El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Espiritualidad (Vida y escritos de Santos) Se publicarán vidas y obras de santos para el diálogo y sobre todo para el aprendizaje espiritual en nuestro camino a la santidad. Leemos las Sagradas Escrituras a través de los santos, contamos con la santidad de estos hombres como autoridad. ¡Qué poco que se leen las obras de los santos! Este foro será una gran oportunidad para estimular la lectura de los escritos de los hombres más grandes que han vivido en este destierro

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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Dom Ene 05, 2014 2:21 pm

LA EUCARISTÍA SACRAMENTO PENITENCIAL DE CRISTO.

5-Enero-2014.
- XIII -
Tu Sacerdote, tu enviado como el Ángel a María, me habla con tu Palabra, Palabra de Dios, y yo ansío hacer realidad:
Oh noche (nuestra noche) que juntaste
Amado con amada
amada en el Amado transformada.

Por ello, imitando a mi Madre, para que te aposentes en mi casa, repito: ¡Eh aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra!, y para ello Tú, mensajero del Padre, nos dices en tu Cena: “Vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”.
“Tomad y comed”, esto es mi cuerpo. “El que come este pan vivirá eternamente”.
¡Y el Verbo, en nuestro vivir: tristezas y gozos, en silencio elocuente, habita en nosotros! Porque ha “bajado” a tomar nuestra naturaleza humana aún ocultándola en un trocito de pan, y a cambio nos “eleva” nos hace participar en su naturaleza y vida divina, sobrenatural. Y por ello con el salmista el sabio dice: más vale para mí la ley de tu palabra” que mil monedas de oro y plata. Pero no todos, ignorantes, quieren gustar de la Sabiduría.

- XIV -
Por otro lado no podemos olvidar que El nos dice: “lo que hiciereis a uno de estos a mí me lo hacéis”, de donde se deduce el misterio de que no sólo somos Cristo los que comemos su pan. No sólo es Cristo el Papa, el Obispo, el Sacerdote, el Religioso o el cristiano.
Todo hombre es de Cristo, un Cristo. Todo, la flor y las estrellas fueron creadas en él y para él. tu palabra, Señor, en el cielo está firme por siempre, por tu disposición permanecen hasta hoy, el universo está a tu servicio” (Sal, 119.v.91) Al no creyente hay que repetirle: tú eres de Cristo quieras o no, (y allá de tu libertad), pero estamos en esa inmensa casa de Dios que llamamos Cosmos donde la Tierra es el primer peldaño de ese inmenso Palacio del Creador.
Pero por nuestro comportamiento ante las obras de la Palabra y nuestra lectura ante ese su fantástico mensaje en todo el cosmos y sobre todo ante la imagen de Dios, el hombre, será juzgado, no solo por estar o no bautizados: Tuve hambre y me diste de comer, sea el que sea quien de comer.
Y, si Tu estás en todo, porque “todo fué creado en ti”, Tu estás en mis manjares, en mis deleites, en mis flores y en mis espinas. Yo estoy en Tí, y Tú en mí: Tabor y Cruz. Es la gran realidad humana con proyección de transcendencia infinita, aún en el hombre no bautizado y más si está de buena fe. Y sólo tú sabes como nos juzgarás.

- XV -
¿Podría la potestad eclesial hacer de las palabras tuyas en la voz de tu Vicario el Sacerdote, que fuese una realidad, absolución del pecado, el: “Dios tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna? ¡Padre perdónalos!
¿No somos como personas, absorbidos en un “uno”en la Comunidad eucarística, en el Cuerpo de Cristo?
¿Puede la Iglesia usar de aquella potestad de perdón? ¿Debe, porque interiormente Dios siempre lo hace al que se lo pide con amor?
Y si no es así, ¿por qué cantamos (¿sin sentido?): Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor? ¿Dios no ama ni en su Sacramento de Cena-Redención a los que mil veces le piden ese perdón y le ofrecen su dialogo y le piden reconciliación?
De otro modo, repito, ¿cómo se explica que allí nos perdonemos los hombres y sólo Dios es el único que no se reconcilia con los que mil veces le están pidiendo perdón?
El padre del hijo pródigo abraza a su hijo a pesar de los legalismos del hermano mayor.
Y, hoy, ¿no es también así ante Tí, Señor, cuando Tú y tu Sacerdote con el pueblo, tu Iglesia, celebramos y ofrecemos al Padre el Sacramento de amistad en tu Redención y reconciliación de valor infinito?
¿Hay un Sacramento más completo y mayor?
Este es el Sacramento de la ley del amor: tu encuentro con el hombre. “Nadie viene al Padre sino por mí”. Y si Tú estás aquí presente, ¿no es este tu Sacramento de encuentro porque Tú eres el Camino que me une aquí mismo al Padre?
Porque la Eucaristía no es solo un Sacramento más, en él está toda la redención. Es el compendio de todo tu mensaje transcendente, y en Tí no hay encuentro amoroso, sin perdón, pero no habrá perdón sin mi sentido encuentro amoroso.
Tu Memorial es: Tu Encarnación, Tu evangelización, Tu Cena, Tu Redención y Tu Resurrección renovadas en Tí mismo Sacerdocio junto a mí, hoy. Tú no eres ayer, Tú siepre eres hoy.
No hay mayor dignificación personal nuestra y en tu Iglesia como lo es tu Sacerdocio: Tú siempre hoy oferente al Padre en cada redil de tu rebaño, en cada pueblo, Reino de Dios. Tu Sacerdote esres tu sobre todo en lo Sacramental.
Tú no has venido a honorificar al hombre al estilo humano, tú has venido a salvarlo sirviéndole. Tú has venido a servir, siendo aún la Sucesión Apostólica y Sacramento Sacerdotal, algo secundario, aunque necesario para tu permanencia evangelizadora y Sacramental presencia entre nosotros. Al fín el Sacerdote, sacramentalmente, no es Santiago ni Pablo, eres Tú.

-XVI-
Y así, cuando asisto a tu Cena, después de escuchar tu Palabra, después de que se realice nuestra unión, encarnación tuya en mi pan y en mí, abrazándome a la cruz goteada de tu sangre, puedo exclamar:
No me mueve mi Dios para quererte, / el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido / para dejar por ello, de ofenderte.
Tú me mueves Señor, muéveme al verte / clavado en la Cruz y escarnecido,
muéveme, al ver tu cuerpo tan herido, / muéveme, tu afrenta y tu muerte.
Muévame en fin tu amor en tal manera, / que aunque no hubiera cielo, yo te amara
y aunque no hubiera infierno, te temiera. / No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara / lo mismo que te quiero te quisiera.

Si alguien a Cristo le hubiese expresado estos sentimientos al pie de su Cruz ¿qué le habría dicho?
¿Lo habría mandado a un tribunal para que le concediese el perdón? Y en absoluto estoy hablando de aquello “yo me confieso con Dios y basta”, no, eso solo es aplicable en caso de peligro de muerte y no tienes la oportunidad de acudir a un Sacerdote.
Son muchos hoy los que junto a tu Cruz y en tu “Cena”, Sacramento de reconciliación, te dicen con sentido de conversión: te amo Señor
Y así... “el fariseo de pie oraba: ...ayuno dos veces por semana, pago diezmos de cuanto poseo...” (cumplía la ley). “El pobre publicano no osaba siquiera alzar los ojos al cielo y decía: Ten piedad de este pecador.” “Os digo que este bajó a su casa justificado”.

Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad. Te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias por tu inmensa gloria, Señor Dios, Rey celestial, Dios padre omnipotente. Hijo unigénito de Dios, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, hijo del Padre, tú que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas los pecados del mundo, atiende nuestra súplica. Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros.
¿No es esta alabanza, sentida, un extender nuestros brazo de amistad a Dios en nuestra Iglesia, en la Casa del Padre, en nuestra Parroquia, en nuestra Asamblea? ¿Y cual es la actitud del Dios que es Amor ante nuestra admiración y alabanza con sentido de conversión junto al mismo Cristo presente en el Sacramento del Perdón?

Y repito:
La Eucaristía Sacramento Penitencial aún aceptada hoy plenamente por mí la ley canónica y litúrgica de la Iglesia sobre el Sacramento de la confesión, pero la Eucaristía, en sí, en todo lo que abarca desde el Introito hasta la Bendición final, (y es solo un sentimiento personal), ¿no es más aún que una sola y aislada absolución colectiva que la Iglesia admite?
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Ene 30, 2014 7:46 am

MONTE TABOR Y MONTE CALVARIO

30-Enero-2014.

Lo que vale una Misa lo expresa el padre Royo, O.P., diciendo: “Una sola misa glorifica a Dios más que toda la gloria que le dan todos los santos del cielo, incluida la Santísima Virgen, por toda la eternidad».
Esto parece exageración, pero cuando te lo explica lo comprendes. La gloria que dan los santos y la Virgen es gloria de criatura. La Santísima Virgen es la joya de la humanidad, la perla de la creación, pero criatura. Y en la Santa Misa es Cristo-Dios quien se sacrifica; y esto vale mucho más.”

La Eucaristía es compendio de la Redención de la Creación hecha por el Verbo que vino a Redimirla de su desviación-rebelión: Creador y Redentor. Todo fue creado y redimido por El.
Durante los comentarios anteriores, (yo mismo quisiera vivirlos en toda su profundidad), hemos estado en nuestro Monte Tabor al cual Cristo está dispuesto elevarnos cada semana, pero hemos de descender de la montaña a los caminos solitarios, pasar por los valles espinosos y vernos envueltos en las sombras, noche oscura del monte de los Olivos para ascender al Monte Calvario participando así de su resurrección. Porque Cristo es el Camino, “y el que quiera que me siga”. Y así, para mí

LA NOCHE OSCURA DE UN HOMBRE HERIDO EN SU CAMINO SACEROTAL.

GOZO MÍSTICO-Monte Tabor

¿Y por qué a veces yo siento
junto a Tí que nunca veo,
algo así de balbuceo
como brisa y suave viento,
que fundiendo nuestro aliento
son aroma, bella rosa
perfumada y olorosa?
Más sin otra explicación,
¡Oh dichosa comunión!
¡oh fusión tan amorosa!


Pero….SOLEDAD

Han pasado los años, Tú lo sabes, y el tiempo se posó como nube de arena sobre mis praderas.
Todo es distinto a las primaveras anteriores de verdes tonos y a las hierbas con flores.
No amanece con pinceladas de luz en mi cielo.
Estático quedó el paisaje de mis ilusiones.
Piedras son mis campos.
Y es que el viento sopló sobre mis montañas y las trasladó a mis valles.
No surgieron las fuentes ni el rocío humedeció mis grietas.
Las aves pasan calentándose el pecho del resecamiento de mis tierras y no se paran, no pueden pararse sobre mí, ni a descansar ni a beber.
Ya no soy fuente ni alimento Sacerdotal, porque alguien secó los silos de mis fuentes cristalinas.
Pero no privó a mi desierto de un dialogo con las estrellas dentro de otro bello Sacramento, el matrimonio.
---

MAS
MI VACIO SACERDOTAL

Dentro del alma en soledad de estepa,
como ciprés inhiesto ya reseco,
cual roble muerto, sin que yo lo sepa,
en mi interior pradera el yermo trepa,
y en el camino el pastor es un eco
de la tristeza que la nieve helada
allá en la cumbre cae en ventiscada
---

TESORO PERDIDO

Se que en harapos envuelto
yo quedé al ser impelido
a dejar áureas riquezas,
¡mi Sacerdocio querido!
Y silencioso en mi barro
mi Cristo está así caído,
en el desprecio atrapado
y bajo leño, afligido.
Se que soy cual fuente seca,
volcán sin fuego y sin lava,
río sin verde ribera
y una vereda que acaba.
---

YO, LEPROSO
¿Donde están mis hermanos,
donde están mis amigos,
uncidos ideales
harina en mismos trigos?
Enlazado en gavilla
el mismo Pan cocimos,
fuimos de Vid sarmiento,
igual vino bebimos.
Como leproso en cueva
de mi recuerdo, idos,
mi lazareto olvidan
para no oír gemidos.
---

NADA, SUEÑO,

Te espero
en el silencio
de mis
fuentes
claras.
Te espero
en el silencio:
lejanas
montañas.
Te espero
en el silencio
de lunas
blancas.
Te espero
en el silencio:
noches sin alba.
Te espero
¡Sacerdocio!
sin fuego
en mi fragua.
Te espero
en el silencio
ya,
de mi nada.
Tuve que irme
antes que un juramento
ante mi Dios,
forzado
negara.
---

AL CÁLIZ DE MI PRIMERA MISA

Añoro de mieles,
agua de tu pecho
y vino divino
ya en odre desecho.
De mi torre y pueblo
me traes campanadas
como ¡ay! de la noche
en eco apagadas.
Eres rosa ajada
de olores perdidos,
truncada violeta
de vientos venidos.
Pétalo arrugado,
corona de espino,
arrollo sin agua,
y cepa sin vino.
Nido abandonado,
recuerdo sentido,
iris en montaña,
silencio y olvido.
Segada amapola
y mudo de trino,
tampoco aireas
con aura de alpino.
Las mieses, eriales,
yerba seca en cambio,
rastrojo que araña
mi mano y mi labio.
Cáliz, sin sentido, con oro, y vacío.
Oh vida desierta,
oh huerto sin río,
silencios mustios,
collado sombrío.
Mis padres creyentes
lo habían regalado,
ya solo rebosa
su recuerdo amado.
En símbolo pétreo
la Patena es losa,
y el musgo me impide
mañana gloriosa.
Cáliz, sin sentido, con oro, y vacío.
---

MONTE DE LOS OLIVOS, NOCHE OSCURA

¿Qué ha de hacer el hombre
que enredado en su destino
busca ansioso la alborada
y solo rompen sus manos
las paredes de la nada?

¿Ya, ni el humillarse es el fundamento
ni el sentirse el último es argumento
para arrancar de Tí una mirada
y para que pongas mano amiga
en mi frente de espinosa zarza?

¿Estoy en la basura y desperdicios,
cual gamo cogido en trampa afilada?

¿Siendo tu hijo, y llevándote dentro,
abriéndote siempre puerta en mi casa,
aireándote en cada poro del cuerpo
y siendo espejo tuyo las potencias
de mi alma,
cómo siento en mí, solo,
como el eco aparente de tu nada?

En la penumbra de alborada
me abrazo tembloroso
a mi ser mohoso,
esperando se convierta
la noche en día, y, mi alma
en ventana,
por donde entres Tú, la luz,
a dar colores a mi estancia.

Ven pronto,
Sol y Amor,
antes de que los hierros
de mi barca
me hundan, retorcidos
en mi alma
en el profundo abismo,
robándome para siempre
la esperanza.
---

EL CRISTO ABANDONADO

íntimo gemido de toda regla liberado
¿Has llenado mi cántaro de abrojos?
¿Colmaste la medida
del dolor?
¿El arco de mi alma has roto
y solo me queda
pavor?

¿Por qué das vida a los que
amargada tienen el alma
y a los que asedias por todas partes
como a Job en paciencia santa?

¿Acaso me olvidas
en tu silencio distancia?

Dame la tregua de una espera
que nunca luché contra Tí,
mi esperanza.

Que vea que el amor
no es solo palabra,
y, que mi dolor
no es en Tí
desierto sin escarcha.

¿Cada vez que te invoco,
presiento
tu desaprobación?

Dime, misterio,
¿qué puedo hacer
para no
provocar tu furor?

Es mi vivencia,
Tú, lo sabes,
no veo más
que espaldas
a tu alrededor.

Como perro fiel
a tus puertas
duermo,
en tus pagos
vivo,
de tu presencia
me alegro,
pero, haz
que yo sienta
que me acaricias,
Señor.

Que no digan
los pueblos
que no eres
mi Dios.

A Ti invoco
y te brindo
una flor.

Tú, no puedes
rechazarla años, Señor,
que son siglos
para este perro tuyo, mi Dios.

Padre,... y Cristo,
¿por qué me habéis abandonado
en mi cruz,
clavado?

Yo digo "amén"
al Padre mi Dios,
y al Hijo
mi hermano mayor.
Me uno a Tí en Espíritu,
buscando consolación.
----------------------------------
Padre, si quieres aparta de mi esta copa. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Aunque, por otra parte, no soy digno de haber recibido el más sublime Don de mi Señor, guardado, sí, con inmenso amor.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Dom Abr 13, 2014 1:42 am

LA SEMANA SANTA, LA CREACIÓN Y LA REDENCIÓN EN EL GÉNESIS
13-Abril 2014

¿Por qué repito en mis escritos el tema PARTÍCULA DE DIOS?
Sencillamente porque el Génesis que leemos estos días de Semana Santa, contiene la “Creación de la materia y la Redención del género humano.” Y ese Cristo que Procesionamos es NADA MENOS al que encargó el Padre la Creación y después lo vemos azotado, coronado Rey de Burlas y morir en una Cruz. ¡Estremecedor nuestro comportamiento!

Del mundo finito, limitado, como materia, nos dice el Génesis: “era un caos informe, sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas”. Referente al caos es confirmado por la ciencia, siendo todo al modo de partículas evolutivas entre el fuego de los volcanes alternado con grandes ciclos glaciales.
Pudo hacerlo de otra forma, pero fue creado así.
Mas al comparar concepto finito con el concepto Infinito, uno es con finitud, límite, y el otro difícilmente definible, es eternidad, y aún, por ser tan inmenso lo finito, seguimos descubriendo su expansión y cuanto una Sabiduría ha empleado en su evolución sujeta a unas normas universales ordenadísimas e inmutables.
En la primera partícula del Bing Bang ya estaba Cristo como la Palabra creadora, “todo existió, nos dice Juan, por medio de ella y sin ella nada existió de cuanto existe”.
Pero no todos lo admiten porque “las tinieblas no la reconocieron”. “Pero a los que la acogieron, a los que creen en ella les hizo capaces de ser hijos de Dios”. (Juan.1) .
Y es Palabra de Dios.
Después, en la plenitud de los tiempos, griego y romano, Cristo se hace “partícula de Dios al hacerse hombre, asume nuestra naturaleza.
¡Gran misterio! ¡Realmente materia y en ella la esencia divina!

La Iglesia es también partícula de Dios, su permanencia en la Eucaristía testifica que en un trocito de pan entre los hombres, nos asume Dios en él, habita en nosotros. Y así, el hombre con el mismo Dios, juntos en su Cena donde Él nos revela su Evangelio, Buena nueva, que se ofrece hasta los confines del mundo.
De donde se desprende que el Sacerdocio sacramental en cada pueblo, es partícula de Dios. Otro Cristo lo llama
Pio XI.
El Papa o Santo Padre para dar realidad a la Institución de la Iglesia: Cuerpo (de Cristo), es el “dulce Cristo visible” como Autoridad, Gobierno y Doctrina. “El que a vosotros oye a mí me oye”” Y tu eres Pedro y sobre esta piedra yo edificaré mi Iglesia”. Todos ladrillos, partículas del Edificio de Dios en su Creación y Redención.

Todo hombre, es del mismo modo partícula de Dios, hecho a su imagen intelectiva en progresión evolutiva de perfección y conocimientos y por esto el hombre debía tener su limitada inteligencia, sumisa a Él.
La Biblia nos dice que el hombre, al ser humano, Dios le da algo que no poseen los animales: su Imagen y semejanza. El ser humano no es humano solo por tener un cuerpo, lo específico del ser humano acaece en él cuando el Espíritu de Dios lo inhabita, y lo hace apto para ser intelectualidad razonada. ¿En qué momento de nuestra historia humana ocurrió esa inhabitación plena? ¿El hombre fue una especie distinta o surgió de otro animal? No todos están de acuerdo.
Pero esta imagen de Dios, al verse tan grande y superior ante los animales, porque “el Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén, para que lo guardara y lo cultivara”, olvida que “puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol de conocer el bien y el mal no comas; porque el día en que comas de él, tendrás que morir”.
Dios había creado todo con gran armonía y bondad y que, por lo tanto, no hay en la mente de Dios ningún propósito negativo. ¿Por qué eligió Dios darnos la libertad? Porque era lo más digno para el hombre a pesar de sus consecuencias. ¿Quién se imagina un mudo sin libertad?

El árbol de conocer el bien y el mal nos lleva a entender que, la gran tentación del ser humano y su perdición, es querer eliminar a Dios. Y de aquí el dialogo entre Eva y la serpiente. “Nada de pena de muerte, dice la serpiente, lo que pasa es que Dios sabe que en cuando comáis de él, se os abrirán los ojos y seréis como Dios.”.
De aquí nace que el hombre debe morir, porque el hombre quiere ser Dios. Y el Señor Dios dijo a la serpiente “maldita tú entre todos los animales”. “Pongo hostilidades entre ti y la mujer, entre su linaje y el tuyo” y él, (su linaje), herirá tu cabeza”.
No solo se anuncia una nueva Eva: María, principio de la Redención a quien no podrá tocar la serpiente sino que será su linaje, Jesús, su hijo, el que herirá tu cabeza”
Eh aquí el por qué de la Semana Santa. Una nueva creación de redención anunciada en el Génesis. Jesús como hombre también debe morir, no por su pecado, sino porque desde el principio de los tiempos se ofreció al Padre para cargar con las culpas de toda la humanidad y para ello tenía que hacerse hombre mortal.
Y no es solo un relato en un poema con profunda doctrina de algo que sucedió, es que cada uno de nosotros, hoy, quisiéramos ser la única medida de nuestros actos negando aún la existencia de Dios. Y aunque Dios es sobre todo amor, su esencia Divina le exige ser justo. Y para eso Cristo se ofrece al Padre para poder ofrecer a Dios una recompensa de valor infinito ante tan infinita ofensa, cosa que sin él habría sido imposible. Jesús lo dice: Sin mí nada podeis hacer. ¿Por qué nos ama tanto?
Y esa imagen de Dios, a quien no quitó la inteligencia, ni la memoria ni la voluntad ha llegado ya hasta hoy, a remontarse en los arcanos del espacio para encontrar aquella onda expansiva del primer momento de la existencia de la materia, (miles de millones de años del Bing Bang) más sigue en el error de querer eliminar ser imagen y convertirse en Dios, expulsar a Dios.
Todo el pensamiento y ciencia humana, actos humanos intelectivos, solo son partículas, participaciones de la Ciencia Divina con la que descubrimos los secretos de su Sabiduría, y nada podemos “crear” porque cuanto hacemos es, o usar de la materia combinándola, aún en la formación del genoma humano en laboratorio, o actos del pensamiento con el que podemos libar cuanto de bello y sublime hay en la naturaleza y puede expresar con palabras nuestra inteligencia.
Nuestra naturaleza, por la disposición fantástica evolutiva, así lo quiso Dios después de nuestra osadía de querer ser Dios, no es más que un conjunto de partículas en crecimiento y multiplicación admirable ya con su destino de reproducción y muerte.
Nuestras manifestaciones en obras arquitectónicas o literarias en todas sus facetas perfeccionándolas en el tiempo, no son más que obras propias de una naturaleza inhabitada por el Espíritu de Dios. Desde el origen existe el culto a los espíritus y los dioses porque creían en un más allá después de esta vida. No es un invento de la Iglesia.
Los mismos puros animales, como los gérmenes y las plantas, manifiestan que la vida es esa inhabitación de una fuente necesaria de VIDA en grado muy inferior y diverso al hombre pero que la supera, perfeccionando la materia.
Partícula es: cada una de las partes constitutivas del átomo, como el fotón, el electrón, el positrón, el mesotrón, el neutrón y el protón. (Diccionario). Todo un pequeño mundo en ordenadísima proporción que no puede resultar del azar, sin más. La misma sabiduría que ordenó la formación de las galaxias tenía que ordenar muy exacta y sabiamente los elementos de la materia más pequeños, a los que añade, a cada uno, un nivel de vida.
Y en la cúspide, Dios colocó al hombre que, dotado de los mismos órganos de los animales, con diferencia de la racionalidad en el hombre: imagen de Dios, pero todos con fantástica organización, con miles de millones de conexiones sincronizadas, nos hablan, no del “azar, sino de una Sabiduría, de una Inteligencia Infinita Organizadora.

Terminemos con R. Tagore, espíritu abierto a la luz de la naturaleza ante un Dios que nos creemos ausente cuando es el origen y la subsistencia de todo ser.
“Permíteme, Dios mío que mis sentidos se dilaten sin fin, en una salutación a Ti, y toquen este mundo a tus pies”.
“…. que todas mis canciones unan un acento diverso en una sola corriente, y se derramen en el mar del silencio en una salutación a Ti.

Y así Juan de la Cruz: “Mi amado, las montañas, los valles solitarios nemerosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos el silbo de los aires amorosos”
“Olvido de lo criado, memoria del Creador, atención a lo interior y estarse amando al amado”.
---
Y así, al ver por nuestras calles las imágenes de Cristo, PALABRA CREADORA y la SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD anunciada por Profetas, acompañado con las lágrimas de la Madre, no olvidemos que la Redención estaba anunciada desde las primeras páginas de la Biblia.
Dios con su Palabra (Jesús) crea, y Dios con su Hijo (Jesús) Redime.
¿ Y lo crucificamos?
¿No es lógico verle aclamado ya sobre nuestros hombros ensalzado por las calles?
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue May 15, 2014 6:27 am

15-Mayo-2014

Agustín Sánchez Díaz


YO CREO EN CRISTO

“Él estaba en el principio con Dios
Todo fue hecho por él
Y sin Él nada se hizo
---

A mis nietos, para que cuando sean mayores
sepan como pensaba su abuelo.
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Todo es una suma de partículas ante Dios y creadas por Él. Y solo el hombre hecho a su sumejanza. Partícula, con libre albedrío, en semejanza a la divina.
---

Él me dio el verdadero conocimiento de las cosas,
para conocer la constitución del universo
y las propiedades de los elementos. (Sap. 7-17)

Newton. Fundador de la física teórico clásica:
Lo que sabemos es una gota y lo que ignoramos un inmenso océano.
La admirable disposición y armonía del universo, no ha podido sino salir del plan de un Ser omnisciente y omnipotente.

Johannes Kepler. Astrónomo :
Dios es grande, grande es su poder, infinita su sabiduría.
Alábenle cielos y tierra, sol luna y estrellas con su propio lenguaje.
¡Mi Señor y mi Creador! La magnificencia de tus obras quisiera yo comunicarla a los hombres en la medida en que mi limitación de inteligencia pueda comprenderla.

Copérnico. Fundador de la mundovisión moderna:
¿Quién que vive en íntimo contacto con el orden más consumado y la sabiduría divina no se sentirá estimulado a las aspiraciones más sublimes? ¿Quién no admirará al arquitecto de todas estas cosas?
----

ÍNDICE

Ante el debate de la humanidad
Yo amo a Cristo y añoro mi Sacerdocio
Cielo amor, infierno desamor
Rebeldía ante el Absoluto
Saber y petulancia
Ciencia y religión
Creación
Imagen de Dios divino y humano
Expresiones filosóficas. F. Savater
Dios, la libertad, la realidad. Robert Spaemann
Fe, verdad y cultura. F. Ratzinger
Dominus Jesús
Un pensamiento filosófico actual. F. Popper
Proselitismo de la negatividad. Julián Marías
Parábola de R. Tagore
Evolucionismo y creacionismo
Darwin explica todo y no explica nada
Proyecto inteligente
Epílogos
Sartre, filósofo existencialista
Mi felicitación Navideña
Todo amor es reino de Dios
Infelicidad permanente
Esperanza
---

ANTE LOS PRÓXIMOS DEBATES DE LA HUMANIDAD
A. Garrigues Walker reducía, hace años, a cuatro estos debates que influirán profunda y decisivamente en el progreso de nuestro tiempo, “por la aceleración, la relatividad y la complejidad”.
1º).- “Habrá que tomar postura sobre los límites del progreso científico y tecnológico:
Tendremos que aceptar el reto de integrar o al menos relacionar permanentemente la cultura intelectual clásica, incluyendo dentro de ella a la cultura económica y empresarial, con la cultura científica, llevamos ya demasiado tiempo excluyendo de nuestros encuentros a una cultura que va a influir, directa, decisiva e independientemente en nuestras estructuras. Necesitamos escucharnos, respetarnos y entendernos con esa cultura, especialmente en el terreno de la inteligencia artificial y en la manipulación genética (clonación, mejoramiento de la especie, tratamientos preventivos de enfermedades patológicas, sustitución de parte del cuerpo humano desde la retina al cerebro etc.)
2º).- Debate sobre el multiculturalismo. Se producirán enfrentamientos graves...se abrirá un apartado sobre las culturas que favorecen o dificultan el progreso. Lawrence Harrison proclama como teoría las culturas progresistas el protestantismo y el confucionismo y como regresistas al catolicismo, el Islam o el Budismo. (¿El Islam y el Budismo no están anclados y no así el Catolicismo?)
3º).- El tercer gran debate guardará relación con temas demográficos. En los países desarrollados el descenso acelerado de la natalidad y el rápido aumento de las expectativas de vida creará presiones complejas y de difícil manejo en el sistema de pensiones y seguridad social y creará un déficit de mano de obra que habrá que resolver estableciendo políticas de inmigración generosas que a su vez generarán problemas delicados de integración y convivencia.
4º).- El cuarto debate, el más importante: la desigualdad entre países ricos y pobres. Este debate que ya se ha iniciado con altas dosis de demagogia y de agresividad intelectual y hasta física, obliga a los países desarrollados, a los países ricos, a asumir nuevos y concretos compromisos y responsabilidades.
Foucault nos pide, que en esta época de cambios profundos y complejos tenemos que decidir, antes que nada, si podemos pensar de forma distinta a como pensamos, porque vamos a tener que cambiar muchos “chips”, muchas querencias intelectuales y abandonar para siempre un cúmulo importante de ideas que ya están definitivamente muertas”.
----------------------
Ante este fantástico, rápido y maravilloso avance en la historia de la humanidad, la “Palabra de Dios” en su Iglesia puede quedar atrapada por un conservadurismo, más eclesiástico que evangélico, más leguleyo que adaptativo no a la letra sino al espíritu del mensaje, que es amor.

Y aunque el liberalismo, el conservadurismo y la religiosidad tardarán mucho tiempo en entenderse, “al fin será imposible paralizar el proceso irreversible del progreso”.
---
Cristo ha prometido estar con el hombre hasta el fin de los tiempos, y que no habrá poder, infierno que prevalezca sobre su reino. “Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.
Todo cuanto es progreso cultural y ético, y toda ciencia es ya ir descubriendo el misterio de Dios en el hombre, en el cosmos, en la sociedad y en las cosas.

En el principio ya existía la Palabra y la palabra se dirigía a Dios, y la Palabra era Dios. Esta al principio se dirigía a Dios. Todo existió por medio de ella. Y sin ella nada existió de cuanto existe. En ella había vida, y la vida era la luz de los hombres; la luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Lun Jun 02, 2014 7:08 am

2-Junio 2014
-II-


Yo amo a Cristo y a mi Sacerdocio, hoy a los cincuenta años de mi secularización,
aún con más profundidad que ayer

A los “Sacramentados Sacerdotales” en solitario silencio.

¿Cómo la Disciplina Eclesiástica priva al Pueblo de Dios del caudal de colaboración (de alguna forma) Sacramental, de tantos miles de Sacerdotes casados, conforme a los inicios del Cristianismo y a la doctrina de Pablo que, siguen enamorados del mensaje de Cristo para el diálogo y la reconciliación de todo hombre con su Creador? ¿Es preferible añadir a la paganización actual, el abandono también de numerosos pueblos privándoles de una mayor evangelización y Sacramentos?
Este es un simple pensamiento de tantos Sacerdotes secularizados, que, aceptando las disposiciones de la Iglesia, no por ello no podemos dejar de tener estos sentimientos. (Yo conocía a la que hoy es mi esposa a doscientos kilómetros de mi Parroquia y casi dos años posteriores a tener solicitada mi secularización porque se me quería obligar a negar un testimonio mío juramentado.
Aunque referente a los Sacerdotes “secularizados”, ¿no sería ya tarde para muchos, dada la avanzada edad de estos, olvidados, aún en parte también personal, con el frío rechazo de la Iglesia del amor? Para nosotros, también, como dice Pablo “solo hay un cuerpo y un espíritu”. “Solo un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos. “Solícitos de conservar la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz”, en esa Santa Familia, la Iglesia.
El Sacerdocio Sacramental, en unión de su Obispo, es el vínculo necesario a Dios ante cada hombre para formar la Comunidad de hijos de Dios, porque a través de su Ministerio, instituido así por Cristo para ello, nace el hombre a la unidad en Cristo en Comunidad de Vida Trinitaria. El Sacerdocio es la fuente más próxima donde en cada pueblo se concreta el “tomad y comed, tomad y bebed”.

Si los Apóstoles tenían potestad para dar pan del cielo, Cristo en su Sacerdote, también; si santificaban, Cristo en su Sacerdote, también; si bautizaban con Cristo, el Sacerdote también; si gobernaban con derecho y potestad de Cristo la economía redentora, Cristo en su Sacerdote, también; si formaban Iglesia entre el pueblo haciendo Comunidad, Cristo Obispo en su Sacerdote, también. Y es que para la salvación, que es personal, Cristo no puede prescindir de Él mismo en su Sacerdote en cada pueblo. La jerarquización, digna, sublime y necesaria, no puede ser más trascendente que esta esencial Misión de Cristo, siempre hoy. Y por ello el Sacerdote, puerta de la Iglesia como Sacramento para el pueblo, es una realidad de la presencia de Cristo y, es la columna esencial, por necesaria en el cristianismo, porque conlleva con Cristo la misma misión Apostólica en ese Sacerdocio de salvación. El Sacerdote no perdona el pecado en nombre de Santiago, sino con igual eficacia sacramental que Santiago. En el Cuerpo de Cristo no se admite el exclusivo autoritarismo, aunque sí la autoridad, diversos ministerios, diversas verdades, ¡para que sean uno en mi Asamblea y en mi única Misión de salvación!
Si el Sacerdote es según Pío XI, actuación “en persona de Cristo”, ¿en el Sacramento en sí, en este sentido, tiene Cristo Sacerdocio perpetuo que suceder a sus Apóstoles?
“Que obedezcáis al Obispo y el Presbítero sin diferencia porque todos convenimos en un solo Jesucristo”, decía San Ignacio de Antioquía a principios del siglo II.
Si el Obispo es signo visible de unidad eclesiástica Diocesana, el Sacerdote es signo-vínculo, como el Obispo para la unidad en Vida Trinitaria que es la finalidad de la redención. Si el Obispo con su Presbiterio y Pueblo forma unidad de Iglesia en el Papa, el Sacerdote con su Pueblo igualmente forma unidad de Iglesia en el Obispo para la unidad del Cuerpo de Cristo en Pedro.
Y aunque el Presbítero sea Delegado de su Obispo, haciendo como presente ante la Asamblea para la unidad eclesial, al Obispo, esta presencia absolutamente necesaria para la unidad eclesial, no es superior, no puede serlo a la real presencia de Cristo en su Sacerdote para la unidad en Vida Trinitaria íntima en la infinita grandeza de Dios.
Monseñor Theas (según las Crónicas del Concilio de 14-X-64) decía: “El texto no destaca la necesidad que del Sacerdote tiene la Iglesia, de forma que, así se dice “nada sin el Obispo”, bien puede decirse “nada sin el Presbítero”, pues sin Sacerdotes es imposible la evangelización y aún más, aplicar los decretos que ahora se discuten en el Aula, ni tampoco destaca el texto la importancia del Sacerdote que es otro Cristo, y no un funcionario, sino que tiene la misma misión que el Obispo”.

SACERDOCIO “SACRAMENTAL” EN DÍAS DE CONCILIO

Dentro de la ínfima importancia que cualquier Presbítero pueda tener en el Magisterio Apostólico Eclesial, al escribir sobre este tema es mi intención exclusiva manifestar mi estima sobre tan sublime Sacramento.
a) Centrar en el Sacerdocio Sacramental de Cristo unos pensamientos sobre su grandeza, actualidad y universalidad, aceptada plenamente una jerarquización.
b) Actuar como hijo de la Iglesia Católica.
c) Cualquier criterio no es más que una aportación, una opinión, ni siquiera con intencionalidad de que sea aceptada.
d) Todo estará inspirado en el amor y respeto a la Iglesia Católica y al Pueblo de Dios.

Yo me hago de nuevo esta pregunta: ¿No se podrían haber utilizado para algo positivo en la evangelización, a los que solicitaron su secularización, y que siguen amando a su Sacerdocio y a la Iglesia?
Es un hecho que faltan vocaciones tanto Sacerdotales como religiosas debido al relativismo que ha crecido con el progreso, el bienestar social y erotismo, pero creo deben tenerse también en cuenta “otras razones” internas, teológicas, disciplinares y estructurales.
Y aunque no conserve mi Sacerdocio activo, esto no impide dar gracias a Dios por tan sublime don, y solo pretendo colaborar ya en lo único posible, ensalzando y admirando, sí, la envidiada perseverancia de cuantos por otro lado gozan de tanta dignidad.

Martín Descalzo en el año 1990, escribía: “ Es un hecho que tras el Concilio Vaticano II, crecieron las dificultades para el Sacerdocio (por el estallido de un clima erótico en torno suyo y el aumento del agnosticismo) y no se cumplieron, en cambio, las esperanzas que el Concilio despertó en su primer momento. Empezó por no preocuparse apenas del clero, exaltó tanto el papel de los Obispos y de los seglares que los curas quedaron, en medio del bocadillo, ni valorados ni queridos. Y en el post Concilio, al surgir la mayor creatividad del clero, en liturgia, en pastoral, en teología, recibió más “palos” por sus excesos que elogios por sus éxitos”.

“Dice Guareschi, en la introducción al primero de sus libros D. Camilo y Pepote, que el Concilio Vaticano II aumentó el poder de los Obispos y dio más importancia a los laicos a costa de disminuir la de los “cuadros intermedios” de la Iglesia: LOS SACERDOTES. Veinticinco años después del acontecimiento el clero católico se encuentra en retroceso en todo occidente, y habría que preguntarse por qué crece en el Tercer Mundo, y lo que es peor aún que el dato numérico, sigue sin saber cual es el papel en una sociedad secularizada y mudable, sin que por ella haya quedado claro cual es la misión del seglar a pesar de los esfuerzos realizados por el Sínodo de hace tres años. Es esta una pregunta, la de la FUNCIÓN DEL SACERDOTE, que requiere una urgente respuesta, y los Obispos de todo el mundo reunidos en Roma van a procurarla. (Obsérvese, Sínodo veinticinco años después del Concilio…). Si no lo hacen, la Iglesia corre el riesgo de afrontar el próximo milenio sin los líderes que necesita para hacerlo con éxito…

CONSIDERACIÓN.- Si veinticinco años después del Concilio se reúnen los Señores Obispos para dar una respuesta más concreta y profunda a la función del Sacerdote, ¿es señal que en el Concilio no se trató con profundidad la realidad de todo Sacerdocio actuante "en persona de Cristo” como dice Pio XI, y que es en consecuencia Sucesor de los Apóstoles en la aplicación de la Redención? Yo envié en días de Concilio un escrito en este sentido, y además denunciando otros hechos, reconocidas también por otro lado mis deficiencias Sacerdotales y, me ví impelido a solicitar la secularización.

¿Vistas las atribuciones que se aplican siempre los que mandan, en tantos siglos los Obispos no pueden como en otras cosas vitales abusar de su poder (substracción) y que tengan los textos aducidos hasta ahora, además de las cosas definidas para los Obispos, otras tan fundamentales para los Presbíteros, aún no descubiertas por la tendencia de siempre de desvalorar el Episcopado al Presbiterado, tendencia que ha tenido su exponente escandaloso en el Concilio actual, provocando un escándalo que tendrá su repercusión en la estima de la vocación Sacerdotal?
No olvido, si fué providencia de Dios, aquella influencia de cada Obispo en la reconstrucción del humanismo cristiano junto a los Reyes o Emperadores, hoy impensable, pero la Historia es Historia.
----

NADA, SUEÑO,

Te espero
en el silencio
de mis
fuentes
claras.
Te espero
en el silencio:
lejanas
montañas.
Te espero
en el silencio
de lunas
blancas.
Te espero
en el silencio:
noches sin alba.
Te espero
¡Sacerdocio!
sin fuego
en mi fragua.
Te espero
en el silencio
ya,
de mi nada.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Dom Jun 15, 2014 5:01 am

15-Junio-2014

Cielo, Amor
Infierno, desamor
- I -
El réprobo, el que en vida, libre y definitivamente ha elegido el estado de “desamor a Dios y al hombre”, no podrá esencialmente en la eternidad, ni tender a la felicidad. Será, por su elección en el tiempo, un consciente vacío, un adentrarse en la angustia vital, una pendiente irreversible hacia la profundidad sin fin de su cognoscitiva y querida huida del Bien; estará suspenso en el anihilamiento de su espacio de felicidad, será la ausencia de toda complacencia: “llanto y crujir de dientes” lo define Jesús con dolor. Por lo tanto, esa ausencia de todo gozo en la eternidad, el infierno, existe.
Esto es lo más importante: el desamor o infierno eterno: Un quemarse en un estado de desesperación irreversible por haber elegido, por omisión o acción, ser un absoluto vacío y soledad, que es al menos, la amarga plenitud infernal desamorada. Porque al ser inmortales, queramos o no, no existe el vacío después de la vida biológica, sino o este infierno de desesperación, o los brazos amorosos en la casa, en el hogar del Padre.
Cristo no condena, es el hombre quien elige: “El que quiera que me siga”, “porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve”. “Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad”. En consecuencia, nuestra grandeza en la libertad será nuestro propio testigo y fiscal ante la justicia por nuestra decisión en el tiempo. Dios solo es consecuente a nuestra elección, porque ante la excelencia que nos dio, el hombre se siente o unido a Dios, o a querer ser independiente de Él, o aún más, puede negar si quiere, su existencia. Nadie como Dios respeta nuestra libertad. Nosotros elegimos Cielo o infierno.
- II -
Pero, ¿qué es el Amor? Es...la “vida” que en todos tiende a ser flor perfumada, con espinas, para transformarse en fruto. No hay una “definición” del amor. Es fuente, es río de suaves sentires...Todos somos sensibles al amor, pero es indefinible con palabras, porque es la misma esencia de Dios. “Dios es amor” dice Juan. “Y en esto está el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados” “para que nosotros vivamos por Él y en Él” (1 Jn. 4, 8-16). Todo amor es Dios en cualquier ser racional o animal viviente.
“Durante treinta años, dice Ed-Din Attar, estuve a la búsqueda de Dios. Y, cuando al final de tanto tiempo, abrí los ojos, descubrí que era Él quien me esperaba”.
El desamor es el estado libremente abandonado de la excelencia.
El AMOR, LA VIDA, unió la Trinidad en un sólo Dios y, con nosotros, vida y flor de su árbol creacional y ya asumidos en el Cuerpo de Cristo, en Él será consumada aquella “unidad Trinitaria”, porque el amor lleva como esencia, aun en la Trinidad, a la “unión”, a la fusión gozosa cuyo signo visible es el enamoramiento, aun con noches oscuras como dice san Juan de la Cruz:
Y aunque tinieblas padezco
En esta vida mortal,
No es tan crecido mi mal:
Porque, si de tu luz carezco,
Tengo vida celestial.

El hombre aquí en el tiempo si elige el amor busca vitalmente presionado por él, no las espinas del desorden, la trasgresión, la injusticia, la desigualdad, la traición, la mentira, la soberbia, ni el falso endiosamiento que le llevaría a no aceptar, por su propia errada estimación consentida, ni a su Dios Creador ni a la Vida que nace de la Redención.
La plenitud en el Bien, después, será ausencia de defecto, negación de todo conflicto, de toda inquietud desoladora, ausencia de muerte, vital crecimiento sin fin. Ver y gozar ya con plenitud la Vida en la misma Vida Trinitaria superior en belleza, variedad y grandeza a la vida que aquí conocemos.
Si la felicidad del amor no puede ser desconocimiento para el gozo en la experiencia, será necesaria también la sabiduría, aun a lo que aquí llamamos ciencia, conocimiento con todo detalle de lo creado ya, y de lo que puede o pudo ser creado por esa energía “Vida positiva” no estática sino en eterno descubrimiento y gozo que en Dios no tuvo principio ni tendrá fin: Dios en Eternidad, y esta vida para nosotros será en amoroso y constante crecimiento.
- III -
Por ello el Amor, el Bien, no será “una desgracia ancestral” como el desamor, sino la plenitud de las riquezas del Reino del Bien, (en el mismo Dios, como ángeles) adquiridas o por bondad natural si no conocen a Cristo, o conocido quieran seguirle adquiriendo el derecho de hermandad en Cristo y de filiación ante el Padre ya desde aquí. Cristo es la esperanza ignota y buscada de todos los tiempos y por todos los hombres, sin él no hay redención, es la salvación universal y Dios quiere que todo hombre la encuentre, pero respetuoso ante nuestra libertad.
No será el Amor “ausencia absoluta de bienestar”, porque nuestro bien de aquí, y son maravillosos los dones creados por el Amor, allí no serán “estar”, sino que seremos “uno” participando en la esencia del “Ser”. Una nueva dimensión infinitamente distinta, variada, vital y más gozosa que el estar de aquí.
El Amor no será “inquietud esencial”, porque el Bien no podrá dejar de ser el que “Es”: El gozo, la felicidad en la eternidad cognoscitiva, siempre nueva, en la variadísima y eterna esencia de Dios, porque participaremos, con nuestras limitaciones de seres creados, en su misma ciencia y sabiduría.
No será “un amargo desgarro de su ser” como el desamor, porque la posesión plena del Amor, de la Vida, elude la sombra de la pérdida o defecto del Bien.
“No puede dejar de tender a la felicidad”, porque la posesión definitiva del Bien le impide ser negación, involución, fin, vacío, soledad, muerte.
No puede ser “angustia vital” porque seremos Cristo resurrección, y la Vida así poseída hace esencialmente inviable la ignorancia y la desesperanza.
No será “un anihilamiento de su espacio de felicidad”, porque en ese mundo “sobrenatural”, aun para nuestro cuerpo glorificado, no habrá distancias ni fronteras, lo que expresa diafanidad de luz, más que luz, no espacios (otro concepto inimaginable, ahora). Moraremos en Dios que llena los espacios infinitos: Vida divina, no comprensible para nuestra mente si no es por semejanzas porque la mente no puede aprehender a Dios, ni aquí ni allí. Y aquí desvarían los soberbios que se hacen “necedad” creyéndose científicos e inteligentes pero no aceptando que toda ciencia, “conocimiento”, es algo o parte de algo, que no existiría sin estar en Dios: Vida en plenitud creada o en el mismo Dios increado donde las bellezas y regocijo de este mundo de aquí son solo la sombra de lo que es esa vivencia del mundo sobrenatural que vamos poco a poco descubriendo ya desde aquí. Allí, aún de este mundo natural es cuando conoceremos cuanto Dios ha escondido en este transitorio escenario de misterios y grandezas en nuestra tierra y en el cosmos.
No será “ausencia de toda complacencia” como el desamor, porque la vida en Dios, el Bien, el Amor, es plenitud de personalidad, conciencia de ser, pero no ya sensual o sexual, porque allí los goces serán diversos y superiores a los de aquí, como dice Cristo: no hay esposos y esposas, sino que seremos como ángeles del cielo. No como en el Islam donde “la vida eterna no tiene nada que ver con Alá, sino que consiste en la concesión de la plenitud de los placeres terrenales” según comenta Voderholzer.
La vida humana es una evolución libre hacia la plenitud de conocimiento total de la Vida en Dios.
La vida y el amor, ya aquí, son signo de procedencia divina para una eternidad según nuestra elección, y sólo rompe esa proyección feliz un acto cruelísimo para nosotros: la ruptura o rebeldía contra Dios, o aún más su negación. Fatal elección de nuestra grandiosa pero responsable libertad.
Pero si recobramos (setenta veces siete) aquel signo: el amor, esa prolongación será, aunque comenzada y de nuevo reanudada en el tiempo, a modo de como es la procedencia entre el Padre y el Hijo, de quien procede también el Espíritu Santo, siendo por ello el Espíritu nuestro acompañante vitalizador, “os dará de lo mío”, y así es lazo de nuestra unión con la divinidad, porque hará que con Él en el Hijo, los que lo acepten, serán no solo procedencia, sino feliz, eterna y vital transcendencia en Dios, comenzada aun ya desde aquí. ¡Que sean uno en nosotros!
Seremos así unidad en Dios, Trino, su complemento para que sea “consumada la unidad en Él”.
El hombre, realmente, cuando aspira a ser como Dios, aspira al proyecto de Dios sobre él, pero debe hacerlo ajustándose al modo de ese proyecto. Esta es la sabiduría, lo contrario es rebelión contra don tan sublime. Y ¿merece Dios la blasfemia y su negación ante tan excelsa dignificación, que forzosamente hacemos aquí en su misma presencia, ya que Dios está con su Ser en cuanto es Estar-materia?
Y así Jesús dice: “Que sean uno en mí”, porque no solo “sin Él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho” sino que “en Él fueron creadas todas las cosas”, y “todo fue creado para Él”, y por ello, el Hijo es el que tiene que rescatar su heredad, y a través del Espíritu Santo nos unifica en Él. “Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo dará”, previa nuestra aceptación.
-IV -
Si tan sabrosa nos resulta esta parcela de vida, realmente bella en el amor de las cosas y personas, pero llena de incidencias hasta la muerte, ¿cómo nos sorprenderá aquella Vida?
Pero si no aceptamos a Jesús como enviado del Padre, su “camino de salvación”, por mucha ciencia o ignorancia voluntaria que acumulemos contra Él, si le negamos aquí, allí seguiremos siendo “negación”, o lo que es lo mismo, desamor, porque Jesús no nos reconocerá tampoco ante el Padre. Y es su palabra.
Jesús es el “puente”, es el “camino”: “el que quiera que me siga”.
Ante este sentido vital de la existencia, sólo es sabio el que le sigue. Pero el no creyente, en la noche de su necedad se ríe de la luz que nunca espera y se quedará, quiera o no, en la otra orilla en la plenitud estúpida y desesperada del desamor, y dándosela de eruditos, olvidan que “hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero el designio de Yahvé es el que permanece”.
¿Por qué la tierra tarda en dar una vuelta sobre si misma 24 horas a una velocidad de 1,675 kilómetros hora?
¿Por qué tarda la tierra en su traslación alrededor del sol 365 días a una velocidad de 10.100 kilómetros hora y todo parece estático?
Y Copérnico admirado, decía. ¿Quién no admirará al arquitecto de todas estas cosas?
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Jul 03, 2014 3:05 pm

3-Julio-2014

Rebelión ante el Absoluto: La Libertad
-I-
Para inducirnos al error está el gran Desamor: Satán, el Mal, que es una realidad innegable, ya que es toda rebelión contra el Bien que podemos perder en uso precisamente de nuestra “elección”; y está en el fuego de su envidia y desesperanza-desamor. El Mal intenta nuestra rebeldía (o nos revelamos) precisamente contra nuestra felicidad a cambio de una sabrosa simbólica manzana, endiosamiento falso perturbador del plan de Dios, aunque conocido y permitido por El
Él, prefirió darnos la libertad, a pesar de todo, y pensó en su dolorosa y admirable reconquista redentora. Dicen algunos teólogos que el solo hecho de su Encarnación ya es la obra más bella de Dios.
Al crearnos en libertad, ésta exige su venida, anunciada desde el principio para clarificar que la libertad individual no podía constituirse subjetivamente en anulación de toda ley, aún la Suprema. La libertad tiene su esencia la facultad de aceptar o no, lo legal o lo moral, que son entidades realmente distintas a nuestra facultad electiva ante el ordenamiento de una ley natural, divina o social. Pero no convirtiendo nuestra elección en la norma única legal o moral, porque aquí está la posibilidad del falso y ridículo endiosamiento de cada individuo. La rebelión no tuvo ante el conocimiento de nuestra historia, un tiempo en segundos medidos, es que el hombre, desde sus comienzos, (¿cuándo y cómo?) fue un Adán, símbolo de cada hombre, que no acepta la sumisión a la ley aún natural, árbol del bien y del mal. Siendo la libertad no la ley, sino la opción ante ella.
La necedad o el mal uso de la libertad, hoy como ayer, nos hacen creer que en la rebelión está el “saber”, “la ciencia” y que la necedad es una relación de dependencia y diálogo con Dios, que se mantiene y se mantendrá siempre para no pocos, y que es nuestra rebelión de origen, el “pecado original”.
Aunque el mayor engaño de la rebeldía en nosotros mismos es hacernos creer que ni esta rebeldía o desobediencia al Ser Supremo, ni siquiera Dios, existen. Porque el hombre quisiera ser no solamente libre, sino como un ser absoluto e independiente, un dios-ídolo que no tiene ninguna exigencia legal ni moral fuera de si, porque cree que en su elección es absolutamente perfecto. Es el mensaje, siempre hoy ante el árbol del Bien y de Mal plantado como prueba en nuestro jardín personal.
El esnobismo filosófico, literario, político, de élite o de masas, basado en elucubraciones científicas carentes de transcendencia, no es una ciencia basada en la verdad del necesario Absoluto. La verdad relativa en cada época puede ser pasajera, la verdad absoluta es inmutable. Existe la verdad porque existe un Absoluto, un Principio.
Dios en su creación, fuese hecha como fuese, es la prueba real de la existencia de un Absoluto con transcendencia.
Otras veces en su lucha contra Dios-Amor, el Mal nos quiere hacer ver, o en nosotros nace, que si somos libres es para que así Dios nos pueda condenar, de donde se deriva que Dios es imposible que exista o es un ser cruel.
Pero “somos libres”, y nadie habría querido ser creado sin potestad de elección. ¿Pudo Dios reunir a toda la humanidad que existiría y nos pidió elegir si queríamos ser o no libres?
Dios hizo lo mejor. “Nada se puede quitar ni añadir a las maravillosas obras de Dios”, dice la Escritura. Y para darnos la mayor grandeza personal, nos dio libertad. Y no seríamos plenamente libres si no pudiésemos elegir entre el bien o el mal, o la creación fuese un estado inmutable sin transformación como es toda vida: nacer, crecer, morir. Maravillosa sabiduría del Creador que comprenderemos y admiraremos plenamente cuando consigamos la unidad en Él, viéndole en su esencia, cara a cara.
El hombre está para buscar con su inteligencia el sentido de la esencia metafísica y religiosa (dependencia del Absoluto): “Él me dio el verdadero conocimiento de las cosas, para conocer la constitución del universo, y las propiedades de los elementos” (Sab. 7-17)
- II -
Es lastimoso que hombres de ciencia, sabiduría e importancia, como así no pocos de los que sufren pobreza o enfermedad, se avergüencen de su Dios, tomando y comiendo la “simbólica manzana” de la rebeldía envenenada para sí mismos, haciendo patente así su “pobreza y enfermedad más vital”.
¡Cuántos ciegos conducen a otros ciegos o les privan de la vista colaborando con el Desamor para que les llamen a ellos dioses salvadores como si fuesen el “Absoluto”, poseedores de la ciencia del bien y del mal, sin más dependencia que a su limitada y relativa propia inteligencia, que el pasar del tiempo si no descubren la verdadera sabiduría, la convierten en conocimiento superado incompleto, porque “no quieren reconocer los secretos de Dios” cuando “el espíritu del Señor llena todo el orbe, y Él que todo lo abarca todo lo conoce”!
Ante esta libertad del hombre, el Padre envía a su Hijo para que sea “camino, verdad y vida”. Mas esto produce risa en el ignorante o necio endiosado que, cuanto más reniegue de su Dios, ¿no se hace más miserable?
La grandeza, ante ese necesario Ser Supremo no está en el saber sino en la sabiduría.
-III -
Y viniendo a los suyos no todos le recibieron, y ante el desprecio de Dios por el hombre, dada la libertad, si hasta el último momento el hombre mantiene ese desprecio, este ya se hace irreversible, y así el hombre “necio” se destina a sí mismo a las tinieblas, “llanto y crujir de dientes”. Y es Palabra de Dios como paternal advertencia, para que si de su amor nos olvidamos, que su Santo Temor nos conduzca a su diálogo y amistad.
Y así el desenamorado podrá repetir: Pude y no quise.
El hombre puede caer no en el Bien sino en el Desamor temporal o eterno, a no ser que por eterno Dios entienda también “tiempo”.
Pero si es así, ¿habría sido necesaria la muerte del Hijo en la ignominiosa Cruz?
Muy grave debe ser el destino “eterno” cuando el Hijo de Dios, para salvarnos de ese eterno desamor, sangra en un patíbulo. Pero esto el “necio” lo niega y sigue en su torpe ignorancia.
La libertad por su propia naturaleza exige una justicia, y ésta debe aplicar “una sentencia”, y esta sentencia es preelegida por nosotros mismos. Para Cristo, último juez, muriendo para salvarnos a todos en la Cruz, nuestra elección condenatoria le resulta muy dolorosa. Si el hombre es libre para aceptarle o no aceptarle, Cristo no pudo hacer más para, salvada la libertad, indicarle el camino y acompañarle por el.
-IV-
¿Por qué Dios no hace milagros y así todos creerían en Él?
Si por la fe somos coetáneos de Jesús, esto hace que todo su evangelio siempre es hoy, y así tenemos que reconocer que, una presencia de Dios está pasando por el Nazareno que sigue entre nosotros.
Pero además, ¿no es un milagro cada cosa creada con sus leyes universales y sapientísima combinación de lo físico y lo químico que da la maravilla del universo? La misma ciencia se queda asombrada ante la perfección del mundo y aún más ante la vida en cualquier ser, resultado real perfectamente organizado entre billones de combinaciones posibles.
Cristo hizo milagros y sigue haciendo no pocas obras que no tienen explicación según la ciencia. La voz de Jesús, era y es, una llamada a la conversión. Si le seguían las multitudes, y era todo un rumor en su tiempo, ¿acaso hoy no le siguen por todos los países, porque cientos de millones de personas ansían oír su evangelio y comer su pan? El milagro no es fuerza de Jesús, es mensaje. “Ha concluido el tiempo de la espera. Se acerca el reino de Dios. Convertíos”.
Para el cristiano hay un mundo pleno de bienes-milagros sobrenaturales: la Eucaristía, el bautismo, el perdón de los pecados... infinitos dones: la Gracia, no adquirida por medios naturales sino sobrenaturales, traídos por el Enviado del Padre y sobreañadidos al orden natural.

El milagro no da fe, ese hecho puede ser considerado como “algo aún inexplicable”, es la fe la que produce y “ve” el milagro diario. El milagro espectacular, que no pocos desean, “obligaría sin libertad” a creer en Dios.
Lo sobrenatural se hace unidad en lo natural a través de la fe: el hombre nuevo.
Sí, Dios no pudo hacer más, y para salvar nuestra libertad tiene que hacerse misterio... ¡Gracias por no bajar de tu cruz cuando te lo pedían algunos judíos para creer, dice un piadoso autor!, porque ya no tendría lugar la fe.
No habría libertad y Dios sería nuestro juguete si a cada hombre tuviese que hacerle el milagro personal que desee, aun contra los demás. Y además, impediría y coaccionaría nuestra potestad de elección con su presencia constantemente milagrosa. El silencio aparente de Dios es esencial a nuestra libertad y al “ordenamiento natural” de todo cuanto es vida y existencia.
Si Dios a mí me hablara
y a todo hombre diese sanación
de libertad privara
para libre elección.
El Verbo es Logos, con una Creación,
quien quiera así ya oírle
es clara y fluida conversación,
sólo se hace inaudible
para la sin razón que al Adán ser, gusta de rebelión.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Mar Jul 15, 2014 4:25 am

15-Julio- 2014
Yo creo.

SABER Y PETULANCIA

I Dios creó y dejó su obra en un proceso de libertad y evolución, no sólo en lo material, genético y cosmos, sino en nuestro progreso y crecimiento científico a través de la razón.
Este es el ordenamiento sapientísimo y por ello inmutable de Dios. El hombre no crea, descubre.
Dios, con su visible creación en renovada vida y con su mensaje evangélico a través del Hijo, sitúa al hombre en el umbral de la eternidad. Para lo eterno lo creó, y nos pide la fe en su Palabra: "Este es mi Hijo muy amado, escuchadle".
Por ello, la ciencia humana está incompleta sin la sabiduría de Dios. La ciencia humana no puede superar o corregir la sabiduría divina. La ciencia puede preguntarse y hasta explicar cómo se hizo todo lo existente, pero no puede dejar de preguntarse "quién lo elaboró” con tantos billones de billones de combinaciones en perfectísimo orden de evolución, permanencia y crecimiento.

Todo tiene su paternidad y no podemos matar al "padre", al artífice del mundo y de la perfección de los seres vivos o en ebullición. Por ello, la ciencia no puede olvidar el interrogante del conocimiento de las cosas por sus causas o primeros principios. El hombre, la mente del hombre en todos sus tiempos siempre ha buscado y sigue buscando de u otra forma al que Es, un ser Supremo antes del comienzo de la existencia o Estar de las cosas. De aquí los Idolos o religiones.
El filósofo siempre ha llegado a este punto con interrogantes y, unos aceptan al "padre" con muy diferentes nombres, y otros se creen más sabios no llamando científico ni filosófico el inquirir sobre el conocimiento de "quién" es el artífice, como si alguien ante las Pirámides de Egipto proclamase con estupidez: que maravilla ha surgido del azar.
No se puede componer el Mesías de Haendel juntándose solas las notas por casualidad, por azar. Ni la sinfonía perfumada y sublime de los pétalos se combina por el azar para albergar perfume, fruto y semilla.
Ni siquiera los libros que estos autores escriben, ni los descubrimientos científicos surgen espontáneamente habiéndoles precedido la nada. Todos somos dependientes y así hasta llegar al principio.
II
El esnobismo y la petulancia, ese deseo del hombre de la Biblia, siempre hoy, de querer ser como un Dios, y al no conseguirlo, lleva a no pocos a la conclusión de que estamos en un mundo sin sentido, y esto les hace como alcanzar su máxima liberación, cuando es su máxima y filosófica irracional limitación. La metafísica no es un límite que la razón pueda obturar, es, de siempre y hasta hoy, la ciencia de los principios primeros y universales y de las primeras causas, y aunque algún raciocinio filosófico quiera someterla sólo a la razón, por su misma esencia no es posible, ya que trasciende a ésta por ser "principios universales y primeras causas" que, no pueden estar ni en el hombre ni en la materia, donde la razón y la naturaleza necesitaron de un básico e inicial principio existencial, y además se adentra aún más allá, porque la física y la química y cuanto en ella anida, tuvo un comenzar y no pueden ser ellas su primera causa y, menos puede aprehender o constituirse la mente humana en el Absoluto, que por esencia es "uno" e increado y, por ello cada hombre no puede considerarse ese Absoluto, a pesar de su maravillosa libertad e inteligencia ya que aún estas son limitadas y creadas, procedentes del Ser, del Absoluto o Principio.

III
Somos los reyes de las cosas creadas en este mundo, y somos muy afortunados porque somos conscientes, la única materia que lleva algo diferente a ella, plenamente consciente, que nos coloca en la cúspide de la creación conocida.
Siempre hay novedosos, a quienes se le agradecen sus avances científicos si son reales, pero que no pocos quieren a través de la ciencia llegar a ser algo en el Mausoleo de los famosos, aun afirmando que "es bueno que cada lector saque su propia conclusión" y así Arsuaga, al dejarme en libertad para mi propia conclusión, le transcribo esta su frase: "Ahora sabemos que, al no estar en deuda con nadie, podemos decidir si queremos o no comportarnos como una mala hierba". Fatal, corrupta e inexacta conclusión.
Es cierto que somos libres, pero yo estoy en deuda, como mínimo con mis padres, porque nadie se autocrea, es científicamente imposible. Ni la razón se autocreó, comenzó en algún momento. Sí, fue evolucionando, pero ¿quién, o cuál fue la primera causa ante el abismo de la nada, cuando apareció la materia y con ella el tiempo y en ambos la especie humana con libre albedrío?
El hombre, como la hierba, tiene una necesaria dependencia en su existencia y desarrollo.
Somos parte del cuerpo creacional, no seres absolutos por tener el privilegio de la libertad.

La misma petulancia esnobista lleva a otros a descubrir al neurólogo Ramachandran, que comentado por novedosos periodistas, aquél afirma algo así como, que "Dios vive en el lóbulo temporal izquierdo de nuestro cerebro, un poco por encima de la oreja". Deduciendo que al ser afectada esa pequeña masa del lóbulo, aun los místicos pudieron nacer de una lesión cerebral. Y así Santa Teresa por ser epiléptica, se miraba, como todos los místicos en los ojos de Dios. San Pablo a lo mejor, cuando cayó del burro, se atizó con una roca en la sien izquierda, y de ahí su repentina conversión".
Aún no sabemos, esperamos que un sabio lo descubra, qué accidente o enfermedad sufrieron los otros Apóstoles, los millares de mártires, los Santos Padres, los Obispos, los Presbíteros, los monjes...los cristianos de todos los tiempos, los budistas, los mahometanos...los pintores, los arquitectos, los escultores, los filósofos, los escritores, los poetas... los periodistas...que son creyentes.

-IV-
Y prosigue la petulancia: “Hay santones fanáticos, y otros, capaces de ignorar el dolor humano y sólo mostrarse emocionados ante los símbolos sagrados, según un experimento”.
En absoluto se puede generalizar quitando a los santos, y hombres buenos, su primera realidad de amor y ayuda al hombre, la Historia es testigo, y, menos se puede llegar a presuponer como general que: “me asusta pensar que algunos santones hayan sido o sean enfermos cerebrales capaces de ignorar el dolor humano devorando vivo, pero que se ponen a levitar con la simple visión de una cruz”. Y aún menos se puede concluir: “Aunque tal vez en esto resida la explicación del horror en el mundo: Puede que el Mal simplemente sea ese Dios, enfermo y lesionado que llevamos en el interior de nuestros cráneos”. ¡¡¡¡Qué anti-sabiduría!!!
Quien quiera espectáculo inventado, ilusorio y quimérico nunca le faltará por desgracia en el teatro imaginario de un cerebro, aquí ciertamente enfermo y lesionado, que vive y refleja petulante, este su triste e irreal drama. ¿Que Dios sea el Mal? ¿Cristo el horror del mundo?

-V-
Yo creo en Ti, creador y escenificador del universo, siempre antiguo y cada día en matinal estreno, porque con tu sol amoroso, abres el telón, y con mi mente soy tu consciente, asombrado y agradecido espectador.
Tú eres Palabra, Señor mi Dios, y así tu Iglesia siempre repite: “Es Palabra de Dios”. De donde se deduce, que el cristianismo no es una religión de libro si con ello se entiende que la Biblia contenga directamente la Palabra de Dios, dictada, como sucede con el Corán, que según algunos de sus comentaristas parten de la idea de que el Corán es copia de un original celestial, revelado por el ángel Gabriel a Mahoma. El cristianismo fue predicación, tradición y después escritura.
La Biblia ha surgido de un amplio proceso de tradiciones. Y así el Concilio dice que “la revelación de Dios no es la entrega de un libro sino, más bien la totalidad de la actuación salvadora de Dios en la historia de su pueblo, Israel, que alcanza su cenit y plenitud en la encarnación de la Palabra divina”.
Dios quiere salir con su palabra como hombre, al encuentro del hombre. La revelación es la auto comunicación de la Palabra hecha carne en la persona del Logos en la histórica naturaleza humana de Jesucristo.
En Jesucristo se aúnan el portavoz, Dios, y el mensaje, no así en Mahoma que se dice, portador.

-VI-
Si toda la revelación se transmite primero por la Tradición, y después por la Escritura, en este sentido la Sagrada Escritura no es revelación en sí, no es la entrega de un libro, sino, libro de la Iglesia como testimonio de revelación. Los Profetas y los Apóstoles son portadores y comentadores del mensaje, no el mensaje, pero en sus escritos sí está el mensaje de la Palabra.
El cristianismo no es una religión del libro, no es una religión bíblica, sino la religión de Jesucristo: Palabra de Dios. Ya Pablo, como gran estructurador de la nueva comunidad universalizada de los creyentes, o Cuerpo de Cristo, lo decía: “al oír la palabra de Dios que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino como palabra de Dios” (I Ts. 2,13)
Pero al ser revelación, Palabra de Dios a través de la palabra e historia del hombre que se hace Comunidad, exige una estructuración del Reino instituido por Cristo, al que Santiago comenzó a llamar también “ecclesia”, asamblea, y puede ser estudiada con los métodos de las modernas ciencias históricas, teniendo en cuenta los diversos géneros literarios y las circunstancias de la época.
Es más, que los libros sagrados de la Biblia tomaran en sus tiempos relatos y doctrinas de otros pueblos, al ser asumidos misteriosamente por la Palabra de Dios, adquieren en su mensaje la categoría de revelación de lo que quiere enseñar. Y así el Yahvista que cuenta la historia de su pueblo, tiene presente y utiliza la cultura mesopotámica en la “creación del hombre”, que así lo describe: Cuando en lo alto el cielo aún no había sido nombrado, y, abajo, la tierra firme no había sido mencionada con su nombre...Cuando los dioses aún no habían aparecido, ni habían sido llamados con su nombre...Entonces modeló al hombre.
Del mismo modo en el poema épico del asirio Gilgamés, una diosa forma al primer hombre del barro y vive en un huerto entre animales y adquiere conocimientos casi divinos gracias a una mujer y entonces cae en la cuenta de su desnudez y muere...
¿Verdades ancestrales transmitidas?
Todo cuanto hay de verdad, bueno o ético, en cualquier religión, tiene su confirmación y razón de ser en la búsqueda del Dios desconocido manifestado en la plenitud de los tiempos por la Palabra de Cristo.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Jul 31, 2014 6:27 am

1-Agosto-2014

Personales pensamientos de Ciencia y Religión

-I-
Si en la curva de tiempo y espacio se da una comprensión final del Universo (Hawking), haciéndose el fin de nuevo unidad en el principio, podrían resultar muy razonables, aun para el agnóstico, las palabras de Cristo: “Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí, y yo en ti; que también ellos sean uno con nosotros”. Nuestro origen es venir a la vida por amor del que Era Vida.. El Fin venturoso o desventuroso está en nuestra elección entre Dios Amor -integrándonos en Vida Trinitaria- o el desamor eterno.
La razón y la esperanza aconsejan, a mi mente en libertad, gozar del Absoluto y de sus bienes aquí y allí, creyendo en su Palabra-camino más que en la tentación-serpiente, en su libre y triste desesperanza, de ateos y agnósticos. El sabio sin Dios es un intelectual ciego y necio ante la transcendencia.

-II-
Yo creo más en San Juan de la Cruz y san Francisco de Asís que en otros, filósofos, letrados o gobernantes de turno desesperanzados que, inducen al hombre a la dictadura de lo coyuntural convertido falsamente en absoluto. Yo creo más en la Palabra de Dios que en la verborrea de algunos medios de comunicación-basura. Yo creo más en Cristo que en los inductores y pléyade de “inducidos” al barrabarismo, (símbolo del anti-Cristo cuya elección en símbolo siempre es hoy), cuando mi fe tiene como base la más sublime filosofía de mi razón que a través de la realidad de Cristo, busca la verdad.

-III-
Yo no puedo pedir a Dios explicaciones de por qué no inspiró unos libros espectaculares de inventos y descubrimientos futuros, o históricos de fechas y hechos, sino de mensaje, y además, en parte simbólico, y aún, tomado de otras culturas anteriores a la Biblia, como parte de la verdad, lo que dignifica el racionamiento natural del hombre.
Yo no puedo decir a Dios qué debía haber hecho, sino que debo buscar razones hasta donde sea posible de su obra y Palabra. Dios es más amplio que las galaxias y no cabe en mi tubo de ensayo. Y es más, Jesús dice: Padre, me amaste “antes” de la creación del mundo.

-IV-
Negar a Dios o no aceptar a Cristo, sólo es prueba de nuestra total independencia mental.
Confucio, Buda, y otros desde el principio de los tiempos, son interpretaciones, búsquedas muy dignas del Espíritu y del Absoluto por la mente humana que, emana del mismo principio ancestral y que cada cultura ha expresado con diversas imágenes, mitos o palabras. Pero Cristo, ya, es el “yo divinidad”, “la divinidad en lo corporal”, que por su mensaje en los Profetas y Sagradas Escrituras se remonta al principio para ser la Palabra: “sin ella no se hizo nada de lo hecho”, y además, era metafísicamente imposible. En el principio existía el Verbo...y el Verbo era Dios que nos trae su Evangelio.
Todo don espiritual en todas las creencias, proviene de Cristo. Es fruto de su sacrificio y es comunicado por el Espíritu Santo de una forma misteriosa y de manera adecuada a su situación histórica, interior y ambiental, estando en todos el Absoluto relacionado con el de la Iglesia de Cristo según un diseño inescrutable de Dios. Porque Cristo es el redentor único y universal de todos los tiempos. Todo fue creado ¡oh, misterio! en Él. Cristo es el Alfa, principio, y Omega, fin.
Dios quiere que la mente humana, a imagen inteligente suya, le busque y descubra a través de su creación y se sienta orgulloso de averiguar en cuanto tiempo y cómo creó todas las cosas. Pero en esa búsqueda no todo hombre encuentra al verdadero Creador, y muchos, ante su propia grandeza o ciencia, se endiosan y rompen con la Verdad, con la primera causa y razón. “La Palabra”.
Es inaudito que cualquier mente sepa que un libro lo ha escrito alguien y que haya algunos que nieguen que la vida y el cosmos no tengan autor.

-V-
El mensaje de Cristo-Palabra, ya, debe ser aceptado como dirección de toda ley justa e imperecedera, no en un teocratismo sino como base de fraternidad, principios morales y sabiduría. Todo sistema social y político opuesto a este mensaje es incompleto o efímero, no busca la fuente de verdad, y por su misma autoexclusión del Absoluto adolece de la base, o, falla en no pocos planteamientos de la sabiduría del legislador universal. Y como el mensaje es para todo hombre, somos todos los que tenemos el derecho natural y divino de defenderlo y exigir se aplique a las leyes que gobiernan las sociedades. Dios tiene derecho a estar en el pórtico de toda Constitución.
La Iglesia, cuyo fin no es hacer estas leyes sino defender la pureza del mensaje y anunciarlo, creo que no consigue plenamente, ante la sola ciencia, comunicarnos el mensaje universal creativo, no teniendo tan presente la creación como la redención que es una reconquista de la obra creativa. Cristo redime al hombre y a toda su obra que antes ha sido creacional. Su primer mensaje, su Primer evangelio.
La creación es el primer mensaje-lenguaje universal de Dios. El primer grandioso libro y don de Dios para su Hijo y para todo hombre, y el Hijo quiere ser uno en “todo su reino”, para que sea consumada la “unidad”. Y por llegar a la página quince mil millones, o, cinco billones de años… desde el comienzo de la materia, el libro no habría terminado. ¡Que gran hacedor! ¡Que gran estudio para la mente humana!
Mas sólo el hombre ha roto, por su libertad, el diálogo con ese Dios, porque todas las cosas siguen obedientes a las leyes de crecimiento y decrecimiento de su propia naturaleza que tanto nos maravillan. La creación es así más amplia que sólo la redención de la rebelión del hombre que la complementa, aunque sea la tragedia del Hijo entre nosotros. Y Él se hace hombre para la reconquista de todo su Reino. ¿Qué misterios oculta ese Ser, para nuestro estudio, en su obra creada?

-VI-
El hombre por su lógica limitación se ve forzado a creer en infinidad de misterios. Y en el transcurso de su historia en crecimiento, la ciencia va descubriendo progresivamente nuevos horizontes y desecha antiguos conceptos del saber y no pocas leyes. Pero ciencia y fe si son auténticas jamás podrán estar en contradicción. “La ciencia, dice Juan Pablo II, puede purificar a la religión del error y la superstición, mientras que la religión puede purificar a la ciencia de la idolatría y los falsos absolutos”.
-VII-
Dios es un misterio en su naturaleza divina, de otra forma no sería Dios. Pero no lo es en su relación con la existencia, de ahí la búsqueda a través de los siglos de Dios aun en los dioses. “Si descubrimos una teoría completa (de todo).... todos, filósofos, científicos y la gente normal podremos tomar parte en la discusión de por qué existe el mundo”, dice Stephen Hawking.
No todos los científicos, repito, entran a demostrar “quién” hizo la creación, sino “cómo” se hizo y su evolución y, así queda sin respuesta para ellos, si nuestra presencia en este planeta tiene algún sentido.
El hombre va descubriendo poco a poco la obra espectacular cósmica, pero la razón no deja de exigirse un por qué y su finalidad. Y aquí radica la sabiduría. Pero no todo científico quiere ser así de sabio, ni todo sabio trascendente necesita ser un científico. En Dios, aquí y después allí, el hombre descubrirá la verdad total de los misterios del Universo.
Es más de sabios buscar y convivir con el Creador buscando la verdad total, que el que encuentra con estudio, sólo parte de algunos secretos de sus obras.
“Feliz aquel que en el Dios de Jacob tiene su apoyo, y su esperanza en Yahvé, su Dios, el que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo cuanto abarcan” (Sal. l45, 5).
“Por la grandeza y hermosura de las criaturas, se deja ver, por analogía, su Hacedor. (Sab. 13,5).


“Viendo en todas las criaturas un rastro del paso de Dios por el cual se rastrea su grandeza”. (S. Juan de la Cruz).

Y no por negar esto, deja de ser verdad. Es más, resulta lo más ilógico, y así esa negación sólo es propia de una rebeldía. Todos somos Adán. Adán siempre es hoy. Y por querer ser como un Dios, perdemos la sabiduría y el Paraíso.
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Vie Ago 15, 2014 1:09 pm

15-agosto-2014

-VIII-
¿Y el mal y el dolor?

Acepto tus designios, pero yo,
micromillón de un micromillón de polvillo,
cuando sufro no lo comprendo,
pero, oh Dios, sin comprenderlo,
por ser libre, como en la alegría,
no sin misterio, lo acepto.

El mal que nos hacemos unos a otros como el odio, las guerras, la ambición y la venganza es consecuencia de aquella potestad de elección del hombre entre lo bueno y su contrario. Hay otros numerosos males que sólo dependen también de la libertad del hombre, como el reparto de la riqueza y sus consecuencias para la salud y enfermedad. Todo esto produce dolor, además de nuestras personales dolencias que están en la combinación, aún produciéndose alteraciones de las mismas leyes físicas y químicas para que todo, nosotros y la naturaleza, por ley inamovible natural y necesaria, seamos nacimiento, crecimiento, reproducción y fin. Indispensables etapas de vida así ordenadas por el Creador de: primavera, verano, otoño, invierno. Evolución no libre, pero sí ordenadísima y necesaria para lo que llamamos y es la vida.
Las galaxias prosiguen en su expansión con fantásticas eclosiones. Unas estrellas tienen vida y otras mueren. La tierra sigue moviéndose en su interior con sus placas tectónicas produciendo terremotos. La tierra es estrella apagada, pero energía ígnea inicial viva en su interior, provocando espectaculares volcanes. Del mismo modo, el hombre continua en su evolución produciendo crecimiento y modificaciones, gozo y dolor sensibles, porque todo es caduco, todo es tránsito, vida limitada y renovable, equilibrio perfecto, aunque necesariamente seleccionador, si contemplamos y respetamos a la naturaleza.
La vida y el cosmos están en transformación continua, pero hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados, sí, porque Dios, en su acto creativo, estableció las normas para una creación que se mantiene en el espacio infinito que Él sólo lo habita como supremo ordenador.
Y en la esencia del Absoluto tiene razón la relatividad cambiante existencial de la creación y la progresiva perfección de la vida consciente. Lo coyuntural o relativo mudable lo es por naturaleza, en referencia a una categoría inmutable: Dios, el Ser Supremo.
En la vida que se renueva, es necesario el dolor, porque somos finitos. Dios no envía el dolor, padeció también nuestro dolor en su Hijo, porque es necesario, por esencia, para lo que es vida en proceso transformador y perecedero, pero cuyo fin esperanzador es: “Yo en ellos”, para el gozo, el dolor, la misma muerte y la resurrección y así habrá otra nueva recreación de todas las cosas, y Dios, ante la rebelión, muestra su autoridad sapientísima junto a su infinito amor, sin olvidar su ley. El amor no puede ser injusto.
-IX-
Dios no tiene prisa, emplea en sus obras miles de millones de años. Porque sólo Dios es Dios, y es inescrutable a pesar de la grandeza de la mente humana. Yo creo en Ti que, además, eres misterio, y has querido que nosotros y toda la naturaleza esté en doloroso pero en feliz parto cambiante y renovador. “La tierra era soledad y caos, y las tinieblas cubrían el abismo, pero el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas” Y así ¿surgiría de ella la vida, el agua madre, como en María, engendradora de Dios?
Dios no podía repetirse a sí mismo, y se mostró visible en imágenes y símbolos, engarzando en cada obra suya algo de su esencia. Dios para hacer algo distinto a su esencia divina, para ensancharse a sí mismo por así decirlo, no tuvo más remedio que crear la materia y la vida. Y así todo lo que está en el cosmos y en la vida es de origen divino, necesariamente temporal, estableciéndose la relación con su Absoluto inmutable. Todo el universo es parte, una partícula de su bella y grandiosa imagen. Su primera revelación que adquiere su plenitud mediante la Palabra del Hijo, el Verbo encarnado: “Todas las cosas fueron hechas por Él” y son su palabra, su cósmico natural visible libro grandioso.
Siendo esto verdad, el que lo niegue o no quiera leerlo, es un errático.
-X-
Ya todo es libertad en un ordenamiento complicadísimo de leyes universales. Nadie quiere ser marioneta ni siquiera de Dios, y Él con sabiduría, a pesar de los riesgos, nos hizo así.
Ni mi mente ni la de todos los hombres lo habríamos hecho mejor, jamás nos habríamos puesto de acuerdo, y además habríamos tenido, primero, que crearnos a nosotros mismos, después al Universo con todas sus “leyes”, pero, ¿cómo? Sólo después de miles de millones de años estamos atisbando cómo la Vida lo hizo.
La materia que es física, química y energía sin una inteligencia, ¿se dio a sí misma el ser? ¿Se movió por sí misma estableciendo para sí tan complicadísimas leyes universales, que dan como resultado no sólo el “gobierno” del Cosmos sino la perfectísima organización de lo que es la vida en cualquier órgano humano o en la simple procedencia de flor y fruto...? ¿Quién fue primero? ¿Se formó por simple evolución sólo el huevo con su fantástica programación, o, fue el ave su origen?
-XI-
En nuestro cuerpo tenemos unos cien billones de células y en cada una de ellas existe una molécula (ADN) formada por tres mil millones de unidades distribuidas en 23 pares de minúsculos filamentos llamados cromosomas. Una pequeña parte del ADN contiene unos treinta mil fragmentos de ese material biológico que llamamos genes, donde están impresas las instrucciones para que las proteínas de las que están formados reaccionen de una determinada manera, con caracteres distintivos en cada individuo. ¿Toda esta complicadísima maravilla se hizo por sí sola?
Al existir en el hombre la autonomía de la libertad quiere decir que, los genes no condicionan más que lo físico pero no nos determinan, porque es cada hombre normal el que se determina a sí mismo en sus actos libres, y nos diferenciamos del mundo animal porque sólo el hombre, con un genoma muy parecido a ciertos animales, es el único capaz de operaciones que transciendan lo sensible al tener un alma trascendente, que no es de la materia, porque este espíritu no se puede dividir, fraccionar, y por lo tanto ha sido infundido por Dios, según razona Santo Tomás.
¿Cuando sepamos la secuencia genómica humana completa, sabremos qué es lo que hace la química y donde empieza, y qué es la vida? ¿Descubriremos en un astro el misterio de la primera generación espontánea por evolución de moléculas orgánicas, a pesar de la demostración de Pasteur de que ésta es imposible? Pasteur decía: “Por haber estudiado mucho a lo largo de mi vida, tengo la fe de un bretón. Si hubiese estudiado más, tendría la fe de una bretona”.
Pero no podemos olvidar que cuando Dios nos dice en el Salmo 21, v.7: “El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu vida”; en absoluto hace referencia a que no tengamos que soportar, porque él nos va a evitar milagrosamente siempre todo dolor o problema natural que conlleva la vida desde el nacer hasta nuestro final. No, todo ello por doloroso, mezclado con infinidad de cosas bellas y agradables, están dentro de las leyes universales que son inamovibles y que Dios estableció ante nuestra rebeldía, regalándonos aún esta bellísima Tierra.
Recordemos a Jesús: “Mi Reino no es de este mundo”. Y en esa bella oración de la Salve repetimos todos los días: a tí clamamos los desterrados hijos de Eva, a tí suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas… después de este destierro muéstranos a Jesús…para que seamos dignos de gozar de las promesas…. Y el mismo Jesús también nos enseña a orar así: “y líbranos del mal”, refiriéndose no a nuestros males del proceso físico, natural, sino al que nos puede arrebatar su Reino sobrenatural. Y aquí viene, ¡cuantas veces! al no obtener el milagro que cada uno desea, el que Jesús se quede con pocos amigos como decía Santa Teresa. Por ello nos dice Pablo: el justo vive de la fe. Y Jesús se lo recordaba a sus discípulos: Voy a prepararos un lugar en la casa del Padre, mi Reino. Pero ese Reino de amor por el que Dios se hace visible, cercano y ardiente en la persona de Cristo enviada por el Padre, ya comienza aquí, pues vino por amor al hombre, y con el bautismo el cristiano se une a Jesucristo que es un morir para vivir. Y Pablo en Rom. 6, v.13 nos lo advierte: “no tengáis vuestros miembros como instrumento de injusticia” sino a “disposición de Dios”. No os acomodéis a este mundo, antes transformaos con una mentalidad nueva”. Rom.12. v2
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor tralalá » Dom Ago 24, 2014 12:33 pm

Y el 22 de agosto, la Reina y la Señora
además de la Madre: lo es a toda hora.
Ante ella inclinamos corazón y cabeza
por su maternidad y su entera pureza.

Las rodillas se doblan todas ante su Hijo
y lo reverenciamos ante su crucifijo.
Pero, lo alegra más que en su Madre confiemos.
La hizo también nuestra para que nos salvemos.

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Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
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Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Sab Ago 30, 2014 6:30 am

Tralará, Cree que alguien puede olvidar a María, la Santa de Dios, cuando en la misma Eucaristía se hace ella presente porque el cuerpo de Jesús es carne nacida de la siempre Virgen?

1-Septiembre-2014
Continuación “yo creo”
-XII-
El Cosmos, la vida, las leyes universales, la flor y el fruto, son obras propias sólo de una Inteligencia-Vida, como el nido presupone al pájaro hacedor. Es de necios estudiar cada una de las pajas y plumas del nido y negar que lo hiciese un ruiseñor.
La ciencia, cada día está mas cerca de conocer todo lo natural, pero entonces, repitiendo la cita: “si descubrimos una teoría completa (de todo)...todos, filósofos, científicos y la gente normal podremos tomar parte en la discusión de por qué existe el mundo”.
La Sabiduría dice (13,9): “Si tanto llegaron a saber, que acertaron a escudriñar el universo ¿cómo no encontraron más presto al Señor del mismo?”
-XIII-
El mensaje de Dios a través de su creación y revelación, quiere que lo anunciemos oportuna e inoportunamente porque es lo más vital para el hombre. Ni los políticos ni los reyes tienen potestad para impedir a Dios su autoridad. Y los que influyan desde un poder humano o científico en la mente de los hombres, si no conducen al hombre a este mensaje del Absoluto, le están robando estúpidamente su pleno destino humano en lo trascendente, y ante Dios y los engañados serán responsables, aunque los flautistas mágicos consigan que sus seguidores sean miríadas de hombres necios.
Por todo ello, repito, mi razón me aconseja gozar de Dios aquí y allí, creyendo en su Palabra-camino más que en la tentación –serpiente o libre desesperanza de ateos y agnósticos, con sus llamativas y no pocas veces cambiantes teorías filosóficas o científicas según el progreso de la mente.
Y aunque Dios, dándonos la libertad aceptó perder muchas batallas, su triunfo final será absoluto. Será el triunfo de la Vida. Y todo cuanto de ternura puso Dios en el amor de los humanos y, en las llamadas bestias o aves con su impresionante ternura maternal, nos muestra que el amor de madre sea la más bella y dulce imagen de Dios. Sí, nos ama como una madre porque antes que la madre de algo a su hijo, nos regala él el sublime ordenamiento materno.
Y así, todo cuanto es vida, bien, felicidad y alegría, es Dios, y nada de ello será destruido definitivamente porque en la Trinidad tendrá su plenitud, está aún como incompleta por así decirlo, hasta que sea consumada la unidad de “todo lo que es vida y belleza”, en el Padre a través del Hijo.
Toda la hermosura de las cosas está impregnada del amor de Dios a su Hijo, que para nosotros, fueron creadas en Él. Por ello ante una flor, ante la espuma de un acaudalado río que se hace voz en el acantilado, ante el canto de las aves en la alameda y en las moreras, ante el silencio de una noche de plena luna, en la llanura del desierto y del mar, oímos un silencio impregnado de admiración - es el silencio sonoro - de la voz amorosa - en misteriosa quietud - de Dios Padre a nosotros en su Hijo - canción de cuna como de amor materno - que sólo se oye en la calma de los sentidos - porque el Padre hace que acune a su Hijo todo el universo - que es un espacio que es su cielo – incrustado de materia, un carrusel inconmensurable, y todo es un don de la vida en crecimiento.
Yo quiero escuchar esa voz, y unir la mía a ese fantástico y sonoro concierto – porque a toda esa musicalidad,- soy invitado en libertad a participar.
Quisiera como Juan de la Cruz, en mi simple comienzo del camino, verle y cantarle:
Mi amado las montañas
Los valles solitarios nemerosos,
Las ínsulas extrañas,
Los ríos sonorosos,
El silbo de los aires amorosos.

Todo está en Cristo, y en un nuevo orden, Cristo y todo con Él, será la unidad victoriosa. Sólo Dios es Dios, y Dios no cambia su proyecto final ante nuestra rebelión, porque es el más perfecto ordenamiento, el más bello y necesario, para lo que nos ha dotado de vida, en libertad.
Dios no pudo hacer un mundo mejor. Nuestra libertad lo cambió. Su creación es un regalo a su Hijo.
No es que Dios sólo tenga las manos como atadas ante nuestra libre elección, sí, así lo quiso, y en esa independencia responsable, emanada de nuestri libre albedrío, nos dio la mayor grandeza: “Hagamos al hombres a nuestra imagen y semejanza”, que sean uno en nosotros, pero con la posibilidad real de nuestra “libre apetencia” de mantener su amistad o, la de instaurar un reino contra su Reino. Y, ante nuestra torpeza así comenzó nuestro destierro, gimiendo y llorando en este nuestro reino, valle de lágrimas.
“El que quiera que me siga”. Y como Cristo, debemos decir: “Que no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Y así, la fe, es para mí racionalmente necesaria, porque ante la creación y ante Cristo visible, “hecho Palabra”, la razón de existencia y mi libre dependencia trascendente en Él, alcanzan la categoría de filosofía y sabiduría trascendente, y sin Él no alcanzaré ni la plenitud de la ciencia.
-XIV-
El estoicismo, como otros pensamientos filosóficos, siempre tienen algo de actualidad y verdad, y en la base de la física estoica, panteísta y materialista, creen que el universo es el único Dios, porque dicen que “no hay materia sin fuerza, su principio activo, siendo de este modo la fuerza la que penetra la materia y llena el espacio, y de aquí se deriva el movimiento y la energía, es el alma del mundo que está sometido a la fatalidad. La experiencia es el origen de todo saber. La virtud consiste en vivir conforme a la naturaleza, es decir conforme a la razón. Es crear en sí la armonía, vivir en armonía con los demás porque los hombres son hermanos, y también con toda la naturaleza”.
El estoico, por lo tanto, no es ateo, cree en su dios que es el universo, donde él es parte del mismo y hermano de los hombres. El principio activo es el alma del mundo que llena el espacio y de aquí nace la idolatrada energía, hoy tan de moda. Algo había que inventarse antes que aceptar a Dios.
Pero el mundo no es Dios, porque es limitada materia, y lo material y sobrenatural espiritual es sólo Vida a semejanza de Dios. ¡Qué grandeza nos ha regalado!
Por lo tanto, cuatro siglos antes de Cristo, sólo con su mente, estos filósofos intuyen y aún descubren algunos conceptos, parte de la verdad revelada después por el Verbo divino. Pero, aquella doctrina, como cualquier otra filosófica, aún actual, sin relación al Absoluto, por su naturaleza independiente de la materia, no se puede tomar como verdad absoluta, porque toda verdad se complementa aceptando un origen que no hay otro sino DIOS, ya que no sólo está en el universo, sino aún antes, después, y más allá de este. En la otra actitud, como dice Sánchez Cámara “se encuentra uno de los síntomas más claros del extravío filosófico de Occidente: el absolutismo imperialista de la ciencia, que ha puesto el materialismo y el relativismo más atroz como meta de la única felicidad y verdad.” ¡Qué error elegimos a veces!
-XV-
No estamos sometidos a la fatalidad, ni el mundo carece de sentido. Todas las cosas en el universo tienen cada una su finalidad y un necesario acoplamiento que, aun considerados en un plano sólo material, nos causan admiración por su continuidad y perfeccionamiento durante miles de millones de años, dando así un sentido a este mundo muy superior aún al conjunto de todas nuestras posibles fantasías. ¡Qué sabio puede ser superior a la Sabiduría creadora y organizadora del Universo?
Y en cuanto a la trascendencia aceptada en los ámbitos creyentes, misterio oculto pero presentido por todos si somos sinceros, esta vida tiene un sentido, no de desgracia cruel y fatal, o pendiente del azar, sino de esperanza en nuestra percepción íntima e innata de inmortalidad,
Dice José A. Sayés, “recurrir al azar es hacer filosofía, y mala filosofía” “Un filósofo o teólogo tiene que respetar la autonomía del método científico; el científico ha precaverse de entrar en el campo de la filosofía y de la teología, que tienen un método diferente y que permiten hacerse las preguntas sobre el mundo y el hombre. De otro modo, el científico ya no hace ciencia, sino ideología”.
Negarse a sí mismo el privilegio de seres conscientes y trascendentes ante el Absoluto, esto sí que es, y será, una atroz desgracia, que inquieta también al que no cree. Porque si no creen en el Absoluto anunciado por la Palabra del Padre en el Hijo, que busquen otro absoluto, y ahí coincidiremos todos, porque sólo Dios, con cualquier nombre, puede ser el Absoluto necesario.
Sin Absoluto no habría relatividad y caducidad, ésta exige un principio y un propósito. Además, como dice González Cardenal, “Dios ya no podrá seguir siendo considerado sin más como el Absoluto, o el Infinito...se nos descubre con un rostro personal...de Jesús Hijo...Dios es sólo el Absoluto y el Infinito sólo en la medida en que, a la vez, es concebido como el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”.
-XVI-
Cuando el mundo, o una cultura guiada por unas mentes profundas pero erróneas en estos conceptos, niegan aquella conciencia inquietante universal y dependiente de un Principio que tuvo que tener su propósito, dando ya tantas veces por muerto y enterrado a Dios, sólo consiguen obnubilar su mente y las de no pocos, y entonces, en nombre de la filosofía o de la ciencia han producido un extravío, cuyo mayor exponente es la anarquía de valores, intentando la destrucción de los mismos en aras de una independencia idolátrica, haciendo del yo el único absoluto, que termina en un desequilibrio y desvarío esquizofrénico al considerarse cada hombre como un dios independiente, creyéndose el único supremo legislador de las normas de sus actos.
El mismo Régis Debray, ateo, ante el fracaso filosófico y sociológico contra Dios, escribe: “Dios un itinerario”, donde afirma que la religión es una fuente de conocimiento indispensable en la condición humana, una fuerza de acción formidable.
San Juan de la Cruz siente así la elevación sublime de su alma:
Entréme donde no supe
y quedéme no sabiendo
toda ciencia transcendiendo.
De paz y de piedad,
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad,
entendida vía recta;
era cosa tan secreta,
que me quedé balbuciendo
toda ciencia transcendiendo.

-XVII-
Ludwig Wittgenstein a quien sus seguidores lo presentan como agnóstico, tiene escrito. “¿Qué sé sobre Dios y la finalidad de la vida?” Y en otro de sus escritos responde: “Bueno y malo dependen, de algún modo, del sentido de la vida. Podríamos llamar Dios al sentido de la vida, esto es, al sentido del mundo. Y conectar con ella la comparación de Dios con un padre. Pensar en el sentido de la vida, es orar. Creer en Dios quiere decir ver que con los hechos del mundo no basta. Creer en Dios quiere decir ver que la vida tiene un sentido. Sea como fuere, de alguna manera y en cualquier caso somos dependientes, y aquello de lo que dependemos podemos llamarlo Dios...” “Cuando algo es bueno, también es divino. Extrañamente así se resume mi ética. Sólo lo sobrenatural puede expresar lo Sobrenatural. Lo bueno es lo que Dios manda. Dios Hijo (o la palabra que procede de Dios) es lo ético.”
B. Perales comenta: “se podría afirmar que para W. lo bueno absoluto nos ha sido revelado-mostrado por Dios, y por ello sobran ya todas las teorías; sólo nos queda vivir en concordancia con el Dios-Hijo: realizar el bien que él nos ha mostrado con su vida y con su muerte”.
Por ello Helmut Kohl, ex Canciller alemán, se expresa así: “He descubierto por mi propia experiencia que, en el cumplimiento del deber, se puede encontrar la felicidad. He vivido horas históricas en las que fueron posibles decisiones que antes sólo podía soñar, por lo que estoy agradecido, sobre todo, a Dios”.
Después de Nietzsche, que nos presenta un Dios producto del resentimiento, de Marx que concibe a Dios como el Dios de los explotadores, de Freud que presenta a Dios como un súper - yo, y otros maestros de la sospecha, Dios regresa siempre con la autoridad de no haber dicho la última palabra a pesar de los nuevos Adanes ingeniosos y descubridores de sí mismos como ídolos.
Y es que ante el auge religioso mundial “la mirada hacia adelante, hacia el futuro - que en la época moderna había sustituido gradualmente a la mirada hacia lo alto -, vuelve a elevarse de nuevo, pasando de la historia a la eternidad, de la inmanencia a la trascendencia, de lo relativo a lo absoluto, de lo racional a lo fantástico”. (Verdú)
Francisco Arrabal escribiendo de Benny Lévy, secretario de Paul Sartre, dice “Eran tiempos en que a Dios se le daba por muerto, a los ángeles por desaparecidos y al demonio por regenerado.
Hasta los rinocerontes, contagiosos de padres a hijos, despreciaban, por vulgar, a un Dios, que sólo era Dios.”.... Para nuestra felicidad, Benny Lévy, ha elegido meditar sobre la transcendencia. Las circunstancias políticas sólo resuelven los problemas existenciales de los filósofos de cucharilla y porra. En Jerusalén le dije: “Se ve que Dios le habita...por su sonrisa de felicidad”.
Tiene razón Kúng, además, al hablar del reino de Dios: “Todas esas falsas identificaciones no tienen en cuenta que se trata del futuro reino de Dios, del reino de Dios. El reinado de Dios no ha sido ni la Iglesia masivamente institucionalizada del catolicismo medieval y contrarreformista, ni la teocracia ginebrina de Calvino, ni el reino apocalíptico de algunos fanáticos, como Tomás Múnzer. Tampoco ha sido el reinado presente de la moralidad y la cultura burguesa perfecta, como pensaban el idealismo y el liberalismo teológico y, muchísimo menos el imperio político milenario, asentado en la ideología del pueblo y de la raza, propugnado por el nacional-socialismo. Tampoco es, en fin, el reinado sin clases del hombre nuevo, tal como hasta ahora se ha esforzado en realizarlo el comunismo”.
Fray Luis de León, ya escribía: (Sal. XI)
¡Oh, sálvame, Señor, que no hay ya bueno,
que faltan las verdades,
y no trate con quien tiene dentro el seno
lleno de falsedades!.
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor tralalá » Sab Ago 30, 2014 5:28 pm

[quote="agustin sanchez diaz"]Tralará, Cree que alguien puede olvidar a María, la Santa de Dios, cuando en la misma Eucaristía se hace ella presente porque el cuerpo de Jesús es carne nacida de la siempre Virgen?

No, Agustin ¿como podría pensar que alguien católico olvide a María?
Pasa que me gusta escribirle y lo consideré una manera válida de participar.
DIOS te bendiga. Tralalá
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
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Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Dom Sep 14, 2014 3:28 pm

14 Septiembre-2014
Yo creo, CREACIÓN
(lenguaje espontáneo y libremente cadencioso)

(Stephen Hawking dice en estos días: 'Ahora mismo no sé aún por qué existe el Universo) Pidamos que este gran cientíco encuentre pronto la SABIDURÍA)

Te veo con tu dedo comenzando el tiempo.
Estabas solo, eras...antes del primer lucero.
Lanzaste al espacio materia, mundos,
millones de soles con planetas,
millones, unos vivos y otros ya muertos.
Se pierde la mente en el espacio
bordeado en sombras de terciopelos negros.

Jadeante llego al fin y, allí comienzan infinitos senderos
con miles de millones de galaxias galopantes.
Sólo tu, ceramista creativo, llenas y contemplas ese infinito espacio
de explosiones y silencios, haciendo tu sabiduría, todo un ordenado universo.
Da miedo pensar en tu poder, en tu soberbio hacer,
en tus secretos pensamientos:
Al dar ser a los "seres",
al dar luz a los luceros,
al poner vida en las aguas,
al dar movimiento acompasado a los microbios
y a los gigantes soles de fuego.
¿Para qué oh Dios, tal despilfarro de poder
¿Para asombrar a unos hombres
polvillo, micromillones de esta gigante tierra
que es sólo granito de piedra en playa, microbio del universo?

Hombres, silencio, nacemos llorando,
vivimos crujiendo y morimos calaveras, riendo.

¿Qué hizo el hombre tan pequeño en el universo
para que tu poder hecho sarmiento de nuestra vid,
diese la uva de tu Hijo,
que machacada por nuestro pie
tuviese a la potestad de tu dedo, creador,
hecho un gusano de desprecio,
azotado, reído Rey, de caña un cetro,
con sus espaldas cargadas de un madero,
y puesto en la cruz como un desecho?

Tu poder infinito no comprendo.
Pudiste hacer al hombre bello, feliz, con más talento,
sin dolor, sin odios, sin vicios,
sin defectos, a tu imagen perfecta,
sin tanto dolor inexplicable y tormento,
...niños que ya nacen con genético defecto...

Inundaciones trágicas, remolinos de viento...
y sin haber tenido que dar muerte a tu Hijo el Verbo.

Sin embargo lo hiciste, por la libertad
y caduca evolutiva combinación de nuestros elementos
jorobado como un camello.
Acepto tus designios, pero yo,
micromillón de un micromillón de polvillo,
cuando sufro no lo comprendo,
pero, oh Dios, sin comprenderlo,
por ser libre, como en la alegría, no sin misterio, lo acepto.

Todo por amor lo hizo tu dedo,
porque no hay nada fuera de ti
que te obligara a hacerlo, la nada a nada obliga,
lo hiciste porque quisiste,
y el "querer" es esencia del amor bueno.

Los maestrillos de mercadillo
conocedores de cosas limitadas,
ante el espacio de millones de galaxias,
un Dios Creador, sabio y redentor, no admiten.
Un Dios que se recrea en su obra
de viento melódico, brisa o tornado,
de materia, seres vivientes, hierbas, fuego y agua.

Un Dios que se complace en el infinito espacio,
escenario para su "obra" en expansivo creada,
por Él ordenada y, por el hombre sólo contemplada...
Pues los maestrillos de mercadillo
que en reunión de taberna congresual,
a ese Dios Creador, su discípulo hagan,
y que de ellos obliguen que aprenda a la Sabiduría Increada.

¿Qué maravilloso equilibrio
de ciencia, sabiduría y, juego divino y humano,
ha establecido el creador
entre Él, la libertad,
la vida, el dolor y el amor.

Asómate a mi postigo, que aún no me has dicho
tu última creadora palabra.

Nos hizo aun concreadores en algo con Él
y puso a nuestro alcance cierto gobierno,
e investigar el "cómo y el por qué",
pero no necesitó la humilde opinión
del hombre, aún no nacido,
para realizar una tan sapientísima combinación
en cada detalle, por otro lado, de tan perfecta
y sublime creación .
Y a su imagen nos dio
vida en libertad que es por esencia evolucional,

bella flor en primavera y triste hoja otoñal.

Es la dignidad suprema
la que al hombre y a los elementos libres o combinantes,
nos hacen ser personas, eminente vida
o, naturaleza finita y vibrante,
pero a los hombres nos hizo
no su marioneta teatral, dándonos la libertad.
Y además,
si no hubiese misterio, Dios no sería el Dios Eterno,
tendría una esencia cercada,
pero tampoco el sol y las galaxias
caben por nuestra ventana.
Sólo en Ti, mi Dios, veré la razón
de tan bella creación,
que es como un encaje infinito, complicado
y sabiamente ordenado.
Es tu mando, Dios misterio,
azulado, de nubes nimbado, pintado, bordado,
rutilante, destello en infinitos astros,
en espacios insondables densos o en agujeros negros
y asciende, de soles engarzados, hasta tus hombros
que reclinas sobre un trono entre luces clarividentes
mas allá de los confines del cosmos.
Mi mente es pequeña
y en ella no cabe,
ni tanta luz
ni tu infinita grandeza.

Al hombre lo hiciste la cima de la pirámide cósmica,
a tu imagen y semejanza, para no adorar a los ídolos,
pero con la opción de elegir o al Dios de la vida
o al antidios de la muerte,
y ante la hermosura de los frutos, nosotros, Adán,
queremos ser independientes y, nos oponemos al valor supremo:
la obediencia a Dios, al misterio del Dios omnisciente.

Yo soy Adán, aquella es Eva, todos en el fondo rebelión
contra Deidad tan suprema.
Y aunque Adán no existiera del modo en que nos dicen,
en mí no es una quimera.
Creado fue por el Hacedor, fuera como fuera.

Si tu cielo es comprender, ver y gozar
de cada unidad de los átomos, de cada célula
con su vida organizada, hasta
formar todo un diverso universo como infinito,
y, además comprender tu esencia perenne
fuente de toda tu obra en ti creada,
merece conquistar tu amor y ser de los que
ante ti se sobrecogen, te adoran, admiran y aman.

No quiero, Señor, ser sólo como hoja seca sin esperanza.
Estoy en tu manto y quiero ver, en primavera, tu cara,
quiero acompañarte como hijo y visitar mi herencia
que eres Tú y, tu variadísima belleza creada,
y que siendo uno en tu Verbo, ya vivo en tu Palabra
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Mar Sep 30, 2014 6:11 am

1-Octubre-2014.

Imagen de Dios,
todo está en Él

Si todo tiene esencia,
para el panal ésta es su rica miel,
e indica su existencia
como testigo fiel,
que las abejas hicieron aquel.

Si el espacial panal
tiene incontables galaxias en él
sin duda es la señal
que Alguien libó la miel
de bellas flores, ¡divino Vergel!

En sí Dios se hace espacio
y cuanto en él puede ser y caber,
y lo hizo muy despacio.
Como abeja, es saber,
en sí, panal y su miel, disponer

Si el espacio es eterno
Dios infinito y eterno es su ser,
si el tiempo es un comienzo
Él, es su amanecer,
espacio y tiempo, de Él fueron nacer.


Dios humano

¿Cuándo mi Dios te mostrarás por fin
como los hombres nos relacionamos,
dejando ser gran misterio sin fin
y a nuestros ojos ambos nos miramos
para que yo sepa que soy tu afin
dejando a un lado oscuridad y arcanos?
¿Porque al hacerme de tu propia esencia,
acaso soy de tíl lejana ausencia?

Al encarnarte, diste complacencia:
te hiciste hombre, para ver mis ojos,
te hiciste carne, para ser presencia,
te hiciste pies, caminando entre abrojos,
te hiciste voz, que es mi verdad y ciencia
y me abrazaste sangrando en despojos.
¿Y al hacerte hombre, tú también ignoras
lo que un ser más, y ante tu Padre imploras?

Si entendimiento humano tú ya tienes
y en voluntad sufres tú desazón,
así conoces nuestro mal y bienes
y amas al Padre con un corazón.
Y como bello enigma en ti retienes
el divino entendimiento y razón,
con voluntad, como el Creador, divina,
a la que en ti, todo hombre fiel, se inclina.

El Padre sufre, y está dolorido
porque al hacerme ya libre accedió
que el Hijo fuese azotado y herido
por aquel hombre que a Él, le ofendió.
Y como Abrahán, de dolor compungido,
en monte al hombre a su Hijo le dio.
Isaac el Cristo, el Cordero sagrado
en zarza ardiente es del Padre el amado.

Por qué, Señor, todos nos preguntamos:
¿Quién es mi Dios que a su propio, buen Hijo,
¡consustancial junto a Dios, confesamos!
manda a la cruz como precio muy fijo
para que todos librados nos veamos
como el profeta ya nos lo predijo?
¿Y quien comprende tu desprendimiento
y tu aflicción en pena y sentimiento?

Tu amor es incomprensible, Señor,
¿no fue bastante tu inmensa creación
de rosas y el canto del ruiseñor?
¿También de tu Hijo nos das donación?
¿Fue la justicia el motivo, o amor?
¿Fue necesaria la gran postración?
Salvar pudiste sin este tormento
pero... sin prueba humana en sufrimiento.

Tu muerte no es la fatal exigencia,
es la locura de amor de un hermano
que ante los suyos llegó con prudencia
en nuestro estilo y mortal ser humano,
y con palabras de inmensa paciencia
quiere la paz, ¡y le hiere mi mano!
¿Queremos ser dioses en rebelión
y despreciamos su leal redención?

Así, tu muerte es misterio anunciado,
sí, por amor a los hombres viniste,
pero ¿debemos negar el pecado
y aquella ofensa que tu redimiste?
Si el leño verde así fue tratado,
¿todo el castigo tu solo asumiste?
¿Mi sufrimiento ya no es necesario?
¿Yo a disfrutar, y tú solo al calvario?

Dios es amor y sonora ley justa,
si es Dios, no cambia su esencia en la historia,
ésta, a su tiempo cambiante se ajusta.
Dios es amor, y ley obligatoria,
dulce es su amor, mas su ley nos disgusta,
si en libertad cumplo, grande es su gloria.
Si el hombre a Dios en su rostro le pega
y su perdón no implora, ¿un premio espera?
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Nov 20, 2014 3:25 pm

Yo creo

20-Noviembre-2014

Expresiones filosóficas de Fernando Savater.

I-
“Estoy convencido de que el concepto de Dios que Nietzsche cercenó no está muy vivo”.
R.-Ya otros en la historia le han dado muchas veces, aún, por muerto. Lo que sí es parte de una verdad,- “que el concepto de Dios creador tan sugeridor, sigue causando estragos por mor de algunas interpretaciones maximalistas”. ¿Pero qué mente finita puede aprehender a Dios?
II- “Nietzsche aboga por el inmanentismo. Planear sobre la nada y edificar sobre ella la vida y el pensamiento....Todo es interpretación; el absoluto hace aguas; las cosas carecen de sentido” R..- Si no existe ni el universo ni la razón porque todo es interpretación, una ilusión irreal, ¿cómo la mente del hombre puede imaginar un universo desconocido del que va descubriendo poco a poco algunos de sus secretos? ¿Planear y edificar sobre la nada no puede ser un desvarío esquizofrénico, si es real el universo y la razón y, que las cosas tengan su necesario sentido en un Absoluto ante el que “hacen aguas” las tentativas de la negatividad cuando el raciocinio llega a ese límite ante el Absoluto nada proteico en sí, pero sugeridor necesario por su esencia distinta e infinita? ¿La mente crea lo que desconocía?
III-
“Todo pensador que se precie cambia de opinión. Y si no modifica sus planteamientos, es que no piensa”. R.- ¿Es de sabios corregir y aceptar que sobre la nada el hombre sólo puede planear y edificar nada, cuando aún la mente creativa de pensamientos y formas es soportada sobre la materia?
IV-
“Siempre son buenos tiempos para abordar las grandes cuestiones que acucian al ser humano: la muerte, Dios, la moral...” “Reflexionar sobre el absoluto con las metodologías pre-kantianas no me parece lo mas adecuado. Hay que adoptar otras perspectivas”. R.- Por ejemplo: ¿modificar la metodología kantiana, como se modifican tantos sistemas filosóficos aun de creyentes a través de la Historia que, sobre sus errores, otros avanzan buscando la verdad?
V-
“No es fácil la aceptación por parte de las diferentes sociedades, de una ética laica y universal que suavice las discrepancias y las diferencias, pero hay que intentarlo.” “No habría peor solución que obligar a determinados pueblos a cumplir unas normativas, unos códigos o decálogos”. R.--Sin embargo, para los que aceptamos el Absoluto, acatamos la ley eterna universal. Aceptamos la ley natural consustancial al hombre. Aceptamos la ley positiva evangélica que presupone la de Moisés y, que en Cristo es más que ley, fe y consejos evangélicos ante la libertad del hombre. “Un sólo nuevo mandamiento os doy, que os améis”. Este código: el amor, resumen de un decálogo, es universal y está aún en la ley natural, que es amor y limitaciones, y ahí es donde coincidimos y debemos intentar aunar esa universal coincidencia donde la ley y ordenamiento es necesario por respeto al otro y a sí mismo.
VI-
Nietzsche no es el mejor “magister” para la vida política ni social”, pero, sí nos ayudaría a que la existencia se nos muestre en todas sus caras” . R.- Ni en Nietsche, ni en Kant, ni en los filósofos creyentes, la existencia se nos muestra ya en su total verdad, ni menos podemos negar la real existencia, y así Sánchez Albornoz, dice: - “Los héroes no son taumaturgos capaces de alterar las leyes de la naturaleza”. Debemos todos seguir buscando la “verdad”,- porque aunque no exista un concepto universalmente aceptado del por qué de la existencia y sus leyes, ésta si constituye la estructura de cada sociedad históricamente considerada y de cada hombre o, ser viviente o, existente, y todos sometidos a una estructuración sapientísima que limita los excesos de esa naturaleza ya que los intereses enfrentados de los diversos grupos y clases en conflicto así lo exigen. Busquemos la verdad aun cambiando las leyes políticas y sociales. Busquemos la verdad con sistemas filosóficos diversos, pero sin que nadie intente imponer a otros “su verdad” a través solo de sus raciocinios cambiados tantas veces por otros en la historia, excepto el que la tiene en cuanto a trascendencia, Jesús el Hijo de Dios, que siendo en sí, esa verdad transcendente, aún nos dice: “El que quiera que me siga.” Cristo es el que mejor salva la existencia en libertad. Y ante Cristo y Nietzsche, como verdad trascendente y libertad, con mucho respeto y admiración hacia Vd. D. Fernando Savater, elijo a Cristo.


.DIOS, LA LIBERTAD, LA REALIDAD
Síntesis de una entrevista al filósofo Robert Spaemann
- Yo diría que los empiristas reducen la realidad a lo que puede percibirse inmediatamente por los sentidos. Esto no es racional ni responsable. Si, “para mí sólo existe lo que vivo y experimento”, entonces yo diría: una persona que fuese consecuente con ese planteamiento resultaría tan amoral que sería preferible no tener nada que ver con ella.
- Si el hombre surgió en un momento determinado de la historia de los vivientes. ¿Se introduce en el hombre la razón súbitamente desde fuera? Aristóteles así lo establece. Pero si queremos pensar en la razón como un producto de la evolución... ¿cómo puede surgir de repente, en un proceso evolutivo algo que ya no puede explicarse en modo alguno de forma evolutiva?
- La idea de Dios no llegó al mundo desde el principio a través de los escritos bíblicos. Desde la Antigüedad griega existe una teología llamada natural. Pablo en el Areópago de Atenas dice “Yo os hablo de Aquel de quien vuestros poetas dijeron: En él vivimos, nos movemos y existimos”.
Si la idea de Dios no existiera desde antes en el hombre, entonces los escritos de la revelación (aun bíblica) caerían en el vacío, puesto que estarían hablando de la revelación de un ser del que nadie sabría lo que realmente significa.
La idea de Dios presenta hoy un camino distinto del que se daba en la Edad Media porque dan por sentado que el mundo posee una estructura racional que, por ejemplo, establece que nada sucede sin una causa suficiente. Este supuesto ha sido cuestionado por Kant, pero sobre todo por Nietzsche porque la idea de que el mundo es accesible a la razón, posee un fundamento teológico. En consecuencia Michel Foucault dijo: “No tenemos derecho a creer que el mundo pueda proporcionarnos un semblante legible”.
Pero si el mundo no nos proporciona una faz inteligible, entonces el discurso racional, pensándolo bien, no tiene sitio en el mundo de ninguna manera.
Nietzsche no sólo niega la idea de Dios sino también la idea de la razón. Las cosas son para él representaciones antropomórficas, representan unidades que en modo alguno existen en la realidad. Y así afirma: La imagen que tenemos de nosotros mismos es una ilusión sistemática.
Hoy, o nos tomamos en serio como personas lo que por otra parte implica la idea de Dios, o borramos también la idea del hombre. Pienso que el eclipse de la idea de Dios supondría al mismo tiempo el de la idea de la libertad. La idea de libertad se niega en el materialismo moderno, de acuerdo con él, el hombre no es libre. Lo más sorprendente de esto es que quienes discuten la libertad del hombre en el campo de la teoría, de la ontología y de la ciencia, en la práctica proclaman con énfasis esa libertad, al tiempo que reclaman para sí una autonomía ilimitada y una ilimitada autorrealización. Me parece que la idea de Dios es la que funda la idea de libertad, es decir, la que conduce a ella y a que el hombre se reconozca como un ser libre y responsable.
Reconocer la libertad del otro constituye un momento integrador de la propia libertad. Creo que esto está asentado precisamente en la idea de Dios.
- ¿Qué es lo que se entiende por crisis de la posmodernidad? La posmodernidad es ella la crisis.
- Desde el principio el hombre se esfuerza por afianzarse en un mundo que le es hostil. Pero, en mi opinión, hoy hemos llegado a un punto en el que el desarrollo natural cambia bruscamente: ya no constituye un instrumento para la liberación del hombre, sino que se convierte en un proceso en el que el hombre mismo se vuelve tan poco objetivo que ya no queda posibilidad alguna de libertad.
- Las Iglesias juegan un papel público de extensa eficacia. Las manifestaciones de las Iglesias son habitualmente del tipo de aquellas que muestran ciertos límites. Yo creo que el concepto de límite, en este contexto, es realmente importante. El respeto constituye un concepto fundamentalmente de lo ético. La concreción de lo que no se debe hacer se produce, entre otros factores, a través de las Iglesias, pero su influencia ha retrocedido, por lo que no debemos basar nuestra actuación sólo en ellas.
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Lun Dic 01, 2014 8:11 am

1-Diciembre- 2014
Continuación de Yo creo.

Síntesis de un pensamiento filosófico actual

Extraída de comentarios en el centenario de K. Popper, según Vargas Llosa, Sánchez Cámara, Porta Perales, J.M. Lasalle y Valentín Puig.
Se dice que el filósofo más influyente del siglo veinte fue tal vez Heidegger pero sin la menor duda el pensador más importante fue Karl R. Popper. Y su pensamiento se centra principalmente en la filosofía de la ciencia y de la política. En cuanto a la ciencia afirma que lo que es inatacable no es científico. Por eso, para él el marxismo y el psicoanálisis no son científicos porque no es posible idear ningún procedimiento para refutar sus afirmaciones. Las teorías científicas son hipótesis y conjeturas cuya verdad siempre es provisional. Popper sin embargo, no parece ser relativista porque el relativismo negaría la posibilidad de la existencia de una verdad universal y objetiva que trascienda los condicionamientos históricos, sociales, culturales o personales. La ciencia es una búsqueda sin término en la que la contrastación va refutando las teorías e hipótesis falsas, y al detectar errores nos vamos aproximando a una verdad que existe pero que nunca alcanzamos definitivamente. Entre el relativismo y la presunción dogmática queda pues un amplio ámbito.
Popper en su obra “La sociedad abierta y sus enemigos” refuta la tradición filosófica “historicista”, que comienza con Platón, (¿fue Popper fiel al pensamiento platónico?), se renueva en el siglo XIX con Compte, se enriquece con Hegel y alcanza su pináculo con Marx, viendo Popper en esta corriente -madre de todos los autoritarismos- un inconsciente pánico a la responsabilidad que la libertad impone a todo individuo, él se vio obligado como judío, a huir de su tierra natal. Pero Popper encontró en Grecia y Platón la cultura de los cimientos de democracia y de la sociedad abierta.
La sociedad abierta rechaza el dogmatismo y los sistemas cerrados y en consecuencia se opone a toda forma de totalitarismo. Y así las ideologías, siempre falibles, compiten y se refutan a través del ensayo, haciendo que la justicia y la verdad, es una búsqueda sin término, acercándonos a ellas pero sin alcanzarlas nunca del todo. Luego existe siempre la posibilidad del error.
En los países en que la derecha bebía un pensamiento dogmatista y la izquierda se ahogaba en la ideología marxista-leninista-maoísta, el liberalismo de Karl Popper resultaba excéntrico y peligroso. La derecha no aceptaba el pensamiento de un señor que relativizaba la verdad, apostaba por la discusión racional y criticaba el autoritarismo, y la izquierda marxista no podía soportar que se le negara la existencia de leyes históricas que reducían el paraíso y consideraba que el marxismo era un historicismo acientífico y peligroso. Karl Popper resultaba incómodo para un establishment intelectual sumergido en las seguridades -tal para cual- metafísicos y marxistas.
Europa se abandonaba al servilismo de quienes o bien se prosternaban ante la verborrea nacionalista y antisemita de Hitler, o bien babeaban delante del altar utópico e internacionalista de la tiranía soviética, y contra esta mayoría de “servilismos intelectual y científico” ni unos ni otros toleraban el antimarxismo metodológico, ni la democracia de Popper.
Popper defendió que el progreso social descansa en un modelo abierto de sociedad que, dentro del más escrupuloso respeto a la libertad personal, aspira a articular soluciones conjeturales y provisionales, nunca a edificar una verdad única y definitiva sobre los problemas prácticos.
Su lema podríamos plasmarlo así: “Yo puedo equivocarme, tú puedes tener razón, y juntos podemos seguir acaso rastreando la verdad” y así demuestra ser enemigo de lo que pueda corroer la dignidad humana, asentándose en el principio de que todo conocimiento es falible, con una teoría evolutiva del conocimiento, refutando todas las arbitrariedades igualitarias y todos los irracionalismos de la modernidad y por eso fue silenciado por los enemigos de la sociedad abierta.
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De Popper, judío, yo me pregunto ¿estaba influenciado por la cultura judía del libro de la Sabiduría 15.3?: “Pues el conocerte es perfecta sabiduría, y reconocer tu poder, raíz de inmortalidad”. ¿“Y además no les bastó errar en el conocimiento de Dios, sino que viviendo en una gran guerra de ignorancia, llamaron paz a los grandes males”? ( Sap.14,22).

Proselitismo de la negatividad.

Dice Julián Marías que “ha habido un momento en la historia que se puede fijar en el siglo XVIII y en algunos países, en que se ha engendrado una actitud que antes no había existido: lo que podríamos llamar el “proselitismo de la negatividad”. Ha habido grupos de personas, equipos bien organizados, que han tratado de arrancar la esperanza a los demás hombres. Habría que preguntarles en serio si ellos mismos la habían perdido, si su actitud no era en el fondo un juego, una táctica, una inmensa frivolidad. Ha parecido distinguido, selecto, superior, no esperar, dar por supuesto que la vida termina con la muerte biológica, y no hay más. Esta actitud se ha trasmitido de muy diversas maneras, a lo largo de los últimos siglos, con diversidad de pretextos, con una variedad de propósitos, desde ciertas fechas, marcadamente políticos.”
“Si se hicieran cuentas, quiero decir bien, se descubriría que estas actitudes han sido causa principal de la infelicidad de millones de personas...la inmensa diferencia a vivir con esperanza, a vivir sin ella. La desesperanza puede llegar a una situación de desesperación, que es la clave oculta de tantas actitudes que no comprendemos, que no acaban de explicarse sino por el vacío que deja en la vida humana la ausencia de esperanza”. “El hombre es proyecto, futurizo, orientado hacia el futuro...”La pretensión de perduración indefinida, de inmortalidad, es universal en distintos grados y en diferentes formas”. “La fe es la sustancia de las cosas que se esperan, el argumento de las que no aparecen”. “A la esperanza, fundamento de la fe, se añade, de modo eminente en el cristianismo, el amor, es lo que da su sentido más profundo a la esperanza de inmortalidad”, “de ahí la necesidad de que esta aspiración se cumpla”. “La renuncia a ella implica la abolición de la misma condición humana, el abandono de lo que le es más propio, de aquello en que propiamente consiste”. “Me preocupa hasta qué punto se hacen, por motivos triviales, intentos de destrucción de lo que es consustancial con la estructura misma de la vida humana, sin advertirlo, simplemente cerrando los ojos a lo que con ellos abiertos es absolutamente evidente”. J. Marías, filósofo eminente, busca el rostro de Yahvé.


Parábola de Rabindranaz Tagore

“Señor, el santo Narottam nunca se digna venir a tu templo real, dijo al Rey su siervo. Si fueras a la arboleda del camino, verías la gente atropellarse por oírle cantar las alabanzas de Dios, como enjambre de abejas alrededor de un loto blanco. ¡Y el templo, en tanto, está vacío, sin servicio el dorado tarro de miel!
El Rey, mortificado en su corazón se fue al campo donde Narottam oraba sentado en la yerba, y le dijo: “Padre, ¿por qué te sientas en el polvo del campo, para predicar el amor de Dios, y no vas al templo de la cúpula de oro?”
“Porque Dios no está en tu templo”, respondió Narottam.
El Rey, ceñudo, dijo: “¿No sabes que se gastaron veinte millones de oro en levantar la maravilla que fue consagrado con los más costosos ritos?”
Sí, contestó Narottam, lo sé. Fue en aquel año en que el fuego devastó tu pueblo; y millares de pobres vinieron en vano a pedirte a tu puerta. Decía Dios: ¡Miserable ser el que no puede dar casa a sus hermanos, y quiere levantar la mía! Y se fue con los desvalidos, bajo los árboles del camino.
Esa pompa de oro que tú dices, no tiene dentro más que el vaho caliente de tu orgullo.
Lleno de ira, el Rey le gritó: ¡Vete de mi reino!
El Santo le respondió, tranquilo: Sí, me destierras a donde desterraste a mi Dios”.

-----
¿Hoy, 2014, no puede suceder que Dios diga a España y al mundo lo mismo que Narottam ante la pregunta del Rey: “Padre, ¿por qué te sientas en el polvo del campo, para predicar el amor de Dios, y no vas al templo de la cúpula de oro?”
“Porque Dios no está en tu templo”, respondió Narottam.
-----
A Dios lo han expulsado las instituciones europeas, catastrofe irrepetible e impensable en otras civilizaciones.
¿Qué le sucederá viendo Dios que le han sustituido por el becerro de oro?
¡Esperemos atónitos!
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Dic 18, 2014 6:39 am

NAVIDAD

15- diciembre 2014
Los avanzados ya en el tiempo, vemos los atardeceres como bellos puentes de arco iris que nos llevan más allá de las pardas montañas, cargadas nuestras mochilas de estrellitas "sobrenaturales", regalos del Amor de Dios.
Gracias Señor por haber colgado de mi vetusto Árbol de Navidad ¡tantos regalos!
¿Por qué nos fijamos tanto en " los desterrados hijos de Eva...en este valle de lágrimas, gimiemdo y llorando" y no tenemos tan presente todo los dones naturales , cuasi infinitos del Cosmos y nuestra bellísima tierra Tirra, y en el ordenamiento de nuestro mismo cuerpo con billones de ordenadísimas celelulas que se renuevan constantemente?
¿No nos obliga esto a un CANTICO ESPIRITUAL, lo esencial de nuesra vida, hacia Dios?
,
Decidme, por lo tanto si Jesús, el Verbo Encarnado, no es la partícula VIVIFICANTE de Dios entre nosotros. Es nuestro bing bang sobrenatural. Es eterno y más sublime y bello que el Cosmos. Solo la belleza de su Encarnación, aún sin redención (como hipótesis), ya habría sido una eclosión de su AMOR.
Ante unos comentarios en los medios públicos, siempre cambiantes, sobre si Platón y Aristóteles habían leído el Antiguo Testamento judío, (entones una cultura muy aislada), sacando estos filósofos de ella solo los principios del monoteísmo y axiomas éticos, aunque admitiendo elevar a hombres y símbolos idealizados poéticamente como dioses secundarios.
Aristóteles, ante Dios, dice: “no hay ciencia más digna de estimación que ésta; porque debe estimarse más la más divina, y ésta lo es en un doble concepto. En efecto, una ciencia que es principalmente patrimonio de Dios, y que trata de las cosas divinas, es divina entre todas las ciencias. Pues bien, sólo la filosofía tiene este doble carácter. Dios pasa por ser la causa y el principio de todas las cosas, y Dios sólo, o principalmente al menos, puede poseer una ciencia semejante. Todas las demás ciencias tienen, es cierto, más relación con nuestras necesidades que la filosofía, (Hoy decimos también Teología) pero ninguna la supera”-

MI REPETIDA FELICITACIÓN NAVIDEÑA,
Podríamos felicitarnos así:

Solsticio de invierno en sol, asumimos,
y Cristo en la Historia, es Sol, esperanza,
saberes de Grecia y Roma asumidos
proclaman su Reino, y con Él, alianza.

Para el que fe en Él tiene
de flores bellas se pasce,
aunque su mal a si viene
vuelve a la paz, do renace

Escuchando de labios de la Madre de Dios una nana, mi villancico, ¡silencio!, os felicito.
Duerme...ríe... sueña
Duerme mi niño querido, duerme mi vida y mi bien.
Duerme mi Dios escondido, duerme a mi dulce vaivén.
Duerme mientras te canto, duerme en mis brazos bebé.
Duerme mientras te arrullo, duerme en portal de Belén.

Hoy, ante los momentos de espontaneidad paganizante, yo me pregunto:

Materialismo de frivolidad,
Tal vez la historia que sí lo ha fingido,
Sin esperanza mostrarse han querido
Sabios e histriones , ¿más de verdad?

---

FILÓSOFOS SIN DIOS, TARADOS, Y BUFONES FATUOS COMO SABIOS

Si por lo actual el pasado es vedado
y suplantamos algún bien, por mal,
nuestro adelanto es un bien suplantado
y el falso bien sería un lodazal.

“La ausencia de lo bueno es más soportable que su adulteración por lo que es distinto o peor, Es más lamentable la suplantación del bien que su mera ausencia”. (“Suplantaciones”, por Sánchez Cámara)
Filosofía es buscar la verdad,
hay muchos hoy que se creen ser muy sabios,
la rebelión es su notoriedad,
y se avergüenzan del “Bien”, ¿siendo sabios?

“Bajo el falaz argumento de la modernidad o actualidad, se pretende que todo lo nuevo es mejor que lo anterior”.
Es preferible que no haya lumbreras
a que tarados, así se lo crean,
pues siembran cardos en nuestras riberas
y la verdad tristemente varean.

“Es mejor que no exista un solo filósofo a que pasen por tales quienes no lo son”.
Solo hay un maestro que guía omnisciente,
otros sabihondos y contra el que Es, iletrados,
serán escoria que ensucia la mente
y ante ese Dios quedarán aterrados.

Dios es autor de las normas humanas,
con libertad yo podré reemplazar
lo que es verdad, por mentiras rayanas,
creer en mentira, es la hiel endulzar.

“Al dar el mismo nombre a cosas de diferente rango no solo se instaura una injusta igualdad sino que se suplanta una realidad por otra, se ejecuta una superchería”.
Reconocer como el “Bien” lo trivial,
idolatría es, y a sí, humillar,
es elegir basura a lo esencial,
es despreciar oro en un arenal.

“Son los suplantadores de la filosofía que dicen cultivarla cuando, deliberadamente o no, contribuyen a enterrarla”.
Y si progreso a todo esto lo llaman,
¿no es humillar al científico real
si a la basura cual ciencia proclaman
y la verdad la disfrazan de irreal?

“Incluso para los devotos del progreso, que suelen cambiar su pasión por él con un incongruente escepticismo sobre sus fines, se impone la evidencia de que las mejores mentes filosóficas del siglo XX defendieron una idea clásica y fuerte de la filosofía como saber radical de ultimidades. Husserl, Jaspers, Scheler, Heidegger, Ortega”
Una verdad incompleta, es mentira,
el que es un sabio es un trascendental,
lo que es la “Vida”, su ciencia lo admira,
y en su esperanza trasciende a inmortal.

Muchos así lo han vivido, verdad
han conseguido sembrando la paz,
otros rebeldes han sido, verdad
que al ser a medias, no puede dar paz.

“No se puede nombrar con la misma palabra a Van Gogh y a Rilke que a otros, cuyo nombre omito y dejo al lector su identificación, ya sean actores o cantantes, bufones o famosos sin fama”.
Nadie es perfecto, pero es necesario
siempre elegir el camino mas cierto,
pues toda ciencia y saber, secundario
es ante un mundo en tan bello concierto.

“Lo peor de las etapas de indigencia filosófica no es tanto la ausencia de verdadera filosofía, como los intentos, muchas veces triunfantes, de hacer pasar por filosofía lo que no lo es”.
Filosofía es, libar en la esencia,
y el pensamiento muy limpio elevar,
es proporción entre idea y existencia,
es la razón, en el Ser, elevar.

Sabiduría es feliz trascendencia,
saber y ciencia en sus causas primeras
fundamentar, y sentir complacencia
ante un Principio, evitando quimeras.

“Suplantaciones”. “Cualquiera de nuestras ciudades resiste y quiere superar la comparación con la Atenas de Pericles y la Florencia de los Médicis. La Academia de Platón renace en la madrileña del Cine. Solón legisla junto a la Plaza de Neptuno, Demóstones convence en la televisión y Tucídides brama contra la guerra en las páginas de los medios. Y uno, perplejo ante tan apabullante pléyade, se pregunta, tras la estela de Jardiel, ¿pero hubo alguna vez 11,000 intelectuales amantes limpiamente de la verdadera sabiduría?”

La Sabiduría es un espíritu que ama a los hombres,
pero no dejará impune los labios blasfemos,
pues Dios es testigo de sus interioridades,
vigilante veraz de su corazón,
y oidor de su lengua.
Porque el espíritu del Señor llena todo el orbe,
y él, que todo lo abarca, todo lo conoce. ( Sab.1, 7-8)

Es el saber muy sublime experiencia,
la mente siempre ha buscado el secreto
que Alguien oculta en la real existencia,
mas no es creación encontrar lo encubierto
Todo filósofo es, un pensamiento,
el que es científico, algo ha encontrado,
pero el hallazgo y el razonamiento
nunca es posible, sin Dios, que lo ha creado
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Vie Ene 02, 2015 8:17 am

por agustin sanchez diaz »
2-Enero-2015

El Papa Francisco nos ha recordado que Europa se ha convertido en mercantilista y se ha olvidado de sus valores simbólicos básicos en arte, cultura y de respeto al hombre en su libertad.

OTROS EPÍLOGOS

EL MAL DE LA APOSTASÍA QUE MANTIENE LA ESCLAVITUD
De una Articulo de A. Sayés en Alfa y Omega publicado hace años, pero que es de suma actualidad.

“Me llamó la atención la afirmación de Kiko Argúello sobre la apostasía de Europa. ¿Que ha ocurrido en la vieja Europa que fue la cuna del cristianismo? Sin duda alguna, los viejos principios de la ilustración se han ido imponiendo día a día: exclusividad del conocimiento empírico, búsqueda del paraíso en la tierra, deísmo, autonomía de la moral (ausencia de ley natural) y la no aceptación de otros mandatos que los establecidos por la vía del consenso democrático.
Ha dejado de existir prácticamente el ateísmo que lleva a la negación de Dios. La actitud es más bien, de agnosticismo.
Con Kant, ya no se puede conocer la verdad objetiva, el yo configura la realidad desde sí mismo: el subjetivismo... Wilson decía que él no conocía a nadie, entre los seguidores de Kant que se creyera lo de las categorías a priori, ¿entonces porqué el éxito de Kant? El éxito de Kant ha sido que el centro ya no es Dios, sino el hombre.
El cientifismo moderno no admite la posibilidad de un conocimiento transcendente como el de la filosofía o el de la fe. El caso es que cuando se afirma que solo lo empíricamente verificable tiene sentido, cometen una contradicción, pues dicha afirmación es metafísica y no empíricamente verificable. (Creer solo lo demostrable por la experiencia)
Otra característica es el relativismo moral y religioso, como si la conciencia fuera la fuente de lo moral y no el instrumento que Dios nos ha dado para buscar la verdad moral. También otro concepto es la libertad, olvidando que la libertad no es la que libra, sino la verdad buscada libremente.
No carece de importancia el fideísmo que es la doctrina que pretende vivir la fe sin integrar en ella la razón. Y la fe sin certezas no se comunica.
¿Por qué reprobamos lo que hizo el nazismo o el comunismo, como a los terroristas, cuando nosotros matamos más que ellos, eso, sí, democráticamente, cometiendo 45 millones de abortos al año? ¿Es por tener cada uno nuestra propia conciencia sin sólido fundamento que la avale? Cuando se vive sin una luz, al hombre no le queda ya otra opción que disfrutar del momento presente y no pensar, porque, de pensar, va a encontrar un incomodo e insoportable vacío interior. El hombre necesita una razón para amar, para vivir, para sufrir y para morir. Y, si no la tiene, enferma de angustia, que es la enfermedad de nuestra época.
En el posconcilio surgió la llamada Teología de la secularización aceptando postulados que minaban la identidad cristiana, como la crítica a la historicidad de los evangelios (Bultmann), y sublima de tal modo las realidades temporales que abandona a Dios en el olimpo del deismo.
Después del existencialismo y del marxismo, hoy la filosofía está más apagada que nunca y el vacío humano crece de día en día. En occidente ya no existe más luz que la luz del cristianismo. Por ello la solución está en reencontrar la identidad cristiana viviéndola en la sociedad democrática de hoy. La dignidad sagrada de la persona humana, base de la moral y de los derechos humanos, solo se puede fundamentar desde Dios. Tampoco a Cristo lo podemos dejar entre paréntesis, no solo porque la creación ha sido hecha en Él y para Él, sino porque sin Cristo, el hombre no puede nunca vencer el pecado y la muerte...El hombre necesita del amor de Dios en Cristo, para superar la decepción, la soledad, el fracaso, el pecado y la muerte.
Cristo es el único ideal a la altura del hombre. Y esta es una verdad para todos. Y ésta es una verdad que no podemos imponer, pero tampoco podemos callar en la sociedad y en la cultura de hoy”.



COLOQUIO DE JUVENTUD

El sabio es ignorante
como el filósofo desatinado
si es un dios petulante
de sí mismo adorado
sin someterse a un Dios increado.

Y es que al ser todos Adán, rebeldía, independencia, mezclado con los conocimientos de lo que Dios ha creado, o, que de una mente, don de Dios, renace, debe aceptar TODO HOMBRE el llamado culto, inculto o filósofo, no solo ciertos saberes, sino también la sabiduría, escuchando y gustando a Fray Luis de León.
El va, y en pos dichosas
le siguen sus ovejas, do las pace
con inmortales rosas,
con flor que siempre nace,
y cuanto más se goza más renace.

Pero al idolatrarse el hombre, se hace dios, cual metal, roca o madera, y arroja su espiritualidad como desperdicio, gran desatino, y su afectación insana contamina a las gentes.

Y los hombres le siguen,
la juventud solo su cuerpo adora,
lo espiritual persiguen,
solo existe, el ahora,
perdiendo a Dios que es, renovada aurora.

Y en su chalaneo de jerga, pierden un mayor sabor de las risas de este mundo, y buscando la felicidad otros le engañan hiriéndoles un ala que, les impide también volar para saborear de un más amplio paisaje, de aires más ricos, con la esperanza marchita y alicortada. Por ello, en lugar del Kempis les ofrecen, sobre todo, principalmente, meditar a Quevedo:

Madre yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado,
de continuo anda amarillo;
que, pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero es don dinero.

Y así el sabio intranscendente, tarado, roba la esperanza, y Jorge Manrique, medita:

Recuerde el alma dormida,
avive el sexo y despierte
contemplando
como pasa la vida
como viene la muerte
tan callando
Esto se desprecia, ¿pero quien parará su verdad? Cristo en la pradera es esperanza, divino ideal.

---

J.P. Sartre
Permitidme recordar de nuevo al filósofo existencialista, considerado ateo, que escribe del Nacimiento de Cristo.

El Corriere della Sera ha publicado recientemente fragmentos de un texto desconocido de Jean Paul Sartre, escrito en la Navidad de 1940 después de leer el Diario de un cura rural de Bernanos, cuando estaba prisionero de los alemanes, y que reproduce Alfa y Omega, La obra acaba de ser publicada en Italia por Christian Marinotti con el título de Bar-Jona o el Hijo del trueno, cuento de Navidad para cristianos no creyentes, La revista Ciudad Nueva, reproduce también, este texto de la citada obra de teatro que escribe J.P. Sastre y en la que él actuó de Rey Baltasar.

“Si fueseis como yo, que tengo los ojos cerrados..., pero escuchad: no tenéis más que cerrar los ojos para oírme y os diré como los veo dentro de mí: La Virgen está pálida, mira al Niño. Y lo que sería necesario pintar es su cara de un ansioso estupor que solamente una vez ha aparecido en su rostro humano; porque Cristo es su bebé, carne de su carne y fruto de su vientre”

“Le ha llevado en su seno nueve meses y le dará el pecho y su leche se convertirá en sangre de Dios. Lo estrecha entre sus brazos y le dice: ¡Pequeño mío! Pero en otros momentos, se queda como pensativa, y reflexiona. Es Dios y se siente invadida por una especie de temor religioso ante este Dios mudo, ante este terrible niño. Todas las madres se sienten en algún momento atraídas así por ese fragmento rebelde de su carne que es su niño, y se sienten como en el exilio ante esta nueva vida, que ha sido hecha con la suya, y que llenan de extraños pensamientos. Pero ningún niño ha sido jamás mas cruel y más rápidamente arrancado a una madre, porque él es Dios, y está por encima de todo lo que ella puede imaginar. Y es una prueba muy dura para una madre sentir vergüenza de sí misma y de su condición humana delante de su hijo”

"Hay también otros momentos, rápidos y difíciles, en los que siente, simultáneamente que el Cristo es su hijo, su pequeño, lo mira y piensa: Este Dios es hijo mío, esta carne divina es mi carne, está hecha de mí, tiene mis ojos, y esa forma de su boca es la forma de la mía, se me parece. Es Dios y me parece. Y ninguna mujer ha tenido la suerte de tener a su Dios para ella sola; un Dios crío al que se puede coger en brazos y cubrirlo de besos; y que vive, y que da vida. Y es en estos momentos cuando yo pintaría a María, si yo fuera pintor, y trataría de lograr la expresión de su audaz ternura y timidez con la que alarga sus dedos para tocar la dulce pequeña piel de este crió-Dios, cuyo pequeño peso cálido siente sobre sus rodillas mientras le sonríe."

"¿Y José? Me parece que sufre sin confesarlo, porque ve cuanto se parece a Dios la mujer a la que ama, y qué cerca está ya de Dios. Porque Dios ha estallado como una bomba en la intimidad de esta familia. José y María están separados para siempre por este incendio de luz, Y me imagino que toda la vida de José no será suficiente para aprender y aceptar."
---
Dice Julián Marías. “Me preocupan hasta qué punto se hacen, por motivos triviales, intentos de destrucción de lo que es consustancial con la estructura de la misma vida humana, sin advertirlo, simplemente cerrando los ojos a lo que con ellos abiertos es absolutamente evidente”
“La fe es la sustancia de las cosas que se esperan, el argumento de las que no aparecen”
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Sab Ene 10, 2015 6:58 am

HOY, ANTE EL IMPACTO UNIVERSAL TERROTISTA
Cristo es el Único Camino, ES LA VERDAD DE DIOS. ES LA PARTÍCULA DIVINA ENTRE NOSOTROS QUE NOS ELEVA A LA MISMA DIVINIDAD.

La Palabra de Dios y la Historia de la humanidad.
Que cada uno interprete esta profecía como quiera, o se burle de ella, pero Dios no solo es infinita misericordia para el que le invoca sino infinita justicia para todos.

Isaías 1, LA CIUDAD INFIEL.
“¡Como se ha vuelto ramera la Villa Fiel! Antes, llena de derecho, morada de Justicia; ahora de críminales. Tu plata se ha vuelto escoria, tu vino está aguado, tus jefes son bandidos, socios de ladrones, todos amigos de sobornos. No defienden al huérfano no se encargan de la causa de la viuda. Pues bien, oráculo del Señor Todo Poderoso, el Paladín de Israel: tomaré venganza de mis enemigos. Me desquitaré de mis adversarios- Volveré mi mano contra ti: para limpiarte de escoria en el crisol y eliminar todos tus derechos; te daré jueces como los antiguos, consejeros como los de antaño: entonces te llamarás Ciudad Justa, Villa Fiel. Sión será redimida con el derecho, los repatriados con la justicia. Vendrá la ruina para rebeldes y pecadores juntos, los que abandonan al Señor perecerán”
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