Que tal, primero que nada no tengo seguridad de postear en el subforo correcto, pero es lo que más me sonó. Les cuento que estoy en un grupo de jóvenes católico y me ha tocado coordinar un par de veces a unas 10 personas, no tengo dudas de mi fé y sé que los errores que cometen los sacerdotes no son motivo para "escamarse" o alarmarse demasiado pues son humanos y cometen errores como todos nosotros... sin embargo hay algo que en verdad no entiendo por qué sucede como si fuera lo más normal.
Les comento que me ha tocado coordinar gente (algunos mayores que yo) y cuando hemos hablado de las riquezas de la Iglesia, aunque la he defendido bastante bien gracias a Dios, nunca he logrado llegar a un cierre "convincente" para todos los de la discusión, pues si bien, sabemos que la Iglesia no es TAN rica como dicen los mitos, y que hace grandes aportaciones, ayuda humanitaria, que dona una gran parte de sus ingresos y realiza un sin fin de buenas obras, aún queda el pequeño detalle de voltear a ver nuestras parroquias locales. Mientras unas son humildes y apenas se ven progresar, otras son demasiado ostentosas... en fin son "para gente rica"... y pues no se, no me parece bien.
Me recuerda a San Pablo con "me hecho débil para los débiles" o algo así (disculpen la ignorancia para citar las Escrituras)... pero me suena a pretexto. Hay templos que son EXTREMADAMENTE elegantes, con cristales que se oscurecen según la incidencia del sol para que no se queme la gente, con altares y estructuras arquitectónicas muy bellas, pero que lejos de hacerme sentir admiración o buscar contemplar a Dios en su belleza, me producen una sensación de malestar. Hace poco en una parroquia a la que frecuento ir nos presumió el sacerdote que "gracias a nosotros" y que queremos mucho a la Virgen María, decidió que seguramente le queríamos regalar un marco tipo barroco bañado en ORO, para la réplica que tienen de la imagen de nuestra Madre de Guadalupe, que le costó 18 mil pesos (mexicanos) o no recuerdo si el doble... pero en fín, la verdad ni siquiera se ve bonito. Estos sacerdotes "franciscanos" (no quiero ser ofensivo con las comillas pero no puedo no escribirlo así), tienen autos lujosos... y yo entiendo que el trabajo merece su paga, y que los sacerdotes necesitan en qué moverse para prestar sus servicios... pero definitivamente no necesitan una camioneta FAMILIAR del AÑO... o si?
Y por otro lado hay otros sacerdotes que muy humildemente sacan adelante comunidades abandonadas por la sociedad, y que sufren de verdad malas condiciones.
Yo entiendo que donde hay gente rica, la gente rica da más dinero, pero ¿por qué se maneja como si fueran cosas distintas cada parroquia? Hay que tener contentos a los ricos? No sería mejor que al entrar al templo se les intentara inyectar un poquito de humildad ante El Señor? en vez de tratarlos como reyes que no pueden dar la PAZ sin tener a la mano gel antibacterial?... Entienden a qué me refiero? Acaso la ofrenda es un "pago" por un buen "servicio"?... Cristo alguna vez fue así de lambiscón con los ricos? verdad que no?... Veo con tristeza a los sacerdotes pensando en todas las cosas que quieren hacer y comprar, y en el dinero que para ello deben de juntar... y me pregunto ¿se puede servir a Dios y al dinero?, entiendo que con dinero se hacen muchas cosas buenas, pero yo creo que muchas veces se olvidan por completo de que deben ser guías espirituales de las personas, haciendo confesiones express, misas al "ahi-se-va" y sin tener un minuto para dar un consejo a una persona en crisis de fé o con un problema grave...
No creo yo que sea tan imposible pensar en un organismo que centralice y administre el dinero equitativamente, en fin ya existen los bancos y las transferencias, las facturas, etc., no son costales de monedas de oro que han de llevarse en caballo como en la edad media. Existe internet si lo que se necesita es comunicación, y es comunicación inmediata.
No sé si he logrado exponer bien mi descontento, y si ustedes me puedan ayudar para aclarar el por qué de esta situación, o si de hecho es un problema que es comúnmente conocido pero difícil de afrontar.
Saludos, y gracias por su tiempo, saben que Dios se los paga :)