Besos y Caricias?

[ed8317]

Hola busco su orientación... estoy bastante confundido con esta situación, mi novia y yo en algunas ocasiones tenemos situaciones de mucha pasión besos y caricias (no relaciones sexuales , ni cosas explicitas, ni estar a punto).... de por si está mal de acuerdo a lo dicho por El Catecismo en el numeral 2350.

Pero la confusión viene si estos acontecimientos son considerados como pecados graves y por ende no se puede comulgar...

De antemano gracias por sus comentarios... Bendiciones

[enrique_ellena]

Si una situación es reconocida como pecado grave, es evidente que no se puede comulgar, algo que rige para cualquier alma en pecado grave, ya que como dice San Pablo seria causa de condenación

[eduarod]

Estimados hermanos en Cristo:

Si, pero la cuestión es un paso antes (en realidad dos) que es saber si esto se reconoce como pecado grave o no.
En ese sentido es importante señalar que TODOS los pecados relativos a la sexualidad son pecados en materia grave, sin embargo, se requiere plentiud de conciencia y plenitud de consentimiento para que constituyan propiamente un pecado mortal. En el caso que señala ed8317 parecería que SI existe esa plenitud de conciencia respecto a lo que hacen y el consentimiento de hacerlo.
Sin embargo, aquí entra el otro paso anterior al que me he referido, porque aún antes de determinar esto como pecado en materia sexual premeditado y consentido, y, por consiguiente, como pecado mortal, habría que definir si REALMENTE es algo contrario a lo señalado en el numeral 2350 del Catecismo, y si entonces REALMENTE es un pecado o no.
El numeral 2350 lo que señala que:

2350 Los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia. En esta prueba han de ver un descubrimiento del mutuo respeto, un aprendizaje de la fidelidad y de la esperanza de recibirse el uno y el otro de Dios. Reservarán para el tiempo del matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal. Deben ayudarse mutuamente a crecer en la castidad.

Está claro que se deben reservar para el matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal.
Pero "besos y caricias" puede describir MUCHAS cosas y no está claro de lo que se dice (pues expresamente se excluye relaciones sexuales, cosas explícitas o "estar a punto") si en este caso esos "besos y caricias" realmente se refiere a muestras de ternura propias del amor conyugal o no. En realidad en esa descripción podrían caber besos y caricias bastante inocentes, aunque también se señala que son "situaciones de mucha pasión".
No siendo algo expresamente sexual y explícito, en realidad se puede caer en esto incluso en cuestiones propias de los usos y costumbres de los diferentes lugares y culturas, por lo que lo más recomendable sería consultar el punto con un sacerdote que conozca tales usos y costumbres propios del lugar.

Saludos y bendiciones.

[ed8317]

Gracias por sus comentarios... la verdad es un punto dificil para mi, realmente me confunde lo he consultado con dos sacerdotes uno me dijo que no habia problema otro me dijo que si, que no debo comulgar habiendo pasado esto ..

no es que le este buscando una aceptacion a tal cosa, ni que sea bueno, pero creo que muchas parejas(novios) pasan por esta situacion . .. lo dificil de esto es lo expuesto en (I Corintios 11, 27-29)...


Saludos

[eduarod]

Estimado en Cristo ed8317:

Sinceramente y dada esa divergencia entre las opiniones de los sacerdotes, es muy probable que en realidad te estés moviendo en esa delicada línea de los usos y costumbres culturales.
Si no tienes claro a lo que esto se refiere, piensa en una muchacha que está en una sociedad donde todas las mujeres usan la falda hasta el tobillo y ella decide usarla más arriba, digamos, hasta poco abajo de la rodilla.
En los usos y costumbres del tiempo y lugar en el que vivimos la mayor parte de nosotros, no tiene nada de malo que una mujer use una falda poco abajo de la rodilla, al contrario, eso hasta se puede ver hasta un tanto conservador.
Pero, en cambio, si esta mujer del ejemplo que estando en esa sociedad decide usar la falda hasta ese punto, en realidad es muy posible que con su "atrevida" vestimenta despierte la imaginación de más de un muchacho de los que viven en su sociedad y que no están acostumbrados a ver eso. Y, por otro lado, si la muchacha decide hacer esto contra las costumbres de su propia cultura, generalmente no es porque quiera ser conocida como la más respetuosa de las normas de la moral y el buen gusto según las entiende su propia cultura. Es decir, lo más probable es que exista una INTENCIÓN provocativa en la decisión de la muchacha de vestirse así. Intención provocativa que, por otra parte, es claro que está completamente ausente en la muchacha de nuestra cultura en la que las mujeres no solo usan comúnmente faldas de ese largo, sino muchísimo más cortas. Y así, debido a la presencia o ausencia de esa actitud provocativa en el contexto en el que se usa tal falda, perfectamente puede llegar a ocurrrir que la muchacha de esa sociedad cometa un pecado al ponerse exactamente la misma falda que una jovencita que en nuestra propia cultura la puede utilizar sin cometer falta alguna.
Pero también podría llegar a ocurrir que nuestra muchacha no sea una incorregible provocadora de ultra-conservadores, sino simplemente que sus papá la hayan enviado a estudiar a la casa de unos parientes en la gran ciudad, donde usar esa falda es de lo más normal, pero ocurre que en su conservador pueblito natal las costumbres siguen siendo muy distintas.
Entonces ella puede llegar y ponerse la falda sin malicia alguna, tan solo para encontrar que todas las señoras del lugar voltean a verla como si de una pecadora pública se tratase. Ella, confundida, puede ir, como tú, con un par de sacerdotes, uno de los cuales, chapado a las costumbres antiguas del pueblito, y sabiendo además cómo se las gastan las señoras de por esos rumbos y la mala fama que le van a crear, le puede hacer sentir que, en efecto, poco le falta para ser una pecadora pública y que debe rectificar sus "malas acciones" de inmediato; y, en cambio, el otro sacerdote, más joven y conocedor de las costumbres de fuera de la región, puede ver esa falda como lo más normal del universo y aconsejarle que no le haga caso a esas "viejitas chismosas", sino se vista cómo más le guste.
Pero, si te fijas, en realidad ninguno de esos consejos tal y cómo se los dieron le va a servir del todo, porque, por un lado, si deja de ponerse la falda y utiliza los aparatosos atuendos que se acostumbran por ahí, ella no va a dejar de sentirse un tanto incómoda e injustamente limitada; pero, si, por el otro lado, decide hacerle caso al sacerdote que le dijo que no había problema y se sigue poniendo la falda, las señoras del lugar se encargarán con sus miradas de hacerle arrepentirse profundamente de ello cada vez que lo intente.
Y por supuesto que en ningún catecismo, documento eclesial o encíclica pontifica encontrará la especificación de hasta cuántos cm. de pierna permite la Iglesia mostrar. Aunque las miradas de las señoras seguramente garantizarán que cuando encuentre cualquier texto referido al decoro en el vestir, ella automáticamente lo interprete como una confirmación de que usar las faldas por encima del nivel del tobillo está en realidad muy mal y es condenado por la Iglesia.
Pero la realidad no es esa, sino la realidad es que el asunto queda sujeto precisamente a los usos y costumbres propios del lugar, y a la actitud y los motivos por los que cada cual respeta o desafía esos usos y costumbres.

De este modo, es muy probable que la verdadera resolución de su problema (si están pecando o no) NO esté tanto dada por los actos objetivos que realizan, sino por el cómo y porqué los realizan, y por el qué dice la educación que recibieron (que lleva implícita la manera subjetiva en que su propia sociedad ha inculturado las normas y principios objetivos que plantea la moral) respecto a todo ello.
En general, quizá se podría decir que si hay consultas a los sacerdotes y en foros de Internet, es porque hay un cierto remordimiento de conciencia, y si hay cierto remordimiento de conciencia es porque la educación que ustedes recibieron no mira los actos que realizan como el comportamiento ideal que una pareja de novios debería guardar. Más aún si la inquietud sigue pese a la opinión del sacerdote que dijo que no le veía problema al asunto.
Pero, por el otro lado, también puede uno percibir que, si la opinión del sacerdote que SI le vió problema tampoco resolvió las cosas, eso parecería indicar que existe una cierta inquietud de que en verdad pudiera no ser tan malo lo que hacen y que más bien "se lo perderían" innecesariamente y a causa no de la moral objetiva, sino de un cierto celo exagerado.
En este contexto lo que parece preciso indicar es que la inquietud o remordimiento de conciencia lo que parece mostrar es que, al hacer esto que, de cierta manera sienten que los une y les permite expresar su cariño, también en el fondo sienten que esto de algún modo se expresa a costa de no respetar al otro en la forma y grado en que fueron educados a hacerlo. Y, si es el caso, esta puede ser la clave más importante, porque definitivamente lo que sería completamente inadmisible sería demostrar o recibir un pretendido cariño en una forma que pudieran ustedes entender como una falta al debido respeto. En tal contexto sería preciso señalar que los recuerdos del noviazgo y la unión que pueden obtener será mucho mayor en un contexto en el que cada cual realizó ciertos "sacrificios" para mejor garantizar el debido respeto al otro, que lo que cualquier beso o caricia pudiera proporcionarles. Es decir, "se pierden" de mucho más por no tener una actitud de profundo respeto mutuo, que por no realizar tal o cual acto que pudiera o no ser "admisible" en su noviazgo.
Claro, desde luego que NO estaríamos hablando de un cierto placer físico que pudiera experimentarse al respetar al otro, sino del gozo y alegría profunda que tan solo el amor auténtico y legítimo puede producir.

En resumen, el consejo de un servidor es que moderen sus manifestaciones de afecto a aquel punto en que ambos sientan mutuamente que están respetando debidamente al otro de acuerdo a lo que en su educación se les enseñó.

Que Dios te bendiga.