Estimada en Cristo M-a-r-i-a:
En efecto, como ya te explicó el hermano Damian, NO existe tal cosa como un Sacramento llamado "Primera Comunión" que pudiera o no tener validez como tal. Sino existe UN Sacramento llamado "Eucaristía" el cual se refiere primariamente a la Consagración que hace el Sacerdote durante la Santa Misa, pero que después es RECIBIDO, tanto por el propio sacerdote, como por los fieles que están habilitados para recibirlo.
Por consiguiente, en cuanto al Sacramento NO HAY diferencia alguna entre la Primera Comunión o la Comunión 3476 que alguien pudiera realizar. AMBAS deben hacerse con la MISMA importancia.
Lo único que distingue a la Primera Comunión de las demás es justamente eso: que es la primera.
Y, por ser la primera, conlleva una preparación, pero NO porque esta Comunión sea diferente de las demás y requiera de una preparación que las demás no requieren. Sino porque esta preparación vale para TODAS las Comuniones que realice la persona en su vida, pues esa preparación, para lo que sirve, es simplemente para asegurar que la persona PUEDE recibir la Sagrada Eucaristía en cuanto a que SABE qué es lo que está implicado en ello.
La persona aprende, mediante esta preparación (en un lenguaje propio a su edad), sobre la Presencia REAL de Jesucristo en la Sagrada Forma que, aunque parece pan, en realidad YA NO lo es, sino es el Santísimo Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo, el cual, al sernos Entregado, nos es Entregado NO SOLO ese Cuerpo físico de Nuestro Señor, sino la INTEGRIDAD del Ser de Nuestro Señor, con TODO su Ser físico, junto con todo su Ser en cuanto alma humana, y TODO Su Ser en cuanto a la Persona Divina que Él ES. Y esto es así porque en Él NO HAY división, si Él se Entrega, se Entrega TODO Él. En resumen, se trata de una Unión plena e Íntima de la persona que Comulga con Jesús, con Dios mismo.
Ahora bien, además de esa preparación, la Primera Recepción de la Eucaristía, o sea, la Primera Comunión, se caracteriza por la especial alegría de que la persona PUEDE YA recibir a Jesús. Por eso es motivo de una ceremonia especial, la cual es como expresión de esa alegría que llena a la persona misma, y a la Iglesia entera junto con ella, de que alguien más se ha podido unir íntimamente con el Señor. Viene a ser como lo que nos narra el Evangelio:
Y les dijo también: «Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido".
San Lucas 15, 8-9
Pero entonces, esta alegría es por encontrar aquello que estaba perdido, y la idea, como bien señalan los hermanos NO ES que se vuelva a perder. Por eso es importante que la Primera Comunión NO sea la ÚNICA, sino sea el inicio de toooooda una vida de unión con Dios.
Esto es semejante entonces también a las "fiestas" y alegría que se sucitan en una familia ante, por ejemplo, los primeros pasitos de un bebé. Y no quiere decir que esos pasitos sean necesariamente los más importantes que dará el niño en su vida, ni quizá los más firmes, los más seguros o los más largos, sino son importantes simplemente porque son los primeros de lo que, se espera, sea una larga vida en la que el niño podrá caminar y hacer muchas cosas caminando, con pasos cada vez mejores, mucho más firmes y seguros que esos primeros pasitos tambaleantes. Pero por eso se alegran los papás, y se alegra el mismo chiquito: porque el niño YA PUEDE caminar, YA TIENE la capacidad de hacerlo, ESO es lo que le da "encanto" a esos primeros pasitos; y NO que pasos tengan otra clase de "virtud especial" que haga a estos pasos intrínsecamente mejores y que los siguientes pasos ya no pueden tener.
Y así, del mismo modo que los siguientes pasitos, sin tener ya quizá ese "encanto" de ser los primeros, sin embargo, son cada vez mejores; así también las siguientes participaciones del niño en la Eucaristía, sin tener el "encanto" de la Primera Comunión, sin tener tampoco toda esa ceremonia y alegría del inicio de una nueva etapa, mucho más profunda, en la vida espiritual de la persona, se espera, sin embargo, que sean cada vez "mejores" en el sentido de que la persona vaya perfeccionando cada vez más su unión con Dios.
En el contexto descrito, pues queda claro que "hacer la Primera Comunión 2 veces" es simple, sencilla y llanamente imposible, pues, como ha dicho algún hermano, por algo se llama "primera". La segunda simplemente ya no será la primera.
Sin embargo, por lo mismo que no hay NADA intrínsecamente especial respecto a esa Primera Comunión que las otras no tengan, salvo el ser la primera; y que entonces el ceremonial y la alegría NO son privativos de la primera, pero si particularmente apropiados en ella, pues entonces NADA intrínsecamente se opone a celebrar la segunda, tercera o 3217 vez que se recibe al Señor en la Eucaristían tal y como si fuese la primera vez.
Y bueno, el contexto de participar juntos de la unión con Cristo en la Eucaristía con los miembros del grupo con los cuales uno se ha preparado para ello, pues parece un contexto apropiado para alegrarse y celebrar espiritualmente el hecho.
Sin embargo, está claro que eso no solo depende de uno, sino de todo el grupo y de quienes lo dirigen (sacerdotes, catequistas, etc.) de modo que todos deben estar de acuerdo en que se de esta forma de celebración dentro del contexto en el que ellos están celebrando realmente su primera participación en la Eucaristía.
En resumen, acabamos en lo mismo que ya te han recomendado los hermanos: que lo mejor es que lo platiques con el sacerdote que los está preparando y/o que celebrará la ceremonia. Pero quise escribirte este mensaje para aclarar un poco mejor los conceptos.
Que Dios te bendiga en la alegría de la Resurrección del Señor.