Gehena

[Bystander84]

en el Evangelio de hoy, Mateo 23,13-22, Jesús habla de este lugar, pero en otras ocasiones habla directamente del infierno. ¿Cuál es la interpretación correcta de este lugar? ¿Es el Purgatorio?

[cesar71]

Hola

En Mateo 23,13-22, no veo que se hable del Gehena, pero otras citas si lo mencionan. A mi parecer, el término Gehena se refiere mas al infierno que al purgatorio, porque inicialmente se lo usó para referirse a un lugar de israel donde siempre se mantenía un fuego activo para destruir todo lo que no servía. Mira la explicación que encontré:

Orígen del término
El Gehena (Mt 5:29;10:28;23:15.33;Mr.9:43;Lc 12:5) Termino que deriva de dos palabras hebreo geí-Hinnom.(Valle del hijo de Hinom) Un valle al sur de Jerusalén, donde en los reinados de Acaz y Manasés, fueron quemados niños en sacrificio a Moloc (II Cr.28:3;33:6;Jer.7:31). Allí tenían que encontrar su castigo los israelitas. (Jer 7:32;19:6). Cuando el buen rey Josías abolió terminantemente esta abominación, también contaminó el valle de Hinnom, convirtiéndolo en basural donde echaban los cadáveres de los criminales y otras inmundicia de la ciudad ( 2R.23:10) . Allí abundaban los gusanos que comen carroña y ardía fuego continuamente para consumir los cadáveres y otra basura.

http://stumpf.bligoo.com/content/view/4 ... terno.html

En 1 Corintios 3, 15, se habla de que el fuego probará las obras de cada uno de nosotros, luego dice que si en esta prueba nuestras obras se convierten en cenizas, entonces tendremos que pagar(Sufrir un proceso de purificación), donde al final nos salvaremos, pero no sin antes pasar por el fuego. Esto se podría interpretar como el purgatorio, que al igual que el infierno mantiene un fuego ardiente, y podemos liberarnos de él.

En marcos 9, 47-48, dice: si tu ojo prepara tu caida, sácatelo; pues es mejor para tí entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con los dos al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga.
Esto se puede interpretar como el infierno, donde no podemos purificarnos y no podemos escapar de la condenación eterna en el fuego.

Espero te sirva...

[eduarod]

en el Evangelio de hoy, Mateo 23,13-22, Jesús habla de este lugar, pero en otras ocasiones habla directamente del infierno. ¿Cuál es la interpretación correcta de este lugar? ¿Es el Purgatorio?

Estimado en Cristo Bystander84:

Es una referencia en lenguaje figurado al Infierno. La Gehena, en efecto, como lo ha señalado el hermano cesar71, era un lugar real que existía cerca de Jerusalén. Y aunque es verdad que el nombre se refiere originariamente al valle, lo importante ya en tiempos de Jesús no era tanto el valle en sí, como ese hecho de que ahí se incineraban los desperdicios de la ciudad, por consiguiente era una imagen viva para los hombres de ese tiempo de un fuego continuo que nunca parecía terminar, referencia apropiada para ayudarnos a comprender cómo serán los tormentos del Infierno.

Evidentemente la imagen es inexacta desde el momento en que el fuego físico de este mundo consume y destruye completamente lo que en el se quema; de modo que, de ser así los tormentos del Infierno, serían esencialmente pasajeros, y lo del "fuego que no se extingue" pasaría a segundo término. Porque, al igual que no se necesita una fosa oceánica de 3,000 metros para ahogarse, sino basta no saber nadar y un par de metros de agua; de la misma manera, si uno se consume en un periodo relativamente corto, el fuego inextinguible carece de relevancia. Si Jesús entonces hace tanto énfasis en lo inextinguible del fuego, eso quiere decir que ESE es el aspecto que mejor relaciona a la Gehena con el Infierno, y que Jesús nos quiere transmitir, más que la naturaleza misma del fuego en cuestión. Por tanto, se presume que es un fuego inextinguible pero que a la vez NO CONSUME a la persona, sino que esta permanece sufriendo los tormentos de ese fuego de manera continua.

Esto a su vez ha llevado a la discusión de si entonces en el Infierno habrá fuego verdadero (evidentemente de naturaleza distinta al fuego de este mundo) o si el lenguaje figurado va todavía un poco más allá y el fuego inextinguible representa simplemente un sufrimiento muy intenso e inacabable.
Debido a numerosos pronunciamientos del Magisterio a lo largo de la historia que hablan de "fuego eterno e inextinguible", "llamas infernales", "fuego de llama", "pena de fuego", "ardan sin fin", existen muchos católicos que creen que esto es prueba suficiente para sostener que se trata de un fuego propiamente dicho y real, si bien, por las razones ya expresadas, necesariamente algo distinto al fuego de este mundo.
Pero igualmente existen otros que piensan que es perfectamente posible que, dado que en ninguno de esos pronunciamientos el Magisterio ha tenido propiamente la intención de afirmar la existencia de un fuego propiamente dicho, sino más bien de afirmar el tipo de condenación que Jesús anunció, entonces es perfectamente posible que, si Jesús usó un lenguaje figurado para describir un tipo de sufrimiento que esa era la mejor manera de describir de acuerdo a nuestro entendimiento y nuestro desconocimiento de la naturaleza propiamente dicha del sufrimiento en cuestión, entonces también se podrían entender esos pronunciamientos del Magisterio como siguiendo ese mismo lenguaje figurado para describir esa misma realidad.
Dentro de estos últimos hay algunos que, digamos "forzan la nota" y pasan a afirmar que de plano no hay sufrimiento físico. Algunos incluso cometen la insensatez de decir que el sufrimiento físico es imposible si el cuerpo de los difuntos se queda en la Tierra y lo que sobrevive es el alma, que es espiritual, de modo que, siendo espiritual, es imposible que exista un sufrimiento físico o material; pero estos últimos olvidan por completo la cuestión de la resurrección del cuerpo que Cristo vendrá a realizar. Y entonces, si bien ya se ha señalado las diferencias que necesariamente se deben considerar entre el fuego de este mundo y el sufrimiento que produce en el cuerpo respecto al fuego eterno y el sufrimiento que producirá en el cuerpo resucitado; queda claro entonces que simplemente no viene al caso hablar de que el alma es espiritual y no puede sufrir de manera física o material, porque lo que puede sufrir ese tormento NO ES el alma, sino el cuerpo resucitado que ciertamente se tendrá.
Regresando entonces a los más moderados de estos que simplemente afirman que no habrá sufrimiento físico o sensible, pues tal tesis tampoco parece sostenible, en tanto la Iglesia distingue la existencia de una "pena de daño" (ausencia de la visión beatífica) y una "pena de sentido" (sufrimientos sensibles). Y aunque el Catecismo enseña que la pena principal ciertamente es la pena de daño, es decir, la privación de la Unión con Dios, esto no descarta otro tipo de penas, las cuales, por demás, son bastante lógicas: si la persona está empecinada en vivir su egoismo y eso le impide vivir en unión con Dios y recibir su Gracia, es claro que la persona usará lo que tiene a su alcance justamente de esa manera egoista y, por consecuencia, destructiva. Pero precisamente porque no le será ya posible abusar de los justos y de sus bienes para satisfacer ese egoismo destructor, entonces por fuerza lo único que puede lastimar es lo suyo propio y/o tal vez lo de otros condenados (y otros a su vez podrían entonces lastimarle), lo que le causará sufrimientos en todo su ser, incluyendo sus facultades sensibles.
La tesis que, en cambio, SI parece bastanté más sostenible es la de que ese sufrimiento sensible NO se refiere propiamente a un fuego con llamas en la forma en la que lo conocemos, sino es una manera un tanto figurada de Jesús para describirnos esos sufrimientos sensibles, muy intensos, continuos e interminables, que muy probablemente son causados por los mismos condenados, como lo hemos señalado. De hecho, el Catecismo, al referirse a estos tormentos, pone la expresión "fuego eterno" precisamente así, entre comillas, como indicando, me parece a mi, que no necesariamente se refiere a fuego como tal, sino a una realidad que nos resulta sumamente ajena y, por lo mismo, difícil de entender, y que como mejor se describe con base en nuestra experiencia es como el dolor y sufrimiento que nos causa el fuego, pero continuo y sin fin.
Pero bueno, desde luego que tampoco es fácil descartar algún tipo de fuego.
Podemos pensar, por ejemplo, en el siguiente escenario: los condenados serán todos personas extremadamente egoistas, pues es precisamente su egoismo extremo el que les impidió aceptar la Gracia de Dios y aprender a amar. Entonces, si consideramos lo que pasa en este mundo con la gente egoista, que quiere dominar y controlar a los demás para su propio beneficio, y para eso organiza pleitos y guerras por los que pretende conseguir y ejercer ese dominio; entonces no es difícil imaginar que un lugar habitado por pura gente de ese tipo se convierta de inmediato en un campo de batalla cruelísimo y continuo, donde todos traten de lastimar a todos todo el tiempo. Y bueno, dado que en nuestras guerras de hecho se usa el fuego para tratar de atacar, herir y destruir a los demás, pues no extrañaría que en ese hipotético escenario, los condenados usaran lo que estuviera a su alcance que semejara al fuego de este mundo con ese mismo propósito.
En fin, lo importante es que, sea fuego real o no, lo que es indudable es que serán sufrimientos intensos e inacabables que Jesús nos ha querido Revelar para advertir a toda persona que no esté cegada y obsesionada ya por su propio egoismo, que más le vale dejarse de tonterías egoistas y comenzar a preocuparse por los demás.

Que Dios te bendiga.