Neser escribió:Los saludo en Cristo:
Gracias por habilitar este foro.
Mi pregunta es esta:
Cuando cometo un pecado, luego tomo conciencia de que he pecado, me arrepiento sinceramente en mi corazón, acudo al sacerdote confesor y este me absuelve de mis pecados, ¿al morir tendré que rendir cuentas igualmente por aquellas faltas cometidas aún habiéndome arrepentido, confesado y recibido la absolución del sacerdote?
Gracias.
Que el Padre Celestial nos bendiga, que el Espíritu Santo nos habite, que nosotros gocemos realizando siempre Su voluntad, en todo momento y circunstancia. así sea. En Jesús de Nazaret. Amén.
Estimado: lo perdonado queda borrado... la culpa es redimida en virtud de la sangre de Nuestro Señor que limpia nuestras almas. Un sacerdote me decía con razón que el día del juicio final el maligno no nos podrá acusar ante el Gran Juez de los pecados perdonados en confesión porque precisamente esos pecados han sido perdonados: la culpa ya no existe.
Lo que si resta por pagar ya no es la culpa de esos pecados, sino la pena debida por ellos. El ejemplo clásico es el de un ladrón que roba una suma de dinero a otro hombre. El ladrón puede arrepentirse y pedir perdón a dicho hombre y el hombre lo perdonará... pero aún queda algo pendiente: devolver el dinero robado, o pagar por ese delito aunque ya esté perdonado. Los pecados que nos han sido perdonados pero que su culpa no ha sido remitida nos mandarían al purgatorio hasta que purguemos toda la pena debida. Pero eso en vida podemos subsanarlo por medio de la indulgencias. Con la indulgencia parcial remitimos parte de la pena, con la indulgencia plenaria remitimos la totalidad de la pena.