Estimado en Cristo gustavo1969:
gustavo1969 escribió:...
1. Es cierto que el interés primario de Santo Tomás era teológico. Pero también es cierto que teniendo este horizonte, Santo Tomás construyo un cuerpo de postulados y planteamientos filosóficos, que no se reducen solamente a un método, ni a lo estrictamente teológico.
No quise decir que no hubiese avances propiamente filosóficos en el pensamiento de Santo Tomás, sino simplemente que debía entenderse que esos avances se daban en el contexto de proporcionar un soporte adecuado del conocimiento filosófico para que este a su vez sirviera como fundamento a la comprensión teológica de verdades más elevadas y profundas.
La importancia de hacer esta distinción es que, sobre todo para el pensador no-católico, no siempre es fácil distinguir qué es teología (lo que requiere necesariamente aceptar la Veradad de la Revelación) y qué es filosofía (lo que simplemente depende del recto uso de la razón) en el pensamiento Tomista. Razón por la cual, por ejemplo, no faltan los que se creen "no obligados" a aceptar conclusiones filosóficas sólidamente fundadas en la razón, al mezclarlas con aspectos teológicos que se niegan a aceptar en función de su no-aceptación del conjunto de la Revelación. Y, de la misma manera, no faltan los católicos que creen poder argumentar con Santo Tomás por la mera razón, cuando en realidad lo que están exigiendo de sus interlocutores es la aceptación expresa de aspectos de la Revelación, lo que estos, no sorprendentemente, se niegan a hacer. Un caso muy frecuente de esto último es la exigencia de aceptar la Existencia de Dios como nos es conocido por la Revelación en función de las famosas vías de Santo Tomás. Pero la realidad es que esas vías, sólidamente fundadas en la razón, NO EXIGEN la aceptación completa de Dios tal y como Él Mismo se nos ha Revelado. Sino, por el contrario, exigen de la recta razón la aceptación de un concepto mucho más primitivo y elemental de Dios, un concepto no muy alejado en verdad del concepto "deista". Son en realidad OTROS argumentos de Santo Tomás los que, incluso a nivel filosófico, nos van alejando de ese concepto casi deista, y nos van mostrando como la mera razón puede acceder a un concepto de Dios mucho más cercano a la Verdad Revelada.
Y, sin embargo, es verdad también que el propio Santo Tomás NO HACE una distinción tajante del tipo "hasta aquí se puede llegar por la razón y aquí comienza el estudio teológico". Sino, se intuye de sus palabras, incluso en las mismas 5 vías él prefiere subrayar la identidad del Dios que por ellas se ha demostrado con el Dios que conocemos por la Revelación antes que subrayar el nivel y alcance de la demostración hasta ese momento lograda. Es a esto último lo que un servidor a su vez ha querido subrayar al mencionar que Santo Tomás es primariamente un teólogo y no un filósofo, porque su interés al hacer estas demostraciones filosóficas no era el mero interés de EXPLORAR la cuestión desde un punto de vista racional, sino era el de francamente MOSTRAR que la creencia en el Dios Revelado ES racional.
Y esto es lo que la mayor parte de las personas que discuten con base en esas vías fallan radicalmente en comprender, de modo que usualmente acaban resultando inútiles para convencer a nadie sino a los que ya de por si estaban convencidos, que es justamente lo que Santo Tomás pretendía.
De ahi que, aunque ciertamente es innegable que en ese sustento teológico que buscó, de paso Santo Tomás avanzó mucho en el conocimiento de la verdadera filosofía, y sentó las bases para que filosofos posteriores a él pudieran seguir caminos mucho más avanzados de lo que existía antes de él. Es necesario aproximarse a su trabajo con la conciencia clara de que NO ES meramente un trabajo de "exploración filosófica" lo que uno encontrará, sino es una filosofía directa y contundente, en muchos casos claramente el resultado de haber conocido con certeza la respuesta previamente debido a que esta ya había sido Revelada, y es entonces una filosofía estrechamente relacionada y articulada con la teología a la cual sirve.
Y es importante notar esto también porque entonces, a los ojos de algunos, esa filosofía puede parecer "pretenciosa". Digamos que es como si todos estamos encerrados en una caverna, buscando la manera de encontrar la salida, y diversas personas, con mucho trabajo y al cabo de mucho tiempo, desarrollan técnicas y observaciones "prometedoras" de poder conducirnos a algún resultado. Y de pronto llega alguien que, seleccionando de manera aparentemente arbitraria una de esas técnicas preferentemetne a las demás, a la cual le hace unos ajustes aparentemente arbitrarios que no parecen llevar todo el trabajo que costó el desarrollo de la base original, con base en ello pide ser simplemente seguido hacia la salida. El punto es que esta persona viene de la salida y por eso conoce tan bien por dónde salir y por eso reconoce tan fácilmente la técnica de las desarrolladas con trabajo que mejor encaminada a lograrlo estaba, y reconoce también en dónde le faltaba perfeccionarse para poder indicar mejor el camino a la salida. Pero en verdad, desde la visión de aquellos que llevan tanto tiempo en la caverna, y han pasado tanto esfuerzo buscando la forma de encontra la salida, resulta mucho más creible que esta persona haga todo esto con tanta facilidad si de antemano le creen que viene de la salida y por eso lógicamente puede realizar todas esas proezas de otra manera tan inexplicables, que si no le creen que viene de la salida y, por consiguiente, les parece bastante incierto y sospechoso creer que alguien pudiera haber hecho tantos avances sin todo el esfuerzo que esperarían que dichos avances hubiesen requerido.
Ahora bien, los avances OBJETIVAMENTE SON REALES, pues la persona EN VERDAD viene de la salida, y, por eso, ha podido hacer lo que EN VERDAD HA HECHO. Por eso, una cosa es entender que a los que no reconocen que viene de la salida se les puede dificultar aceptar sus avances y pueden encasillarse en cambio en defender otras posibilidades y técnicas mucho menos acertadas; y otra cosa MUY DISTINTA sería el pensar que esas otras personas "pudieran tener razón" y es preciso entonces ignorar la calidad objetiva de esos avances reales y ponerlos al mismo nivel de teorías que objetivamente ya pueden reconocerse como erradas.
La filosofía "tomista" (lo más correcto sería hablar de la filosofía de Santo Tomás en el sentido de la filosofía hecha o avanzada por él, esto en el contexto de ese otro punto de la única filosofía del que hemos hablado) entonces es mayormente correcta y cierta (no estuvo absolutamente exenta de errores, primariamente por las limitaciones del conocimiento de su tiempo más que por errores en la aplicación o la confiabilidad de su método), y, por consiguiente, sería un error rotundo por parte de los cristianos que están en posibilidad de reconocerlo el aceptar que esta filosofía pudiera tener que considerarse "al mismo nivel" que otras corrientes u opiniones aparentemente más dignas de consideración por ser más antiguas o tener mayor aceptación en cierto lugar o contexto. Insisto, una cosa es aceptar que es comprensible que las personas puedan ver las cosas (erradamente) de esta manera, y, por lo mismo, la necesidad de no parecer exageradamente pretenciosos si no se quiere favorecer que aquellos se sientan de algún modo ofendidos y se cieguen más a la verdad y a la realidad; y otra cosa MUY DISTINTA sería uno mismo aceptar que las cosas son así, y que esas corrientes de pensamiento diversas en verdad estarían al mismo nivel o incluso por encima de la recta filosofía según la avanzó y expuso el Doctor Angélico.
Pero, para lograr todo esto de manera correcta y efectiva es preciso, insisto también en ello, entender que él en verdad venía de la salida y que unos lo saben y aceptan y otros no. Es decir, es precisio entender que Santo Tomás es primero y antes que nada un teólogo basado en la Revelación Auténtica y NO un simple "filósofo super-dotado" o cosa parecida.
Retomemos ahora la segunda cuestión:
2. Ahora vayamos a tu segunda cuestión. Cuando planteas que “solo hay una filosofía” y enfatizas la diferencia entre “método” y “filosofía”. A falta de una aclaración tuya sobre lo que entiendes en el texto como “filosofía”, puede uno inferir que te refieres a un conjunto de postulados, de conceptos, de principios verdaderos sobre la realidad. El único argumento que yo encuentro en tu escrito a favor de tu tesis de una única filosofía, es el de que “no hay sino una sola realidad”.
Argumento por demás contundente ¿no crees?
Ahora bien, sobre el método vs. el resultado. En verdad a veces usamos modelos tan buenos y perfectos que nos olvidamos por completo de que son modelos y no la realidad misma. Sobre esto el hermano Hector04 y un servidor hemos discutido largo y tendido en otros temas. Diferenciar entre el modelo y la realidad NO significa afirmar que entonces la realidad vendría siendo como intrínsecamente inalcanzable e incognoscible, como algunos erroneamente pretenden, pero SI significa que debemos ser cuidadosos en no dejarnos llevar por el modelo hasta el punto de confundirlo con la realidad misma. Por eso es importante distinguir entre "método" y "filosofía", porque una cosa es el conocimiento de la realidad que se obtiene y otra cosa son las herramientas que nos han permitido obtenerlo.
Cuando el Magisterio recomienda la filosofía de Santo Tomás, me parece que recomienda ambas cosas pero de diferente manera: por un lado nos afirma esto que hemos antes señalado de que los avances obtenidos por Santo Tomás son reales y NO deben ponerse a la altura de otros esfuerzos o corrientes de pensamiento menos acertadas, pero, a la vez, tampoco el Magisterio nos invita a ideologizar el pensamiento de Santo Tomás considerandolo un todo inamovible, inerrante y perfectamente acabado, sino simplemente convalida que se tienen avances reales que deben ser tomados en cuenta de tal suerte que se construya realmente sobre ellos y se muestre su propia veracidad a propios y extraños. Pero, por otra parte, me parece que el Magisterio de manera particulara TAMBIÉN recomienda el método seguido por Santo Tomás y adoptado en buena medida del método y las herramientas filosóficas de Aristóteles, cuya adecuación al estudio de los problemas que pretende estudiar se ha mostrado ya no solo efectiva para lograr avances por encima de los logrados por otras opciones metodológicas, sino se ha mostrado particularmente efectivo en cuanto a que se adecuó a la fácil solución de los problemas, que quien conocía "la salida" pudo identificar que el quehacer filosófico naturalmente iría encontrando, y pudo entonces adelantarse y resolver de manera sencilla y efectiva mediante la aplicación de estas herramientas.
Respecto a esto:
Por un lado habría que tener cuidado en ejemplificar comparativamente asuntos de filosofía con los de la física, tal vez, el problema de la filosofía es que a diferencia de la ciencia, como lo dice Adolfo león Gómez, es que trata de “problemas inmaduros”, es decir, problemas frente a los cuales no hay ni un método único (como si lo hay en la ciencia), ni formas de contrastar el objeto con la teoría, a la manera de hacer un experimento o algo semejante. La filosofía trata de problemas como la belleza, la verdad, la bondad etc. Estrictamente hablando no existiría en muchos de sus ámbitos demostraciones, las que a la manera de un algoritmo siempre ofreciera los mismos resultados de manera univoca, siguiendo determinados pasos. Más bien según Perelman, la labor del filósofo seria más parecida a la de un juez que tiene que “decidir”, acompañando su decisión de una argumentación solida. En este sentido, el problema se reduce un problema de argumentativo.
Es verdad que existen diferencias en cuanto a la manera positivista de abordar el problema, pero esa manera, ni es la única ni la correcta de abordarlo.
Comencemos por notar que la física EN LA REALIDAD, en verdad NO TIENE UN SOLO MÉTODO UNIVERSAL. Ese "método científico" que se nos enseña, del cual para colmo existen numerosas versiones, NO ES el único método que emplea la física para demostrar sus aseveraciones.
Mucho menos ese método es un método científico universal y útil a todas las ciencias "auténticas" como el positivismo erradamente pretende y ha exitosamente logrado imponer como "verdad" en la "conciencia colectiva".
Las ciencias humanas, como la historia, por ejemplo, requieren métodos sumamente distintos al publicitado como "el método científico" y resultan incluso risibles los esfuerzos que personalidades de todas las tallas, desde maestros de escuela no especializados hasta historiadores renombrados, hacen por tratar de "compatibilizar" ese "método científico único" al quehacer completamente diverso de ciencias como la historia o la arqueología. ¿Qué experimentación real permiten esas ciencias? ¿cómo se le hace para "repetir" y "comprobar" el resultado de una batalla o la construcción de una ciudad?
Se afirma que es que esa no es la manera de aplicar el "método científico único" a esas ciencias. Sino la hipótesis se genera con un set determinado de elementos de evidencia, y la "experimentación" y "comprobación" vendrían después, cuando un nuevo set de evidencias es descubierto y se muestra compatible y consistente con la hipótesis perviamente elaborada. Pero la verdad es que esas no son repeticiones de un mismo suceso y, por consiguiente, no se pueden considerar verdadera experimentación, lo que demuestra lo forzada que es en realidad esta "aplicación" del llamado "método científico" a una realidad para la cual no está diseñada.
Incluso en la misma física son muy distintos los métodos que en realidad se siguen cuando, por un lado se obtienen resultados experimentales a los que hay que dar coherencia a través de una teoría que es luego confirmada mediante la repetición de los experimentos y la predicción consistente de nuevos experimentos; que el método que se sigue cuando se parte de los llamados "experimentos de razón" que son deducciones teóricas fundadas únicamente en el conocimiento existente, y que después pueden ser confirmadas total o parcialmente, o de plano refutadas, mediante experimentos que no necesariamente era posible realizar cuando se planteó la teoría original.
En fin, se puede extender mucho esta discusión, pero el objetivo no es ese, sino mostrar que eso de que las ciencias operan con un método único es una verdadera falsedad.
Evidentemente donde si se establece una diferencia entre diversas ramas de la filosofía, como lo es la ética, y lo que se da en otras ciencias, es en la posibilidad de contrastar la teoría con la realidad a través de métodos relativamente simples, donde los más "espectaculares" y por consecuencia "confiables" se consideran las instancias en donde la teoría permite predecir un resultado hasta entonces desconocido, el que luego se puede confirmar con nueva evidencia. Y en esto si se pisa terreno común en ciencias muy dispares como los casos que hemos visto de la física y la historia o la paleontología. Si por ejemplo, en el caso de esta última se encuentra un esqueleto parcial de un animal fosilizado, se establecen teorías sobre cómo sería el animal y, por consecuencia, respecto a las partes que faltan,y luego, en otro lugar, se encuentra un esqueleto completo y las partes que faltaban al primero parecen coincidir con lo que se había deducido en función de la teoría, entonces eso se considera una impresionante convalidación de las hipótesis que se habían establecido. Si nos fijamos, esto tampoco sigue la forma de un algoritmo repetible, y, sin embargo, es aceptado porque, de algún modo, la evidencia tangible e innegable le da ese toque de objetividad.
Evidentemente esto no siempre es tan fácil con realidades intangibles, pero eso no quiere decir que entonces sea imposible establecer un método que permita demostrar las cosas con objetividad.
Curiosamente, al tiempo que se le da suficiente seriedad al pensamiento humano cuando establece "experimentos de razón" en la física como para gastar millones de dólares en experimentos complejos que involucran incluso naves espaciales con el fin de comprobarlos o refutarlos; a la vez se ha caido en considerar el razonamiento filosófico como algo casi imposible de demostrar al punto de que debe considerarse como algo opinable y dependiente, ya sea del consenso del que un servidor ha hablado, o bien del "juicio" del que habla Perelman.
Por el contrario, si entendemos, por ejemplo, que los modelos aristotélico-tomistas son adecuados para representar la realidad, incluso la realidad intangible, que han demostrado ser capaces de proporcionar una comprensión profunda de muchas cosas al ser aplicados a ellas, y que esa comprensión ha demostrado ser consistente con la realidad y capaz de explicarla adecuadamente, entonces ya en ello tenemos una base de objetividad para el estudio de esas realidades intangibles.
Me parece a mi que el problema principal surge con Kant. Pues él comprendió bien la diferencia entre usar un modelo que se confunde con la realidad misma; pero entonces enfatizó tanto las limitaciones propias del modelo, que se olvidó por completo de que ciertos modelos, debidamente usados, SI se habían demostrado capaces de proporcionar una adecuada comprensión de la realidad. Por supuesto que esto a su vez se puede extender remontando hacia la duda metódica de Descartes, donde lo que importa no es tanto el conocimiento real obtenido, sino la seguridad que se pudiera llegar a tener sobre la confiabilidad de tal conocimiento. Seguridad "absoluta" que no se tiene en NINGUNA ciencia en realidad por las limitaciones intrínsecas del conocimiento humano a pesar de toda la experimentación que se quiera hacer, y que, por lo mismo, es irracional pedirle a la filosofía como pre-condición para aceptar sus conclusiones como objetivas. No, lo único que se debe racionalmente pedir es que las conclusiones sean capaces de explicar razonablemente la realidad que analizan mediante la aplicación de un método confiable y probado.
Aquí lo que adquiere una importancia medular son los conceptos de connaturalidad y de demostración entendida NO como esa capacidad de realizar un experimento o de aplicar meramente la lógica matemática para obtener un resultado; sino entendiendo, sobre todo, que esas TAMBIÉN son meras herramientas que tan solo ayudan a lograr lo principal que TODA demostración debe en realidad lograr: hacerle EVIDENTE a la persona que lo que se afirma CORRESPONDE a la realidad. Y esa correspondencia tan solo la puede lograr realmente la persona por medio de la connaturalidad. Es en realidad la connaturalidad la que le hace evidente a la persona que el experimento realizado corresponde a lo previsto por la teoría, o que las nuevas piezas descubiertas del fósil completo corresponden a aquellas que se esperaba, o que la carta del general que describe el desarrollo de la batalla corresponde a lo que el historiador había deducido previamente de otras fuentes. Si la persona no logra ver la conexión entre lo que se dice y los datos y evidencia que la realidad proporciona, simplemente no se puede hablar de que se haya demostrado nada.
Por contraparte, si la persona SI logra ver la conexión entre las realidades intangibles y lo que una teoría establece, entonces se puede considerar que la demsotración SI se ha realizado a pesar de no ser obtenida tal evidencia por medio de instrumentos de medición.
Por eso:
En el fondo todo esto está relacionado directamente con el problema de la verdad, El tomismo tradicional ha reconocido tres tipos de verdad, la verdad metafísica, la verdad lógica y la verdad moral. A la verdad lógica se la ha definido tradicionalmente como “la correspondencia o adecuación de la mente con lo real”. He aquí un problema mayúsculo, sobre todo entendiendo que esa adecuación se da de manera diferente si estamos hablando de objetos simples, de hechos, de teorías sobre los hechos y de teorías sobre las teorías.
Lo que debe mostarse NO ES una manera única de hacer evidente esa correspondencia entre lo que piensa la mente y lo que es real. Sino lo que debe mostrarse es que esa correspondencia existe. Y, para todo esto, el método y la distinción adecuada entre lo que es el método y los modelos y lo que es la realidad nuevamente adquiere una importancia muy grande:
Bien por último está el problema de la realidad, es el problema fundamental de la filosofía y aquí Eduarod el idealismo y sus formas contemporáneas como el constructivismo, no han ganado espacio solamente por una cuestión de consenso como tú dices, sino que hay argumentos fuertes que habría que considerar.
En realidad estas visiones se basan en un postulado ideológico, y, por consiguiente, no se podrían considerar con todo rigor como manifestaciones de veradera filosofía, pues se basan en la negativa de reconocer la realidad como un absoluto con el que nos relacionamos, lo que está en abierta contradicción con la experiencia constante de cualquier persona cada vez que se ve "rebasada" por una realidad a la que no puede oponerse ni puede modificar, o cada vez que logra un beneficio al precisamente aplicar sobre esa realidad su conocimiento sobre la misma para orientarla en el sentido que desea. Lo que es un invento de la mente es que la realidad no es una, o que no nos relacionamos directamente con ella. Porque la evidencia y experiencia constante de cualquier persona dice exactamente lo contrario; asi como el precio que cualquiera debe pagar cuando decide ignorar esa realidad desconectándose parcial o totalmente de ella. Pues la persona puede darle la espalda a la realidad, pero no por ello la realidad dejará de aplicarle y afectarle.
Claro, se puede buscar un "término medio" y decir que no es que la realidad no sea una o que no nos relacionemos a ella, sino que el problema es que no la podemos conocer directamente, sino tan solo por medio de nuestros sentidos y de nuestros modelos y que, por lo mismo, podemos aspirar tan solo a una representación imprefecta, incompleta y, por ello, parcial y poco confiable de ella. Pero precisamente por ello es que es tan importante hacer bien esta distinción entre el modelo y la realidad, para no caer ni en el error de considerar realidad lo que es tan solo modelo, pero tampoco en ese otro error de que nos es esencialmente imposible superar el modelo para llegar al conocimiento auténtico de la realidad. Conocimiento que, por supuesto, no tiene que ser absolutamente completo para poder ser auténtico y verdadero.
La refutación del pensamiento ideológico se puede realizar precisamente a través de la connaturalidad: mostrando que lo que la ideología postula NO ES compatible con la realidad. Pero el problema es que justamente la ideología ha acostumbrado a la genta a "voltear al otro lado" a pesar de que la realidad continuamente se estrelle en la cara de las personas demostrándoles que su pensamiento ideológico es inapropiado.
No parece entonces que la respuesta sea elaborar complicadas teorías para ayudar a las personas a ver algo que se les ha acostumbrado a evitar ver por todos los medios. Mucho menos sería necesario cambiar teorías o postulados, en lo que, en efecto no podrían ser sino concesiones que tan solo reforzarían el problema en vez de resolverlo.
No, lo que hay que hacer es precisamente ser realistas sobre la situación en la que las ideologías han sumergido a las otras personas, y darse a la tarea de encontrar la manera de que finalmente quieran ver lo que se les ha entrenado a no ver.
La tarea es monumental, y puedo transmitirte el avance de un maestro en verdad bueno que tuvo un servidor y que el único medio efectivo que en su vida logró encontrar para resolver este problema fue la Cruz de Cristo. Evidentemente esa solución está más allá del alcance de la filosofía, pero por algo la humanidad está necesitada de Redención.
Y es que, en realidad las ideologías han sido tan efectivas en hacer que las personas nieguen la realidad que a todas las generaciones les ha resultado tan evidente por dos motivos:
1. Hacerle creer a la gente que lo que su experiencia de la realidad es irrelevante y que un análisis científico fácilmente la puede contradecir y negar. Lo cual es mayormente falso, pero desafortunadamente las ideologías han convencido al gran público de todo lo contrario: que casi nunca tienen razón y que el "avance científico" demostrará que todo lo que creen, piensan y perciben está mal.
2. Lo anterior no está exento a su vez del interés ideológico de negar la realidad absoluta y la RESPONSABILIDAD que se deriva de conocerla aunque sea parcialmente. La Cruz de Cristo es efectiva precisamente porque le demuestra de manera contundente a las personas que, en última instancia, es muchísimo más conveniente conocer y aceptar la realidad por los beneficios que esto conlleva, que la "molestia" que las obligaciones y responsabilidades que implica pudieran llegar a causar. El reto entonces, a nivel puramente filosófico, sería encontrar la manera de hacer ver esto a las personas sin necesidad expersa de recurrir a los beneficios superlativos de la Revelación, sino tan solo reconociendo los beneficios de aceptar y reconocer la realidad tal y como la muestra la razón. No creo que sea imposible, pero si muy dificil ante un mundo en el que, insisto, las personas han sido acostumbradas a aceptar los golpes que se dan continuamente contra la realidad a causa de la ideología como una parte de la miseria de la condición humana; y en el que se ha difundido el falso prejuicio de que las "limitaciones" propias de reconocer la realidad tal cual es, son tan grandes, que es preferible vivir bajo esa miseria constante a la que son sometidas por la ideología. Bastaría que se atrevieran a probar lo contrario para que fácilmente constataran el error en el que se les ha obligado a vivir. Pero para eso primero tendrían que arriesgarse a probarlo, cosa que expresamente han sido condicionadas a evitar.
Al final parece que hay más control en un mundo que uno mismo construye que en uno que nos es dado ya construido. Justo como, en una analogía un tanto aventurada, pero no inaplicable, a muchos les parece que hay más seguridad en el auto que uno mismo conduce y del que uno es finalmente responsable, que en abordar el avión donde parece que nada depende de uno, y eso a pesar de que la estadística indique que la realidad objetiva es exactamente la contraria.
Que Dios te bendiga.