XIII. Las tres tensiones del amor

Este curso tiene el objetivo de difundir una norma moral exigente y severa, aún hoy día válida , que prohíbe el uso de medios que intencionalmente impiden la procreación, y que degradan así la pureza del amor y la misión de la vida conyugal.

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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor YAYUS » Vie Dic 17, 2010 9:51 pm

¿Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?

R. QUE ES LA EXPRESION DEL TODO DEL SER HUMANO, ESPIRITU Y CUERPO, NO SE PUEDEN SEPARAR, Y ESTO LLEVA A CUMPLIR EL MANDATO DE SER UNA SOLA CARNE, Y UN SOLO ESPIRITU, NO SE PUEDEN SEPARAR ESTAS DIMENCIONES, COMO NO SE PUEDE SEPARAR QUE TIENE UN FIN, EL PROCREAR, POR LO QUE ES UNA ENTREGA TOTAL Y ABIERTA A LA VIDA
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor marinarobello » Vie Dic 17, 2010 11:04 pm

En el acto matrimonial, los esposos deben tener en claro que la unión debe ser corporal y espiritual, es mas, lo espiritual es el lazo de unidad. en segundo lugar, el matrimonio debe cumplir una función personal y una función social a través de su unión. y en tercer lugar, el matrimonio verdadero, no debe olvidar su fin sobrenatural. Tanto los esposos como estos con sus hijos deben buscar y encontrar a Dios en todas sus relaciones.
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor AmeliaReina » Sab Dic 18, 2010 2:33 am

¿Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?

Los esposos deben tener esto en claro: el deseo más ardiente que experimenta todo ser humano es un deseo que nace del alma y apunta a Dios, no a otro ser creado. Engloba también nuestro cuerpo, y esto de modo particular en el amor conyugal en que los esposos deben unirse físicamente; pero no termina en el acto sexual.
¿Por qué el sexo no puede satisfacer los deseos de felicidad del ser humano? Porque el hombre y la mujer desean una felicidad que empiece y no termine... y el sexo sólo produce un momento de placer efímero que es como un fósforo: se enciende de repente y se apaga en pocos segundos; por eso, debe repetirse una y otra vez... No es eterno; a lo sumo intenta parodiar la eternidad con una monótona repetición.
Es como cambiar la luz del sol por una caja de fósforos.
Nunca nos cansamos del sol; pero nos cansamos de encender fósforos.

Saludos :)
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor Fabiola Diaz Mora » Sab Dic 18, 2010 8:05 am

Saludos para todos en el amor de Dios
¿Que deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?
La unidad que existe entre cuerpo y alma, asi debe ser la unidad entre hombre y mujer dentro del sacramento del matrimonio al llegar al acto sexual.
En el acto matrimonial se debe tener claro estas caracteristicas:
Expresion de amor entre los esposos
Entrega mutua
Estar abiertos al don de la vida
Saber que no esta en contra de la naturaleza del ser humano
Dios nos creo para ser felices, pero dentro de las normas creadas por El

Son muchas mas las caracteristicas, pero pienso que estas serian las mas importantes.

Dios los bendiga a todos.
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor TRANQUILINO » Dom Dic 19, 2010 10:18 pm

¿Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?

La tensión entre el cuerpo y el alma.
En el amor de dos seres humanos, como son el hombre y la mujer, tiene lugar una aparente contradicción. Es un amor de seres compuestos de alma y cuerpo, y el amor los lleva a unirse no sólo en el alma sino también en el cuerpo, al punto de que el acto por el cual se consuma el matrimonio es un acto en que se unen físicamente. Jesús lo expresó diciendo: serán una sola carne.

La segunda tensión se establece entre el interés personal y el interés de la especie humana.
En el amor matrimonial se da una segunda aparente contradicción: por un lado es un deseo de intimidad, une a dos personas a punto tal que cada una de ellas abandona a su familia para formar una nueva familia con la persona que ama (como dice el Génesis: “Abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer”); por esta razón este amor rechaza toda intromisión, se vive en lo secreto, es celoso (es decir, el amante no quiere que nadie se meta o lo separe de aquel/aquella a quien ama).

Es la lucha entre el hambre de amor infinito y la finitud del amor humano. Es decir, la contradicción que se da entre el deseo de eternidad (de eterna duración) que todo amante quiere darle a su amor y el poco tiempo que duran los momentos de felicidad que todo hombre puede encontrar en una mujer, y viceversa. :D


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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor nadia » Lun Dic 20, 2010 12:07 pm

¿Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?

El matrimonio no es solo por un rato o mientras dura esa pasión que los unió.
Si no estar concientemente del compromiso mutuo de permanencia, de complementariedad si la pareja es conciente de estos elementos será una pareja más sólida del cual los llevará a un balance emocional, físico y espiritual, creo que cuando una pareja se casa con esto en mente tienen un sentido de permanecía mas solidó y un entendimiento mutuo personal y de fe. Así no tendrán los conflictos que enfrentan hoy en día las parejas y si se enfrentan a tales situaciones serán más fáciles de superarlas por la unión y entendimiento que ya poseen.
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor catepy » Lun Dic 20, 2010 3:51 pm

¿Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?
Que como ellos son seres compuestos de alma y cuerpo, deben saber que ése amor los lleva a unirse no sólo en el alma sino también en el cuerpo,
la carne (el cuerpo) sólo los une a ellos cuando va unida a su alma
Aunque el acto sexual representa la mayor unidad física de un hombre y una mujer, deben recordar que después de este acto permanecen las dos personas separadas, cada una con su misterio individual
El acto sexual entre dos esposos legítimos es un acto a la vez de amor y de justicia
que los esposos usen su cuerpo como un canal y un puente para la comunión espiritual. En ese momento el matrimonio se santifica y se hace ocasión de mérito, y el mutuo amor del esposo y la esposa refleja la unión de Cristo y la Iglesia.
El hijo compensa esta “contradicción” entre el deseo por la unidad permanente y perfecta que se da en los esposos y el fracaso por lograr tal unidad permanente y perfecta: el hijo (cada hijo) es un “lazo” entre el esposo y la esposa, o sea: algo que los une, y como es una realidad permanente, logra aquello a lo que aspiraba su corazón
Darle al amor matrimonial su propio lugar: los esposos deben amarse sabiendo al mismo tiempo que su amor humano no va a ser la respuesta definitiva a su deseo infinito de felicidad. Con esos actos de amor, haciéndolos como Dios manda, ellos deben ir encaminándose hacia Dios que hará felices a los dos
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor Jacqueline Ramirez » Lun Dic 20, 2010 4:00 pm

1.Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?
R/=Los esposos usen su cuerpo ( acto sexual) como un canal y un puente para la comunión espiritual. En ese momento el matrimonio se santifica y se hace ocasión de mérito, y el mutuo amor del esposo y la esposa refleja la unión de Cristo y la Iglesia. La procreación, es decir, la venida del hijo o de los hijos. El hijo es un “lazo” entre el esposo y la esposa, o sea: algo que los une, y como es una realidad permanente, logra aquello a lo que aspiraba su corazón.
Es un deseo de intimidad, une a dos personas a punto tal que cada una de ellas abandona a su familia para formar una nueva familia con la persona que ama.
El deseo más ardiente que experimenta todo ser humano es un deseo que nace del alma y apunta a Dios, no a otro ser creado.
El amor matrimonial se abre al Amor divino, lleva a amar más a Dios, y a dar lugar para que el esposo, la esposa y los hijos encuentren a Dios.
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor sergio_sr » Lun Dic 20, 2010 8:56 pm

Que deben tener los esposos claro en el acto matrimonial.
R.- Que a lo largo de la vida matrimonial tendran que enfrentar conflictos de una manera u otra y en algun momento u
otro. Estos conflictos o dificultades son intrínsecos al matrimonio porque nacen de la misma naturaleza del ser humano.
Conocerlos y saber solucionarlos es el secreto para conducir al matrimonio y a la familia hacia la felicidad prometida por Jesucristo.Son fundamenalmente tres: 1.- La batalla entre las exigencias del cuerpo y del alma. 2.- La lucha entre el interés personal y el de la especie. 3.- El combate entre el hambre de amor infinito y la finitud del amor humano.
Como esposos debemos de entender que los conflictos tiene solución si ponemos a Dios en nuestro corazón y en el de nuestros hijos. Parece sencillo pero que dificil es para algunos poner a Dios como centro de nuestra vida, como centro de nuestro matrimonio, como centro de nuestra familia, si entendieramos esto y lo aplicaramos, este mundo sería diferente.
En tal caso cuando el amor matrimonial se abre al amor divino, lleva a amar a Dios, y a dar lugar para que el esposo, la
esposa y los hijos encuentren a Dios. Por eso decia Mons. Fulton Sheen "que el verdadero amor de los esposos, el amor que alcanza la verdadera felicidad en esta vida, es en realidad no un amor de dos personas, sino de tres: el esposo, la esposa y Dios."
sergio_sr
 
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor ma. guadalupe monares v » Lun Dic 20, 2010 9:29 pm

Hola!!!
¿Que deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?

Que es una uniòn de cuerpo y alma que es bendecido por Dios, que no solo es de cuerpo , que es màs de espìritu.
El deseo debe ser màs de el alma y apunta a Dios, para que puedan sobrellevarse todos los problemas que se dan por el hecho de ser humanos y personas distintas.
ma. guadalupe monares v
 
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor TATIZ » Mar Dic 21, 2010 5:42 pm

¿Qué deben tener claro los esposos en el acto matrimonial?
Tienen que tener claro que su unión es doble, de cuerpo y alma, que de hecho si la basan sólo en la unión corporal, ésta nunca saciará el deseo de amar y ser amado. El cuerpo no ha de ser usado como lo más importante, si no como medio para llegar a la comunión espiritual, que es lo que hace pleno el matrimonio. Además de un acto conyugal abierto a la vida, aceptando a los hijos que llegan, que además compensan la propia limitación del amor humano, llenando de plenitud y perfección, de continuidad, el amor de los esposos.
Su unión es privada, secreta e íntima en el sentido de que nadie quiere extraños ni curiosos en la relación, se quiere vivir íntimamente y celosamente entre los dos cónyuges. Pero a la vez el amor entre los esposos da lugar a los hijos, que son un bien para la sociedad, hacen un bien al mundo en el que viven, dando hijos a la humanidad y al cielo. Se vive el hijo como una bendición, no como un extraño, un problema a resolver, un obstáculo, como puede vivirse en las relaciones prematrimoniales o en las relaciones sexuales fuera del matrimonio.
Por último, el anhelo de plenitud del corazón humano no lo llena el otro cónyuge, ni la relación sexual, por mucho amor que ésta lleve consigo. Somos seres hechos para Dios, y la plentitud de nuestra vida nos la da Él. El amor entre esposos, el maor a los hijos tiene su importancia y su lugar, pero no hay que dejar de lado a Dios, porque si no se estaría encumbrando a Su lugar a otras personas, para que nos satisfagan y nos den la felicidad infinita que buscamos. Como esa plenitud sólo la puede dar Dios, los cónyuges pueden empezar a aborrecerse, cansarse uno del otro, frustrarse, porque el otro no me da todo lo que espero. Porque no puede, porque eso sólo puede Dios.
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor oscar2 » Mar Dic 21, 2010 5:51 pm

CURSO: Matrimonio. XIII. Las Tres Tensiones del Amor:
1.- Que se van a unir físicamente “y serán una sola carne”, sin dejar de ser cada uno el mismo. Sin embargo se da también una unidad espiritual profunda que los ata, como con un lazo, sin perder tampoco sus identidades. Esto sucede cuando el amor está presente en esa unión. Cuando no pasa así, solo quedan dos cuerpos con sus misterios, sus vacios y sus pasiones, lo que lleva a un fastidio, a cansar y aburrir…
Por eso es importante que en cada relación conyugal el matrimonio se funda en una entrega física y espiritual, buscando la felicidad del otro y su crecimiento en el amor. Convirtiendo a cada acto de intimidad como algo sagrado que también lleva a Dios…
2.-Este punto es muy importante tenerlo presente ya que hace consciente a la pareja desde antes del matrimonio de su misión de “poblar la tierra”. Es decir siempre abiertos a la disposición de Dios, de ser el medio idóneo para la procreación, la cual también va ayudar a la estabilidad de la unión como pareja y como personas. Es una responsabilidad que nace desde el momento de la relación íntima y que prepara a ir desarrollando en la pareja el instinto paternal, el deseo de que venga y el prepararse para ello…
Solo el amor verdadero de los esposos resuelve esta gran responsabilidad en felicidad y unidad familiar….
Cada hijo es una bendición para la pequeña iglesia familiar y para la sociedad. Se convierten en una extensión del amor de la pareja…
Cuando no sucede así, en los papás, los hijos se convierten en un estorbo y en intrusos…, para desgracia delos hijos y desapego de los padres…
3.-Otro asunto muy importante y que no se toma en cuenta, es que el ser humano viene de Dios y va hacia El, por tal motivo esa necesidad de un amor infinito, no se satisface con el amor humano suficientemente, lo que le crea un vacío interior permanente….
Para que eso no afecte a la pareja, enamorada y consciente, el amor que se tengan debe ser cultivado permanentemente, día a día, por ambas partes, preocupándose uno de la felicidad del otro, cuidando con ello que los defectos y realidades no afecten el crecimiento de su amor inicial y cada día más maduro…. Por ello es importante que el diálogo, en amor y verdad, perdure toda la vida…
Se requiere en resumen: Presencia de Dios las veinticuatro horas del día, en sus personas y en su hogar, cero egoísmo, cero mentiras, comprensión, paciencia, madurez, nada de ego, humildad…y mucho amor, amor y más amor. Unas relaciones sexuales muy satisfactorias para cada uno y una unidad peramente encaminada hacia Dios y su felicidad.
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor rednef » Mar Dic 21, 2010 7:18 pm

Saludos afectuosos

Los que los esposos debemos tener claro en el acto sexual es, en primer lugar y deacuerdo con lo relatado en éste tema, es que no solamente somos cuerpo que ha de volver a la tierra, sino tambien alma que esta llamada a retornar a Dios, alma y cuerpo son unidad, no dualidad, por lo tanto se debe tomar en cuenta el imperioso cuidado que hay que tener del templo del espiritu; en ese sentido amemos con nuestra alma atravez de nuestro cuerpo y guardemos a éste de pasiones carnales pasajeras. Por otro lado se debe tomar en cuenta que en todo acto conyugal la colaboración animosa, sumisa, docil, benigna y abierta con Dios para llamar a los hijos a la existencia, sea necesario y urgente. Y por último tener claro que el amor de condicion perpetua y estable, fiel y desinteresado, sosiego y de buena correspondencia, sumiso, entregado, comprensivo y gozoso, se obtiene de manera gratuita cuando se acepta en la union de la mujer con su hombre, el sacramento del matrimonio ya que es por medio de ésta relacion ahora como Familia- Dios donde podremos encontrar, la respuesta definitiva a su deseo infinito de felicidad.

Gracias por su amble atencion
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor misioneracolombiana » Mar Dic 21, 2010 8:20 pm

1-La tensión entre el cuerpo y el alma.
En el amor de dos seres humanos, como son el hombre y la mujer, tiene lugar una aparente contradicción. Es un amor de seres compuestos de alma y cuerpo, y el amor los lleva a unirse no sólo en el alma sino también en el cuerpo, al punto de que el acto por el cual se consuma el matrimonio es un acto en que se unen físicamente. Jesús lo expresó diciendo: serán una sola carne.

2-La segunda tensión se establece entre el interés personal y el interés de la especie humana.
En el amor matrimonial se da una segunda aparente contradicción: por un lado es un deseo de intimidad, une a dos personas a punto tal que cada una de ellas abandona a su familia para formar una nueva familia con la persona que ama (como dice el Génesis: “Abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer”); por esta razón este amor rechaza toda intromisión, se vive en lo secreto, es celoso (es decir, el amante no quiere que nadie se meta o lo separe de aquel/aquella a quien ama).

3) La tercera tensión

Es la lucha entre el hambre de amor infinito y la finitud del amor humano. Es decir, la contradicción que se da entre el deseo de eternidad (de eterna duración) que todo amante quiere darle a su amor y el poco tiempo que duran los momentos de felicidad que todo hombre puede encontrar en una mujer, y viceversa.
Es indudable que ningún corazón humano quiere amar por un par de minutos ni por un par de años, sino por siempre. No hay nada tan a-temporal como el amor. Por eso los novios y los recién casados usan el lenguaje de la eternidad, de la divinidad y del cielo: “mi cielo”, “eres un ángel”, “eres divina”. Sin embargo, ese “cielo”, ese “ángel” y esa “diosa” sólo es capaz de dar al hombre una felicidad en cierto modo apagada y gris.
Como dijo Mons Fulton Sheen que el verdadero amor de los esposos, el amor que alcanza la verdadera felicidad en esta vida, es en realidad no un amor de dos personas sino de tres: el esposo, la esposa y Dios.
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor Ana » Mar Dic 21, 2010 9:43 pm

Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?
Que se consuma su amor, que es la donación de dos personas en lo más hermoso y sagrado que es por voluntad propia y ante los ojos de Dios se dieron un si, de darse el uno al otro en cuerpo y alma, donde sus cuerpos se hacen uno y su alma se da al otro.
La procreación queda abierta a la vida, porque marse es darse, es entregarse al otro.
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor marifer22 » Mié Dic 22, 2010 12:57 pm

¿Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?
*Deben tener claro que habrá dificultades en el matrimonio y que estas solo pueden superarse, haciendo que el matrimonio sea la union de 3 personas (los conyuges y Dios), que sin esta ultima persona dentro del matrimonio, las tensiones del amor resultaran "insuperables". El matriomonio se basa en el amor y la entrega total de uno mismo. Y solo en Dios, puede amarse totalmente a los demás "El que dice que ama a Dios, pero no ama a sus hermanos, es unmentiroso"
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor huguillo » Jue Dic 23, 2010 12:22 pm

¿Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?
viendo los comentarios antes sugeridos, se debe tener en cuenta que en el matrimonio el acto matrimonial es necesario pero no una necesidad, ES POR ESO AL MOMENTO DE EMPEZAR A REALIZAR LOS PREPARATIVOS PARA LA BODA ES DE VITAL IMPORTANCIA QUE SE LES DE A CONOCER ESTOS DATOS MUY IMPORTANTES PARA SU VIDA FUUTURA.

TENER EN CUENTA QUE EL ACTO MATRIMONIAL ES UN ACTO DE AMOR, UNICO PERO QUE NO ES TODA LA FINALIDAD, SI NO QUE ES SOLO UNA PARTE DE LA VIDA MATRIMONIAL, ES UN COMPLEMENTO.

TENER EN CUENTA QUE EMPEZARAN CONCERSE SIN CENSURA, ESTO LOS LLEVARA A ENTENDER A LA OTRA PERSONA.

Y DEJARSE GUIAR POR DIOS EN TODO MOMENTO DE SU VIDA.

DIOS LO BENDIGA POR TODO LO QUE HE APRENDIDO. GRACIAS.
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor vicksjan » Sab Dic 25, 2010 5:36 pm

¡Hola a todos!
La respuesta del tema:

Primeramente deben tener en cuenta que el amor de Dios es más grande que todo, como por consiguiente debe los esposos trabajar día con día en su propio amor. Esto para que cuando decidan voluntariamente entregarse en donación su cuerpo y el alma se complemente en una verdadera complementación matrimonial. “Acordémonos que nada es fácil, sino recordar que en este caminar hay dificultades que con amor y de la mano de Dios, podremos ser un matrimonio como dijo Mons. Fulton Sheen el amor que alcanza la verdadera felicidad en esta vida, es en realidad no un amor de dos personas sino de tres: el esposo, la esposa y Dios.
“GRACIAS Y QUE DIOS LOS CUIDE”
:lol:
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor Efrain Gil Lizama » Mié Ene 05, 2011 1:47 pm

¿Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?

R=Por medio del acto no solo se une la carne sino que se unifican las almas por el amor, y en este momento Dios nos bendice y nos santifica y después de este momento nos damos cuenta individualmente y como esposos que nuestro amor permanecerá y se fortalecerá solo cuando lo unamos al amor de Dios, siendo Dios el que nos dará la plenitud del amor; que es estar ante su presencia, para vivir una vida eterna para alabarlo, honrarlo y glorificarlo.

¡Feliz año 2011 y felicidades por creer en Dios.!
Efrain Gil Lizama
 
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Re: XIII. Las tres tensiones del amor

Notapor Mayra Judith » Jue Ene 06, 2011 1:49 am

.¿Qué deben tener los esposos claro en el acto matrimonial?
Todo matrimonio tiene que saber que a lo largo de su vida matrimonial tendrá que enfrentar conflictos de una manera u otra y en algún momento u otro. Estos conflictos nacen de la misma naturaleza del ser humano. Conocerlos y saber solucionarlos es el secreto para conducir al matrimonio y a la familia hacia la felicidad prometida por Jesucristo.
Son fundamentalmente tres:
1) La batalla entre las exigencias del cuerpo y las del alma.-En el amor del hombre y la mujer, tiene lugar una aparente contradicción. Es un amor de seres compuestos de alma y cuerpo, y el amor los lleva a unirse no sólo en el alma sino también en el cuerpo. Jesús lo expresó diciendo: serán una sola carne. La carne (el cuerpo) sólo une a dos personas cuando va unida al alma. Lo espiritual es un lazo de unidad. Por eso, el cuerpo une mientras está unido a un alma en una persona viviente. De aquí que cuando el amor no nace e incluye el alma, pierde capacidad unitiva. Cuando el espíritu se va, lo que queda no es amor sino dos cuerpos que viven uno cerca del otro, a los cuales esta cercanía física termina por aburrir y fatigar. Las experiencias sexuales fuera del matrimonio (fornicación y adulterio) son fuente de enormes tensiones psicológicas porque en ellas la distancia entre el cuerpo y el alma se siente más fuerte. El adulterio y la fornicación son una derrota del alma que ha sido vencida por el cuerpo; es un amor en que prima el cuerpo sobre el alma, y por tanto, prima en realidad lo que separa (carne) sobre lo que une (espíritu); ésta es la razón por la que deja una sensación de vacío y predispone para el aborrecimiento.
Todo esto se soluciona con dos remedios. El primero es que los esposos usen su cuerpo (su acto sexual) como un canal y un puente para la comunión espiritual. En ese momento el matrimonio se santifica y se hace ocasión de mérito, y el mutuo amor del esposo y la esposa refleja la unión de Cristo y la Iglesia.
El segundo es la procreación. El hijo compensa esta “contradicción” entre el deseo por la unidad permanente y perfecta que se da en los esposos y el fracaso por lograr tal unidad permanente y perfecta: Cada hijo es un “lazo” entre el esposo y la esposa
2) La lucha entre el interés personal y el de la especie. En el amor matrimonial se da una segunda aparente contradicción: por un lado es un deseo de intimidad, une a dos personas a punto tal que cada una de ellas abandona a su familia para formar una nueva familia con la persona que ama; por esta razón este amor rechaza toda intromisión. Pero junto a esta dimensión el amor cumple una función social: está ordenado por Dios a poblar la tierra y el cielo con hijos de Dios. Únicamente el amor auténtico de los esposos resuelve esta tensión haciendo que el amor sea al mismo tiempo algo personal y algo social. Esto ocurre cuando el amor queda abierto a la vida, cuando se realiza de tal modo que puede traer a este mundo un hijo. El hijo no es un entrometido sino “parte” del amor conyugal. Esto se ve en que los esposos lo ven como una “extensión” de su amor; por eso hablan de “mi hijo” o “mi hija”.
El matrimonio verdadero soluciona esta tensión. En cambio fuera del matrimonio el amor, que no es verdadero sino falsificado, no puede solucionarla y se queda con una sola de las funciones. Por un lado tenemos las relaciones prematrimoniales, los adulterios, las pasiones egoístas, ven a los hijos como intrusos, y por eso reducen el “amor” sólo a su aspecto personal: la unión de dos personas (el hombre y la mujer) que no quieren ser “molestados” por la llegada de un hijo del que hay que hacerse responsable... Por otro lado tenemos a los que buscan un hijo a pesar del amor, y a costa del amor... los que buscan un hijo ¡aunque lo tenga que engendrar otro! Esto es lo que ocurre con algunos modos de fecundación artificial y con la fecundación “in vitro”. Estos quieren un hijo aunque uno de ellos (o ninguno de los dos) jamás lo pueda llamar “mío”.

3) El combate entre el hambre de amor infinito y la finitud del amor humano. Es decir, la contradicción que se da entre el deseo de eternidad (de eterna duración) que todo amante quiere darle a su amor y el poco tiempo que duran los momentos de felicidad que todo hombre puede encontrar en una mujer, y viceversa. Es indudable que ningún corazón humano quiere amar por un par de minutos ni por un par de años, sino por siempre. No hay nada tan a-temporal como el amor. En el fondo el matrimonio empieza como un baile de máscaras en que cada uno parece dulce, perfecto y romántico, pero luego viene la crisis en que se quitan las máscaras y los caracteres se ven como son.
El corazón humano ha sido hecho para amar el Corazón Divino, y nadie fuera de Dios puede satisfacerlo. Cuando los esposos se olvidan de esto buscan el consuelo infinito en un ser limitado: su esposo o su esposa; y en ese momento están pidiendo que sustituya al Infinito que es Dios. El hombre se une a su mujer buscando en ella la satisfacción del deseo infinito de felicidad, y la mujer hace lo mismo al unirse a su esposo... pero al descubrir que lo que encuentran es algo que se esfuma en un golpe, se sienten defraudados, engañados...
La solución es darle al amor matrimonial su propio lugar: los esposos deben amarse sabiendo al mismo tiempo que su amor humano no va a ser la respuesta definitiva a su deseo infinito de felicidad. Con esos actos de amor, haciéndolos como Dios manda, ellos deben ir encaminándose hacia Dios que hará felices a los dos.
En el matrimonio se entrecruzan dos deseos: el de la carne y el del alma; de unión sexual y de amor espiritual; y en el fondo de ambos late el deseo de un Amor sobrenatural, divino e infinito.
El recto orden pone el amor carnal al servicio del amor espiritual y abre el amor espiritual al amor divino.

Estas tres tensiones o conflictos se solucionan cuando la familia y el matrimonio da lugar a Dios en el corazón de los cónyuges (y de los hijos). En tal caso el amor matrimonial se abre al Amor divino, lleva a amar más a Dios, y a dar lugar para que el esposo, la esposa y los hijos encuentren a Dios.
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