Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Curso basado en el libro con el mismo nombre del Padre Horacio Bojorge.
Es un curso destinado a presentar y comentar la revelación divina acerca del amor humano: primero según el designio del Creador, luego caído y herido por el pecado original, después santificado en el pueblo elegido y por fin elevado a misterio grande en el sacramento del matrimonio.

Moderadores: Xavier Villalta, Catholic.net, maría eugenia, Moderadores Animadores

Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor maría eugenia » Jue Mar 03, 2011 2:39 pm

Ignorancia, malicia, falta de fortaleza y de templanza

1) ¿Cuáles son las penas1 que le sobrevienen a Adán y Eva a consecuencia del pecado original? ¿Cuáles son las penas comunes?
Las resume muy bien Santo Tomás de Aquino cuando dice: “Por la justicia original, la razón controlaba perfectamente las fuerzas inferiores del alma; y la razón misma, sujeta a Dios, se perfeccionaba. Pero esta justicia original nos fue arrebatada por el pecado del primer padre... Y por ello todas las fuerzas del alma quedan como destituidas de su propio orden, por el que se ordenan naturalmente a la virtud. Esa destitución se llama herida de la naturaleza”.

2) Y prosigue explicando “Ahora bien: son cuatro las potencias del alma que pueden ser sujeto de las virtudes, a saber:
a) la razón, en la cual reside la prudencia;
b) la voluntad, en la cual reside la justicia;
c) la pasión o apetito irascible, en la cual reside la fortaleza, y
d) la pasión o apetito concupiscible, en la cual reside la templanza.
De modo que
a’) en cuanto la razón ha sido despojada de su orden a lo verdadero, está la herida de la ignorancia;
b’) en cuanto la voluntad ha sido destituida de su orden al bien, está la herida de la malicia;
c’) en cuanto la pasión irascible ha sido despojada de su orden a lo arduo, está la herida de la debilidad;
d’) en cuanto la pasión concupiscible está destituida de su orden a lo deleitable, moderado por la razón, está la herida de la concupiscencia”.

3) Y concluye: “Así, pues, éstas son las cuatro heridas infligidas a toda la naturaleza humana por el pecado del primer padre. Mas, puesto que la inclinación al bien de la virtud disminuye en cada uno por el pecado actual, como es claro que éstas son también cuatro heridas que se agravan por los pecados personales: a saber, en cuanto que por el pecado la razón se embota, especialmente en las cosas que debemos practicar; y la voluntad se endurece respecto del bien; y aumenta la dificultad de obrar bien; y la concupiscencia se enciende más”2 .
Y así, debilitándose las potencias espirituales ante las sensitivas, se explica que en la humanidad se extienda el poder de las adicciones incontrolables.

Primera pena: en la inteligencia, la ignorancia

4) La primera pena es, pues, el debilitamiento de la inteligencia para conocer el bien. Todo lo contrario de lo que Satanás, el padre de la mentira, le había prometido a Eva: “Conocerás el bien y el mal”. Es precisamente esa capacidad de conocer la que se debilita. La Serpiente le prometió conocer y ahora conoce menos. Santo Tomás habla de “la ceguera de la mente y el embotamiento del sentido, que se oponen al don de entendimiento”3 . “El embotamiento del sentido en la inteligencia – dice el Doctor Angélico - implica cierta debilidad mental en la consideración de los bienes espirituales; pero la ceguera de la mente implica la privación total del conocimiento de esos bienes. Lo uno y lo otro se oponen al don de entendimiento, por el que, con la mera percepción, conoce el hombre los bienes espirituales y penetra sutilmente en su intimidad. En cambio, tanto el embotamiento de la inteligencia como la ceguera de la mente se lo impiden” 4.

5) El ser humano, debido a la herida de la ignorancia, conoce menos a Dios, se conoce menos a sí mismo. ¡Cuánto desconocemos de nosotros mismos, queridos hermanos! A veces nos sorprende lo que nos dicen los demás acerca de nosotros mismos. Los demás nos conocen como nosotros no logramos conocernos. A veces nos examinamos y no logramos comprender cómo estamos delante de Dios. Nos examinamos para ir a confesarnos y no logramos ver nada. Y a veces, ¡cuánto nos engañamos respecto de los demás!

6) Nuestra inteligencia, nuestra razón, no solamente está herida por el pecado original con la ignorancia de Dios y de los demás, sino que también tomamos el bien por mal. Por ejemplo, cuando envidiamos tomamos el bien ajeno por mal nuestro. ¿No es eso un error? Con la acedia, tomamos el bien de Dios y de los que sirven a Dios por mal nuestro. ¡Cuánta gente no puede aguantar un buen sermón!5 ¡Cuánta gente menosprecia a los santos, los persiguió y persigue. “Venid, persigamos al justo” 6 dicen los impíos.

7) El libro de la Sabiduría resume así los objetos del error y la ignorancia: “Así piensan, pero se equivocan, pues los ofusca su maldad. No conocen a) los secretos de Dios, b) ni esperan recompensa para la virtud, c) ni valoran el premio de una vida intachable”7 .

8) Otra consecuencia de esta herida en la inteligencia es que se encandila con el brillo de los bienes creados y ya no puede conocer al Creador de ellos. Por eso los hijos de Adán y Eva nos sumergimos en el amor a las creaturas con olvido del Creador y preferimos los bienes creados al Creador, que es el Bien supremo y nuestro Fin último. Eso es lo que les pasó a Eva y a Adán, y lo que nos pasa a sus hijos también. A esta herida se refiere San Pablo cuando dice: “los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia; pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció”8 .

Otra pena: el desorden de las pasiones

9) Otra consecuencia del pecado original es que los apetitos instintivos y los apetitos del alma no obedecen a la razón. Dice San Agustín que la consecuencia de haber desobedecido a Dios hace que ahora una parte de mi propio ser no me obedezca a mí: “por decirlo en breves palabras, en la pena y castigo de aquel pecado, ¿con qué castigaron o pagaron la desobediencia sino con ser desobedecidos? ¿Pues qué cosa es la miseria del hombre sino padecer contra sí mismo la desobediencia de sí mismo, y que - ya que no quiso lo que pudo -, quiera ahora lo que no puede? […] Porque, a pesar suyo, muchas veces el ánimo se turba y la carne se duele, envejece y muere, y todo lo demás que padecemos no lo sufriéramos contra nuestra voluntad, si nuestra naturaleza obedeciese completamente a nuestra voluntad; pero, a la verdad, padece algunas cosas la carne que no la dejan servir a la voluntad.”9 .

10) Cuando digo “apetitos instintivos” me refiero por ejemplo a la necesidad de comer o al apetito sexual; son los apetitos de nuestro componente animal. En cambio, los apetitos del alma son los apetitos relativos al componente espiritual: el deseo de ser amado, el deseo de ser apreciado, el apetito de la propia excelencia. En sí mismas estas pasiones, sea física, sea anímicas, son buenas.

11) Pero a consecuencia del pecado original se desordenan, se exageran. El apetito de propia excelencia se hace soberbia; el deseo de ser considerado se hace vanagloria; el deseo de disponer de las cosas se hace codicia, y así con todos.

12) Por haber desobedecido a Dios, ahora le desobedecen sus propios impulsos instintivos o anímicos: gula, lujuria, avaricia, vanidad, soberbia, ira, miedo y tristeza por la frustración de los deseos. Es decir, los vicios capitales. A las pasiones les corresponden por su desorden estos vicios.

13) Es decir que, como dijo san Agustín, por haber desobedecido la creatura humana a Dios ahora le va a suceder que él va a ser desobedecido por una parte de sí mismo. Va a perder el auto-dominio. Se paga desobediencia con desobediencia. Y en particular va a ser la desobediencia de sus propias pasiones a su razón. Sus mismas pasiones no le van a obedecer.

14) Por eso San Pablo dice que hay una ley interior en nuestros miembros que hace que hagamos el mal que no queremos y no hagamos el bien que queremos, que nos sintamos impotentes para dominarnos a nosotros mismos10 . Y que el desconocimiento del Creador hace que el hombre quede a merced de pasiones infames11 .

15) Esta pena o herida consiste pues en el desorden de las pasiones que no obedecen a la razón. Por lo tanto, siendo un ser racional obramos como irracionales. El hombre puede llegar a comportarse como animal. A consecuencia del pecado original puede perder la condición racional y espiritual. Por eso, el profeta Daniel ve surgir del fondo del mar a las naciones de este mundo en forma de animales 12. ¡Claro! Vienen de la enemistad con Dios y tienen forma de animal porque han perdido lo que los configura como hombres, que es su razón y su capacidad de relación con Dios. Al Hombre, en cambio, Daniel lo ve bajar de las nubes, del Trono del Anciano13 . Éste sí, tiene figura humana.

16) Jesús siempre se atribuyó a sí mismo el título de Hijo del Hombre14 . ¡Él es el Hombre! El nuevo Adán que ha recobrado su figura humana, su imagen y semejanza con Dios. Sólo si vivimos de acuerdo a la Voluntad del Padre, obedeciendo, recobramos el poder de nuestra razón. El amor filial nos hace recuperar el poder de nuestra razón sobre nuestros instintos. ¡Y no hay otro camino en que se sane la pena del pecado original que el vivir como hijos; la fe en Jesús, en el Hijo del Hombre! Él nos saca del fondo del mar, donde estábamos por el pecado y donde, desfigurados, teníamos aspecto de animales.

17) En cuanto a la cuarta bestia, no es ninguno de los animales conocidos, pero tiene aspecto de una serpiente o dragón de muchas cabezas, que dice grandes cosas, pero grandes cosas perversas, grandes mentiras. Es la perversión de lo más noble que tiene el hombre y lo hace semejante al Verbo o Palabra de Dios. La bestia habla, pero pervierte el Logos. Lo convierte en propaganda de las ideologías inhumanas del padre de la mentira, que es Satanás, que nos está atronando por todos lados con falsos pastores y maestros. El Logos divino dice la verdad. La bestia habla para mentir. Los hijos de Adán y Eva, quedamos inclinados a la mentira y a convertirnos en hijos de la serpiente, homicida y mentirosa desde el principio y padre de la mentira.

Pérdida de la templanza y de la fortaleza

18) Otras dos penas, como dice Santo Tomás, son: a) la intemperancia, o sea la falta de moderación en el uso de los bienes y b) la debilidad ante el mal, que tiene dos formas: a) la impaciencia o falta de tolerancia ante el mal y el sufrimiento y b) la cobardía, la huida ante el peligro que uno podría vencer.

19) En resumen, las penas comunes al varón y a la mujer descendientes de Adán y Eva a consecuencia del pecado original son:
Primero, en la inteligencia, la ignorancia.
Segundo, en la voluntad, la malicia y a consecuencia de la malicia, la injusticia.
Tercero, en el deseo del bien, la concupiscencia, la falta de moderación en el uso de los bienes.
Y cuarto, en el deseo irascible, la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o la pereza.

20) Estas son las consecuencias del pecado original que Santo Tomás, siguiendo a Beda, llama las cuatro potencias del alma. Esas cuatro potencias del alma a las que Santo Tomás se refiere aquí son
1.- Dos potencias espirituales: la inteligencia y la voluntad
2.- Dos potencias sensitivas:
a) el apetito concupiscible –ante el bien presente se mueve necesariamente mi apetito
b) el apetito irascible –ante el bien ausente tengo que hacer un trabajo para conseguir mover mi apetito.

21) El concupiscible es, por ejemplo el que me hace moderarme en el comer, el dormir, el trabajar, y en la moderación en todo lo placentero. Por su debilitamiento se instala la adicción: un deseo que avasalla la voluntad. El irascible, por ejemplo, es lo que me hace estudiar para llegar a recibirme, que es un bien futuro, o el tolerar males presentes, ahorrar por ejemplo, para poder después obtener un bien; privarme de muchos bienes en aras de otro bien

Sanación de las heridas por las virtudes

22) Estos desórdenes tienen que ser sanados por las cuatro virtudes cardinales animadas por las tres virtudes teologales.
a) A la sanación de la razón acude la virtud de la prudencia, que es la que adapta los medios buenos para alcanzar al fin. Ella evita que nos equivoquemos en la elección del fin, y en la elección de los medios aptos para alcanzarlo.
b) A la sanación de la voluntad acude la virtud de la justicia, que se mueve a darle a cada uno lo que le corresponde, cosa que a veces es costoso porque implica sacrificios.

23) Por eso, para hacer posible la prudencia y la justicia, deben ser gobernados los apetitos sensitivos por las potencias espirituales: inteligencia y voluntad. Y este gobierno se realiza por la templanza y la fortaleza
c) A la sanación del apetito concupiscible acude la virtud de la templanza, que modera el uso de los bienes e impide las adicciones.
d) A la sanación de la impaciencia, la cobardía y la pereza, acude la virtud de la fortaleza. Esta virtud tiene dos modos de resistir el mal: ante el mal invencible es virtud de paciencia y ante el mal vencible es virtud de coraje o valentía.

24) Estas son las penas o consecuencias del pecado original comunes al varón y a la mujer. Las cuatro heridas infligidas a toda la naturaleza humana por el pecado de nuestros primeros padres.

25) Pero, además de esta herida inicial, el varón y la mujer sufren las penas que derivan de sus pecados personales y de sus culpas propias. La inclinación al bien de la virtud disminuye en cada uno, aún más por el pecado actual. No se trata ya sólo de la carga del pecado original. Ella es motivo de pecados personales míos que aumentan y agravan las consecuencias del pecado original. Aumentan mi ignorancia. Aumentan mi imprudencia. Soy capaz de mayor injusticia. Tengo menos continencia frente a los bienes que se me ofrecen y me adiciono inmoderadamente y hasta con daño propio. Soy más cobarde y más impaciente. Mi razón se embota, especialmente en saber qué es lo que debo hacer. Mi voluntad se endurece respecto del bien y de darle a cada uno lo que le corresponde. Empiezo a hacer discreción de personas y a ser injusto con unos para ganarme a otros. Todas esas son consecuencias del pecado original, agravadas por las penas de los pecados personales.


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1 Recordemos la diferencia entre culpa y pena. Culpa es el mal uso de la voluntad para hacer el mal. Culpable es el hombre por hacer el mal voluntariamente. Pena es lo que le sobreviene contra su voluntad por aplicar su voluntad al mal.
2 Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, Parte 1ª.2ae. Cuestión 85 Art. 3, Resp.
3 Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, Parte 2ª.2ae. Cuestión 15 Introducción
4 Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, Parte 2ª.2ae. Cuestión 15, Art. 2, Resp.
5 Cuando es realmente bueno. Cuando es malo es explicable que sea insoportable y motivo de irritación del justo.
6 Sabiduría, 2, 10-20
7 Sabiduría, 2, 21-22
8 Romanos 1, 18-21
9 San Agustín, en La Ciudad de Dios, Libro 14, capítulo 15
10 Romanos 7
11 Romanos 1, 26
12 Daniel 7, 1-8 Un león con alas de águila, un oso, un leopardo, una bestia terrible que habla
13 Daniel 7, 13
14 Hijo de Hombre [ben adam] es una locución aramea, que significa simplemente, Hombre, Ser humano.



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¿Cuales son las penas que le sobrevienen a Adán y a Eva a consecuencia del pecado original?






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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor veronicamgr » Lun Mar 07, 2011 5:55 pm

Participación en el foro:
¿Cuales son las penas que le sobrevienen a Adán y a Eva a consecuencia del pecado original?
El apetito de propia excelencia, se hace soberbia.
El deseo de ser considerado se hace vanagloria.
El deseo de disponer de las cosas se hace codicia.
Las penas comunes al varón y a la mujer descendientes de Adán y Eva a consecuencia del pecado original son:
Primero, en la inteligencia, la ignorancia.
Segundo, en la voluntad, la malicia y a consecuencia de la malicia, la injusticia.
Tercero, en el deseo del bien, la concupiscencia, la falta de moderación en el uso de los bienes.
Y cuarto, en el deseo irascible, la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o la pereza.
Por haber desobedecido a Dios, ahora le desobedecen sus propios impulsos: gula, lujuria, avaricia, vanidad, soberbia, ira, miedo y tristeza.
la ignorancia, malicia, debilidad y concupiscencia entran como consecuencia del pecado original
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor Mirza Cuellar » Lun Mar 07, 2011 7:58 pm

Cuales son las penas que le sobrevienen a Adan y a Eva a consecuencia del pecado original?
La primera pena es el debilitamiento de la inteligencia para conocer el bien, los hijos de Adan y Eva nos sumergimos en el amor a las creaturas con olvido del Creador y preferimos los bienes creados al Creador, que es el bien supremo y nuestro fin ultimo.
Otra pena: el desorden de las pasiones, por haber desobedecido a Dios, ahora le desobedecen sus propios impulsos instintivos o animicos: gula, lujuria, avaricia, vanidad, soberbia, ira miedo y tristeza por la frustracion de los deseos.
Otras dos penas como dice Santo Tomas, son:
a) La interperancia, osea la falta de moderacion en el uso de los bienes y ;
b) La debilidad ante el mal, que tiene dos formas:
a) La impaciencia o falta de tolerancia ante el mal y el sufrimiento;
b) La cobardia, la huida ante el peligro que uno podria vencer.
En resumen: Son 4 las penas:
1. En la inteligencia, la ignorancia.
2. En la voluntad, la malicia y a consecuencia de la malicia la injusticia.
3. En el deseo del bien, la concupiscencia, la falta de moderacion en el uso de los bienes.y
4. En el deseo irascible, la debilidad, la impaciencia, la cobardia y/o la pereza.
Saludos....
Dios nos bencide.....
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor paulys77 » Lun Mar 07, 2011 10:02 pm

Muy buenas noches a todos:)


¿Cuales son las penas que le sobrevienen a Adán y a Eva a consecuencia del pecado original?

Las penas comunes al varón y a la mujer descendientes de Adán y Eva a consecuencia del pecado original son:
Primero, en la inteligencia, la ignorancia.
Segundo, en la voluntad, la malicia y a consecuencia de la malicia, la injusticia.
Tercero, en el deseo del bien, la concupiscencia, la falta de moderación en el uso de los bienes.
Y cuarto, en el deseo irascible, la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o la pereza.

En resumen, a consecuencia de la desobediencia de nuestros primeros padres, una parte de nosotros nos desobedecerá y no la podremos controlar,la razón no podrá dominar los instintos, es algo que nos hace mas animales que humanos. Sin embargo la única manera de sanar esa herida es con la practica de las virtudes, así:
- ignorancia con la virtud de la prudencia
- malicia o injusticia con la virtud de la justicia
- la falta de moderación en el uso de los bienes con la virtud de la templanza
- la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o pereza con la virtud de la fortaleza

Todas estas virtudes son fruto del Espiritu Santo si le pedimos que obre en nosotros y nos regales sus dones.

Muchas gracias
paulys77
 
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor Karla Gomez » Mar Mar 08, 2011 10:14 am

¿Cuales son las penas que le sobrevienen a Adán y a Eva a consecuencia del pecado original?
La soberbia, el deseo de ser considerado se hace vanagloria; el deseo de disponer de las cosas se hace codicia, gula, lujuria, avaricia, vanidad, soberbia, ira, miedo y tristeza por la frustración de los deseos. Es decir, los vicios capitales. A las pasiones les corresponden por su desorden estos vicios.

San Tomas menciona dos puntos al respecto de las consecuencias del pecado original,
a) la intemperancia, o sea la falta de moderación en el uso de los bienes
b) la debilidad ante el mal, que tiene dos formas:
1. la impaciencia o falta de tolerancia ante el mal y el sufrimiento
2. la cobardía, la huida ante el peligro que uno podría vencer.
En conclusion
Primero, en la inteligencia, la ignorancia.
Segundo, en la voluntad, la malicia y a consecuencia de la malicia, la injusticia.
Tercero, en el deseo del bien, la concupiscencia, la falta de moderación en el uso de los bienes.
Cuarto, en el deseo irascible, la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o la pereza.
Karla Gomez
 
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor cysh » Mar Mar 08, 2011 10:29 am

¿Cuales son las penas que le sobrevienen a Adán y a Eva a consecuencia del pecado original?
Primero, en la inteligencia, la ignorancia.
Segundo, en la voluntad, la malicia y a consecuencia de la malicia, la injusticia.
Tercero, en el deseo del bien, la concupiscencia, la falta de moderación en el uso de los bienes.
Y cuarto, en el deseo irascible, la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o la pereza.

Pero, además de esta herida inicial, el varón y la mujer sufren las penas que derivan de sus pecados personales y de sus culpas propias. La inclinación al bien de la virtud disminuye en cada uno, aún más por el pecado actual. No se trata ya sólo de la carga del pecado original. Ella es motivo de pecados personales míos que aumentan y agravan las consecuencias del pecado original. Aumentan mi ignorancia. Aumentan mi imprudencia. Soy capaz de mayor injusticia. Tengo menos continencia frente a los bienes que se me ofrecen y me adiciono inmoderadamente y hasta con daño propio. Soy más cobarde y más impaciente. Mi razón se embota, especialmente en saber qué es lo que debo hacer. Mi voluntad se endurece respecto del bien y de darle a cada uno lo que le corresponde. Empiezo a hacer discreción de personas y a ser injusto con unos para ganarme a otros. Todas esas son consecuencias del pecado original, agravadas por las penas de los pecados personales.

Como personas cristianas católicas tenemos que actuar con inteligencia y es el actuar con moderación el que me dará la felicidad y sentir placer. Somos humanos y podemos decir que por nuestra debilidad se nos antoja algo... pero tenemos que pensar lo de la lección anterior, como el enemigo se disfraza para engañarnos. Dios nos hizo pensantes para que nos privemos de todo lo que nos aleja de él y al final somos nosotros los responsables de nuestros propios actos.

Que Dios sea el que nos regale inteligencia y sabiduría, para que nuestros actuar le sea agradable. Bendiciones
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor DDDAAAVVVIIIDDD333 » Mar Mar 08, 2011 11:04 am

Me alegro de leer y meditar la doctrina inteligente de este articulo y estoy de acuerdo con todo lo que dice.
Pero todavia me gustaria añadir algo que en mi opinion puede interesar a mas de uno/a siguiendo un poco la idea tomada de la teologia del cuerpo que dice que el cuerpo es la expresion visible del alma invisible, es decir: la herida del pecado original todavia me parece mas grande de lo que aqui expresamos porque ademas de causarnos problemas con la prudencia y la justicia y la fortaleza y la templanza, tambien nos causa heridas con la bondad y la humildad y la sencillez y tambien nos provoca heridas en las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad....
Intentare explicarme lo mejor que pueda:
Tomando las 3 potencias mas grandes de nuestros cuerpos (el sexo, el corazon y la cabeza) intento proyectarlas sobre las almas del siguiente modo: la potencia sexuada de nuestras almas consiste en nuestra bondad, humildad y sencillez sobre todo con las personas del sexo distinto al nuestro; y por encima de estas cualidades encontramos las 4 virtudes cardinales segun el corazon humano que tiene 2 ventriculos y 2 auriculas, es decir: tiene 4 partes que representan dichas virtudes constantemente activas en el corazon de todos los santos y de los hombres y mujeres de bien; y por encima del corazon representamos en la cabeza las virtudes teologales porque son las mayores de todas ellas segun nos explica el Apostol San Pablo en sus magistrales cartas del Nuevo Testamento.
Ademas podemos resumir la consecuencia principal del pecado original como la sospecha o desconfianza hacia Dios, segun la cual el ser humano duda de si le resultaria mejor hacer la voluntad de Dios o la propia voluntad; y esta desconfianza hace que nuestras almas se vuelvan debiles, ignorantes y maliciosas entre nosotros y hacia Dios.
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor Mayra Lpz » Mar Mar 08, 2011 11:06 am

¿CUÁLES SON LAS PENAS QUE LE SOBREVIENEN A ADÁN Y A EVA A CONSECUENCIA DEL PECADO ORIGINAL?

Primero, en la inteligencia, la ignorancia.
Segundo, en la voluntad, la malicia y a consecuencia de la malicia, la injusticia.
Tercero, en el deseo del bien, la concupiscencia, la falta de moderación en el uso de los bienes.
Cuarto, en el deseo irascible, la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o la pereza.

"Además de esta herida inicial, el varón y la mujer sufren las penas que derivan de sus pecados personales y de sus culpas propias".
¡Bendiciones en Cristo!
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor jose obrero » Mar Mar 08, 2011 11:18 am

Antes que nada Bendiciones para el equipoi de Catholic.Net y para todos los que ingresamos en sus diferentes páginas, con respecto al tema que estamos tratando, sabemos que a la voluntad, le sobreviene la injusticia, a la inteligencia, la ignorancia, etc. La realidad es que como consecuencia del Pecado Original, perdimos, por así decirlo, la Garantía de Fábrica, la cual nos había otorgado Dios y de allí hacia adelante es un constante caminar y luchar en los senderos de Dios, para recobrar todos los beneficios que perdieron nuestros padres Adan y Eva...
jose obrero
 
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor Pilar Bosch » Mar Mar 08, 2011 11:29 am

Hablar de los daños causados en naturaleza herida del hombre es hablar del desequilibrio entre las fuerzas superiores e inferiores del alma ( o sensitivas), causado por el pecado de Adán y Eva, cuya razón, sujeta a Dios, se perfeccionaba., ordenándose siempre a la virtud.

Hay cuatro potencias del alma originalmente dirigidas a la virtud y cuatro heridas en la naturaleza humana que se agravan con los pecados personales:
a) La RAZÓN, en la cual reside la prudencia; sin ella hay ignorancia y después, embotramiento, que impide conocer por la percepción del bien y el mal, conocer a Dios, conocerse a sí mismo y a los demás. Hay confusión entre lo que está bien y lo que está mal y una incapacidad de ver el bien.verdadero. Hay además una separación entre los bienes y su dador y un encumbramiento de lo creado sobre el Creador.
b) La VOLUNTAD, en la que reside la justicia. Su debilidad lleva a la malicia y después al endurecimiento hacia el bien y la dificultad para ejercerlo. El hombre no se siente dueño de sí mismo, la carne no sirve a la voluntad y envejece y muere.
c) La pasión o APETITO IRASCIBLE, en la cual reside la fortaleza, y su carencia lleva a la debilidad. Los apetitos instintivos (comer, apetito sexual, deseo de ser amado, apreciado y llegar a la excelencia), se exageran y llevan a la soberbia y codicia, gula, miedo, frustraciíon, y todo lo que conocemos como vicios capitales..Se pierde el auto-dominio y el hombre queda a merced de sus pasiones, paasando de la racionalidad y espiritualidad, a la irracionalidad.
d) la pasión o APETITO CONCUPISCIBLE, en la cual reside la templanza. y su carencia lleva a la concupiscencia. Quedamos inclinados a la mentira a traicionar el Logos que es la Verdad

Santo Tomás menciona además: “la intemperancia, o falta de moderación en el uso de los bienes y ... la debilidad ante el mal,que se manifiesta en impaciencia o falta de tolerancia ante el mal y el sufrimiento, y la cobardía, o huida ante el peligro que uno podría vencer.”

El remedio para éstos desórdenes está en las cuatro virtudes cardinales animadas por las tres virtudes teologales:
- LA RAZÓN SE SANA POR LA PRUDENCIA,dirigiéndonos hacia la elección del fin, yempleando los medios aptos para alcanzarlo.
-LA VOLUNTAD SE SANA POR LA JUSTICIA, que se mueve a darle a cada uno lo que le corresponde, no sin sacrificio.
-LA INTELIGENCIA Y LA VOLUNTAD SE SANAN POR LA TEMPLANZA ( en el uso moderado de los bienes) Y LA FORTALEZA(que resiste el mal con paciencia y valentía)
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor EveeEliza » Mar Mar 08, 2011 12:02 pm

¿cuales son las penas que le sobrevienen a Adán y Eva a consecuencia del pecado original?

Las penas a consecuencia del pecado original son:
1) En la inteligencia, la ignorancia que viene siendo el debilitamiento de la inteligencia para conocer el bien, que nos permite tomar el bien por mal y no nos deja conocer a Dios por la ignorancia.

2) En la voluntad, la malicia, el desorden de las pasiones que no abedecen a la razón, que a consecuencia del pecado se exageran y estos llevan a otros vicios capitales por no obedecer a sí mismos.

3) En el deseo de la concupiscencia, la falta de moderación en el uso de los bienes, que nos hace caer en adicciones.

4) En el deseo irascible, la debilidad, la pereza, la impaciencia que nos impide realizar esos actos que nos traerán un bien .
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor Amapola » Mar Mar 08, 2011 1:56 pm

Las penas que surgieron del pecado original, conlleva que la inteligencia esta debilitada y no reconocen el bien del mal.
Tambien la ignorancia de reconocer a Dios como ser Supremo. A veces la envidia de querer ser o tener algo mas. Los apetitos instintivos y los del alma o sea apetitos espirituales no son obedecidos por la razon. La soberbia es otra pena, para Eva ser como dioses y tener la sabiduria fue la que la llevo a desobedecer lo que Dios le habia dicho a Adan y el cual ella tenia conocimiento. ;)
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor rsolis83 » Mar Mar 08, 2011 3:16 pm

Las penas que sobrevinieron a Adán y Eva a causa del pecado son la ignorancia, pues al caer en pecado por el soberbio deseo de conocer el bien y el mal y ser como Dios, ocurrió todo lo opuesto, y la ignorancia aturde nuestras mentes y las acciones que de ella se derivan. La razón herida por la ignorancia.
Otra de las penas es la malicia, pues la Voluntad del alma originalmente se inclinaba al Bien y a la Virtud, perfeccionadas por la obediencia a Dios, y como consecuencia del pecado quedamos expuestos a obrar erráticamente y generar mal en lugar de bien. Se tiene ahora un desorden en las pasiones, que eran regidas anteriormente por la voluntad.
Finalmente, otra de las penas que se derivan del pecado de nuestros primeros padres es la debilidad que ocasiona la pérdida de la templanza y fortaleza que regían en un principio los apetitos concupiscible e irascible haciendo ahora mal uso de los bienes y generando en nosotros adicciones y vicios.
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor maribel camargo » Mar Mar 08, 2011 3:21 pm

[b]¿Cuáles son las penas que le sobrevienen a Adán y a Eva a consecuencia del pecado original?

Las penas comunes al varón y a la mujer descendientes de Adán y Eva a consecuencia del pecado original son:
1) En la inteligencia, la ignorancia
2) En la voluntad, la malicia y a consecuencia de la malicia, la injusticia
3) En el deseo del bien, la falta de moderación en el uso de los bienes
4) En el deseo irascible, la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o la pereza.

A consecuencia de la desobediencia de nuestros primeros padres se pierde el autodominio de nuestras pasiones, pero estos desordenes son sanados por la practica de las virtudes así:
1) Para la sanación de la inteligencia acude la virtud de la prudencia
2) Para la sanación de la voluntad acude la virtud de la justicia
3) Para la falta de moderación en el uso de los bienes acude la virtud de la templanza
4) Para la sanación del deseo irascible acude la virtud de la fortaleza
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor Bibi2 » Mar Mar 08, 2011 3:50 pm

Este tema es algo complejo porque tristemente estamos sometidos a una debilidad en nuestra esencia. Y por ello por más que tratemos, siempre caemos en las cosas que no debemos hacer, decir o realizar porque van en contra de Nuestro Señor. Por ello necesitamos de siempre tener a Dios en nuestro pensamiento, en nuestro Corazón, para que no caigamos en las tentaciones y formas que Sátanas nos pone en nuestro camino, y siempre estar en los brazos de Nuestra Madre Santísima, ya que tristemente Eva se dejo tentar y dejo que Sátanas la arrastrará a la Desobediencia con Dios.
Por ello aparte del Pecado Original... añadir la culpa de nuestros pecados cometidos.
Por ello necesitamos que Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espiritu Santo nos asistan en todo momento para que no caigamos y siempre estemos en gracias de Nuestro de nuestro Señor.
Bien espero que sea suficiente la contestación a esta maravillosa Lección # 6.
Gracias y Dios los bendiga por tan maravillosa labor que hacer por medio del Internet.
Bibi2
 
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor antonio martel » Mar Mar 08, 2011 4:01 pm

desde la caida de nuestros primeros padres sus desendientes hemos quedado a merced de la consecuencia de supacado heredado a nosostros y que es tener que vivir luchando contra la ignorancia y la malicia co.mo fuentes de todo nuetro pecadoy nuestros apetitos.
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor AdrianaAragon » Mar Mar 08, 2011 5:27 pm

Las Penas que sobrevienen a Adan y Eva y con ellos, a todos sus descendientes a consecuencia del Pecado Original debilitan las cuatro Potencias del Alma, y se refieren a que en lugar de Inteligencia hay una tendencia a la Ignorancia, Desorden en las pasiones y un debilitamiento de nuestra Voluntad o autodominio, pérdida de la Templanza y Fortaleza.

La Razón esta herida de la Ignorancia, en la que debiera residir la Prudencia.
La Voluntad esta herida de la Malicia, que pudiera ser sanada en la practica de la Justicia.
El Apetito Irascible herido de Debilidad, donde debiera residir la Fortaleza; y
El Apetito Concupiscible herido de Concupiscencia donde deberia haber Templanza.

Adriana
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor machulagfc » Mar Mar 08, 2011 5:55 pm

¿Cuales son las penas que le sobrevienen a Adán y a Eva a consecuencia del pecado original?

Hemos de pagar la desobediencia de nuestros primeros padres con ser desobedecidos, esto es perder el autodominio. Pues los deseos del alma se convierten o transforman en pecados capitales. y las penas que sufrimos por el pecado original son agravadas por las penas que sufrimos por nuestros propios pecados.
Por lo que estos desórdenes tienen que ser sanados por las virtudes teologales y cardinales.
así: contra la inteligencia y la razón está la ignorancia, pero puede ser sanada por las virtudes de la templanza y la fortaleza
Contra la voluntad está la malicia y por consecuencia la injusticia, pero puede ser sanada por la justicia que implica en ocaciones sacrificio
En el deseo del bien es contraria la concupiscencia y la falta de moderación, pero es sanado por la templanza
El deso irascible es atacado por la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o la pereza, y puede ser sanado por las virtudes de la paciencia, el coraje y la valentía.

Que Dios los bendiga
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor Gabriela_Ladron » Mar Mar 08, 2011 6:08 pm

Estas penas que les viene a Adán y a Eva como consecuencia del pecado original son comunes a todos los hombres, y radican en que todas las fuerzas del alma se ordenan a la virtud, no a su propio poder, como antes de la caída.
A partir de ellos, vienen:
La ignorancia, ya que se debilita la inteligencia para conocer el bien.
La malicia y como consecuencia, la injusticia
La concupiscencia
La debilidad, que genera la pereza.
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Re: Lección 6.- LAS PENAS COMUNES AL VARÓN Y LA MUJER

Notapor anam46 » Mar Mar 08, 2011 6:44 pm

Antes de comenzar con la respuesta de este sexto encuentro les saludo a todos con gran alegría.
Para poder entender las PENAS que sobrevivieron a Adan y Eva a consecuencia del pecado original, es oportuno decir que LA JUSTICIA ORIGINAL les permitía:
- controlar de manera perfecta las fuerzas inferiores del alma y
- perfeccionar la razón por permanecer sujeta a Dios.
EL PECADO les quita esa justicia y destruye el orden propio de las fuerzas del alma, ordenadas hasta entonces naturalmente a la virtud.
Desde entonces aparecen las PENAS, a las cuales las podemos agrupar en:
- INTELIGENCIA E IGNORANCIA.-
La inteligencia se debilita ante el conocimiento del bien. El hombre queda cegado por el brillo de los bienes creados y aturdido en sus sentidos.La inteligencia herida por el pecado y la ignorancia lo aleja del conocimiento de Dios y de su propia persona.
- DESORDEN DE LAS PASIONES.-
Los apetitos instintivos (comer,placer,sexualidad) y los apetitos del alma no obedecen a la razón y dan lugar a la aparición de los vicios o pecados capitales. El homnbre pierden su propio control, su autodominio.Se desordenan las pasiones pues ya no obedecen a la razón.
- TEMPLANZA Y FORTALEZA.-
Por la INTEMPERANCIA se pierde la moderación en el uso de los bienes y por la IMPACIENCIA y COBARDÍA aparece la debilidad ante el mal.
+ El hombre pierde su condición racional y espiritual.
+ A la carga del pecado original se suma el peso de los pecados personales, en consecuencia se agravan las consecuencias pues aumenta la ignorancia, la injustica, la cobardía, la impaciencia,la voluntad endurecida frente al bien.
Solo viviendo de acuerdo a la voluntad del Padre, mirando a Cristo y edificándose en ÉL, se puede recobrar el poder sobre la razón, pudiendo sanar los desórdenes por medio de las virtudes.

Antes de despedirme deseo para todos un hermoso comienzo del tiempo de Cuaresma y pido que durante él podamos prepararnos dignamente para la Glorisa Semana Santa.
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