¿La Partícula de Dios?

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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Dom Mar 09, 2014 7:29 am

CONGREGACIÓN (PONTIFICIA) PARA LO DOCTRINA DE LA FE.
9-Marzo-2014


Prosigo con el tema de la Nueva Era porque en este documento Pontificio que hoy resumimos, a los creyentes nos refuerza no solo racionalmente, sino más bien en el sublime conocimiento de la verdad basado en la “Palabra de Dios” y no en el “rebelión de Adán” en mentes que se idolatran a ellas misma y no quieren reconocer más divinidad que su limitada razón sobre la que no admiten otra sabiduría, y terminan por intentar llevar a los hombres a la ignorancia equivoca o lucha infernal contra Dios: El siempre Adán.
No se pretende con la Nueva Era instalar una relación nueva religiosa o espiritual con un Ser Supremo personal, como ha ocurrido de mil formas en la historia desde el principio de la humanidad, sino de terminar borrando en la confusión al Absoluto necesario aún solo por lógico raciocinio o sentido común. Todo cuanto es hecho en el espacio necesita un hacedor, del mismo modo que todo cuanto hacemos los hombres necesita una inteligencia hacedora, y el hombre va descubriendo la perfección complicadísima de todo el cosmos cuyas leyes universales cósmicas o microscópicas no se pudieron dar por el azar. El Hombre, además, combina con su inteligencia, a imagen de Dios, elementos de la naturaleza para ir en un progreso evolutivo de perfección.

DECLARACIÓN DOMINUS JESUS
Resumen
Introducción

El Señor Jesús, antes de ascender al cielo, confió a sus discípulos el mandato de anunciar el Evangelio al mundo entero y bautizar a todas las naciones: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado”.
Este es el contenido de la profesión de la fe cristiana:
“Creo en un sólo Dios, Padre todopoderoso, Creador de cielo y tierra (...) Creo en un sólo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, consustancial con el Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la venida del mundo futuro.”
En relación con las tradiciones religiosas del mundo, afirma: ”La Iglesia Católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero” ... “ Todos los hombres y mujeres que son salvados participan, aunque en modos diferentes, del mismo misterio de salvación en Jesucristo...Todo diálogo comporta una actitud de comprensión y una relación de reconocimiento recíproco y de mutuo enriquecimiento, en la obediencia a la verdad...El leguaje expositivo de la Declaración responde ...a exponer nuevamente la doctrina de la fe católica... aun en la distinción entre el Reino de Dios, el Reino de Cristo y la Iglesia, subsistencia en la Iglesia Católica de la única Iglesia de Cristo.
Algunos presupuestos que obstaculizan la acogida de la verdad revelada: La actitud relativista con relación a la verdad en virtud de lo cual aquello que es verdad para algunos no lo es para otros. La mentalidad simbólica atribuida a Oriente; el subjetivismo considerando la razón como única fuente de conocimiento. La dificultad de comprender y acoger en la Historia la presencia de eventos definitivos y escatológicos. El vaciamiento metafísico del evento de la encarnación histórica del Logos eterno. El eclecticismo de quien, en la búsqueda teológica, asume ideas derivadas de diferentes contextos filosóficos y religiosos, sin preocuparse...de su compatibilidad con la verdad cristiana. La tendencia a leer e interpretar la Sagrada Escritura fuera de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia”.
En tales presupuestos...se elaboran algunas propuestas teológicas en las cuales la revelación cristiana y el misterio de Jesucristo y de la Iglesia pierden su carácter de verdad absoluta y de universalidad salvífica.

Plenitud y definitividad de la revelación de Jesucristo

Para poner remedio a esta mentalidad relativista, debe ser firmemente creída la afirmación que el Hijo de Dios encarnado es el Camino, la Verdad y la Vida. “Nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”. “En Él reside toda la plenitud de la divinidad corporalmente” (Col. 2, 9-10).” No hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo” (Tim. 6,14)
Por ello la encíclica Redemptoris missio propone nuevamente a la Iglesia la tarea de proclamar el Evangelio, como plenitud de la verdad. La Iglesia no puede dejar de proclamar el Evangelio, es decir, la plenitud de la verdad que Dios nos ha dado a conocer sobre sí mismo.
Es, por lo tanto, contraria a la fe de la Iglesia la tesis de carácter limitado, incompleto e imperfecto de la revelación de Jesucristo, que sería complementaria a la presente en las otras religiones.
Las palabras, las obras y la totalidad del evangelio histórico de Jesús, aun siendo limitadas en cuanto realidades humanas, sin embargo, tienen como fuente la Persona divina del Verbo encarnado, “verdadero Dios y verdadero hombre” y por eso llevan en sí la difinitividad y la plenitud de la revelación de las vías salvíficas de Dios, aunque la profundidad del misterio divino en sí mismo siga siendo trascendente e inagotable.
El Espíritu enseña a todos los Apóstoles, y por medio de ellos a toda la Iglesia de todos los tiempos, la “verdad completa”. ( Jn.16,13).
La fe, es ante todo, una “adhesión personal” del hombre a Dios. A Dios que revela y a la verdad revelada por Él.
La creencia en las otras religiones es esa totalidad de experiencia y pensamiento que constituyen los tesoros humanos de sabiduría y religiosidad, que el hombre, en su búsqueda de la verdad, ha ideado y creado en su referencia a lo divino y al Absoluto... experiencia religiosa todavía en búsqueda de la verdad absoluta.
El Concilio Vaticano II afirma que, "por más que discrepen en mucho de lo que ella (la Iglesia) profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella verdad que ilumina a todos los hombres”.
Los libros enteros del Antiguo y Nuevo Testamento tienen a Dios como autor....enseñan firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas letras de nuestra salvación.
Dios no deja de hacerse presente en muchos modos, no sólo en cada individuo, sino también en los pueblos, mediante sus riquezas espirituales, cuya expresión principal y esencial son las religiones, aunque contengan algunas “lagunas, insuficiencias y errores”.
(Continuará)
agustin sanchez diaz
 
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor herman » Mié Mar 12, 2014 12:37 am

montealegredelariv escribió:
"En principio, no. La ciencia estudia realidades físicas, por tanto no puede decirnos nada sobre las realidades metafísicas, que están más allá de su objeto de estudio. La ciencia tiene sus límites, algo que no comprende el cientifismo ateo"

Una demostración de que el espacio es infinito es por reducción al absurdo, "Supongamos que llegamos al límite del espacio y pretendemos sacar la mano a través de ese limite, si podemos, bueno si hubo espacio para hacerlo, sino podemos será porque ahí hay algo que lo impide y por lo tanto ahí existe un espacio".

Parafraseando ese razonamiento y aplicado a la ciencia podríamos decir Supongamos que llegamos al límite de la ciencia y pretendemos traspasar ese limite ese limite, si podemos, bueno si hubo como hacerlo y ese no era su limite, sino podemos será porque ahí hay algo que lo impide y por lo tanto ahí existe algo que debe ser objeto de estudio de la ciencia".

Por lo tanto puedo concluir que solo una definición estrecha y limitada de la ciencia puede deducir que esta no puede decirnos nada sobre la causa primera de los efectos que estudia. Tal vez en su estado publicado actual no, pero no hay nada que impida que con el suficiente desarrollo pueda hacerlo.

Intento aquí un resumen de inferencias conocidas con lo cual intento añadir algo que considero crucial.

La realidad puede ser objeto de divisiones para su estudio, propongo dividirla en realidad relativa y realidad no relativa a la que también podemos llamar absoluta. Si considero a toda la realidad relativa como un solo ente, y aplicando su propiedad principal implícita por definición para su sustento debe reconocerse que debe estar relacionada con otro ente que no puede pertenecer al ente relativo, porque un ente relativo no puede encontrar referencia apropiada en si mismo, por lo tanto ese ente relativo debe estar relacionado con un ente no relativo, y a este ente no relativo lo llamamos ente absoluto, o ser absoluto.

Hasta aquí he pretendido demostrar la validez de la consideración del ser absoluto desde el unto de vista filosófico por usar un razonamiento, y por el hecho de partir del discernimiento sobre realidades relativas de las cuales tenemos experiencia puedo decir que este argumento se podría considerar científico.

Las religiones suelen relacionar a este Ser absoluto con Dios, Las características que se reconozcan como propias de Dios en otros ámbitos no voy a analizarlas aquí porque escapan al propósito de este comentario.

Si alguien considera que es apropiado copiar este comentario tal y cual en otro sitio en principio pido que lo haga.
herman
 
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor herman » Mié Mar 12, 2014 12:37 am

montealegredelariv escribió:
"En principio, no. La ciencia estudia realidades físicas, por tanto no puede decirnos nada sobre las realidades metafísicas, que están más allá de su objeto de estudio. La ciencia tiene sus límites, algo que no comprende el cientifismo ateo"

Una demostración de que el espacio es infinito es por reducción al absurdo, "Supongamos que llegamos al límite del espacio y pretendemos sacar la mano a través de ese limite, si podemos, bueno si hubo espacio para hacerlo, sino podemos será porque ahí hay algo que lo impide y por lo tanto ahí existe un espacio".

Parafraseando ese razonamiento y aplicado a la ciencia podríamos decir Supongamos que llegamos al límite de la ciencia y pretendemos traspasar ese limite ese limite, si podemos, bueno si hubo como hacerlo y ese no era su limite, sino podemos será porque ahí hay algo que lo impide y por lo tanto ahí existe algo que debe ser objeto de estudio de la ciencia".

Por lo tanto puedo concluir que solo una definición estrecha y limitada de la ciencia puede deducir que esta no puede decirnos nada sobre la causa primera de los efectos que estudia. Tal vez en su estado publicado actual no, pero no hay nada que impida que con el suficiente desarrollo pueda hacerlo.

Intento aquí un resumen de inferencias conocidas con lo cual intento añadir algo que considero crucial.

La realidad puede ser objeto de divisiones para su estudio, propongo dividirla en realidad relativa y realidad no relativa a la que también podemos llamar absoluta. Si considero a toda la realidad relativa como un solo ente, y aplicando su propiedad principal implícita por definición para su sustento debe reconocerse que debe estar relacionada con otro ente que no puede pertenecer al ente relativo, porque un ente relativo no puede encontrar referencia apropiada en si mismo, por lo tanto ese ente relativo debe estar relacionado con un ente no relativo, y a este ente no relativo lo llamamos ente absoluto, o ser absoluto.

Hasta aquí he pretendido demostrar la validez de la consideración del ser absoluto desde el unto de vista filosófico por usar un razonamiento, y por el hecho de partir del discernimiento sobre realidades relativas de las cuales tenemos experiencia puedo decir que este argumento se podría considerar científico.

Las religiones suelen relacionar a este Ser absoluto con Dios, Las características que se reconozcan como propias de Dios en otros ámbitos no voy a analizarlas aquí porque escapan al propósito de este comentario.

Si alguien considera que es apropiado copiar este comentario tal y cual en otro sitio en principio pido que lo haga.
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Lun Mar 24, 2014 7:21 am

24-Marzo-2014
Respuesta a Herman: montealegredelariv escribió:
"En principio, no. La ciencia estudia realidades físicas, por tanto no puede decirnos nada sobre las realidades metafísicas, que están más allá de su objeto de estudio. La ciencia tiene sus límites, algo que no comprende el cientifismo ateo
---
Herman:
Comprendo Herman tu razonamiento porque el diccionario define a la ciencia como: “Conocimiento profundo-conjunto de conocimientos objetivos acerca de la naturaleza, la sociedad, el hombre y su pensamiento-”. Y como consecuencia abarca no solo lo material sino también una parte absolutamente necesaria para que resulte patente lo que hace esa materia pensante, intelectiva, racional y creadora, como es la poesía, el lenguaje, la literatura y todo obra artística que no serían posibles sin el intelecto humano, a cuyo compendio llamaremos FILOSOFÍA con sus diversas ramas capaces de manifestar lo que la materia sola no podría realizar.
Resultando que el ser humano es importante precisamente por esas facultades y que todas son propias de la CIENCIA HUMANA. Y por ello el diccionario hace mención a la sociedad, al hombre y a su pensamiento, todos son conceptos, pero hechos reales.
Resultando que el “cientifismo ateo” queriendo elevar al hombre pretende negarle lo que en él hay absolutamente necesario y excepcional: su espiritualidad manifestada desde sus orígenes, y eso es histórico y no puede dejarlo la ciencia al margen de la realidad aunque no pueda fraccionarlo y estudiarlo en un laboratorio, pero es HUMANO porque somos partícula creada a imagen de Dios, lo que nos conduce a la Historia, a la Filosofía y a la Revelación de ese mismo Dios, sobre todo por la presencia física de Jesucristo Camino, Verdad y Vida que configura una sociedad, al hombre y su pensamiento.
----

La Partícula de Dios
24-Marzo-2014
Continuación de la Dominus Jesús.

El Logos encarnado y el Espíritu Santo en la obra de la salvación.

A menudo emerge un acercamiento a Jesús de Nazaret como si fuese una figura histórica particular y finita...Él sería uno de tantos rostros que el Logos habría asumido en el curso del tiempo...proponen una economía del Verbo eterno válida también fuera de la Iglesia y sin relación a ella, y una economía del Verbo encarnado. La primera tendría una plusvalía de universalidad...la segunda, limitada solamente a los cristianos donde la presencia de Dios sería más plena.
Estas tesis contrastan profundamente con la fe cristiana...Jesús de Nazaret, hijo de María, y solamente Él, es el Hijo y el Verbo del Padre...Dios tuvo a bien hacer residir en Él toda la plenitud, y reconciliar con Él y para Él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz lo que hay en la tierra y en los cielos (Col. 1, 13-20). Consustancial con el Padre en cuanto a la divinidad, y consustancial con nosotros en cuanto a la humanidad.
Juan Pablo II ha declarado: Es contrario a la fe cristiana introducir cualquier separación entre el Verbo y Jesucristo.
Es también contrario a la fe católica introducir una separación entre la acción salvífica del Logos en cuanto tal, y la del Verbo hecho carne....el único sujeto que obra en las dos naturalezas, divina y humana, es la única persona del Verbo.
Debe ser firmemente creída la doctrina sobre la unicidad de la economía salvífica querida por Dios Uno y Trino, cuya fuente y centro es el misterio de la encarnación del Verbo, mediador de la gracia divina en el plan de la Creación y de la redención... nos ha elegido en Él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor. (Ef.1,11)

La fe católica considera la encarnación salvífica del Verbo como un evento trinitario.
La presencia y la actividad del Espíritu no afectan únicamente a los individuos, sino también a la sociedad, a la Historia, a los pueblos, a las culturas y a las religiones.
Todo lo que el Espíritu obra en los hombres y en la historia de los pueblos, así como en las culturas y religiones, tiene un papel de preparación evangélica, y no puede menos de referirse a Cristo, para que hombre perfecto, salvara a todos y recapitulara todas las cosas.

Unicidad y universalidad del Misterio salvífico de Jesucristo
Jesucristo, Hijo de Dios, Señor y único salvador, en su evento de encarnación, muerte y resurrección, ha llevado a cumplimiento la historia de la salvación, que tiene en Él su plenitud y su centro.
“He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. (Jn. 1,29).” Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve”... “y los hombres lleguen al conocimiento pleno de la verdad”.
“No ha sido dado bajo el cielo a la Humanidad otro nombre en el que sea posible salvarse (Hch. 4, 12)
Meditando sobre la presencia de otras experiencias religiosas no cristianas y sobre su significado en el plan salvífico de Dios, la teología está hoy invitada a explorar si es posible, y en qué medida, que también figuras y elementos positivos de otras religiones puedan entrar en el plan divino de la salvación... Sin embargo cobran significado y valor “únicamente” por la mediación de Cristo y no pueden ser entendidas como paralelas y complementarias.
Serán contrarias a la fe cristiana y católica aquellas propuestas de solución que contemplen una acción salvífica de Dios fuera de la única mediación de Cristo. Jesús es el Verbo de Dios hecho hombre para la salvación de todos. El Señor es el fin de la historia humana. Es precisamente esta singularidad única de Cristo la que le confiere un significado absoluto y universal
“Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el último, el Principio y el Fin” ( Ap. 22,13).

Unicidad y unidad de la Iglesia
Jesucristo en efecto, continúa su presencia y su obra de salvación en la Iglesia y a través de la Iglesia. Cristo y la Iglesia no se pueden confundir pero tampoco separar, y constituyen un único Cristo total. La Iglesia como esposa de Cristo. Una sola Iglesia católica y apostólica. Esta Iglesia, constituida y ordenada en este mundo, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él. En las Comunidades eclesiales separadas de la Iglesia Católica su eficacia deriva de la misma plenitud de gracia y verdad que fue confiada a la Iglesia católica. Si bien falta la plena comunión con la Iglesia católica al rehusar la doctrina católica del Primado, que por voluntad de Dios posee.
Las Comunidades eclesiales que no han conservado el Episcopado válido y la genuina e integra sustancia del misterio eucarístico, no son Iglesia en sentido propio; sin embargo, los bautizados en estas Comunidades, por el Bautismo han sido incorporados a Cristo, y por lo tanto, están en una cierta comunión, si bien imperfecta, con la Iglesia...pero...no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación.

Iglesia, Reino de Dios y Reino de Cristo
La misión de la Iglesia es anunciar el reino de Cristo y de Dios. La Iglesia es sacramento, esto es, signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano. El reino de Dios tiene, en efecto, una dimensión escatológica: Es una realidad presente en el tiempo, pero su definitiva realización llegará con el fin y el cumplimiento de la Historia.
El reino de Dios que conocemos por la revelación, no puede ser separado ni de Cristo ni de la Iglesia. No se debe excluir la obra de Cristo y del Espíritu Santo fuera de los confines visibles de la Iglesia. Trabajar por el Reino quiere decir y favorecer el dinamismo, que está presente en la historia humana y la transforma. Construir el Reino significa trabajar por la liberación del mal en todas sus formas. El Reino de Dios es la manifestación y la realización de su designio de salvación en toda su plenitud.
agustin sanchez diaz
 
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Sab Abr 12, 2014 5:32 pm

LA SEMANA SANTA, LA CREACIÓN Y LA REDENCIÓN EN EL GÉNESIS

¿Por qué repito en mis escritos el tema PARTÍCULA DE DIOS?
Sencillamente porque el Génesis que leemos estos días de Semana Santa, contiene la “Creación de la materia y la Redención del género humano.” Y ese Cristo que Procesionamos es NADA MENOS al que encargó el Padre la Creación y después lo vemos azotado, coronado Rey de Burlas y morir en una Cruz. ¡Estremecedor nuestro comportamiento!

Del mundo finito, limitado, como materia, nos dice el Génesis: “era un caos informe, sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas”. Referente al caos es confirmado por la ciencia, siendo todo al modo de partículas evolutivas entre el fuego de los volcanes alternado con grandes ciclos glaciales.
Pudo hacerlo de otra forma, pero fue creado así.
Mas al comparar concepto finito con el concepto Infinito, uno es con finitud, límite, y el otro difícilmente definible, es eternidad, y aún, por ser tan inmenso lo finito, seguimos descubriendo su expansión y cuanto una Sabiduría ha empleado en su evolución sujeta a unas normas universales ordenadísimas e inmutables.
En la primera partícula del Bing Bang ya estaba Cristo como la Palabra creadora, “todo existió, nos dice Juan, por medio de ella y sin ella nada existió de cuanto existe”.
Pero no todos lo admiten porque “las tinieblas no la reconocieron”. “Pero a los que la acogieron, a los que creen en ella les hizo capaces de ser hijos de Dios”. (Juan.1) .
Y es Palabra de Dios.
Después, en la plenitud de los tiempos, griego y romano, Cristo se hace “partícula de Dios al hacerse hombre, asume nuestra naturaleza.
¡Gran misterio! ¡Realmente materia y en ella la esencia divina!

La Iglesia es también partícula de Dios, su permanencia en la Eucaristía testifica que en un trocito de pan entre los hombres, nos asume Dios en él, habita en nosotros. Y así, el hombre con el mismo Dios, juntos en su Cena donde Él nos revela su Evangelio, Buena nueva, que se ofrece hasta los confines del mundo.
De donde se desprende que el Sacerdocio sacramental en cada pueblo, es partícula de Dios. Otro Cristo lo llama
Pio XI.
El Papa o Santo Padre para dar realidad a la Institución de la Iglesia: Cuerpo (de Cristo), es el “dulce Cristo visible” como Autoridad, Gobierno y Doctrina. “El que a vosotros oye a mí me oye”” Y tu eres Pedro y sobre esta piedra yo edificaré mi Iglesia”. Todos ladrillos, partículas del Edificio de Dios en su Creación y Redención.

Todo hombre, es del mismo modo partícula de Dios, hecho a su imagen intelectiva en progresión evolutiva de perfección y conocimientos y por esto el hombre debía tener su limitada inteligencia, sumisa a Él.
La Biblia nos dice que el hombre, al ser humano, Dios le da algo que no poseen los animales: su Imagen y semejanza. El ser humano no es humano solo por tener un cuerpo, lo específico del ser humano acaece en él cuando el Espíritu de Dios lo inhabita, y lo hace apto para ser intelectualidad razonada. ¿En qué momento de nuestra historia humana ocurrió esa inhabitación plena? ¿El hombre fue una especie distinta o surgió de otro animal? No todos están de acuerdo.
Pero esta imagen de Dios, al verse tan grande y superior ante los animales, porque “el Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén, para que lo guardara y lo cultivara”, olvida que “puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol de conocer el bien y el mal no comas; porque el día en que comas de él, tendrás que morir”.
Dios había creado todo con gran armonía y bondad y que, por lo tanto, no hay en la mente de Dios ningún propósito negativo. ¿Por qué eligió Dios darnos la libertad? Porque era lo más digno para el hombre a pesar de sus consecuencias. ¿Quién se imagina un mudo sin libertad?

El árbol de conocer el bien y el mal nos lleva a entender que, la gran tentación del ser humano y su perdición, es querer eliminar a Dios. Y de aquí el dialogo entre Eva y la serpiente. “Nada de pena de muerte, dice la serpiente, lo que pasa es que Dios sabe que en cuando comáis de él, se os abrirán los ojos y seréis como Dios.”.
De aquí nace que el hombre debe morir, porque el hombre quiere ser Dios. Y el Señor Dios dijo a la serpiente “maldita tú entre todos los animales”. “Pongo hostilidades entre ti y la mujer, entre su linaje y el tuyo” y él, (su linaje), herirá tu cabeza”.
No solo se anuncia una nueva Eva: María, principio de la Redención a quien no podrá tocar la serpiente sino que será su linaje, Jesús, su hijo, el que herirá tu cabeza”
Eh aquí el por qué de la Semana Santa. Una nueva creación de redención anunciada en el Génesis. Jesús como hombre también debe morir, no por su pecado, sino porque desde el principio de los tiempos se ofreció al Padre para cargar con las culpas de toda la humanidad y para ello tenía que hacerse hombre mortal.
Y no es solo un relato en un poema con profunda doctrina de algo que sucedió, es que cada uno de nosotros, hoy, quisiéramos ser la única medida de nuestros actos negando aún la existencia de Dios. Y aunque Dios es sobre todo amor, su esencia Divina le exige ser justo. Y para eso Cristo se ofrece al Padre para poder ofrecer a Dios una recompensa de valor infinito ante tan infinita ofensa, cosa que sin él habría sido imposible. Jesús lo dice: Sin mí nada podeis hacer. ¿Por qué nos ama tanto?
Y esa imagen de Dios, a quien no quitó la inteligencia, ni la memoria ni la voluntad ha llegado ya hasta hoy, a remontarse en los arcanos del espacio para encontrar aquella onda expansiva del primer momento de la existencia de la materia, (miles de millones de años del Bing Bang) más sigue en el error de querer eliminar ser imagen y convertirse en Dios, expulsar a Dios.
Todo el pensamiento y ciencia humana, actos humanos intelectivos, solo son partículas, participaciones de la Ciencia Divina con la que descubrimos los secretos de su Sabiduría, y nada podemos “crear” porque cuanto hacemos es, o usar de la materia combinándola, aún en la formación del genoma humano en laboratorio, o actos del pensamiento con el que podemos libar cuanto de bello y sublime hay en la naturaleza y puede expresar con palabras nuestra inteligencia.
Nuestra naturaleza, por la disposición fantástica evolutiva, así lo quiso Dios después de nuestra osadía de querer ser Dios, no es más que un conjunto de partículas en crecimiento y multiplicación admirable ya con su destino de reproducción y muerte.
Nuestras manifestaciones en obras arquitectónicas o literarias en todas sus facetas perfeccionándolas en el tiempo, no son más que obras propias de una naturaleza inhabitada por el Espíritu de Dios. Desde el origen existe el culto a los espíritus y los dioses porque creían en un más allá después de esta vida. No es un invento de la Iglesia.
Los mismos puros animales, como los gérmenes y las plantas, manifiestan que la vida es esa inhabitación de una fuente necesaria de VIDA en grado muy inferior y diverso al hombre pero que la supera, perfeccionando la materia.
Partícula es: cada una de las partes constitutivas del átomo, como el fotón, el electrón, el positrón, el mesotrón, el neutrón y el protón. (Diccionario). Todo un pequeño mundo en ordenadísima proporción que no puede resultar del azar, sin más. La misma sabiduría que ordenó la formación de las galaxias tenía que ordenar muy exacta y sabiamente los elementos de la materia más pequeños, a los que añade, a cada uno, un nivel de vida.
Y en la cúspide, Dios colocó al hombre que, dotado de los mismos órganos de los animales, con diferencia de la racionalidad en el hombre: imagen de Dios, pero todos con fantástica organización, con miles de millones de conexiones sincronizadas, nos hablan, no del “azar, sino de una Sabiduría, de una Inteligencia Infinita Organizadora.

Terminemos con R. Tagore, espíritu abierto a la luz de la naturaleza ante un Dios que nos creemos ausente cuando es el origen y la subsistencia de todo ser.
“Permíteme, Dios mío que mis sentidos se dilaten sin fin, en una salutación a Ti, y toquen este mundo a tus pies”.
“…. que todas mis canciones unan un acento diverso en una sola corriente, y se derramen en el mar del silencio en una salutación a Ti.

Y así Juan de la Cruz: “Mi amado, las montañas, los valles solitarios nemerosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos el silbo de los aires amorosos”
“Olvido de lo criado, memoria del Creador, atención a lo interior y estarse amando al amado”.
---
Y así, al ver por nuestras calles las imágenes de Cristo, PALABRA CREADORA y la SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD anunciada por Profetas, acompañado con las lágrimas de la Madre, no olvidemos que la Redención estaba anunciada desde las primeras páginas de la Biblia.
Dios con su Palabra (Jesús) crea, y Dios con su Hijo (Jesús) Redime.
¿ Y lo crucificamos?
¿No es lógico verle aclamado ya sobre nuestros hombros ensalzado por las calles?
agustin sanchez diaz
 
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor eduarod » Dom Abr 13, 2014 1:04 pm

Estimado en Cristo agustin:

Algunos puntos respecto a tu último mensaje:

1. En general "coqueteas" mucho con nociones que se asemejan mucho a la noción del Cristo cósmico de Teilhard de Chardin, y aunque el Papa Emérito Benedicto XVI en diversas obras ha mostrado que hay una manera recta y constructiva de entender los aspectos básicos de esa noción, es preciso señalar también que es un camino MUY riesgoso en el que la tentación del panteismo está a tan solo un paso, tentación de la que el propio Teilhard no se pudo librar, por lo que incurrió en una serie de errores graves que el propio Benedicto XVI denuncia también y que, en su momento, fueron motivo de que tales errores fueran condenados por el Santo Oficio. Si hay aspectos positivos, es, evidentemente, posible leer tales obras y manejar tales conceptos de una manera ortodoxa (que acabaría, por necesidad, siendo DISTINTA a la de Teilhard en aspectos MUY fundamentales, ya que él se equivocó en aspectos medulares). Pero cribar la verdad del error en Teilhard no es nada sencillo, porque en ocasiones se entrelazan de manera muy estrecha, razón por la cual el Santo Oficio en su momento recomendó más bien evitar la lectura de la obra de Pierre Teilhard. Ahora bien, aunque la influencia del pensamiento de Teilhard es muy evidente en tus escritos, la verdad no me parece que sea por influencia directa, es decir, no me parece que escribas directamente influenciado por la obra de Teilhard, sino es más probable que hayas recibido esa influencia de manera indirecta, ya sustancialmente purificada de los errores más serios, tus expresiones, en general, son mucho más ortodoxas, y, sin embargo, no completamente libres de error, aunque en tu caso son más lo que podríamos llamar "insinuaciones" o "esbozos" más que aseveraciones radicalmente erroneas.
agustin sanchez diaz escribió:

Todo hombre, es del mismo modo partícula de Dios, hecho a su imagen intelectiva en progresión evolutiva de perfección y conocimientos y por esto el hombre debía tener su limitada inteligencia, sumisa a Él.
La Biblia nos dice que el hombre, al ser humano, Dios le da algo que no poseen los animales: su Imagen y semejanza. El ser humano no es humano solo por tener un cuerpo, lo específico del ser humano acaece en él cuando el Espíritu de Dios lo inhabita, y lo hace apto para ser intelectualidad razonada. ¿En qué momento de nuestra historia humana ocurrió esa inhabitación plena? ¿El hombre fue una especie distinta o surgió de otro animal? No todos están de acuerdo.
Pero esta imagen de Dios, al verse tan grande y superior ante los animales, porque “el Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén, para que lo guardara y lo cultivara”, olvida que “puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol de conocer el bien y el mal no comas; porque el día en que comas de él, tendrás que morir”.
Dios había creado todo con gran armonía y bondad y que, por lo tanto, no hay en la mente de Dios ningún propósito negativo. ¿Por qué eligió Dios darnos la libertad? Porque era lo más digno para el hombre a pesar de sus consecuencias. ¿Quién se imagina un mudo sin libertad?

El árbol de conocer el bien y el mal nos lleva a entender que, la gran tentación del ser humano y su perdición, es querer eliminar a Dios. Y de aquí el dialogo entre Eva y la serpiente. “Nada de pena de muerte, dice la serpiente, lo que pasa es que Dios sabe que en cuando comáis de él, se os abrirán los ojos y seréis como Dios.”.
De aquí nace que el hombre debe morir, porque el hombre quiere ser Dios. Y el Señor Dios dijo a la serpiente “maldita tú entre todos los animales”. “Pongo hostilidades entre ti y la mujer, entre su linaje y el tuyo” y él, (su linaje), herirá tu cabeza”.
No solo se anuncia una nueva Eva: María, principio de la Redención a quien no podrá tocar la serpiente sino que será su linaje, Jesús, su hijo, el que herirá tu cabeza”
Eh aquí el por qué de la Semana Santa. Una nueva creación de redención anunciada en el Génesis. Jesús como hombre también debe morir, no por su pecado, sino porque desde el principio de los tiempos se ofreció al Padre para cargar con las culpas de toda la humanidad y para ello tenía que hacerse hombre mortal.
Y no es solo un relato en un poema con profunda doctrina de algo que sucedió, es que cada uno de nosotros, hoy, quisiéramos ser la única medida de nuestros actos negando aún la existencia de Dios. Y aunque Dios es sobre todo amor, su esencia Divina le exige ser justo. Y para eso Cristo se ofrece al Padre para poder ofrecer a Dios una recompensa de valor infinito ante tan infinita ofensa, cosa que sin él habría sido imposible. Jesús lo dice: Sin mí nada podeis hacer. ¿Por qué nos ama tanto?
Y esa imagen de Dios, a quien no quitó la inteligencia, ni la memoria ni la voluntad ha llegado ya hasta hoy, a remontarse en los arcanos del espacio para encontrar aquella onda expansiva del primer momento de la existencia de la materia, (miles de millones de años del Bing Bang) más sigue en el error de querer eliminar ser imagen y convertirse en Dios, expulsar a Dios.
Todo el pensamiento y ciencia humana, actos humanos intelectivos, solo son partículas, participaciones de la Ciencia Divina con la que descubrimos los secretos de su Sabiduría, y nada podemos “crear” porque cuanto hacemos es, o usar de la materia combinándola, aún en la formación del genoma humano en laboratorio, o actos del pensamiento con el que podemos libar cuanto de bello y sublime hay en la naturaleza y puede expresar con palabras nuestra inteligencia.
Nuestra naturaleza, por la disposición fantástica evolutiva, así lo quiso Dios después de nuestra osadía de querer ser Dios, no es más que un conjunto de partículas en crecimiento y multiplicación admirable ya con su destino de reproducción y muerte.
Nuestras manifestaciones en obras arquitectónicas o literarias en todas sus facetas perfeccionándolas en el tiempo, no son más que obras propias de una naturaleza inhabitada por el Espíritu de Dios. Desde el origen existe el culto a los espíritus y los dioses porque creían en un más allá después de esta vida. No es un invento de la Iglesia.
Los mismos puros animales, como los gérmenes y las plantas, manifiestan que la vida es esa inhabitación de una fuente necesaria de VIDA en grado muy inferior y diverso al hombre pero que la supera, perfeccionando la materia.
Partícula es: cada una de las partes constitutivas del átomo, como el fotón, el electrón, el positrón, el mesotrón, el neutrón y el protón. (Diccionario). Todo un pequeño mundo en ordenadísima proporción que no puede resultar del azar, sin más. La misma sabiduría que ordenó la formación de las galaxias tenía que ordenar muy exacta y sabiamente los elementos de la materia más pequeños, a los que añade, a cada uno, un nivel de vida.
Y en la cúspide, Dios colocó al hombre que, dotado de los mismos órganos de los animales, con diferencia de la racionalidad en el hombre: imagen de Dios, pero todos con fantástica organización, con miles de millones de conexiones sincronizadas, nos hablan, no del “azar, sino de una Sabiduría, de una Inteligencia Infinita Organizadora.

Terminemos con R. Tagore, espíritu abierto a la luz de la naturaleza ante un Dios que nos creemos ausente cuando es el origen y la subsistencia de todo ser.
“Permíteme, Dios mío que mis sentidos se dilaten sin fin, en una salutación a Ti, y toquen este mundo a tus pies”.
“…. que todas mis canciones unan un acento diverso en una sola corriente, y se derramen en el mar del silencio en una salutación a Ti.

Y así Juan de la Cruz: “Mi amado, las montañas, los valles solitarios nemerosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos el silbo de los aires amorosos”
“Olvido de lo criado, memoria del Creador, atención a lo interior y estarse amando al amado”.
---
Y así, al ver por nuestras calles las imágenes de Cristo, PALABRA CREADORA y la SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD anunciada por Profetas, acompañado con las lágrimas de la Madre, no olvidemos que la Redención estaba anunciada desde las primeras páginas de la Biblia.
Dios con su Palabra (Jesús) crea, y Dios con su Hijo (Jesús) Redime.
¿ Y lo crucificamos?
¿No es lógico verle aclamado ya sobre nuestros hombros ensalzado por las calles?
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor eduarod » Dom Abr 13, 2014 1:04 pm

Estimado en Cristo agustin:

Algunos puntos respecto a tu último mensaje:

1. En general "coqueteas" mucho con nociones que se asemejan mucho a la noción del Cristo cósmico de Teilhard de Chardin, y aunque el Papa Emérito Benedicto XVI en diversas obras ha mostrado que hay una manera recta y constructiva de entender los aspectos básicos de esa noción, es preciso señalar también que es un camino MUY riesgoso en el que la tentación del panteismo está a tan solo un paso, tentación de la que el propio Teilhard no se pudo librar, por lo que incurrió en una serie de errores graves que el propio Benedicto XVI denuncia también y que, en su momento, fueron motivo de que tales errores fueran condenados por el Santo Oficio. Si hay aspectos positivos, es, evidentemente, posible leer tales obras y manejar tales conceptos de una manera ortodoxa (que acabaría, por necesidad, siendo DISTINTA a la de Teilhard en aspectos MUY fundamentales, ya que él se equivocó en aspectos medulares). Pero cribar la verdad del error en Teilhard no es nada sencillo, porque en ocasiones se entrelazan de manera muy estrecha, razón por la cual el Santo Oficio en su momento recomendó más bien evitar la lectura de la obra de Pierre Teilhard. Ahora bien, aunque la influencia del pensamiento de Teilhard es muy evidente en tus escritos, la verdad no me parece que sea por influencia directa, es decir, no me parece que escribas directamente influenciado por la obra de Teilhard, sino es más probable que hayas recibido esa influencia de manera indirecta, ya sustancialmente purificada de los errores más serios, tus expresiones, en general, son mucho más ortodoxas, y, sin embargo, no completamente libres de error, aunque en tu caso son más lo que podríamos llamar "insinuaciones" o "esbozos" más que aseveraciones radicalmente erroneas.
agustin sanchez diaz escribió:

Todo hombre, es del mismo modo partícula de Dios, hecho a su imagen intelectiva en progresión evolutiva de perfección y conocimientos y por esto el hombre debía tener su limitada inteligencia, sumisa a Él.
La Biblia nos dice que el hombre, al ser humano, Dios le da algo que no poseen los animales: su Imagen y semejanza. El ser humano no es humano solo por tener un cuerpo, lo específico del ser humano acaece en él cuando el Espíritu de Dios lo inhabita, y lo hace apto para ser intelectualidad razonada. ¿En qué momento de nuestra historia humana ocurrió esa inhabitación plena? ¿El hombre fue una especie distinta o surgió de otro animal? No todos están de acuerdo.
Pero esta imagen de Dios, al verse tan grande y superior ante los animales, porque “el Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén, para que lo guardara y lo cultivara”, olvida que “puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol de conocer el bien y el mal no comas; porque el día en que comas de él, tendrás que morir”.
Dios había creado todo con gran armonía y bondad y que, por lo tanto, no hay en la mente de Dios ningún propósito negativo. ¿Por qué eligió Dios darnos la libertad? Porque era lo más digno para el hombre a pesar de sus consecuencias. ¿Quién se imagina un mudo sin libertad?

El árbol de conocer el bien y el mal nos lleva a entender que, la gran tentación del ser humano y su perdición, es querer eliminar a Dios. Y de aquí el dialogo entre Eva y la serpiente. “Nada de pena de muerte, dice la serpiente, lo que pasa es que Dios sabe que en cuando comáis de él, se os abrirán los ojos y seréis como Dios.”.
De aquí nace que el hombre debe morir, porque el hombre quiere ser Dios. Y el Señor Dios dijo a la serpiente “maldita tú entre todos los animales”. “Pongo hostilidades entre ti y la mujer, entre su linaje y el tuyo” y él, (su linaje), herirá tu cabeza”.
No solo se anuncia una nueva Eva: María, principio de la Redención a quien no podrá tocar la serpiente sino que será su linaje, Jesús, su hijo, el que herirá tu cabeza”
Eh aquí el por qué de la Semana Santa. Una nueva creación de redención anunciada en el Génesis. Jesús como hombre también debe morir, no por su pecado, sino porque desde el principio de los tiempos se ofreció al Padre para cargar con las culpas de toda la humanidad y para ello tenía que hacerse hombre mortal.
Y no es solo un relato en un poema con profunda doctrina de algo que sucedió, es que cada uno de nosotros, hoy, quisiéramos ser la única medida de nuestros actos negando aún la existencia de Dios. Y aunque Dios es sobre todo amor, su esencia Divina le exige ser justo. Y para eso Cristo se ofrece al Padre para poder ofrecer a Dios una recompensa de valor infinito ante tan infinita ofensa, cosa que sin él habría sido imposible. Jesús lo dice: Sin mí nada podeis hacer. ¿Por qué nos ama tanto?
Y esa imagen de Dios, a quien no quitó la inteligencia, ni la memoria ni la voluntad ha llegado ya hasta hoy, a remontarse en los arcanos del espacio para encontrar aquella onda expansiva del primer momento de la existencia de la materia, (miles de millones de años del Bing Bang) más sigue en el error de querer eliminar ser imagen y convertirse en Dios, expulsar a Dios.
Todo el pensamiento y ciencia humana, actos humanos intelectivos, solo son partículas, participaciones de la Ciencia Divina con la que descubrimos los secretos de su Sabiduría, y nada podemos “crear” porque cuanto hacemos es, o usar de la materia combinándola, aún en la formación del genoma humano en laboratorio, o actos del pensamiento con el que podemos libar cuanto de bello y sublime hay en la naturaleza y puede expresar con palabras nuestra inteligencia.
Nuestra naturaleza, por la disposición fantástica evolutiva, así lo quiso Dios después de nuestra osadía de querer ser Dios, no es más que un conjunto de partículas en crecimiento y multiplicación admirable ya con su destino de reproducción y muerte.
Nuestras manifestaciones en obras arquitectónicas o literarias en todas sus facetas perfeccionándolas en el tiempo, no son más que obras propias de una naturaleza inhabitada por el Espíritu de Dios. Desde el origen existe el culto a los espíritus y los dioses porque creían en un más allá después de esta vida. No es un invento de la Iglesia.
Los mismos puros animales, como los gérmenes y las plantas, manifiestan que la vida es esa inhabitación de una fuente necesaria de VIDA en grado muy inferior y diverso al hombre pero que la supera, perfeccionando la materia.
Partícula es: cada una de las partes constitutivas del átomo, como el fotón, el electrón, el positrón, el mesotrón, el neutrón y el protón. (Diccionario). Todo un pequeño mundo en ordenadísima proporción que no puede resultar del azar, sin más. La misma sabiduría que ordenó la formación de las galaxias tenía que ordenar muy exacta y sabiamente los elementos de la materia más pequeños, a los que añade, a cada uno, un nivel de vida.
Y en la cúspide, Dios colocó al hombre que, dotado de los mismos órganos de los animales, con diferencia de la racionalidad en el hombre: imagen de Dios, pero todos con fantástica organización, con miles de millones de conexiones sincronizadas, nos hablan, no del “azar, sino de una Sabiduría, de una Inteligencia Infinita Organizadora.

Terminemos con R. Tagore, espíritu abierto a la luz de la naturaleza ante un Dios que nos creemos ausente cuando es el origen y la subsistencia de todo ser.
“Permíteme, Dios mío que mis sentidos se dilaten sin fin, en una salutación a Ti, y toquen este mundo a tus pies”.
“…. que todas mis canciones unan un acento diverso en una sola corriente, y se derramen en el mar del silencio en una salutación a Ti.

Y así Juan de la Cruz: “Mi amado, las montañas, los valles solitarios nemerosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos el silbo de los aires amorosos”
“Olvido de lo criado, memoria del Creador, atención a lo interior y estarse amando al amado”.
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Y así, al ver por nuestras calles las imágenes de Cristo, PALABRA CREADORA y la SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD anunciada por Profetas, acompañado con las lágrimas de la Madre, no olvidemos que la Redención estaba anunciada desde las primeras páginas de la Biblia.
Dios con su Palabra (Jesús) crea, y Dios con su Hijo (Jesús) Redime.
¿ Y lo crucificamos?
¿No es lógico verle aclamado ya sobre nuestros hombros ensalzado por las calles?
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor eduarod » Dom Abr 13, 2014 1:04 pm

Estimado en Cristo agustin:

Algunos puntos respecto a tu último mensaje:

1. En general "coqueteas" mucho con nociones que se asemejan mucho a la noción del Cristo cósmico de Teilhard de Chardin, y aunque el Papa Emérito Benedicto XVI en diversas obras ha mostrado que hay una manera recta y constructiva de entender los aspectos básicos de esa noción, es preciso señalar también que es un camino MUY riesgoso en el que la tentación del panteismo está a tan solo un paso, tentación de la que el propio Teilhard no se pudo librar, por lo que incurrió en una serie de errores graves que el propio Benedicto XVI denuncia también y que, en su momento, fueron motivo de que tales errores fueran condenados por el Santo Oficio. Si hay aspectos positivos, es, evidentemente, posible leer tales obras y manejar tales conceptos de una manera ortodoxa (que acabaría, por necesidad, siendo DISTINTA a la de Teilhard en aspectos MUY fundamentales, ya que él se equivocó en aspectos medulares). Pero cribar la verdad del error en Teilhard no es nada sencillo, porque en ocasiones se entrelazan de manera muy estrecha, razón por la cual el Santo Oficio en su momento recomendó más bien evitar la lectura de la obra de Pierre Teilhard. Ahora bien, aunque la influencia del pensamiento de Teilhard es muy evidente en tus escritos, la verdad no me parece que sea por influencia directa, es decir, no me parece que escribas directamente influenciado por la obra de Teilhard, sino es más probable que hayas recibido esa influencia de manera indirecta, ya sustancialmente purificada de los errores más serios, pues tus expresiones son mucho más ortodoxas y bien integradas con otras fuentes mucho más seguras, y, sin embargo, aunque en tu caso son más lo que podríamos llamar "insinuaciones" o "esbozos" (y bien contenidas por conceptos más ortodoxos, hay que decirlo) más que aseveraciones erroneas, no deja de percibirse en la lectura general, más que en el detalle fino, ese peligro latente del panteismo que está a tan solo un paso por esta línea de pensamiento. No hay pues alguna afirmación erronea al respecto que un servidor pueda denunciar en lo concreto, simplemente es una invitación a mantener los ojos abiertos, velando atentos para que el cansancio o una pequeña distracción no nos haga caer en tentación.

... sigue ...
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor eduarod » Dom Abr 13, 2014 1:14 pm

P.D. De los tres últimos mensajes los dos primeros están incompletos y no reflejan exactamente lo que un servidor quería expresar, pero se enviaron al presionar por error una tecla de la computadora, razón por la cual rápidamente edite el tercer mensaje que es el que realmente refleja lo que un servidor deseaba externarle al hermano agustín.
Si un moderador puede eliminar los dos primeros mensajes se lo agradecería mucho, de lo contrario, simplemente cualquier lector, en particular el hermano agustín, considere únicamente, sobre todo hacia el final, lo que se dice en el tercer mensaje y NO la forma en que concluyen los dos anteriores.
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Mar Abr 15, 2014 1:49 pm

Respuesta a Eduarod.
15-Abril.2014

Te agradezco tus observaciones pero en absoluto creo en el cristo cósmico, lo rechazo totalmente: “ el cristo cósmico es un espíritu o fuerza cósmica cuya finalidad es la de guiar a la humanidad a una “evolución espiritual”. Estos conceptos de energía cristiana y el cristo cósmico distorsionan la persona de Nuestro Señor Jesucristo, rechazan su misión, muerte y resurrección, rechazan la Resurrección nuestra y creen en la reencarnación.”
En absoluto quiero ir por esos conceptos. Para mí Cristo es la Palabra Creativa del Padre que se hace en el tiempo materia, hombre, pero lleno de Divinidad. Y añado la afirmación de Cristo “ sin mí nada podeis hacer” , y a cuantos lo quieran “vendremos a él y pondremos en él nuestra morada”. ¡Que sean uno en nosotros”. Y aunque aquí en la primera cita Cristo se refiere a pagar a la Justicia Divina nuestra deuda infinita, con los beneficios espirituales consiguientes, como el de hacernos su templo, no puedo por otro lado omitir lo que dice Juan: “Todo existió por medio de la Palabra, y sin ella nada existió de cuanto existe”.
Y como Dios ocupa todos los espacios, todo cuanto existe se sostiene en ese poder de Dios que crea y mantiene la materia, que es evolutiva, y nos abre las puertas a la espiritualidad para que los que crean en él, puedan llegar a ser hijos de Dios. Por lo tanto nada de panteísmo. Dios y su redención, y por otro lado el cosmos resultante de su poder creativo.
Puede darse que al traer los versos de Juan de la Cruz, por la brevedad de un artículo, queden, al transcribirlos yo aislados, como si yo viese en Juan que este los reconoce como si viese a Dios en: “Mi amado las montañas los valles solitarios nemerosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos,” pero se han de entender con otra de sus liras místicas: “Mil gracias derramando, pasó por estos valles con presura, y yéndolos mirando, con sola su figura vestidos los dejó de su hermosura”.
El Cristo de mi fe tampoco es el amor universal como una energía humana divinizada, (el cristo cósmico sin un Dios personal). Cristo es el sapientísimo creador y ordenador de la materia y de los seres vivos, y a los que creen en él les da la potestad de ser hijos de Dios. Lo que demuestra que Dios es en sí AMOR, amor divino que ama al Cosmos, su obra, cuya contemplación nos obliga a remontarnos a un Hacedor aún por puro razonamiento.

En el resumen que he publicado sobre la Nueva Era, 2.3.4.2. ,se nos dice:
“La Nueva Era muestra una notable preferencia por las religiones orientales o precristianas, a las que se considera contaminadas por las distorsiones judeocristianas. De aquí el gran respeto que merecen los antiguos ritos agrícolas y los cultos de fertilidad. « Gaia », la Madre Tierra, se presenta como alternativa a Dios Padre. El Dios del que habla la Nueva Era no es ni personal ni trascendente. Tampoco es el Creador que sostiene el universo, sino una « energía impersonal », inmanente al mundo, En cierto sentido, todo es Dios. Su presencia es clarísima en los aspectos espirituales de la realidad, de modo que cada menteespíritu es, en cierto sentido, Dios. También se habla de Cristo, pero con ello no se alude a Jesús de Nazaret. « Cristo es un título aplicado a alguien que ha llegado a un estado de conciencia donde el individuo se percibe como divino y puede, por tanto, pretender ser « Maestro universal” . Jesús de Nazaret no fue el Cristo, sino sencillamente una de las muchas figuras históricas. El nivel más íntimo y personal (« psíquico ») en el que los seres humanos « oyen » esta « energía cósmica divina » se llama también « Espíritu Santo ».
Y así como la Iglesia rechaza esta doctrina, yo acepto plenamente, como sabes, hermano Eduarod, esa doctrina de Pablo que en la Nueva Era trae el mencionado Documento:
« Él [Cristo] es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura;
porque por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres:
los del cielo y los de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz » (Col 1, 15-20).
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Vie May 02, 2014 5:00 am

2-Mayo-2014

Continuación y final del resumen de la Dominus Jesús.
Repito también aquí, la Unicidad y el Reino de Dios

Unicidad y unidad de la Iglesia

Jesucristo en efecto, continúa su presencia y su obra de salvación en la Iglesia y a través de la Iglesia. Cristo y la Iglesia no se pueden confundir pero tampoco separar, y constituyen un único Cristo total. La Iglesia como esposa de Cristo. Una sola Iglesia católica y apostólica. Esta Iglesia, constituida y ordenada en este mundo, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él. En las Comunidades eclesiales separadas de la Iglesia Católica su eficacia deriva de la misma plenitud de gracia y verdad que fue confiada a la Iglesia católica. Si bien falta la plena comunión con la Iglesia católica al rehusar la doctrina católica del Primado, que por voluntad de Dios posee.

Las Comunidades eclesiales que no han conservado el Episcopado válido y la genuina e integra sustancia del misterio eucarístico, no son Iglesia en sentido propio; sin embargo, los bautizados en estas Comunidades, por el Bautismo han sido incorporados a Cristo, y por lo tanto, están en una cierta comunión, si bien imperfecta, con la Iglesia...pero...no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación.

Iglesia, Reino de Dios y Reino de Cristo

La misión de la Iglesia es anunciar el reino de Cristo y de Dios. La Iglesia es sacramento, esto es, signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano. El reino de Dios tiene, en efecto, una dimensión escatológica: Es una realidad presente en el tiempo, pero su definitiva realización llegará con el fin y el cumplimiento de la Historia.

El reino de Dios que conocemos por la revelación, no puede ser separado ni de Cristo ni de la Iglesia. No se debe excluir la obra de Cristo y del Espíritu Santo fuera de los confines visibles de la Iglesia. Trabajar por el Reino quiere decir y favorecer el dinamismo, que está presente en la historia humana y la transforma. Construir el Reino significa trabajar por la liberación del mal en todas sus formas. El Reino de Dios es la manifestación y la realización de su designio de salvación en toda su plenitud.

La Iglesia y las Religiones en relación con la salvación

Debe ser firmemente creído que la Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación, pues Cristo es el único Mediador y el camino de salvación, presente a nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia y Él, inculcando la necesidad del bautismo. Esta doctrina no se opone a la voluntad salvífica universal de Dios. La Iglesia es sacramento universal de salvación para aquellos que no son, formal y visiblemente, miembros de la Iglesia...los ilumina de manera adecuada en su situación interior y ambiental. Esta gracia les proviene de Cristo.

Queda claro que sería contrario a la fe católica considerar la Iglesia como un camino de salvación al lado de aquellos constituidos por las otras religiones... Las diferentes tradiciones religiosas contienen y ofrecen elementos de religiosidad, que proceden de Dios, y que forman parte de todo lo que el Espíritu obra en los hombres y en la historia de los pueblos, así como en las culturas y religiones. Por otro lado, no se puede ignorar que otros ritos no cristianos en cuanto dependen de supersticiones o de otros errores constituyen más bien un obstáculo para la salvación.

La Iglesia...excluye esa mentalidad indiferentista marcada por un relativismo religioso que termina por pensar que una religión es tan buena como otra. Si bien es cierto que los no cristianos pueden recibir la gracia divina, también es cierto que objetivamente se hallan en una situación gravemente deficitaria si se compara con la de aquellos que, en la Iglesia, tienen la plenitud de los medios salvíficos. Sin embargo...serán juzgados con mayor severidad. Como exigencia del amor a todos los hombres, la Iglesia anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo que es el camino, la verdad y la vida. La Iglesia debe ser misionera.

Conclusión. Creemos que esta única religión verdadera subsiste en la Iglesia católica y apostólica, a la cual el Señor Jesús confió la obligación de difundirla a todos los hombres.

Y amigos míos: esta es mi Fe, la plasmada en la Dominus Jesús y en la refutación global de la doctrina de la Nueva Era que hizo pública la Iglesia y que ya he publicado aquí.

Continuaré con un resumen también de la Fides et Ratio, porque la creo muy oportuna al tratar de estos temas.
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Jue May 15, 2014 4:29 am

15-Mayo-2013
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por smj »
agustin sanchez diaz escribió:
Algunas de estas estratégias, aunque en sentido del todo contrario, ya las había aceptado el último Concilio, que dió a los laicos más participación con el fín de que todos nos sintamos Iglesia.

¿Nos puedes explicar a donde quieres llegar?

Respuesta: al decir estrategias de los enemigos de nuestra fe quiero decir LAS DIABÓLICAS DIRECTRICES DE LA NUEVA ERA Y MASONERÍA PARA ACABAR CON LA IGLESIA con artimañas, astucia pura o estratagemas para intentar sacar de la “acomodación” de nuestra Madre la Iglesia en el Concilio, como un éxito suyo, cuando sin tocar lo esencial, la Iglesia sí cumple con el aggiornamento en algunos aspectos modificables y nada más. La Iglesia sí mantiene su misión educativa Evangélica con sus verdades dogmáticas, Hechos y Cartas de los Apóstoles, doctrina Patrística, Concilios, Magisterio y catequesis aún Monumental en Catedrales e Iglesias, manteniendo y aumentando sus hospitales, obras benéficas y todo cuanto pertenece a la cultura literaria, filosófica o de cualquier otro aspecto que llamamos occidental, tan atacada por esos enemigos y que con ello la Iglesia universal ahorra miles de millones a los Estados y que incompresiblemente se le acusa a la Iglesia de ser una carga social.

Dice Hilaire Belloc, como citábamos más arriba que “Siempre habrá una reacción y, respecto de la reacción católica existe cierta vitalidad, una cierta forma de aparecer con fuerza inesperada a través de nuevos hombres y nuevas organizaciones. La Historia y la ley general del surgimiento y la decadencia, en sus lineamientos principales conducen a la primera conclusión: a un rápido agotamiento del catolicismo en el mundo. Pero la observación, tal como se aplica al caso particular de la Iglesia Católica, no conduce a esa conclusión. La Iglesia parece tener una vida, orgánica e innata, bastante inusual; un modo de ser único y poderes de resurgimiento que le son peculiares”.

El Concilio se convocó en 1959, su primera sesión fue en 1962 y se clausura en 1965 con los fines principales de:
• Promover el desarrollo de la fe católica.
• Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
• Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo.
• Lograr la mejor interrelación con las demás religiones, principalmente las orientales.
Se pretendió que fuera un aggiornamento o puesta al día de la Iglesia, renovando los elementos que más necesidad tuvieran de ello, revisando el fondo y la forma de todas sus actividades.
Pretendió proporcionar una apertura dialogante con el mundo moderno, actualizando la vida de la Iglesia, incluso con nuevo lenguaje conciliatorio frente a problemas actuales y antiguos.
Por todo ello los movimientos de aggiornamento exigían no solo oír a los creyentes sino tener una panorámica del pensamiento entonces actual, aún de los no creyentes que después quieren atribuir torpemente su influencia en el Concilio, nada más lejos de la realidad, y no mencionan los enemigos de Cristo, las condenas a sus errores doctrinales.
En estos últimos años Daniel Iglesias Grèzes, uruguayo, que en Ciencia y Fe trata numerosos temas, nos expone la respuesta a diez “errores” comunes de los ateos en materia filosófica que de una u otra forma fueron tratados en el Concilio y cuya respuesta permanece como esencia de nuestra fe y, no lo es así comulgar de pie o de rodillas, celebrar la Eucaristía en lengua vernácula o en latín, de espaldas o mirando al pueblo….usar el órgano o la guitarra, que por cierto en mi Parroquia, como en tantas otras, los jóvenes llenan de piedad el ambiente con sus melodías o polifonías con modernas letras tan llenas de vida espiritual.
“Indicamos, dice Grézes, entre paréntesis las verdades respectivas contra errores fundamentales persistentes, para presentar más claramente el sentido esencial católico.
Error Nº 1: El universo es eterno o bien surgió espontáneamente de la nada. (Verdad nº 1: Dios creó el universo).
Error Nº 2: La vida surgió espontáneamente de la materia inerte. (Verdad nº 2: Dios creó la vida).
Error Nº 3: El hombre surgió de un primate por la mera evolución natural. (Verdad nº 3: Dios creó al hombre a su imagen y semejanza).
Error Nº 4: El orden y la evolución del cosmos son productos del azar. (Verdad nº 4: Dios es la causa primera del orden y la evolución del cosmos).
Error Nº 5: El orden y la evolución de los seres vivos son productos del azar. (Verdad nº 5: Dios es la causa primera del orden y la evolución de los seres vivos).
Error Nº 6: El hombre es sólo un animal más evolucionado que los demás. (Verdad nº 6: El hombre es un espíritu encarnado).
Error Nº 7: El hombre puede conocer naturalmente todas las verdades o bien no puede conocer naturalmente ninguna verdad. (Verdad nº 7: El hombre puede conocer naturalmente algunas verdades).
Error Nº 8: El hombre no es libre. (Verdad nº 8: El hombre es libre).
Error Nº 9: El hombre cesa de existir totalmente en la muerte. (Verdad nº 9: El hombre no cesa de existir totalmente en la muerte).
Error Nº 10: El hombre y el mundo carecen de una finalidad. (Verdad nº 10: Dios es el fin último del hombre y del mundo).
Quienes se adhieren a estos errores filosóficos muy a menudo ni siquiera intentan fundamentar racionalmente su adhesión. En esos casos las proposiciones que hemos rechazado funcionan como meras suposiciones, que se asumen acríticamente como verdaderas. A partir de estos principios falsos es posible deducir correctamente otras proposiciones, tan falsas como estos principios.
En muchas otras ocasiones este esquema postulatorio se aplica a la afirmación básica del ateísmo, la inexistencia de Dios; en este caso se sostendrá que Dios no existe porque simplemente no puede haber un Dios. O bien se aplica a otras afirmaciones conexas, como la inexistencia de los milagros; en este caso se sostendrá que los milagros no existen porque simplemente no puede haber milagros. Como es fácil apreciar, se trata de burdas peticiones de principio. Si los cristianos insistiéramos en pedir a nuestros hermanos ateos una fundamentación racional de sus creencias básicas, podríamos comprobar que muchas veces ellos no tienen realmente nada que decir.”
---

---
Vemos así, insisto en ello una vez más, que algunos de nuestros " proclamados grandiosos" argumentos "científicos" distan mucho de ser tan grandiosos como creíamos aunque la ciencia humana va en constante y admirable progreso. Y lo que todo esto revela en realidad es que, si por querer ser "convincentes" y "contundentes" contra aquellos que menosprecian la recta filosofía en aras de una pobre concepción positivista de la ciencia, no debemos renunciar nosotros también a esa filosofía, si no queremos jugar y ganar en la "cancha" de esa falsa ciencia. Pues entonces estamos destinados al fracaso desde un inicio...”
“La ciencia, dice Juan Pablo II, puede purificar a la religión del error y la superstición, mientras que la religión puede purificar a la ciencia de la idolatría y los falsos absolutos”.
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Jue May 15, 2014 4:32 am

Nota:
La fecha del escrito anterior es de 13-Mayo.2014
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Lun Jun 02, 2014 7:40 am

2-Junio-2014

FE, VERDAD Y CULTURA
Resumen comentario sobre la Encíclica "Fides et ratio" de una conferencia del Cardenal Joseph Ratzinger Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe

FRASES SELECCIONADAS

¿Necesita la fe realmente de la filosofía, o la fe, que en palabras de San Ambrosio fue confiada a pescadores y no a dialécticos es completamente independiente de la existencia o no existencia de una filosofía?
La filosofía se pregunta si el hombre puede conocer la verdad, las verdades fundamentales sobre sí mismo, sobre su origen y su futuro.
Lo propio de la fe cristiana en el mundo de las religiones es que sostiene que nos dice la verdad sobre Dios, el mundo y el hombre.
“Yo soy el camino la verdad y la vida”, en estas palabras está espresada la pretensión fundamental de la fe cristiana.
Si la fe cristiana es verdad, afecta a todos los hombres, si es sólo una variante cultural de las experiencias religiosas del hombre, entonces tiene que permanecer en su cultura y dejar a las otras en la suya.
Si la cuestión de la verdad es la cuestión esencial de la fe cristiana, la fe tiene que ver inevitablemente con la filosofía.
La encíclica quiere rehabilitar la cuestión de la verdad en un mundo marcado por el relativismo, en la situación de la ciencia actual, que ciertamente busca verdades pero descalifica como no científica la cuestión de la verdad.
La encíclica quisiera sencillamente animar de nuevo a la aventura de la verdad.
No es moderno preguntar por la verdad.
Las palabras, La Palabra y la verdad.
El escritor y filósofo C. S. Lewis en su libro “cartas del diablo a su sobrino”, el demonio superior Escrutopo dice al diablo pequeño que los espíritus infernales han conseguido afortunadamente persuadir a los eruditos del mundo occidental de esto: “la única cuestión que con seguridad nunca se plantearán es la relativa a la verdad de lo leído; en su lugar se preguntarán acerca de las repercusiones y dependencias, del desarrollo del respectivo escrito, de la historia de su influjo, y otras cuestiones análogas”.
Las obras de Platón o un Dante en los países dominados por el comunismo, anteponían una introducción que quiere proporcionar al lector una comprensión histórica y así excluir la cuestión de la verdad. Una cientificidad ejercida de este modo inmuniza frente a la verdad.
La cuestión de si lo dicho por el autor es o no, y en que medida, verdadero, sería una cuestión no científica, nos sacará del campo de lo demostrable y verificable.
Así se neutraliza la lectura de la Biblia: podemos explicar cuándo y bajo que circunstancias ha surgido un texto, y, de este modo, lo tenemos clasificado dentro de lo histórico que a la postre no nos afecta.
No tiene sentido preguntar sobre lo que es; solo podemos preguntar sobre lo que podemos hacer.
La cuestión no es la verdad, sino la praxis, el dominio de las cosas para nuestro provecho.
Surge la pregunta: ¿Qué es propiamente lo que nos aprovecha? Y ¿para qué nos aprovecha? ¿Para qué existimos nosotros mismos?
El observador profundo verá la falsa humildad, que niega al hombre la capacidad para la verdad, y la falsa soberbia con la que se sitúa sobre las cosas, sobre la verdad misma.
Lo que en Lewis aparece en forma de ironía, lo podemos encontrar hoy presentado científicamente en la crítica literaria. En ella se descarta abiertamente la cuestión de la verdad como no científica.
Mario Reiser comentando a Umberto Ecco dice: “La única verdad consiste en aprender a liberarse de la pasión enfermiza por la verdad”.
La razón está condicionada por el lenguaje y ligada al lenguaje.
Mauthner había acuñado la siguiente frase: Lo que se denomina pensamiento es puro lenguaje.
El relevante exegeta protestante U. Luz afirma en consonancia de lo que hemos oído de Escrutopo, que la crítica histórica ha abdicado en la Edad moderna de la cuestión de la verdad.
Ahora ya no hay verdad a buscar más allá del texto, sino posiciones sobre la verdad que concurren entre ellas, ofertas de verdad que concurren entre ellas.
Entendidos que no entienden de nada
En el Fedro de Platón, Sócrates cuenta a Fedro que Thot el padre de las letras y el dios del tiempo instruyó al rey egipcio Thamus especialmente sobre el arte de escribir y dijo al rey: este conocimiento, oh rey, hará a los egipcios más sabios y vigorizará su memoria; es el elixir de la memoria y de la sabiduría.
Pero el rey no se deja impresionar: Esto producirá olvido en las almas de los que lo aprendan, por descuidar el ejercicio de la memoria, ya que ahora, fiándose de la escritura exterior, recordarán de un modo externo; no desde su propio interior y desde sí mismos. Pues ahora son eruditos en muchas cosas, pero sin verdadera instrucción, y así pensarían ser entendidos en muchas cosas, cuando en realidad no entienden de nada, y son gente con la que es difícil tratar, puesto que no son verdaderos sabios, sino sólo sabios en apariencia.
Programas de televisión de todo el mundo inundan al hombre con informaciones y le hacen así sabio en apariencia...
Platón no rechaza la escritura en cuanto tal, como tampoco nosotros rechazamos las nuevas posibilidades de la información sino que hacemos de ellas un uso agradecido.
H. Schade muestra el núcleo de lo que Platón quiere decirnos: Es del predominio de un método filológico y de la pérdida de la realidad que se sigue, de lo que nos previene Platón.
Cuando la escritura, lo escrito, se convierte en barrera frente al contenido, entonces se vuelve un antiarte, que no hace al hombre más sabio, sino que le extravía en una filosofía falsa y enferma.

El Papa advierte en la Encíclica lo siguiente: “La interpretación de esta Palabra (de Dios) no puede llevarnos de interpretación en interpretación, sin llegar nunca a descubrir una afirmación simplemente verdadera”. El hombre no está aprisionado en el cuarto de espejos de las interpretaciones; puede y debe buscar el acceso a lo real, que está tras las palabras y se le muestra en las palabras y a través de ellas.
La cultura moderna le gustaría pasar por ser la cultura moderna sin más, pero que, afortunadamente, es sólo una variedad de ella.
Paolo Flores d´Arcais, filósofo italiano criticando la encíclica, justo porque la encíclica insiste en la necesidad de la cuestión de la verdad, comenta “que la cultura católica oficial (es decir, la encíclica) no tiene ya nada que decir a la cultura en cuanto tal”...Pero esto significa también que la pregunta por la verdad está fuera de la cultura en cuanto tal. Y entonces ¿no es esta cultura en cuanto tal más bien una anticultura? ¿Y no es presunción de ser la cultura sin más una presunción arrogante y que desprecia al hombre?
La dictadura de lo coyuntural
Flores d´Arcais reprocha a la encíclica del Papa consecuencias mortíferas para la democracia.
Argumenta remitiendo al hecho de que el Papa ha calificado como carentes de validez auténticamente jurídicas las leyes que permiten el aborto y la eutanasia. Quien se opone de este modo a un Parlamento elegido muestra el sello de un dogmatismo católico.
Tales afirmaciones presuponen que no puede haber ninguna otra instancia por encima de las decisiones de una mayoría. La mayoría coyuntural se convierte en absoluto.
Si el hombre queda fuera de la verdad, entonces ya sólo puede dominar sobre él lo coyuntural, lo arbitrario.
El Papa ha cumplido la tarea de la denuncia admonitoria que se opone a una tendencia autodestructiva de la cultura en cuanto tal.
Es un acto auténticamente filosófico, revive en el presente el origen socrático de la filosofía y muestra con ello la potencia filosófica que se encierra en la fe bíblica.
La filosofía tiene que preguntarse siempre sobre el hombre, y, por consiguiente, cuestionarse siempre sobre la vida y la muerte, sobre Dios y la eternidad.
Nunca es anacrónica la confianza en buscar la verdad y en encontrarla. Es justamente ella la que mantiene al hombre en su dignidad.
Cultura y verdad
El Papa defiende la multiplicidad de caminos del espíritu humano, la amplitud de la racionalidad.
Lo no material no puede ser abordado con métodos que corresponden a lo material.
Hoy se contrapone de buen grado la relatividad de las culturas a la pretensión universal de lo cristiano, que se fundamenta en la universalidad.
Para Troeltsch el cristianismo es la forma de religión adecuada a Europa, mientras atribuye ahora al budismo y al brahmanismo una autonomía absoluta. En la práctica se elimina la cuestión de la verdad, y los límites de las culturas se hacen insalvables.

Una encíclica dedicada a la aventura de la verdad debía preguntarse si puede darse una comunión de las culturas en la única verdad, si puede decirse la verdad para todos los hombres, transcendiendo las diversas formas culturales.

(Continuará)
agustin sanchez diaz
 
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor francoeguren » Lun Jun 02, 2014 12:31 pm

Agustín Sanchez Díaz

Por ahí en algún mensaje tuyo ví la expresión "universo evolutivo", la cual, por obvias razones, me llama la atención. Por eso quería preguntarte, ¿En qué sentido la estás usando?
Saludos en Cristo.
francoeguren
 
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Dom Jun 15, 2014 2:23 am

15-Junio-2014
Comentario a francoeguren »

“Agustín Sánchez Díaz
"Por ahí en algún mensaje tuyo vi la expresión "universo evolutivo", la cual, por obvias razones, me llama la atención. Por eso quería preguntarte, ¿En qué sentido la estás usando?
Saludos en Cristo”
----
Evolución según el diccionario es: “acción y efecto de evolucionar. Desarrollo o cambio de estado de las cosas o de los organismos, por medio del cual pasan gradualmente de un estado a otro, como en la fecundación animal y humana. Y referente al proceso social durante tantos millones de años, es análogo al que se da en el mundo biológico, y que supone variación, lucha por la existencia, selección y adaptación de las distintas formas sociales.”
Otro aspecto es el Darwinismo ateo entendido contra lo revelado en el prólogo del Evangelio de Juan “todo existió por medio de la Palabra, y sin ella nada existió de cuanto existe”, y ante cuya sabiduría creadora y organizadora, los hombres vamos descubriendo el cómo fantástico de las leyes universales cuasi a modo de infinitas. El mismo Darwin decía: Jamás he negado la existencia de Dios. Pienso que la teoría de la evolución es totalmente compatible con la fe en Dios. El argumento máximo de la existencia de Dios me parece es la imposibilidad de demostrar y comprender que el universo, sublime sobre toda medida, y el hombre hayan sido fruto del azar.
Imaginemos que la ciencia en sus diversas teorías llega a descubrir todos los eslabones suficientes para una demostración de la cada día más enigmática teoría darwiniana en algunos aspectos. ¿No quedaría más confirmada una Sabiduría Ordenadora de la vida y el Cosmos llegando a descubrir que “la tierra era soledad y caos y las tinieblas cubrían el abismo pero el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas? Gen. 1,1,2.
Admiremos la ciencia, pero admitamos que ésta puede proponer verdades como dogmas cuando pasado el tiempo resulta que no son “exactamente” tales.
Aún más, concedamos de nuevo que algún día la ciencia, en algún satélite, llegue a conocer cómo nació el primer organismo vivo, y de ahí que las moléculas orgánicas hayan podido evolucionar para formar sistemas complejos que adquieran funciones de crecimiento, reproducción y evolución.
Pero, siempre surge la pregunta. ¿Quién puso toda esa potencialidad ordenadísima en la materia y en los genes? La ciencia no explica cómo la materia combinada produzca la vida o pensamiento consciente
Otras opiniones:
Cauchy- matemático-: Soy cristiano, o sea, creo en la divinidad de Cristo como todos los grandes matemáticos del pasado._ Liebig- químico- La grandeza e infinita sabiduría del Creador la reconocerá realmente solo el que se esfuerce por extraer sus ideas del gran Libro que llamamos la Naturaleza. _ Rober Mayer -descubridor de la Ley de la conservación de la energía-: Acabo mi vida con una convicción que brota de lo más hondo de mi corazón, la verdadera ciencia y la verdadera Filosofía no pueden ser otra cosa que una propedencia de la religión cristiana._ Johannes Kepler- astrónomo- : Dios es grande, grande es su poder, infinita su sabiduría. Alábenle cielos y tierra, sol luna y estrellas con su propio lenguaje. ¡ Mi Señor, mi Creador ! La magnificiencia de tus obras quisiera yo comunicarla a los hombres en la medida en que mi limitada inteligencia pueda comprenderlas. _Newton. -Fundador de la física teórico clásica-: Lo que sabemos es una gota y lo que ignoramos un inmenso océano. La admirable disposición y armonía del universo, no ha podido sino salir del plan de un Ser omnisciente y omnipotente.
Copérnico. -Fundador de la mundovisión moderna-: ¿Quién que vive en íntimo contacto con el orden más consumado y la sabiduría divina no se sentirá estimulado a las aspiraciones más sublimes? ¿Quién no admirará al arquitecto de todas estas cosas?
Johannes Kepler. -Astrónomo- : Dios es grande, grande es su poder, infinita su sabiduría. Alábenle cielos y tierra, sol luna y estrellas con su propio lenguaje.
¡Mi Señor y mi Creador! La magnificencia de tus obras quisiera yo comunicarla a los hombres en la medida en que mi limitación de inteligencia pueda comprenderla. Hathaway. – Padre del cerebro electrónico- : La moderna física me enseña que la naturaleza no es capaz de organizarse a sí misma. El Universo supone una enorme masa de orden. Por eso requiere una “causa primera” grande que no está sometida a la segunda ley de la transformación de la energía y que por lo mismo es sobrenatural.

Por ello con el Libro de la Sabiduría exclamamos:
Él me dio el verdadero conocimiento de las cosas,
para conocer la constitución del universo
y las propiedades de los elementos. (. 7-17)

Es la Historia del cosmos en expansión, en transformación, y sabemos según los científicos, que aún siguen apareciendo o produciéndose nuevas nebulosas con millones de estrellas. Y bajando a nuestro Planeta Tierra, más cercano, además de la acción de las placas tectónicas que aún siguen moviendo muy lentamente los continentes; los ciclos de hielos y deshielos; la acción de los volcanes y seísmos, han ido configurando nuestro Planeta separando mares con abismos profundos y tierra con sus elevadas montañas aún en crecimiento .

“ Separación animada de Pangea. (Internet)
Hubo tres fases importantes en la desintegración de Pangea. La primera fase comenzó al principio-mitad del Jurásico, cuando en Pangea se creó una grieta que abarcaba desde el océano Thetis al este hasta el Pacífico al oeste. Esta grieta separó Norteamérica de África y produjo múltiples fallas, siendo el río Misisipi la más grande de ellas. La grieta produjo un nuevo océano, el océano Atlántico. Este océano no se abrió uniformemente, sino que el desplazamiento comenzó en el Atlántico Norte-Central; el Atlántico sur no se abriría hasta el Cretáceo. Laurasia comenzó a rotar hacia la derecha y se movió hacia el norte con Norteamérica al norte, y Eurasia al sur. El movimiento Laurasia en favor de las manecillas del reloj también condujo al cierre del océano Tetis. Mientras tanto, en el otro lado, en África, se formaron nuevas grietas a lo largo de los márgenes adyacentes de África, de Antártida y del este de Madagascar, lo que conduciría a la formación del océano Índico, que también se abriría durante el Cretáceo……”
Y por ello cuando digo “universo evolutivo” transformándose, me estoy oponiendo a los que fuera de la Iglesia quieren eliminar la intervención de Dios como causa primera del ESTAR de las cosas y las refieren al azar. Pero no puedo negar que después del Bing Bang tras la primera partícula hubo una “acción y efecto de evolución” planificada por el Creador. Y Dios durante millones de años se complacía en su obra y vio que era bueno.
Si sigues mis escritos puedes ver en el resumen sobre LA NUEVA ERA O LA NEGACIÓN DEL DIOS VERDADERO: Yo estoy aún contra el llamado el “cristo cósmico que dicen es un espíritu o fuerza cósmica cuya finalidad es la de guiar a la humanidad a una “evolución espiritual”. Estos conceptos de energía cristiana y el cristo cósmico distorsionan la persona de Nuestro Señor Jesucristo, rechazan su misión, muerte y resurrección, rechazan nuestra resurrección y creen en la reencarnación.”
En absoluto quiero ir por esos conceptos. Para mí Cristo es la Palabra Creativa del Padre que se hace en el tiempo hombre, materia, pero lleno de Divinidad. Al principio, dice Juan: ya existía la palabra…todo existió por medio de ella, y sin ella nada existió de cuanto existe. En ella había vida.” Y esa Palabra estableció unas leyes universales tanto para el cosmos como para lo microscópico. (Creo haber oído que en una cuchara de agua hay mas elementos microscópicos que estrellas hay en el universo)
“Las corrientes espirituales que integran el fenómeno actual de la new age mantienen una estrecha relación con la masonería. No en vano, comparten una buena serie de principios comunes: subjetivismo moral, sincretismo religioso, individualismo, relativismo filosófico, reducción del cristianismo a una religión más, deísmo, etc. Así, la new age constituiría, en el actual supermercado espiritual, una vulgarización de los valores masónicos, integrando, en el plano religioso, el pensamiento políticamente correcto a lo que ayuda el relativismo moderno, ya condenado por la iglesia.”
Del mismo modo se comprende mi sentido católico de transformación o evolución en el resumen de las encíclicas Dominus Jesús: “Las palabras, las obras y la totalidad del evangelio histórico de Jesús, aun siendo limitadas en cuanto realidades humanas, sin embargo, tienen como fuente la Persona divina del Verbo encarnado, “verdadero Dios y verdadero hombre” y por eso llevan en sí la difinitividad y la plenitud de la revelación de las vías salvíficas de Dios, aunque la profundidad del misterio divino en sí mismo siga siendo trascendente e inagotable.
El Espíritu enseña a todos los Apóstoles, y por medio de ellos a toda la Iglesia de todos los tiempos, la “verdad completa”. ( Jn.16,13).
La fe, es ante todo, una “adhesión personal” del hombre a Dios. A Dios que revela y a la verdad revelada por Él.
La creencia aún en las otras religiones es esa totalidad de experiencia y pensamiento que constituyen los tesoros humanos de sabiduría y religiosidad, que el hombre, en su búsqueda de la verdad, ha ideado y creado en su referencia a lo divino y al Absoluto... experiencia religiosa todavía en búsqueda de la verdad absoluta.
La Fides et Ratio…… La encíclica añade: El pueblo de los bautizados se distingue por una universalidad que sabe acoger cada cultura, favoreciendo el proceso de lo que en ella hay de implícito hacia su plena explicitación en la verdad.
Llama la atención sobre el gran auge espiritual del pensamiento indio, que lucha por liberar el espíritu de las condiciones espacio-temporales y ejercita así la apertura metafísica del hombre hacia sus supremas posibilidades.
Cuando la Iglesia entra en contacto con grandes culturas a las que anteriormente no había llegado, no puede olvidar lo que ha adquirido en la inculturación en el pensamiento grecolatino. Rechazar esta herencia sería ir en contra del designio providencial de Dios...
Para mi solo hay un credo: Creo en Dios Padre todopoderoso creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible. Y creo en Jesucristo nacido de María Virgen que fue crucificado, muerto y Resucitado. Creo en su Iglesia católica y en la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén.
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor francoeguren » Dom Jun 15, 2014 6:49 am

Agustin Sanchez Diaz

Gracias por tu aclaración, pasa que esa expresión siempre la había visto asociada al ámbito de la Nueva Era, hasta ahora.
Saludos.
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Jul 03, 2014 2:15 pm

3-Julio-2014
Continuación de la Fides et Ratio

( Estimado francoeguren-En esta Encíclica el Papa dice: "Espropia la capacidad de progresar y transformasrse".
Todo evoluciona según el ordenamiento admirable del Creador, hasta la trancendencia que es Vida no estática sino Vida siempre en crecimiento en la misma esencia divina. ¡Que gran sentido de nuestra Fe! ¡Que gran don de Dios!

Una comprensión dinámica de la cultura.

El Papa subraya que las culturas, cuando están profundamente enraizadas en lo humano, llevan consigo el testimonio de la apertura típica del hombre a lo universal y a la trascendencia.
Las culturas no están fijadas de una vez para siempre en una forma. Les es propia la capacidad de progresar y transformarse y también el peligro de decadencia. Están abocadas al encuentro y fecundación mutua. Puesto que la apertura interior del hombre a Dios las impregna.
La revelación no le es extraña sino que responde a una esperanza interior en las culturas mismas.
Theodor Haecker ha hablado, a propósito de esto, del carácter de adviento de las culturas precristianas, y muchas investigaciones de la historia de las religiones han podido mostrar de manera concreta este remitir de las culturas al Logos de Dios. En todas ellas la palabra humana se hace portadora del hablar de Dios, de su propio Logos.
La Encíclica añade: El pueblo de los bautizados se distingue por una universalidad que sabe acoger cada cultura, favoreciendo el proceso de lo que en ella hay de implícito hacia su plena explicitación en la verdad.
Llama la atención sobre el gran auge espiritual del pensamiento indio, que lucha por liberar el espíritu de las condiciones espacio-temporales y ejercita así la apertura metafísica del hombre hacia sus supremas posibilidades.
Cuando la Iglesia entra en contacto con grandes culturas a las que anteriormente no había llegado, no puede olvidar lo que ha adquirido en la inculturación en el pensamiento grecolatino. Rechazar esta herencia sería ir en contra del designio providencial de Dios...

La superación de las culturas en la Biblia y en la historia de la fe

Ya en la Biblia se elabora un acervo de pensamiento religioso y filosófico variado a partir de mundos culturales diversos. La Palabra de Dios no es algo caído del cielo como un meteorito, sino que es precisamente una síntesis de culturas.
Empezando por la cólera de Dios y de Moisés...lo que siempre se trata es de que Israel se desarraigue de su propia cultura... para inclinarse ante el Dios que ha creado cielo y tierra y es el Dios de todos los pueblos. La fe de Israel significa una permanente autosuperación de la propia cultura en la apertura y horizonte de la verdad común.
Los libros del Antiguo Testamento pueden parecer, desde muchos puntos de vista, menos piadosos, menos poéticos, menos inspirados que importantes pasajes de los libros sagrados de otros pueblos.
La liberación de la ley que Pablo alcanza por su encuentro con Jesucristo...significa la universalización plena de esta fe, que se separa del orden nacional.
Ahora son invitados todos los pueblos a entrar en este proceso de superación de lo propio, que ha comenzado en primer lugar en Israel.
Así, pues, en su esencia la fe en Jesucristo es un permanente abrirse, irrupción de Dios en el mundo humano y apertura correspondiente del hombre a Dios, que congrega al mismo tiempo a los hombres. Todo lo propio pertenece ahora a todos, y todo lo ajeno llega a ser también al mismo tiempo lo propio nuestro, y todo ello abarcado por la palabra del padre al hijo mayor: Todo lo mío es tuyo.

Un encuentro posible.

Los Padres de la Iglesia no han vertido sin más al Evangelio una cultura griega.
Ellos pudieron asumir el diálogo con la filosofía griega y convertirla en instrumento del Evangelio allí donde en el mundo griego se había iniciado, mediante la búsqueda de Dios, una autocrítica de la propia cultura y del propio pensamiento.
La fe une los diversos pueblos -comenzando por los germanos y los eslavos, que en los tiempos de la invasión de los bárbaros entraron en contacto con el mensaje cristiano, hasta los pueblos de Asia, África y América,- no a la cultura griega, en cuanto tal, sino a la autosuperación. que era el verdadero punto de contacto para la interpretación del mensaje cristiano. A partir de ahí la fe los introduce en la dinámica de la autosuperación.
Richard Schäffler ha dicho que la predicación cristiana ha exigido a los pueblos de Europa (que, por otra parte, no existía como tal antes de la evangelización cristiana) la renuncia a todos los respectivos “dioses” autóctonos de los europeos, mucho antes de que entraran en el campo de su visión las culturas extraeuropeas. A partir de ahí hay que entender por qué la predicación cristiana entró en contacto con la filosofía, y no con las religiones.
La fe no puede entrar en contacto con filosofías que excluyen la cuestión de la verdad, pero sí con movimientos que se esfuerzan por salir de la cárcel del relativismo. Tampoco puede asumir directamente las antiguas religiones.
Las religiones pueden proporcionar actitudes al respecto, la humildad, la abnegación, el amor al prójimo, la esperanza en la vida eterna. Esto me parece, dicho entre paréntesis, que es también importante para la cuestión del significado salvífico de las religiones.
Colaboran a la salvación en cuanto en la medida en que llevan a los hombres a preguntar por Dios (como lo expresa el Antiguo Testamento), buscar su rostro, buscar el Reino de Dios y su justicia.

Religión, verdad y salvación.

Se trata del mismo impulso del que ha partido la filosofía, y al que tiene que volver siempre; en él se tocan necesariamente filosofía y teología si estas se mantienen fieles a su cometido. Es la cuestión de cómo se salva el hombre.
Ahora se ha impuesto de modo bastante general esta tesis (no verdadera): las religiones son todas ellas caminos de salvación. No el camino ordinario pero al menos sí caminos extraordinarios.
Esta teoría de salvación se ha extendido a formas de existencia no religiosas pero vividas coherentemente.
Estamos nuevamente ante la cuestión del relativismo.
Se presupone que todos los contenidos son igualmente válidos. Qué es lo que propiamente vale, no lo sabemos.
La cuestión de la verdad se separa de la cuestión de las religiones y de la salvación. La verdad es sustituida por la buena intención, la religión se mantiene en lo subjetivo porque no se puede conocer lo objetivamente bueno y verdadero.
Continuará-
agustin sanchez diaz
 
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor agustin sanchez diaz » Mar Jul 15, 2014 4:10 am

15-Julio-2014
Encíclica- continuación y final

La diferencia de las religiones y sus peligros
¿Es inevitable la alternativa entre rigorismo dogmático y relativismo humanitario?
Esto no es así. De hecho hay formas religiosas degeneradas y enfermas que no elevan al hombre sino que lo alienan, la crítica marxista de la religión no carece totalmente de base.
En el hinduismo (que propiamente es un nombre colectivo para religiones diversas) hay elementos grandiosos, pero también aspectos negativos: el sistema de castas.
El Islán, con toda la grandeza que representa da espacio a la violencia y deja que la religión se deslice hacia lo externo y ritualista. Y hay también formas enfermas en el cristianismo: los cruzados en la conquista de la ciudad santa de Jerusalén en la que Cristo murió por todos los hombres, causaban ellos mismos un baño de sangre entre musulmanes y judíos.
Con el indiferentismo de los contenidos y de las ideas, que todas las religiones sean distintas y sin embargo iguales, no se puede ir adelante.
La renuncia a la verdad no sana al hombre.
La cuestión de la salvación
Cuando se habla del significado de las religiones, sorprendentemente se piensa, la mayoría de las veces, sólo en que todas posibilitan la vida eterna.
La salvación en el más allá supone la vida correspondiente en el más acá. Uno no puede preguntarse sólo quien va al cielo y desentenderse simultáneamente de la cuestión del cielo.
La salvación del más allá debe reflejarse en una forma de vida, que hace aquí humano al hombre y, de este modo, conforme a Dios.
En la cuestión de la salvación, hay que mirar más allá de las religiones mismas, y a ese horizonte pertenecen reglas de vida recta y justa que no pueden ser relativizadas arbitrariamente.
Esto significa que la salvación no está en las religiones como tales, sino que dependen también de hasta qué punto llevan a los hombres, junto con ellas, al bien, a la búsqueda de Dios, de la verdad y del bien.
Tiene que ver con la unidad del bien, con la unidad de lo verdadero, con la unidad de Dios y del hombre.
La conciencia y la capacidad del hombre para la verdad
Dios habla y dice a cada uno lo verdaderamente esencial de la Thorá: Cuando los gentiles que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguando su conciencia.
En el concepto moderno de la conciencia, ésta es la canonización del relativismo, de la imposibilidad de normas morales y religiosas comunes.
En todos los tiempos ha habido y hay santos gentiles.
Reflexiones conclusivas
La teología tiene que partir siempre en primer lugar de la Palabra de Dios; pero, puesto que esta Palabra es la verdad, hay que ponerla en relación con la búsqueda humana de la verdad, con la lucha de la razón por la verdad.
De este modo la fe se profundiza y purifica y el pensamiento también se enriquece, porque se le abren nuevos horizontes.
De hecho no hay ninguna gran filosofía que no haya recibido de la tradición religiosa luces y orientaciones, ya pensemos en la filosofía de Grecia y de la India o en el ámbito del cristianismo.
Kant, Fichte, Hegel, Schelling no serían imaginables sin los antecedentes de la fe, e incluso Marx, en el corazón de su radical reinterpretación, vive del horizonte de esperanza que había asumido de la tradición judía.
Una filosofía que ya no pregunta quienes somos, para qué somos, si existe Dios y la vida eterna, ha abdicado como filosofía.
Jan Ross comenta: Cuando la razón se apartó de las cuestiones últimas, se hizo apática y aburrida, dejó de ser competente para los enigmas vitales del bien y del mal, de muerte e inmortalidad.
De hecho, si se deja de hablar de Dios y del hombre, del pecado y la gracia, de la muerte y la vida eterna, entonces todo grito y todo ruido que haya será un intento inútil para hacer olvidar el enmudecerse de lo propiamente humano.
----
NOTA. Cuanta sabiduría en lo divino y humano contiene esta Encíclica en estos tiempos. Cada una es al modo de una partícula que quiere conformar nuestro ser hasta llevarnos a la Unidad Trinitaria.
Dios siempre está junto al hombre para orientarle, ya lo dijo: Estaré con vosotros hasta el final de los tiempos. Y el Santo Padre continúa trayéndonos ese mensaje según exige cada tiempo, adaptándolo a cada necesidad surgida en el mundo.
Por desgracia las Encíclicas no andan mucho entre las manos de los cristianos y creo, con humilde opinión, que los teólogos y Pastores, Obispos y Presbíteros tampoco hacen cuanto pueden para que estas sean consideradas como populares, quedando mas bien como confidenciales para selectos que, eso sí, intentan que lleguen al pueblo de una u otra forma.
----
He hecho un “breve resumen” de la Encíclica, pero si alguien quiere verla integra la tenemos en GOOGLE: escriba solo el título Fides et ratio y en su inicio la encontrará.
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Re: ¿La Partícula de Dios?

Notapor chi » Mié Jul 23, 2014 2:47 pm

DRB escribió: ¿Puede la ciéncia demostrar la existéncia de Dios?


Los ateos científicos suelan declarar que Dios no existe porque supuestamente la ciencia “casi” demuestra que un creador no es necesario para el mundo existir. Irónicamente tales opiniones no son basadas en el método científico sino en nada más adivinaciones. Al ser presentado con la verdad el ateo científico normalmente declara que la carga de prueba de que hay un creador cae sobre el creyente ignorando también irónicamente el hecho que la ciencia no tiene ninguna prueba de que un creador no existe.

Con respecto al Higgs boson, la cuestión es si este fenómeno es predicho por “el modelo estándar” o si hay otro mecanismo como la teoría de múltiples dimensiones/universos (una teoría absurda). No obstante, hay otra posibilidad (casi nunca considerada) que las relaciones entre partículas no se puede predecir por formulas matemáticas debido a su complejidad. Como dijo un científico “si el modelo estándar no se puede predecir con la matemática nosotros los científicos no tendriamos propósito". Lo problemático de esta actitud es si el Higgs Boson no puede ser predicho con el Standard Model los comunidad científica probablemente acogería la teoría de múltiples dimensiones “String Theory” a pesar de que no hay prueba ninguna

Le ofrezco mi comentario porque soy ingeniero que estudiaba el método científico y estadísticas para la investigación al nivel magíster y me molesta la poca profesionalidad de muchos científicos ateos.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
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