Hola:
Bueno, normalmente uno no cuenta estas cosas, pero es inhumano no aceptarlo: todos pecamos.
Yo admito hoy que caí en el juego de la sociedad, y que llegué a creerme el cuento de que era bueno y saludable "disfrutar la vida" y "pasarla bien". Antes de darme cuenta, ya no solo estaba metido en el pecado sino que también me había acostumbrado a pecar.
Hoy miro atrás y, sin dramas, es claro que me he ido por la "puerta ancha". He hablado con dos ministros y cada uno tiene una opinión distinta.. aunque creo que complementarias. Por un lado, necesito recuperar mi compromiso con mi fe y por el otro, recuperar mi humildad.
Así que pensé pedir aquí unas luces sobre el tema. Parafraseando lo que dice la palabra, me ha tocado comer menos que los cerdos, me han asaltado en el camino y me siento un poco herido ahora. Supongo que no soy el único al que le ha pasado algo como esto, así que me gustaría leer qué podrían decirme al respecto.
Saludos y gracias,
Tedel