por tito » Mié Dic 24, 2014 9:25 pm
Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo
Con este bello y significativo nombre se designa la celebración de la Eucaristía según el Rito Bizantino, el más ampliamente seguido en las Iglesias del Oriente cristiano. Con diferencias mínimas en el ceremonial, esta forma de liturgia es usada por los Ritos subsidiarios del gran Rito bizantino, como, por ejemplo el Rito Bizantino Rumano. La Liturgia Bizantina recibe su denominación de la antigua Constantinopla o Bizancio, capital del antiguo Imperio Romano de Oriente, hoy Estambul (Turquía), y se remite a los grandes Padres de la Iglesia, San Basilio y San Juan Crisóstomo, que configuraron la liturgia y crearon sus principales textos eucológicos, en concreto, las plegarias eucarísticas.
La Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo se celebra en una atmósfera de gran belleza y sentido de la adoración a Dios, realzada por el canto de los ministros y del pueblo, el iconostasio y el ceremonial. En Oriente se tiene un concepto muy rico de lo que es la participación de los fieles, del que se suele tener en Occidente, en el que no pocas veces se ha olvidado el carácter sagrado, o mejor santo, de toda celebración litúrgica, y se tiende a destacar la actuación del pueblo o del ministro que preside, como si ellos fueran realmente el centro de la celebración. centro de la celebración.
Otro importantísimo aspecto de la Liturgia Bizantina es la sensación que transmite de comunión entre la Iglesia terrena y la Jerusalén celeste, convirtiendo, en realidad, la celebración en la antesala o en la participación anticipada en la liturgia que se oficia eternamente en la presencia de Dios y del Cordero glorificado, liturgia descrita en el Apocalipsis.
La Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo no difiere substancialmente del Rito de la Misa según la Liturgia Romana o según otras formas de celebrar el Misterio de nuestra fe. En ella se distinguen perfectamente la Liturgia de la Palabra, cuyo vértice es siempre el Evangelio y llamándoles a la conversión antes de acercarse a recibir el Cuerpo del Señor: “Lo Santo para los santos”. Por cierto, este rito se encuentra también en nuestra Liturgia Hispano-Mozárabe. Sin embargo, la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo tiene una singularidad, muy valiosa. Se trata de la Preparación de los dones, antes de comenzar la Eucaristía propiamente dicha, en una mesa a la entrada del Santuario. Se trata de un rito que ilustra de antemano el acontecimiento tremendo que va a tener lugar en los dones del pan y del vino, y de este modo dispone en los ministros y en los fieles las actitudes adecuadas.
Como Obispo de León, diócesis que ha acogido en su Presbiterio y en la comunidad eclesial, al presbítero de la Iglesia local de Oradea (Rumania), Reverendo P. Călin-Ioan Băgăcian, llegado para atender a los fieles rumanos y a todos los católicos de Rito Bizantino según las Normas de la Conferencia Episcopal Española, doy gracias al Señor por lo que considero un gran regalo para todos nosotros, la presencia de este hermano sacerdote y de la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo, a la vez que invito a los fieles católicos a conocer, a celebrar y a vivir el Misterio de la fe según este venerable testimonio de la Tradición de la Iglesia, que nos remonta a los tiempos de la Iglesia indivisa, con el deseo también de que un día nos encontremos participando del único Pan y del mismo Cáliz del Señor todos los creyentes en Cristo.
+ Julián López Martín
Obispo de León
¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal;
que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad;
que dan amargo por dulce, y dulce por amargo! Isaías 5,20