por eduarod » Dom Oct 13, 2013 10:57 pm
Estimado en Cristo secretman:
Personalmente entendí que, en el caso expuesto, SI estaba prohibida esa forma de distribuir la Sagrada Eucaristía.
Por otra parte, ciertamente es soprendente la respuesta que te dió ese señor obispo. Ahora bien, hay que considerar que estas cosas se han promovido a nivel de la Santa Sede por medio de las Conferencias Episcopales para tratar de garantizar uniformidad de criterios en territorios vinculados. Así pues, no sería de extrañar, ni sería malo en realidad, que un obispo que en principio no estuviera muy de acuerdo con la distribución en la mano, acabase aceptándola con el fin de mantener esa uniformidad, juzgando que esto último traería mayores beneficios a su rebaño. Pero, por otra parte, podemos pensar que, si ese fuese el caso, nada costaba decirlo así. Y esto que expresaba este señor obispo de que se sentía forzado y casi como perseguido, es una situación muy distinta.
Esto es algo que a veces se ha criticado respecto a las Conferencias Episcopales: que sin ser propiamente elementos jerárquicos, y que si bien se han constituido para promover criterios consistentes que estén más fundados en las necesidades de un pueblo de acuerdo a su cultura, que en pareceres y criterios estrictamente personales de los señores obispos, los que pueden acabar siendo percibidos como inconsistencias y causen desconcierto entre los fieles; por otro lado, en ocasiones las Conferencias si influyen negativamente en la debida libertad que deben tener los pastores para el cuidado del rebaño puesto a su cuidado, lo que al final es una responsabilidad estrictamente del pastor que ha recibido esa misión y de nadie más. Y asi acaba ocurriendo que, decisiones que deberían tomarse ESTRICTAMENTE en función de las necesidades pastorales de los fieles, se acaben tomando en función de presiones ideológicas; produciendo así, en vez del bien que se buscaba, un daño entre los fieles, a quienes el pastor no logra cuidar de acuerdo a sus verdaderas necesidades.
Se puede pensar -y quizá era el caso del obispo con el que platicaste- que un obispo, más que juzgar que un criterio uniforme era un beneficio para los fieles por sí mismo, lo que pudiera pensar es que ir en contra de los otros obispos pudiera causar serias divisiones entre ellos, y pudiera juzgar que lo que menos necesitaban los fieles era una "batalla campal" entre sus obispos, lo que -lo sabemos muy bien- no dejaría de ser aprovechado y exprimido al máximo por los periodistas para vender noticias, por cuanto anti-clerical que se respetara para criticar a la Iglesia, y por cuanta secta estuviera disponible para convencer a los incautos de que esos pleitos "demostraban" la "falsedad" de la Iglesia. Quizá el temor a una situación así, que en su juicio produciría daños mucho más grandes al rebaño que el beneficio que se deseaba producir, era lo que en realidad estaba en la mente de este señor obispo, y no tanto un miedo a lo que personalmente pudiera ocurrirle a él, o un respeto humano como tal.
En todo caso, lo que es muy triste es que, por la razón que sea, un señor obispo se sienta forzado a no hacer lo que él realmente cree que es lo mejor para el cuidado del pueblo fiel puesto a su cuidado y que, en principio, si cae dentro de su potestad y responsabilidad.
Que Dios te bendiga.