El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

La Teología es la ciencia de Dios en cuanto Dios, conocida a partir de la revelación. La Teología es y debe seguir siendo la humilde sierva de la Palabra de Dios. Al ser un servicio, la Teología tiene que ejercer su tarea en comunión con el Magisterio. En las materias difíciles entre las que se mueve es compatible que haya cierta diversidad de opiniones, no graves, en el marco de la unidad de la fe y la fidelidad al Magisterio, ya que la historia demuestra que siempre ha habido lugar en la Iglesia para una gran diversidad de teólogos y de teologías. La fe es una, sí, pero ¡qué diferencia existe entre las teologías de Justino, Cipriano, Orígenes, San Agustín o Santo Tomás de Aquino! Esta diversidad también trae ventajas para la Iglesia y ha sido fuente de progreso teológico. Por ello este es un espacio de discusión sobre temas opinables de la teología, pero estrictamente dedicado a lo que se opina en las diversas escuelas para exponer y defender una u otra posición y dar de esta forma una visión de conjunto, recordando que no hay verdadera Teología sin Magisterio y sin fe

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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor eduarod » Sab Dic 22, 2012 5:11 pm

jjansen escribió:En el Antiguo Testamento podemos observar como el mensaje central de salvacion de Dios prevalecia, a pesar de que al mismo tiempo los escritores inspirados reflejaban en sus escritos ciertas debilidades humanas producto de creencias de la epoca. Ejemplo: en la toma de Jerico los Israelitas mataron hombres, mujeres y ninos. Esta matanza para tomar la tierra prometida que Dios prometio al pueblos de Israel no puede interpretarse como que fue una ensenanza de Dios a su pueblo, si no, que fue la forma en que el pueblo interpreto, de manera incorrecta, que Dios cumpliria su promesa. Esto asi porque seria ilogico pensar que Dios instruyo a Josue esa matanza.

Me pregunto si en el Nuevo Testamento no estaria sucediendo algo similar con relacion a algunos versiculos "machistas", en el sentido de que estos reflejan una debilidad humana que plasmo el escritor del texto, influenciado por las creencias de la epoca, y que Dios aun asi dejo plasmado en los textos un mensaje central de salvacion?

Bendiciones

Saludos en Cristo jjansen:

El problema de iniciar el camino que señalas en tu aporte es el de que una vez que comienzan NO EXISTE una forma de parar, prueba inequívoca de la FALSEDAD de este tipo de propuestas.
En el momento en que uno dice "esto es parte de las debilidades y prejuicios del autor, y esto otro es el verdadero mensaje de salvación" lo que uno ya no puede hacer es delimitar hasta dónde llega "el prejuicio del autor" y dónde comienza supuestamente el "mensaje de salvación". Asi pues alguno puede pensar que:
- el prejuicio es lo que a mi me parece machismo, y el mensaje de salvación es todo lo demás.
Pero otro puede pensar que:
- el prejuicio es lo que a mi me parece dificil de hacer (por ejemplo, no divorciarse), y el mensaje de salvación es lo que queda
Alguien más puede pensar que:
- el prejuicio es lo que se opone a lo que yo quiero hacer (por ejemplo, la prohibición de la sodomía), y el mensaje de salvación es simplemente actuar con bondad.
Y otro más puede decir:
- el prejuicio es toda norma moral, y el mensaje de salvación es tener buenas intenciones.
Y alguien más puede señalar:
- el prejuicio es cualquier cosa que se refiera a una forma de actuar, y el menaje de salvación es que basta creer en que Jesús vino y nos quiso salvar.
Y, finalmente, puede uno más venir y decir:
- no, el prejuicio es cualquier cosa que se refiera a algo que yo tenga que hacer o creer, pues el "verdadero" mensaje de salvación es que Dios me va a salvar indefectiblemente e independientemente de lo que yo pueda hacer, creer, pensar, decir, de si soy egoista, o despilfarrador, o altanero, o lo que sea, de si me preocupo por los demás o no, de si creo o no, de si acepto su Salvación y su Gracia o no. Por tanto, no me tengo que preocupar de nada de nada y puedo concentrarme en maximizar el placer en mi vida, aún cuando esto implique desobedecer los mandatos de Dios o despreocuparme totalmente del prójimo, pues todo eso son los prejuicios de los autores humanos que querían imponer sus criterios y su moral, mientras que, el "Dios del verdadero mensaje" simplemente me quiso decir que me va a salvar de todas todas.
¿Con qué base se podría refutar cualquiera de estas posturas una vez que uno ha comenzado el equivocado camino de "el prejuicio del autor" vs. "el verdadero mensaje"? ¿Con qué base se puede argumentar que el "prejuicio" es el que yo digo y no el que tú dices? Pues cualquier argumento que se quiera dar, aún cuando esté clarísimo en la Escritura, puede la contraparte desecharlo fácilmente como "parte del prejuicio" que se está "purificando".

No, no debemos tratar de seguir estos errados caminos que no llevan a ninguna parte, sino debemos:
1. Escuchar al Magisterio de la Iglesia para CONOCER el VERDADERO sentido de aquello que leemos, de modo que no nos quedemos en lo que nos PARECE entender de una lectura personal y aislada de un pasaje de la Escritura, sino entendamos lo que REALMENTE Dios quiso transmitir por ese medio.
2. Si de lo anterior algo no coincide con NUESTRO pensamiento, entender que NO debemos tratar de adaptar lo que Dios mismo nos ha enseñado a lo que nosotros pensamos, sino debemos entender que lo que nosotros pensamos entonces ESTÁ MAL, de modo que lo que tenemos que hacer realmente es adaptar NUESTRO PENSAMIENTO a la VERDAD que Dios nos enseña. Y esto aunque esa Verdad no coincida con lo que a nosotros nos gustaría pensar o creer para nuestra conveniencia; o con la ideología que resulta "políticamente correcta" a los ojos de este insensato mundo moderno, porque Dios es MUCHO MÁS que nosotros mismos y que el mundo entero.

Que Dios te bendiga.
eduarod
 
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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor jjansen » Dom Dic 23, 2012 10:42 am

Hola eduarod.

No quise generalizar el concepto, sino sólo aplicarlo a versículos específicos.

Sin embargo, lo que dices tiene sentido. Principalmente, esto:

eduarod escribió:1. Escuchar al Magisterio de la Iglesia para CONOCER el VERDADERO sentido de aquello que leemos, de modo que no nos quedemos en lo que nos PARECE entender de una lectura personal y aislada de un pasaje de la Escritura, sino entendamos lo que REALMENTE Dios quiso transmitir por ese medio.


Siguiendo esa misma línea expuesta por ti, me gustaría saber lo que dice el Magisterio de la Iglesia sobre este pasaje:

1 Corintio 11, 2-16 (versión Biblia Latinoamericana)

El velo de las mujeres
2 Les alabo porque me son fieles en todo y conservan las tradiciones tal como yo se las he transmitido.
3 Pero quiero recordarles que la cabeza de todo varón es Cristo, y la cabeza de la mujer es el varón, y la cabeza de Cristo es Dios. 4 Si un varón ora o profetiza con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza. 5 En cambio, la mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta falta al respeto a su cabeza; sería igual si se cortase el pelo al rape. 6 ¿No quiere cubrirse el pelo? Que se lo corte al rape. ¿Que le da vergüenza andar con el pelo cortado al rape? Pues que se ponga el velo.
7 El varón no debe cubrirse la cabeza porque es imagen y reflejo de Dios, mientras que la mujer es reflejo del hombre.
8 El varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón; 9 tampoco fue creado el varón con miras a la mujer, sino la mujer con miras al varón. 10 La mujer, pues, debe llevar sobre la cabeza el signo de su dependencia; de lo contrario, ¿qué pensarían los ángeles?
11 Bien es verdad que en el Señor ya no se puede hablar del varón sin la mujer ni de la mujer sin el varón, 12 pues si Dios ha formado a la mujer del varón, éste a su vez nace de la mujer, y ambos vienen de Dios.
13 Juzguen ustedes mismos: ¿les parece decente que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? 14 El sentido común nos enseña que es vergonzoso para el hombre llevar el pelo largo, 15 mientras que la mujer se siente orgullosa de su cabellera. Precisamente la usa a modo de velo. 16 De todas maneras, si alguien desea discutir, sepa que ésa no es nuestra costumbre, ni tampoco lo es en las Iglesias de Dios.


En la nota de pie de página 11.1, la Biblia versión Latinoamericana expresa lo siguiente respecto al pasaje anterior:

Es importante que la mujer se ponga velo para orar en la Iglesia? Así lo exigían las constumbres mediterráneas. Entendemos mejor la posición de Pablo si se considera que el rechazo del velo no era solamente un signo de independencia femenina, pues parece ser que era propio de ciertas religiones esotéricas.

Pero también es cierto que Pablo deja hablar su formación machista (incluso en la Biblia ver Qo 7,28 y Sir 25), y repite los argumentos de los maestros judíos (5-10), difícilmente comprensibles quizá para nosotros actualmente, y que aluden a Génesis 6,2. De improviso Pablo se da cuenta que está a punto de negar la igualdad proclamada por Jesús, y trata de echar el pie atrás (11,12). De la manera que Pablo termina se deduce que debió haberse dado cuenta de la poca fuerza de su razonamiento. Creía realmente que los ángeles encargados del orden del mundo, se escandalizarían al ver la liberación femenina? (10)

Sin embargo, no despreciemos esos trazos de luz que Pablo nos lanza, a saber, que los ángeles participan en el culto cristiano (Mt 18,10 y Ap 5,8; 8,3); incluso nuestra actitud exterior es a su manera una participación activa en el culto eucarístico.


Esta nota de pie de página de la Biblia versión Latinoamericana dice “que Pablo deja hablar su formación machista”, aunque también dice que “Pablo se da cuenta…… y trata de echar pie atrás”.

Aquí vemos que una Biblia aprobada por la Iglesia Católica dice que Pablo dejó filtrar o se le escapó su formación machista en el texto bíblico, aunque luego haya tratado de recogerlo.

Es a esto a que me refiero en mi post anterior.

Ahora, como bien planteas, si pudieras responderme citándome lo que dice el Magisterio de la Iglesia con respecto a este pasaje en exclusivo, poniendo el nombre del documento, me serviría mucho para aclararme mi inquitud.

Bendiciones
jjansen
 
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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor eduarod » Lun Dic 24, 2012 3:53 pm

Estimado en Cristo jjansen:

Lo que sigue, por favor, no lo tomes como una crítica personal, que no lo es, sino pretende ser un análisis objetivo del comentario de la Biblia Latinoamericana que nos has hecho el favor de compartir y el valor que realmente merece.

De entrada es preciso subrayar que la Biblia Latinoamericana NO ES la fuente más ortodoxa y confiable que podamos encontrar en todos sus aspectos, sobre todo en lo referente a los comentarios.

De hecho, en alguna edición se le RETIRÓ el Imprimatur por parte del Episcopado Argentino condicionando su restitución al cumplimiento de una lista de observaciones que incluían colocar en todas las copias una hoja de notas emitidas por el propio Episcopado para aclarar puntos delicados. Se cumplió con ese requerimiento y se le devolvió el Imprimatur, pero entendamos entonces que se cumplió con un MÍNIMO INDISPENSABLE para salir de lo que ya era una situación francamente inaceptable. No quiere decir, ni asi lo manifestaron los obispos argentinos, que todo el trabajo fuese malo. Ciertamente ellos mismos señalaron que el conjunto incluía elementos que merecían una valoración diversa, pues incluía aspectos bien elaborados que valía la pena rescatar. De ahí que, en vez de simplemente condenar el conjunto de manera definitiva, se pidiera más bien la revisión y la inclusión de las notas con el fin de eliminar al menos lo francamente inaceptable.
Se salvó así lo que valía la pena, pero no quiere decir que entonces todo el conjunto terminara siendo una filigrana de pensamiento católico puro y destilado; sino que esos elementos valiosos continuaron presentándose en un conjunto que siguió conteniendo elementos que apenas rayan en lo aceptable.
Así, el hecho de que se le haya dado de nuevo el Imprimatur (no meramente a la edición revisada, insisto, sino acompañada con la hoja de aclaraciones) lo único que establece es que su contenido, orientado por las notas, no se opone abiertamente a la Fé. Y de la misma manera, el haberle retirado el Imprimatur NO signifcó que tuviera errores pequeños que había que pulir, sino que tenía errores tan graves que SI SE OPONÍAN a la Fé. Y tan solo se podía exigir y se exigió que se corrigieran esos errores tan graves, los que se corrigieron, pero hay que insistir en que eso no quita que multitud de errores e imprecisiones menos graves hayan permanecido y estén aún ahí.
Por eso, aunque se le devolvió el Imprimatur, de ahí a pensar que su contenido es completamente confiable y con toda seguridad correcto y edificante... pues hay MUCHÍSIMA distancia. Y no tanto en las traducciones mismas, las que los obispos consideraron fundamentalmente correctas aunque con ciertos aspectos discutibles; sino, sobre todo, los problemas más graves eran (y en buena medida siguen siendo) los relativos a los comentarios y las ilustraciones, los que, como en cualquier edición de la Sagrada Escritura, son completamente obra de autores humanos que típicamente NO SON Magisterio de la Iglesia ni tienen Inspiración Divina de ninguna especie. De hecho, una declaración de 1976 de la Conferencia Episcopal Argentina, que es ya una instancia magisterial de la Iglesia (y la que muestra que toda esta discusión NO ES una mera opinión personal de un servidor), claramente señala:
“b) Las introducciones y notas que acompañan al texto son de diverso valor y, si bien encontramos notas explicativas que, con fidelidad y respeto, adaptan al lector menos culto verdades de la fe, otras, en cambio, son ambiguas, no están exentas de peligros y, algunas, referidas especialmente a la Iglesia, por su carácter desorientador, son ciertamente inaceptables.

Donde vemos claramente la valoración diversa que se hace de las notas de esta edición de las Sagradas Escrituras. Y las expresiones tan duras que se llegan a usar deberían bastar a cualquiera que tenga un mínimo de objetividad para entender porqué, en particular respecto a esta edición, NO puede decirse fácilmente eso de "es una edición católica aprobada, por tanto, su comentario es confiable".

Entrando en detalle sobre el comentario concreto, es bien sabido que los errores de la Biblia Latinoamericana le vienen principalmente porque parte importante de su línea editorial es en alguna medida afín a la Teología de la Liberación (evidentemente se trata de un esfuerzo de muchas personas con pensamiento diverso), la cual, al menos en el conjunto, no se muestra ciertamente en sus formas más agresivas y radicales, pero tampoco en sus formas más inocentes y benignas.
Y todo lo anterior viene al caso porque la Teología de la Liberación, sobre todo en sus formas erradas, recibe sus errores principalmente del pensamiento del socialismo marxista. Y los errores de este sistema surgen principalmente a su vez de querer explicar la totalidad de la realidad del hombre desde un aspecto parcial como es la economía de la sociedad humana. En ese contexto, el papel del hombre se ve reducido en esta ideología a su función de agente económico o de producción. El "burgués" se rechaza por la etiqueta que se le asigna de agente económico parásito e innecesario, lo que, en la práctica de las sociedades que llevaron el comunismo a la práctica, sabemos que derivó en una persecución injusta en contra de sectores importantes de la población, incluyendo el clero.
Pero a la clase trabajadora en realidad no le va mejor a pesar de ser aquella a la que supuestamente se quiere beneficiar; porque en realidad su naturaleza se ve reducida a la de mero agente de producción, su valor se reduce a su capacidad de efectuar un trabajo que sea reconocido como económicamente rentable. No es de extrañarse entonces que, históricamente, haya sido precisamente la clase trabajadora la que tuvo un papel preponderante en sacudirse el yugo de semejante opresión en los países en los que se trató de llevar a la práctica esta nefasta ideología.
Y, sin embargo, si bien no ya como gobierno opresivo, como ocurrió históricamente en el bloque comunista (y aún hoy día en unos pocos países que conservan ese sistema), sino de una manera mucho menos agresiva y más sutil, pero no menos dañina o efectiva, muchos de los postulados y principios de esa ideología siguen vivos y causando males extensos.
El caso que nos ocupa no es ninguna excepción, sino por el contrario es uno de los puntos medulares. Puesto que si lo único que se reconoce de valor en el ser humano es su participación en los medios de producción, y si estos habían sido tradicionalmente controlados por el hombre en la sociedad, entonces se considera que la mujer ha sido injustamente exlcuida de este único valor posible que se reconoce; mientras que, todo lo demás, en particular todos los valores femeninos que la sociedad reconocía, se considera algo superflujo y sin valor. Esto no quiere decir que en la realidad no haya existido un nivel importante de injusticia y discriminación en contra de la mujer, en particular precisamente en ese campo de la producción económica. Ciertamente existían injusticias en ese y otros campos. Pero por eso decimos que la ideología toma ese aspecto parcial de la realidad y lo absolutiza, ignorando y minimizando, cuando no satanizando, la importancia de todo lo demás.
Así las cosas, el ÚNICO valor que se le concede a la mujer (y también al hombre, para el caso) es su posibilidad de participar en la producción económica. Y, dado que tras la Revolución Industrial el grueso de la mano de obra no está dado por el esfuerzo humano y ni siquiera tampoco por el esfuerzo animal, sino por la maquinaria movida por vapor, combustible, energía eléctrica, etc.; entonces el diferencial que la mayor fuerza física que naturalmente aportaba el hombre en los mecanismos de producción desaparece y se puede hablar en este contexto, al menos de manera teórica, prácticamente de una totalidad de igualdad del hombre y la mujer. Digo "de manera teórica" porque, en la práctica, quien haya visitado, por ejemplo, una línea de ensamblaje manual en una fábrica, se habrá dado cuenta de que la mayor parte de las personas que están ahí son mujeres y no hombres. Al respecto se podrán pensar muchas cosas, pero la realidad, en la experiencia de un servidor declarada expresamente por los responsables de recursos humanos, suele ser que intencionalmente se hace así porque se reconoce que las mujeres suelen ser más meticulosas y cuidadosas al realizar estas labores manuales una, y otra, y otra vez.
Por tanto, la misma maquinaria de producción REAL es capaz de distinguir que las diferencias REALES entre hombres y mujeres NO se reducen a los órganos genitales y a la fuerza física. Pero "lo bueno" de la ideología es que permite obviar las diferencias que no son tan evidentes cuando así conviene para establecer postulados prejuiciosos. De modo que estas diferencias que los departamentos de recursos humanos saben bien detectar y aprovechar, pueden a su vez ser ignoradas sin el menor problema por la ideología, la cual se puede limitar a aseverar, por ejemplo, que las mujeres están ahí porque son puestos mal pagados y de poca responsabilidad (como si no hubiera hombres mal pagados y con puestos de poca responsabilidad, de donde se ve lo mala que es en realidad esa explicación). Pero como la ideología convenientemente permite ignorar eso, entonces llegamos a la brillante conclusión final de que hombres y mujeres son exactamente iguales en todo lo que importa (o sea, lo que importa a la ideología): ambos pueden ser excelentes engranajes en la maquinaria productiva.
Y bueno, si bien ya hemos señalado que no con la agresividad y radicalidad de los gobiernos comunistas, de cualquier manera la ideología socialista que empapa a la Teología de la Liberación SI toma estos principios fundamentales de ella y los trata de "cristianizar". Asi, tal vez no se hable ya de una maquinaria en la que Dios sale sobrando, sino se ajustan las ideas "para incluir a Dios" en lo que acaba siendo un conjunto deforme e inconsistente cuyo postulado respecto a la igualdad podría ser más o menos este: "hombres y mujeres son completamente iguales en todo, ambos pueden ser excelentes engranajes que pueden trabajar como componentes de la maquinaria de Dios". No mucho mejor en verdad, y de hecho es peor en un aspecto, porque tan solo se hace ahora a Dios responsable de esta abusiva reducción de la dignidad del ser humano; mientras que todos los valores más trascendentes de lo propiamente femenino (y lo masculino que no tenga que ver con la producción también, para el caso) siguen hechos completamente a un lado.

Este es el transfondo ideológico del que el comentario de la Biblia Latinoamericana viene empapado. El comentario NO ES formalmente condenable porque, como nos lo dice la sabiduría popular, "el león cree que todos son de su condición". Y es que lo que el autor del comentario le atribuye a San Pablo, es en realidad lo que le pasó a él mismo al escribir su nota: ciertamente la ideología le impone asignar a San Pablo la etiqueta de "machista", pues -de acuerdo a la ideología- todo aquel que no proclame la absoluta igualdad de los agentes de producción no puede ser sino eso mismo; pero, por otro lado, a medio camino el autor del comentario se da cuenta de que al "condenar" a San Pablo está "llevándose de corbata" la misma Inspiración Divina que es la que da Autoridad a la Sagrada Escritura en primer lugar; y, por eso, y no solo por respeto o condescendencia con "ese machista de San Pablo", es que es necesario SALVAR a San Pablo, no solo "justificando" su comentario para la época, no sólo diciendo que "él mismo se dió cuenta de lo malo que era su argumento"; sino, sobre todo, "justificando" que en el texto hay una "luz importante", una "enseñanza legítima" que se pueda "rescatar de todo esto"... aunque no tenga NADA que ver con el tema central, y es por eso que se hace ese comentario final sobre la participación de los ángeles en el culto como el "verdadero contenido valioso" de toooooodo el pasaje.
De esta manera el autor NO niega la Inspiración Divina del pasaje, ni que este contenga una Enseñanza importante de Dios para nosotros, negativo que lo habría hecho formalmente condenable; ni deja "en boca" de San Pablo el supuesto ataque a la Fé ("está a punto de negar la igualdad proclamada por Jesús") que el propio autor del comentario comienza a delinear (pues, para dicho autor, no proclamar la radical igualdad de los agentes productivos es poco menos que herejía); sino al contrario, el comentario de desvía a afirmar que San Pablo se da cuenta de que esta contradiciendo a Jesús y evita hacerlo frontalmente. Lo que ocurre en verdad es que el autor del comentario se da cuenta de que está a punto de afirmar una propuesta formalmente condenable y es él quien la evita con esta inconsitente triquiñuela.

Así pues, dado que el autor del comentario logra evitar "por un pelo de rana calva" caer en una propuesta formalmente condenable; pues es evidente que, por eso mismo, el comentario, tal y como está formulado, NO ES formalmente condenable y no es, por consiguiente, motivo para retirar el Imprimatur. Sin que eso modifique en modo alguno la realidad de que el comentario dista mucho de reflejar con fidelidad el pensamiento católico verdadero; sino apenas logra no oponerse frontalmente al mismo.

Por consiguiente, dejemos de lado este comentario tan mal realizado y tan impregnado de una ideología que atenta contra la verdadera dignidad del ser humano, y vayamos a ver lo que de verdad nos dice el Magisterio de la Iglesia sobre este asunto.

Que Dios te bendiga.
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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor tito » Lun Dic 24, 2012 5:37 pm

Lo que podemos resumir en este caso es que la nota de la Biblia latinoamericana es la que esta cargada de la ideologia del autor de la misma.

Por eso es conveniente leer mas notas y no casarse con una sola....

Simplemente ese pasaje de San Pablo denota una costumbre liturgica que el apostol quiere unificar en las iglesias locales y para eso uso una comparacion que el mismo siente que no tuviera mucha fuerza...
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que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad;
que dan amargo por dulce, y dulce por amargo! Isaías 5,20


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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor jjansen » Lun Dic 24, 2012 5:40 pm

La verdad que este comentario tuyo, eduarod, me ha sorprendido.

Llevo 11 años usando la Biblia Latinoamericana, y esto que me dices, me ha chocado mucho.

Ni me imaginaba que existía este tipo de situaciones con la Biblias Católicas.

Bueno, tendré que buscar otra versión de la Biblia.

Volviendo al tema, me gustaría saber si existe algún comentario del Magisterio formal de la Iglesia Católica sobre el texto 1 Corintio 11, 2-16 que cité en mi post anterior.

Bendiciones
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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor jjansen » Lun Dic 24, 2012 6:09 pm

Josué 6, 17: "La ciudad con todo lo que hay en ella será condenada al anatema, en honor de Yavé."

Josué 6, 20-21: "20 El pueblo lanzó entonces el grito de guerra y resonó la trompeta. Apenas oyó el pueblo el sonido de la trompeta, lanzó el gran grito de guerra y la muralla se derrumbó. El pueblo entró en la ciudad, cada uno por el lugar que tenía al frente y se apoderaron de la ciudad. 21 Siguiendo el anatema, se masacró a todo lo que vivía en la ciudad: hombres y mujeres, niños y viejos, incluso a los bueyes, corderos y burros."

Estos dos pasajes del antiguo testamento, eduarod, hablan de que en honor a Dios se mató a hombres, mujeres, niños y viejos, en la conquista de Jericó por el pueblo de Israel.

El Padre Fernando Pascual, en este artículo publicado en Catholic.net, http://es.catholic.net/temacontrovertid ... p?id=38703, escribe el siguiente párrafo:

Hoy, ciertamente, reconocemos la atrocidad de la matanza de inocentes en cualquier guerra, del pasado o del presente. Pero aquel tiempo era muy diferente. Hemos de recordar, además, que Dios, en la elaboración de la Biblia, “condesciende” (cf. Dei Verbum n. 13) con los hombres y permite que elementos importantes de su mensaje queden expresados a través de palabras escritas por hombres frágiles, incluso pecadores, en un ropaje que nos puede parecer indigno, pero que es simplemente eso: lo que pensaba y vivía un grupo humano en una etapa concreta de su historia.


Esto se sale del tema, pero me gustaría saber, eduarod, tu opinión con respecto a esto que dice el Padre Fernando Pascual, de que existen pasajes díficiles como estos citados, en los cuales se refleja cosas indignas producto de lo que pensaba el hombre en un momento determinado de su historia.

Bendiciones
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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor eduarod » Mar Dic 25, 2012 5:28 am

Estimado en Cristo jjansen:
jjansen escribió:La verdad que este comentario tuyo, eduarod, me ha sorprendido.

Llevo 11 años usando la Biblia Latinoamericana, y esto que me dices, me ha chocado mucho.

Ni me imaginaba que existía este tipo de situaciones con la Biblias Católicas.

Desafortunadamente si pasan estas cosas. Y es que, como ya lo señalábamos antes, el Imprimatur es tan solo una garantía de que en una revisión calificada no se encontraron errores severos que fueran radicalmente incompatibles con la Fé Católica; pero en verdad NO garantiza:
1. Que se absolutamente seguro que de verdad no haya error alguno, pues conceder el Imprimatur NO ES un acto del Magisterio Infalible ni cosa lejanamente parecida; sino simplemente una revisión cuidadosa por parte de un censor. No hay que alarmarse al respecto tampoco, se presume que se trata de un censor competente y calificado a quien su obispo ha encomendado esta labor precisamente por su probada ciencia y capacidad:
Código de Derecho Canónico escribió:830 § 1. Respetando el derecho de cada Ordinario del lugar de encomendar el juicio sobre los libros a personas que él mismo haya aprobado, puede la Conferencia Episcopal elaborar una lista de censores, que destaquen por su ciencia, recta doctrina y prudencia y estén a disposición de las curias diocesanas, o también constituir una comisión de censores, a la que puedan consultar los Ordinarios del lugar.

Por tanto, NO se trata de revisiones superificiales hechas por gente inexperta. Y no podía ser menos cuando lo que está en juego es la salud espiritual de los lectores. Por tanto, es realmente poco probable que un texto al que le haya sido concedido el Imprimatur contenga aseveraciones francamente contrarias a la Fé. Pero lo que no es posible garantizar es que sea imposible que por las más diversas razones el censor haya pasado por alto algún error no muy evidente; error que pudiera ser descubierto después por otras personas o censores que informen de ello a su obispo, de modo que el obispo ordene una revisión y que el resultado de esa revisión sea la confirmación del error y el retiro del Imprimatur.
2. Que el contenido sea parcial o totalmente ortodoxo, recomendable y/o edificante. Muchas obras juegan muy cerca de los límites, y si en ese juego no llegan a la franca negación de alguna Verdad de Fé, de tal manera que sea demostrable que constituyen un peligro para la Fé de los fieles, es muy dificil negarles el Imprimatur. En última instancia, si el Obispo llegase a considerar que algo puede ser nocivo para la Fé de los fieles SI lo podría prohibir (o no autorizar) aunque no se oponga frontalmente a la Fé. Pero el problema es que, cuando no hay una franca oposición a las verdades de Fé, este aspecto nocivo se vuelve un asunto más o menos subjetivo que es MUY dificil de demostrar. Por tanto, para no cometer injusticias, lo habitual es que los censores y obispos no nieguen la licencia a menos que la oposición o el peligro para la Fé sean muy evidentes.

Para una persona ortodoxa ciertamente parece deseable que el Imprimatur significara más que esto, o que existiera algún otro tipo de censura o aprobación que no solo indicara que no hay oposición y peligro inminente contra la Fé, sino que se trata de un texto compatible con una doctrina ortodoxa y confiable.
Pero por razones complejas que consituirían tal vez un tema apasionante, pero largo y delicado, en realidad no es fácil hacer algo así sin incurrir en injusticias o, peor aún, sin correr el peligro de acallar indebidamente una idea o iniciativa que legítimamente el Espíritu Santo quiere fomentar en la Iglesia a través de algún autor que en un primer momento puede parecer poco ortodoxo o "revolucionario". La histioria de la Iglesia está llena de episodios en los que la herejía se opuso a la Verdadera Fé y esta última fue defendida con oportunidad y valentía; pero existen también MUCHOS episodios en los que la primera exposición de alguna idea pareció estar completamente fuera de lugar, para, posteriormente y al sopesarse mejor las cosas, encontrarse que la idea no era realmente una novedad revolucionaria peligrosa para la Fé, sino de hecho era una mejor comprensión de la misma Fé, que, por lo mismo, en nada se oponía en realidad a lo que la Iglesia cree.
Lo malo es que muchos saben de esos episodios en los que alguna idea fue "reinvindicada por la historia", pero pocos entienden que tales ideas jamás pueden constituir verdaderas rupturas o novedades que se modifiquen sustancialmente lo que la Iglesia cree. Por consiguiente, muchos, al supuesto "amparo" de estas legítimas reivindicaciones, se sienten con el derecho y hasta con el deber de fomentar cualquier novedad, idea atrevida o temeraria, pensando que seguramente la historia les acabará dando la razón; lo que obviamente no ocurrirá.

En fin, el caso es que no es fácil poner un "imprimatur de confiabilidad", pero, por otra parte, SI existen recomendaciones específicas para ciertas obras.

Por último respecto a este tema, las ediciones de la Sagrada Escritura son motivo de especial cuidado y por eso es todavía más raro que se tengan estos problemas. Desafortunadamente la Biblia Latinoamericana es la edición en español que más se ha caracterizado por este tipo de situaciones. Por consiguiente, aunque hay que recordar que los obispos NO desecharon la obra completa, sino consideraron valiosos algunos de sus comentarios y elementos, dado que este juicio no se puede hacer uniformemente sobre toda la obra; si quieres una edición confiable en sus comentarios, pues si:
Bueno, tendré que buscar otra versión de la Biblia.

En definitiva lo mejor es que busques otra edición.

Respecto a esto:
Volviendo al tema, me gustaría saber si existe algún comentario del Magisterio formal de la Iglesia Católica sobre el texto 1 Corintio 11, 2-16 que cité en mi post anterior.

Bendiciones

Te responderé en otro aporte.

Que Dios te bendiga en la alegría del Niño que nos ha sido dado.
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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor eduarod » Mar Dic 25, 2012 6:15 am

... entrando entonces en materia:
jjansen escribió:Volviendo al tema, me gustaría saber si existe algún comentario del Magisterio formal de la Iglesia Católica sobre el texto 1 Corintio 11, 2-16 que cité en mi post anterior.

Bien, creo que lo primero que nos ayudará a entender la manera correcta de abordar ese pasaje, que NADA tiene que ver con machismo, es poner mucha atención en un detalle:
Pero quiero recordarles que la cabeza de todo varón es Cristo, y la cabeza de la mujer es el varón, y la cabeza de Cristo es Dios.

Una lectura superficial nos lleva a la falsa conclusión, producto más de nuestros propios prejuicios que los de San Pablo, que decir "la cabeza de la mujer es el varón" indica una relación de subordinación tal que significa que la mujer es de algún modo menor y el hombre es de algún modo mayor.
Pero esa falsa comprensión de este tipo de textos paulinos se derrumba completamente si se presta atención al texto que acabo de subrayar. Pues San Pablo afirma que la Cabeza de Cristo es Dios... pero resulta que Cristo, como lo decimos siempre que proclamamos nuestra Fé en el Credo, es nada menos que Dios de Dios, Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero. No parece entonces que San Pablo esté diciendo que "Cristo es menos" y "Dios es más" o "Dios es mayor" ¿o si?
¡Por supuesto que no! Y eso mismo debe bastarnos para de una buena vez por todas despojarnos de esos prejuicios derivados de las ideologías que nada tienen que ver con el pensamiento de San Pablo ni, mucho menos, con la Palabra que Dios nos ha transmitido por medio de sus cartas. Simplemente interpretar estos textos paulinos como que "el hombre es más o mayor, y la mujer es menos o menor" es no comprender NADA DE NADA.

Una explicación magnífica del VERDADERO sentido y significado de la analogía paulina, si bien no referida concretamente a este texto, pero si a uno muy similar de la Carta a los Efesios, la encontramos aquí:
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/audiences/1982/documents/hf_jp-ii_aud_19820811_sp.html
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/audiences/1982/documents/hf_jp-ii_aud_19820825_sp.html

Creo que, dada tu inquietud, conviene mucho que leas íntegramente ambos textos.
Pero, como resumen general para el tema, creo que, de la primera catequesis, vale la pena destacar esta parte:
3. La expresión que abre nuestro pasaje de Ef 5, 21-33, al que nos hemos acercado gracias al análisis del contexto remoto e inmediato, tiene una elocuencia muy particular. El autor habla de la mutua sujeción de los cónyuges, marido y mujer, y de este modo da también a conocer cómo hay que entender las palabras que escribirá luego sobre la sumisión de la mujer al marido. Efectivamente, leemos: «Las casadas estén sujetas a sus maridos como al Señor» (5, 22). Al expresarse así, el autor no intenta decir que el marido es «amo» de la mujer y que el contrato inter personal propio del matrimonio es un contrato de dominio del marido sobre la mujer. En cambio, expresa otro concepto: esto es, que la mujer, en su relación con Cristo —que es para los dos cónyuges el único Señor— puede y debe encontrar la motivación de esa relación con el marido, que brota de la esencia misma del matrimonio y de la familia. Sin embargo, esta relación no es sumisión unilateral. El matrimonio, según la doctrina de la Carta a los Efesios, excluye ese componente del contrato que gravaba y, a veces, no cesa de gravar sobre esta institución. En efecto, el marido y la mujer están «sujetos los unos a los otros», están mutuamente subordinados. La fuente de esta sumisión recíproca está en la pietas cristiana, y su expresión es el amor.

Ya en un aporte anterior en este mismo tema se presentaba otro texto del Magisterio en el que se explicaba un poco más el asunto de la sujección mutua, pero, antes de volver a eso, creo que conviene resaltar otro párrafo de la segunda catequesis:
3. «Las casadas estén sujetas a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia y salvador de su cuerpo. Y como la Iglesia está sujeta a Cristo, así las mujeres a sus maridos en todo. Vosotros, los maridos, amad a vuestras mujeres, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella...» (Ef 5, 22-25).

Esta analogía suplementaria «cabeza-cuerpo» hace que en el ámbito de todo el pasaje de la Carta a los Efesios 5, 22-33, nos encontremos con dos sujetos distintos, los cuales, en virtud de una especial relación recíproca, vienen a ser, en cierto sentido un solo sujeto: la cabeza constituye juntamente con el cuerpo un sujeto (en el sentido físico y metafísico), un organismo, una persona humana, un ser. No cabe duda de que Cristo es un sujeto diverso de la Iglesia, sin embargo, en virtud de una relación especial, se une con ella, como en una unión orgánica de cabeza y cuerpo: la Iglesia es así fuertemente, así esencialmente ella misma en virtud de la unión con Cristo (místico). ¿Se puede decir lo mismo de los esposos, del hombre y de la mujer, unidos por un vínculo matrimonial? Si el autor de la Carta a los Efesios ve la analogía de la unión de la cabeza con el cuerpo también en el matrimonio, esta analogía, en cierto sentido, parece referirse al matrimonio, teniendo en cuenta la unión que Cristo constituye con la Iglesia y la Iglesia con Cristo. La analogía, pues, se refiere sobre todo al matrimonio mismo como a la unión en virtud de la cual «serán dos una sola carne» (Ef 5, 31; cf. Gén 2, 24).

Vemos aquí que el Magisterio nos enseña que la analogía paulina NO DEBE ENTENDERSE como dando superioridad a la cabeza sobre el cuerpo, sino como mostrando la UNIÓN INTEGRAL que existe entre la cabeza y el cuerpo para formar UN ORGANISMO.
Un organismo en el que la cabeza NO VIVE sin el cuerpo; pero el cuerpo TAMPOCO VIVE sin la cabeza. Pero la cabeza y el cuerpo NO SON del todo iguales: un organismo con dos cabezas y sin cuerpo no funciona muy bien, lo mismo que uno con dos cuerpos y sin cabeza.
Esto es lo que nos hace eco y nos ayuda recordar lo dicho por el Papa Pío XI y que ya se ha citado: ese mutuo señorío, donde el hombre tiene el principado de gobierno, pero la mujer el principado del corazón.

Como podemos ver, el Magisterio claramente nos enseña que hay muchísimo más en las analogías paulinas de lo que la pobre visión del comentarista de la Biblia Latinoamericana alcanza a ver.

Que Dios te bendiga en la alegría del Nacimiento del Señor.
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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor jjansen » Mié Ene 02, 2013 3:39 pm

Gracias eduarod. En esto que me pones se ve claramente que el machismo en el cristianismo es un mito.

Sin embargo, todavía tengo una inquietud. Te cito:

eduarod escribió:Esto es lo que nos hace eco y nos ayuda recordar lo dicho por el Papa Pío XI y que ya se ha citado: ese mutuo señorío, donde el hombre tiene el principado de gobierno, pero la mujer el principado del corazón.


De lo que está sombreado me hago las siguientes preguntas:

1-Qué significa exactamente que el hombre tiene el principado de gobierno?
2-Qué significa exactamente que la mujer tiene el principado del corazón?
3-Puediera ser al revés: que la mujer tenga el principado del gobierno y el hombre el principado del corazón? Por qué?
4-El decir que el hombre tiene el principado de gobierno (hombre cabeza de la mujer), no sería más bien producto de la mentalidad y costumbre entonces?

En el link que me copiaste me llamó la atención lo siguiente:

5. El autor de la Carta a los Efesios no teme aceptar los conceptos propios de la mentalidad y de las costumbres de entonces; no teme hablar de la sumisión de la mujer al marido; ni tampoco teme (también en el último versículo del texto que hemos citado) recomendar a la mujer que «reverencie a su marido» (5, 33). Efectivamente, es cierto que cuando el marido y la mujer se sometan el uno al otro «en el temor de Cristo», todo encontrará su justo equilibrio, es decir corresponderá a su vocación cristiana en el misterio de Cristo.


Aquí estoy entendiendo que el Papa reconoce en el texto de Efesios 5, 21-33 conceptos propios de la mentalidad y la costumbres de entonces. Y que esta mentalidad se corrige o llega a "su justo equilibrio" cuando se entiende el mensaje principal del texto.

También me llamó la atención el siguiente párrafo:

6. Ciertamente es diversa nuestra sensibilidad contemporánea, diversas son también las mentalidades y las costumbres, y es diferente la situación social de la mujer con relación al hombre. No obstante, el fundamental principio parenético que encontramos en la Carta a los Efesios, sigue siendo el mismo y ofrece los mismos frutos. La sumisión recíproca «en el temor de Cristo» —sumisión que nace del fundamento de las pietas cristiana— forma siempre esa profunda y sólida estructura que integra la comunidad de los cónyuges, en la que se realiza la verdadera «comunión» de las personas.


A mi entender, aquí el Papa reconoce la diferencia en situaciones sociales entre la mujer y el hombre. Mi inquietud es si "el principado de gobierno" para el hombre y "el principado de corazón" para la mujer" no sería parte de esta diferencia social entre ambos. Por lo tanto, en el momento en que cambie la situación social, es posible que una mujer pueda tener princiapdo de gobierno y un hombre, el principado de corazón, sin afectar la mutua sumisión de que habla Pablo?

Bendiciones
jjansen
 
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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor eduarod » Vie Ene 25, 2013 12:50 pm

Saludos en Cristo jjansen:
jjansen escribió:Gracias eduarod. En esto que me pones se ve claramente que el machismo en el cristianismo es un mito.

Sin embargo, todavía tengo una inquietud. Te cito:

eduarod escribió:Esto es lo que nos hace eco y nos ayuda recordar lo dicho por el Papa Pío XI y que ya se ha citado: ese mutuo señorío, donde el hombre tiene el principado de gobierno, pero la mujer el principado del corazón.


De lo que está sombreado me hago las siguientes preguntas:

1-Qué significa exactamente que el hombre tiene el principado de gobierno?

Que tiene la responsabilidad de velar por que las decisiones y acciones que se tomen en la familia sean las mejores para el bien de sus miembros. NO quiere decir que él mismo sea necesariamente quien tome las decisiones. Si la mamá, por ejemplo, es médico, ciertamente ella será mucho más capaz de determinar cuál es la mejor acción a tomar en caso de tener un hijo enfermo. Entonces el principado de gobierno del esposo NO se ejercería tomando él mismo la decisión, sino al contrario, procurando que sea la persona más capaz, o sea, la esposa en ese caso, quien dictamine aquello que producirá el mayor bien para ese miembro de la familia. En ese ejemplo se ve claramente la falacia que existe en pensar que principado de gobierno significa imponer arbitrariamente el propio parecer, lo que es FALSO; e igualmente se ve lo falso que es pensar que este principado de gobierno implica algún tipo de superioridad del hombre sobre la mujer. Si el hombre, abusando de su facultad de gobierno, quisiera imponer un criterio personal menos capaz o menos informado, entonces NO estaría ejerciendo correctamente ese principado de gobierno, sino al contrario, estaría FALLANDO en esa misión y responsabilidad que ha recibido de Dios.
2-Qué significa exactamente que la mujer tiene el principado del corazón?

Que la mujer tiene la responsabilidad de velar porque las decisiones y las acciones que se tomen en la familia consideren no únicamente una evaluación fría y objetiva de la situación; sino tomen en cuenta también las necesidades afectivas y emocionales de los miembros de la familia, de tal suerte que el entorno familiar sea tal que promueva el mayor desarrollo espiritual de los miembros de la familia; desarrollo espiritual que tan solo puede ser auténtico en la medida en la que esté sólidamente fundado en el AMOR.
Por ejemplo, supongamos que el papá, tras evaluar varias ofertas educativas, considera que cierta opción es "la mejor" porque es la que mejor preparación intelectual le dará a un hijo y "le abrirá" las puertas en su desarrollo profesional y económico. Pero entonces la responsabilidad de la mamá es asegurarse de que tal opción sea también acorde a las necesidades afectivas y emocionales del hijo, de modo que le sirva para promover ese desarrollo espiritual fundado en el amor. De no ser así, de resultar esa opción inadecuada al desarrollo afectivo y emocional del hijo, es responsabilidad de la mamá hacérselo ver al papá, quien entonces DEBE subordinarse a ese principado del corazón de la mamá, reconociendo que la INTEGRIDAD de los criterios que es necesario considerar determina que la opción a elegir sea otra que sea más acorde a las necesidades reales del hijo.
En el pasaje de las Bodas de Caná, bien conocido, Dios nos deja ver un atisbo de esta función materna precisamente cuando Nuestra Santísima Madre se acerca a su Divino Hijo y le dice «No tienen vino». Y vemos la respuesta "objetiva" de Jesús: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». No, por supuesto, que Jesús, siendo el Dios encarnado que vino a entregarse enteramente por nosotros, el Amor en Sí mismo, no se preocupara tanto o más que la Santísima Virgen por la situación de los novios. Sino lo que quiere ilustrar Jesús es el aspecto lógico y objetivo de la cuestión: en simple lógica no existía razón objetiva por la que ellos debieran intervenir. Pero lo que sigue: Jesús atendiendo la petición de su Santísima Madre en bien de los novios, lo que viene a mostrar es precisamente la importancia capital de ese principado del corazón, de esa necesidad de no considerar tan solo los criterios lógicos y objetivos, sino los aspectos humanos y emocionales de la cuestión, los aspectos del corazón; y no en algo de importancia mayor, sino en algo aparentemente tan trivial como tener vino o no en una celebración. Y Cristo mismo, siendo Dios, permite que sea su madre la que ejerza esa función que por la misión recibida del Padre le corresponde.
Lo que es aún más sorprendente es como termina el pasaje:
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
San Juan 2, 11

NO es incidental que ese milagro tan importante, por el cual los discípulos creen en Jesús, NO SEA un milagro en una cuestión lógica y donde la situación objetivamente demandase tal intervención; sino es en una cuestión donde el AMOR es el que demandaba tal intervención. Pues de esta manera, los discípulos llegan a creer NO en un Dios o en un Mesías que vienese a redimirnos con lógica; sino en un Dios que viene a Redimirnos CON AMOR.
Esa es la importancia fundamental de este principado del corazón que la estupidez del mundo moderno, infectado por la ideología feminista (que no es sino machismo disfrazado), burdamente menosprecia como si se tratase de mera sensiblería sin importancia.
3-Puediera ser al revés: que la mujer tenga el principado del gobierno y el hombre el principado del corazón? Por qué?

En principio NO DEBE ser al revés, pues Dios ha preparado a los cónyuges, física, mental y espiritualmente para ejercer la misión que a cada cual corresponde como lo ilustraremos en un momento. Sin embargo, está claro que ante la falla de uno de los cónyuges en ejercer su propia responsabilidad el otro puede entrar a suplir tal carencia en la medida de sus posiblidades. Incluso puede ocurrir que AMBOS desatiendan lo que es en realidad su propia responsabilidad y AMBOS traten de suplir aquello que el otro no está haciendo. Pero esto se hará necesariamente de una manera sub-óptima, es decir, habrá deficiencias que la familia acabará sufriendo. Digamos que es como si un padre fuese médico y el otro economista, ¿podría el médico encargarse primariamente de la economía familiar y el economista del cuidado de los hijos enfermos? Pues de poder, por supuesto que podrían. Pero de ahí a que los resultados sean comparables a lo que ocurriría si cada cual ejerciera la responsabilidad que está mejor capacitado para ejercer, es evidente que no será así.
Pero este último ejemplo nos lleva directo a lo que parece estar en el fondo de tus inquietudes: ¿es un mero condicionamiento cultural o una simple cuestión de preparación de acuerdo a estándares sociales que un padre esté mejor preparado que el otro para cierta función? Después de todo, hablando de enconomistas y de médicos, el padre podria ser el médico y la madre economista, o podría perfectamente ser al revés: la madre médico y el padre economista. ¿Ocurre lo mismo con el principado de gobierno y el principado del corazón?

Pues eso hoy en día es bastante fácil de responder con elementos objetivos y verificables, sin necesidad de entrar siquiera a las cuestiones espirituales, sino quedándonos en los aspectos psíquicos y mentales de la persona humana.
La ciencia moderna nos demuestra que en el ser humano existen dos hemisferios cerebrales, el izquierdo y el derecho que normalmente NO tienen funciones indistintas, sino se encuentran de algún modo especializados. Por deficiencias varias, un hemisferio o mitad puede llegar a suplir partes de la función del otro cuando este falla (p.ej. por un accidente que mate las neuronas), justo como ya también dijimos que un padre puede llegar a suplir las deficiencias del otro, pero eso no es lo normal ni, por supuesto, lo más deseable; sino lo más deseable es que cada mitad pueda "dedicarse" a cumplir su función propia con la mayor perfección posible.
Ahora bien, lo que se ha descubierto, en términos muy generales, es que la mitad izquierda del cerebro puede asociarse al pensamiento analítico y racional, mientras que la mitad derecha puede asociarse a un pensamiento más global que aprecie la integridad de las situaciones y problemas. La mitad izquierda entonces se asocia a lo intelectual y la derecha a lo creativo y lo emocional.
Ahora bien, NO ES, como podría alguien equivocadamente pensar ahora, que se diga que los hombres usan más la mitad izquierda, la tienen más desarrollada o algo así; mientras que las mujeres usaran más la mitad derecha. NO, no se trata de eso.
Sino lo que se ha descubierto es que las mujeres tienen muchísimas más conexiones entre AMBAS mitades respecto a las que tienen los hombres.
Esto lo que significa es que los hombres tienden a apreciar un problema o situación usando tan solo una mitad, mientras que a las mujeres les resulta difícil aislar las funciones de la otra mitad, considerando mayormente los problemas de manera simultánea tanto desde la perspectiva intelectual como desde la perspectiva emocional.
¿Qué sucede entonces?
Digamos que si se trata de una situación manejable, al hombre le resulta mucho más fácil darse cuenta de que usualmente es mejor considerar la realidad objetiva tal cual es y hacer a un lado las desviaciones que una emoción, por ejemplo, un excesivo temor, o una profunda ilusión, pudieran llegar a determinar. Por contraparte, al hombre muchas veces le cuesta más trabajo considerar aspectos emocionales que deben ser realmente tomados en cuenta. En cambio, a la mujer eso de desligar los aspectos racionales de los emocionales le resulta muchísimo más difícil, ella por más que analice la situación objetiva con la MISMA inteligencia que el hombre, tendrá también siempre presente el aspecto emocional, NO se podrá desprender tan fácilmente de ese temor o de esa ilusión.
Y es por ello que las mujeres se han ganado ese injusto e inapropiado mote de "el sexo débil". Pues parece que ante situaciones objetivamente no tan serias, no tan graves, a muchas mujeres "se les desmorona el mundo", o, como se suele decir "llorando por cualquier cosa".
Pero ese mote es injusto e inapropiado porque todos conocemos de situaciones en las que, lejos de mostrarse como el sexo débil, cuando la situación ha sido realmente seria y el "trancazo" que nos da la realidad parece verdaderamente inmanejable, fue alguna mujer (la abuela, etc.) la que "dió la cara" cuando los hombres ya se habían doblado compeltamente.
Y en realidad es por lo mismo: mientras puede elegir, el hombre tiende a elegir el aspecto racional, la mitad izquierda; pero cuando la emoción rebasa sus límites, entonces el hombre se "switchea" y se vuelve lo contrario: PURA emoción incontrolada y desbordada. Es por eso que es frecuente, por ejemplo, que los hombres se involucren en riñas irracionales en las que pueden salir fuertemente lastimados mientras que son sus mujeres las que conservan la calma y les tratan de hacer ver lo tonto que es eso.
Porque, por muy fuerte que sea la emoción, así como a la mujer le costó trabajo eliminar el aspecto emocional ante una situación no tan grave; ante la situación fuertemente emocional a la mujer también le cuesta trabajo dejar de considerar los aspectos objetivos y racionales que su esposo ahora ignora de manera tan efectiva como ignoró las emociones cuando estaba más calmado.
Y es de hecho una mujer fuerte, ejerciendo rectamente su principado del corazón, la que puede volver a "switchear" al marido para que considere con objetividad una situación y tome decisiones serias y responsables, cuando él ya estaba desbordado y se había dejado llevar por emociones incontrolables.

En fin, se puede abundar mucho sobre el asunto, pero creo que esto bastará para ilustrar porqué NO se trata de un mero condicionamiento cultural (el que, por cierto, tampoco sería tan menospreciable, pues la cultura no es sino nuestra experiencia acumulada); sino que en este ejercicio de funciones y responsabilidades del principado de gobierno y del principado del corazón están implicadas cuestiones muchísimo más profundas. Dones concretos, tanto físicos y mentales, como espirituales, que Dios ha dado a cada uno de los cónyuges para cumplir debidamente con la misión que Él mismo le encomienda a cada uno para así lograr el recto orden querido por Él para la familia.

4-El decir que el hombre tiene el principado de gobierno (hombre cabeza de la mujer), no sería más bien producto de la mentalidad y costumbre entonces?

Ya vimos que no.

Y es que me parece que interpretas equivocadamente esto:
En el link que me copiaste me llamó la atención lo siguiente:

5. El autor de la Carta a los Efesios no teme aceptar los conceptos propios de la mentalidad y de las costumbres de entonces; no teme hablar de la sumisión de la mujer al marido; ni tampoco teme (también en el último versículo del texto que hemos citado) recomendar a la mujer que «reverencie a su marido» (5, 33). Efectivamente, es cierto que cuando el marido y la mujer se sometan el uno al otro «en el temor de Cristo», todo encontrará su justo equilibrio, es decir corresponderá a su vocación cristiana en el misterio de Cristo.


Aquí estoy entendiendo que el Papa reconoce en el texto de Efesios 5, 21-33 conceptos propios de la mentalidad y la costumbres de entonces. Y que esta mentalidad se corrige o llega a "su justo equilibrio" cuando se entiende el mensaje principal del texto.

Pues el Papa NUNCA habla de que esa mentalidad "sea corregida". Sino, completamente por el contrario, el Papa habla de que San Pablo ACEPTA esos conceptos y mentalidad. Los cuales NO son corregidos o sustituidos, sino PERFECCIONADOS en Cristo. Porque esta sumisión de la mujer al marido en el principado de gobierno era algo correcto. Pero faltaba lo otro. Es decir la sumisión del marido a la mujer en el principado del corazón, algo que la cultura de entonces (igual que la actual) no tenía suficientemente en cuenta por considerarlo trivial y secudario. Mientras que, como hemos venido viendo, en Cristo se revela la importancia capital de este principado del corazón.
Por eso te digo que la ideología feminista no es sino ese machismo que existía antes de Cristo pero disfrazado. Porque menosprecia la importancia fundamental de lo que es propiamente femenino y se empeña en cambio en exhaltar el principado del gobierno como si fuera lo único realmente importante.
Pero recuerda: los discípulos creyeron en un Dios que venía a Redimirnos CON AMOR y no meramente en un mesías que viniera a gobernar con fuerza y lógica.
También me llamó la atención el siguiente párrafo:

6. Ciertamente es diversa nuestra sensibilidad contemporánea, diversas son también las mentalidades y las costumbres, y es diferente la situación social de la mujer con relación al hombre. No obstante, el fundamental principio parenético que encontramos en la Carta a los Efesios, sigue siendo el mismo y ofrece los mismos frutos. La sumisión recíproca «en el temor de Cristo» —sumisión que nace del fundamento de las pietas cristiana— forma siempre esa profunda y sólida estructura que integra la comunidad de los cónyuges, en la que se realiza la verdadera «comunión» de las personas.


A mi entender, aquí el Papa reconoce la diferencia en situaciones sociales entre la mujer y el hombre. Mi inquietud es si "el principado de gobierno" para el hombre y "el principado de corazón" para la mujer" no sería parte de esta diferencia social entre ambos. Por lo tanto, en el momento en que cambie la situación social, es posible que una mujer pueda tener princiapdo de gobierno y un hombre, el principado de corazón, sin afectar la mutua sumisión de que habla Pablo?

Bendiciones

Ya vimos extensamente que esas funciones NO SON meros prejuicios sociales, sino verdaderos constituyentes de la misión que a cada cual corresponde en el recto orden querido por Dios para la familia y para lo cual Él mismo ha dado diversos dones específicos a cada uno de los esposos.
Y asi, fíjate bien en lo que dice el Papa. NO DICE que la diferente sensibilidad contemporánea determine una situación fundamental distinta. Sino que AL CONTRARIO, dice que el PRINCIPIO FUNDAMENTAL expresado por San Pablo en la Carta a los Efesios SIGUE SIENDO EL MISMO. La sumisión recíproca que engloba tanto la el principado de gobierno del papá, como el principado del corazón de la mamá, lo que lleva al bien integral de la familia. Justo como Cristo es el Rey que Gobierna con Amor y Misericordia, y no solo con Lógica y Justicia.

Quien no reconoce entonces la importancia capital del Principado del Corazón y la altísima dignidad femenina llamada a ejercerlo, simplemente no conoce a Cristo.

Que Dios te bendiga.
eduarod
 
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Re: El machismo en el cristianismo...realidad o mito?

Notapor Fantasia » Vie Feb 15, 2013 6:20 am

Hola hermanos, a mi siempre me han enseñado que todos somos iguales ante los ojos de Dios, por lo que creo que es un mito.
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