por Jerjes » Dom Oct 28, 2012 3:27 am
Bien, creo, intuyo, que nuestra foma de pensar es considerada por el mundo de los partidos políticos como "tradicionalista" "inmovilista" , etc...; nos correspondería defender, o sería nuestro sitio "político" la "extrema derecha". La más "conservacionista" y defensora de valores morales, por estar dentro de una cultura católica, de toda la vida; es decir desde hace más de dos mil años.
Así entendido, los partidos políticos se nutren de todos los votos que pueden arañar en cualquier substrato social del país. Así desean votos, cristianos, agnosticos, socialistas o "progresistas", ateos, homosexuales, del mundo científico, del mundo rural, etc... y las leyes que defienden son, pues, para conseguir el mayor voto posible para intentar gobernar, tener "el poder".
Todo esto unido, creo, de la idea actual de que "el demonio no existe" pues se lanzan, inconscientemente, a por "cualquier" voto".
Como la Iglesia es portadora de los dogmas de fe que nos dió nuestro Señor, durará toda la vida pues es el único camino seguro para la salvación del Hombre sobre la condenación.
En estos valores, como en otros, por ejemplo: virtudes teologales, no pertenecemos a este mundo, propiamente entendido, en el que el demonio puede actuar "libremente", o lo que le permita Dios, y que para muchos será su condenación, aunque Dios desea fervientemente la salvación de todos los hombres para sacar de esa maldad la salvación de todas las almas, sin excepción.
Así entendida la sociedad en que nos movemos, se nos enseña un valor "la tolerancia", es decir que no podemos obligar a nadie a que actue "obligadamente" como nosotros pensamos; hemos sido enseñados en el valor del "temor de Dios", y, por lo tanto, solo podemos actuar siendo más fieles a Dios cada día y dejando los "frutos de nuestra vida" aquí en la manos del Señor.
Recordad la parábola del enemigo que pone semillas para que la mala hierba conviva con el trigo sembardo por el labrador o en la frase de que el sol, cada día, sale para todos.
Por todo esto, creo, a pesar de nuestro deseo de que todo el mundo se salve, debemos votar al partido que mejor nos defienda nuestras ideas, aunque contenga otras ideas que no deseamos. Debemos actuar, votar, y dejar los resultados de nuestras acciones diarias en manos de Dios.
Y como se ha dicho aquí en esta sección tenemos el deber u obligación de votar porque así lo desea Dios.