por agustin sanchez diaz » Mar Dic 25, 2012 7:53 am
La partícula de Dios
Agustín Sanchez Diaz.
LA VERDAD INCONMENSURABLE
25-diciemnre-2012
Para nuestro intelectual y buen amigo y hermano en Cristo, -Hector- que decía: surgen las matemáticas de lo que entendemos como leyes del universo, pero sin embargo hay algo mas allá, una Causa Primera imbuida en todos los niveles de razonamiento, por allí está la Verdad, inconmensurable para ser humano alguno.
Dios dijo Soy la Verdad por algo.
Los sabios también se equivocan.
---
Sí, los Sabios también se equivocan como demuestra el mismo Aristóteles exponiendo las doctrinas variadísimas de sabios (filósofos) que le habían precedido, añadiendo aún más, “y los poetas, como dice el proverbio, mienten muchas veces.”
Qué más hubiesen querido los que realmente han sido sabios que haber acertado siempre en sus investigaciones en todos los campos del saber sin haber tenido a su alcance cada uno en su tiempo, los avances científicos actuales.
¿Pero, hoy, poseemos ya la verdad absoluta y total del universo y el origen de las Leyes de su evolución cuando como en el caso de Darwin no conocía el proceso genético? Y como algo más tangible a nosotros, como ya hemos comentado, ¿sabemos cómo y el porqué, aún conociendo ya su estructura, de cómo pudo formarse el cerebro humano y nuestro complejísimo organismo que está constituido por unos cien billones de células y en cada una de ellas el ADN con tres mil millones de unidades distribuidas en 23 pares o cromosomas y que en una pequeña parte contiene unos treinta mil fragmentos? Y todo ello ¿cómo pudo darse sin la intervención de una Inteligencia ordenadora cuando nosotros necesitamos miles de cerebros especializados para que progrese en sus descubrimientos la ciencia? ¿Y, aunque algunos se creen, esperan, que una partícula material va a sustituir, expulsar o dar muerte a Dios, no saben que esto es imposible porque Dios no es materia? ¿Cómo destruirlo?) ¿No es este el gran error de algunos científicos de antes, de hoy, y lo será también del mañana?
¿No es más de sabios buscar y convivir con una Inteligencia Creadora buscando la verdad total en ella, que seguir a aquellos que encuentran con estudios solo parte de algunos secretos de la obra creada.? Porque ¿qué seguiremos descubriendo a partir de hoy?
Feliz aquel que en Dios de Jacob tiene su apoyo, y su esperanza en Yahvé, su Dios, el que hizo los cielos y la tierra el mar y todo cuanto abarcan (Sal. 145,5)
Los errores en todos los tiempos quedan de manifiesto siempre ante los nuevos siguientes hallazgos científicos, pero quedan exculpados por aquello que se llama error relativo, conocimientos aún limitados de la mente humana, que sin lugar a dudas existirán mientras dure este mundo. La ciencia jamás agotará sus descubrimientos sobre toda la creación en sus miles de millones de galaxias, conocidas…
Para prueba elemental de ello recordemos cuando en la Historia el hombre descubrió la rueda y con ello al parecer habían alcanzado la solución de su gran problema de transportes en su vida nómada. Hoy, con el descubrimiento del Bosón de Higgs, ¿hemos llegado a la cima última de la ciencia? Ya veremos qué piensan de nosotros dentro de un par de siglos o de cincuenta años.
En la Filosofía, p.e. en cuanto a los sabios griegos y los sabios arquitectos, pintores y escultores egipcios y otras culturas, sigo aceptando cuanto dice Aristóteles : “Entre todas las ciencias, son las más rigurosas las que son más ciencias de principios; las que recaen sobre un pequeño número de principios son más rigurosas que aquellas cuyo objeto es múltiple”.
Es simple lógica.
La aplicación de esta máxima la tenemos en las obras realizadas en muy diversas épocas por el hombre: Los monumentos fúnebres de antiquísimas culturas; las obras monumentales de Aztecas y Mayas precolombinas existentes como otras aún antes de la venida de Cristo; las Pirámides de Egipto; los monumentos Mesopotámicos; los Templos y arquitecturas Griegas; los Castros celtas; otras más cercanas como las Iglesias Románicas; las Góticas y otros monumentos de muy diversos estilos en las que queda consagrada la doctrina aristotélica. “Que son más rigurosas las que son más ciencias de principios”. Y notemos que todos aquellos monumentos encierran profunda ciencia de principios.
Y del mismo modo permanecen sometidas a esta doctrina aristotélica los libros mesopotámicos utilizados por el Yahvista en la Biblia para contar la historia de Israel, como la del sirio Gilgamés de la que extraen la creación por una diosa de un hombre y una mujer en un paraíso, tomadas en la Biblia como verdades ancestrales transmitidas y narradas en la Biblia, no como datos Históricos, en absoluto, sino como fuentes fantásticas y legendarias para enviar un mensaje de principios que es lo único que se pretende en la Biblia. Atacar a la Biblia porque no todo es Historia en sí, es atacar enfurecidos a molinos de viento por nuestra no real percepción, comprensión e interpretación de los mensajes, por no detenerse nada más que en la figura o hecho real y no en lo que esta nos quiere transmitir. A lo que podemos llamar intelectualidad científica errada y voluntariamente ciega en su propia base. La materia no está por encima de los principios sino que esta adquiere significado por aquellos.
El cauce y las riberas de un río no son el río, la esencia de este es el agua aunque corra por un cauce.
Contemplando hoy una Pirámide o cualquier otro monumento o libro, lo que menos pensamos es en las piedras o en los papiros, sino en su contenido simbólico o real y en los conocimientos de transporte, modulación y sobre todo en su sabiduría contenida.
Y solo el sentido común, sin sabios científicos, si es con ellos mejor, nos lleva a la conclusión del por qué nos admiramos, interrogándonos constantemente de cómo se pudieron hacer esas obras, pero sobre todo buscamos el por qué se hicieron y lo que querían perpetuar como significado no en la piedra en sí, sino como fruto de su pensamiento, razonamiento, motivos de sus figuras e intenciones, mensaje, espiritualidad, religión u obra simplemente artística de la que quedan investidas todas las piedras. Es el espíritu quien conforma su realidad y es lo que más intentamos descifrar.
Y todo ello, no es fruto de la materia que ciertamente usan, sino que lo esencial era su amor a la sabiduría, su filosofía, y qué pensamientos y por qué querían perpetuarlos y transmitirlos. Por ello Aristóteles también razonaba: “la ciencia soberana, la ciencia superior a toda ciencia subordinada, es aquella que conoce el por qué debe hacerse cada cosa”. En consecuencia, la que no busca el por qué, y se queda solo en la materia, es ciencia subordinada. Y así dice el filósofo : “Todas las demás ciencias tienen, es cierto, más relación con nuestras necesidades que la filosofía, pero ninguna la supera”.
Y aquí, ante una Pirámide como antes tantas otras obras hay mucha ciencia, porque todo era sabiduría, ciencia perfectísima en sus cálculos, ordenamiento, estudios y mensajes reales o simbólicos
Luego la filosofía era el agua, la ciencia que moldeaba el cauce del río y daba significado a las piedras y Monumentos.
Hoy se quiere llamar ciencia solo a la que estudia la materia, como si la Filosofía nada tuviese que ver con ninguna materia, lo que antropológicamente es un ataque a lo que debe ser un estudio completo del ser humano, que no solo es materia, sino que esta es el soporte de la inteligencia, el alma, que no es materia, pero que usa de la materia, que pone a nuestro cuerpo humano a su servicio unidos en una sola persona, donde ambos son esenciales. Siendo ese espíritu, o inteligencia, raciocinio, filosofía o conocimientos y saberes, superiores por nobleza natural, a la materia.
¿La materia puede producir el espíritu, el alma que no es material? Aquí romperíamos entonces todas las leyes de la misma física que ha descubierto la primera “partícula” hecha masa en el Bosón de Higgs, pero que es materia, y por ningún resquicio aparece un “espíritu”. Y en su evolución, la materia, por su propia esencial naturaleza solo puede producir combinaciones de masa, a no ser que demos a la materia la categoría de un ser supremo, un nuevo dios material que salte de lo material a lo inmaterial, y eso nos lleva a un panteísmo erróneo y sin sentido aceptando un dios material.
…”es muy difícil al hombre llegar, dice Aristóteles, a los conocimientos más generales; como que las cosas que son objeto de ellos están mucho más lejos del alcance de los sentidos”.
Hagamos, dice Dios, al hombre a nuestra imagen y semejanza. Y esta imagen no es nuestro cuerpo material sino la memoria, entendimiento y voluntad a la que dotó, oh maravilla, de libertad plena aún contra Él. ¡¡¡Qué grandeza y responsabilidad !!!
El hombre en la creación es imagen a lo divino. Dios no podía repetirse a sí mismo, y se mostró visible en imágenes y símbolos, engarzando en cada obra suya algo de su esencia. Dios para hacer algo distinto a su esencia divina, para ensancharse a sí mismo por así decirlo, no tuvo más remedio que crear la materia y la vida. Y así todo lo que está en el cosmos y en la vida es de origen divino, necesariamente temporal, estableciéndose la relación con su Absoluto inmutable y eterno. Todo el universo es parte de su bella y grandiosa imagen. Su primera revelación, que adquiere su plenitud mediante la Palabra, el Verbo encarnado: “Todas las cosas fueron hechas por Él” y son su palabra, su cósmico natural visible libro grandioso. Y el hombre es hijo de Dios porque Cristo nos dice que nos dirijamos a Dios con estas palabras: Padre nuestro.
No devaluemos ser los reyes de la creación con un error fatídicamente fundamental, porque “así como llamamos hombre libre, dice Aristóteles, al que se pertenece a sí mismo y no tiene dueño, en igual forma esta ciencia (la Filosofía) es la única entre todas las ciencias que puede llevar el nombre de libre….. Y así con razón debe mirarse como cosa sobrehumana la posesión de esta ciencia.” Porque “Todas las demás ciencias tienen, es cierto, más relación con nuestras necesidades que la filosofía, pero ninguna la supera”. “En efecto, una ciencia que es principalmente patrimonio de Dios, y que trata de las cosas divinas, es divina entre todas las ciencias.”
Por ello Santo Tomás decía: Toda verdad, dígala quien la diga, viene del Espíritu Santo.
La verdad dicha por Agamenón es la misma que puede decir su porquero si se ajusta una u otra a un patrón de autenticidad en la única fuente de la Verdad. La Sabiduría, la Verdad absoluta y total, que debe existir, que existe necesariamente porque hay un orden perfectísimo, es, no puede ser otra, que la divina, y esta solo puede residir en Dios. Por ello, el no creyente en el Dios verdadero anda siempre buscando un dios sustituto aunque sea a través de un partícula con masa, no espíritu, sino un dios solo material, es decir, una sabiduría absoluta y total que siendo materia, puede filosofar. Es un contra natura puramente anticientífico.
“Uno de los debates culturales más serios del momento actual, escribía más arriba Angel Gutierrez, es el que mantienen entre sí el laicismo y religión. Dos fuerzas que aspiran a asumir la hegemonía cultural de nuestra sociedad, dos polos contrapuestos sobre los que gravita el pensamiento contemporáneo y en medio de estos dos frentes nos encontramos nosotros, los hombres y mujeres del siglo XXI obligados a tomar una postura en consonancia con nuestras aspiraciones personales. El humanismo sin Dios aspira a sustituir al humanismo religioso.”
Les da miedo reconocer que sus mentes no son divinas, sino que buscan, con buena voluntad o por error o maldad, lo que la divinidad constituyó desde el inicio, fuese como fuese, como el método de su creación. Al otro lado de la vertiente material no “existe” nada, solo Dios que llena espacios infinitos.
Sería un gravísimo error querer luchar contra la no materia, o quedándose solo en la energía surgida del azar, negando que Alguien allí la crease llenando el espacio como principio de su organización creacional en la que ha dejado una evolución perfectísima.
Y todo esto es lo que algunos pretenden destruir, al Dios verdadero, no quedando atónitos ante un Universo con miles de millones de Galaxias entre infinitos agujeros negros y ante la Palabra Creadora que se encarna en el niño de Belén. ¡¡¡Asombroso!!!
¿Las teorías actuales se mantendrán por los siglos de los siglos? o ¿será la Palabra de Dios la que permanezca?
---
Burdas afirmaciones de principios o errores filosóficos: El ateismo tiene como base la inexistencia de Dios, porque simplemente no puede haber un Dios. No existen los milagros por la sencilla razón de que no puede haber milagros. La vida surgió espontáneamente de la materia. El hombre viene de un primate por mera evolución natural. El orden y evolución del cosmos son productos del azar. El hombre es solo un animal más evolucionado. El hombre puede conocer naturalmente todas las verdades. El hombre no es libre. El hombre cesa de existir totalmente en la muerte. El hombre y el mundo carecen de una finalidad.
De estos principios falsos es posible deducir correctamente otras proposiciones, tan falsas como sus principios.
Fray Luis de León, ya escribía: (Sal. XI)
¡Oh, sálvame, Señor, que no hay ya bueno,
que faltan las verdades,
y no trate con quien tiene dentro el seno
lleno de falsedades!.
-----------------------------------------------------------------------
NAVIDADES, 2013
“Si hacemos fiesta cuando nace uno de nos, ¿qué haremos naciendo Dios?”
Solsticio de invierno en sol, asumimos,
y Cristo en la Historia, es Sol, esperanza,
saberes de Grecia, y Roma, asumidos,
proclaman su Reino, y con Él, alianza.
Para el que fe en Él tiene
de flores bellas se pasce,
aunque su mal a si viene
vuelve a la paz, do renace
feliz Natividad de Jesús, Año Nuevo y Santos Reyes
María, aún en la mente existencialista de Sartre, (Boriana, el hijo del trueno) escribe: “La Virgen está pálida y mira al niño. Lo que habría que pintar en su cara sería un gesto de asombro, lleno de ansiedad... Y es que Cristo es su hijo, carne de su carne y fruto de sus entrañas... Este Dios es mi niño. Esta carne divina es mi carne. Está hecho de mí. Tiene mis ojos y la forma de su boca es la de la mía. Se parece a mí. Es Dios y se parece a mí”
-
Escuchando de labios de la Madre de Dios una nana, mi villancico ¡silencio!, os felicito.
Duerme...ríe... sueña
Duerme mi niño querido- duerme mi vida y mi bien.
Duerme mi Dios escondido- duerme a mi dulce vaivén.
Duerme mientras te canto- duerme en mis brazos bebé.
Duerme mientras te arrullo- duerme en portal de Belén.
María pensaba: “Dios en mi hijo, y al darle su pecho, su leche se convertirá en sangre de Dios...” “Ninguna mujer ha disfrutado así de su Dios, para ella sola. Un Dios muy pequeñito al que puede estrechar entre los brazos y cubrir de besos. Un Dios calentito que sonríe y que respira”. “Es en uno de esos momentos cómo pintaría yo a María si fuese pintor, y trataría de plasmar el aire de atrevimiento tierno y tímido con que ella acerca el dedo pata tocar la dulce y suave piel de este niño”…“Este mundo es un derrumbe interminable, y le atenaza un temor reverencial, porque el Mesías viene a detener ese derrumbe...” “Es la esperanza”
-
Ante estos momentos de sinceridad íntima, Sartre es ateo, yo me pregunto
Materialismo de frivolidad
tal vez la historia que sí lo ha fingido,
sin esperanza mostrarse han querido
sabios, políticos ¿más, de verdad?
Esta Partícula de nuestro Dios,
veloz como una estrella sin masa
en el portal de Belén, nos abraza
para que seamos ya uno, los dos.