Qué quiso decir Jesús?

La Teología es la ciencia de Dios en cuanto Dios, conocida a partir de la revelación. La Teología es y debe seguir siendo la humilde sierva de la Palabra de Dios. Al ser un servicio, la Teología tiene que ejercer su tarea en comunión con el Magisterio. En las materias difíciles entre las que se mueve es compatible que haya cierta diversidad de opiniones, no graves, en el marco de la unidad de la fe y la fidelidad al Magisterio, ya que la historia demuestra que siempre ha habido lugar en la Iglesia para una gran diversidad de teólogos y de teologías. La fe es una, sí, pero ¡qué diferencia existe entre las teologías de Justino, Cipriano, Orígenes, San Agustín o Santo Tomás de Aquino! Esta diversidad también trae ventajas para la Iglesia y ha sido fuente de progreso teológico. Por ello este es un espacio de discusión sobre temas opinables de la teología, pero estrictamente dedicado a lo que se opina en las diversas escuelas para exponer y defender una u otra posición y dar de esta forma una visión de conjunto, recordando que no hay verdadera Teología sin Magisterio y sin fe

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Qué quiso decir Jesús?

Notapor enriman » Jue Mar 03, 2016 5:18 am

Buenos días:

Para mí es un misterio el pasaje del Evangelio donde Jesús le dice a sus discípulos que a ellos se les ha concedido conocer los misterios del Reino, pero que al pueblo le habla en parábolas "para que oyendo no oigan....etc no sean que se conviertan".
No lo estoy citando literalmente, pues no tengo el Evangelio delante ahora, pero estoy seguro que sabéis a qué pasaje me refiero.

Reconozco que me deja perplejo este comentario, puesto que entiendo que el Señor quiere todo lo contrario. ¿Qué sentido e interpretación católica debo de darle a este pasaje?

Gracias como siempre y un Abrazo y buena Cuaresma con Nuestro Señor.
enriman
 
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Re: Qué quiso decir Jesús?

Notapor eduarod » Jue Mar 03, 2016 5:27 pm

Estimado en Cristo enriman:

En realidad son varios pasajes, todos referidos más o menos a la misma situación, y en donde unos dejan ver más claro que otros el verdadero sentido de las Palabras del Señor.
Quizá el que puede causar mayor perplejidad es el pasaje de Marcos que dice:
Y Jesús les decía: «A ustedes se les ha confiado el misterio del Reino de Dios; en cambio, para los de afuera, todo es parábola, a fin de que miren y no vean, oigan y no entiendan, no sea que se conviertan y alcancen el perdón».
San Marcos 4, 11-12

Donde, en efecto, podría parecer que fuese la intención del Señor hablar en parábolas con el propósito expreso de que no pudieran entenderlas y así no lograrán alcanzar la conversión y el perdón; casi como tendiendo una "trampa".
Sin embargo, los otros pasajes son más claros y dejan ver fácilmente el verdadero sentido en el que Cristo Dijo estas Palabras, vemos el texto en el Evangelio de San Mateo:
El les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no.
Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.
Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden.
Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: "Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán,
Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure".
Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen.
Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.
San Mateo 13, 11-17

En el Evangelio de San Juan:
A pesar de los muchos signos que hizo en su presencia, ellos no creyeron en él.
Así debía cumplirse el oráculo del profeta Isaías, que dice: "Señor, ¿quién ha creído en nuestra palabra? ¿A quién fue revelado el poder del Señor"?
Ellos no podían creer, porque como dijo también Isaías:
"El ha cegado sus ojos y ha endurecido su corazón, para que sus ojos no vean y su corazón no comprenda, para que no se conviertan ni yo los cure".
San Juan 12 37-40

Y, quizá más claro aún, es este pasaje de los Hechos de los Apóstoles:
Entonces fijaron un día para encontrarse con él, y fueron a verlo en mayor número al lugar donde se alojaba. Pablo les habló durante todo el día sobre el Reino de Dios, dándoles toda clase de testimonio y tratando de persuadirlos para que creyeran en Jesucristo, a partir de la Ley de Moisés y de los Profetas.
Unos se convencían con sus palabras, pero otros se resistían a creer, y mientras ellos se retiraban sin haberse puesto de acuerdo, Pablo dijo esta sola frase: «Son muy ciertas las palabras que el Espíritu Santo dijo a los padres de ustedes, por medio del profeta Isaías:
"Ve a decir a este pueblo: Por más que oigan no comprenderán, por más que vean, no conocerán,
Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, se taparon los oídos y cerraron los ojos, por temor de que sus ojos vean, que sus oídos oigan, que su corazón comprenda, que se conviertan, y que yo los cure".
Hechos 28, 23-27

Como puedes ver, estas palabras son aplicadas después de que el pueblo ve las señales y escucha la predicación, ya sea directamente del Mismo Señor Jesús, o ya sea de lo que transmite San Pablo; y, a pesar de todo, muchos no se acaban de convencer.
La forma en que lo expone los Hechos de los Apóstoles deja muy claro que el pueblo es el que ha endurecido su corazón y que la causa real de ello es el temor que se produce en algunas personas al escuchar las Palabras del Evangelio y/o ver la señales que le acompañan. Temor que viene generalmente de percibir que el Evangelio obligará a romper con la visión egoísta que la persona se ha formado; entonces, y a pesar de objetivamente estar viendo las señales y/o escuchando una predicación convincente y razonable, la persona tapa sus ojos y sus oídos para no percibir lo que ocurre frente a ella y así no sentirse obligada a seguir ese Evangelio que entonces cree poder considerar como no suficientemente probado, convincente o fundamentado.

El Catecismo al respecto señala lo siguiente:
546 Jesús llama a entrar en el Reino a través de las parábolas, rasgo típico de su enseñanza (cf. Mc 4, 33-34). Por medio de ellas invita al banquete del Reino (cf. Mt 22, 1-14), pero exige también una elección radical para alcanzar el Reino, es necesario darlo todo (cf. Mt 13, 44-45); las palabras no bastan, hacen falta obras (cf. Mt 21, 28-32). Las parábolas son como un espejo para el hombre: ¿acoge la palabra como un suelo duro o como una buena tierra (cf. Mt 13, 3-9)? ¿Qué hace con los talentos recibidos (cf. Mt 25, 14-30)? Jesús y la presencia del Reino en este mundo están secretamente en el corazón de las parábolas. Es preciso entrar en el Reino, es decir, hacerse discípulo de Cristo para "conocer los Misterios del Reino de los cielos" (Mt 13, 11). Para los que están "fuera" (Mc 4, 11), la enseñanza de las parábolas es algo enigmático (cf. Mt 13, 10-15).


Las parábolas son un medio para que incluso la gente más sencilla pueda entender la Revelación que Jesús nos Trae respecto al Reino, se deben entender y deben ser interpretadas precisamente en ese contexto de sencillez.
Pero la persona soberbia que quiere justificar su egoísmo justamente NO GUSTA de esa sencillez: es demasiado obvia como para ser manipulada. Por tanto, esa persona o tiende a hacer complicado lo sencillo para tratar de justificar que "solo los entendidos" pueden comprender, o bien descarta el todo, tal y como dice el Catecismo, como algo enigmático e incomprensible que a nadie puede servir.
Por ejemplo, la famosa frase de Jesús de que antes pasará un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos, frase que no sin justicia los Discípulos interpretan de manera sencilla y literal y se dan cuenta de que Jesús está planteando algo humanamente imposible, y por eso exclaman sorprendidos que entonces quién puede salvarse. Nótese que ellos no lo entienden como que eso aplique solo a los multimillonarios o a los ricos explotadores, sino se dan cuenta de que TODOS tienen algo de ricos en su corazón, y que, por consiguiente, la frase de Jesús tienen en realidad un alcance MUY amplio, al punto de que se preguntan si habría alguien que no estuviera incluido ahí. Pero Jesús les hace ver que lo que es imposible para los hombres no es imposible para Dios, es decir, que si al hombre por sus propias fuerzas le es completamente imposible desapegarse de sus riquezas, la Gracia de Dios, en cambio, puede Actuar en nosotros y desapegarnos de nuestras riquezas y bienes materiales para que podamos auténticamente vivir el Amor de Dios en nuestras vidas y así alcanzar la Salvación.

El hombre soberbio y egoísta, sin embargo, no entiende nada de esto, sino que: o piensa que Jesús está diciendo algo imposible, inútil e insensato a lo que no vale la pena prestar atención; o que Su Exigencia es demasiado alta y, por consecuencia, sería injusto de su parte el realmente exigirnos tanto, de modo que "podemos tener confianza" en que "le exageró un poco" "para presionarnos", pero que en realidad nos podemos dedicar a vivir con un egoísmo "razonable", según nuestras fuerzas y, con todo esperar, que "en justicia" (de acuerdo a la propia medida) Dios se verá obligado a Salvarnos si es que quiere que le reconozcamos como "Misericordioso" -o de lo contrario "corre el riesgo" de que pasemos a negar su existencia o alguna otra conveniente salida a nuestra medida- ; o bien, no faltan tampoco los que "interpretan correctamente" la Parábola según lo que les conviene, por ejemplo, sobre esto del camello y la aguja nos hablan de que el camello en realidad se refiere a una soga gruesa que se usaba en ese tiempo y con la que se tejían las redes de pesca, habiendo entonces también agujas apropiadas para eso, que no serían las agujitas de metal de costura que el hombre moderno tendería a imaginar, sino agujas de madera tamaño "jumbo" en las que puede costar algo de trabajo insertar esas cuerdas -los pescadores sabrían de ello- pero que, al final, uno acaba pudiendo insertar después de algunos trabajos. Igualmente no faltan los que hablan de que el camello si es un camello, pero que la aguja es como la aguja en términos arquitectónicos, por ejemplo, el remate puntiagudo de una puerta o ventana estilo gótico o estilo árabe; hacer pasar a un camello por una puerta así puede tener sus complicaciones, puede costar bastante trabajo, pero con algo de esfuerzo se podría lograr.
Y vemos entonces cómo, por cualquiera de estos caminos, estas personas de manera efectiva cierran sus ojos y sus oídos para no ver ni escuchar lo que Jesús REALMENTE Quiso Decirles y, de esa manera, consiguen no convertirse ni ponerse en situación de ser Salvados por Él; pues, al final, todos estos falsos caminos a lo único que llevan es a justificar que uno debe hacer algo de esfuerzo -lo que le parezca a uno justo y razonable- y con eso ya puede uno "garantizar su salvación". Pero entonces lo que uno NO hace JAMÁS es PONERSE EN MANOS DE DIOS para que sea Él Quien Haga lo imposible en el corazón de uno, que es verdaderamente producir esa conversión y sanación del corazón que solo Jesús Puede Realizar en nosotros.

Que Dios te bendiga.
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Re: Qué quiso decir Jesús?

Notapor enriman » Vie Mar 04, 2016 7:24 am

Estoy encantado y agradecido con la explicación. Que Dios te bendiga e ilumine para bien de todos los que os consultamos.
Sencillamente, he creído ver una inspiración divina en esta explicación. Gracias y un abrazo en Nuestro Amado e incomprendido Señor.

Que tenga compasión de Nosotros y esta Cuaresma sirva para poner el corazón en lo que realmente importa.
enriman
 
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