carlos101 escribió:hola, gracias por responder pero compruebo con tristeza que no me habeis entendido. Mi voluntad es en un futuro casarme para no vivir solo de viejo y practicar la abstinencia, por supuesto de mutuo acuerdo, de manera que no haya nada de sexo sino solo cariño y respeto, seria como tener una compañera de vida, ese era el sentido de mi mensaje, siento no haber sido entendido, hacer eso ¿es pecar contra Dios? ¿es pecado optar por una vida pura, sin sexo, de abstinencia? gracias
Estimado en Cristo carlos101:
Por mi parte reconozco que si pensé que te referías a un supuesto matrimonio en el que NO se practicara la abstinencia.
Pero me parece que tú tampoco has acabado de entener, porque lo que aclaras NO CAMBIA mucho las cosas.
Y es que, por muy idealista y santo que suene tu planteamiento, si en el consentimiento matrimonial EXPRESAMENTE se RECHAZA la posibilidad de tener hijos, ese consentimiento está viciado y ES INVÁLIDO.
Quizá te ayude a darte cuenta lo estrechamente ligada que está la validez del Santo Matrimonio a la posibilidad de tener hijos mediante estas consideraciones:
1. ¿Sabías que la impotencia (imposibilidad de realizar el acto sexual) antecedente y perpetua es un impedimento que NO puede dispensarse para contraer matrimonio?:
1084 § 1. La impotencia antecedente y perpetua para realizar el acto conyugal, tanto por parte del hombre como de la mujer, ya absoluta ya relativa, hace nulo el matrimonio por su misma naturaleza.
2. ¿Sabías que, en cambio, la ESTERILIDAD, por su parte NO ES motivo de impedimento o nulidad?:
1084 § 3. La esterilidad no prohibe ni dirime el matrimonio, sin perjuicio de lo que se prescribe en el ⇒ c. 1098.
(El canon 1098 habla de que SI puede haber nulidad si se contrae con engaño, es decir, si la parte esteril que sabe que lo es NO informa a la otra de esa condición, pero la nulidad entonces
viene del engaño y NO de la propia esterilidad).
Esto ocurre precisamente porque, ante la impotencia, NO HAY posibilidad de realizar el acto sexual y, por consecuencia de realizar completamente el fin unitivo, mucho menos de que entonces por este fin unitivo se pudiese manifestar el fin procreador.
En cambio, ante la esterilidad, el fin unitivo se puede realizar completamente y, en consecuencia, SIEMPRE cabe la posibilidad de que Dios, ÚNICO Señor de la Vida, determine, como lo testifica la Escritura en casos como el de Isaac y en el que acabamos de celebrar de San Juan Bautista, y el de muchas otras personas que han sido bendecidas por Dios con el Don de una vida humanamente no esperada ni "esperable", que incluso la estéril de a luz. Por tanto, la esterilidad NO se opone a los fines del Matrimonio de la misma manera en que SI se opone la impotencia antecedente y perpetua, que ya vimos que es incompatible con el Sagrado Matrimonio
POR SU MISMA NATURALEZA.
3. Lo que tú planteas es lo que se conoce como un Matrimonio rato y NO consumado. ¿Sabías que, contra lo que ocurre con el Matrimonio rato y consumado, un Matrimonio con estas características (rato y no consumado) SI PUEDE SER DISUELTO?:
1061 § 1 El matrimonio válido entre bautizados se llama sólo rato, si no ha sido consumado; rato y consumado, si los cónyuges han realizado de modo humano el acto conyugal apto de por sí para engendrar la prole, al que el matrimonio se ordena por su misma naturaleza y mediante el cual los cónyuges se hacen una sola carne.
...
1142 El matrimonio no consumado entre bautizados, o entre parte bautizada y parte no bautizada, puede ser disuelto con causa justa por el Romano Pontífice, a petición de ambas partes o de una de ellas, aunque la otra se oponga.
Como puedes ver, idealismos aparte, lo que planteas simplemente NO ES correcto.
Y lo que pasa es que el Sagrado Matrimonio NO ES meramente una institución de acompañamiento mutuo, sino que, como hemos venido señalando, es, ante todo, UNA VOCACIÓN (o sea, un llamado de Dios) AL SERVICIO DE LA VIDA.
Ahora bien, quizá tengas la tentación de traer en defensa de tu proyecto el Sacratísimo Matrimonio de Nuestra Santísima Madre y Nuestro Señor San José, quienes permanecieron en perfecta abstinencia durante TODA la duración de su Matrimonio.
Pero ojo, hay una diferencia ABSOLUTA Y FUNDAMENTAL entre este modelo y ejemplo para todos los matrimonios, y lo que tú has planteado.
Y esa diferencia fundamental está en la negativa a los hijos. Y es que es tan obvio que el Matrimonio de la Santísima Virgen y el Venerado Patriarca NO ESTABA CERRADO a la posibilidad de tener hijos... que DE HECHO, y con todo y perfecta abstinencia, TUVIERON UNO.
Esto nos lleva a una posibilidad, APARENTEMENTE CASI IGUAL, pero EN REALIDAD RADICALMENTE DISTINTA, respecto a la idea que planteaste, y que podría describirse por la pregunta: ¿es posible que exista OTRO Matrimonio que siga el MODELO de la Sagrada Familia: es decir, en el que se viva una abstinencia absoluta, pero que se mantenga, sin embargo, la APERTURA A LA VIDA y que, por lo mismo, PUEDA Y SEPA servir a Dios a través de la fecundidad, se entiende que no biológica, pues no se espera otra concepción virginal, sino manifestada de manera distinta?
I. Antes que nada DEBE QUEDAR CLARÍSIMO que SIMPLEMENTE NO PUEDE haber una negativa absoluta a la vida. Ya indicamos que tal negativa NO SEGUIRÍA EL MODELO DE LA SAGRADA FAMILIA y SERÍA CAUSA DE NULIDAD EN SÍ MISMA.
II. Esta decisión NO PUEDE tomarse simplemente "para no estar solitos de viejitos, sino vivir acompañados", sino que
DEBE haber una causa grave y seria para tomarla (tal y como se pide a TODO Matrimonio en el que se posterga temporal o indefinidamente el nacimiento de nuevos hijos), por consiguiente, NO PUEDE ser algo que los cónyuges decidan por ellos mismos simplemente porque así les gustaría, sino que es algo que deberían sopesar con detenimiento ante Dios, por causas justas y graves acordes a la Enseñanza de la Iglesia; y, por tanto, muy recomendablemente, con la ayuda de un Director Espiritual competente.
Para mayor claridad, pongamos un caso (espero que no me regañe el hermano tito por andar planteando casos especiales, he, he
) para que se vea una situación que SI podría ameritar algo así: que en un noviazgo a la mujer se le detecte una condición médica que implique un riesgo extraordinariamente grande en caso de quedar embarazada, tan grande que sea claro que no es razonable una propuesta humana de limitar los nacimientos basada en la aplicación de un método de paternidad responsable como lo podría ser el método Billings, sino es necesario, en legítima concordancia con la Enseñanza de la Iglesia, recurrir a la radicalización de la propuesta humana mediante la abstinencia total. Y en esas condiciones ocurra que el novio no quiere dejar sola a la novia en esa difícil situación, sino decida continuar con los planes de matrimonio, a sabiendas de que esto implicará un Matrimonio en el que se puede perver una abstinencia total por TODA la duración del mismo. Pero hay que notar, por ejemplo, que este caso TAMPOCO IMPLICA una NEGATIVA A LA VIDA POR SÍ MISMA. Y, para verlo, podemos considerar lo que ocurriría si, por ejemplo, se descubriera una cura para la condición médica de la señora: en ese momento se podría aplicar la cura y, con ello, DESAPARECERÍA la causa grave y seria que justificaba la abstinencia y el no participar de forma activa y expresa en el servicio de la vida al que el Matrimonio, como hemos visto que nos Enseña la Iglesia, está ordenado por SU MISMA NATURALEZA. Por consiguiente, a partir de ese momento los esposos NO tendrían ya razón para seguir viviendo esa abstinencia.
III. Volviendo al caso general, debe entenderse también que NO VALDRÍA una promesa de mantener la abstinencia. Es decir, si alguno de los cónyuges EN CUALQUIER MOMENTO se arrepintiera de haber aceptado vivir la abstinencia y pidiera al otro lo que se llama el débito (o sea, que tuvieran relaciones), entonces este otro, salvo que exista una causa grave y seria para no hacerlo, estaría OBLIGADO a satisfacer esa solicitud. E insisto, NO VALDRÍA para oponerse a ello un reclamo del tipo "es que tú me dijiste que estabas de acuerdo en vivir en abstinencia y me prometiste que lo harías", pues precisamente tal reclamo iría en el sentido de CERRARSE A LA VIDA en CONTRA de la solicitud expresa de ABRIRSE A ELLA. Por consiguiente, tal reclamo sería inválido en su misma esencia.
IV. Ahora bien, supongamos que a una de las partes le parece demasiado oneroso vivir así, pero no quiere exigir a la otra que haga lo que bien sabe que no quiere hacer. Pues precisamente por eso y en favor de la vida es que el Matrimonio no consumado puede disolverse. Por eso ambas partes deberían tener en cuenta que, si "acordaran" un Matrimonio de estas caracterísiticas, en CUALQUIER MOMENTO (o sea, incluso MUCHOS AÑOS después) la otra parte puede pedir una disolución del vínculo que puede concederse aún si uno mismo NO estuviera de acuerdo. Y recordemos que esta disolución es posible precisamente porque la falta de consumación hace que el Matrimonio de algún modo NO esté completo en la medida en que NO se ha realizado completamente el fin unitivo, mucho menos se ha llegado a la realización del fin procreador cuya fecundidad surge de la entgrega mutua del fin unitivo.
Al respecto recordemos que la Sagrada Familia SI constituyó un Matrimonio completo, porque, aunque por medios excepcionalísimos, y por demás extraordinarios, SI se ordenó a la fecundidad propia del fin procreador.
En fin, espero que puedas apreciar que en el Sagrado Matrimonio se involucra MUCHO MÁS que un simple acompañamiento mutuo. Y que, por lo mismo, tiene razón el hermano tito en que, si lo que buscas es compañía, hay muchas otras maneras de obtenerla sin involucrar el andar jugando con algo tan santo como lo es el Sagrado Matrimonio y su misión de transmitir la vida.
Y es verdad también que la en la Iglesia se inventó la vida monástica precisamente para aquellas personas que querían seguir el consejo Paulino de no casarse para poder dedicarse íntegramente a servir a Dios, lo que es participar en la misión Redentora de Cristo, que de algún modo, en efecto, es algo todavía más grande que lo grande que de por sí es participar y colaborar en la Obra Creadora de Dios. Ojo, los padres TAMBIÉN participan de la Obra Redentora de Dios educando a sus hijos para que nazcan a la Vida de la Gracia, y así pueden alcanzar la santidad más perfecta; pero los que se dedican a servir a la obra Redentora "de tiempo completo" lo pueden hacer, en cierto sentido, de una manera aún más perfecta. Aunque al respecto hay que recordar que la perfección total y real de cada quién está
en cumplir la Voluntad de Dios, en responder perfectamente a los llamados concretos que Dios le hace a uno en particular, sean a lo que sean, Y NO en andar buscando "lo 'objetivamente' más ideal o perfecto", pues eso que es más perfecto para otros puede acabar siendo causa de imperfección para uno.
Ahora bien, nota por favor que, si te casas en celibato, ni puedes seguir ese consejo Paulino, porque precisamente estando casado tienes que satisfacer los deseos de la esposa (o esposo) y NO necesariamente el servicio de Dios; ni aprovechas aquello que, dentro del Matrimonio está MÁS Y MEJOR ordenado al servicio de Dios que es el servicio a la vida por medio de la legítima fecundidad derivada del mutuo amor.
Recuerda que el celibato
NO ES MEJOR EN SÍ MISMO, como si las relaciones sexuales fueran imperfectas, indignas o malas en cualquier sentido. Sino es únicamente mejor en virtud de la posibilidad que ofrece de DEDICAR MÁS TIEMPO Y RECURSOS a servir a Dios en su Obra Redentora. De ahí que, por ejemplo, un monje budista célibe NO ES MÁS PERFECTO por ese célibato que un buen esposo cristiano. Al contrario, este último, con todas las relaciones sexuales legítimas que quiera y pueda tener, realiza una labor mucho más perfecta y digna, porque participa de una manera mucho más directa y cercana de la Obra Creadora de Dios y de la Misión Redentora de Cristo.
Por eso, casarse en celibato NO ES la manera de seguir el consejo Paulino, sino en la Iglesia se inventó la vida religiosa precisamente para SI CUMPLIR con ese consejo. Ahi es donde le celibato SI puede dar frutos concretos al dedicarse de manera indivisa al servicio de la Obra Redentora.
Que Dios te bendiga.