justicia y misericordia

La Teología es la ciencia de Dios en cuanto Dios, conocida a partir de la revelación. La Teología es y debe seguir siendo la humilde sierva de la Palabra de Dios. Al ser un servicio, la Teología tiene que ejercer su tarea en comunión con el Magisterio. En las materias difíciles entre las que se mueve es compatible que haya cierta diversidad de opiniones, no graves, en el marco de la unidad de la fe y la fidelidad al Magisterio, ya que la historia demuestra que siempre ha habido lugar en la Iglesia para una gran diversidad de teólogos y de teologías. La fe es una, sí, pero ¡qué diferencia existe entre las teologías de Justino, Cipriano, Orígenes, San Agustín o Santo Tomás de Aquino! Esta diversidad también trae ventajas para la Iglesia y ha sido fuente de progreso teológico. Por ello este es un espacio de discusión sobre temas opinables de la teología, pero estrictamente dedicado a lo que se opina en las diversas escuelas para exponer y defender una u otra posición y dar de esta forma una visión de conjunto, recordando que no hay verdadera Teología sin Magisterio y sin fe

Moderadores: raulalonso, Catholic.net, mayra novelo, Moderadores Animadores

justicia y misericordia

Notapor albertochico » Sab Abr 26, 2014 11:07 am

Buenas tardes:

Mi pregunta es sencilla, pero la respuesta para mí no lo es. Cómo se puede ser infinitamente justo y misericordioso por parte de Dios? No lo entiendo. Si se perdona todo por amor, y nosotros se supone que debemos perdonar siempre, y a la vez se le da a cada uno lo suyo según sus obras.... NO LO ENTIENDO. Gracias por vuestra atención.
albertochico
 
Mensajes: 10
Registrado: Mié Feb 12, 2014 5:16 am

Re: justicia y misericordia

Notapor tito » Sab Abr 26, 2014 7:20 pm

Tu error es pensar que se perdona todo por amor sin que tu pongas algo de tu parte, el que no se acerca a Dios con un corazón contrito o sea que no quiere ser perdonado, Dios le respeta su libertad y no lo perdona. Dios ama tanto tu libertad que no te perdonara en contra de tu voluntad, si has decidido vivir sin Dios, excluirte de su presencia el respetara tu decisión.
¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal;
que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad;
que dan amargo por dulce, y dulce por amargo! Isaías 5,20


Imagen
Avatar de Usuario
tito
Moderador Animador
 
Mensajes: 1881
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am

Re: justicia y misericordia

Notapor IvanEstoico » Dom Abr 27, 2014 1:29 am

Querido hermano en Cristo.

La Misericordia de Dios es infinita, pues la sangre de su Unigénito es mucho mas (no hay comparación) que el pecado mas vil, por lo cual cuando alguien se arrepiente de corazón el Señor le perdona, esta compasión es genuina del que ama y Dios es Amor (I Juan 4,8). En el caso del que liberrimamente rechazó a Dios en vida, ¿Le llevara a fuerza con el?, o acaso ¿El que obro el mal conociendo su voluntad sin jamas arrepentirse, le premiara? Recordemos que «Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras.» (San Mateo 14,27). Dios es Justo y muestra su poder siendo Misericordioso:

270 Dios es el Padre todopoderoso. Su paternidad y su poder se esclarecen mutuamente. Muestra, en efecto, su omnipotencia paternal por la manera como cuida de nuestras necesidades (cf. Mt 6,32); por la adopción filial que nos da ("Yo seré para vosotros padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor todopoderoso": 2 Co 6,18); finalmente, por su misericordia infinita, pues muestra su poder en el más alto grado perdonando libremente los pecados.

271 La omnipotencia divina no es en modo alguno arbitraria: "En Dios el poder y la esencia, la voluntad y la inteligencia, la sabiduría y la justicia son una sola cosa, de suerte que nada puede haber en el poder divino que no pueda estar en la justa voluntad de Dios o en su sabia inteligencia" (Santo Tomás de Aquino, S.Th., I, q. 25, a.5, ad 1).
CATECISMO DE LA IGLESIA.


Que Dios te bendiga.
El mismo Verbo Dios era,
que el principio se decía;
Él moraba en el principio,
y principio no tenía...
IvanEstoico
 
Mensajes: 764
Registrado: Dom Oct 14, 2012 5:18 pm
Ubicación: En el camino en pos del Amado, que por la Iglesia es iluminado.

Re: justicia y misericordia

Notapor eduarod » Sab Jul 12, 2014 2:39 am

albertochico escribió:Buenas tardes:

Mi pregunta es sencilla, pero la respuesta para mí no lo es. Cómo se puede ser infinitamente justo y misericordioso por parte de Dios? No lo entiendo. Si se perdona todo por amor, y nosotros se supone que debemos perdonar siempre, y a la vez se le da a cada uno lo suyo según sus obras.... NO LO ENTIENDO. Gracias por vuestra atención.


Estimado en Cristo albertochico:

Es que el gran error consiste en contraponer la Justicia y la Misericordia de Dios como si fueran cosas contra-puestas y hasta francamente opuestas. Pero la realidad es que la Justicia de Dios es Misericordiosa.
Dios NO ES vengativo al modo humano. Dios NO busca meramente desquitarse o que "el que la hace la pague". Esa generalmente es la egoista (y nada misericordiosa) "justicia" del hombre; de la cual, el "máximo exponente", siempre me ha parecido esa invitación que se hace a las personas afectadas para estar presentes, en los países donde aún se ejerce esa práctica, en la ejecución de los condenados a muerte que cometieron un crimen directamente en contra de ellas o de sus familiares. Es como para que los familiares dejen desfogar toooooodo su odio contenido al "gozar" viendo como la justicia vengativa del hombre se desquita de aquel que les causó gran dolor. La realidad es que NO ES en ese sentido en el que la Iglesia ha Enseñado que puede ser legítima la pena de muerte; la pena de muerte NO ES legítima como un medio para desquitarse del criminal o para permitir que los familiares desfoguen su odio y su ira. NO ES legítima como una mera manera de "cerrar el ciclo". NI SIQUIERA es legítima como "un castigo ejemplar" como para advertir a otros de lo que les podría ocurrir si siguen obrando el mal. Sino ÚNICAMENTE es legítima en cuanto REALMENTE constituya el ÚNICO recurso de defensa de la sociedad en contra de un criminal que no puede ser contenido o detenido de otra manera. Claro, si el criminal en cuestión "ha hecho escuela" de tal suerte que sus seguidores se ven alentados a cometer crimenes por seguir siendo animados por él, en una forma tal que se pudiese decir que el criminal sigue ofendiendo gravemente a la sociedad en ese alentar a sus seguidores; entonces en tal caso adquiriría una cierta legitimidad el detenerle en esa actitud mediante la pena de muerte si no hubiera otro medio para contenerle. Pero aún entonces es preciso notar que, ni tal pena se legitimaría meramente por el hecho de "el ejemplo" para que los seguidores pudieran cambiar de conducta, sino por la discontinuidad en la conducta alentadora del criminal mismo; y que en realidad hoy en día la sociedad, si realmente quiere usarlos, cuenta con muchos medios por los cuales podría incomunicar de manera efectiva al criminal con sus seguidores, de modo que la sociedad estaría obligada a usar esos medios alternos antes que la pena de muerte. El problema en muchas sociedades es que la sociedad, en la persona de sus representantes, no está del todo convencida de que prefiera acallar a ese criminal en vez de seguir recibiendo sus "generosas donaciones". Pero bueno, todo eso es otro tema, el punto es que NADA de eso justifica que los afectados, o sus amigos o parientes, tengan "su momento de venganza" al ver morir al ejecutado (o al simplemente ser notificados de que "la venganza se ha consumado".
No, la Justicia de Dios NO ES como esa podrida "justicia" humana. Dios es REALMENTE Justo.
Y la Verdadera Justicia ES Misericordiosa.

El otro error es creer que Misericordia significa permisivismo, descontrol, descuido y/o solapamiento. Creer que, quien "ama", tiene que darle cualquier cosa a cualquier precio y con cualquier consecuencia al supuesto "ser amado".
Por supuesto que no es así, y Jesús mismo lo Enseña claramente:
¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente?
¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan
San Lucas, 11, 11-13

Dios no nos da NUNCA cosas que son malas para nosotros. Sino, precisamente por su Bondad, por el Amor que nos tiene, nos da SIEMPRE aquello que es MEJOR para nosotros, aquello que REALMENTE nos sirve, aquello que REALMENTE nos hará el mayor BIEN.
Si entendemos eso, es fácil comprender porqué entonces la VERDADERA Justicia ES Misericordiosa y porqué entonces también la VERDADERA Misericorida ES Justa.
Porque lo Justo es dar a cada quien lo que se ha merecido, y NO entendamos eso como un mero "premio o castigo" al estilo de la podrida "justicia" nuestra. Sino entendámoslo en el contexto del Verdadero Padre Amoroso que hemos visto que Dios REALMENTE ES: Dios NO nos dará MÁS de lo que hemos demostrado ser capaces de manejar apropiadamente, precisamente PORQUE NO LO USAREMOS BIEN, porque, en vez de usarlo PARA NUESTRO BIEN, lo usaremos de manera INCORRECTA para nuestro PERJUICIO.
Es como si un padre tiene un auto y un hijo que nunca ha aprendido a manejarlo. NO sería un acto de amor o misericordia por parte de este padre darle las llaves del coche a este hijo para que valla y se mate en la siguiente esquina y de paso se lleve de corbata a dos o tres cristianos por ahí. Al contrario, sería un acto irresponsable que, lejos de demostrar amor por el hijo, lo que demostraría es lo poco que el hijo realmente le importa al padre en cuestión: prefiere deshacerse de él dando rienda a sus caprichos, en vez de cuidarlo y protegerlo de acuerdo a la realidad de sus actitudes y capacidades.
Se puede decir entonces, en el sentido MÁS ESTRICTO, que el hijo NO HA MERECIDO que se le presten las llaves del coche, porque NO HA QUERIDO hacer aquello que requiere (aprender a conducir) para que se le pueda confiar el auto de manera segura y sin que represente un riesgo inaceptable para él mismo y para otros.
Y es EN ESE sentido, y NO en el de la podrida "justicia" humana de "premios" convenencieros y "castigos" llenos de odio y venganza, en el que, con toda propiedad, podemos decir que la Justicia Misericordiosa de Dios da a cada quien lo que REALMENTE ha MERECIDO poder recibir.
Asi pues, en el ejemplo más extremo, cuando Dios decide la Condena al Infierno de un pecador definitivamente obstinado en su egoismo y su pecado, NO ES que Dios diga "este se hartó de hacer el mal, pues ahora si va a saber lo que es sufrir: ¡¡¡TOMA MALVADO!!!, ¡para que veas lo que se siente!, ¡y ten ahora toda la eternidad para de verdad retorcerte como los que nos queremos desquitar de tus crimenes queremos verte!". No, por supuesto que no. Dios no tiene esa vileza, y de hecho, tampoco los que la tengan están capacitados para entrar en el Amor Eterno del Padre. Así que, o se purifica uno de esta vileza y podrida justicia vengativa, o tampoco podrá uno merecer gran cosa... con todas las consecuencias que eso tiene.
No, la realidad es que Dios le da al Condenado lo mejor que se le puede dar de acuerdo a lo que ha demostrado merecer (en el sentido en que hemos descrito); y eso mejor que Dios le da al Condenado y que es la causa por la cual existe el Infierno y su existencia es producto de la Misericordia de Dios (y NO de una "justicia" vengativa supuestamente opuesta o incompatible con tal Misericordia), es la CONTENCIÓN. En efecto: el condenado ha demostrado que NO QUIERE usar lo que se le da de manera constructiva y para el bien de todos, sino que, EN SU EGOISMO, está OBSTINADO a usar TODO lo que se le proporciona de manera ABUSIVA en PROVECHO PROPIO, sin importarle el mal o las consecuencias negativas que esto pueda tener para sí mismo y para los demás. Es precisamente como el hijo que quiere el coche para "divertirse" "manejando" como él quiera o para ir a presumirlo a sus amigos (motivos irresponsables, abusivos y egoistas) sin importarle si en ello causa daños o no. Concretamente y como un caso real, recuerdo que había un muchacho en la secundaria que tenía mucho dinero y poco cuidado y atención de sus padres; con frecuencia este muchaco venía vendado o con aparatos ortopédicos, hasta que una vez nos contó que lo que ocurría es que le gustaba mucho tomar los autos de su casa e ir a chocar, que la sensación del choque del auto le gustaba mucho. ¿Era un escape psicológico para tratar de llamar la atención de sus padres? No lo sé, pero probablemente. Sin embargo, es evidente que en ese "escape" o lo que fuera, no solo él, sino seguramente muchas otras personas salieron lastimadas. Y es evidente que sus padres al cumplirle los caprichos y permitirle repetidamente hacer semejantes tonterías, lejos de demostrar amor, demostraban esa misma despreocupación por la que este muchacho quizá tanta necesidad tenía de llamar su atención.
Dios, pues, NO ES como esos padres irresponsables, poco amorosos y descuidados; sino Dios es el AUTÉNTICO Padre Amoroso que nos da aquello que REALMENTE nos sirve y realmente necesitamos.
Y, por ejemplo, si un padre amoroso, por la razón que fuera, tuviera a este hijo al que le gusta tomar el coche y chocarlo, el MEJOR regalo que en ese sentido podría darle es precisamente LA CONTENCIÓN. El IMPEDIRLE que el hijo pudiera tener los medios para exponerse a sí mismo y a los demás a males más graves. Y esto a pesar de que tal padre se diera cuenta de que tal contención jamás podría ser adecuadamente comprendida por el hijo, que la interpetaría como "desamor", o a pesar de que el padre percibiera el sufrimiento que al hijo le produciría no poder ver satisfechos sus egoistas deseos y caprichos.
El VERDADERO cariño, el VERDADERO amor JAMÁS podría estar en decir: "hijo, aunque no lo hayas merecido, pero tan solo para no verte llorar más, pues aquí tienes las llaves del coche, ve y haz lo que quieras con él aunque no lo sepas usar, aunque eso te ponga en riesgo a ti y a los otros".¡No, por supuesto que no es así!
Por el contrario, el VERDADERO Amor es el que se manifiesta en la CONTENCIÓN al no permitir al hijo tener acceso a bienes que simplemente no puede manejar de manera constructiva y apropiada.
Jesús nos dice:
"Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor".
San Mateo 25, 21

Pues bien, lo de este mundo, es "lo poco", lo que Dios nos dará en Su Presencia es MUCHO MÁS.
Y si con el abuso egoista de lo que hay en este mundo se pueden hacer las atrocidades e injusticias de las que la historia y las noticias de todos los días nos dan buena cuenta; pues tan solo imaginemos la magnitud del daño y sufrimiento que se puede producir con aquellos bienes que NO son "lo poco", sino son MUCHO MÁS.
Es por eso que esos bienes simplemente NO PUEDEN ser dados a aquel que NO LOS HA MERECIDO, entendiendo por ello aquel que se ha empeñado en NO QUERER APRENDER a usar las cosas que se le dan apropiadamente bajo los criterios del Amor, sino se empeña en usar lo que puede en ese contexto abusivo, egoista e irresponsable que no le preocupa el daño que tal uso pueda llegar a causar. Y es por eso que, como hemos venido mostrando, lo apropiado para una persona así, lo que tal persona merece, y lo que el Verdadero Padre Justo y Misericordioso en ese Poder y Bondad Infinitos que tiene le Dará, será precisamente la CONTENCIÓN de la que hemos hablado. Será la IMPOSIBILIDAD de abusar de semejantes BIENES MAYORES para dañarse a sí mismo y para dañar a otros.

Queda claro entonces porqué la Justicia de Dios es Misericordiosa (al dar a cada quien lo que merece se asegura de que es el Mayor Bien posible para esa persona); y porque la Misericordia de Dios es Justa (en su Amor Dios no nos da lo que no hemos merecido porque no Quiere que nos hagamos daño con lo que no podremos manejar apropiadamente). Y queda clara entonces la falsedad de esa pretendida oposición o contra-posición entre la Justicia y Misericordia de Dios.

No nos hagamos, pues, ilusiones falsas en conceptos erroneos que no llevan a nada, sino esforcemonos por aprovechar esta vida y la Gracia que en ella Dios nos Da para aprender a Amar de manera auténtica como Jesús nos ha Enseñado, de tal manera que podamos ser hayados dignos de recibir esos Bienes que son MUCHO MÁS y que son los que, con Su Gracia, recibiremos en Su Presencia si, por la Gracia de Cristo, realmente los llegamos a merecer.

Y, por cierto, con todo esto también es fácil responder a otra pregunta que con frecuencia turba los corazones de las personas: pero es que, si por la Gracia de Dios, somos hayados dignos de participar del Gozo Eterno en Su Presencia, ¿acaso el conocimiento de que algún o algunos seres queridos que han sido cercanos a nosotros no pudieran haber conseguido la Salvación, sino hubiesen sido condenados eternamente al Infierno, no sería para nosotros algún tipo o fuente de tristeza que como que nublaría u opacaría esa felicidad eterna?
Se intenta responder a esta pregunta de maneras que resultan claramente insuficientes, por ejemplo, diciendo que entonces comprenderemos mejor el mal que esas personas hicieron y, en vez de entristecernos, nos "gozaremos" en que sean debidamente castigadas (regresamos en esta mala respuesta a esa concepción podrida de justicia de odio vengativo y desquite que, lejos de ser digna de los redimidos, puede ser un motivo para no llegar a contarse entre ellos); o bien, se dice que la alegría de gozar de la Presencia de Dios será motivo más que suficiente para que no nos cause tristeza alguna el sufrimiento de estas personas... como si el desentenderse del sufrimiento del prójimo, aunque sea muy merecido, pudiera calificarse como una actitud cristiana propia de aquellos que viven en Unión Eterna con el Señor... si tal fuese la forma de Juzgar de Dios, entonces Él mismo se habría desentendido de nosotros desde el pecado de Adán y jamás habría venido a Redimirnos de los males que justamente merecimos a causa de nuesto pecado.
Por el contrario, a la luz de los conceptos que hemos comentado, es fácil entender que lo que ocurrirá es que comprenderemos plenamente las razones y los beneficios de esa Justicia Misericordiosa de Dios, y, comprendiendo la obstinación de nuestros seres queridos, apreciaremos que lo mejor para ellos era recibir esa contención con la que Dios ha limitado el daño que podían causarse a sí mismos y a otros; y entonces nos gozaremos y alegraremos de que Dios haya ejercido con ellos de esa manera Su Infinita Misericordia.
De modo que tampoco nos hagamos ilusiones de que el llanto de nuestros seres queridos nos podrá rescatar de nuestra obstinación en el egoismo, porque nuestros seres queridos en el Cielo se gozarán de que seamos justamente limitados para evitar que con ese egoismo nuestro sigamos haciendo nuestras dañinas tonterías.

Y por eso es que se perdona SIEMPRE... si pedimos perdón... porque en ese pedir perdón lo que se manifiesta precisamente es LA RENUNCIA a esa OBSTINACIÓN en la conducta abusiva y egoista que nos llevó a cometer el mal. Dios Mismo Recibe SIEMPRE el cambio de actitud de quien se ha arrepentido de su egoismo, y eso es lo que realmente significa que nos perdona SIEMPRE; y, si Él lo Hace así, pues por supuesto que nos Pide que nosotros actuemos de manera semejante. Pero, por el contrario, si el que comete el mal NO se arrepiente, sino CONTINÚA OBSTINADO en su actitud egoista y abusiva; entonces es evidente que lo que se impone como mayor bien para esa persona NO ES darle los bienes que se empeña en no aprender a usar apropiadamente, sino lo que se impone es la CONTENCIÓN, que, como hemos visto, recibirá por el Amor de Dios y con el gozo y alegría de todos aquellos que la quieren y que, por lo mismo, junto con Dios no quieren que con esa obstinada actitud egoista se siga causando daños a si mismos y a todos.
Ahora bien, al decir que Dios Perdona SIEMPRE (en el contexto que hemos descrito) no nos engañemos entonces tampoco pensando que, al final, todos se acabarán arrepintiendo tarde o temprano al verse en medio de terribles sufrimientos, y que, por lo mismo, es posible lograr el perdón aún estando en el mismo Infierno.
No, la contención temporal y el perdón de aquellos que se arrepentirán al verse limitados ciertamente existe, pero NO se llama "Infierno", sino se llama "Purgatorio". Pues, en efecto, todo aquel que NO ESTÉ DEFINITIVAMENTE OBSTINADO en el mal al momento de morir, NO IRÁ al Infierno, sino irá al Purgatorio, donde el sufrimiento de la contención poco a poco irá purificando lo que le quede de egoismo y obstinación en el mal, hasta que no le quede nada de ello, sino haya aprendido a amar plenamente, y sea entonces capaz de merecer (o sea haya demostrado que puede usar adecuadamente) los Bienes mayores que recibirá en el Cielo.
El Infierno lo reseva Dios EXCLUSIVAMENTE para aquellos que Él, en Su Omnisapiencia, en Su Infinito Conocimiento (que, de hecho, es atemporal, por lo que NO está limitado por el momento en el que ocurrán las cosas, ni ignora NADA de lo que para nosotros es el pasado, el presente o el futuro), Sabe Él bien que NUNCA llegarán a abandonar esa actitud de obstinación en su propio egoismo. Son estos los que, por su propia actitud, merecen recibir de Dios, en su Infinita Misericordia, la contención eterna que el Infierno constituye.

Que Dios te bendiga.
eduarod
 
Mensajes: 1802
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am

Re: justicia y misericordia

Notapor eduarod » Sab Jul 12, 2014 2:41 am

P.D. Y es también por eso por lo que nosotros no podemos afirmar la condenación de NADIE: porque además de que no sabemos sobre los motivos y las culpas internas; TAMPOCO tenemos la Omnisapiencia y la Atemporalidad de Dios para saber si la persona esta DEFINITIVAMENTE obstinada en su egoismo y que, por lo mismo, sus actos y actitudes merecen el Infierno y NO el Prugatorio.

Saludos y bendiciones.
eduarod
 
Mensajes: 1802
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am


Volver a Controversias teológicas - San Agustín de Hipona

¿Quién está conectado?

Usuarios registrados: No hay usuarios registrados visitando el Foro

Reportar anuncio inapropiado |
Reportar anuncio inapropiado |