por eduarod » Jue Ago 16, 2012 3:30 pm
Estimados hermanos en Cristo:
Para entender mejor qué es lo que sucede con esto podemos "voltear la tortilla".
¿Qué pensaríamos si un monje budista se preguntara, o nos preguntara, si la participación en la Vigilia Pascual es compatible con su meditación?
Bueno, podemos pensar que no es digno del Grandísimo Misterio que se ha de celebrar esa santa noche el ponerse a hacer meditación budista, pero debemos recordar que la pregunta no fué si a un católico le parecía digno que un budista usara la celebración de la vigilia Pascual para meditar, sino la pregunta fué, por parte del budista, respecto a si la Vigilia Pascual era compatible con sus creencias y con la posibilidad de usarla para hacer su meditación, lo que en principio nada tiene que ver con que nosotros encontremos digna o no esa propuesta. Y, sin embargo, después de todo, si tiene algo que ver, porque los que participen en la celebración, al ver que el budista, ni responde lo que debería responder ni hace lo que debería hacer, sino simplemente se sienta en el piso sin hacer gran cosa, tratarán algunos de indicarle que no es el sitio indicado para hacer las cosas que parece querer hacer, por lo que puede ir a hacerlas a otra parte; mientras que otros quizá tratarán más bien de orillarle a darse cuenta de qué es lo que se espera que él haga para poder participar en la celebración. Es decir: una vez que entra uno en un contexto donde hay otras personas tratando de hacer algo distinto a lo que uno pretende hacer, en realidad no es posible sustraerse por completo de ese contexto, sino se ve uno presionado a abandonar o a incorporarse realmente, todo esto en perjuicio de lo que uno se suponía que iba a hacer originalmente.
Pero retomemos el punto ¿es la Vigilia Pascual apta para la meditación budista? Pues comienza a obscuras, en silencio, con unas cuantas luces de velitas y voces poco intensas. Si, al menos al principio, parecería bastante apta. Y así, nuestro budista, iniciado en los primeros elementos de la celebración, bien puede pensar que nada en ella se opone a su meditación, sino al contrario, es un ambiente tranquilo y propicio, ambiente de paz y relajación que su meditación requiere. El Pregón Pascual, sobre todo si se hace a la luz de las velas, no modificará esto, sino al contrario, aunque sean unos "mantras" ajenos a los suyos, la forma suave y cantada con la que se suele proclamar no hará sino hacerle sentir como si estuviera en un monasterio budista, lo que muy posiblemente facilite su meditación en vez de obstaculizarla.
Cuando comienzan las lecturas y los salmos, puede ser aún mejor la ambientación o comenzar a "descomponerse" dependiendo de si los salmos son cantados y del ritmo, volumen y cadencia con la que lean los lectores.
Pero donde el asunto se descompone completamente, es cuando viene ese canto del Gloria, donde súbitamente y sin la menor comprensión de lo que es la meditación y cómo debe completarse, estos católicos le dan al traste a todo prendiendo las luces y cantando a toda voz. Lástima, pero bueno, se entiende que teniendo otro origen, no podía ser todo compatible. Sin embargo, el periodo previo, siempre y cuando ignore uno los contenidos y no participe en la ceremonia, ciertamente puede ser útil para una buena meditación. Luego, -se puede responder a si mismo nuestro budista- la Vigilia Pascual SI es compatible y apta para su meditación.
Quizá nuestro amigo budista no deje las cosas ahí, sino las lleve al siguiente nivel ¿para qué tener molestos co-participantes que quieran correrlo a uno o interrumpir el ritmo de la meditación, si puede uno organizar una "vigilia pascual" entre puros budistas de modo que todos tengan claro que NO se trata de una celebración convencional, sino de una adaptada especialmente para aprovechar el magnífico ambiente que se crea para la meditación budista? Incluso esto tendría las ventajas adicionales de que los contenidos podrían reemplazarse por otros menos incompatibles con los principios búdicos, no sé, quizá hasta podría leerse alguna enseñanza de un iluminado o algo así, o podría cambiarse el pregón por una más formal repetición de mantras. Incluso esta gran idea permitiría quitar del todo ese "molesto gloria" y crear una "vigilia pascual" plenamente compatible con la meditación.
Bien, es obvio que cuando se ha llegado a este punto seguir llamando "vigilia pascual" a tal celebración es una simple ociosidad que no viene al caso.
Por contraparte, puede ocurrir que algunos de los participantes, convencidos de la enorme utilidad que la "vigilia pascual" tiene para favorecer su meditación, no quieran quedarse con esa burda ceremonia "adaptada" sino quieran ir y aprovecharse de "the real thing" (la cosa real). Por lo que mejor acudan a un templo católico a vivir y meditar la ceremonia tal cual es.
Y puede incluso entonces ocurrir, que alguno de ellos, incitado por la autenticidad del evento, quiera hacer caso a aquellos que le invitan a participar más activamente de la ceremonia, y acabe respondiendo a las preces, salmos e invocaciones como es debido.
Se podría decir, desde el punto de vista católico, que entonces ha sido muy bueno que este budista quisiera hacer su meditación así, porque ahora resulta que ya está participando de la cermonia de la Resurrección de Nuestro Señor y en camino de conversión.
Pero para entonces es evidente que nuestro budista YA NO está haciendo su meditación, sino algo muy distinto que es participar de una ceremonia católica.
Y también está claro que esta participación NO era del todo "inocua" para su condición budista, sino le llevo a romper con ella.
En resumen, o acaba uno destruyendo la Liturgia de la Vigilia Pascual y haciendo una payasada que no tiene el menor sentido; o acaba uno destruyendo la meditación budista y convirtiéndose en lo que uno no era, ni pretendía convertirse.
De la misma manera, si un católico quiere usar de prácticas orientales profundamente enraizadas en el pensamiento y la religión de esos pueblos, o acaba uno haciendo una payasada que poco tiene que ver con el original, o acaba uno destruyendo la oración cristiana y poniéndose tontamente en peligro de perder la Fé.
Saludos y bendiciones