JUEVES 19 DE JUNIO
EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
-Solemnidad-ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 80, 17) Alimentó a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sació con miel sacada de la roca.┼ 1264
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 8, 2-3.14-16En aquel tiempo, habló Moisés al pueblo y le dijo: "Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto para afligirte, para ponerte a prueba y conocer si ibas a guardar sus mandamientos o no. Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. No sea que te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto y de la esclavitud; que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, lleno de serpientes y alacranes; que en una tierra árida hizo brotar para ti agua de la roca más dura, y que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.Del salmo 147 R/. Bendito sea el Señor.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.
Le muestra a Jacob sus pensamientos, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo ni le ha confiado a otro sus proyectos. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 16-17Hermanos: El cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y el pan que partimos, ¿no, nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.SECUENCIA(Puede omitirse o puede recitarse en forma abreviada, comenzando por la estrofa: "El pan que del cielo baja"). Al Salvador alabemos, que es nuestro pastor y guía. Alabémoslo con himnos y canciones de alegría.
Alabémoslo sin límites y con nuestras fuerzas todas; pues tan grande es el Señor, que nuestra alabanza es poca.
Gustosos hoy aclamamos a Cristo, que es nuestro pan, pues él es el pan de vida, que nos da vida inmortal.
Doce eran los que cenaban y les dio pan a los doce. Doce entonces lo comieron, y, después, todos los hombres.
Sea plena la alabanza y llena de alegres cantos; que nuestra alma se desborde en todo un concierto santo.
Hoy celebramos con gozo la gloriosa institución de este banquete divino, el banquete del Señor.
Este es la nueva Pascua, Pascua del único Rey, que termina con la alianza tan pesada de la ley.
Esto nuevo, siempre nuevo, es la luz de la verdad, que sustituye a lo viejo con reciente claridad.
En aquella última cena Cristo hizo la maravilla de dejar a sus amigos el memorial de su vida.
Enseñados por la Iglesia, consagramos pan y vino, que a los hombres nos redimen, y dan fuerza en el camino.
Es un dogma del cristiano que el pan se convierte en carne; y lo que antes era vino queda convertido en sangre.
Hay cosas que no entendemos, pues no alcanza la razón; mas si las vemos con fe, entrarán al corazón.
Bajo símbolos diversos y en diferentes figuras se esconden ciertas verdades maravillosas, profundas.
Su sangre es nuestra bebida; su carne, nuestro alimento; pero en el pan o en el vino Cristo está todo completo.
Quien lo come no lo rompe, no lo parte ni divide; él es el todo y la parte; vivo está en quien lo recibe.
Puede ser tan sólo uno el que se acerca al altar, o pueden ser multitudes: Cristo no se acabará.
Lo comen buenos y malos, con provecho diferente; no es lo mismo tener vida que ser condenado a muerte.
A los malos les da muerte y a los buenos les da vida. ¡Qué efecto tan diferente tiene la misma comida!
Si lo parten, no te apures; sólo parten lo exterior; en el mínimo fragmento entero late el Señor.
Cuando parten lo exterior sólo parten lo que has visto; no es una disminución de la persona de Cristo.
El pan que del cielo baja es comida de viajeros. Es un pan para los hijos. ¡No hay que tirarlo a los perros!
Isaac, el inocente, es figura de este pan, con el cordero de Pascua y el misterioso maná.
Ten compasión de nosotros, buen pastor, pan verdadero. Apaciéntanos y cuídanos y condúcenos al cielo.
Todo lo puedes y sabes, pastor de ovejas, divino. Concédenos en el cielo gozar la herencia contigo. Amén.
ACLAMACIÓN (Jn 6, 51) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida". Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?" Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá siempre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.Se dice Credo
ORACIÓN DE LOS FIELES
Antes de disponer la mesa santa donde el Señor hará nuevamente presente su tránsito pascual que salva a todos los hombres, elevemos nuestras súplicas a Dios Padre con la plena confianza de ser escuchados. (Respondemos a cada petición: R/. Pan vivo bajado del cielo, escúchanos).Para que los obispos y presbíteros cuando presidan la celebración eucarística, vivan tan plenamente identificados con el Señor, que el pueblo vea en ellos la imagen viva de Cristo, que preside a quienes se han reunido en su nombre, roguemos al Señor. R/.
Para que pronto llegue el día en que todos los cristianos celebremos la eucaristía en la unidad de una sola Iglesia y todos los hombres, de un extremo al otro del mundo, ofrezcan el sacrificio del Cuerpo y la Sangre de Cristo, roguemos al Señor. R/.
Para que los fieles que se encuentran a las puertas de la muerte dejen este mundo llenos de paz y, confiando en las promesas del Señor y fortalecidos con el Cuerpo de Cristo, lleguen al reino de la felicidad y de la vida, roguemos al Señor. R/.
Para que el Señor fortalezca constantemente nuestra fe y acreciente nuestro amor, a fin de que adoremos siempre en espíritu y verdad a Cristo realmente presente en el admirable sacramento de la Eucaristía, roguemos al Señor. R/.
Dios nuestro, siempre fiel a tus promesas, que alimentas a tu pueblo con amor, escucha nuestras oraciones y acrecienta en nosotros el deseo de saciarnos de ti, fuente de todo bien; y haz que, fortalecidos con el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo, avancemos por la senda de nuestra vida hasta llegar a la asamblea de los santos, y allí participemos eternamente en el banquete de tus elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz, simbolizados en las ofrendas sacramentales que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA IIEn verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. El cual, en la última cena con los Apóstoles, se ofreció a ti como cordero sin mancha, para perpetuar su pasión salvadora y tú lo aceptaste como sacrificio de alabanza perfecta. Con este sacramento, alimentas y santificas a tus fieles para que, a los hombres que habitan un mismo mundo, una misma fe los ilumine y los una un mismo amor. Así pues, nos acercamos a tu mesa para que, penetrados por la gracia de este admirable misterio, nos transformes en imagen de tu Hijo. Por eso, Señor, todas tus criaturas, en el cielo y en la tierra te adoran cantando un cántico nuevo; y también nosotros, con los ángeles, te aclamamos por siempre, diciendo: Santo, Santo, Santo…
PLEGARIA EUCARÍSTICA I O CANÓN ROMANOPadre misericordioso, te pedimos humildemente por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que aceptes y bendigas estos † dones, este sacrificio santo y puro que te ofrecemos, ante todo, por tu Iglesia santa y católica, para que le concedas la paz, la protejas, la congregues en la unidad y la gobiernes en el mundo entero, con tu servidor el Papa Francisco, con nuestro Obispo N., y todos los demás Obispos que, fieles a la verdad, promueven la fe católica y apostólica. Acuérdate, Señor, de tus hijos N. y N. Y de todos los aquí reunidos, cuya fe y entrega bien conoces; por ellos y todos los suyos, por el perdón de sus pecados y la salvación que esperan, te ofrecemos, y ellos mismos te ofrecen, este sacrificio de alabanza, a ti, eterno Dios, vivo y verdadero. Reunidos en comunión con toda la Iglesia, veneramos la memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor; la de su esposo, san José; la de los santos apóstoles y mártires; Pedro y Pablo, Andrés, [Santiago y Juan, Tomás, Santiago, Felipe, Bartolomé, Mateo, Simón y Tadeo: Lino, Cleto, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisógono, Juan y Pablo, Cosme y Damián,] y la de todos los santos; por sus méritos y oraciones concédenos en todo tu protección. [Por Cristo, nuestro Señor. Amén]. Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa, que te presentamos; ordena en tu paz nuestros días, líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos. [Por Cristo, nuestro Señor. Amén]. Bendice y santifica, oh Padre, esta ofrenda, haciéndola perfecta, espiritual y digna de ti, de manera que sea para nosotros Cuerpo y Sangre de tu Hijo amado, Jesucristo, nuestro Señor. Él mismo, la víspera de su pasión, tomó el pan en sus santas y venerables manos, y, elevando los ojos al cielo, hacia ti, Dios Padre suyo todopoderoso, dando gracias, te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
«Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros». Del mismo modo, acabada la cena, tomó este cáliz glorioso en sus santas y venerables manos, dando gracias te bendijo, y lo dio a sus discípulos, diciendo:
«Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía». Éste es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! Por eso, Padre, nosotros, tus siervos, y todo tu pueblo santo, al celebrar este memorial de la muerte gloriosa de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor; de su santa resurrección del lugar de los muertos y de su admirable ascensión a los cielos, te ofrecemos, Dios de la gloria y majestad, de los mismos bienes que nos has dado, el sacrificio puro, inmaculado y santo: pan de vida eterna y cáliz de eterna salvación. Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste los dones del justo Abel, el sacrificio de Abraham, nuestro padre en la fe, y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec. Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que esta ofrenda sea llevada a tu presencia, hasta el altar del cielo, por manos de tu ángel, para que cuantos recibimos el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo al participar aquí de este altar, seamos colmados de gracia y bendición. Acuérdate también, Señor, de tus hijos N., y N., que nos han precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. A ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, concédeles el lugar del consuelo, de la luz y de la paz. Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos, que confiamos en tu infinita misericordia, admítenos en la asamblea de los santos apóstoles y mártires; Juan el Bautista, Esteban, Matías y Bernabé [Ignacio, Alejandro, Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia, Anastasia,] y de todos los santos; y acéptanos en su compañía, no por nuestros méritos, sino conforme a tu bondad. Por Cristo, Señor nuestro, por quien sigues creando todos los bienes, los santificas, los llenas de vida, los bendices y los repartes entre nosotros. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 56) El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO: Del latín, Corpus Christi = cuerpo de Cristo. Siglo XIII. La solemnidad de la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo en el santísimo sacramento de la Eucaristía se origino en una revelación que dijo tener santa Juliana de Mont Cornillon (1193-1258) y al Milagro eucarístico de Orvieto y Bolsena". (ciudades italianas), acaecido en 1264, donde una hostia sangro hasta empapar un corporal (pieza de lino cuadrada y ornamentada que se extiende para colocar sobre ella en las celebraciones eucarísticas los vasos sagrados). Conocido y comprobado este milagro, el papa Urbano IV (1261-1264) instituyo esta solemnidad y le asigno fecha de celebración: sesenta días después de Pascua. Dicho milagro se festeja en Occidente desde 1317.
Nota: Esta Misa se observa en la Edición General Romana y otras Provincias Eclesiales particulares, en otras regiones o provincias Eclesiales se observará el Domingo 22 de Junio del 2014.
Donde la solemnidad de Corpus Christi se traslada, se observa: Thu 19 Jueves de la 11º semana del tiempo ordinario Feria *
o San Romualdo, Abad Memoria libre
Lect: Eclo 48, 1-15/Sal 96/Mt 6, 7-15; Oraciones de la feria, Prefacio Común I-IX