Estimados todos:
Estoy de vacaciones y aprovecho para pensar un poco en algunas cuestiones de moral, en particular estoy intentando comprender el quinto mandamiento.
Según parece, la siguiente es una norma universal y sin excepciones: “No quites la vida del inocente y justo” (Ex 23, 7).
Sobre el que es injusto, se permitiría quitarle la vida en el caso de defensa propia, para defender la propia vida, siempre que otro medio más ordinario para salvar la vida no fuera posible.
Este derecho se convierte en un deber para los que tienen a su cargo la vida de otras personas. Deben matar al agresor para defender la vida de los que están a su cargo, siempre que otro medio no sea posible.
¿Voy bien hasta aquí?
Ahora les pediría ayuda para entender los casos excepcionales de guerra justa. Es un hecho que en las guerras mueren siempre personas inocentes, lo cual iría en contra del precepto universal mencionado en el Éxodo. ¿Cómo justificar entonces la guerra justa?
Y yendo un poco más allá, sabemos que el primero que cumple la ley moral es Dios, que no se separa de ella ni una coma.