Querido hermano en Cristo.
Aristides escribió:En la fábula del rico epulón dice que el que estaba en el infierno sentía amor por los suyos y pedía que les avisaran para que no acabasen en el infierno.
Tengo entendido que el que está en el infierno ya no siente amor por nadie, porque allí solo hay odio.
Si me lo aclaran se los agradezco
Se infiere del Texto Sagrado el bien que busca el hombre rico para con sus hermanos, pero también es evidente el arrepentimiento al exclamar «Padre Abraham, ten piedad de mí...»(San Lucas 16,24). Pero, esto de nada sirve cuando desgraciadamente se esta ya condenado, es irrevocable la sentencia. Ahora bien, el hecho de que el infierno sea un tormento y que en relación a ello deba ser lo que el alma deba experimentar, «
La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira» (Catecismo, 1035). Y, como el amor es un Don Divino no podemos afirmar propiamente que los condenados lo reciban como tal porque yacen irremediablemente separados de su Creador, lo que podemos entrever es que el alma dotada de inteligencia advierte para lo que ha sido creada, cuando ya no hay vuelta atrás.
Que Dios te bendiga por intercesión de su Magnificencia.