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¿He cometido pecado? Ayúdenme, hermanos.

NotaPublicado: Mar Feb 16, 2016 11:09 am
por Walter2016
Benditos sean en Cristo, hermanos míos.
Quiero hacerles una consulta pues mi conciencia me falla y no quiero cometer sacrilegio en ninguna circunstancia.
Son 3 situaciones que me gustaría dar a Conocer para recibir ayuda. Quiero decir que ya soy una persona convertida y lamento con toda mi alma haber ofendido a Jesús nuestro Señor mientras estuve en las garras del pecado.

Comienzo[b], ¿Desde qué edad debo confesar mis pecados?

Segundo. Ya de unos 9 años, yo estaba atascado en la masturbación, Ayúdenme sobre esto, a partir de qué edad debo empezar a nombrar los pecados...

Tercero. Cierta ocasión, ya de adolescente, tuve relaciones sexuales. ¿Hay otro pecado grave acá?

Perdonen lo horrible que se escucha todo esto. Dios y su infinita misericordia me perdonen. Ayúdenme hermanos a aclarar esto. Mi nombre es Walter, pido sus oraciones de todo corazón, para que el Espíritu Santo venga a sanar y a restaurar mi alma. Gracias.

Re: ¿He cometido pecado? Ayúdenme, hermanos.

NotaPublicado: Mar Feb 16, 2016 3:53 pm
por eduarod
Estimado en Cristo Walter2016:

Lo primero y más importante es que estas dudas es mejor resolverlas con el Sacerdote en el Confesionario o la Dirección Espiritual y no en un foro de Internet. Pero te respondo únicamente bajo la premisa de que tal vez se te dificulta (me refiero a físicamente, no a la vergüenza que pudieras tener) acudir al confesionario y, por ello, quisieras una orientación para saber con qué urgencia debes buscarlo.

Desde luego que cualquier acto que constituya una falla VOLUNTARIA al Amor de Dios es un pecado. Sin embargo, recordemos que no todo mal cometido es un pecado, porque a veces hacemos el mal sin entender bien lo que hacemos, incluso puede ocurrir que hagamos un mal creyendo hacer un bien. Eso es un error y no un pecado.
Igualmente recordemos que no todos los pecados son iguales, sino existen unos mucho más graves que otros. La Iglesia recomienda confesar todos los pecados, incluso los veniales; pero la obligación estrictamente hablando es la de confesar los pecados graves que se recuerde y que no hayan sido ya confesados. Por tanto, para hablar de sacrilegio por comulgar la Sagrada Eucaristía en pecado, necesariamente tenemos que hablar de un pecado grave y NO de un pecado venial; y, por otra parte, el problema es cuando SE OCULTA INTENCIONALMENTE, por cualquier motivo, un pecado grave del que se tiene conciencia DURANTE la Confesión. Es decir, un pecado grave que NO SE RECORDABA durante la Confesión SI ES perdonado y, por ello, NO HAY sacrilegio o falta alguna si se aproxima la persona a recibir al Señor en la Eucaristía; aunque persiste la obligación de confesarlo en la siguiente Confesión.

Walter2016 escribió:Benditos sean en Cristo, hermanos míos.
Quiero hacerles una consulta pues mi conciencia me falla y no quiero cometer sacrilegio en ninguna circunstancia.
Son 3 situaciones que me gustaría dar a Conocer para recibir ayuda. Quiero decir que ya soy una persona convertida y lamento con toda mi alma haber ofendido a Jesús nuestro Señor mientras estuve en las garras del pecado.

Comienzo, ¿Desde qué edad debo confesar mis pecados?

PUEDES (y NO necesariamente DEBES) confesar los pecados que hayas cometido y que recuerdes a CUALQUIER edad, pero DEBES confesar los pecados graves que típicamente se considera que puedes comenzar a cometer alrededor de los 7 años. Esto es porque, como hemos dicho, existe la RECOMENDACIÓN de confesar todos los pecados, incluso los veniales, pero solo existe la OBLIGACIÓN de confesar los pecados mortales (graves) y se entiende que un niño pequeño normalmente NO ha llegado a la edad de la discreción, es decir, a la edad en la que puede tener PLENA conciencia de sus actos como para que se pueda decir que ELIGE VOLUNTARIAMENTE el mal que comete. Esa edad varía con cada persona, pero, para fines prácticos, típicamente se sitúa alrededor de esos 7 años que hemos indicado. Ahora bien, muchas personas se confiesan por primera vez antes de hacer su Primera Comunión justo a esa edad, por lo que en la confesión suelen referir los pecados de su vida pasada (¡no tienen otros!) que típicamente serían entonces puros pecados veniales.
Eso no excluye la posibilidad de un pecado con plena conciencia del mal que se cometía y pleno consentimiento (realmente quería uno hacer ese mal) un poco antes (no mucho, un niño muy pequeño simplemente no tiene esa conciencia) de esa edad en algunas personas.


Cuando era niño recuerdo estas cosas:


Segundo. Ya de unos 9 años, yo estaba atascado en la masturbación, e ignorante de semejante pecado, intente transmitirla a mi hermano, de unos 2 años. Ayúdenme sobre esto, a partir de qué edad debo empezar a nombrar los pecados...

Esto si ya es más grave. Fuiste un tanto precoz, si bien -y más ahora con tanto estímulo sensual y malas influencias que se encuentran por todos lados- no es tan raro que ya desde esa edad los niños experimenten y "descubran" la masturbación sin entender ni haber sido instruidos en que se trata de una práctica egoista contraria al Amor. Y, por consiguiente, SI constituye materia grave (no necesariamente pecado grave, porque además de la materia se requieren la plena conciencia y el pleno consentimiento). Aquí la línea es todavía más tenue, porque aunque no tenías conocimiento formal del mal que hacías, tu conciencia lo recriminaba como algo contrario a lo que se te había enseñado y es claro que por eso lo hacías a escondidas... y muy posiblemente -aunque seguro no lo pensaste tampoco explícita o formalmente- querías a tu hermano de "cómplice" para diluir justificarte a tí mismo.
Es mucho más posible que en esto SI se haya involucrado un pecado grave. Y, si NO lo has confesado, entonces SI es importante que lo confieses ahora. Pero, nuevamente, recordando que si no lo confesaste porque lo olvidaste entonces YA estás perdonado y entonces NO HAY urgencia, sino puedes seguir recibiendo la Eucaristía y confesarlo como pecado olvidado la siguiente vez que acudas regularmente al Sacramento de la Reconciliación. Y reiterando la recomendación de tener CUIDADO con la conciencia escrupulosa.

Tercero. Cierta ocasión, ya de adolescente, tuve relaciones sexuales. Sin matrimonio evidentemente, era en noviazgo. (Me cuesta mucho escribir todo esto). Ya confesé esto hace tiempo, pero Recordé algo que me intranquiliza.

Esto si que es un claro pecado grave, pero tú mismo señalas que YA lo confesaste, YA está perdonado. ¿Cuál sería el problema? Por consiguiente, lo que te intranquiliza es lo que más me intranquiliza a mi de que estés cayendo en conciencia escrupulosa:
En esa ocasión, tras concluir tan rebajado acto, acudí a una reunión en el Santísimo pues la tenía justo a esa hora. Hasta ahora veo el alcance de la maldad cuando reina en la vida de una persona. Hubo una Reunión con un sacerdote, y estaba yo ahí, totalmente indigno frente a Jesus Sacramentado, aunque en eso no pensaba.

El pecado grave te hace indigno de recibir al Señor en la Eucaristía, NO de estar frente a Él en el Santísimo. Al contrario, estar frente a Él puede ser el inició de la atrición (dolor de los pecados) que te puede llevar al arrepentimiento y a la verdadera Contrición. Solo si estabas como queriendo desafiar al Señor en una actitud burlona de "irle a presumir" el mal que habías cometido, entonces en ello si habría habido un nuevo pecado. Pero de lo que describes no entinedo eso, sino que tenías ya programado ir a la visita del Santísimo antes de tener la oportunidad de faltar al 6to mandamiento, y entonces simplemente tomaste una oportunidad que se te presentó y luego simplemente fuiste a realizar la visita al Santísimo que ya tenías planeada. Si tal es el caso, pudo ser una incongruencia, pero no un pecado, sino al contrario, pudo ser el inicio de un camino de dolor y conversión.

Perdonen lo horrible que se escucha todo esto. Dios y su infinita misericordia me perdonen. Ayúdenme hermanos a aclarar esto. Mi nombre es Walter, pido sus oraciones de todo corazón, para que el Espíritu Santo venga a sanar y a restaurar mi alma. Gracias.

Con gusto las oraciones y ahora sobre la conciencia escrupulosa:
La conciencia escrupulosa se caracterisa por esa actitud de estar buscando detalles en tus faltas presentes, pasadas y hasta en las posibles futuras que crees que te pueden manchar y de las que crees que puedes permanecer limpio a través de una preocupación exagerada en "cumplir a rajatabla" con cada detalle que te pudiera marcar la moral. Incluso inventando, como has visto que lo has hecho, "pecados" de situaciones desafortunadas.
Vivir así no solo es un tormento insporotable, sino que, mucho más importante aún, PUEDE SER UN PECADO MÁS GRAVE que todos los que has descrito, tanto los reales como los imaginados. Y es que el punto es que el mal que cometes mediante la conciencia escrupulosa es RECHAZAR a Cristo como tu Salvador, AUTO-CONSTITUYÉNDOTE TU PROPIO SALVADOR: crees que puedes/debes salvarte a tí mismo a través de ese cumplimiento detallado, riguroso y exagerado de las normas que debes cumplir.
NADA MÁS FALSO: simplemente NO PODEMOS salvarnos a través del cumplimiento estricto de normas morales. De entrada, en nuestra imperfección, es punto menos que imposible no llegar a romper una norma de vez en vez; pero, peor aún, si crees que lo que te salva es el cumplimiento de la norma Y NO ENTIENDES que lo que te Salva es el DON GRATUITO DE DIOS que nos Ha Perdonado NO por nuestros miserables méritos, sino POR EL SACRIFICIO de Su Hijo en la Cruz, entonces, en ello mismo, es que RECHAZAS la Gracia de la Cruz de Cristo y lo rechazas a Él como tu Salvador incurriendo en ese GRAN pecado que, insisto, es MUCHO MAYOR a todos los demás que has descrito.
Así pues, una cosa es recordar de vez en vez ALGÚN pecado que se te pudo haber pasado confesar, y OTRA COSA es estar hurgando en tu conciencia a ver qué nuevo pecado recuerdas o qué nuevo detalle o agravante (real o imaginario) encuentras en tus pecados YA confesado con el fin de "sentirte perfectamente limpio" a fuerza de tanto "barrer" la conciencia.
Lejos de limpiarte, eso te hace caer en esa misma actitud del fariseo que oraba a Dios altaneramente con aquel "gracias Señor por que no soy como ese publicano...", fariseo del que claramente Cristo dice que NO salió justificado. Te podría parecer que es al contrario, que tú eres como el publicano porque te conoces y te re-contra-reconoces como pecador y que por eso buscas tanto detalle para "demostrar" que no eres ningún perfecto, sino que has sido el mayor de toooodos los pecadores de la historia. Pero no es así, eso es un engaño intrínseco a estas tentaciones: al actuar así puede que no quieras sentir que FUISTE perfecto, pero SI quieres sentir que AHORA SI ERES perfecto y que por eso "limpias tan a fondo" ¿me explico?

En fin, como ya te dije, si te has confesado sinceramente y si no has confesado por no recordar alguno de los detalles que SI son pecado (¡no nos referimos, obviamente, a los "pecados imaginarios" que te has inventado!) entonces YA ESTÁS perdonado y simplemente debes confesar el pecado olvidado en tu próxima Confesión regular. Por tanto, NO has cometido Sacrilegio al acudir a recibir el Augusto Sacramento del Altar.
Así mismo te recomiendo NO hurgar tanto en tu conciencia, sino CONFIAR en que un Dios que se Entregó POR TI en una Cruz NO depende para Salvarte de una enfermiza y desconfiada actitud detallista de tu parte, sino Quiere que Confies en Él y te abandones a Él para que Él Pueda comenzar a Hacer Su Obra en ti. No que no cumplas lo que de verdad corresponde hacer, pero que lo hagas de manera confiada y sencilla, sin creer que su efectividad depende de algún modo de la percisión o el detalle con el que hagas las cosas; porque NO depende de ello, sino ÚNICAMENTE del Amor que Dios te Tiene. El cumplimiento de ciertas normas o requisitos, importante y necesario como es, lo es PRECISAMENTE para que, por medio de ese cumplimiento, MANIFIESTES tú CONFIANZA en lo que Dios te ha Pedido que hagas. Pero entonces, si en vez de ello perviertes el cumplimiento para que se convierta más bien en signo de tu DESCONFIANZA y AUTOSUFICIENCIA, pues en ello mismo traicionas el símbolo y puedes incluso llegar a rechazar la Gracia.
Puedes verlo así: el cumplimiento de las normas es como los sirvientes en las Bodas de Caná que llenaron las tinajas haciendo lo que Cristo les dijo que hicieran, tal y como se los había recomendado la Santísima Virgen. Gracias a que los sirvientes confiaron y obedecieron, fue posible el Milagro de Dios: sin agua en las tinajas, tampoco habría habido vino.
Pero ahora ve esta otra imagen: piensa en qué habría ocurrido si uno de los sirvientes, en vez de simplemente llenar la tinaja y llevarla a Cristo, se hubiera empeñado en "llenarla perfectamente al detalle" y entonces, antes de llevarla, se pusiera a medir exactamente si ya estaba perfectamente llena o si le cabía alguna gotita más, creyendo que si algo especial ocurría con esa agua, dependía de qué tan preciso fuese él al llenarla. Y luego, después de hacer así, y al intentar llevarle la tinaja a Cristo, se le derramaran dos gotas, por lo que, en vez de regresar con Cristo, regresara a intentar volver a reponer esas gotitas una y otra vez. Como puedes imaginar, ese sirviente jamás acabaría llevándole su tinaja a Cristo, y sería exactamente igual a que se hubiera negado a llenarla desde el principio, pues tampoco el agua de su tinaja se hubiese llegado a convertir en vino. Eso es justo lo que pasa con una conciencia escrupulosa que cree que puede "limpiarse" por su exageración en el detalle y cumplimiento de las normas.

Que Dios te bendiga.