¡Tengan todos muy buenas noches!
Es la primera vez que escribo en los foros de este hermoso sitio.
Vengo a ustedes para hacerles una consulta sobre un tema que me tiene algo inquieto.
Hasta los 18 tuve una vida de católico muy poco practicante, muy entregado a los vicios que la juventud puede encontrar estos tiempos. Al cumplir los 18 sufrí una dura crisis, mi padre abandonó mi hogar, pero pasado 1 año y medio volví a nuestra Santa Madre Iglesia.
Una vez me acerqué al Padre y confesé mucho de lo impúdico que había sido, le confesé que había faltado al orden natural, aunque sin compañía, muchas veces, miles, sin embargo no recuerdo que me otorgara ninguna penitencia extraordinaria, sino algo sencillo, corriente
Fue muy importante para mí estar limpio de los pecados de una adolescencia que había tenido.
Cuando me confesé, hacía poco que era católico. No recuerdo por tanto si realicé la penitencia, si realicé la cantidad de oraciones que me encomendó
¿si así no hubiera sido, sigo entonces condenado?
Hoy me confesé por otros pecados que tenía, quería fervorosamente comulgar. Realicé las oraciones de penitencia que me encomendó, y además recé 5 Ave María y 1 Padre Nuestro por si no había orado como penitencia por aquella confesión que tuve, y cuya penitencia no sé si cumplí. Usualmente las penitencias que me da mi párroco suelen ser así, es más, suelen ser de menos cantidad de oraciones
cuando se repartía la comunión, tomé de ella, pues entendí que ya no tenía ningún mercado mundial y que la Sacrísima Presencia del Señor Jesús en el Pan de Vida me daría la vida que necesito como católico
pero...¿Podía hacerlo? ¿o arrastraba un grave pecado?
¡Les agradezco mucho a todos!