luis manuel escribió:Blázquez afirma que el último libro del Papa es una conexión entre la investigación histórica y la profesión de la feEl arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, afirmó ayer que el último libro del Papa Benedicto XVI, titulado ‘Jesús de Nazaret. Desde la entrada a Jerusalén hasta la Resurrección’ es una conexión entre la investigación histórico-crítica y la profesión de la fe de la Iglesia, lo que le da «un valor singular». Blázquez se expresó así durante la presentación de la publicación en el Centro Diocesano de Espiritualidad Corazón de Jesús, en Valladolid, en la que estuvo acompañado por el rector del Seminario Diocesano, Luis Argüello García, y el presidente de Ediciones Encuentro, José Miguel Oriol.
Ricardo Blázquez indicó que la publicación contiene reflexiones de orden teológico «muy maduradas», bastante «simplificadas», pero con el peso y la «maestría» que dan el paso del tiempo.
El arzobispo incidió en que en el libro, Benedicto XVI va tratando diversos capítulos largos de la vida de Jesús, a veces acontecimientos que polarizan hechos parciales y en otras ocasiones grandes capítulos en torno a los discursos o el magisterio de Jesús.
¿Qué significa esto exactamente para el Magisterio de la Iglesia? ¿Que hasta ahora no se sustentaba de forma lo suficientemente adecuada en la Historia? ¿Que los Evangelios no son lo suficientemente históricos, por ejemplo? ¿Qué conexión es esa entre la investigación histórica y el dogma?
Estimado en Cristo luis manuel:
Lo que pasa es que, en nombre de la "objetividad científica", con harta frecuencia los autores que tratan de hacer investigación histórico-crítica de la vida de Cristo consideran que esto solo es posible en la medida en que trabajen de forma completamente independiente al dogma y la Fé de la Iglesia. Llegando el asunto a un insensato extremo similar al expuesto por un servidor en otro tema, en el que los resultados "científicos" solo pueden "considerarse valiosos" en la medida en que "den nueva luz" contradiciendo lo que se creía por medio de la Fé de la Iglesia. A estos les parecería que la investigación histórico-crítica no tendría valor alguno si al final nos lleva a las mismas conclusiones que ya conocíamos por la Fé ¿qué cosa nueva habríamos aprendido entonces? Por tanto, piensan estos, "el Cristo histórico" DEBERÍA necesariamente ser distinto (y más verdadero) al "Cristo de la Fé". Esto último, claro está, es el extremo, pero un extremo en el que no pocos de los que se dedican a estas cuestiones se encuentran.
Sin llegar a ese extremo, sin embargo, existen muchos otros que, como lo dije antes, creen que la investigación histórico-crítica DEBE ser independiente a la Fé, de modo que, aunque no objetan que las conclusiones pueden llegar a ser similares o idénticas en algunos casos, por otro lado sostienen que no se debe "restringir" la investigación científica por medio de la Fé, lo que no es sino otra manera de decir que la investigación científica realmente podría darnos a conocer algo fundamentalmente distinto a lo conocido por medio de la Fé. Y que el investigador científico, ante tal caso, no debería "tener miedo" en afirmar lo conocido por medio de la investigación histórico-crítica, aún cuando pudiera llegar entonces a contradecir la Fé de la Iglesia.
Esta posición es mucho más universal que la anterior y muchos la consideran un presupuesto indispensable para poder lograr una investigación auténticamente científica y objetiva.
Tanto así que, la respuesta ante esta situación de muchos católicos que mantienen posturas ortodoxas, ha sido la de aceptar esa "sana separación e independencia" entre la Fé y la ciencia, manejando las posibles contradicciones que pudieran surgir entonces recordando la intrínseca falibilidad de la ciencia, cuyas conclusiones siempre pueden ser revisadas en virtud de nueva evidencia, y la infalibilidad de la Fé.
El enfoque de Benedicto XVI es algo muy superior y más parecido a lo que fue el desarrollo de la ciencia en general en otros tiempos. Donde los hombres de ciencia no "temían" que la ciencia pudiera arrojar resultados distintos a los conocidos por la auténtica Fé, sino sabían que los datos de la Fé eran ciertos y seguros, por lo que eran evidencia que, como cualquier otra fuente de evidencia, podía realmente iluminar el camino a seguir al conocimiento científico; pero que, a la vez, dicho conocimiento científico, puede ayudar a entender mejor y profundizar en las Verdades de la Fé. De esta manera, ni la Fé resulta irrelevante a la ciencia, ni la ciencia resulta irrelevante a la Fé; ni mucho menos ambas se tratan como cuestiones independientes e inconexas como si no se refirieran a la misma y única realidad. Pero tampoco se pretende que la Fé determine completamente a la ciencia, de modo que la ciencia no pueda aportar nada nuevo ni enriquecer el entendimiento de la Fé, ni mucho menos se tiene la falsa pretensión de que sea la ciencia la que "revele la verdad" y determine entonces o "corrija" a la verdadera Fé.
El valor singular del trabajo en cuestión radica entonces en que se distingue, tanto de la tendencia casi universal de los investigadores serios de tratar de mantener una independencia absoluta del conocimiento que se tiene por medio de la Fé en sus investigaciones; como de la imposición que los hombres de Fé suelen tratar de hacer respecto a la ciencia, forzando a la ciencia a acoplarse a las conclusiones a las que se quiere llegar (lo que no es verdadera ciencia) en vez de dejar que la ciencia se informe de la realidad por medio de la Fé y llegue a las conclusiones correctas por su método propio.
Lo que tal vez te sorprenda es que este sea el primer trabajo que se hace de manera sistemática sobre la vida de Jesús que en verdad no caiga en ninguno de esos dos problemas, pero parece ser que en verdad esta es la primera vez que un investigador con las credenciales científicas y teológicas de Benedicto XVI realiza una exposición bajo este enfoque integral. Desmontando así ese tan extendido como falso supuesto de que no se puede hacer verdadera ciencia a menos de que se haga completamente a un lado a la Fé. Por eso es que tantas personas, no solo el señor Ricardo Blázquez, han dicho de este trabajo: "faltaba algo así".
Que Dios te bendiga.