Mis queridos foreros, los citados en otros temas hace poco y todos los anteriores que recuerdo y quiero:
Nunca es suficiente hablar de María. Pero, leyendo un artículo publicado en una revista internacional para enfocar cuánto queremos vivir y ser con María, extraigo un párrafo que puede iluminar algo nuestro horizonte "mariano". Ved:
"Retos y oportunidades:
Un encuentro con personas testimonios del amor y ciertamente un encuentro profundo con María, “la primera creyente, aquella que nos acompaña en el recorrido para realizar encuentros verdaderos, capaces de provocar caminos reales de conversión”. La mujer abierta a la novedad del Espíritu, que llega de repente a sorprender y trastornar la vida de un grupo de creyentes asustados e inciertos recogidos en el cenáculo. Para lanzarlos hacia la audacia de una misión de confines planetarios.
El encuentro con María nos provoca a mirar el escenario del mundo hoy con sus ojos de mujer y de madre; a tomar conciencia de los graves problemas de la humanidad; a no retirarnos de los retos que molestan a la gente. Retos con muchos nombres, a veces inéditos e imprevisibles que, a menudo tienen orígenes comunes; una antropología individualista y consumista que tiende a sofocar a quien es débil; el mundo complejo de las nuevas tecnologías, invasoras y con mil posibilidades; la discriminación unida a la pertenencia étnica, a la condición social, a la fe; el desequilibrio provocado por la naturaleza; la comercialización del cuerpo, sobre todo de las mujeres y de los niños".
Todo esto es muy distinto al intento actual de vernos todos hermanos, todos amados por Dios, como la carta de San Pedro de hoy, que leemos en la liturgia de la Eucaristía, nos dice.
Todo lo que nos une, acompañados de María, es estupendo. Ella es Madre, animó a los discípulos y sigue haciéndolo, hemos de invocarla y ser hijos auténticos no de "mentirijillas".
¿Qué pensáis vosotros amigos internautas?
Orpam Saretnoc Laverz