JUEVES 21 DE MAYO
Jueves de la 7º semana del tiempo de pascua
-Feria o memoria libre de San Cristóbal Magallanes, Presbítero y Compañeros, Mártires-
ANTÍFONA DE ENTRADA (Heb 4, 16)
Acerquémonos confiadamente a Dios, fuente de bondad, a fin de alcanzar su misericordia y su gracia en el tiempo oportuno. Aleluya.
† 1927
ORACIÓN COLECTA
Señor, que el Espíritu Santo nos conceda abundantemente sus dones, para que podamos conocer tu voluntad y ajustemos a ella nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo…
O bien de la memoria libre:
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a los santos Cristóbal Magallanes, presbítero, y sus compañeros, el don de la fortaleza para ser fieles servidores de Cristo Rey hasta el martirio, concédenos, por su intercesión, que, perseverando en la confesión de la fe verdadera, obedezcamos siempre con amor los mandamientos de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 22, 30; 23, 6-11
En aquellos días, el comandante, queriendo saber con exactitud de qué acusaban a Pablo los judíos, mandó que le quitaran las cadenas, convocó a los sumos sacerdotes y a todo el sanedrín, y llevando consigo a Pablo, lo hizo comparecer ante ellos. Como Pablo sabía que una parte del sanedrín era de saduceos y otra de fariseos, exclamó: "Hermanos: Yo soy fariseo, hijo de fariseos, y me quieren juzgar porque espero la resurrección de los muertos". Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, que ocasionó la división de la asamblea: (Porque los saduceos niegan la otra vida, sea de ángeles o de espíritus resucitados; mientras que los fariseos admiten ambas cosas). Estalló luego una terrible gritería y algunos escribas del partido de los fariseos, se pusieron de pie y declararon enérgicamente: "Nosotros no encontramos ningún delito en este hombre. ¿Quién puede decirnos que no le ha hablado un espíritu o un ángel?" El alboroto llegó a tal grado, que el comandante, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó traer a la guarnición para sacarlo de allí y llevárselo al cuartel. En la noche siguiente se le apareció el Señor a Pablo y le dijo: "Ten ánimo, Pablo; porque así como en Jerusalén has dado testimonio de mí, así también tendrás que darlo en Roma". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 15 R/. Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia; mi vida esta en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezaré. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma, y mi cuerpo vivirá tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 17, 21) R/. Aleluya, aleluya.
Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti; somos uno. Así el mundo creerá que tú me has enviado, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17, 20-26
En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre, no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea perfecta y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como me amas a mí. Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque me has amado desde antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me amas esté en ellos y yo también en ellos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que, hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE LA ESPERA DEL ESPIRITU SANTO
En verdad es justo y necesario, que se unan en tu alabanza todas tus criaturas del cielo y de la tierra a ti Dios todopoderoso y a tu Hijo Jesucristo, Señor del universo. El cual, habiendo entrado de una vez y para siempre en el santuario del cielo, ahora intercede por nosotros, como mediador que nos asegura la perenne efusión del Espíritu, Pastor y Obispo de nuestras almas, nos invita a la plegaria a ejemplo de María y los apóstoles, en la espera de un nuevo Pentecostés. Por estos signos de santificación y de amor, nos unimos a los ángeles y a los santos cantando humildemente el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
PLEGARIA EUCARÍSTICA II
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y † Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros». Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía». Cristo se entregó por nosotros. Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor. Así pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo N., y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad. Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo San José, los apóstoles, San Cristóbal Magallanes y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 7)
Yo les aseguro, dice el Señor: Les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Espíritu consolador. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía, Señor, nos haga comprender tus designios y nos comunique tu misma vida divina, para que seamos dignos de recibir los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Provincia Eclesial de México:
Thu 21 San Cristóbal Magallanes, Presbítero y Compañeros, Mártires Memoria obligatoria **
Lect: Hech 22, 30;23, 6-11/Sal 15/Jn 17, 20-26; Oraciones de la memoria, Prefacio de los Santos Mártires