de anticoncepción o contracepción rompe el criterio de unión y de procreación que tiene el matrimonio, que fundamentalmente es entre un hombre y una mujer.
Las parejas de matrimonio que optan por la esterilización contraceptiva incurren en una grave delito moral; método que consiste en privar de la facultad generativa por mutilación o inutilización de los órganos reproductores, con el fin de no procrear.
Si en algún caso existieran motivos para proporcionalmente graves para ejercicio de la sexualidad conyugal no fecunda, se deberá practicar la abstención periódica del uso sexual en los periodos fértiles.
La interrupción del embarazo en el seno materno es descrita por la HV como la eliminación deliberada y directa de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento.
Si una persona católica mayor de 18 años, sabiendo que se trata de un pecado grave que la Iglesia castiga con una pena especial, actúa voluntariamente y realiza un aborto, queda excomulgada con excomunión latae sentientiae que quiere decir: excomunión automática, desde que se produce la muerte del feto.
Esta pena de excomunión recae tanto sobre quienes procuran el aborto, como ser la madre, el médico, la partera, así como sobre los que cooperan induciendo a él como ser el esposo, el novio, los consejeros, los que cooperan en la intervención y todos aquellos sin cuya obra el delito no habría sido cometido, esto en consecuencia incluye a los directivos del Hospital que prestan la instalaciones.
En mi opinión, deben quedar también excomulgados con la excomunión latae sententiae, aquellos políticos, dignatarios de estado, ministros, junto a todos los promotores de elaborar campañas orientadas a la legalización del aborto en los países en los cuales ha sido aprobada esta norma legal, así como en la que las la pretenden implementar y llevarla a cabo, como es el caso de mi país.

2. ¿porqué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el acto unitivo?

R. En este tema me remito a la doctrina de Pio XI al respecto, quién proclamo solemnemente la ley fundamental del acto y de las relaciones conyugales, manifestando que todo atentado de los cónyuges en el cumplimiento del acto conyugal o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, todo acto anticonceptivo, como atentado que tenga por fin privarlo de la fuerza a él inherente e impedir la procreación de una nueva vida, es inmoral; ya que ninguna indicación o necesidad puede cambiar una acción intrínsecamente inmoral en un acto moral y lícito.
Esta prescripción sigue en pleno vigor lo mismo hoy que ayer, y será igual mañana y siempre, porque no es un simple precepto de derecho humano, sino la expresión de una ley natural y divina.
Cuando se trata de conjugar el amor conyugal con la responsable transmisión de la vida, la índole moral de la conducta no depende solamente de la sincera intención y apreciación de los motivos, sino que debe determinarse con criterios objetivos tomados de la naturaleza de las personas y de sus actos, criterios que mantienen integro el sentido de la mutua entrega y de la humana procreación entretejidos con el amor verdadero.
Johnny Almanza
 
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor vida rpg » Mar Nov 23, 2010 9:40 pm

1)¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?
Pablo Vl definió los métodos artificiales como:
a) “interrupción directa del proceso generador ya iniciado” (por tanto, todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación
b) “el aborto directamente querido y procurado”;
c) la “esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer”;
d) “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (por tanto, se incluye de modo general todas las posibles técnicas anovulatorias, esterilizadoras, etc. -que se realizan en previsión-, uso de preservativos y otros medios de barrera, interrupción del acto sexual, etc., -durante la realización del acto-, lavajes posteriores, píldoras postcoitales, etc., -en su desarrollo posterior)
2)¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?
El acto anticonceptivo destruye el significado procreativo porque consiste en la positiva y deliberada destrucción de la fertilidad presente en un acto sexual de suyo fértil. Y desfigura el significado unitivo porque la anticoncepción desnaturaliza el acto sexual, mons. Chaput en una carta pastoral: dice “La anticoncepción no sólo niega la fertilidad y ataca la procreación, sino que al hacerlo, necesariamente daña también la unidad. En conclusión la anticoncepción destruye la fertilidad e impide que la unión entre los esposos de donación se de
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor vida rpg » Mar Nov 23, 2010 10:12 pm

¿Por qué el Papa se mete a indicar cuestiones de moral conyugal en lugar de limitarse a enseñarnos las verdades tocantes a nuestra fe y esperanza sobrenaturales?
porque el sentido último del Magisterio de la Iglesia es transmitir la verdad de Cristo, que implica también la verdad moral . Los motivos por los que es necesario que el Magisterio se extienda al ámbito de la ética racional son numerosos; algunos son
a)al proponer las verdades morales racionales el Magisterio no hace otra cosa que desempeñar su misión de salvación
b)Por las consecuencias de la Encarnación
c)Por la profunda armonía existente entre la razón y la fe.
d)Corresponde, pues, a quien Dios mismo da autoridad para hacerlo (es decir al Magisterio), dar las normas puntuales según la necesidad de los tiempos.
En cuanto a la autoridad decía el Pontífice: Pablo VI “Ningún fiel querrá negar que corresponda al Magisterio de la Iglesia el interpretar también la ley moral natural. Es, en efecto, incontrovertible... que Jesucristo, al comunicar a Pedro y a los apóstoles su autoridad divina y al enviarlos a enseñar a todas las gentes sus mandamientos, los constituía en custodios y en interpretes auténticos de toda ley moral, es decir, no sólo de la ley evangélica, sino también de la natural, expresión de la voluntad de Dios, cuyo cumplimiento fiel es igualmente necesario para salvarse. En conformidad con ésta, su misión, la Iglesia dio siempre, y con más amplitud en los tiempos recientes, una doctrina coherente, tanto sobre la naturaleza del matrimonio como sobre el recto uso de los derechos conyugales y sobre las obligaciones de los esposos”
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor Casilda » Mié Nov 24, 2010 7:43 am

Hola Muy Buenos Días:

Envio mis respuestas al Practico de los Métodos Artificiales.
1) El Papa Pablo VI definió en la Humanae vitae métodos artificiales como:
[*] “Interrupción directa del proceso generador ya iniciado”
[*] “El aborto directamente querido y procurado”;
[*] La “esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer”; (
[*] “Toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” .

2) Los actos anticonceptivos disocian los dos significados del ACTO CONYUGAL (UNITIVO-PROCREATIVO) porque:
[*] Destruyen el aspecto procreativo implicando la deliberada destrucción de la fertilidad, presente en un acto sexual llamado a ser fértil. Hay en él, dice Mons. Caffarra , una doble decisión voluntaria: la libre decisión de realizar un acto sexual y la libre decisión de destruir la fertilidad inherente en él.
[*] Atenta contra el aspecto unitivo o amoroso-afectivo del acto conyugal, ya que lo desvaloriza. Decía Mons. Chaput en una carta pastoral: “La anticoncepción no sólo niega la fertilidad y ataca la procreación, sino que al hacerlo, necesariamente daña también la unidad. Es el equivalente a que los esposos se digan: ´Te doy todo lo que soy, excepto mi fertilidad. Yo acepto todo lo que eres, excepto tu fertilidad´.

Saludos Hasta Pronto.
Casilda
 
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor Jairo Navarro » Mié Nov 24, 2010 9:32 pm

¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?
La doctrina esencial de Pablo VI la podemos encontrar en el No 14 de la encíclica Humanae vitae: “Debemos, una vez más, declarar que hay que excluir absolutamente como vía lícita para la regulación de los nacimientos... toda acción que o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación”
¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?
Todo acto anticonceptivo destruye el significado procreativo porque los distintos métodos tienen como fin impedir la generación de una nueva vida o destruir la vida originada en el acto conyugal. La unión intima, total y generosa de los esposos se falsifica cuando se usan medicamentos, o dispositivos que impiden que se realice el significado unitivo.
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor jose7882 » Dom Nov 28, 2010 12:09 am

¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?
en el numeral 14 el Papa los define de la siguiente manera:
(a) “Interrupción directa del proceso generador ya iniciado” (por tanto, todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación.
(b) “El aborto directamente querido y procurado”.
(c) La “esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer”.
(d) “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (por tanto, se incluye de modo general todas las posibles técnicas anovulatorias, esterilizadoras, etc. -que se realizan en previsión-, uso de preservativos y otros medios de barrera, interrupción del acto sexual, etc., -durante la realización del acto-, lavajes posteriores, píldoras postcoitales, etc., -en su desarrollo posterior).

¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?
segun lo que se lee en el material es por las siguientes razones:
i) Destrucción del aspecto procreativo

El acto antiprocreativo consiste propiamente en la positiva y deliberada destrucción de la fertilidad presente en un acto sexual de suyo fértil.
Hay en él, dice Mons. Caffarra , una doble decisión voluntaria: la libre decisión de realizar un acto sexual y la libre decisión de destruir la fertilidad inherente en él. Es importante notar inmediatamente que estos dos actos de voluntad son esencialmente distintos en razón de su objeto (es decir, “aquello que es querido”):

(a) La primera decisión elige (es decir, tiene por objeto) el acto de la unión sexual, que es considerado un bien para la persona.
(b) La segunda elige (es decir, tiene por objeto) la acción de destruir la fertilidad presente en el acto sexual por considerarla un mal para la persona. Este segundo acto de la voluntad está constituido por tres momentos:

1º Un juicio por el cual los esposos juzgan que el don de la fertilidad es un mal, al menos en el momento presente (quizá no lo descarten como un bien para el futuro, si llegan a desear alguna vez un hijo).
2º La decisión de la voluntad de destruir la posibilidad de concebir.
3º La ejecución, es decir, la destrucción (sea temporal -con anovulatorios, píldoras, métodos de barrera- o definitiva -mediante la esterilización-) de algo que es un don divino (el don de la fertilidad). De ahí que tal acción deba juzgarse “anti” o “contra” la concepción. En definitiva, lo destruye el primero porque impide la procreacón. Desde esta perspectiva se destruye el significado procreativo y por ende se daña el acto de la union conyugal como se ve a continuacion.

ii) Desfiguración del significado unitivo

lo desfigura en la medida en que lo desnaturaliza. Así lo sostenía, por ejemplo, Mons. Caffarra, basándose en el hecho de que la anticoncepción atenta contra una dimensión de la persona humana y en tal sentido afecta a la calidad de la donación que hace un cónyuge al otro, rebajando el don mismo. Se ha hablado anteriormente de una donacion total y autenctiaca, y que esta donacion no se reserva nada para si sino que se dan el uno al otro en plenitud, al no aceptar la fertilidad como un don, y el no quererla excluye una parte y por lo tanto ya no seria una donacion total de los conyuges, sino una donacion parcial y por ende aqui esta el centro del asunto, cuando es una entrega parcial no hay unidad sino division. he alli la razon principal del porque desfigura este segundo significado, el unitivo.

¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor luismontoyadominguez » Dom Nov 28, 2010 2:41 am

1.-.UNTERUPCION DIRECTA DEL PROCESO GENERADOR YA INICIADO (POR TANTO TODO TIPO DE INSTRUMENTO
O MECANISMO QUE IMPIDA LA ANIDACION DEL OVULO FECUNDADO O QUE APUNTE A SU DESTRUCCION ANTES
O DESPUES DE LA ANIDACION)

2.- EL ACTO ANTIPROCREATIVO CONSISTE PROPIAMENTE EN LA POSITIVA Y DELIBERADA DESTRUCCION DE LA FERTILIDAD
PRESENTE EN UN ACTO SEXUAL,DEL SUYO FERTIL.HAY EN EL DICE MONS. CAFFARRA 128 UNA DOBLE DECISION VOLUNTARIA,LA LIBRE DECISION DE REALIZAR UN ACTO SEXUAL Y LA LIBRE DECISION DE DESTRUIR LA FERTILIDAD INHERENTE EN EL,ES IMPORTANTE NOTAR IMEDIATAMENTE ,QUE ESTOS DOS ACTOS DE VOLUNTAD SON ECENSIALMENTE
DISTINTOS EN RAZON DE SU OBJETO(ES DECIR AQUELLO QUE ES QUERIDO)
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor huguillo » Mié Dic 01, 2010 7:35 am

1.-¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?
“interrupción directa del proceso generador ya iniciado” (por tanto, todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación.

2.-¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?
por que es mas que nada la mentalidad la que destruye el significado, ya que la mentalidad anticonceptiva nos da como resultado la no procreacion y la desunificacion, por que al poner una barrera para disfurtar su sexualidad pero no de compartir un todo de ser humano, no podemos decir que esto sea una entrega completa.
es asi cmo ahora son creados los jovenes con un miedo a traer hijos a este mundo disociando los dos significados, basandose en un acto solamente sexual pero no de entrega completa.
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor Susana Chillemi » Jue Dic 02, 2010 7:37 am

1.- ¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae Vitae los métodos artificiales?
Los definió como:
(a) Interrupción directa del proceso generador ya iniciado.
(b) el aborto directamente querido y procurado.
(c) esterilización directa,perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer.
(d) toda acción que,o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga,como fin o como medio, hacer imposible la procreación.

2.- ¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?
El acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal porque:
. destruyen el aspecto procreativo por la deliberada destrucción de la fertilidad. llamado a ser fértil. "Hay una doble decisión voluntaria: la libre decisión de realizar un acto sexual y la libre decisión de destruir la fertilidad inherente en él..." dice Monseñor Caffarra.
. Desvaloriza el aspecto unitivo o amoroso-afectivo del acto conyugal. Decía Mons. Chaput en una carta pastoral: “La anticoncepción no sólo niega la fertilidad y ataca la procreación, sino que al hacerlo, necesariamente daña también la unidad. Es el equivalente a que los esposos se digan: "Te doy todo lo que soy, excepto mi fertilidad. Yo acepto todo lo que eres, excepto tu fertilidad".
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor Eddie » Lun Dic 06, 2010 8:16 pm

¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?

Pablo VI definió en la Humanae vitae (n. 14) como:
(a) “interrupción directa del proceso generador ya iniciado” (por tanto, todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación 125;
(b) “el aborto directamente querido y procurado”;
(c) la “esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer”;
(d) “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (por tanto, se incluye de modo general todas las posibles técnicas anovulatorias, esterilizadoras, etc. -que se realizan en previsión-, uso de preservativos y otros medios de barrera, interrupción del acto sexual, etc., -durante la realización del acto-, lavajes posteriores, píldoras postcoitales, etc., -en su desarrollo posterior).

¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?

Este retener algo de uno mismo inevitablemente trabaja para aislar y dividir a los esposos, deshaciendo la amistad sagrada entre ellos ... tal vez no inmediata y visiblemente, sino profundamente, y a la larga muchas veces de manera fatal para el matrimonio”
el uso de métodos anticonceptivos en el matrimonio ha sido seguido de un acto de infidelidad de uno de sus miembros. Pareciera que la contracepción disminuye el respeto mutuo del marido y la mujer, y el amor verdadero no sobrevive cuando se pierde el respeto. Además, el abandono del autocontrol disminuye la capacidad de ejercer ese dominio fuera del matrimonio” 142. La relación entre anticoncepción e infidelidad: ¿qué mayor prueba de la capacidad antiunitiva del acto contraceptivo?

Juan Pablo II habló del “mal esencial del acto contraceptivo” 143 . Podríamos sintetizar los diversos aspectos de esta malicia señalando las distintas relaciones abusivas que la anticoncepción establece:

a) Respecto de Dios, esta actitud convierte a los cónyuges en “árbitros del designio divino”144 . El anticoncepcionismo separa los dos “significados que Dios Creador ha impreso en el ser del hombre y de la mujer y en el dinamismo de su comunión sexual”. Ahora bien, siendo el mismo Dios quien ha inscrito ambos significados en el acto conyugal, quien los separa pretende, a sabiendas o ignorándolo, “corregir” a Dios y frustrar sus planes sobre el hombre, sobre la sexualidad y sobre el matrimonio.
b) Respecto de la misma sexualidad, decía el Papa Juan Pablo II que la anticoncepción la “manipula” y “envilece”. Tergiversa la capacidad expresiva natural del cuerpo, “imponiéndole un lenguaje objetivamente contradictorio, es decir, el de no darse al otro totalmente” 14 . En tal sentido falsifica la verdad intrínseca del amor conyugal. Los esposos envilecen la sexualidad cuando “usan” de ella como un objeto, “rompiendo la unidad personal de alma y cuerpo” 146 . Y esto constituye el mayor rebajamiento al que puede someterse la sexualidad humana matrimonial puesto que “el acto conyugal, privado de su verdad interior, al ser privado artificialmente de su capacidad procreadora, deja también de ser acto de amor” 147 .
c) Respecto de los posibles hijos que se pretende “evitar”, “se produce... el rechazo positivo de la apertura a la vida” 148. Esto significa una actitud negativa frente a la vida, la cual deja de ser vista como un “bien”; en tal sentido estamos ante una expresión más de la cultura de muerte y del pesimismo existencial que gangrena la civilización contemporánea.
d) Respecto de los mismos esposos, Juan Pablo II señala que, con la antiprocreación, éstos “manipulan y envilecen... la propia persona del cónyuge” 149 . Lo cual ocurre incluso cuando ambos obran de común acuerdo, porque en el otro se buscan más bien a sí mismos, y dos egoísmos sumados no constituyen un amor verdadero. La intención antiprocreativa envilece a la persona, la rebaja, la cosifica, la valora indigna de ser el término de la donación total y plena de uno mismo. El primado del placer sobre el verdadero amor constituye, también, una claudicación de la libertad: “El obstáculo a esta libertad viene de la interior coacción de la concupiscencia hacia el otro ´yo´ como objeto de placer” .
e) Finalmente, todo cónyuge anticoncepcionista también rebaja y compromete su propia dignidad, pues, sigue siempre diciendo Juan Pablo II, en el comportamiento anticonceptivo, el ser humano renuncia a ejercer el domino de sus pasiones mediante un acto de virtud (único medio dignamente humano), aceptando, a cambio, controlar su potencial fecundidad con los mismos criterios que el mundo de la técnica aplica a las cosas infrahumanas, convirtiéndose a sí mismo en “un objeto de manipulación” 151.
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor catepy » Dom Dic 19, 2010 3:02 pm

¿Cómo definió Pablo VI en la Humanae vitae métodos artificiales?
Pablo VI definió en la Humanae vitae por métodos artificiales : (a) “interrupción directa del proceso generador ya iniciado” (por tanto, todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación 125; (b) “el aborto directamente querido y procurado”; (c) la “esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer”; (d) “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (por tanto, se incluye de modo general todas las posibles técnicas anovulatorias, esterilizadoras, etc. -que se realizan en previsión-, uso de preservativos y otros medios de barrera, interrupción del acto sexual, etc., -durante la realización del acto-, lavajes posteriores, píldoras postcoitales, etc., -en su desarrollo posterior)




¿Por qué todo acto anticonceptivo disocia los dos significados del acto conyugal, destruyendo el significado procreativo y desfigurando el significado unitivo?
Lo primero es que destruye el significado procreativo porque es una decisión voluntaria de destruir algo que es en sí bueno, es una decisión equivocada, injusta y en sí misma pecaminosa.

Además desfigura el significado unitivo porque la fertilidad es una dimensión de la persona. Es la persona la que es fértil, y no simplemente su cuerpo. El acto de la unidad sexual expresa una totalidad del don. En el mismo momento en que se dice totalidad, se excluye positivamente algo del don de sí al otro. La contracepción, por tanto, no es sólo anti-procreativa, sino también esencialmente anti-unitiva
Es el equivalente a que los esposos se digan: ´Te doy todo lo que soy, excepto mi fertilidad. Yo acepto todo lo que eres, excepto tu fertilidad´. Este retener algo de uno mismo inevitablemente trabaja para aislar y dividir a los esposos, deshaciendo la amistad sagrada entre ellos
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Re: IX. Los métodos artificiales

Notapor maribelfj » Mié Ene 19, 2011 10:01 pm

RESPUESTAS:
1.-
Pablo VI definió en la Humanae vitae a los métodos artificiales como:
(a) “interrupción directa del proceso generador ya iniciado” (por tanto, todo tipo de instrumento o mecanismo que impida la anidación del óvulo fecundado o que apunte a su destrucción antes o después de la anidación ;
(b) “el aborto directamente querido y procurado”;
c) la “esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer”;
(d) “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (por tanto, se incluye de modo general todas las posibles técnicas anovulatorias, esterilizadoras, etc. —que se realizan en previsión—, uso de preservativos y otros medios de barrera, interrupción del acto sexual, etc., —durante la realización del acto—, lavajes posteriores, píldoras postcoitales, etc., —en su desarrollo posterior) .
2.-
Destrucción del aspecto procreativo
El acto antiprocreativo consiste propiamente en la positiva y deliberada destrucción de la fertilidad presente en un acto sexual de suyo fértil.
Hay en él, dice Mons. Caffarra 128 , una doble decisión voluntaria: la libre decisión de realizar un acto sexual y la libre decisión de destruir la fertilidad inherente en él. Es importante notar inmediatamente que estos dos actos de voluntad son esencialmente distintos en razón de su objeto (es decir, “aquello que es querido”):
(a) La primera decisión elige (es decir, tiene por objeto) el acto de la unión sexual, que es considerado un bien para la persona.
(b) La segunda elige (es decir, tiene por objeto) la acción de destruir la fertilidad presente en el acto sexual por considerarla un mal para la persona. Este segundo acto de la voluntad está constituido por tres momentos:
1º Un juicio por el cual los esposos juzgan que el don de la fertilidad es un mal, al menos en el momento presente (quizá no lo descarten como un bien para el futuro, si llegan a desear alguna vez un hijo).
2º La decisión de la voluntad de destruir la posibilidad de concebir.
3º La ejecución, es decir, la destrucción (sea temporal —con anovulatorios, píldoras, métodos de barrera— o definitiva —mediante la esterilización—) de algo que es un don divino (el don de la fertilidad). De ahí que tal acción deba juzgarse “anti” o “contra” la concepción.

Destrucción del aspecto unitivo:
la anticoncepción atenta contra una dimensión de la persona humana y en tal sentido afecta a la calidad de la donación que hace un cónyuge al otro, rebajando el don mismo.
consiste en la destrucción de la fertilidad inherente al acto sexual. La fertilidad es una dimensión de la persona. Es la persona la que es fértil, y no simplemente su cuerpo. El acto de la unidad sexual expresa una totalidad del don. En el mismo momento en que se dice totalidad, se excluye positivamente algo del don de sí al otro
Es el equivalente a que los esposos se digan: ‘Te doy todo lo que soy, excepto mi fertilidad. Yo acepto todo lo que eres, excepto tu fertilidad’. Este retener algo de uno mismo inevitablemente trabaja para aislar y dividir a los esposos, deshaciendo la amistad sagrada entre ellos.
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