¿Qué es la santidad?

[IvanEstoico]

Hermanos en Cristo.

La santidad es vivir la relación mía con Dios en el Amor, usando de toda la creación para granjear el fin: la Visión Beatifica, pues todo aquello que no sea Dios y yo, existe precisamente para esto. Usanza es de la santidad el sopesar lo que aleja o acerca a nuestro Señor decantándose siempre por lo que secunda al fin: « Dios »

Algo muy hermoso que comprendí recién es porque la virtud teologal del Amor es considerada la reina de todas y es a saber que en la vida terrena estamos llamados a la santidad viviendo precisamente estas virtudes, mas, si por ventura alcanzamos nuestro fin, estar con Dios en el Empíreo en compañía de la Santísima Virgen María, el coro Angélico y la quintaesencia de la humanidad es decir los Santos, allí la Fe y la Esperanza ya no tienen sentido, empero, el Amor será lo que se desborde sempiternamente.

Dios nos conceda vivir conforme a su Voluntad, ser santos, amándole locamente y siendo siempre fieles a la Santísima Iglesia Católica.

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo este con nosotros.

[tralalá]

Hermanos en Cristo.
Dios nos conceda vivir conforme a su Voluntad, ser santos, amándole locamente y siendo siempre fieles a la Santísima Iglesia Católica.

La palabra subrayada me da mucho miedo. ¿Es completamente necesaria?

[IvanEstoico]

Hermanita en Cristo Tralalá

Espero en Dios te encuentres bien y bueno permite por favor compartirte lo que deseo plasmar al utilizar esta palabra en concreto.

Deuteronomio 6 [5]: «Y tú amarás a Yavé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.»

San Marcos 12 [30]: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas.»

Real Academia Española:
locamente.
1. adv. m. Con locura.
2. adv. m. Excesivamente, sin prudencia ni moderación.

Nosotros tenemos que amar a Dios mucho, desmesuradamente y este amor lo alcanzamos con una vida de Sacramentos y Oración.

Que Dios te bendiga junto con tus seres amados por intercesión de nuestra Santísima Madre María.

[tralalá]

Muchas gracias IVAN. Te entiendo perfectamente. Digo que me da miedo salirme de la prudencia y la moderación.
Preferiría amar a DIOS por sobre todas las cosas, con todo mi corazón, mi alma y mis fuerzas, en mi sano juicio.
Siempre me enseñaron el equilibrio y el término medio. Recién voy empezando a lograrlos...
DIOS te bendiga. Tralalá

[Don Emilio]

¿Y por qué la santidad se alcanza a través del sufrimiento (ofrecido a Dios por amor, claro)?

¿Por qué?

Estimado.
El sufrimiento es necesario para alcanzar la santidad por varios motivos. Primero, porque Cristo dijo: "Yo soy el Camino" y el camino que nos mostró fue el del trabajo y el del sufrimiento hasta la muerte en cruz. Él mismo dice, "el que quiera venir en pos de mí, que cargue su cruz y me siga". San Pablo insiste todo el tiempo en cómo para que viva Cristo en nosotros, primero debemos morir: morir a nuestras inclinaciones viciosas, lo que es muy doloroso, a veces más y otras menos. El Señor nos marca con claridad el objetivo de nuestra vida que es la santidad: "sean perfectos como yo soy perfecto"; la búsqueda del Amor de Dios sobre todas y aclara, "el que me ama, cumple mis mandamientos". Pues bien, cumplir con la voluntad de Dios ante que con la propia, muchas veces es doloroso, máxime si estamos llenos de vicios.
Si tenés tendencia a caer en un mismo pecado, y te decidís a no pecar más, comenzás a tomar precauciones, como rezar más, asistir a los Sacramentos con más frecuencia y a prohibirte ciertas cosas para fortalecer la voluntad (mortificación). Bueno, rezar cuando uno tiene ganas es fácil, pero rezar todos los días, aunque sea media hora, pero todos los días, es doloroso, al igual que evitar el pecado con la mortificación.
El sufrimiento también lo exige la justicia y el amor de ver a Nuestro Amor Jesucristo y a nuestra Santa Madre Dolorosa, sufriendo por nuestros pecados, por los tuyos, por los míos, etc. Dejarlos pagar por nuestros pecados con tanto dolor, mientras nosotros nos pasamos la vida de fiesta en fiesta...mmm, eso no hace una persona madura que ama de verdad. No podemos mirar para otro lado.
Todos los santos con sus ejemplos y con sus escritos y la tradición de la Iglesia en su liturgia muestran la importancia de sufrir por Cristo. Asimismo la Teología Ascética y Mística.
Por último, cito a San Pablo: "Completo en mi carne, lo que le falta a la pasión de Jesucristo".
Si deseas profundizar, te recomiendo leer "Teología de la Perfección Cristiana" de fray Royo Marín, donde tenés un capítulo entero dedicado al sufrimiento.
Un saludo en Cristo y María.

[Don Emilio]

Saludos.
El hombre ha sido creado con dos fines: dar gloria a Dios en primer lugar y santificar su alma en segundo lugar. En el bautismo, se coloca en nuestra alma lo que algunos teólogos llaman "semilla de Dios" que es la gracia santificante. Esta gracia santificante esta llamada a desarrollarse. La plenitud de su desarrollo es lo que se llama santidad. Por otro lado está la esencia o el constitutivo de la santidad, que se explica con distintas fórmulas, pero que se pueden resumir en tres:
- ser santo es configurarse plenamente con Cristo
- ser santo es unirse plenamente con Dios por el amor
- ser santo es conformar perfectamente nuestra voluntad con la de Dios.
Saludos en María.

[Don Emilio]

Muchas gracias IVAN. Te entiendo perfectamente. Digo que me da miedo salirme de la prudencia y la moderación.
Preferiría amar a DIOS por sobre todas las cosas, con todo mi corazón, mi alma y mis fuerzas, en mi sano juicio.
Siempre me enseñaron el equilibrio y el término medio. Recién voy empezando a lograrlos...
DIOS te bendiga. Tralalá

Estimado.
Cristo ha dicho que seamos perfectos como Él y Santo Tomás profundiza diciendo que la santidad consiste en la perfección de la Caridad especialmente pero también en todas las virtudes (informadas, eso sí, por la caridad). Por eso cuando se evalúa a un católico para su canonización, se buscan todas las virtudes llevadas a grados heroicos.
Otra cosa es el equilibrio en el que pivotean las virtudes y esto se refiere a que existen deformaciones de las misma, en las que se puede caer con facilidad, perdiendo la virtud, por defecto o por exceso.
Por ejemplo, tomemos una virtud moral como la templanza en sentido estricto que es la virtud por la que domino los movimientos de la concupiscencia. ¿Debo yo ser medio templado? Claro que no. Tengo que ser templado al extremo, hasta el heroísmo como Santa María Goretti que prefirío morir antes que perder su pureza. ¿Quién puede decir que fue moderadamente templada?.
O se es templado o no. Ahora el que no es templado, puede que no lo sea por exceso o por defecto, pero no es templado. Así, por ejemplo, el hombre que no sabe contenerse antes del matrimonio, no es templado, así como tampoco lo es, aquel que estando casado no mantiene relaciones con su esposa. Del mismo modo el que se come toda la mesa y se emborracha en Navidad no es templado, tampoco lo es el que no sabe compartir una cena y una copa para celebrar con su familia en la misma fiesta.
Saludos en Maria.

[tralalá]

Don Emilio: Gracias por tu clara explicación. Me viene bien.
En este caso me refería a lo que se llama desequilibrio mental o locura.
Dicen que San Francisco y unos cuantos más tuvieron al menos raptos de locura.
Eso no implica que todos los locos sean santos ni mucho menos.
Por el contrario, creo que para los procesos de beatificación y canonización, toman en cuenta que se trate de personas normales o sanas psicologicamente (decime si es así) porque quedan como ejemplos a imitar.
Pero, los locos tienen que poder agradar a DIOS y ser santificados por ÉL en el secreto del corazón, sino ¿qué sentido tendrían?
Cierto que en la medida de las posibilidades personales, económicas, sociales, médicas, farmacéuticas, etc. cada uno debe tratar de esforzarse para estar lo mejor posible, no dejarse estar diciendo "soy así, que le voy a hacer".
A la vez, cuanto mejor se está más se puede contribuir a la construcción de una vida familiar, parroquial y en general feliz.
En esa vuelta puede dar como vértigo... y temor a volver a salirse del sano juicio. ¿Es malo ese miedo?
DIOS te bendiga. Tralalá

[jcuengar]

Hola a todos:

He leído con mucho interés algunos de sus comentarios y les agradezco que hayan hecho el esfuerzo de escribir y redactar desde sus corazones. Esta generosidad en compartir el conocimiento también es camino a la santidad.

Saludos de Juan Carlos

[tralalá]

Lo siguiente desde el corazón de nuestro actual Papa:

“No tengan miedo de la santidad -concluyó Francisco- de dejarse amar y purificar por Dios. Dejemos que la santidad de Dios nos contagie. Cada cristiano está llamado a la santidad; y la santidad no consiste, ante todo, en hacer cosas extraordinarias, sino en dejar que Dios actúe. Es el encuentro de nuestra debilidad con la fuerza de su gracia”.

[Don Emilio]

Interpretando a la luz de la tradición las palabras del Santo Padre, citado por tralalá habría que hacer algunas aclaraciones para no errar el camino de santidad:
1) "dejarse purificar por Dios"; "dejarse contagiar" - puede dar a entender pasividad. La Teología Mística y Ascética (o Espiritual) ha enseñado que existen tres estadios por los que pasa el alma: solo en el segundo (la vía iluminativa) Dios purifica de forma pasiva mediante las noches del sentido y del espíritu. Según el común relato de los místicos, estas penas son muy duras y solo son soportadas por actos de fortaleza y templanza informados siempre por la caridad, heroicos. En la vía purgativa (la primera, que es en la que nos movemos la mayoría por un largo tiempo) se necesita de una purgación activa para someter la carne y los sentidos a los dictámenes de la razón iluminada por la fe. Por último, la vía unitiva (la de los santos) consiste sí en el imperio de los dones del Espíritu Santo pero implica la negación total de la propia voluntad e inteligencia (o más bien su sometimiento total y libre) y todo el camino anterior de preparación. El combate hasta el heroísmo siempre está presente y por eso somos la Iglesia Militante.

2) "la santidad consiste en dejar que Dios actúe" - La santidad es el desarrollo de la Gracia Santificante hasta la plenitud. Como la Gracia es dada por Dios al alma, entonces sí depende de Dios. Pero Él ha querido que dispusiéramos de medios para obtener su Gracia: entre los principales están los Sacramentos, la oración y el ejercicio de las virtudes infusas. En este sentido, no hay que "dejarle actuar" sino buscar su acción, su Gracia, acudiendo a los medios antedichos. La Gracia ganada por Cristo debe aplicársela a sí mismo cada uno con libertad. Y en este sentido depende del hombre también: "El que te creó sin ti, no te salvará sin ti".

[cursillistamallorca]

Me identifico con la respuesta de Luis gabriel. Hay que amar hasta que duela, decía Santa Teresa de Jesús. Y es que solo por amor, amando mucho, podemos soportar, todas aquellas tormentas que nos producen sufrimientos y ofrecerlas al Señor

[mariarosario21]

Coincido plenamente con Juan Carlos en cuanto a la importancia de compartir estas sabidurías. De por sí, esa idea de compartir, tal cual como dice, forma parte del camino a la santidad.
Mi aporte es que la Santidad es lo que nos identifica como Hijos de Dios, y como coherederos del reino con Cristo Jesús. La santidad es lo que nos distingue de todo aquel que está en el mundo, y ama las cosas del mundo.
Es acción y efecto de santificar o santificarse.

[agustin sanchez diaz]

Pero ¿qué se necesita para conseguir la santidad o perfección de vida?
Santo Tomás de Aquino, dicen, tenía una hermana y esta le pidió les escribise un tratado de qué tenía que hacer para llegar a la santidad de vida.
El gran teólogo le contestó: querer.

[eduarod]

Pero ¿qué se necesita para conseguir la santidad o perfección de vida?
Santo Tomás de Aquino, dicen, tenía una hermana y esta le pidió les escribise un tratado de qué tenía que hacer para llegar a la santidad de vida.
El gran teólogo le contestó: querer.

Estimado en Cristo agustín:

No sé si la anécdota sea auténtica, sinceramente nunca la había escuchado, pero, en cualquier caso, es técnicamente correcta.
El punto es que Dios nos Llama a todos a la santidad y nos Ofrece la Gracia necesaria para alcanzarla, somos nosotros los que, no queriendo aceptarla a causa de la renuncia a nuestro egoísmo y a nuestros apegos a diferentes cosas del mundo que sabemos o creemos implica el aceptar esa Gracia, en vez de tomarla la rechazamos y seguimos en lo nuestro como antes. Si REALMENTE queremos ser santos, antepondremos a las ataduras de nuestro egoismo la aceptación de la Gracia con la que Dios nos Invita a serlo, con lo cual NO resistiremos a esa Gracia que Podrá entonces Actuar libremente en nosotros para trasnformarnos radicalmente y converitrnos en esos santos que verdaderamente buscamos ser.

Que Dios te bendiga.

[agustin sanchez diaz]

Estimado Eduarod:
Totalmente contigo pero es aún más lo que dice Cristo: que a pesar de nosotros querer: sin él nada podemos hacer. Todo es gracia, aún el querer. Sin su redención y modelo de vida sería imposible querer algo que sin él ni habriamos conocido. En la plena correspondencia de nuestra voluntad a esa Gracia, merecida por Cristo, está la perfección, pero Cristo no actúa sin nuestra libertad. La respeta en toda la Historia ante el hombre, y eso nos asombra y encumbra ante el libre albedrío, ofreciendonos el camino por otro lado inscrito en nuestra naturaleza que sabe distinguir el bien del mal. ¿Silencio de Dios? no, sino que sus caminos a veces no son nuestros caminos, y él lo dice, yo soy el camino, nada fácil de seguir perfectamente y ahí está nuestro "querer".

[eduarod]

Estimado en Cristo agustín:

En efecto, también el querer es Gracia, pero el punto es que es igualmente una Gracia que, con nuestro llamado a la santidad, nos es igualmente ofrecida, y de manera muy particular y concreta a todos los que hemos sido llamados a participar de manera activa y visible en el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Por eso nuestra "contribución" no es propiamente ese "querer", sino el NO resistirnos a la Gracia, en particular no resistirnos a esa Gracia de querer y aceptar, pues la resistencia es lo que SI puede poner nuestra voluntad por sus propios medios. La dificultad en verdad radica en creer que Dios es tan limitado como nosotros y que si le seguimos y hacemos lo que Él nos pide, creemos que entonces nos vamos a quedar sin nada o, al menos, sin las cosas que son importantes y valiosas para nosotros, por lo cual entonces nuestra voluntad, motivada por ese temor y egoismo, antepone su rechazo a la Gracia que entonces ya no puede producir su Acción en nosotros. Simplemente no nos damos cuenta, no acabamos de creer que Dios en verdad es el Creador de todas las cosas y que Él puede suplirnos indefinidamente de todo aquello que EN VERDAD necesitamos. O, peor aún, sabemos que Él nos Dará algo, quizá incluso sabemos que nos Dará mucho, pero NO confiamos en Dios. Creemos que Él nos va a dar "lo que a Él le conviene" que tengamos, Y NO lo que NOSOTROS queremos tener o apreciamos y que creemos que nos hará más completos y felices que aquello que Dios nos dará. Y es ese temor a perder esto que tenemos ahora y que creemos mejor para nosotros (lo que tal vez si lo sea, y entonces no son sino fantasmas en nuestra mente eso de que "lo vamos a perder si seguimos a Cristo"; o tal vez no lo sea, y en verdad TENEMOS que aprender de un modo u otro a desprendernos de ello) lo que nos motiva a NO ACEPTAR estos Magníficios Dones de la Gracia que el Señor tan gratuitamente nos ofrece. Preferimos ir a nuestro paso, hacerlo a nuestro modo, desprendernos si y solo si hemos comprobado que no nos es indispensable. Pero entonces, contra todo lo que digamos, la realidad es que NO confiamos, NO creemos y NO amamos, y, por eso, no queremos ni logramos realmente ser santos.

Es importante, sin embargo, entender que ese creer, confiar y amar NO es una virtud humana que podamos fomentar en nosotros con un malsano "heroismo" artificial. No, el creer, confiar y amar es la Fe, la Esperanza y la Caridad que son Virtudes Teologales, son DONES de Dios que tan solo podemos recibir de Él. Pero igualmente nos son ofrecidos en los tiempos y formas en que Dios Conoce mejores para nosotros. Es SENTIR el Amor de Dios en nuestras vidas lo único que realmente nos puede motivar a creer que en verdad "Cristo no quita NADA, sino lo da TODO" como tanto nos lo han recordado recientemente nuestros pontífices. Y solo quien de verdad llega a tener una conciencia clara de eso, es quien no quiere resistirse a esa Gracia que sabe que no lo destruirá o empobrecerá, sino al contrario, le hará grande y feliz en el Amor de Dios.

Que Dios te bendiga.

[IvanEstoico]

Querido hermano en Cristo.

Esto último que comentas carísimo hermano, lo he trasladado al terreno de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio para poder asimilarlo y me parece que es lo que ocurre cuando en tiempo de Consolación (Gracia de Dios) somos negligentes y perezosos en la oración (voluntad humana) trayendo como resultado una Desolación, es decir, Dios retira sus Auxilios -aunque no de manera absoluta- como consecuencia de nuestra resistencia a su Gracia. San Ignacio sabe sacar provecho de todo esto y nos da los medios para combatirla y poder así crecer espiritualmente, aunque claro, esto también es por Gracia.

Que Dios te bendiga por intercesión de su Magnificencia.

[Jose Alberto G]

La esencia etimológica de la palabra santidad desde el hebreo, hasta donde tengo entendido, indica la idea de "separación". Precisamente por eso Dios está siempre separado: es "lo otro". Por supuesto, en este contexto esta separación no quiere decir que Dios no se relaciona con Su creación, sino más bien que, en el sentido filosófico, pertenece al registro de la trascendencia más que al de la inmanencia.

Para nosotros, entonces, la santidad implica igualmente diferenciación: ser lo otro en el mundo, así como la palabra "cristiano" implica "pequeño Cristo", y la palabra "Cristo" implica "ungido". En el mundo somos quienes llevamos la unción: somos la sal y luz de la tierra. Por tanto, si somos "la diferencia", "lo otro", santidad implica una cosmovisión y un estilo de vida que es radicalmente diferente al propuesto por lo "profano" (que es aquello que no es sagrado; "lo común") en el mundo.

Santidad es una vida diferente, y en atención a la salvedad del primer párrafo, no implica una separación absoluta de la humanidad que nos rodea (en cuyo caso seríamos una especie de amish). Lo que sí implica es que en nuestra conducencia cotidiana, se observan rasgos de diferencia, en nuestra forma de vestir, de hablar, de actuar, de reaccionar, de pensar, etc. Ser santos es la proposición de un camino de diferencia: la propuesta de un Dios que salva y transforma, y que es aceptada por hijos Suyos que se relacionan con Él y se dejan transformar.

[Marinilla]

Hola.
Qué gran pregunta!!!
La santidad es Dios. Él es santo. Así como no podemos abarcar a Dios tampoco podemos definir la santidad con palabras concretas que, incluso podrían empequeñecer el verdadero concepto de esta.
Como se reza en el Gloria: Solo tú eres Santo, solo tú, Señor, solo tú, Altísimo Jesucristo con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Nosotros sus hijos muy amados, solo podemos adorarlo, darle Gloria a Él con nuestras buenas obras, procurando vivir como a Él le agrada, para alcanzar la gloria que tiene preparada a todos los que le aman.
Los santos, como los llamamos, son en realidad personas que vivieron así, a plenitud, la presencia viva de Dios en sus vidas, alcanzando así la "corona de la vida eterna"

En Jesús y María, muchas gracias