Conciencia.

Los diez mandamientos son resumen y proclaman la ley de Dios. Son un don de Dios a la humanidad, para que conozcamos su Santa Voluntad. La conciencia moral ordena a la persona, «en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las opciones concretas aprobando las que son buenas y denunciando las que son malas, es decir, la posibilidad de ver nuestros propios actos en relación con los planes de Dios. Estos foros son un espacio para discutir, aclarar, consultar y aprender a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, guiados por su gracia y para promover una buena formación de la conciencia

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Conciencia.

Notapor Campeador » Mar Mar 29, 2016 4:16 am

Confesándome de pecados que antes no sabía que lo eran, pero por la formación que he adquirido, ahora me di cuenta de que sí lo son, ¿habría pecado en aquellas ocasiones? Un buen sacerdote me dijo que no podía juzgar con la conciencia de ahora la conciencia de entonces.
Gloria in excelsis Deo, et in terra pax hominibus bonae voluntatis. Laudamus te. Benedicimus te. Adoramuste te. Glorificamus te. Gratias agimus tibi propter magnam gloriam tuam.

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Campeador
 
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Re: Conciencia.

Notapor eduarod » Jue Mar 31, 2016 12:26 am

Estimado en Cristo Campeador:

Ciertamente es correcto lo que te dijo el sacerdote, pero desde que señalas que fue un buen sacerdote quien lo dijo, supongo que, en el fondo, lo que buscas no es meramente convalidar lo que te dijo, sino encontrar un sentido profundo: te das cuenta de que hiciste un mal y quisieras tener de algún modo manera de revertirlo o remediarlo.
Creo que, en efecto, puedes sacar algo bueno de todo esto que no sera meramente despreocuparte del asunto como si no importara en lo absoluto, como si el mal que entonces cometiste no hubiese causado sus dañinas consecuencias naturales, que creo que en el fondo es lo que está en el centro de tu inquietud.
Imagina a un ingeniero que manda a hacer estudios sobre el suelo en el que se edificará una construcción, él recibe los resultados y hace los cálculos necesarios basado en el resultado de los estuidos. Pero ocurre que, por un error de la institución que hizo los estudios, los resultados son equivocados. El ingeniero coordina la construcción y queda una hermosa edificación, pero en algún momento y a causa de esos resultados erroneos, la construcción colapsa afectando severamente a algunas personas. En la investigación se descubre que la causa fue que los cálculos no eran adecuados para el tipo de terreno, y que esto a su vez tuvo su raíz en esos resultados erroneos que el ingeniero usó como base para dichos cálculos. Como resultado de esas investigaciones el ingeniero HOY sabe que los estudios estaban equivocados y, por consecuencia, que sus cálculos, correctos de acuerdo a esos resultados, eran en realidad incorrectos e inadecuados para cnstruir en ese lugar. ¿Se le acusará de negligencia y se le responsabilizará a él del colapso de la construcción? Pues no, porque él hizo su trabajo bien en función de la información que tenía disponible: mandó a hacer los estudios correctos usando el apoyo para ello de una institución calificada cuyos resultados deberían haber sido confiables, y en virtud de ello hizo cálculos consistentes y correctos de acuerdo a esos resultados.
Ciertamente cometió un error, y ese error causó daños serios, pero no fue un error voluntario o prodcuto de la negligencia. No es un error culpable y no es correcto que alguien le culpe -o él mismo lo haga- del daño producido. En todo caso el responsable sería aquella persona que cometió los errores u omisiones que permitieron que una institución calificada reportara resultados erroneos en sus estudios. Pero supongamos que ni siquiera eso fue el caso, que todo ocurrió a causa de una falla fortuita y no fácilmente detectable en el desempeño de un costoso equipo automático de pruebas cuyo funcionamiento en todos los otros estudios que se hicieron con el había sido adecuado. ¿A quién culpar entonces? Pues no es posible realmente responsabilizar a nadie... y, sin embargo, esto no quita que existan personas afectadas y quizá lastimadas.
Es natural que el ingeniero, al ver la afectación de estas personas y saber que su trabajo estuvo de algún modo involucrado en la falla que produjo esa afectación, tienda a sentir que él debe tener alguna responsabilidad. Pero que el ingeniero sienta eso no quiere decir que REALMENTE tenga tal responsabilidad; pues, hay que insistir, él hizo BIEN su trabajo en función de la información que tenía en ESE momento. El que HOY conozca con certeza que esa inforamción era erronea e inadecuada para hacer el trabajo es OTRO asunto, pues simplemente no es posible que hoy se auto-transmita hacia el pasado la información que ahora tiene para en el pasado corregir lo que hoy sabe que estaba mal.
Eso es lo que en moral se llama ignorancia invencible o no-culpable, la cual es importante distinguir de la ignorancia culpable que es producto de la negligencia. Si el ingeniero no hubiera solicitado los estudios y hubiera hecho negligentemente sus cálculos en función de apreciaciones poco fundamentadas, se podría hablar de ignorancia culpable, pero si hizo todo lo que razonablemente debía hacer, entonces se trata de ignorancia invencible no-culpable. Y esto incluso cuando ahora piense que no basta hacer los estudios con una insttiución prestigiada, sino que hay que duplicarlos con otra institución independiente que sirva como criterio de comparación y validación de los resultados. Porque eso que hoy piensa lo piensa porque YA sabe que lo que en el pasado parecía suficiente y razonable, en realidad no lo era; y porque YA sabe que lo que en el pasado parecía un gasto superflujo, innecesario e injustificado, en realidad era una inversión que podría haber producido mucho bien. Pero, una vez más, eso lo sabe HOY, no lo sabía entonces, y ENTONCES razonable y responsablemente pensaba que había hecho lo necesario y suficiente y estaba evitando lo superfluo e injustificado.
Sin embargo, ese es ya un punto importante: el aprendizaje que uno puede tener. Porque para eso sirven los errores y por eso Dios nos permite el tenerlos: para que APRENDAMOS de ellos. Lo importante entonces NO ES sentirse culpable de los daños YA producidos que uno no sabía o entendía que se podían producir, ese sentimiento de culpa infundado -como es el caso del ingeniero de nuestro ejemplo y muy posiblemente de tu responsabilidad moral en los actos equivocados del pasado-, NO va a arreglar el daño que YA ocurrió. Pero, en cambio, nuestro aprendizaje SI puede encontrar maneras de compensar el daño YA producio, o, al menos, EVITAR que lo VOLVAMOS a producir en el futuro.

Entonces lo fundamental NO ES decir "que malo fui", cuando en realidad tu hiciste algo que creías correcto a tu mejor saber y entender de ese entonces. Sino lo importante es decir, ENTONCES no sabía, AHORA YA SÉ y puedo ser mejor y hacer mejor las cosas.

Finalmente ¿y dónde queda el daño objetivo y REAL causado a las personas en todo esto?
Queda en la Esperanza, en la confianza que tenemos de que Dios GOBIERNA el Universo. En que sabemos que, si Él nos permite trabajar y actuar en este mundo de aprendizaje, es porque Él Tiene RESPUESTAS adecuadas y verdaderas aún para los más graves males y peores atrocidades que podemos ver y/o sufrir en este mundo; con mucha mayor razón para los males que causamos sin querer debido a nuestra pequeñez e ignorancia.
Justo ahora festejamos el ejemplo supremo de ello: ¿qué peor mal podemos o atrocidad podemos imaginar que el hecho de que la creatura decida intencionalmente juzgar y MATAR a su propio Creador que es el Bien en Persona? Y, sin embargo, aún para esa atrocidad magna, Dios nos Ha Dado YA la Respuesta más insigne: el Sacrificio en el Amor que nos lleva a la RESURRECCIÓN. Con toda nuestra malicia acumulada, con todo nuestro pecado ahí cargado, NO LOGRAMOS destruir NADA: ¡Cristo está VIVO! Y si Dios nos puede rescatar asì de nuestras maldades, pues con mucho mayor razón lo puede Hacer de nuestros errores.
Por eso es que la Resurrección de Cristo DA SENTIDO a todos nuestros sufrimientos, fatigas y pesares, porque nos hace ver que NADA está perdido; nos hace ver que Dios, el Creador que Puede Hacer NUEVAS todas las cosas, nos cuida con Amor y Tiene los medios y planes adecuados para restituir TODO aquello que por nuestros errores, o incluso por nuestra locura y maldad creíamos haber perdido definitivamente.
Levantémonos entonces con gozo, Esperanza y alegría ¡porque este es el Día del Triunfo del Señor!

Que Dios te bendiga en la alegría de la Resurrección del Señor
eduarod
 
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