por eduarod » Lun Jul 08, 2013 1:21 am
Estimado en Cristo luis0000:
Perdón, por alguna razón el navegador me jugó una mala pasada y mandó antes una versión parcial e incompleta de este mensaje. Aquí está el mensaje completo.
En efecto, si sabías prácticamente todo lo que sabes ahora y no lo tomaste en cuenta, sino con todo y eso quisiste casarte, pues es casi seguro que tu consentimiento matrimonial fue válido y estás debidamente casado en Sagrado Matrimonio.
Dices dos cosas que son muy relevantes:
1. Que a ella la consideras una persona buena y especial.
2. Que no quieres dañarla ni a ella ni a tu bebé.
Bien, antes de seguir dejame contarte una pequeña historia de una persona muy buena que vivió en México hace ya algunas décadas y cuyo proceso de canonización está abierto en Roma, y en el que ya se aprobó el decreto de que vivió en su vida virtudes en grado heroico, por lo que ya se le llama Venerable, estamos hablando de la Venerable Concepción Cabrera de Armida ("Conchita"), mística y fundadora de las llamadas "Obras de la Cruz", que incluyen congregaciones femeninas, asociaciones de laicos y sacerdotes y, junto con el también Venerable Félix de Jesús Rougier, la congregación sacerdotal de los Misioneros del Espíritu Santo.
Cuando decimos que es mística nos referimos a que tenía alguna forma especial de "contacto" con Jesús en la que propiamente podía llevar algún tipo de conversaciones con Él. Y bueno, ella viene a cuento, porque, a pesar de que llegó a fundar y ayudar a fundar muchas congregaciones religiosas, ocurrió que, cuando se casó, ella simplemente NO sabía que existía la vida religiosa femenina. De todo eso vino a enterarse hasta DESPUÉS de casarse, o sea, cuando ella misma YA NO podía optar por ese estado de vida. Y entonces, aunque ciertamente fue una buena esposa y madre, pues en algún momento tuvo la inquietud de haber sido religiosa, por lo que, en sus experiencias místicas, en alguna ocasión le preguntó a Jesús que porqué no le había mostrado la existencia de la vida religiosa antes de tal manera que ella pudiera haber optado por ese camino; y entonces, al parecer lo que le respondió Jesús en persona, fue que no le permitió saber de eso antes, precisamente porque Él sabía que ella hubiese optado por ese camino, pero que eso NO ERA lo que Él quería para ella en particular. Y bueno, creo que eso explica también porqué, a pesar de que quedó viuda a los 39 años y sobrevivió a su esposo durante 36, finalmente nunca entró en la vida religiosa, ni en las congregaciones que ayudó a fundar, ni en ninguna otra.
Todo esto tiene relación con tu caso, como quizá lo hayas ya intuido, porque, aunque ciertamente no creo que lleguemos a tener una confirmación tan clara de Jesús como la que tuvo Conchita, la verdad es que si creo que es muy probable que más o menos el mismo criterio pueda aplicarse a tu caso: si Jesús no permitió que te dieras cuenta de todos esos problemas que ahora te agobian, es porque Él sabía que entonces no habrías querido casarte con tu ahora esposa, pero el punto es que eso NO ERA lo que el quería de ti, sino que, al parecer, lo que Él QUIERE de ti AQUÍ Y AHORA, es que estés ahí, junto a ella, y que encuentres la manera de vivir el Sacramento del Matrimonio en forma perfecta.
¿A qué me refiero con eso?
Bien, recordemos primero la definición de Sacramento: es un signo sensible (o sea, algo que se puede percibir con los sentidos: ver, sentir, escuchar y/o tocar) por medio del que se comunica la Gracia. Es decir, un Sacramento es algo que podemos percibir y a raíz de lo cual Cristo mismo se hace presente y nos da su Ayuda en nuestras vidas. Ahora bien, en el Sagrado Matrimonio, probablemente te lo enseñaron, el ministro NO ES el sacerdote, el sacerdote es solamente un testigo especial que cumple funciones muy particulares que no discutiremos ahora pero que normalmente son fundamentales para la validez misma del Matrimonio. Pero el sacerdote NO ES el que celebra en si el Sacramento del Matrimonio, los ministros del Matrimonio son los propios esposos que se donan el uno al otro. El SIGNO VISIBLE del Sacramento del Matrimonio, lo que todos pueden oir, ver, sentir y tocar, son los mismos esposos en su donación mutua.
Y es entonces que los esposos están llamados a ser en su persona ese Signo por el que Jesús Mismo se va a manifestar: cada esposo debe ser la manifestación viva de Jesús ante el otro cónyuge, en primer lugar; luego, ambos esposos en su unidad, como imagen y manifestación del Amor de la Unión entre Cristo y el Padre que se desborda en amor a los hijos, y les hace ver a esos chiquitos cómo ellos mismos han sido creados y concebidos en el amor; y finalmente la familia entera, como imagen de Dios Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, al mundo entero.
Como puedes ver, es grandísimo este Misterio en el que Dios te ha llamado a vivir, mucho más grande que las ilusiones que tal vez tenías al casarte, mucho más grande que las preocupaciones que actualmente te agobian, mucho más grande que los afectos y apegos que tu esposa pudiera tener hacia esas prácticas insanas.
Por eso, estimado hermano, a pesar de que si, en efecto parece ser que ya es más que "demasiado tarde", tarde para "dar marcha atrás" en tu compromiso -lo que, como hemos visto, quizá Jesús expresamente permitió, NO para perjudicarte, por supuesto, sino para llamarte a ayudar a su hija, tu esposa, y a su hijito, tu bebé, que tanta necesidad iban a tener de ti-, pues, con todo, no parece haber motivo alguno para entristecerse, angustiarse, ni mucho menos desesperar.
Por el contrario, lo que parece haber motivo es para aplicarse a fondo y trabajar.
Y es que, como tú mismo lo has dicho, no parece haber malicia ni siquiera en tu suegra, menos aún al parecer en tu esposa. Pues has afirmado que ellas hacen todo esto porque creen que es bueno y real.
Pues bien, el camino parece claro: la manera de demostrarles que no es tan bueno ni tan real como creen, NO parece ser mediante discursos teóricos y aleccionadores, que lo más probable es que tan solo pudieran producir ahora pleitos, rechazo y discusiones, y que, si llegaran a ser en alguna medida aceptados (estos discursos), lo más probable es que se insertaran dentro de su esquema de pensamiento y lograran producir tan solo un sincretismo (mezcla) espantoso entre lo que ahora creen y eso que lleguen a aceptar, con lo cual no harías sino darte de golpes en la cabeza. No, no son discursos teóricos lo que pareces necesitar, sino HACERLES CONOCER aquello que DE VERDAD ES BUENO Y REAL. La Verdad brilla con su propio Esplendor, y las personas buenas y especiales, como dices que es ella, no tardan en descubrir ese Brillo ante el cual, todo lo que antes parecía bueno o valioso, ahora palidece y muestra lo endeble, erroneo y/o efímero que es en verdad. Es tan solo ante este tan marcado contraste entre la Verdad de Cristo, evidente y hecha vida ante ella, percibible, tocable, visible, escuchable, "sentible"; y la comparativa banalidad y poco valor de lo que ahora ella aprecia; es ante ese drástico contraste que le resulte completamente claro y evidente, que ella podrá ver con claridad y distinguir qué si es Verdad, y qué era una vulgar mentira, pudiendo entonces deshacerse limpiamente de esto último. Por eso es que ella necesita ahora de ese Signo Sensible de Cristo, fuerte y claro, y ese, mi estimado hermano, ese ¡eres tú! Es por ello que te he hablado de que necesitas vivir con perfección tu Sacramento Matrimonial.
Pero claro, no puedes ser imagen de lo que es Bueno y Real, ni mucho menos puedes mostrárselo a otros, si no comienzas por conocerlo tú mismo. Por eso es preciso que ahora profundices mucho tu unión con Jesús y tu conocimiento de Él y de sus Enseñanzas -y el sitio donde podrás encontrar todo eso, es en su Santa Iglesia, que para eso Él la Instituyó-; de tal suerte que en verdad te puedas entregar completamente a Él y permitir así que Él sea Quien te convierta en Signo Sensible Suyo. Pues recuerda que el Signo Sensible nos muestra la Ayuda de Cristo, de Dios mismo, y NO la también efímera y endeble ayuda del hombre que por nosotros mismos y sin Cristo podríamos producir y mostrar.
No me resta sino invitarte a emprender este camino cuanto antes, con confianza plena en Jesús, Quien seguramente no tardará en irse manifestando hacia tí también para que sepas que no estás solo, sino es Él Quien guía tu camino para el bien de toda tu familia.
Que Dios te bendiga.