la salvación o condenación es algo objetivo?

[albertochico]

Buenas tardes:

Quisiera saber si una pareja de personas mayores no se casan pero conviven juntas porque si no pierden sus pagas de viudedad por ejemplo, y si se casaran quedarían en estado de necesidad, ¿ Están en peligro sus almas, o Dios comprende la situación?. Gracias por vuestra atención.

[tralalá]

Alberto: Son dos preguntas distintas:

A la del título te respondo que sí, uno se salva o no, lo que sucede es un hecho objetivo.

A la otra te digo que no podemos juzgar, sólo DIOS conoce nuestro interior.

DIOS te benddiga. Tralalá

[tito]

En México se pierde la pensión tanto si se casan como si viven en concubinato.

Y una cosa interesante, en Mexico en varios estados cuando te casas te apostillan tu acta de nacimiento, pero solo cuando te casas por el civil, pero cuando es por la Iglesia eso no ocurre.

Pero lo ideal es que lo consulten con su párroco, pero de entrada si viven como esposos sin estar casados por la Iglesia están en pecado de fornicación y deben de arreglar su situación.

[eduarod]

Estimado en Cristo albertochicho:

Buenas tardes:

Quisiera saber si una pareja de personas mayores no se casan pero conviven juntas porque si no pierden sus pagas de viudedad por ejemplo, y si se casaran quedarían en estado de necesidad, ¿ Están en peligro sus almas, o Dios comprende la situación?. Gracias por vuestra atención.

Tan Dios comprende todas nuestras situaciones, que por eso se entregó Él Mismo en una Cruz para Redimirnos de todas nuestras tonterías... pero eso no quita que sigan siendo tonterías, ni hace que Dios se vuelva tan limitado como para tener que "rebajarse" a ser, digamos, nuestro "cómplice" al cometerlas. Como si con Su Infinito Poder y Providencia no pudiera Él abrir caminos buenos a los que le sirven rectamente con sincero corazón, fieles a Su Nombre y a los Preceptos que Él nos dió para nuestro BIEN.
Y, por nuestra parte, debieramos ser más sensibles al entender que, si Dios tuvo que Entregarse en una Cruz para rescatarnos de las consecuencias de nuestras tonterías, entonces eso implica que tales tonterías son más graves y serias de lo que usualmente nos gusta reconocer. Es decir, esas tonterías DE SUYO tienen el potencial de ocasionarnos a nosotros mismos y a otras personas daños mucho mayores de los que generalmente percibimos o imaginamos.
Pero esa es una parte sustancial del problema: que no siempre percibimos correctamente el daño que causamos, y, peor aún, que a veces no lo percibimos no porque no lo podamos percibir sino simplemente porque no lo QUEREMOS percibir, es decir, si lo percibimos, pero no lo RECONOCEMOS porque no nos conviene.

Y Dios va a hacer todo lo necesario entonces para librarnos tanto como sea posible de ese daño que nos estamos causando con nuestras propias acciones. Incluso la condenación misma no es sino un último recurso que tiene Dios de EVITAR que una persona que se empeña en no querer ver el daño que se causa a si misma y a los demás en la búsqueda de satisfacer sus intereses personales, pueda dañarse más y dañar a otros.
Por eso, parte de esa comprensión que Dios nos tiene ante nuestras tonterías y ante nuestra negativa a reconocer las consecuencias que estas tienen, es el condenarnos, pues lo que Dios hace a través de ello es limitar así de manera radical nuestra capacidad de causar daños a través de esas tonterías. La condenación en realidad es simplemente eso: es como un padre que tiene un hijo que en vez de usar los cuchillos para comer u otros fines buenos y legítimos, se empeña en usarlos para cortarse y para amenazar y atacar a otros. Es evidente que el padre simplemente no puede dejar que eso prosiga, sino se verá obligado a quitarle a ese hijo los cuchillos de las manos y a poner medios para evitar que ese hijo en particular tenga acceso a los lugares donde se guardan los cuchillos. El limitar de esta manera al hijo le causará muchos pesares, eso es evidente, pero, con todo, es lo que el amor del padre que quiere y comprende a su hijo debe necesariamente hacer para evitar que este se dañe y se destruya o trate de dañar y destruir a otros.

De ahí que debemos ser muy cuidadosos al pensar que si Dios es re-que-te-ultra-re-contra-buenísimo, eso significa que "va a entender" toooooodas las tonterías que se nos ocurra siendo cómplice de ellas y enseñándonos con ello a actuar de manera convenenciera y, por consiguiente, egoista. Y aquí es donde debemos conectar la discusión anterior con el caso que nos propones, pues es claro que dirás que esta pobre pareja de ancianos de ningún modo es comparable a un hijo loco que anda dañando a todos con los cuchillos. Evidentemente no es lo mismo. Eso solo fue un ejemplo radical para que exponerte QUÉ ES la condenación, y que NO ES una especie de venganza de Dios ni nada lejanamente parecido, sino que, al contrario, es también un instrumento de la Misericordia y el Amor de Dios.
Y es que Dios Es BUENO DE VERDAD y NOS QUIERE DE VERDAD; y eso significa que, entendiéndonos mejor incluso de lo que nos entendemos nosotros mismos, Él va a hacer TODO lo posible porque aprendamos a amar y, si nos empeñamos en no aprender, entonces en Su Amor Dios hará la necesario para limitar mediante la condenación nuestra capacidad destructiva.
Por eso NUNCA debemos pensar que podemos ignorar los Preceptos y Designios de Dios porque "Dios debe ser bueno y comprensivo y debe entender la situación viéndola como YO la veo", porque Dios NO la ve como convenientemente yo la quiero ver, sino Dios ve la situación COMO ES EN REALIDAD, con todo el bien o el mal que conlleva. De este modo lo que nosotros debemos tratar de hacer, no es auto-convencernos de que Dios "ve nuestro punto de vista", sino debemos más bien tratar de ver la situación en la forma en que ÉL LA VE, pues es lo que es en realidad.

Ahora bien, es muy importante distinguir entre esas dos posibilidades que planteábamos antes: el no lograr ver la situación y equivocarse al juzgarla, y el no QUERER ver la situación. Porque lo primero se llama ignorancia y usualmente desaparece con el conocimiento, de modo que, si hemos cometido tonterías por ignorancia, cuando el conocimiento nos llegue entonces dejaremos de juzgar tonta y erroneamente y comenzaremos a juzgar con verdad y rectitud. Es por ello que las tonterías cometidas por ignorancia NO requieren de la condenación para contenernos, porque las dejaremos de cometer en cuanto tal ignorancia se vea suplantada por el conocimiento veraz de las cosas. En cambio, cuando NO QUEREMOS ver, eso es otra cosa, porque entonces nuestro problema NO ES la falta de conocimiento, sino es nuestra negativa de rectificar y cambiar nuestras acciones y actitudes por otras más rectas. Es decir, es nuestra decisión de mantenernos en nuestro juicio convenenciero y egoista a pesar de las consecuencias que tal actitud pudiera tener. Y es en esos casos donde SI se requiere condenarnos para contenernos.
Aquí hay que ser cuidadosos, pues, como ha señalado el hermano tito, ese HECHO de si una persona hace tonterías por ignorancia o por franca maldad, es algo que no es relativo, sino es completamente objetivo; pero a la vez es algo que nosotros no podemos conocer, sino solo Dios lo conoce y, por consiguiente, solo Él lo puede juzgar. Es por eso que nosotros NO PODEMOS decir de NADIE: "se va a condenar por esto". Pero TAMPOCO podemos decir, "no, eso no importa, no es tan malo, no se va a condenar". Sino solo Dios Conoce y Juzga la responsabilidad de cada quien en cada uno de sus actos.

Pero bueno, retomando el asunto del daño que se puede hacer, o no, mediante el cuchillo mal utilizado, u otras acciones y circunstancias aparentemente mucho más inocentes y menos graves; debemos subrayar que en todo esto lo que más cuenta en realidad NO ES lo aparatoso y sangriento que aparentemente pueda ser el mal que se comete. Sino lo que más cuenta es el AMOR o la falta del mismo que pongamos en nuestras acciones. Y NO en el sentido de idealizar nuestro sentimientos y motivaciones, pues así es muy fácil decir: "es que precisamente lo que tiene esta pareja es amor, y por el amor es que están haciendo lo que hacen". Pues el tema NO ES el amor propio que busca la propia conveniencia personal o del grupo al que uno pertenece o quiere pertenecer aún A COSTA del daño objetivo que se pueda causar a uno mismo o a otros. Sino el tema es el AMOR AUTÉNTICO que viene de Dios y que busca el Bien para todos sin importar que con eso no se pueda lograr lo que uno quisiera o lo que a uno le conviene. De modo que, si bien una acción muy violenta causa daños muy evidentes y muy graves; no por ello una acción incorrecta aparentemente tranquila, inocente y hecha incluso como obligados por la necesidad, esta casi o completamente libre de malicia, de maldad y de capacidad de dañar a las personas.

Por ejemplo, aquí, si la pareja está evitando casarse ante Dios para obtener un beneficio económico, pese al aura de idealismo, de amor imposible que supera las barreras, etc. con la que pudieramos querer revestir el asunto; la verdad es que, en términos claros y directos, lo que se está haciendo en realidad en esta unión es darle la espalda a la Bendición de Dios para asegurar la bendición del dinero. En una palabra, se está confiando en el dinero antes que en Dios. Y eso, objetivamente, NO ES un acto de amor desprovisto de malicia o interés convenenciero e incapaz de dañar a nadie.
Al contrario, es un acto por el que, de entrada, las propias personas se están NEGANDO A SÍ MISMAS los beneficios del Amor de Dios. Pues justamente NO están incluyendo a Dios en su unión NI han querido recibir Su Bendición con tal de asegurarse el beneficio económico, con lo cual es evidente que NO se están causando ningún beneficio, sino claramente se están causando un daño a sí mismas. La omisión NO ES MENOR, es MUY SERIA Y GRAVE. Ya lo dijo Cristo:

Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
San Mateo 6, 24

Ojo, es importantísimo volver a subrayar en este punto QUE NO SE ESTÁ JUZGANDO A ESTAS PERSONAS, que Dios es el ÚNICO que Conoce si esto lo hacen realmente menospreciándole a Él en alguna forma o grado, o si más bien lo hacen movidos por una ignorancia que dejaría de hacer lo que hace si realmente lo entendiera. Por tanto SOLO DIOS Sabe si estas personas están exponiendose a la condenación o no, NO PODEMOS ni nos toca a nosotros NI CONENARLAS NI EXCULPARLAS. Eso solo el Justo Juez lo puede Juzgar.

"Quedarían en estado de necesidad", tú mismo lo has señalado así, y seguramente -con mayor o menor culpa y responsabilidad, eso solo Dios lo Sabe- es como ellos lo perciben. Pero entonces es claro que, por garantizarse en términos del dinero humano que eso no suceda, OBJETIVAMENTE se han negado a sí mismos aquello que Dios, con su Providencia y Bendición, pudo haberles dado para que NO QUEDARAN DESAMPARADOS. Prefirieron la seguridad de lo que el dinero les podía garantizar a depositar su confianza en el Dios que da la Vida. Precisamente continúa el Evangelio de San Mateo asi:

Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?
¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?
¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer.
Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.
Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
No se inquieten entonces, diciendo: «¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?».
Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.
San Mateo 6, 25-32

Este es el BIEN que estas personas se están negando a si mismas al actuar -como lo dice el Evangelio- como los paganos que no conocen a Dios. E, insisto, en esta cerrazón y negativa al Amor de Dios, estas personas se están produciendo a si mismas, y potencialmente a otras, daños muy serios. ¿Porqué a los demás? Bueno, puede haber muchos caminos para eso, algunos más evidentes que otros. Por ejemplo, de entrada ese beneficio económico no lo están produciendo ellos, sino es un apoyo que la sociedad ha determinado dar para personas en ciertas circunstancias, es decir, hay quien está TRABAJANDO para producir ese dinero y ellos lo reciben sin cumplir realmente las condiciones para las que este beneficio ha sido determinado. Asi, aunque está claro porqué este caso no es exactamente el caso típico por el cual se deja de dar este beneficio, que es el de la persona que contrae matrimonio con alguien que tiene medios independientes de manutención y que, por lo mismo, no require ya de ese apoyo concreto; de cualquier manera, al no cumplirse ya en realidad las condiciones para las cuales la sociedad ha definido este apoyo, no deja de ser esto una especie de despojo a la misma sociedad. Menos evidente, pero potencialmente más serio, el daño a los demás puede venir también, por ejemplo, al dejar de dar un ejemplo de fidelidad y servicio a Dios. Bien pudiera ocurrir que si estas personas hubiesen acudido a recibir la Bendición de Dios poniendo fiel y realmente su confianza antes en Él que en el dinero, Dios mismo se habría servido dar a todos por medio de ellas un ejemplo claro y patente de los beneficios mayores que el hombre obtiene de confiar en Él antes que en el dinero. Pero es justamente el miedo de que eso no suceda, de que en verdad Dios no haga nada y ellos queden desamparados en verdad lo que impide que esto suceda. Y entonces el ejemplo real que se da a otros es de que "más vale moneda en mano que confiar en Dios", y, si ese es el ejemplo que dan nuestros ancianos a las nuevas generaciones, pues no sorprende entonces que en esta sociedad todos prefieran poner su esperanza en el dinero y en obtenerlo por los medios que se pueda, legítimos o ilegítimos; antes que confiar en Dios y poner en Él y en el respeto y la obediencia a Sus Preceptos la Esperanza.

Como una nota final, no se puede dejar de señalar que estas personas podrían estar más dispuestas a poner su esperanza en Dios y en sus bendiciones y no en la aparente y fugaz seguridad del dinero, si la sociedad y la Iglesia a través de las personas que les son cercanas, les hicieran ver que están dispuestas a poner mecanismos de apoyo alternos. Claro, quizá esos mecanismos pudieran no ser tan cómodos y cuantiosos como las pensiones, lo cual claramente nos remite de nuevo a en dónde y porqué el hombre pone su esperanza.

Que Dios te bendiga.

[Brephos]

Como bien dice el hermano Eduarod, si bien la condenación o salvación es algo objetivo, no esta dentro de nuestro entendimiento el poder resolver esta cuestión, es una materia que solo corresponde a Él discernir.
Ahora bien, si que es nuestra responsabilidad el vivir nuestra vida bajo sus designios, pues para algo su verdad nos fue revelada en las Sagradas Escrituras.
Es decir, Él puso a nuestra disposición las herramientas para poder realizar su voluntad en la tierra, incluso sacrificando a su hijo en la cruz.
Cristo murió por todos nosotros, su sacrificio fue total. Como ya dijo, bien podría el Padre haber mandado doce legiones de ángeles a salvarlo, pero no lo hizo.
El Señor nos enseño el camino con el sacrificio de su hijo, ahora nosotros no podemos escudarnos en su infinita bondad para obrar según nos convenga en cada momento, teniendo en cuenta solo nuestras pobres necesidades materiales.
No se trata de agravar los ejemplos, como en el caso del cuchillo, o minimizarlos, como en el de esta pareja de ancianos.
No es una cuestión de gravedad o levedad, pues en ese caso estaríamos obligados a juzgar algo sobre lo cual no tenemos capacidad.
Este tipo de acciones, por desgracia cada vez más frecuentes en el mundo en que vivimos, solo tienen una lectura, el hacer prevalecer la ley de los hombres (nuestra necesidad material, corpórea y mortal) frente a la ley de Dios, (transmitida a través de los textos sagrados).
Es cierto que no nos corresponde a los hombres el juzgar, pero no menos cierto es que todos los hechos serán juzgados, y el Señor se valdrá de los instrumentos que en su Voluntad considere para juzgarlos.

@brephos17