La Sagrada Escritura, Tradición y, nombre de Papas

[ReneGlz]

Escribo sólo como comentario a sus amables atenciones, no como duda para obtener respuesta.

No existe palabra para describir lo grandioso de la sagrada escritura y tradición.

No importa cuanto se lea la sagrada palabra, y se lea y/o escuche a la sagrada tradición, siempre se encuentran revelaciones, o quizás debería llamarles, por no ser verdades reveladas autorizadas, cuasianalogías de revelaciones personales (Pero no herejías pues no van en contra de nuestros dogmas).

Hoy encontré una cuasianalogía personal, quizás muy simple para Tí que me lees. Pero muy importante para Mi.

Todos sabemos la costumbre del cambio de nombre de Papas: http://www.es.catholic.net/temacontrove ... p?id=22951

Pero hoy, en enésima lectura de la Sagrada Palabra, me encuentro que ya Jesucristo nos había prefigurado el ejemplo: Simón, te llamarás Kaifas=Petrus (Roca o Piedra)=Pedro.

Acepto que para muchos puede ser un tema: simplón, rupestre, vacuo, intrascendente. Con toda seguridad para cuestión de nuestra fe, tienen razón. Pero para Mi, a falta de palabra adecuada, es grandioso encontrar siempre (disculpen si quieren la pequeña cuasiherejía. Por eso lo pongo entrecomillado) en la Sagrada Escritura "revelaciones personales".

Que Dios los bendiga

[ReneGlz]

Tienen razón aquellos que opinan que en sentido estricto no son "revelaciones personales". Sino solamente descubrimientos personales de verdades que están a la vista.

[luxose]

En la Biblia todo cambio de nombre hecho por Dios indica un cambio de destino o misión. Ya sabemos los cambios de Abram por Abraham, de Jacob por Israel, de Simón por Pedro, de Saulo por Pablo (aunque éste último se lo cambió él solo y no Dios) que cambiaron su vida en un nuevo giro.

Esto mismo efectivamente indica el cambio de nombre en los papas y en algunas órdenes religiosas más antiguas, como señal de ruptura con la vida anterior y el abrazo de la nueva vida o misión que se les presenta. No es nada vacuo o simplón este acto concreto de tradición hondamente bíblica.

Y bien dices, son pequeñas revelaciones personales, que las hay, que se nos hacen en la lectura de las Escrituras o maduración de nuestros conocimientos por el estudio bíblico que nos conducen a sacar tales conclusiones.