I) Explica brevemente los 7 pasos para discernir las vocaciones.
Los 7 pasos son los siguientes:
1. La oración: orar es hablar con Dios y sobre todo escucharlo. No es monólogo sino diálogo. En la oración Dios nos manifiesta qué quiere de nosotros.
2. Percepción: es importante hacer silencio exterior e interior para estar atento a percibir lo que Dios quiere de vos. Este silencio nos lleva a la escucha de la Voluntad de Dios. Hay una vocación para cada uno y nuestra tarea es descubrirla y ayudar a otros a descubrirla también. Para ello es necesario escuchar a todos, los que te apoyan y los que te critican. Además es muy útil revisar nuestra vida, nuestros gustos, nuestros intereses. Analizar nuestro pasado y mirar hacia el futuro tratando de ahondar más en el sentido de la vida, del tiempo, ¿cómo queremos vivir el resto de nuestros días teniendo en cuenta nuestro entorno?
3. Información: es indispensable que te informes sobre lo que significa, por ejemplo, ser sacerdote diocesano o de una congregación religiosa. Aunque te sientas atraído por una congregación es importante que estudies qué hacen otras. En especial saber cuál es el campo que abarca, si es una congregación contemplativa o misionera. A qué público va dirigida: niños, jóvenes, etc.
4. Reflexión: la vocación es una empresa demasiado grande y por tal motivo se debe reflexionar sobre cuáles son tus capacidades y limitaciones. Analizar en qué basás para pensar que Dios te está llamando. Considerar tus miedos, tus inclinaciones, qué te gusta y qué no. Todo esto ayudará en la decisión final. Dios, de todos modos, no te da un documento firmado por ÉL en el que te asegura su llamado. Más bien, tenés que descubrir los signos que Dios te va poniendo en el camino para pensar en una posible vocación.
5. Decisión: Una vez que vayas descubriendo qué es lo Dios quiere de vos, no te queda sino dar el paso. O sea decir “SÍ”, decidirte a seguir a Jesús. Tener miedos e incertidumbres es algo muy bueno porque eso denota que se está considerando la vocación como algo serio. Si no existieran estos temores sería preocupante- a mi entender- Si bien tomar esta decisión es difícil podemos estar seguros que tomarla también es una gracia y hay que pedírsela al Espíritu Santo, para que nos dé una capacidad de respuesta cabal. Si uno no afronta la decisión, estaríamos boicoteando el plan de Dios. No hay que temer, hay que Amar y con mayúscula. En la medida que uno está seguro de la decisión tomada, los avatares propios que uno tenga que atravesar, no deberían torcer el camino ni llevarnos a preguntar a cada rato si es esta mi vocación o no. Seguir la vocación no implica ausencia de conflictos ya que los problemas, los dolores y sufrimientos son connaturales a todo hombre, siga o no la vocación a la que fue llamado. Ej: si un joven fue llamado a la vida sacerdotal pero se negó y en cambio, se enamoró de una joven y se casó, no por eso se va a ahorrar problemas o sufrimientos. Los va tener igual y durante toda su vida. Misterios del amor de Dios que no obliga a nadie a seguirlo…
6. Acción: La decisión debe concretizar en la acción e inmediatamente. No se puede “esperar” ya que la única manera de ser fiel al Señor es en lo cotidiano. Y si he reconocido el llamado de Dios, tengo que arbitrar todos los medios para comenzar a transitar mi camino ya. Decidirse por Cristo no implica ausencia de cruces sino todo lo contrario, pero son las cruces con Jesús. Las dificultades vendrán, como a todos los seres humanos del mundo, pero en esos momentos hay que perseverar y no dejarse vencer jamás.
7. Dirección espiritual: es fundamental para que te ayude a discernir si hay verdadero llamado de Dios o es algo subjetivo. Te dejará sólo ante Dios para que libremente decidas tu vida. Su oración y sacrificio por vos alcanzarán del E.S. la luz para que descubras tu vocación y la fuerza para seguirla. Es un hecho que en el discernimiento de la voluntad de Dios sobre vos no podés prescindir de la mediación de la Iglesia.
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II). ¿Cuáles son los 3 elementos necesarios para que fructifique una vocación?
Los tres elementos necesarios para que fructifique una vocación son:
a) Llamado de Dios. Verificar si existe un verdadero llamado de Dios
b) Idoneidad de la candidata. Verificar si existen cualidades humanas, morales, psicológicas y espirituales. Si no cumple con alguna de estas, no hay que dudar en aconsejarla a la candidata un apostolado seglar.
c) Respuesta generosa y libre: si bien es necesario que la candidata descubra su posible vocación, hay que ayudar a crear la capacidad de respuesta si el llamado está. De lo contrario puede quedar solamente en la observancia pero no da el paso decisivo.
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III) Busca en la Biblia algunos textos que fundamenten estos criterios para discernir las vocaciones.
(I S 3,10)- (Lc 9, 57)- (Jr 1,7)- (Lc 1,38) – (Hech 9, 1-6)