Chabemica, me es dificil responder tu planteamiento que revuelve demasiadas cosas, no creo honestamente que lo que hacen en Filipinas sea la mortificación que usaban los santos, mas bien es una parodia sangrienta o por lo menos una desviación de una practica milenaria de la Iglesia como son las disciplinas.
Lo de la chica tampoco puedo hacer un juico exacto pues es algo de "oidas" como tu haz dicho, mas bien aterriza un poco mas el tema...
Ahora sobre las disciplinas y el uso del cilicio tenemos esto del Opus Dei que nos puede dar luz en este asunto de la Mortificacion:
Para comprender todo este asunto hay que conocer un mínimo la Fe Católica. Conviene que el lector conozca que el lenguaje que voy a emplear presupone conceptos “cristianos”, es decir, doy por supuesto que se conoce el significado de ascético, mortificación, etc. Sin esa base cristiana es imposible, en la práctica, entender la mortificación. Si para el cristiano este mundo fuese el único mundo, la mortificación tendría que desaparecer en absoluto, para ceder todo el lugar al placer. La mortificación, a su vez, se encuadra en algo más amplio, que es la penitencia: algo muy familiar para los cristianos (arrepentirse, convertirse, pedir perdón, etc). Por eso, recomiendo leer previamente el Catecismo de la Iglesia Católica.
El cilicio: originariamente un vestido rudo de piel de cabra o de camello que, adherido al cuerpo, servía como verdadero instrumento de penitencia. Llamado así porque la materia provenía especialmente de Cilicia.
Parece que Santa Catalina de Siena promovió el uso más actual: una cadena o collar metálico con puntas. El modo más natural de utilizarlo, y así es como hacen los Numerarios y Agregados, es colocar el cilicio en el muslo. La cinta tiene tres dedos de anchura y cubre tan solo la mitad del muslo. Las puntas, que no están afiladas, son de tres o cuatro milímetros. Se utiliza únicamente cuando se está en un Centro sin exceder habitualmente las dos horas, no en el trabajo ni por la calle, etc. No se usa todos los días de la semana: por ejemplo, los días fiesta, domingos, etc. Al igual que las disciplinas, se utiliza siempre de acuerdo con lo que les aconsejan en la dirección espiritual.