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fideloco escribió:entonces eso no significa que el ecumenismo avale cualquier interpretación personal de la biblia o del cristianismo.
18. Basándose en una idea que el mismo Papa Juan XXIII había expresado en la apertura del Concilio, 31 el Decreto sobre el ecumenismo menciona el modo de exponer la doctrina entre los elementos de la continua reforma. 32 No se trata en este contexto de modificar el depósito de la fe, de cambiar el significado de los dogmas, de suprimir en ellos palabras esenciales, de adaptar la verdad a los gustos de una época, de quitar ciertos artículos del Credo con el falso pretexto de que ya no son comprensibles hoy. La unidad querida por Dios sólo se puede realizar en la adhesión común al contenido íntegro de la fe revelada. En materia de fe, una solución de compromiso está en contradicción con Dios que es la Verdad. En el Cuerpo de Cristo que es « camino, verdad y vida » (Jn 14, 6), ¿quién consideraría legítima una reconciliación lograda a costa de la verdad? La Declaración conciliar sobre la libertad religiosa Dignitatis humanae atribuye a la dignidad humana la búsqueda de la verdad, « sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia »,33 y la adhesión a sus exigencias. Por tanto, un « estar juntos » que traicionase la verdad estaría en oposición con la naturaleza de Dios que ofrece su comunión, y con la exigencia de verdad que está en lo más profundo de cada corazón humano.
36. [...] Obviamente, la plena comunión deberá realizarse en la aceptación de toda la verdad, en la que el Espíritu Santo introduce a los discípulos de Cristo. Por tanto debe evitarse absolutamente toda forma de reduccionismo o de fácil « estar de acuerdo ». Las cuestiones serias deben resolverse, porque de lo contrario resurgirían en otros momentos, con idéntica configuración o bajo otro aspecto
97. La Iglesia católica, tanto en su praxis como en sus documentos oficiales, sostiene que la comunión de las Iglesias particulares con la Iglesia de Roma, y de sus Obispos con el Obispo de Roma, es un requisito esencial—en el designio de Dios— para la comunión plena y visible . En efecto, es necesario que la plena comunión, que encuentra en la Eucaristía su suprema manifestación sacramental, tenga su expresión visible en un ministerio en el cual todos los Obispos se sientan unidos en Cristo y todos los fieles encuentren la confirmación de la propia fe. La primera parte de los Hechos de los Apóstoles presenta a Pedro como el que habla en nombre del grupo apostólico y sirve a la unidad de la comunidad, y esto respetando la autoridad de Santiago, cabeza de la Iglesia de Jerusalén. Esta función de Pedro debe permanecer en la Iglesia para que, bajo su única Cabeza, que es Cristo Jesús, sea visiblemente en el mundo la comunión de todos sus discípulos..
¿No es acaso de un ministerio así del que muchos de los que están comprometidos en el ecumenismo sienten hoy necesidad? Presidir en la verdad y en el amor para que la barca —hermoso símbolo que el Consejo Ecuménico de las Iglesias eligió como emblema— no sea sacudida por las tempestades y pueda llegar un día a puerto.
CARTA ENCÍCLICA, UT UNUM SINT, DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
IvanEstoico escribió:Querido hermano en Cristo.fideloco escribió:entonces eso no significa que el ecumenismo avale cualquier interpretación personal de la biblia o del cristianismo.
Bien dices hermano y bueno, permiteme compartirte lo siguiente:
18. Basándose en una idea que el mismo Papa Juan XXIII había expresado en la apertura del Concilio, 31 el Decreto sobre el ecumenismo menciona el modo de exponer la doctrina entre los elementos de la continua reforma. 32 No se trata en este contexto de modificar el depósito de la fe, de cambiar el significado de los dogmas, de suprimir en ellos palabras esenciales, de adaptar la verdad a los gustos de una época, de quitar ciertos artículos del Credo con el falso pretexto de que ya no son comprensibles hoy. La unidad querida por Dios sólo se puede realizar en la adhesión común al contenido íntegro de la fe revelada. En materia de fe, una solución de compromiso está en contradicción con Dios que es la Verdad. En el Cuerpo de Cristo que es « camino, verdad y vida » (Jn 14, 6), ¿quién consideraría legítima una reconciliación lograda a costa de la verdad? La Declaración conciliar sobre la libertad religiosa Dignitatis humanae atribuye a la dignidad humana la búsqueda de la verdad, « sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia »,33 y la adhesión a sus exigencias. Por tanto, un « estar juntos » que traicionase la verdad estaría en oposición con la naturaleza de Dios que ofrece su comunión, y con la exigencia de verdad que está en lo más profundo de cada corazón humano.
36. [...] Obviamente, la plena comunión deberá realizarse en la aceptación de toda la verdad, en la que el Espíritu Santo introduce a los discípulos de Cristo. Por tanto debe evitarse absolutamente toda forma de reduccionismo o de fácil « estar de acuerdo ». Las cuestiones serias deben resolverse, porque de lo contrario resurgirían en otros momentos, con idéntica configuración o bajo otro aspecto
97. La Iglesia católica, tanto en su praxis como en sus documentos oficiales, sostiene que la comunión de las Iglesias particulares con la Iglesia de Roma, y de sus Obispos con el Obispo de Roma, es un requisito esencial—en el designio de Dios— para la comunión plena y visible . En efecto, es necesario que la plena comunión, que encuentra en la Eucaristía su suprema manifestación sacramental, tenga su expresión visible en un ministerio en el cual todos los Obispos se sientan unidos en Cristo y todos los fieles encuentren la confirmación de la propia fe. La primera parte de los Hechos de los Apóstoles presenta a Pedro como el que habla en nombre del grupo apostólico y sirve a la unidad de la comunidad, y esto respetando la autoridad de Santiago, cabeza de la Iglesia de Jerusalén. Esta función de Pedro debe permanecer en la Iglesia para que, bajo su única Cabeza, que es Cristo Jesús, sea visiblemente en el mundo la comunión de todos sus discípulos..
¿No es acaso de un ministerio así del que muchos de los que están comprometidos en el ecumenismo sienten hoy necesidad? Presidir en la verdad y en el amor para que la barca —hermoso símbolo que el Consejo Ecuménico de las Iglesias eligió como emblema— no sea sacudida por las tempestades y pueda llegar un día a puerto.
CARTA ENCÍCLICA, UT UNUM SINT, DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
Que Dios te bendiga.
Papa y los Pentecostales: ¿ya no hay diferencias?
Domingo, febrero 23, 2014
Papa y los Pentecostales: ¿ya no hay diferencias?
El Papa Francisco vuelve a sorprendernos. En una reunión con el obispo anglocarismático Tony Palmer, grabó un mensaje para una asamblea de pentecostales reunida en Texas.
Luego Palmer afirmó públicamente que las diferencias ya no importan ahora. ¿El Papa declaró ya la unidad de ambas religiones?
Aunque el Papa nos tiene acostumbrados a manifestar su cercanía con mucha sencillez, ha sido una agradable sorpresa que grabara un mensaje en el iPhone del obispo anglicano, en una reciente reunión en el Vaticano, el pasado 14 de marzo. [Video en: http://goo.gl/bbJ8uS]
Anthony Palmer es inglés y líder de una comunidad protestante de estilo carismático y liturgia anglicana llamada The Ark Community, integrada en una alianza de congregaciones de estilo carismático y anglicano llamada en inglés CEEC (Comunión de Iglesias Episcopales Evangélicas).
Cuenta Palmer que fue iniciativa del Papa hacer esa grabación, que le dio la vuelta al mundo porque ahí aparece el máximo pontífice hablando en inglés, durante unos instantes, aunque luego retomó el italiano.
En el mensaje, lleno de cariño y deseos de unidad, el Papa pidió a Dios el milagro de la unidad. Y llamándolos hermanos, les solicita a los pastores pentecostales que recen por él. Días después, ellos le enviaron un video con esa oración por él.
El núcleo del mensaje, que el Papa Francisco pronunció con el “lenguaje del corazón”, está centrado en el encuentro entre hermanos, como el que tuvieron en Egipto, José (el “soñador”) y sus hermanos que lo habían vendido. El santo padre invitó a católicos y protestantes a “llorar juntos el llanto que une”.
Con claridad, el Papa afirmó que la causa de la separación han sido los pecados de todos. Pero lleno de esperanza dijo que la unidad es un milagro, que Dios ya ha iniciado, y recordó que Dios nunca hace los milagros a medias.
Todo esto es una señal maravillosa del empeño del Papa romano y de un obispo anglicano de buscar la unidad. En otro video, Tony Palmer afirmó (hablando perfecto italiano) que el gran obstáculo para la nueva evangelización es la falta de unidad, como Jesús adviertió en el evangelio de Juan; lo cual es exactamente lo mismo que afirmamos los católicos.
Hasta aquí todo va muy bien. El Papa Francisco no hizo ninguna alusión a temas doctrinales (que son el punto que nos divide), sino que habló desde la caridad, que es la pieza clave del ecumenismo, y pidió oraciones, que son el punto donde hoy mismo podemos ya tenemos una unidad verdadera.
El problema vino después cuando, con el buen deseo de restablecer cuanto antes la unidad, el estimado obispo Palmer afirmó, en aquella reunión de pastores pentecostales en Texas, que “ya no estamos protestando contra la doctrina de salvación de la Iglesia Católica; ahora predicamos el mismo evangelio”.
Palmer afirmó que para predicar la salvación es necesaria la unidad de los cristianos y que desde la Declaración Conjunta Católico-Luterana de 1999 sobre la “Doctrina de la justificación” ya no hay razones para la división.
En realidad, las diferencias doctrinales ahí siguen. Aunque la “Doctrina de la justificación” es importante, no es en absoluto la única cuestión que divide a protestantes y católicos (eclesiología, sacramentos, mariología, canon bíblico, etcétera).
Pero ahora hay una gran diferencia: católicos y pentecostales nos llamamos hermanos, reconociendo que todos hemos recibido un mismo bautismo. Por esta unidad bautismal y, mediante la caridad y la oración, podremos llegar más adelante a la unidad doctrinal y ritual.
Luis-Fernando Valdés.
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