... ahora bien, respecto a tu tío:
1. Es muy dificil afirmar que estuvo muerto desde el primer día, sobre todo si estuvo sedado (porque la misma sedación se aplica para detener los procesos cerebrales normales con el fin de permitir a las neuronas concentrar todos sus recursos en la recuperación).
Los efectos de los traumatismos cerebrales y la inflamación subsecuente son extremadamente complejos y prácticamente imposibles de seguir y de medir en detalle de forma externa. Desde luego que ignoro que les dijeron los médicos, pero, en general, es probable que tan solo hayan podido corroborar al cabo de varios días que no se veían signos de recuperación, lo que era indicativo de la muerte. Evidentemente esto lleva a correlacionar de manera directa la muerte con el evento inicial que causó todo. Pero lo que no es tan sencillo es definir qué tantas neuronas murieron inicialmente, qué tantas intentaron recuperarse y no lo lograron y en qué momentos fueron muriendo, hasta llegar a un punto en el que ya propiamente se pudiera hablar de la muerte real de la persona.
Este momento real de la muerte de la persona, es decir, cuando propiamente el alma se separa del cuerpo mortal, no es un proceso tan indefinido y difuso como el proceso médico que hemos descrito, sino es un evento puntual, el que, sin embargo, habría quedado completamente vedado a nuestros ojos y entendimiento debido a la misma complejidad de la situación médica. En otras palabras, simplemente no podemos saber, sino a lo mucho especular exactamente en qué momento murió.
Evidentemente, si los médicos no observaron ningún nivel de recuperacion, la mayor probabilidad es que la muerte haya sido relativamente temprana, y es por eso seguramente que los médicos les habrán comentado que lo más probable es que ocurrió desde el primer día. Sin embargo, la verdad es que el cerebro es quizá el más impredecible de todos los órganos del cuerpo, y precisamente por eso es que no se puede declarar la muerte desde el primer día, ni pasados dos o tres días, sino hasta que se cumplió el tiempo máximo en que se han registrado indicios de recuperación, y vieron que no había progreso, fue que reconocieron indudablemente que ya no había nada que hacer.
Pero lo que eso también significa es que a veces las recuperaciones tardan mucho, y en virtud de que no se trata de procesos simples y predecibles, sino de procesos complejos, no es posible descartar que en realidad pudiera haber habido una "batalla por la recuperación" que hubiese durado varios días y que al final se perdió.
Todo esto lo menciono porque en realidad perfectamente pudo ocurrir que tu tío estuviera en realidad vivo al momento de recibir el Sacramento, y si bien eso es algo que ahora nos es completamente imposible afirmar o descaratar, es un motivo para mantener viva la Esperanza de que el Señor se haya servido darle esta ayuda cuando aún estaba en vida.
2. La Iglesia, como bien lo ha señalado el hermano tito en la cita que nos ha traido del Código de Derecho Canónico, permite que el Sacramento sea administrado ante la duda de que la persona haya fallecido o no (en realidad de nada serviría ya como Sacramento después de la muerte, por eso es importante la consideración del punto anterior de que, de acuerdo a lo que describes, nadie podría estar en realidad en posición de afirmar que no recibió el Sacramento en vida), y eso de suyo nos indica dos cosas:
a) que la Iglesia nos invita a tener esa Esperanza de que la ayuda llegó de manera oportuna
b) que la Iglesia nos indica que esa ayuda ES EFECTIVA aún cuando la persona no pueda estar ya consciente de ella.
3. Ahora bien, la Unción de los enfermos NO tiene, en principio, los mismos efectos que la Confesión Sacramental, Por eso, en principio, no sería correcto simplemente afirmar que "la Unción lo liberó de todos los pecados". Y, sin embargo, la Unción SI tiene otro efecto que puede resultar extremadamente importante para la salvación, que es este (del Catecismo):
1521 La unión a la Pasión de Cristo. Por la gracia de este sacramento, el enfermo recibe la fuerza y el don de unirse más íntimamente a la Pasión de Cristo: en cierta manera es consagrado para dar fruto por su configuración con la Pasión redentora del Salvador. El sufrimiento, secuela del pecado original, recibe un sentido nuevo, viene a ser participación en la obra salvífica de Jesús.
Así pues, por la Unción el enfermo se une a la Pasión y Muerte del Señor, y entonces su sufrimiento adquiere un sentido salvífico que puede redundar en su propia salvación (e incluso también beneficiar a la de otros). San Pablo claramente nos enseña:
Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él.
Romanos 6, 8
Por eso la Unción nos puede unir no solo a la Pasión y Muerte, sino también a la Resurrección del Señor, como el Catecismo también lo enseña:
1523 Una preparación para el último tránsito. Si el sacramento de la unción de los enfermos es concedido a todos los que sufren enfermedades y dolencias graves, lo es con mayor razón "a los que están a punto de salir de esta vida" ("in exitu viae constituti"; Cc. de Trento: DS 1698), de manera que se la llamado también "sacramentum exeuntium" ("sacramento de los que parten", ibid.). La Unción de los enfermos acaba de conformarnos con la muerte y a la resurrección de Cristo, como el Bautismo había comenzado a hacerlo
Es por eso que la Unción NO requiere que la persona sea aceptada de manera consciente como ocurre con otros Sacramentos.
Porque al quedar unido su sufrimiento al Sufrimiento Redentor de Cristo, estos padecimientos de la enfermedad de la persona trabajan en favor de la salvación de otros, y así es que exactamente le puede ocurrir a estas personas lo que describe el pasaje del Evangelio que hemos citado: que las personas realmente crean que nunca aceptaron a Cristo ni le sirivieron; y, sin embargo, al haberse unido sus sufrimientos a los Sufrimientos de Él, y al haber sido entonces causa de bien para otras personas, entonces esos beneficios causados a otros Cristo los considere como hechos a Sí Mismo y se conviertan entonces en la causa y fundamento de una inesperada pero muy real Unión con Él, que al final justamente en eso es en lo que consiste la Salvación: en unirse a Jesús.
Como puedes apreciar, todo esto se aleja muchísimo de un esquema sencillo del tipo:
"Cumplí el requisito"-> luego -> "Se perdonaron los pecados" -> luego -> "Se aseguró la salvación".
Son en realidad situaciones mucho más profundas y complejas que ese sencillo esquema.
Y es por eso que te digo que todo esto debe entenderse NO en ese esquema de "cumplir requisitos", si se cumplieron bien, y si no se cumplieron, ¡problemas!
Sino debe contemplarse y entenderse en ese muy superior contexto de Esperanza en el que Esperamos en Cristo que Él haya proporcionado las ayudas apropiadas, pero no de una manera simplista y automática al "cumplir el requisito" y con esos supuestos de lo que "seguramente haría hecho la persona"; sino de una manera muchísimo más profunda y misteriosa, a través de los padecimientos propios de la enfermedad que sufrió tu tío tras su golpe, del beneficio que esto pudo causar a otros al unirse al Sufrimiento Redentor de Jesús, y del esfuerzo que pudieron ustedes hacer para conseguirle esa ayuda tan especial de la Unción de los Enfermos, y todo el resto de ayudas que le habrán conseguido y le siguen consiguiendo a través de la oración (que esa si sirve, y mucho, incluso después de la muerte).
Por eso, haz un lado tanto la angustia y el desasosiego, como esos formalismos del sub-conditione, que son importantes, pero en otro sentido muy distinto que el de estos limitados esquemas de "checkbox" para la salvación. No, lo que me parece que ocurrió con tu tío es algo que trasciende por mucho esos esquemas. Por eso puedes hacer a un lado todas esas cosas y dedicarte a vivir más bien en la Esperanza de que, como has visto, la ayuda que le consiguieron NO fue poca cosa; y a vivir también en la Esperanza de que, si Cristo permitió que la ayuda llegara en el momento que la pudieron conseguir y no antes, sus razones habrá tenido. Y trata también de transmitir esta Esperanza a tus demás familiares.
Si no son certezas, pero creeme que la Esperanza es una Virtud Teologal, un Don dado directamente por Dios y que, por eso, de suyo es mucho muy superior a cualquier supuesta certeza humana que esos limitados y efímeros esquemas de "cumplimiento de requisitos" pudiera llegar a proporcionar.
Que Dios te bendiga y los llene a ti y a tus familiares de esa profunda Esperanza.