El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Espiritualidad (Vida y escritos de Santos) Se publicarán vidas y obras de santos para el diálogo y sobre todo para el aprendizaje espiritual en nuestro camino a la santidad. Leemos las Sagradas Escrituras a través de los santos, contamos con la santidad de estos hombres como autoridad. ¡Qué poco que se leen las obras de los santos! Este foro será una gran oportunidad para estimular la lectura de los escritos de los hombres más grandes que han vivido en este destierro

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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Sab Feb 28, 2015 2:26 pm

NOS HAS HECHO POCO MENOS QUE UN DIOS.
28-2-2015

Ante la perfección complicadísima de cualquiera de los elementos componentes de todo el Cosmos, y fijándonos solo en los más cercanos de nuestra tierra, el hombre hecho a imagen de Dios, la creatura más inteligente entre todo animal también dotado con alma, vida y reflejos para su procreación y acomodación a sus necesidades alimentarias y familias organizadas, donde nos sorprende, sobre todo, el amor y vigilancia a sus hijos- crías, con un grado de gran protección inteligente. Y dejando este mundo maravilloso puramente animal, es solo el hombre, también animal, el que va descubriendo, poco a poco los secretos de la Sabiduría Creadora en todo el Cosmos, Sabiduría infinita absolutamente necesaria porque por azar sería imposible tan perfecto orden en las combinaciones millonarias tan detalladas y complicadas como puede ser el simple misterio de una planta, que de sus raíces, tallo, hojas y flores aparezca el fruto, Preguntándonos siempre sin respuesta : ¿Quién fue primero, el fruto…. ? ¿Qué Sabiduría puso en el fruto esa maravilla de su reproducción? ¿El azar? ¿Eso es científico y razonable por no querer admitir una Sabiduría Sublime?
El hombre, desde sus balbuceos viene buscando explicaciones a esa interrogante, creyendo en su inmortalidad, y cada uno, sin tener aún la Revelación, quería saber de donde procedía tanta belleza y orden sublimes, recurriendo a los fenómenos naturales o a esa divinidad con ídolos ( buscando a DIOS) porque no se podía dar a sí mismo razones de tanta maravilla y sentida inmortalidad.

Ante esto yo medito el Salmo 7: “Señor, Dios nuestro, ¡qué ilustre es tu Nombre en toda la tierra! Quiero servir a tu majestad celeste con la boca de chiquillos y criaturas. Has cimentado un baluarte frente a tus adversarios para reprimir al adversario y al rebelde. Cuando contemplo tu cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has dispuesto, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el hijo de Adán para que te ocupes de él? Lo has hecho poco menos que un dios, de gloria y esplendor lo has coronado, le has dado poder sobre las obras de tus manos; todo lo has sometido bajo sus pies: ovejas y toros en masa, también las bestias salvajes, las aves del aire, los peces del mar que trazan sendas por los mares. Señor, dueño nuestro, ¡qué ilustre es tu Nombre en toda la tierra!”.

Aquí, el poder de los adversarios y rebeldes, (siempre queremos ser un Adán repetido, suplantando a Dios), se desbarata a los pies del alcázar divino porque todo nos habla de Dios, y el júbilo infantil, no pueril del salmo, es lenguaje adecuado para alabar a tan Gran Hacedor. “Si no os hicieseis como niños no podréis entrar en el reino de los cielos”.
El ser humano es casi un dios, y tras la venida del Verbo es Dios unido a Jesucristo, su Cuerpo Divino ante el Padre. ¡QUE SEAN UNO EN MÍ!
Y por ello donde quiera se encuentre un ser humano es un recuerdo mimado por Dios, y a todo hombre comprende este Salmo porque Dios es tutor de la dignidad humana y nuestra grandeza divina, se crea o no se crea en Él o que le dejemos nosotros morir de hambre, y así con la rebeldía de Adán y nuestra rebeldía aún contra los hombres, nos hemos convertido en desterrados hijos de Eva gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, siendo nuestra vida como todo: Una primavera, un verano, un otoño y un salpicado doloroso invierno.
Y Dios nos envía a su propio Hijo para enseñarnos, dejándonos siempre en libertad, el camino del REINO SOBRENATURAL DE DIOS. ¡Pero cuantos falsos sabios se empeñan en sacarnos de ese CAMINO! En esto ignoran “lo esencial de sus vida”.
¡Gracias Señor porque eres tan Santo que has dejado el cielo y la tierra llenos de tu Gloria! Bendito el que viene en nombre del Señor. Pero como entonces “vino a los suyos y los suyos no lo acogieron, pero a los que lo acogieron los hizo de ser hijos de Dios” y por ello tenemos el corazón elevado al Señor porque es digno y necesario.
Y notemos que Juan de la Cruz habla del matrimonio espiritual que se llega a esta máxima altura en esta vida terrena, pero EL PLENO REINO DE DIOS, nuestra unión en Cristo-Dios-Trinidad está más allá, y allí es fusión en la vida Trinitaria, ampliando nosotros en Cristo la familia de las Tres Divinas personas. Que sean uno en mí para que se complete mi Redención en la unidad.
Gracias Jesús porque te hiciste Partícula de Dios entre los hombres, uno de nosotros para formar entre Tú y todos nosotros tu Cuerpo, tu Iglesia que bajo el Papa Francisco se dirige a tu Reino Celestial-sobrenatural. ¡¡¡Qué hermosa es la Fe fundamentada en la Palabra de Dios!!! Sintamos lástima y pena por los que no le reciben.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Sab Mar 28, 2015 3:50 am

PUBLICADO POR CAPÍTULOS EN CATHOLIC.NET
En Foros de Discusión

28-3-2015

AGUSTÍN SÁNCHEZ DIAZ

Ex Párroco de la Estación de Guadix, secularizado.
En el 87 aniversario, (17 de Marzo), de mi sublime Consagración Sacerdotal.
Testimonio eclesial íntimo en mi ocaso terrenaL, ante mi Iglesia en mi Obispo- Sucesor de los Apóstoles-Málaga
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REPETIDO ANTE LA SEMANA SANTA DE 2015 DONDE SOBRE EL FANTASTICO EXPECTÁCULO ARTITICO, EN UNA GRAN MAYORÍA PREVALECE LA “FE VERDADERA”

LA EUCARISTÍA SACRAMENTO PENITENCIAL,CENTRO REAL DE LA PRESENCIA DE CRISTO.

Breve síntesis

LA EUCARISTÍA SACRAMENTO PENITENCIAL para intentar conseguir escalar ese Camino Espiritual que nos describen los místicos como Juan de la Cruz, (por mí comentado también en Catholic.net), hasta llegar o admirar el matrimonio espiritual entre Cristo y el alma

UN OASIS INTERIOR EN MI DESIERTO
El perdón de los pecados ante Dios, ¿Tema para el siguiente Concilio?
La Eucaristía Sacramento Penitencial, aún aceptada hoy y siempre plenamente por mí la ley revelada, canónica y litúrgica de la Iglesia de su poder sobre la Confesión. Pero la Eucaristía, y es un sentimiento personal, en sí, ¿no es más aún que una absolución colectiva que mi Santa Madre la Iglesia admite?
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El “Memorial” o Santo Sacrificio Eucarístico es el compendio y la realidad diaria de la venida de Dios en Jesús, “los pasos de Yahvé Dios” para proseguir, hoy, la búsqueda del hombre. “La palabra que oís no es mía, sino del Padre, que me ha enviado”. Y así, este Memorial es también de un modo personal y cercano el dialogo de amistad del Padre y del Espíritu Santo con el hombre, porque “yo estoy en el Padre y el Padre en mí”. Habiendo unicidad de naturaleza divina en las tres Personas, y por ello la Evangelización es conversación de un solo Dios en su voz ministerial. “Dios bajó y llamó a Adán (y baja hoy en Cristo Sacerdocio) diciéndole: ¿Donde estás?” “y que nos llegue, según el salmista, tu misericordia, Señor, tu salvación, según tu promesa”, de la que ya nosotros podemos gozar porque con Cristo llegó su misericordia y su salvación para todos los que libremente quieran seguirle.
La Eucaristía es Sacramento de unidad porque es comenzada simbiosis de la vida Trinitaria: “Yo en ellos, tú en mi, para que sea consumada la unidad”.
Este Memorial lo es también de la Encarnación: “Oh, venerada dignidad del Sacerdote, en cuyas manos el Hijo de Dios como en el seno de María se encarna”, dice San Agustín.
Aquí, ya, cada día se hace pan para que se realice en cada uno de nosotros una mística encarnación, real y nueva unión con tan divino alimento de su real presencia, y aunque de modo distinto al de su encarnación en el seno de María, es el mismo cuerpo asumido por la segunda Persona de la Trinidad, Dios, que al haberlo recibido de María, también presta ella en la comunión ese Cuerpo ya glorificado. Cristo ha querido, en tan divino banquete, que la Madre esté presente dándonos alimento espiritual con el Cuerpo de Cristo resucitado que es humanidad recibida de María. Y no solo somos de Cristo, sino somos Cristo, como dice San Agustín. Y así somos hijos de María como dijo Jesús en su Cruz: mujer ahí tienes a tu hijo, y a Juan, hijo: ahí tienes tu madre. No solo hijo de la Comunidad eclesial sino en la individual espiritual de cada uno.
El Memorial, es además, la plenitud de su muerte en la Cruz con sentido penitencial, porque el hombre en su historia, queriendo ser como Dios, desprecia y aún da muerte no solo a los criados: Profetas e Iglesia, sino al mismo Hijo enviado del Padre, consiguiendo contradictoriamente con ello, satisfacer así por nosotros, devolviéndonos con su muerte, (que es la mayor tragedia humana porque es Dios quien está en la Cruz), no la ira de Dios sino la amistad con el Padre. Siendo así este Memorial un “misterio” del Enviado por amor. “Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros”.
“Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen”. ¡Y sigue perseguido!
Es en consecuencia este Memorial el Sacramento constante de la búsqueda del hombre por Dios para el perdón, con la actuación personal de Cristo Pontífice con el que colabora su Sacerdote y el Pueblo, siendo así “todos” ante el Padre, “uno en él”, su Cuerpo, su Asamblea, su Iglesia, compendio de la unión creativa y redentora. Todo fue creado y redimido en Él.
Es este Sacramento así el compendio de todo el amor creativo y de la Mesianidad.
También el Bautismo, - que como todo Sacramento toma gracias concretas del Sacramento de la Redención, es el Sacramento perenne y real de aquel perdón como anticipada resurrección. “El bautismo, dice Pedro, también a vosotros os salva...que es prenda de buena conciencia para con Dios mediante la resurrección de Jesucristo”. (I Pt. 3,21).
“Creo en un solo bautismo para el perdón de los pecados”.
El bautismo es la arquitectura primorosa vivencial de un templo íntimo para cada hombre, como habitáculo personal de Dios creador y redentor. Pero el Sacramento de la Redención -Eucaristía- es el árbol de todo Bien, todos los demás Sacramentos son sus ramas con las que Dios la adorna y enriquece.
Dios nos perdonó a todos nuestra rebeldía en la Cruz, (hoy real Memorial Sacramental) y ahora por el bautismo como base esencial, y con el poder de la Iglesia del perdón de los pecados posteriores, hace Cristo “actual” aquel dialogo personal de perdón. Vino a buscar la oveja perdida.
¿Pero, en la repetición Sacramental de la redención y resurrección, verdadero sacrificio aunque aquí incruento, “él bautizará en el Espíritu Santo”, (Mt. 3. 11) y os dará de lo mío, no hace con su presencia divina que este Memorial sea en sí la fuente, razón y real comunión de su amistad en la plenitud de los tiempos? Sería negar su propia esencia, porque el Padre lo envía para que esté siempre con nosotros, Vendremos a él y habitaremos en él (Jn. 14-23)
Todo cristiano, de una forma aparentemente simple y según interés, puede recorrer en este “Memorial” cuanto Santa Teresa o S. Juan de la Cruz exponen como místicos o especialistas elevadísimos en el “camino espiritual”. Y aunque así recorrido no esté al alcance de todos, tu venida diaria, Señor, Tú y yo en amoroso encuentro, es tan simple y al alcance de tu pueblo, que en él, si quiero, en tí y por tí, puedo llegar a participar sin límites de la misma Vida Divina del Padre, porque el amor, elevado a Sacramento Eucarístico, no sería realmente amor, tu búsqueda diaria del hombre, si no es aquí tu abrazo ansiado de reconciliación. Nuestro encuentro en la Eucaristía es la esencia de tu venida anunciada por tus Profetas y mantenida por tu Iglesia, donde el hombre puede alcanzar elevar su vida, con plenitud, en Dios.
La Misa es tu institución Sacramental donde siempre brota “tu nuevo mandamiento”: que os améis como yo os he amado.
Sacramento de amistad, Sacramento básico de perdón donde el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo cada día repiten su venida para anticiparnos fuentes sobrenaturales de su Reino eterno además de cuanto ha puesto a nuestro alcance de bienes y goces materiales, y aunque nos quedan para descubrir evolucionando cada día más en estos misterios ocultos, Dios espera sigamos encontrándolos, no solo en el cosmos sino en nuestros mares, plantas y minerales y en el porqué de los mecanicismos vitales de nuestro cuerpo complicadísimo en entrelaces moleculares y donde cada órgano aún encierra maravillas no descubiertas y sin los antídotos propios necesarios.

I- Es profundo y en ciertas circunstancias inexplicable el respeto de Dios hacia nuestra libertad, el silencio de Dios, porque así libremente o, nos alejamos de él o, libremente volvemos a su Casa. Pero para los que rezamos el Credo, compendio de nuestra fe, al decir: “Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra”, estamos aceptando que el primer mensaje de Dios escrito en las galaxias, en nuestras montañas, en los mares, en las plantas y en los animales, es para que el hombre, cúspide de la obra del Hacedor, siga reconociendo universalmente lo que el Libro de la Sabiduría nos dice: “El me dio el verdadero conocimiento de las cosas, para conocer la constitución del universo y las propiedades de los elementos” (Sab.7,17) “Por la grandeza y hermosura de las criaturas, se deja ver, por analogía, su Hacedor” (Sab.13,5). “Para nosotros no hay más que un Dios Padre, de quien todo procede”. (1 Cor.8, 9)” Por la fe conocemos que los mundos han sido dispuestos por la palabra de Dios” (Heb. 11,3)
Por ello, y aún ante tantos avances de la ciencia o sus teorías, ninguna de ellas podrá negar, que de una u otra forma, alguien fue el hacedor que nos dejó bien visible su mensaje, y por ello Juan de la Cruz dice: Viendo “en todas las criaturas un rastro del paso de Dios por el cual se rastrea su grandeza”. Y es propio de la ciencia ir descubriendo el cómo, aunque a veces los científicos no quieran admitir la Sabiduría de la que procede el complicadísimo ordenamiento del Cosmos y la vida.
Pero sin hacernos silencios, en la Casa del Padre en nuestro diario vivir, imitando a Dios, ni no encontraremos a nosotros mismos, ni a Dios, ni a la verdadera libertad. La selva de ruidos impide la claridad.
En este mundo cósmico “La felicidad se encuentra en la capacidad de cada uno de buscar los momentos de reflexión” “La razón por la cual no tenemos ratos de silencio en estas vidas programadas, tiene que ver con la necesidad de los políticos y de los poderes en general, de que la gente no tenga tiempo para pensar, sumergiéndolos en ocupaciones que ellos creen importantes. Es un truco de esta sociedad consumista. La sociedad actual necesita la prisa, el ruido es necesario para mantenerla. Si la gente se pusiera a pensar, a meditar, posiblemente muchos renegarían de su vida y de su trabajo. Y es que el silencio, definitivamente, nos acerca a las verdades últimas de la vida” (Juan Manuel de Prada).
Y así también lo expresa R. Pastor: “La soledad del individuo en particular - de suyo tan fecunda en resultados - es un lujo extraordinario”.
Dios nos hizo su semejanza limitada: “inteligentes, libres y, amor sosegado”.
Por ello, “El que quiera que me siga”. (Y desde el origen del mundo, fuese este como fuese, lo organizase Dios como solo su Sabiduría y poder infinitos pueden hacerlo. aún ante Dios, somos libres). Dios no nos determina, nos acompaña y si queremos nos ayuda en nuestro mutuo insonoro afecto. “Me levantaré e iré a la casa de mi padre”, dice nostálgico y arrepentido, en su destierro, el hijo pródigo.
¡Qué alegría, vamos a la casa del Señor!, cantamos muchos hoy
Y porque queremos abandonar las bellotas y los cerdos: Noche oscura, desamor, alejamiento ruidoso, el alma como el hijo pródigo en su intimidad, puede repetir siempre con Juan de la Cruz:
En una noche oscura...salí sin ser notada.
¿Acaso en este primer paso, en nuestra oscura intimidad, cualquier cristiano no canta cada semana con Juan de la Cruz: “la dichosa suerte y ventura que tuvo en salir...” hacia la morada de silencio sonoro del Padre, por Cristo “camino”en la Eucaristía?
¿No es un esfuerzo constante como Cristo exige en sus parábolas, un velar y no dormir, que cada semana nos levantemos “vigilantes” (setenta veces siete) para subir a la Casa del Padre encendidas las lámparas de la fe y la esperanza?
A Jerusalén suben las tribus, las tribus del Señor.
¿Y solo subimos para oír? ¿Y el Padre no nos abraza? ¿Y el Espíritu no nos santifica? ¿No estamos en la renovación real y verdadera de su perdón y abrazo de amistad para reconocernos como hijos y herederos? ¿Este rito Sacramental no es más que una ceremonia solo externamente testimonial? ¿Este rito Sacramental no es más que una ceremonia solo externamente testimonial? ¿No es una plenitud bautismal donde el Padre viene con el Hijo que redime y con el Espíritu Santo que nos da la Gracia?
(Proseguirá)
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Abr 02, 2015 5:49 am

2-4-2015

II- A la llegada a la Casa, cansados de miserias espirituales y materiales y, también con nuestra grandeza de ser “semejanza, vida e inteligencia inmortal de Dios”, procedemos no como nuestro símbolo Adán, ya que decimos humildemente al Padre: “He pecado contra ti”
Padre, ten piedad. Cristo, ten piedad. Espíritu Santo, ten piedad.
Yo pecador me confieso...que he pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión...por mi culpa, ruego a santa María, a los Ángeles, a los Santos y a todos mis hermanos...intercedan por mí. ¿No es esto un acto de arrepentimiento y Conversión Sacramental personal, que es la esencia institucional y fin del Sacramento de la Redención y ante el Sacerdote “actuante en persona de Cristo” (Pio XI), poder también judicial de Cristo?
Ante nuestra confesión, llegados a la Casa del Padre con nuestra fe plena, sólo falta ya la
respuesta: el abrazo paternal y filial de las tres Divinas Personas, ya que esperaban y deseaban ardientemente nuestro regreso, y, el Hijo lo festeja con el banquete eucarístico con pan divino Trinitario. Cenamos con el mismo Dios.
¿Es el “Hijo pródigo” nuestra subida cada semana a la Casa del Padre una parábola, aquí sin esta esencial transcendencia de encuentro, dialogo y amistad en la sacramentalidad del perdón y purificación por el Amor?
¿El mundo cristiano no necesita un fuerte aldabonazo de apertura en su conciencia, ante la presencia real de Cristo en la Eucaristía para frenar el rechazo a la anticultura espiritual de un Dios lejano, cada día más determinante como un Cristo solo estructurado y legalista, aún en el Sacramento de los Sacramentos?
“Cuando aún estaba lejos, viole el padre, y, compadecido, corrió a él y se arrojó a su cuello y lo cubrió de besos.
Porque como dice Cabodevilla: “mientras el arrepentimiento anda a su lento paso, la misericordia corre, vuela, precipita las etapas, anticipa el perdón, manda delante, como un heraldo, la alegría”.¿Lo palpamos así?
¡Qué alegría, vamos a la casa del Señor!
Y así el Sacerdote, Vicario de Cristo, Palabra de Dios en el Sacramento de la fe, elevando su oración a Dios nos dice: “Dios tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna”. ¿Y el amoroso recibimiento del Señor está lejano de su gozo, de su felicidad y de la nuestra al perdonarnos y sentirnos perdonados en su abrazo? ¿O, aquí Dios no perdona?
¿Y no es conveniente que esa súplica del Sacerdote sea considerada (¿acaso no lo es ante Dios?) como una absolución de perdón haciendo realidad y verdad ese abrazo tan deseado por el Padre? ¿Incoherencia estructural?
¿Porque, esta participación con nuestra presencia voluntaria en el Sacramento del amor de nada nos sirve, resultando que la ley suspende y condiciona ¿o no? momentáneamente, la plena misericordia del Padre en el “Gran Sacramento penitencial de abrazo de la unidad” para cuantos allí presentes reiteramos en Cuerpo de Cristo y ante el Padre, mil veces perdón? ¿Y si participo de la Cena organizada por el Padre porque su hijo “se había perdido y ha sido hallado”, y no me confieso después, ley de la Iglesia aceptada, esto es un sacrilegio y Dios me retira después su amor y rompe Él, la unión? ¿Intrusión de una ley entre la misericordia de Dios y la intimidad del hombre? (Con toda humildad, ¿no me es permitido hacer esta piadosa consideración?) ¡Padre, perdónalos! ¿Perdónalos porque yo he cargado con su pecado, y ellos están en mí? ¿No establecemos, a veces, la mayor inestabilidad e inseguridad nada menos que en el Sacramento de la comunión de las relaciones amistosas entre Dios y nosotros tan deseada desde la ruptura original?
¿Acaso el Padre del hijo pródigo no superó los legalismos del hermano mayor que le habrían impedido abrazar al hijo que vuelve, siendo cada uno de nosotros parte del cuerpo de Aquel Hijo que vuelve al Padre cargado con nuestras miserias en la Cruz de las que se hizo responsable, y nos
hace uno en El y nos presenta en El con una súplica de perdón? ¿En su Cena y Cruz, si asisto con amor, el Padre no perdona ni a su propio Hijo en mí y que repite aquí: “Padre perdónalos?
¿A su amor más que de madre, lo regulamos por leyes estando él presente? En Jesús Eucaristía soy pródigo llagado que vuelvo al Padre en Cuerpo de Cristo.
¡Padre perdónalos y confírmales tu perdón con la palabra sagrada de absolución que tiene mi Sacerdote que ahí soy yo visible rodeado de mis amigos, mi Cuerpo, los (¿pocos?) que creen en mi palabra! ¿Además de ser pocos, una ley les impide mi “tomad y comed todos de este pan? “Dióles poder de ser hijos de Dios a aquellos que creen (se hacen uno con amor) en su nombre”.
“Pronto, traed la túnica más rica y vestídsela, poned un anillo en su mano”. Están en mi Hijo, son mi Hijo.
III- Por ello el Padre nos recibe y con ansias de dialogo con su hijo hallado nos habla con su Verbo. Es la Palabra de Dios que nos inunda de su luz: “esta es la luz verdadera que ilumina a todo hombre”.
Y como los discípulos de Emaús, en su noche-alejamiento, sentimos, de una u otra forma en lo más profundo de nuestra torpeza, (en una aplicación muy personal) con Juan de la Cruz:
En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa
sin otra luz y guía
sino la luz que en el corazón ardía.
Porque aquella voz, como al partir el pan, me repite también en su “Memorial”: “Vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”.
Y…su palabra “me guiaba / más cierta que la luz del medio día”
¿Pero de nada sirve porque su Palabra que en el corazón arde, que al corazón anima y ya es gracia que presupone “limpieza” en el mayor acto Sacramental, es menos que una ley inferior al amor infinito del Padre? ¿La ley hace incompleta, para el creyente, en el Sacramento del encuentro, la más bella y significativa parábola del hijo que en Él vuelve a Dios revestido de Cristo?

- IV -
Dejada nuestra carga de impurezas (noche-desamor) y queriendo agradecer a Dios la purificación que su “palabra” nos asegura: “estáis limpios por la palabra que os he hablado”, “ si no te lavo, (ahora) no tienes parte conmigo”, y bañados en sus aguas-palabra, perfumados y revestidos ya de su propio Hijo en su Cuerpo, presurosos le “ofrecemos” un regalo, lo que tenemos: pan y vino, (luces de gracias y sombras de nuestras miserias), símbolo de nuestra vida y naturaleza humana con el deseo de que en su Sacramento de reconciliación nos los cambie, unidos a Él mismo en dones sobrenaturales de su inmortal resurrección.
¿Pero un Padre que tiene hambre y sed del hijo no va a recibir un obsequio de este que vuelve revestido de su Cristo, si no le precede otra sentencia además de la propia y previa confesión para el lavatorio del alma, como en su Cena, y ante la autoridad judicial de su Iglesia que es Él en su Sacerdocio visible en el Memorial de su Redención?
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Lun Abr 13, 2015 7:32 am

13-4-2015

- V -
Y es tanta nuestra satisfacción, purificados por su palabra en este Sacramento de los Sacramentos, que no queremos estar solos en el agradecimiento, y nos unimos, volvemos como los de Emaús a todos los ángeles y creyentes de todos los tiempos, resonando por los espacios del Cosmos y cielo nuestro canto:
Santo, Santo, Santo, es el Señor, Dios del universo, llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
¿Pero de nada nos sirve tan general y universal alabanza porque en Dios no hay misericordia ante el clamor liderado por su propio Hijo, cabeza de su Cuerpo, precisamente en el Sacramento de penitencia de él por mí para que tengamos la amistad de Dios, haciendo así imposible el perdón definitivo del pecado junto al mismo Cristo?
¿O, dejamos vacío y sin este sentido de redención la conmemoración de su Cena y Cruz, donde El, hoy también está presente con necesaria presencia Trinitaria?

-VI -
Y Cristo resucitado, queriendo estar aún con su Cuerpo entre nosotros, ante nuestra reverencia y expectación, desciende hoy de la derecha del Padre y entra en la Asamblea como ante Tomás, quedando oculto, pero visible a mi fe tras una túnica blanca como el pan y una púrpura como de rojo vino.
Porque para conseguir la unión con cada uno de sus invitados a la Cena, ha convertido al pan en su Cuerpo y al vino en su Sangre para el abrazo paterno, signo visible de su comunicación - comunión - con el hombre.
Y así el Verbo habita en nosotros, y se hace unidad de nuevo con el hombre para seguir suplicando al Padre durante nuestro caminar, esperando el día del gozo de nuestra resurrección partiendo ya el pan en la eternidad.
“¡Este pan es mi cuerpo, tomad y comed”! Es, alimento de transcendencia durante el camino.
Pero tan fantástico acontecimiento, renovada mística Encarnación, panidivinificación de Dios, amasando con su Vida y mi harina (yo ofrenda) un pan de plena vida, ¿de nada me sirve si no me someto antes a un tribunal además de a este Sacramento que comienza por un acto penitencial que es una renovación bautismal, ya consciente, donde él, como en ningún otro Sacramento se hace presencia en mi ofrenda - yo?
Él y yo revestidos con la misma túnica. ¡”Uno” en el pan! Y en ese abrazo, ¿Cristo no me perdona?
¿Y cómo se hace uno en mi pan, mi símbolo? ¿Y ni siquiera a mí me abraza? Jesús desea ardientemente que se haga realidad: “Yo en ellos, Tú en mí, para que sea consumada la unidad”.
El amor como en nosotros, y en Dios en grado infinito, sobrepasa las estructuras humanas, lo contrario no es Amor. ¿Yo como padre, necesito un juez para perdonar y olvidar las ofensas de mi hijo?
Un padre, y sobre todo Dios, para dar el pan que es él y algo mío que él acepta en un Sacramento, ¿necesita además otra ley? ¿Es Cristo en su mensaje un entramado de leyes, o de amor?
Su “Memorial” en nuestro altar, es el acto que sobrecoge a los mismos Ángeles. Es el acto redentor en Jerusalén y su Cena, y por ello, ¿Cristo no purifica con su palabra, presencia y sangre a los que están allí presentes, completando aun con nuestro sufrimiento, en este valle de lágrimas, lo que falta a su pasión, gimiendo junto a su Cruz y pidiendo clavados en la nuestra como el buen ladrón, su misericordia?
Creo que sólo el que no quiera asistir, es decir, volver del desamor, o no lo pida, o no lo sienta, no alcanzará la promesa de Cristo siempre hoy. Como en su Cena y Cruz: Judas y el otro ladrón.
Y cada uno en esto queda ante su Dios. Pero entre ley y amor, aunque baste el temor en la confesión, siempre es más perfecto el amor. Aún es así entre los hombres que con una satisfacción solo amistosa, se perdonan. ¿El AMOR entre nosotros exige siempre un juicio? ¿No podríamos decir que es como su esencial contradicción? “Una sola nueva ley os doy, que os améis como yo os he amado”. Un acto de amor, sin duda alguna, es una conversión hacia Dios y los hermanos. Yo pecador me con-vierto a Dios...Ruego a mis hermanos...Mi paz te doy.
¿Acaso el que se confiesa personalmente cumple para el perdón más requisitos íntimos, amplios y profundos, estando aquí en vivencia personal con Cristo y la Trinidad, y ante su Sacerdote, Ministro del perdón, reconociendo aún públicamente “nuestra culpa” en el “Sacramento Institucional de redención del pecado”?

- VII -
Por otro lado quedo sorprendido ante una ley, que los administradores como en aquella parábola, pudiendo rebajar las deudas con su Señor (astucia alabada por Cristo) sirva aquí para multiplicar por miríadas las ofensas contra Dios por no asistir cada semana al acto redentor, (tal vez, dada nuestra apatía la ley era necesaria), pero que es y debe de hacerse ver como un acto penitencial que culmina en un íntimo abrazo de perdón, (el hijo que libremente vuelve) y no una legal coacción que multiplica los pecados para que a Cristo le resulte más pesada su Cruz. “El que quiera que me siga”
¿Que será menor el número de asistentes...? pues pocos de sus discípulos asistieron a su muerte al pie de Cruz. Y además, ¿compensa ese mayor número ante la gravedad de un solo pecado grave, de millones de pecados graves? ¿Por qué a Cristo lo legalizamos más y más con nuestras estructuras, obligándole a cargar con más peso en su Cruz en lugar de intentar ser su Cirineo? ¿No debemos intentar hacer más fácil la salvación basándola en el Amor, todo amor es Dios, que es más exigente que la ley y más conforme a la esencia de Dios que aquí se hace nada menos que Sacramento amoroso? Además, ¿el que cree en Cristo, y de algún modo le ama, no se salva; como el que no cree de buena voluntad y ama a sus hermanos; como el que usa otro lenguaje - su cultura religiosa- buscando a Dios en dioses para hablar y relacionarse con el único Absoluto que es el único Dios, tampoco se salva? ¿Judíos, cristianos y mahometanos, no adoramos al mismo Dios? ¿Por qué no nos damos ya la paz? ¿Cómo juzgará Dios a los que precedieron a Cristo y a los que después siguen “de buena voluntad” adorando a un Absoluto Ser Supremo que representan de mil formas y diversas estructuras religiosas? Y aunque Cristo es muy exigente para que se crea en él porque es la única Verdad ya completa, ¿como será juzgado cada hombre ante la Santísima Trinidad?

- VIII -
Y, subiendo el camino, creemos formar ya “por él, con él y en él” un uno, como él pedía al Padre. Yo en él y él en mí mutuamente Cirineos. Y ante esa unidad, él y nosotros, nadando nosotros contra corriente, el libre desamor, (todos somos hoy Adán), nos sentimos empujados a revelarnos contra Dios, pero proclamamos la más bella expresión de paz, gozo y unión en este nuestro destierro y valle de lágrimas: su oración; y por ello, no sólo los cristianos sino toda la humanidad con él y en él, todo fue creado y redimido en él, como si fuésemos él, siendo él, y en una sola Cruz y voz, en la de El y en la nuestra, también con María y con todos los santos en nuestros labios, los cristianos en nombre de todo el universo, decimos: Padre nuestro. Porque él entre nosotros es nuestro hermano, y nosotros, todo hombre en él (aunque no crean en él o no vayan a su Templo) somos de él, y el que quiera libremente además sacramentalmente puede participar ya aquí por adopción de su naturaleza divina como él participa de la nuestra. Es su oferta eucarística. Al decir Padre nuestro, somos todo el mundo.
Por razones de común naturaleza somos más inicialmente hermanos por aquella naturaleza que por razones de filiación maternal o de bautismo. Dios nos ve con su Amor creativo universal, aún antes que con nuestras estructuras eclesiales y sacramentales. ¿Toda la creación no es el más suntuoso Templo adornado de flores y de brillantes estrellas habitado por el Padre? Todo lo bueno en las religiones, todo amor en el hombre y seres vivos, toda la belleza de las flores y frutos, son Cristo oculto en nuestro destierro, que nos pide la fe, y por ello debemos, tenemos la obligación de evangelizar para que todos lleguen a conocer esta Revelación: que todos vamos al Padre a través de Cristo.
A quien vestimos y visten, a quien damos o dan de comer es el Cristo desconocido
¿Pero, aquí en su Cena, de nada me sirve tan magnifica unidad, no en el cumplimiento de un código de leyes, sino en su amor paterno creativo y redentor? ¿Yo presto mi ofrenda, entrega y unidad, Dios la acepta y no me da su amor al que preceda su perdón?
¿Qué ley puede impedir en la Eucaristía que siendo yo, mi pan-símbolo, uno en ese pan con el Hijo, no sea el Padre, uno en mí?
¿Debemos privar a Cristo y a nosotros de este consuelo y triunfo? ¿No será aún más amplio el número de adoradores de Dios que lo que nos presentan unas estadísticas humanas? En nuestras múltiples relaciones amorosas en todo lo humano, ¿necesitamos para la amistad estar inscritos previamente en unas estadísticas? ¿Y en Dios, el Absoluto que es misterio de infinita amistad y comprensión, sí? ¿No hay algo más anterior y más universal en Dios Padre que su Iglesia institucional, aunque sea esta ya, el nuevo camino ardientemente querido por Cristo?


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agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Vie May 01, 2015 3:19 am

1-5-2015
La Eucaristía, SACRAMENTO DE COMUNIÓN Y PAZ. Es el Esposo, como en Juan de la C., abrazándose a la Esposa.

- IX -
“Los cuatro vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron delante del Cordero, teniendo cada uno su cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de todos los santos. Y era su número de miríadas de miríadas, y de millares de millares”. (Apocalipsis)
“Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Cordero de Dios danos la paz”.
Y todos, festivos, nos damos la paz, su paz que es ya “gracia” anti-desamor que pasa de unos a otros porque somos un solo Cuerpo o comunidad-iglesia allí viviente, árbol de Cristo, como sarmientos unidos a la Vid por los que corre la savia de la amistad.
¿Pero esa paz o reconciliación, si es sincera, sirve sólo entre los hombres y no ante Dios? ¿Allí hago la amistad con todos menos con el AMOR? ¿Nos perdonamos todos comunicándonos la “gracia” de su paz, y el Padre, a nosotros que somos Cuerpo de Cristo, es precisamente el único que aquí, en el Sacramento de redención, Sacramento del Amor, no perdona, no nos da su paz?
¡Padre, perdónalos!, y Cristo hace así que este Sacramento sea esencialmente el de la comunión y reconciliación de Dios con los hombres. Todo el que come este pan, ya ha comenzado la vida eterna. Comamos cada semana de él para tener las lámparas encendidas.
- X -
“No soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya bastará para sanarme”.
Tú, aquí nos dices: “tomad y comed todos, y nosotros te cantamos:
No podemos caminar, sedientos bajo el sol, danos siempre vino y pan, tu cuerpo y sangre, Señor.
¿Pero de nada nos sirve ni a Tí ni a nosotros ante el Padre si no nos sometemos unitariamente a un juez cuando aquí estamos ante tu Sacerdote, ante Ti Sacerdocio, y somos en Tí testigos en la fe, testigos de tu Cena, redención y resurrección?
“Su presencia en el mundo, dice Kierkegaad, no se convertirá jamás en un hecho del pasado, en un hecho cada vez más pasado. Porque, mientras exista un creyente, será, como creyente, contemporáneo de Jesús”.
¿Esta Cena, tu pan y tu vino, medicina divina, es sólo para los sanos? ¿Y por qué tú dijiste que has venido para los enfermos... y ahora resulta que aquí, en tu Cruz, te exigen que para dar el Padre su perdón y el pan, tu misericordia se someta a otro trámite legal cuando estoy asistiendo a tu Sacramento Penitencial y, ante tu Ministro, “otro Cristo” visible de perdón?
¡Tengo sed!.....- Nosotros de tí, también, Señor. Somos uno, estamos en tu Cruz, no podemos caminar sedientos...
“Vosotros estáis purificados por las palabras que os he hablado”.
Ante la ley, tus palabras en esta tu Cena solo son válidas ante tí y ante mí, por eso al fin, Señor, una palabra tuya basta para sanarme, porque para abrazarme a tu cuerpo, para reconciliarme contigo ¿no puedo hacerlo como aquel buen ladrón, o como el pródigo de tu parábola, o como el incrédulo Tomás y el acobardado Pedro, estando además en presencia de tu Vicario Sacerdotal? O, ¿para qué vienes, para qué me buscas tú personalmente, ahora, y hoy, aquí?
Y aunque mandaste al ciego a lavarse a la piscina, y repudias al que no toma de tu propia casa túnica de bodas ¿no eres tú la fuente de aguas vivas que emanan de tu costado ahora y aquí en tu Cruz, ante la que yo gimo implorando abrazarme a tus pies para lavarme, calmar la sed, tuya y mía, y darte mi consuelo, estando limpio, revestido ya de tí, en una sola túnica en nuestro pan y vino?
Hoy el pueblo va creyendo más en tu palabra de amor que en la ley, y como enfermo que te necesita se acerca a tocar tus vestiduras, especies Sacramentales, y tú como ante la hemorroisa, alabas su fe y lo despides en paz a pesar del intento de “impedimento” de tus discípulos.
Si eres el Amor, aquí ante tu Cruz, a tu paso junto a mí en tu Sacramento, sobran los legalismos porque tú les transciendes con tu “misericordia” en real y repetida Encarnación, Cena y Redención.
Tú, aquí en tu Cruz no eres ley, tú, aquí en tu Cruz eres... el Perdón. Porque ¿qué haces Tú clavado sangrando y yo a tu lado implorando que te acuerdes de mí cuando estés en tu reino? O, ¿el Santo Sacrificio no es esencialmente la comunicación de tu amor si te pido perdón con amor, aunque mi fe sea, a veces, tan titubeante como la de tus Apóstoles junto a tí?
- XI -
Es verdad que también has dicho. “A quienes perdonéis sus pecados les serán perdonados y a quienes se los retengáis, le serán retenidos”. Y en consecuencia que “para obtener el perdón de los pecados es menester acudir de alguna manera al poder que la Iglesia tiene para perdonarlos”, (según enseña el C. Vaticano)
Pero acaso tu “Memorial” ¿no es el Sacramento de tu penitencia, al que yo me uno con una confesión pública: yo pecador me confieso a Dios... y tu Vicario Sacerdote, tu Iglesia, tu voz Sacramental, tu poder visible de perdón, dice: Dios tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados... y tú exclamas: Padre perdónalos? ¿O aquí no lo dices?
¿Es todo esto un acto intranscendente? ¿Esta Sacramentalidad solo es una ceremonia piadosa? ¿No condenaste el farisaísmo que es la hipocresía ritualizada que centra la santidad en el extremado cumplimiento de las leyes, cuando si hay amor hay perdón, aún entre los hombres, y la ley no tiene ya aplicación? ¿No has dado tú una sola ley, la del Amor?
¿No te damos aquí el consuelo que no tuviste allí, siendo este “aquí” aquel allí, al que yo me uno aunque sea con fe tenue por la repetición semanal, pero me uno a tu plenitud de amor al Padre celebrado con un Banquete Eucarístico, donde Tu suples mis deficiencias ante Él?
¿Sólo en la confesión eres Sacramento de amor que perdona a pesar de mi siempre débil propósito de enmienda, y no aquí en tu Sacramento de Redención que es donde el Padre da su abrazo porque el perdón, en Tí, está ahora y aquí, siempre consumándose?
Además, ¿es tan fácil cometer con plenitud un pecado mortal?
¿La redención solo es perdón del pecado, o, también, mediante ello, esencialmente, como en este Sacramento, es recobrar el dialogo de amistad con el Padre como queremos Tu y yo en este momento?
Si recupero ese dialogo amoroso, previo “lavatorio en esta tu Cena”, ¿el Padre no perdona?
¿Si al pie de tu Cruz te hubiese manifestado mi amor, me habrías mandado a tus discípulos para que me perdonasen? ¿El padre del hijo pródigo envió a su hijo a un juez para recobrar al hijo?
¿Acaso estamos ante un Sacramento más para una gracia particular concreta, o ante el Sacramento de los demás Sacramentos, fuente y raíz de todos ellos?
¿Las cosas que se nos dicen en la liturgia de tu “Memorial”: paz, perdón, amor, unión, sólo son así como metáforas de tu amor, de tu perdón, de tu paz y de tu redención? ¿No tienen valor real y sí es tu Memorial verdadero y tu Cena renovada de plena ternura?
“El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu”. ¿Sólo son palabras? ¿Sólo palabras?
Creo, Señor, que el poder de la redención y el perdón de los pecados, la esencia de tu misión, está en este Sacramento Eucarístico primariamente ministerio memorial de tu búsqueda, donde siempre repites: Padre perdónalos. Y siendo la confesión un Sacramento sublime, ¿no será para ciertos pecados muy públicos: (idolatría, homicidio, adulterio); para recibirte fuera del Sacramento de tu Memorial; para alcanzar una mayor perfección; para una constancia personal y visible de tu perdón..... y para la hora de la muerte ya que no puedo ir a tu Casa? ¿No hacían algo así en los primeros siglos de tu reino? ¿Quien se confesaba entonces?
En los evangelios, según Orígenes, se perdona el pecado: Por el bautismo, por el martirio, por la limosna, por la confesión a los hermanos, por la conversión, por la caridad y en séptimo lugar por la laboriosa y dura penitencia con lágrimas no avergonzándose de manifestar su pecado a un Sacerdote del Señor. ¿No se dan en la Eucaristía estas circunstancias?
Lo más extraño es que una ley esté regulando el amor de mi hermano Cristo en su Cena y sangrante en la Cruz, hoy Memorial, siendo el acto “singularísimo” de su presencia para mi “conversión y caridad”, y que por ello comienza con un lavatorio penitencial de confesión ante tu Vicario el Sacerdote y los hermanos, renovando mi compromiso bautismal y dando una limosna como símbolo de querer cumplir tu mandato: amaos como yo os he amado.
Tú gran y mi gran Sacramento de encuentro y reconciliación.
Este es un dialogo Sacramental tuyo con el hombre. ¿Y hablar, abrazarme contigo en el Sacramento de redención con amor, no es perdón? Aquí mi corazón desea ser con menor o mayor fervor, amor filial de Dios y amor de madre para los hermanos.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Lun May 18, 2015 6:42 am

18.5.15
-XII-
“La bendición de Dios descienda sobre vosotros” nos dices tú a través de tu vicario el Sacerdote. ¿Pero, cómo me va a bendecir Dios si entré en pecado y salgo sin el perdón?
“Podéis ir en paz”. ¿De que paz se habla si contigo no me he reconciliado y sí con mis otros hermanos?
Señor, tú no puedes ser así, porque yo que sólo tengo una centellita del amor infinito que tienes tú, perdono a mis hijos sólo con que me extiendan sus brazos.
Por eso yo ante tí y en tí, que eres, no amor sino el Amor, más exigente que la ley, repito íntimamente con Juan de la Cruz ante tu noche oscura y sangrante de redención:

! Oh noche que guiaste!,
¡Oh noche amable más que el alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada
Porque tú me asumes, en la noche de tu Cena, en mi pan y vino, mi símbolo, transformándote tú en mí y yo en tí aun antes de recibirte yo. Y así, como enamorado, no sólo me puedo fundir abrazándonos en nuestro “común pan”, sino que hasta te puedo comer y beber porque tú me lo pides. “Tomad y comed. Tomad y bebed” para que en ese pan ya seamos todos los hombres uno en Ti, y en Tí unidos al Padre. Yo, hoy, unido a todos los creyentes pasados, presentes y futuros participo del más grandioso concierto y al más numeroso espectáculo de fiesta y amor. ¡Embriágame de esta música y amor, Señor!
Porque esto es tu locura de amor, nuestra locura de amor. Amor divino, el más sublime amor. La más sublime conversión, la culminación de recobrar tu dialogo conmigo para festejarlo desde aquí a más allá de los límites del Cosmos entre los farolillos de las galaxias y los columpios de los asteroides.
¿Donde estás, Adán? Estoy en el Cuerpo de “tu Cristo”, Señor. Tengo mi cabeza recostada sobre su pecho, Señor.
Y no por repetida y sin la vehemencia de los primeros encuentros como en el amor de los esposos prolongado en el largo tiempo, yo también quiero repetir, a mi modo, con Juan de la Cruz y como hizo tu discípulo Juan
Quedéme y olvidéme
el rostro recliné sobre el amado,
cesó todo y dejéme
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado
En tu “Memorial”, Señor, está mi más plena “elevación y consuelo”, porque aunque sin un sensible apercibimiento, es real, eres tú, que hasta me devuelves mi visita a tu Casa haciéndome tu propio aposento-templo, que Tú previamente has “purificado por las palabras que nos has dicho” para que yo pueda reclinar mi cabeza sobre tu pecho florido
Y así: En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
¿Cómo Señor después de esta transformación, transfiguración ante los Ángeles, tú en mi Tabor-pecho florido, puedo olvidar ya la brisa perfumada de tu presencia? ¿No ves que como tus Apóstoles en su barca te despierto en mí “dormido” ante mis vendavales, Señor? ¿Necesito estar siempre en el Monte Tabor de amores traspasado? No, porque tengo que bajar a los llanos solitarios y pedregales de la vida.
Haz por ello que sea realidad “silenciosamente apercibido” cada día el canto de la esposa:
Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas,
ni cogeré las flores,
ni temeré la fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.
Señor, que tus representantes me enseñen a vivir así tu camino espiritual o “Memorial”, porque es real, y sólo falta vivir con sensible gozo la unidad en tu propia Vida Divina en mi propia vida diaria y humana entre flores y fieras sobrepasando nuestras lindes y fronteras. Y solo es necesario que me ayudes a sentirlo quererlo y vivirlo en libertad para que esta realidad se haga “vida” en mí, como dice el Salmo 119,v.80: “que mi corazón se perfeccione con tus normas, y así no fracasaré” Y además, hazme comprender que todo cuanto es vida, bien, felicidad y alegría, eres Tú, mi Dios, y nada de ello será destruido definitivamente porque en la Trinidad tendrá su plenitud, está aún como incompleta por así decirlo hasta que sea consumada la unidad al fín de los tiempos de “todo lo que es vida y belleza” en el Padre y en el Espíritu a través del Hijo.”Vino a los suyos” nos dice Juan. ¿No será también Tu Reino conocer plena y conscientemente toda tu inmensa creación como solo una antesala, un peldaño de lo que es tu Reino sorprendente infinito y eterno? ¿Qué será “tu Cielo” si este que escudriñamos y aún tan desconocido por el hombre, pero tan bello, es sorprendente y ordenadísimo?
Toda la hermosura de las cosas está impregnada del amor de Dios a su Hijo que para nosotros fueron creadas con su Palabra y son su palabra, permanecen en su Palabra, son Palabra de Dios. Por ello ante una flor, ante la espuma de un acaudalado río que se hace voz en el acantilado, ante el canto de las aves en la alameda y en las moreras, ante el silencio de una noche de plena luna, en la llanura del desierto y del mar, oímos un silencio impregnado de admiración - es el silencio sonoro de la voz amorosa - en misteriosa quietud de Dios Padre a nosotros en su Hijo - canción de cuna como de amor materno - que sólo se oye en la calma de los sentidos - porque el Padre hace que acune a su Hijo todo el universo como infinito - que es un espacio que es un cielo – incrustado de materia, un carrusel inconmensurable, y todo es un don de la Palabra, de la vida en crecimiento.
Yo quiero escuchar esa voz, y unir la mía a ese fantástico y sonoro concierto – porque a toda esa musicalidad,- soy invitado en libertad a participar,- y de aquí la existencia humana se decide frente a Jesús o contra Él, fe o incredulidad.
Quisiera como Juan de la Cruz, en mi simple comienzo del camino, verle y cantarle:
Mi amado las montañas
Los valles solitarios nemerosos,
Las ínsulas extrañas,
Los ríos sonorosos,
El silbo de los aires amorosos.
Todo está en Cristo, y en un nuevo orden, Cristo y todo con Él y en Él, será la unidad victoriosa. Sólo Dios es Dios, y Dios no cambia su proyecto final ante nuestra rebelión, porque es el más perfecto, el más bello y necesario, para lo que nos ha dotado de la vida con su gran don: nuestra consciente y responsable libertad. ¿Cómo los hombres de ciencia se pierden en la NADA como si de ella saliese este complicado, ordenadísimo y bello mundo y no fuese un instrumento en sus manos Divinas?
Dios no pudo hacer un mundo mejor, lo habría hecho. Nuestra libertad lo cambió. Su creación es un regalo a su Hijo que se vio obligado a venir para su reconstrucción y solo su Encarnación es por sí el más bello don aunque no hubiese existido la Cruz.
En Tí, toda la creación es unidad, y en tu Memorial además somos los dos, ya, unidad eucarística de amor.
Una espiga dorada por el sol, / el racimo que corta el viñador, / se convierten ahora en pan y vino de amor / en el cuerpo y la sangre del Señor. / Un molino, la vida, nos tritura con dolor. / Dios nos hace eucaristía en el amor.
Y así, ¿no me elevas tanto que me haces “uno” también con las tres Divinas Personas?
¿Hay una meta más allá en el peregrinar del hombre? ¡Señor, no debía merecer vivir porque no llego a comprender plenamente tu misterio transcendente!
Que gran triunfo para Cristo si de su Sacramento Memorial Penitencial, millones de personas salen cada semana, porque el amor transciende a una ley, transformados en tu Cuerpo, unidos a Ti en unidad y esperanza sonora, transformados en tu templo como en María...Y allí quedó dormido… en real y verdadero sonoro silencio.
Quiero hacer de mi vivir una melodía, como en Juan de la Cruz según Fr. Miguel Márquez, donde el “cantor y las canciones nacían del silencio desnudo, del callado amor”.
Y no olvidemos que estamos dando al Padre un regalo de valor infinito. No somos tan pobres Contigo en nuestro desierto ante el Padre. No es miserable el hombre en tí, Señor, si eres oasis oculto y silencioso vino de nuestra interior aunque polvorienta bodega y fruto de harina de nuestros trigales. Tú y yo fundidos en uno.
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Mié Jun 03, 2015 6:13 am

3-Junio-2015

-XIII –
Tu Sacerdote, tu enviado al pueblo como el Ángel a María, me habla con tu Palabra, me trae la Palabra de Dios, y yo ansío hacer realidad:
Oh noche (nuestra noche) que juntaste
Amado con amada
amada en el Amado transformada.
Por ello, imitando a mi Madre, para que te aposentes en mi casa, repito: ¡Eh aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra!, y para ello Tú, mensajero del Padre, nos dices en tu Cena: “Vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”. “Tomad y comed”, esto es mi cuerpo. “El que come este pan vivirá eternamente”.
Y el Verbo, en nuestro vivir de tristezas y gozos con silencio elocuente, ¡habita en nosotros! porque “baja cada día” con su naturaleza también humana, ocultándola en un trocito de pan y así nos “eleva”, nos hace participar de su naturaleza y Vida Divina, sobrenatural cuando me siento en su Mesa y tomo de sus manos “su Pan”. Y por ello medito en Los Proverbios: “el que sea inexperto, venga acá, al falto de juicio le quiero hablar; Venid a comer de mis manjares y a beber el vino que he mezclado. Dejad la inexperiencia y viviréis”. Pero no todos saben gustar de tu Misericordia reconciliadora en este Sacramento esencialmente de perdón, asisten obedeciendo a una ley, pero no viviendo una unión, comunión amorosa de gozo por tu abrazo de perdón.

- XIV –
Por otro lado no podemos olvidar que El nos dice: “lo que hiciereis a uno de estos a mí me lo hacéis”, de donde se deduce el misterio de que no sólo somos Cristo los que comemos su pan. No sólo es Cristo el Papa, el Obispo, el Sacerdote, el Religioso o el cristiano.
Todo hombre es de Cristo, un Cristo. Todo, la flor y las estrellas fueron creadas en él y para él. “Tu palabra, Señor, en el cielo está firme por siempre, por tu disposición permanecen hasta hoy, el universo está a tu servicio” (Sal, 119.v.91) Al no creyente hay que repetirle: tú eres de Cristo quieras o no, (y allá de tu libertad), pero estamos en esa inmensa casa de Dios que llamamos Cosmos donde la Tierra es el primer peldaño de ese inmenso Palacio del Creador.
Pero por nuestro comportamiento con obras ante su Palabra, y nuestra lectura ante ese su fantástico mensaje en todo el cosmos, y sobre todo ante la imagen de Dios, el hombre, este será juzgado, no solo por estar o no bautizados: Sino porque tuve hambre y me diste de comer, sea el que sea quien de comer.
Y, si Tu estás en todo, porque “todo fué creado en ti”, Tu estás en mis manjares, en mis deleites, en mis flores y en mis espinas. Yo estoy en Tí, y Tú en mí: Tabor y Cruz. Es la gran realidad humana con proyección de transcendencia infinita, aún en el hombre no bautizado y más si está de buena fe. Y sólo tú sabes como nos juzgarás

- XV-
¿Podría la potestad eclesial hacer de las palabras tuyas en la voz de tu Vicario el Sacerdote, que fuese una realidad, absolución del pecado, el: “Dios tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna? ¡Padre perdónalos!
¿No somos como personas, absorbidos en un “uno”en la Comunidad Eucarística, en el Cuerpo de Cristo?
¿Puede la Iglesia usar de aquella potestad de perdón? ¿Debe, porque interiormente Dios siempre lo hace al que se lo pide con amor?
Y si no es así, ¿por qué cantamos (¿sin sentido?): Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor? ¿Dios no ama ni en su Sacramento de Cena-Redención a los que mil veces le piden ese perdón y le ofrecen su dialogo y le piden reconciliación?
De otro modo, repito, ¿cómo se explica que allí nos perdonemos los hombres y sólo Dios es el único que no se reconcilia con los que mil veces le están pidiendo perdón?
El padre del hijo pródigo abraza a su hijo a pesar de los legalismos del hermano mayor.
Y, hoy, ¿no es también así ante Tí, Señor, cuando Tú y tu Sacerdote con el pueblo, tu Iglesia, celebramos y ofrecemos al Padre el Sacramento de amistad en tu Redención y reconciliación de valor infinito?
¿Hay un Sacramento más completo y mayor?
Este es el Sacramento de la ley del amor: tu encuentro con el hombre. “Nadie viene al Padre sino por mí”. Y si Tú estás aquí presente, ¿no es este tu Sacramento del Buen Pastor, Sacramento del encuentro, porque Tú eres el Camino que me une aquí mismo al Padre y si te recibo habitas en mí, y yo soy Tú y Tú eres yo?
Porque la Eucaristía no es solo un Sacramento más, en él está toda la redención. Es el compendio de todo tu mensaje transcendente, y en Tí no hay encuentro amoroso, sin perdón, pero no habrá perdón sin mi sentido consciente y vivido encuentro amoroso.
Tu Memorial es: Tu Encarnación, Tu evangelización, Tu Cena, Tu Redención y Tu Resurrección renovadas en Tí mismo Sacerdocio junto a mí, hoy. Tú nunca no eres ayer.
No hay mayor dignificación personal nuestra y en tu Iglesia como lo es tu Sacerdocio: Tú siempre hoy oferente al Padre en cada redil de tu rebaño, en cada pueblo, Reino de Dios. Tu Sacerdote eres Tú en lo Sacramental.
Tú no has venido a honorificar al hombre al estilo humano, tú has venido a salvarlo sirviéndole. Tú has venido a servir, siendo aún la Sucesión Apostólica y Sacramento Sacerdotal, algo secundario, aunque necesario para mantener tu permanencia evangelizadora y Sacramental visible entre nosotros. Al fín el Sacerdote, sacramentalmente, no es Santiago ni Pablo, eres Tú.
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agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Mié Jun 17, 2015 5:05 am

17-Junio-2015

-XVI-
Y así, cuando asisto a tu Cena, después de escuchar tu Palabra, después de que se realice nuestra unión, encarnación tuya en mi pan y en mí, abrazándome a la cruz goteada de tu sangre, puedo exclamar:
No me mueve mi Dios para quererte, / el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido / para dejar por ello, de ofenderte.
Tú me mueves Señor, muéveme al verte / clavado en la Cruz y escarnecido,
muéveme, al ver tu cuerpo tan herido, / muéveme, tu afrenta y tu muerte.
Muévame en fin tu amor en tal manera, / que aunque no hubiera cielo, yo te amara
y aunque no hubiera infierno, te temiera. / No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara / lo mismo que te quiero te quisiera.

Si alguien a Cristo le hubiese expresado estos sentimientos al pie de su Cruz ¿qué le habría dicho?
¿Lo habría mandado a un tribunal para que le concediese el perdón? Y en absoluto estoy hablando de aquello “yo me confieso con Dios y basta”, no, eso solo es aplicable en caso de peligro de muerte y no tienes la oportunidad de acudir a un Sacerdote.
Son muchos hoy los que junto a tu Cruz y en tu “Cena”, Sacramento de reconciliación, te dicen con sentido de conversión: te amo Señor
Y así... “el fariseo de pie oraba: ...ayuno dos veces por semana, pago diezmos de cuanto poseo...” (cumplía la ley). “El pobre publicano no osaba siquiera alzar los ojos al cielo y decía: Ten piedad de este pecador.” “Os digo que este bajó a su casa justificado”.
Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad. Te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias por tu inmensa gloria, Señor Dios, Rey celestial, Dios padre omnipotente. Hijo unigénito de Dios, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, hijo del Padre, tú que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas los pecados del mundo, atiende nuestra súplica. Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros.
¿No es esta alabanza, sentida, un extender nuestros brazo de amistad a Dios en nuestra Iglesia, en la Casa del Padre, en nuestra Parroquia, en nuestra Asamblea? ¿Y cual es la actitud del Dios que es Amor ante nuestra admiración y alabanza con sentido de conversión amorosa junto al mismo Cristo presente en el Sacramento del Perdón?
“Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor”. “Allí reside el tribunal de Justicia” Y aquí pides al Padre: “que sean uno en mí como Tú y yo somos uno”-
Y repito:
La Eucaristía Sacramento Penitencial aún aceptada hoy plenamente por mí la ley canónica y litúrgica de la Iglesia sobre el Sacramento de la confesión, pero la Eucaristía, en sí, en todo lo que abarca desde el Introito hasta la Bendición final, (y es solo un sentimiento personal), ¿no es más aún que una sola y aislada absolución colectiva que la Iglesia admite? Es, infitamente más.

DIOS AYER Y HOY
¿Tu silencio es plenitud lejanía,
es no sentir que tú estás, así estando,
es no palpar agua, aún yo nadando,
es no encontrar camino en serranía?

¿Es, como crearte de mente así, mía,
un infierno eras, siempre amenazando,
ley muy severa, siempre atormentando,
juicio y temor en mi postrimería?

Hoy ya alejado de tantos temores
viéndome andar sobre un mar tan amable,
quiero ser como Pedro en mis temblores,
¡el amor más profundo y más deseable!

más bello amor junto a otros amores,
mas trascendente y el mas admirable.

ALTAR, CADENA ALIMENTICIA

¿Por qué el cervatillo
ha de ser alimento
de la pantera fiera?
¿Por qué el pajarillo
ha de morir
en las garras del gavilán?
¿Por qué el pececillo
ha de ser comido por la ballena?
¿Porque es necesario
un altar fatal
donde el débil muera
para los demás?

O, ¿porque la vida
no sería tal
sin una alborada,
y un sol cenital,
tarde de otoño,
y cadena de alimento
en selección natural?

¿Pero por qué Cristo,
León de Judá,
es la ofrenda humana
en vino y en pan?

Porque siendo la Vida
no es el que come sino el manjar.
"Quien come mi carne
y bebe mi sangre no morirá jamás”.
Y así ante Él, alimento,
y tú y yo, comensal del cervatillo,
del pajarillo y del pez,
aún haciendo el agnóstico igual,
más no comiendo Pan divino
no gusta toda la verdad.

En Cristo, comida,
su ordenamiento es sobrenatural,
porque la vida
aceptes o no,
sí que es gozo y dolor natural,
¡ y gozo o dolor trascendental!

¿Y, si lo eterno no existe?
pero como es verdad
el ateo vive solo de lo animal
aún siendo racional.

MONTE TABOR Y MONTE CALVARIO
Lo que vale una Misa lo expresa el padre Royo, O.P., diciendo: “Una sola misa glorifica a Dios más que toda la gloria que le dan todos los santos del cielo, incluida la Santísima Virgen, por toda la eternidad».
Esto parece exageración, pero cuando te lo explica lo comprendes. La gloria que dan los santos y la Virgen es gloria de criatura. La Santísima Virgen es la joya de la humanidad, la perla de la creación, pero criatura. Y en la Santa Misa es Cristo-Dios quien se sacrifica; y esto vale mucho más.”
Durante los comentarios anteriores, (yo mismo quisiera vivirlos en toda su profundidad), hemos estado en nuestro Monte Tabor al cual Cristo está dispuesto elevarnos cada semana, pero hemos de descender de la montaña a los caminos solitarios, pasar por los valles espinosos y vernos envueltos en las sombras, noche oscura del monte de los Olivos para ascender al Monte Calvario participando así de su resurrección. Porque Cristo es el Camino, “y el que quiera que me siga”. Y así, para mí


GOZO MÍSTICO-Monte Tabor

¿Y por qué a veces yo siento
junto a Tí que nunca veo,
algo así de balbuceo
como brisa y suave viento,
que fundiendo nuestro aliento
son aroma, bella rosa
perfumada y olorosa?
Más sin otra explicación,
¡Oh dichosa comunión!
¡oh fusión tan amorosa!
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Jul 02, 2015 5:52 am

¿POR QUÉ TANTO DOLOR EN LA HISTORIA? ¿QUÉ SENTIDO TIENE EL DOLOR DENTRO DE LA IGLESIA DE CRISTO?

Sobre la pregunta que se hace Pablo II ante el holocausto. ¿Donde estabas Tú, Dios mío? Y ante lo que dice el P. Pascual en su meditación anteriormente publicada: “Por eso ahora respeto, Dios mío, lo que Tú decidas. Un día comprenderé por qué esperaste, por qué permitiste una guerra injusta, por qué no bajaste a curar a aquel enfermo.”
Y para todas nuestras preguntas sobre tanto dolor, si nos vamos al pie de la Cruz oímos a Cristo: Padre por qué me has abandonado.
Muchas veces he intentado razonar, con mi sola inteligencia, sobre este tema, sin respuesta. Pero he intentando no evadirlo racionalmente, y así terminaba mi anterior comentario: El gran misterio de Dios en la Historia del hombre, Él con una mente Infinita y nosotros con una mente limitada, es por qué en esta Historia ha permitido tanta idolatría y barbaridades aún sangrientas entre los hombres.
Ciertamente lo único que se, es que los caminos de Dios no son mis caminos. ¿Y quien soy yo para pedir explicaciones a Dios Creador, Amor y Sabiduría sin límites, de por qué no ha hecho lo que yo creo debía haber hecho? Hasta en la Encarnación y crucifixión de su propio Hijo, lo admiro, lo agradezco, pero creyendo, no razonando ante mi Dios como si mi mente ante lo ETERNO pudiese aprehender TODO LO DIVINO. Somos una gota de agua en el Océano creativo. Un granito de arena ante los desiertos del Planeta.
Creo que la única razón a mi alcance, como simple hombre, es que Dios, imaginando, antes de crearnos nos reunía a toda la humanidad, y nos preguntó sí queríamos ser hombres con propio albedrío, o sus marionetas, sin libertad. Y dijimos: Libertad.
Esta libertad traería cuanto detestamos de guerras, asesinatos, robos, enfermedades y muerte de las mas ignominiosas formas, pero que todo esto él no lo producía sino que sería fruto o de nuestra libertad o de las alteraciones combinantes de las leyes físicas o químicas que necesariamente conllevaría la evolución de la materia mientras existiese por miles de millones de años en el espacio.
En cuanto a la libertad, nos hizo semejantes a su imagen: dotándonos a todos de memoria, entendimiento y voluntad: libre albedrío que ante las leyes universales evolutivas puede verse afectado, perdiendo nosotros ante esa circunstancias la plena libertad y lucidez como ocurre con los lobos solitarios o la demagogia espléndidamente alocada de los mitineros políticos, o en los intelectuales convertidos en Maestros del bien y el Mal universal y siendo ateos.

Hay muchos que creen pero no lo saben. Los náufragos en la Isla Misteriosa de Julio Verne que ven pisadas en la arena, el fuego de una hoguera, una caja de herramientas… y ante ello unos quieren descubrir a su autor y otros no, que se contentan con beneficiarse de esa cooperación sin preocuparse de descubrir el autor de ella como ocurre a la inmensa mayoría de la humanidad, dormida en el hábito de la rutina que nos oculta la realidad auténtica.
Y aunque nos impresionan continuos relámpagos y acontecimientos henchidos de socorros ocultos, ante el amor, la muerte o el arte nada nos despierta a la realidad y nos damos prisa en rellenar las brechas así abiertas y así borrar las huellas de pasos impresos en la arena. Dormitan amodorrados y sumidos en tal embotamiento que las sacudidas no son suficientes para despertarlos sino a hacerles saborear el sueño en que viven inmersos. La diversión está ahí para tranquilizarlos y ha cobrado en nuestros días título de nobleza. La vida, lo más hermoso que hay, se nos da en cada momento, pero la troceamos y vendemos al mejor postor de mercaderes de placer y aún de odio. Y ante el primer obstáculo (dolor) acusamos al universo de habernos frustrado y citamos a Dios ante nuestro tribual para pedirle explicaciones.
Utilizan la vida, la disfrutan con refinamiento y con deliciosa voluptad. Pero nuca se preguntan de donde les vienen esas maravillas y se envilecen al hijo de sus conversaciones profanas. El ateismo mundano impregna los salones o Ateneos y salas de fiesta donde se mueven estos fantoches y les resulta delicioso respirar esa atmósfera asfixiante sin preguntarse a quien deben la felicidad. El niño, el adolescente, el hombre hecho, el anciano, todos y cada uno se erigen en el centro del mundo.
Es naturalísimo que existamos, que seamos engendrados continuamente, que la vida nos envuelva y que nos alimente. Pero no somos nosotros los que debamos justificar nuestra existencia y sus alegrías, sino Dios, sin Dios nada seríamos. ¡Pero que nos deje tranquilos!, ¡se vive tan ricamente sin él! Esto era por lo que en la Isla Misteriosa la mayoría utilizaba tranquilamente los recursos ocultos sin preocuparse nunca del dador.
Y es más. Sartre recuerda usque ad nauseam lo soledad del hombre abandonado sobre una tierra en la que está entregado a sus recursos, absurdamente libre bajo un cielo vacío. Niega, insensatamente todo el contenido de las relaciones establecidas desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y así en Isaías 35-4-5 : Decid a los cobardes:- sed fuertes, no temáis – mirad a vuestro Dios- Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, - saltará como el ciervo el cojo - la lengua del mudo cantará, y por ello Jesús a los emisarios del Bautista para confirmarles que él era del que hablaba Isaías, que había venido a cumplir no a abolir la Ley, les dice Id y decid a Juan lo que habéis visto, que los ciegos ven, los sordos oyen, los cojos andan y los pobres son evangelizados.
Sartre, como tantos no quieren ver, ni oír, ni andar y por ello niegan lo que afirma Juan: tanto amó Dios al hombre que nos envió a su propio Hijo para nuestra salvación. Al principio existía la Palabra y la palabra era Dios. Todo existió por medio de ella, y sin ella nada existió de cuanto existe- la luz brilló en las tinieblas. Y Pablo reconfirma que cuantos creen en Él les hace ser hijos de Dios.
Y completo lo más arriba expuesto: Y ante el primer obstáculo (dolor o soberbia de no reconocer más dios que así mismo) acusamos al universo de habernos frustrado y citamos a Dios ante nuestro tribual para pedirle explicaciones. Los hay que creen haber aprehendido a Dios y siguen estúpidamente creyendo en su yo como ídolo absoluto: Pues la luz brilló en las tinieblas y las tinieblas no la comprendieron. Son ciegos que guían a otros voluntariamente ciegos y nos recuerdan lo soledad del hombre en la que está entregado a sus recursos absurdamente bajo un cielo vacío. Y jamás admiten ni el don de la vida ni la solución aceptada del dolor ante lo que el Maestro, Jesús Hijo de Dios, nos dice y Sartre no puede demostrar de sí: Yo soy el camino, Yo soy la verdad, Yo soy la vida. El que quiera ser mi discípulo tome su cruz y que me siga. Jesús sangrante en la Cruz, y es desconcertante sin fe, es el camino que hay que recorrer dada la libertad del hombre que puede llegar a crucificar a su propio Dios hecho hombre. El más triste espantoso espectáculo de toda la humanidad. Y por otros la devoción y amor al Crucificado ondea en las velas del mar de nuestro corazón y sobre sus blancas espumas lo trasladamos a nuestras calles en infinidad de figuras artísticas de Cristo en la Cruz y postrado de agradecimiento le cantamos y rezamos:
No me mueve mi Dios para quererte, / el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido / para dejar por ello, de ofenderte.
Tú me mueves Señor, muéveme al verte / clavado en la Cruz y escarnecido,
muéveme, al ver tu cuerpo tan herido, / muéveme, tu afrenta y tu muerte.
Muévame en fin tu amor en tal manera, / que aunque no hubiera cielo, yo te amara
y aunque no hubiera infierno, te temiera. / No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara / lo mismo que te quiero te quisiera

El racionalismo, a aquellos “socorros ocultos” los considera fenómenos naturales, Es cierto que no hay que atribuir a Dios obras que tienen un origen humano, pero no se le pueden atribuir al hombre obras de origen divino, pero la ceguera es aquí definitiva.
La religión cristiana no es una “mitología consoladora” imaginada, poética e irreal, es la Palabra de Dios encarnada en un hombre real: Jesucristo. Ya no se puede culpar a los creyentes, ante la vida de Jesús, nuestro modelo, de no afrontar virilmente la condición humana, alegria, dolor y muerte, Dios y el hombre son la base de nuestra fe. Nuestra vida debe ser como la de un manzano plantado en buen terreno, que rinde sus frutos pero que sin poda, sin frío y calor, no los daría.
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Escuchaba yo hace unos días, referente a las huellas, esta maravillosa consolación: -Caminaba por la playa y observaba que otras huellas me seguían, pero llegó el momento que desparecieron y ya solo veía una huella. Dios me dijo: son las mías, estabas muy cansado y dolorido y yo te llevo en mis brazos.-
Dios nunca nos puede abandonar, está en todas partes, si no no sería Dios y por eso decía Jesús: Yo estoy en vosotros y vosotros en mí estáis en el Padre. Y con el Salmista yo proclamo: En grandeced conmigo al Señor, - ensalcemos juntos su nombre.- Consulté al Señor y me respondió – librandome de todas mis ansias. Señor, tu lealtad llega al cielo, - tu fidelidad hasta las nubes; - tu justicia es como las altas cordilleras, - tus juicios son un océano inmenso.---Encomienda al Señor tu camino, - confía en él, que él actuará: - hará salir tu justicia como la aurora, - tu derecho como el medio día. - Señor mío, en tu presencia están mis ansias, - no se te ocultan mis gemidos. – Se me agita el corazón, me faltan las fuerzas, - y me falta la luz de mis ojos. – No me abandones, Señor, - Dios mío, no te quedes a distancia, - ven aprisa a socorrerme, - Señor mío, mi salvación. – Dichoso el hombre que ha puesto, - su confianza en el Señor, - y no acude a idólatras, - que extravían con engaños. – Señor, no me cierres tus entrañas, - que tu lealtad y fidelidad me guarden siempre, - pues me cercan desgracias sin cuento. – Yo soy un pobre desgraciado, - pero el Señor se cuida de mí. – Tu eres mi auxilio y mi salvador. - ¡Dios mío, no tardes! (Salmos 34-40)

Pero es una inmensidad plena vivir en esa misericordia sin límites de Dios, pero no olvidemos que Dios no puede dejar de ser también Justicia Plena y si a Cristo le pide la Cruz para satisfacer la Justicia, a cada uno nos pide participar en esa satisfacción a la justicia divina y completar así el sacrificio de Cristo, por ello Cristo nos lo dice: si alguien quiere ser mi discípulo tome su cruz, y sígame. Del monte Tabor, gozo y felicidad, no viene la redención, sino del Monte Calvario. Es decir, dolor, muerte y REXURRECIÓN, victoria no solo sobre la muerte sino que da sentido a todo dolor connatural a nuestra naturaleza, que aporta un gran valor sobrenatural para cuando lleguemos al REINO DE DIOS.
El Catecismo de la Iglesia nos lo dice: El perdón del pecado y la restauración de la comunión con Dios entrañan la remisión de las penas eternas del pecado. Pero la remisión de las penas temporales del pecado permanecen. El cristiano debe esforzarse, soportando pacientemente los sufrimientos y las pruebas de toda clase, y llegado el día enfrenándose serenamente con la muerte, por aceptar como una gracia estas penas temporales del pecado; debe aplicarse, tanto mediante las obras de misericordia y de caridad, como mediante la oración y las distintas prácticas de penitencia, a despojarse completamente del hombre viejo” y a revestirse del hombre nuevo. ( Ef.4,24)
Hoy, creo nos OLVIDAMOS con exceso en nuestra evangelización de esta necesaria doctrina complemento necesario al AMOR de Dios, porque aceptar estas penas temporales es doloroso, pero de todas formas inevitables, más nosotros las debemos convertir como gracia de Dios, según nos enseña el Catecismo
.
¡¡¡Si este reino material es fantástico, deslumbrante inabarcable en su total perfeccionamiento, aún, por la menta humana, con billones de combinaciones, qué y cómo será ese REINO DE DIOS, SU CASA que viene de la eternidad y durará toda una eternidad y cuyo Camino es Cristo!!!
Qué pequeñas y sin sentido alguno se nos quedan las palabras de tantos que como Sastre nos quieren imponer: la soledad del hombre abandonado sobre una tierra en la que está entregado a sus recursos, absurdamente libre bajo un cielo vacío.
Recemos por ellos.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Mar Jul 21, 2015 11:46 am

21-Julio-2015

LOS QUE NO QUIEREN BUSCAR A DIOS
Comentábamos anteriormente que hay dos posturas ante el problema religioso: La del que busca a Dios y la del que no quiere buscar a Dios.
El que cree se comporta como un investigador dichoso de descubrir una pista sin fijar a priori las condiciones en que esta luz debía presentarse. Por el contrario el que no busca a Dios se comporta como un juez que se convertirá en un inquisidor en presencia de las huellas de pasos, y se volverá contra Dios porque amenaza a su libertad. ¿Se siente obligado a creer? Por ello se defenderá con su ateismo y su antiteismo, primero negando y después buscando “sus razones”. Y así Sartre se llama a sí mismo “el ateo perfectamente lógico”. “la libertad del hombre no sirve para nada” “Conocer no es más que envolver lo real con una “virola de nada” .” El hombre es una pasión inútil”
No hay un átomo de poesía en sus escritos, ni un paisaje, ni una sonrisa de niño, ni una flor. “todo es relativo, sin exceptuar la política y la religión.” Ocurre algo parecido hoy con el podemita Iglesias- tan espectacular era Sartre y tanta su concurrencia- que las damas y hasta los caballeros se desmayaban a los pies del maestro.Y así como Caín en su ciudad- progre pecaminosa- mata a su hermano Abel lo -rural la inocencia- así estos ateos llevan desde las Cátedras al pueblo la mortal rapiña de su libertad con una fría imperturbabilidad, con su torrente verbal, y con la oferta de soluciones aún increíbles y milagrosas y más en una crisis aguda histórica mundial.
La oferta de estos salvadores se proclama con un desprecio hacia la hipocresía y la mala fe y es acogida a la desesperada, por una conciencia mistificada de la clase rural y trabajadora a la que le encanta esto, tan absurdo como falso, porque les convencen que han sido engañados por los otros. Los cultos quieren ser Ministros.
Descubren que no hay Dios y llegan ellos a ser en sí la única grandeza. Y nace este héroe moderno que se pliega a su soledad, es libre de todo y ante todos, y encuentra en esta desmarcación de la realidad su única razón de vivir, y ya puede decir que no cumplirá la ley si no le agrada, que a los políticos hay que asesinarlos, que un millón de judíos caben en el cenicero, que la única verdad periodística será la que permita la alcaldesa y su Delegada. Luego ¡¡hay que aniquilar el Foro Griego!!. Todo un ideario que solo ellos “pueden manifestar” sin que el pueblo inculto y analfabeto diga ¡basta!
¿Y como calificar este conjunto de incipientes medidas? Como un esperpento demencial y canallesco.
Se exige cuenta a Dios del mal presente en el mundo, le obligan a explicarse personalmente. Si las huellas son de alguien que ese alguien aparezca, no tiene “derecho” a permanecer en su incógnito.
En arte teatral Sartre en uno de sus personajes dice:”he hecho un descubrimiento: Dios no existe. ¡Alegría! Pero Sartre en sí va mas lejos, está obsesionado por encontrar el cadáver de Dios y al no encontrarlo exclama: Dios no debe existir.
Hay temporadas teatrales y cinematográficas que para aumentar las taquillas hay que sacar a Dios a las tablas, para abofetearle o para adorarle, en uno es la obsesión contra Dios y en otro el deseo de hacer evidente a Dios. Lo importante es meter en escena al”actor celestial”. Esa presencia conlleva poner la actuación divina en un escenario. Muy harto difícil.
Es cierto que este ateismo o antiseismo invade las Constituciones pero no es menos cierto que ante las visitas del Papa los pueblos manifiestan su fe y su gran ilusión ante la doctrina de Jesús traída y aplicada a nuestros días. Pocas épocas han tenido, en total libertad, mayores acogidas al mensaje de Cristo a través de la humildad del Papa Francisco entre creyentes o no creyentes, “poned sobre el celemín vuestra luz.” Dice Jesús.”
La juventud tiene una sensibilidad particular destacada para esta nueva variedad contra la vulgaridad del agnosticismo. Los pueblos tienen sed de Dios y los jóvenes se resienten ante la vorágine materialista y marxista inestable que nos invade y no llena su espíritu. Y así lo manifiestan la Jornadas Mundiales de la Juventud aglomerándose cual racimo al sarmiento y tallos verdes al olivo, de paz, junto al que viene en nombre del Señor, perfumando su ambiente con el delicioso olor a romero. Lejos, muy lejos de ese: “Dios no debe existir y su religión es el opio del pueblo”. Y muy lejos del pensamiento de: ALBER EINSTEIN: Todo aquel que está seriamente comprometido con el cultivo de la ciencia, llega a convencerse de que en todas las leyes del universo está manifiesto un espíritu infinitamente superior al hombre, y ante el cual, nosotros con nuestros poderes debemos sentirnos humildes”.
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Vie Ago 07, 2015 6:16 am

7-Agosto-2015


LOS TRES ASPECTOS DE LA FE Y EL ATEISMO. Lo sobrenatural, la libertad, la verdad.
El hombre moderno quiere construir un humanismo que prescinda de Dios.
Lo sobrenatural es una enajenación de la dignidad humana, dicen. La Iglesia ha explotado al hombre con el espejismo de la eternidad: la religión es el opio del pueblo, o, ¿ciertos filósofos y políticos con su emponzoñamiento son el opio para la misma razón humana? Pero lo que deseaba Jesús es que sus discípulos fuesen la sal de la tierra llevando sobrenaturalmente con las virtudes entre los quehaceres del hombre, al Reino de los cielos.
No admiten que la religión sea libre, ataca a la libertad proclaman, cuando Jesús lo dice claro: el que quiera que me siga. Eso no niega que los Reyes, unido al poder de la Iglesia no usaran unos de la otra para consolidar Estados, Naciones o Imperios donde la Iglesia se imponía, hoy impensable, un tanto bastardamente para implantar el Evangelio. ¿Hacía bien o mal? Lo que no podemos es juzgar, en cualquier aspecto, las circunstancias de ayer con los criterios y circunstancias de hoy.
Dicen que no hay verdad objetiva sino creada por el hombre y eso es desertar de la realidad racional como “Nietzsche que aboga por el inmanentismo. “Planear sobre la nada y edificar sobre ella la vida y el pensamiento....Todo es interpretación; el absoluto hace aguas; las cosas carecen de sentido.” Es decir: ni existo yo ni existen las cosas “todo es interpretación.” Pero si existo yo razonando, pienso luego existo, es porque puedo ver e interpretar las cosas que no son yo.
Antes tildaban a la fe de de ser grave y lúgubre, ahora los hombres serios, graves, y trágicos están de parte del ateismo. Aunque la ciencia moderna cuanto más avanza, más necesita atribuir sus descubrimientos a un Ser infinitamente Superior y Organizante, porque va descubriendo la necesidad de un “Alguien” superior y anterior a lo que él encuentra en la naturaleza y en las mismas ideas. Los cobarde, dicen algunos, son los que se apoyan y remiten a Dios y es que los ateos tienen hoy los cadáveres dentro de casa, porque la Ciencia, y mira que son admirables y portentosos su descubrimientos, si es verdadera en nada puede contradecir a la Palabra de Dios, como repito escribía Einstein: “Todo aquel que está seriamente comprometido con el cultivo de la ciencia, llega a convencerse de que en todas las leyes del universo está manifiesto un espíritu infinitamente superior al hombre, y ante el cual, nosotros con nuestros poderes debemos sentirnos humildes”.
Pero hay quien vive su desconfianza hacia toda religión organizada. Esta desconfianza está en pugna con el sentir, creo más universal del instinto más profundo de todo ser humano. ¿Quién no adoró y adora a algo infinitamente superior a él? La Iglesia es el más espectacular museo de la fe y por ello posee el sentimiento de ser dueña de un gran caudal, espectáculo impresionante en liturgia, escultura, monumentos, imágenes y literatura, y quiere abrir a todos esos magníficos tesoros espirituales y materiales que la sostienen en la cumbre de creencias y obras religiosas.
Hasta llegan esos desconfiados a introducir en sus novelas y escritos personajes creyentes y de tal forma que a veces no sabes si habla un ateo o un creyente, como Jean Paul Sartre, el maestro de ateos, el autor aunque teatral, de este escrito:

“La Virgen está pálida, mira al Niño. Y lo que sería necesario pintar es su cara de un ansioso estupor que solamente una vez ha aparecido en su rostro humano; porque Cristo es su bebé, carne de su carne y fruto de su vientre”

“Le ha llevado en su seno nueve meses y le dará el pecho y su leche se convertirá en sangre de Dios. Lo estrecha entre sus brazos y le dice: ¡Pequeño mío! Pero en otros momentos, se queda como pensativa, y reflexiona. Es Dios y se siente invadida por una especie de temor religioso ante este Dios mudo, ante este terrible niño. Todas las madres se sienten en algún momento atraídas así por ese fragmento rebelde de su carne que es su niño, y se sienten como en el exilio ante esta nueva vida, que ha sido hecha con la suya, y que llenan de extraños pensamientos. Pero ningún niño ha sido jamás mas cruel y más rápidamente arrancado a una madre, porque él es Dios, y está por encima de todo lo que ella puede imaginar. Y es una prueba muy dura para una madre sentir vergüenza de sí misma y de su condición humana delante de su hijo”

"Hay también otros momentos, rápidos y difíciles, en los que siente, simultáneamente que el Cristo es su hijo, su pequeño, lo mira y piensa: Este Dios es hijo mío, esta carne divina es mi carne, está hecha de mí, tiene mis ojos, y esa forma de su boca es la forma de la mía, se me parece. Es Dios y me parece. Y ninguna mujer ha tenido la suerte de tener a su Dios para ella sola; un Dios crío al que se puede coger en brazos y cubrirlo de besos; y que vive, y que da vida. Y es en estos momentos cuando yo pintaría a María, si yo fuera pintor, y trataría de lograr la expresión de su audaz ternura y timidez con la que alarga sus dedos para tocar la dulce pequeña piel de este crió-Dios, cuyo pequeño peso cálido siente sobre sus rodillas mientras le sonríe."

"¿Y José? Me parece que sufre sin confesarlo, porque ve cuanto se parece a Dios la mujer a la que ama, y qué cerca está ya de Dios. Porque Dios ha estallado como una bomba en la intimidad de esta familia. José y María están separados para siempre por este incendio de luz, Y me imagino que toda la vida de José no será suficiente para aprender y aceptar."
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Ago 27, 2015 7:43 am

27-8-2015

OTROS ASPECTOS DE LA FE Y LOS CRISTIANOS.
Permitidme que aclare que lo que escribo no es un sermón ni plática piadosa, es mantener un tú a tú de lo que nos interesa por igual a los dos.

Se habla de la incredulidad de los creyentes y de su mala conciencia, dicen que ya no se habla el infierno porque los Sacerdotes no creen en él, gratuito argumento porque Jesús no solo habla de él sino de espíritus inmundos y de su príncipe Satán y aún se somete a sus tentaciones en el desierto. Lo que ocurre es que en el pasado, así son los tiempos, hablar del infierno era un argumento terrorífico para arrancar la conversión del hombre, ya que el amor, al parecer, no era razón suficiente para la conversión. Por ello S. Ignacio en sus Ejercicios Espirituales, nos hacía meditar que si del amor de Dios me olvidase tenía que tener presente las postrimerías del hombre: muerte, juicio, infierno y gloria.
Una de las imágenes que me han quedado de niño era, que si la tierra fuese de hierro, y una hormiga cada millón de años moviese una patita algún día la partiría en dos y el infierno seguiría porque no tendrá fin.
Se habla de un fuego que ya durará eternamente, pero en lo sobrenatural no existen las partículas y composiciones químicas que configuran lo que aquí llamamos fuego: candela, combustión, ignición. A no ser que Dios haya creado un fuego espiritual semejante al real de aquí, que es lo que aparenta de alguna forma la parábola de rico Epulón y el pobre Lázaro, pero si Epulón hablaba no podía estar en ignición de fuego real.

Esto creo, y es mi opinión muy personal es lo esencial del infierno: un desamor eterno, un quemarse en un estado de desesperación, exasperación, amarguísima tristeza, abatido descorazonamiento, dolor sin límites en amargura profunda, sin esperanza durante una eternidad y abatimiento de irreversibilidad por haber elegido, por omisión o acción, ser un absoluto vacío y soledad y no el camino de la Gloria o Reino de Dios, sino esta amarga plenitud infernal desamorada por no buscar a Dios. Porque al ser inmortales, queramos o no, no es electivo, no existe el vacío después de la vida biológica, sino o este infierno de desesperación, o los brazos amorosos en la casa, en el hogar fantástico en variedad del Padre, no como la Tierra que llegará a su fin, sino la felicidad eterna que no cabe en nuestra mente, ahora.
La fe es sobrenatural porque nos introduce en la verdad de Jesús; es libre y no coercitiva de voces prohibitivas sino las emanadas de la ley evangélica; y es razonable creyendo en la resurrección de Jesús y en la nuestra al fin de los tiempos y otros aspectos de objeciones mal entendidas y oscuridades no aclaradas que conducen al fideísmos o fe del carbonero. Falta cultura religiosa a pesar e la predicación evangélica cada domingo. Y así ¿solo nos quedamos con la obligación, bajo pecado mortal, de ir a Misa flagelando más a Cristo, y no como el subir el hijo pródigo libremente a la casa del Padre que le colma de abrazos, cariño, perdón, unión y reconciliación?
No es cierto que haya demasiados católicos del domingo, creo más bien que las Iglesias han disminuido en cuanto a número de fieles, pero los asistentes son más auténticos; los cooperantes y voluntarios han aumentado muy significativamente en estos últimos tiempos. Solo hay que mirar como decía antes, que una jornada mundial de la juventud, que los hospitales, asilos y obras sociales dan vida y muy brillante a ese conjunto glorioso de amor aDios y admiracioón de las obras de la Iglesia. Al margen de los primeros cristianos nunca hubo una participación e implicación mayor como la que hoy bulle en el seno de los católicos, olvidando si es obligatorio o no.
Jesús quiere que le recordemos en su última Cena o Eucaristía, pero nos impone en ella un Nuevo Mandamiento: que nos amemos unos a otros como él no ha amado. Amor de él unido al nuestro, es la esencia eucarística, Y esta cooperación fraternal es el medio para demostrar que cumplimos aquí su Mandamiento esencial, fundamental, y celebramos en verdad su Cena envueltos en el ámbito de la caridad individual y colectiva sin el que no hay verdadero cristianismo y por el que seremos juzgados, sin ello ni hay verdadera Eucaristía Y aquí radica una mas de las diferencias entre Confesión privada y Eucaristía: En esta cumplimos el Nuevo Mandamiento de manifestarnos el amor de unos a otros, instituido dentro de la Eucaristía, mientras en la sola Confesión recibimos el perdón de nuestros pecados personales.
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La Eucaristía es el centro de tanta actividad en la Iglesia porque es la Encarnación, Evangelización, la Cena, la Redención y su Resurrección y, a mi modo de ver es el gran Sacramento del perdón y reconciliación. Por ello después de reconocer al comienzo de la Eucaristía nuestros pecados ¿acto sin valor ante Dios? Dios no da la paz: “podeis ir en paz.. el Señor esté con vosotros”. ¿Son estas Palabras, sólo palabras? Creo que aún es más que una absolución general y la más completa liturgia penitencial que la que conlleva una confesión privada. ¿No estamos ante el Sacramento de los Sacramentos, fuente y raíz de todos ellos?
Respeto, acepto y admiro la penitencia y confesión ordenada por mi Santa Madre la Iglesia, pero ¿en un siguiente Concilio no será admitida la Eucaristía como Sacramento de perdón real, unión y reconciliación con Dios? ¿Aquí nos damos todos la paz y Dios no nos abraza? Y siendo la confesión un Sacramento sublime ¿no será para ciertos pecados muy públicos: (idolatría, homicidio, adulterio); para recibirte fuera del Sacramento de tu Memorial; para alcanzar una mayor perfección; para una constancia personal y visible de tu perdón…. Y para la hora de la muerte ya que no puedo ir a tu Casa? No hacían ago así en los primeros siglos de tu Reino? ¿Quién se confesaba entonces? ¡¡¡Qué gran paz interior universal llegaría a la Iglesia si esta actualizase la costumbre de los primeros cristianos!!! que con su limosna, ayuda y oración eucarística, con Cristo presente y ante uno de sus Sacerdotes, alcanzaban el perdón-
Los jóvenes hoy se plantean poco la vocación religiosa y generalmente la resuelven de forma negativa, porque Dios llama, quiere más obreros en su viña, pero los valores cristianos no solo están en el voluntariado sino que están por encima las profundas verdades sobrenaturales en las que se funda la vocación religiosa. Existe el valor cristiano pero no llega al fervor suave y persistente, cimiento de la Vocación religiosa.
Existen minorías selectas en torno a la fe auténtica y se caracterizan por una sed intensa de instrucción religiosa y de verdad revelada. Estas minorías redescubren la fe sobrenatural y como a los primeros cristianos les basta la certidumbre de la Resurrección de Jesús y el amaos los unos a los otros como en la asistencia a la Eucaristía Sacramento de unión y fusión con Dios. Y quieren no pocos, ellos y ellas ser….Jesús… y entregarse por entero entre domingo y semana al mensaje evangélico para impregnarse en la masa como levadura.
Estas minorías, hoy son gallardas y fuertes, saben al riesgo a que se exponen, saben que humanamente la fe no paga al menos inmediatamente. Pero se entregan a Cristo en un intercambio personal. Piden que se les ayude a ver este aspecto razonable de sus creencias. Piden luces teológicas a sus pastores.
Y todos nos alegramos cuando extendidos en el suelo reciben de su Obispo y Presbiterio al Espíritu Santo. Siendo este sublime don con los votos perpetuos, el mayor que hombre alguno pueda heredar.
Hay un diferencia entre minorías y masa de cristianos y al parecer, o sin lugar a dudas, solo aquellos que poseen capacidad de pensar por cuenta propia, para reflexionar y estudiar, si son leales, llegan al cocimiento de la verdad mas profunda de Cristo. La masa enloquecida por la rápida vida, fascinada por las carteleras, los Whatsapp, y las consignas publicitarias se deja ir a la deriva. La masa no creyente solo dispone de la referencia a la Misa de los domingos, las obligadas bodas, los bautizos, primeras comuniones y los funerales
¿Qué diferencia hay entre la masa y aquella minoría ascendente? ¿Es imposible descubrir el verdadero cristianismo con solo contemplar a los cristianos, que ya no se repite aquello de nuestros principios “mirad como se aman” y son menos los que vienen a formar parte de nuestro hogar?
Las minorías selectas pueden estudiar, reflexionar y descubrir así el calor de la vida de la Iglesia, pero esto no sirve a las masas, se conforman con mirar y ver.
¿Podríamos decir qué hermosa sería la Iglesia y qué atractiva, si no hubiese tantos tibios cristianos?
Podríamos decir que los ateos adoran a su “razón” y así transmutando las palabras del salmista (51) rezan a su diosa: Tu razón, algo superior a mi materia, quieres la sinceridad interior y en lo íntimo me inculcas sabiduría. Límpiame de mi antiteismo y lávame hasta quedar mas blanco que la nieve junto a la Sabiduría infinita de donde tu procedes”
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Vie Sep 25, 2015 5:27 am

25-9-2015

EL HOMBRE ATEO.
El hombre sin fe se llama a sí mismo el ateo perfectamente lógico. Pero eso depende de sus “principios” y en la historia vemos cómo unos filósofos combaten con gran oposición los principios de otros, deduciéndose que no todos, en oposición, pueden presumir de la verdad porque se darían tantos principios falsos como verdaderos. Y es que el prurito de la desconfianza hacia toda religión organizada los lleva a una Torre de Babel indescifrable e ininteligible dando lugar necesariamente en las grandes culturas buscando la divinidad, a crearse esos mismo filósofos sus propios dioses que consideran dan respuesta a la más profunda exigencia de su más íntimo raciocinio que les exige una respuesta a lo del más allá de lo natural que ellos intuían y palpaban concretándolo siempre en lo divino varios bajo “principios” naturales y figuras mitológicas, Y por lo tanto el ateo perfectamente lógico es solo fruto de un descarrío voluntario que niega esa universalidad innata en el hombre de buscar algo más allá desde nuestros orígenes.
Aquí la lógica filosófica atea resulta que rompe con toda la lógica de la historia de la inquietud del hombre y quiere sustituirla con sus principios personales Y la Iglesia Católica, comparada con las otras iglesias, es hoy en día la mas espectacular o bien encontrando en ella la “verdad” o combatiéndola porque ya se extiende por todo el mundo basada en una Palabra Divina, no en lógicas de principios personalísimos de hombres finitos a quienes otros corrigen constantemente. En la Palabra, dice Juan, había vida, y la vida era la luz de los hombres; la luz brilló en las tinieblas, y (parte de) las tinieblas no la comprendieron”
Pero es de notar, que aún los que se proclaman más ateos ni pueden prescindir de la idea de Dios , y que en sus novelas, casi siempre sus protagonistas entran en Iglesias católicas, donde dentro de su Catedrales entreven una “bondad difusa situada allende la justicia y la injusticia, que prevalecen extramuros de las Catedrales. Del mismo modo si un divorciado o divorciada, infieles, ve una imagen de la Virgen, por su sentido personal innato moral no puede menos de sentir un sentimiento acusador ante la imagen de Maria siempre Virgen.
Además el ateo cree que siendo reconocidos sus títulos, apreciado, identificado, con sus criados, su mujer, sus hijos y su casa que todos estas cosas dan al hombre su dignidad total positiva, en parte es cierto, pero ¿por qué combaten tanto la idea de Dios? porque esa sola complacencia no les basta, sienten un vacío que al margen de estas cosas terrenas, ¿acaso lo buscan aunque sea combatiéndolo? Si son perfectamente lógicos ¿por qué luchan contra alguien que no existe, según ellos? La copa de su felicidad perfecta ¿no la sienten cascada y por esas grietas, naturales e íntimas, jamás tienen un momento de profunda paz interior dentro del torbellino de la vida, como nos ocurre aún a todos los creyentes?
Aquí vienen muy bien las palabras de un salmo: “mientras temí acudía a mi Señor, acudí a mi Dios y no temí.” ¿No sienten al contacto de la ciencia el envejecimiento de su alma que les exige algo más que lo simplemente natural como lo sentían nuestros ancestros más profundos de la Historia conocida?
Un yo desnudo de espiritualidad ¿posee este mundo, o las cosas le poseen a él sin que puedan darle la plenitud íntima feliz, sino haciéndole tristemente limitada su existencia terrena sin esperanza? El papel que quieren representar los ateos en este teatro transitorio del mundo ¿no devora al que lo representa, dejando su yo esclavizado al papel que le ha correspondido en la vida? Jesús lo dice: si alguien quiere ser mi discípulo, niéguese a sí mismo y sígame.” Y seguir a Cristo es la plenitud de la verdad, porque él es La Palabra, la Verdad de Dios. Ningún fundador de Religiones jamás se ha proclamado a sí mismo Dios, porque no existe más que UNO que pueda ser Dios y lo demostra con una creación sublime, después con Dios en Cristo con su doctrina, vida y resurrección, y por ello sus discípulos hasta mueren por él que era la Verdad.
El no creyente o el que vive como sin religión, se priva de cuanto contienen estas versos de Juan de la Cruz: ¡oh bosques y espesuras,- plantadas por las manos del Amado! – Oh prado de verduras, - de flores esmaltados, - decid si por vosotros ha pasado.- Mil gracias derramando, - pasó por estos sotos con presura, - y yéndolos mirando, - con sola su figura - vestidos los dejó de hermosura.
Porque cada cosa creada es voz, mensaje y presencia de Díos, no de un azar imposible. Razonablemente me siento obligado a creer en un Ser Supremo, principio de la materia con tanta perfección planificada.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Lun Oct 26, 2015 7:07 am

RESUMNEN de la Encíclica del Papa Francisco sobre la hermana tierra, Casa regalada por Dios.
Presentación personal.

Es admirable que el Espíritu Santo tenga en su símbolo, la Paloma, dos alas, que siendo iguales, las dos son necesarias y, que cada pluma de su cuerpo es reflejo de la unidad en un todo necesario. Una de sus alas es el Espíritu Santificador, la otra la Iglesia, y las plumas del cuerpo son cada Institución o persona que es parte del Cuerpo de Cristo, parte del Espíritu. Todas conforman lo conocido por el Espíritu que de forma distinta reconocen con el salmista (65. 16-17) “Tu cuidas de la tierra, la riegas – y la enriqueces sin medida. – La acequia de Dios va llena de agua,- preparas los trigales”. Y así, al mismo tiempo que esa es la realidad, conlleva el simbolismo de la vida de los trigales sobrenaturales que cada labrador consigue de formas diversas. La Iglesia, el Papa Francisco, es magisterio que canta con San Francisco de Asís recordándonos la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad: «A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor» (Sb 13,5. El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza. Por ello cantamos místicamente con Juan de la Cruz ¡Oh bosques y espesuras, plantadas por las manos del Amado ¡- ¡oh prado de verduras, - de flores esmaltado. – decid si por vosotros ha pasado! Mil gracias derramando.- pasó por estos sotos y espesuras .- y yéndolos mirando,- con solo su figura, - vestidos los dejó de su hermosura.
El Papa Francisco en esta encíclica a través de esa realidad de la naturaleza y su historia, nos lleva a la mística también verdadera y espiritual en el cosmos.
Somos “imagen de Dios!” dotados por él de Memoria, Entendimiento y Voluntad , si nosotros no sacamos de nuestra historia el conservar lo bueno y corregir errores, si despreciamos con nuestro entendimiento la perfección de lo natural sublimemente ordenadísimo por una sabiduría necesaria, si podemos elegir entre el bien y el mal con nuestra voluntad prefiriendo este mal en nuestro comportamiento, no podemos razonablemente echar la culpa a Dios de aquello que depende de nosotros y para lo que se nos dió la grandeza sublime de la libertad o libre albedrío de la que nunca queremos prescindir. y que Dios respeta totalmente. Y ante los fenómenos naturales, Dios así lo dispuso, nosotros ignoramos sus caminos, ante una evolución durante miles de millones de años en renovación y permanencia.

RESUMNEN de la Encíclica del Papa Francisco sobre la hermana tierra, Casa regalada por Dios.

1«Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba».
2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla.- Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.
12. Por otra parte, san Francisco, fiel a la Escritura, nos propone reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad: «A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor» (Sb 13,5. El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza.

3.Juan XXIII. Dirigió su mensaje Pacem in terris a todo el «mundo católico », pero agregaba «y a todos los hombres de buena voluntad ». Ahora, quiero dirigirme a cada persona que habita este planeta
4. Pacem in terris, en 1971, el beato Papa Pablo VI se refirió a la problemática ecológica, presentándola como una crisis, que es “una consecuencia dramática » de la actividad descontrolada del ser humano.
5. En su primera encíclica, advirtió que el ser humano parece «no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y consumo». El auténtico desarrollo humano posee un carácter moral y supone el pleno respeto a la persona humana, el ser humano debe desarrollarse sobre la base de la donación originaria de las cosas por parte de Dios
6. Mi predecesor Benedicto XVI Recordó que el mundo no puede ser analizado sólo aislando uno de sus aspectos, porque «el libro de la naturaleza es uno e indivisible», e incluye el ambiente, la vida, la sexualidad, la familia, las relaciones sociales, » El Papa Benedicto nos propuso reconocer que el ambiente natural está lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable... El derroche de la creación comienza donde no reconocemos ya ninguna instancia por encima de nosotros.
Unidos por una misma preocupación
7. Estos aportes de los Papas recogen la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales que enriquecieron el pensamiento de la Iglesia sobre estas cuestiones. También fuera de la Iglesia Católica, otras Iglesias y Comunidades cristianas –como también otras religiones– han desarrollado una amplia preocupación y una valiosa reflexión sobre estos temas.
8. El Patriarca Bartolomé se ha referido particularmente a la necesidad de que cada uno se arrepienta de sus propias maneras de dañar el planeta, Porque «un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios»
9. Los cristianos, además, estamos llamados a « aceptar el mundo como sacramento de comunión, como modo de compartir con Dios y con el prójimo en una escala global
10. Creo que Francisco de Asis es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.
11. cada vez que él miraba el sol, la luna o los más pequeños animales, su reacción era cantar, incorporando en su alabanza a las demás criaturas. Su discípulo San Buenaventura decía de él que, «lleno de la mayor ternura al considerar el origen común de todas las cosas, daba a todas las criaturas, por más despreciables que parecieran, el dulce nombre de hermanas
12. Por otra parte, San Francisco, fiel a la Escritura, nos propone reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad.
Mi llamado
13. El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común.
14. el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos.. Necesitamos una solidaridad universal nueva.
15. A la luz de esa reflexión quisiera avanzar en algunas líneas amplias de diálogo y de acción que involucren tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional
16. Si bien cada capítulo posee su temática propia y una metodología específica, a su vez retoma desde una nueva óptica cuestiones, como el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos.
CAPÍTULO PRIMERO
LO QUE LE ESTÁ PASANDO A NUESTRA CASA
17., propongo detenernos brevemente a considerar lo que le está pasando a nuestra casa común.
18. se suma el problema de que los objetivos de ese cambio veloz y constante no necesariamente se orientan al bien común y a un desarrollo humano, sostenible e integral.
19. El objetivo no es recoger información o saciar nuestra curiosidad, sino tomar dolorosa conciencia, atrevernos a convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar.
I. Contaminación y cambio climático
Contaminación, basura y cultura del descarte
20. Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La exposición a los contaminantes atmosféricos , provocando millones de muertes prematuras. A la contaminación que afecta a todos, debida al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas,…
21.. Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables Muchas veces se toman medidas sólo cuando se han producido efectos irreversibles.
22. el sistema industrial, al final del ciclo de producción y de consumo, no ha desarrollado la capacidad de absorber y reutilizar residuos y desechos.
El clima como bien común
23.. Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático.. La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo
24. sobre el ciclo del carbono. Crea un círculo vicioso que agrava aún más la situación, y que afectará la disponibilidad de recursos imprescindibles como el agua potable, podría acentuar todavía más la emanación de dióxido de carbono., este siglo podría ser testigo de cambios climáticos inauditos y de una destrucción sin precedentes de los ecosistemas.
25. El cambio climático es un problema global con graves dimensiones y esto a su vez afecta los recursos productivos de los más pobres, quienes también se ven obligados a migrar, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y llevan el peso de sus vidas abandonadas sin protección normativa alguna.
26. Muchos de aquellos que tienen más recursos y poder económico o político parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas En el mundo hay un nivel exiguo de acceso a energías limpias y renovables.
II. La cuestión del agua
27. Otros indicadores de la situación actual tienen que ver con el agotamiento de los recursos naturales. Conocemos bien el actual nivel de consumo de los países más ricos donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos
28 ahora en muchos lugares la demanda de agua supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo término. La pobreza del agua social se da especialmente en África
29. Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Los detergentes y productos químicos que utiliza la población en muchos lugares del mundo siguen derramándose en ríos, lagos y mares.
30. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos
31. Algunos estudios han alertado sobre la posibilidad de sufrir una escasez aguda de agua dentro de pocas décadas si no se actúa con urgencia
III. Pérdida de biodiversidad
32.. La pérdida de selvas y bosques implica al mismo tiempo la pérdida de especies que podrían significar en el futuro recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación, sino también para la curación de enfermedades y para múltiples servicios.
33. Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre
34. Algunas especies poco numerosas, que suelen pasar desapercibidas, juegan un rol crítico fundamental para estabilizar el equilibrio de un lugar.. Suele crearse un círculo vicioso donde la intervención del ser humano para resolver una dificultad muchas veces agrava más la situación
35.. Las carreteras, los nuevos cultivos, los alambrados, los embalses y otras construcciones van tomando posesión de los hábitats y a veces los fragmentan de tal manera que las poblaciones de animales ya no pueden migrar ni desplazarse libremente, de modo que algunas especies entran en riesgo de extinción
36.. Pero el costo de los daños que se ocasionan por el descuido egoísta es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener..
37. Hay lugares que requieren un cuidado particular por su enorme importancia para el ecosistema mundial
38. Los ecosistemas de las selvas tropicales tienen una biodiversidad con una enorme complejidad, cuando esas selvas son o arrasadas para desarrollar cultivos, en pocos años se pierden innumerables especies, cuando no se convierten en áridos desiertos.
39. También los humedales, que son transformados en terreno de cultivo, pierden la enorme biodiversidad que acogían.
40. Los océanos no sólo contienen la mayor parte del agua del planeta, sino también la mayor parte de la vasta variedad de seres vivientes. Por otra parte, la vida en los ríos, lagos, mares y océanos, que alimenta a gran parte de la población mundial, se ve afectada por el descontrol en la extracción de los recursos pesqueros
41. Adentrándonos en los mares tropicales y subtropicales, encontramos las barreras de coral, que equivalen a las grandes selvas de la tierra, porque hospedan aproximadamente un millón de especies, Muchas de las barreras de coral del mundo hoy ya son estériles o están en un continuo estado de declinación: Este fenómeno se debe en gran parte a la contaminación que llega al mar.
42. Porque todas las criaturas están conectadas, cada una debe ser valorada con afecto y admiración, y todos los seres nos necesitamos unos a otros .
IV. Deterioro de la calidad de la vida humana y degradación social
43. el ser humano también es una criatura de este mundo, que tiene derecho a vivir y a ser feliz,
44. Hoy advertimos, por ejemplo, el crecimiento desmedido y desordenado de muchas ciudades que se han hecho insalubres para vivir, debido no solamente a la contaminación originada por las emisiones tóxicas, sino también al caos urbano, a los problemas del transporte y a la contaminación visual y acústica
45. En otros, se crean urbanizaciones « ecológicas » sólo al servicio de unos pocos, donde se procura evitar que otros entren a molestar una tranquilidad artificial pero no tanto en zonas menos visibles, donde viven los descartables de la sociedad.
46. Entre los componentes sociales del cambio global se incluyen los efectos laborales de algunas innovaciones tecnológicas, la fragmentación social, el crecimiento de la violencia. Son signos, que muestran que el crecimiento de los últimos dos siglos no ha significado un verdadero progreso integral y una mejora de la calidad de vida.
47. A esto se agregan las dinámicas de los medios del mundo digital que, cuando se convierten en omnipresentes, no favorecen el desarrollo de una capacidad de vivir sabiamente, de pensar en profundidad, de amar con generosidad. Así suele generarse un nuevo tipo de emociones artificiales, que tienen que ver más con dispositivos y pantallas que con las personas y la naturaleza
V. Inequidad planetaria
48. El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos. De hecho, el deterioro del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta
49 Los excluidos. Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas. De hecho, a la hora de la actuación concreta, quedan frecuentemente en el último lugar aunque un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social.
50. En lugar de resolver los problemas de los pobres y de pensar en un mundo diferente, algunos atinan sólo a proponer una reducción de la natalidad. Al uso sostenible del ambiente, debe reconocerse que el crecimiento demográfico es plenamente compatible con un desarrollo integral y solidario». Culpar al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas. Además, sabemos que se desperdicia aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen, y «el alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre»
51. La inequidad no afecta sólo a individuos, sino a países enteros, y obliga a pensar en una ética de las relaciones internacionales. El calentamiento originado por el enorme consumo de algunos países ricos tiene repercusiones en los lugares más pobres de la tierra,
52. La deuda externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de control, pero no ocurre lo mismo con la deuda ecológica. Las regiones y los países más pobres tienen menos posibilidades de adoptar nuevos modelos en orden a reducir el impacto ambiental
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Mié Nov 18, 2015 6:36 am

(Continuación del resumen de la Encíclica)

VI. La debilidad de las reacciones
53. Estas situaciones provocan el gemido de la hermana tierra, que se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro rumbo. Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos. Pero estamos llamados a ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta sea lo que él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud
54. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares.
55. Poco a poco algunos países pueden mostrar avances importantes, el desarrollo de controles más eficientes y una lucha más sincera contra la corrupción. Si alguien observara desde afuera la sociedad planetaria, se asombraría ante semejante comportamiento que a veces parece suicida.
56. Mientras tanto, los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación. Así se manifiesta que la degradación ambiental y la degradación humana y ética están íntimamente unidas hoy «cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado.
57. Es previsible que, ante el agotamiento de algunos recursos, se vaya creando un escenario favorable para nuevas guerras, disfrazadas detrás de nobles reivindicaciones. La guerra siempre produce daños graves al medio ambiente y a la riqueza cultural de las poblaciones, y los riesgos se agigantan cuando se piensa en las armas nucleares y en las armas biológicas. Porque, «a pesar de que determinados acuerdos internacionales prohíban la guerra química, bacteriológica y biológica, de hecho en los laboratorios se sigue investigando para el desarrollo de nuevas armas ofensivas, capaces de alterar los equilibrios naturales»
58. En algunos países hay ejemplos positivos de logros en la mejora del ambiente, como la purificación de algunos ríos que han estado contaminados durante muchas décadas, , o avances en la producción de energía no contaminante. Estas acciones no resuelven los problemas globales, pero confirman que el ser humano todavía es capaz de intervenir positivamente
59. tenemos la tentación de pensar que lo que está ocurriendo no es cierto. Si miramos la superficie, y que el planeta podría persistir por mucho tiempo en las actuales condiciones. Es el modo como el ser humano se las arregla para alimentar todos los vicios autodestructivos: intentando no verlos.
VII. Diversidad de opiniones
60. algunos sostienen a toda costa el mito del progreso y afirman que los problemas ecológicos se resolverán simplemente con nuevas aplicaciones técnicas, sin consideraciones éticas ni cambios de fondo. En el otro extremo, otros entienden que el ser humano, con cualquiera de sus intervenciones, sólo puede ser una amenaza y perjudicar al ecosistema mundial, por lo cual conviene reducir su presencia en el planeta
61. Sobre muchas cuestiones concretas la Iglesia no tiene por qué proponer una palabra definitiva y entiende que debe escuchar y promover el debate honesto entre los científicos, Sin embargo, parecen advertirse síntomas de un punto de quiebre, a causa de la gran velocidad de los cambios y de la degradación, «Si la mirada recorre las regiones de nuestro planeta, enseguida nos damos cuenta de que la humanidad ha defraudado las expectativas divinas»

CAPÍTULO SEGUNDO
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Reinos del mundo, cantad a Dios, - tañez para nuestro Señor – que cabalga por los cielos.- de los cielos antiquísimos”(Sl.68-33)“En ellas dejó algún rastro de quien él era, no solo dándoles el ser de nada mas aún dotándolas de innumerables gracias y virtudes, hermoseándolas con admirable orden y dependencia que tienen unas de otras.(J. de la Cruz cap v. C.E)
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EL EVANGELIO DE LA CREACIÓN
62. ¿Por qué incluir en este documento, dirigido a todas las personas de buena voluntad, un capítulo referido a convicciones creyentes?, la ciencia y la religión, que aportan diferentes aproximaciones a la realidad, pueden entrar en un diálogo intenso y productivo.
I. La luz que ofrece la fe
63. es necesario acudir a las diversas riquezas culturales de los pueblos, al arte y a la poesía, a la vida interior y a la espiritualidad. Si de verdad queremos construir una ecología que nos permita sanar todo lo que hemos destruido, entonces ninguna rama de las ciencias y ninguna forma de sabiduría puede ser dejada de lado, tampoco la religiosa con su propio lenguaje. Además, la Iglesia Católica está abierta al diálogo con el pensamiento filosófico
64. esta encíclica se abre a un diálogo con todos, para buscar juntos caminos de liberación Si el solo hecho de ser humanos mueve a las personas a cuidar el ambiente, «los cristianos, en particular, descubren que su cometido dentro de la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador, forman parte de su fe»..
II. La sabiduría de los relatos bíblicos
65. qué nos dicen los grandes relatos bíblicos acerca de la relación del ser humano con el mundo. En el libro del Génesis, el plan de Dios incluye la creación de la humanidad. «Dios vio todo lo que había hecho y era muy bueno» (Gn 1,31). La Biblia enseña que cada ser humano es creado por amor, hecho a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26). Esta afirmación nos muestra la inmensa dignidad de cada persona humana, que «no es solamente algo, sino alguien. San Juan Pablo II recordó que el amor especialísimo que el Creador tiene por cada ser humano le confiere una dignidad infinita. El Creador puede decir a cada uno de nosotros: «Antes que te formaras en el seno de tu madre, yo te conocía» ( Jr 1,5). «cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado.
66. la existencia humana se basa en tres relaciones: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto. Esta ruptura es el pecado. La armonía entre el Creador, la humanidad y todo lo creado fue destruida por haber pretendido ocupar el lugar de Dios,. Este hecho desnaturalizó también el mandato de « dominar » la tierra (cf. Gn 1,28) y de «labrarla y cuidarla» (cf. Gn 2,15). Como resultado, la relación originariamente armoniosa entre el ser humano y la naturaleza se transformó en un conflicto (cf. Gn 3,17-19). Decía san Buenaventura que, por la reconciliación universal con todas las criaturas, de algún modo Francisco retornaba al estado de inocencia primitiva. Lejos de ese modelo, hoy el pecado se manifiesta con toda su fuerza de destrucción
67. No somos Dios. La tierra nos precede y nos ha sido dada. Se ha dicho que, desde el relato del Génesis que invita a « dominar » la tierra (cf. Gn 1,28), se favorecería la explotación salvaje de la tierra. Hoy debemos rechazar con fuerza que, del hecho de ser creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la tierra, se deduzca un dominio absoluto sobre las demás criaturas. Es importante leer los textos y recordar que nos invitan a «labrar y cuidar» el jardín del mundo (cf. Gn 2,15). Mientras «labrar» significa cultivar, «cuidar» significa proteger, custodiar. Cada comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo que necesita para su supervivencia, pero también tiene el deber de protegerla para las generaciones futuras. Porque, en definitiva, «la tierra es del Señor » (Sal 24,1
68. Esta responsabilidad ante una tierra que es de Dios implica que el ser humano, respete las leyes de la naturaleza, porque « él lo ordenó y él los fijó por siempre, por los siglos, y les dio una ley que nunca pasará » (Sal 148,5b-6). De ahí que la legislación bíblica se detenga a proponer al ser humano varias normas, Cuando encuentres en el camino un nido de ave en un árbol o sobre la tierra, y esté la madre echada sobre los pichones o sobre los huevos, no tomarás a la madre con los hijos » (Dt 22,4.6). el descanso del séptimo día no se propone sólo para el ser humano, sino también « para que reposen tu buey y tu asno » (Ex 23,12).
69. los demás seres vivos tienen un valor propio ante Dios y, «por su simple existencia, lo bendicen y le dan gloria» porque el Señor se regocija en sus obras (cf. Sal 104,31). Hoy la Iglesia no dice simplemente que las demás criaturas están completamente subordinadas al bien del ser humano. El Catecismo cuestiona de manera muy directa e insistente lo que sería un antropocentrismo desviado: «Toda criatura posee su bondad y su perfección propias. cada criatura a su manera, manifiestan un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios. Por esto, el hombre debe respetar la bondad propia de cada criatura para evitar un uso desordenado de las cosas»
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70. En la narración sobre Caín y Abel, vemos que los celos condujeron a Caín a cometer la injusticia extrema con su hermano. Esto a su vez provocó una ruptura de la relación entre Caín y Dios y entre Caín y la tierra, de la cual fue exiliado. Ahora serás maldito y te alejarás de esta tierra» (Gn 4,9-11), cuando la justicia ya no habita en la tierra, la Biblia nos dice que toda la vida está en peligro. Esto es lo que nos enseña la narración sobre Noé, cuando Dios amenaza con exterminar la humanidad por su constante incapacidad de vivir a la altura de las exigencias de la justicia y de la paz: « He decidido acabar con todos los seres humanos, porque la tierra, a causa de ellos, está llena de violencia » (Gn 6,13).
71. Aunque «la maldad se extendía sobre la faz de la tierra» (Gn 6,5) y a Dios «le pesó haber creado al hombre en la tierra» (Gn 6,6), sin embargo, a través de Noé, que todavía se conservaba íntegro y justo, decidió abrir un camino de salvación. Dios ordenó a Israel que cada séptimo día debía celebrarse como un día de descanso, un Shabbath (cf. Gn 2,2-3; Ex 16,23; 20,10). Por otra parte, también se instauró un año sabático para Israel y su tierra …No rebusques en la viña ni recojas los frutos caídos del huerto. Los dejarás para el pobre y el forastero» (Lv 19,9-10).
72. Los Salmos invitan a las demás criaturas a alabarlo: «¡Alabadlo, sol y luna, alabadlo, estrellas lucientes, alabadlo, cielos de los cielos, aguas que estáis sobre los cielos!
73. Los escritos de los profetas invitan a recobrar la esperanza. «El Señor es un Dios eterno, creador de la tierra hasta sus bordes, Es imposible escrutar su inteligencia. Al cansado da vigor, y al que no tiene fuerzas le acrecienta la energía» (Is 40,28b-29).
74. La experiencia de la cautividad en Babilonia engendró una crisis espiritual que provocó una profundización de la fe en Dios, cuando el Imperio Romano buscaba imponer un dominio absoluto, los fieles volvían a encontrar consuelo y esperanza acrecentando su confianza en el Dios todopoderoso, y cantaban: «¡Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos!» (Ap 15,3 la injusticia no es invencible.
75. No podemos sostener una espiritualidad que olvide al Dios todopoderoso y creador. De ese modo, terminaríamos adorando otros poderes del mundoLa mejor manera de poner en su lugar al ser humano, y de acabar con su pretensión de ser un dominador absoluto de la tierra, es volver a proponer la figura de un Padre creador y único dueño del mundo
III. El misterio del universo
76. Para la tradición judío-cristiana, decir « creación » es más que decir naturaleza, porque tiene que ver con un proyecto del amor de Dios donde cada criatura tiene un valor y un significado.
77. «Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos» (Sal 33,6). Así se nos indica que el mundo procedió de una decisión, no del caos o la casualidad,
La creación es del orden del amor. y Dante Alighieri hablaba del « amor que mueve el sol y las estrellas » Por eso, de las obras creadas se asciende «hasta su misericordia amorosa ».
78. Si reconocemos el valor y la fragilidad de la naturaleza, y al mismo tiempo las capacidades que el Creador nos otorgó, esto nos permite terminar hoy con el mito moderno del progreso material sin límites. Un mundo frágil, con un ser humano a quien Dios le confía su cuidado, interpela nuestra inteligencia para reconocer cómo deberíamos orientar, cultivar y limitar nuestro poder.
79.. La fe nos permite interpretar el sentido y la belleza misteriosa de lo que acontece. La libertad humana puede hacer su aporte inteligente hacia una evolución positiva, pero también puede agregar nuevos males, nuevas causas de sufrimiento y verdaderos retrocesos. Por eso, la acción de la Iglesia no sólo intenta recordar el deber de cuidar la naturaleza, sino que al mismo tiempo «debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo»].
80. Dios, que quiere actuar con nosotros y contar con nuestra cooperación. Esa presencia divina, que asegura la permanencia y el desarrollo de cada ser, «es la continuación de la acción creadora»[51].: «La naturaleza no es otra cosa sino la razón de cierto arte, concretamente el arte divino, inscrito en las cosas, por el cual las cosas mismas se mueven hacia un fin determinado.
81. El ser humano, si bien supone también procesos evolutivos tiene en sí una identidad personal, capaz de entrar en diálogo con los demás y con el mismo Dios. La capacidad de reflexión, la argumentación, la creatividad, la interpretación, la elaboración artística y otras capacidades inéditas muestran una singularidad que trasciende el ámbito físico y biológico. A partir de los relatos bíblicos, consideramos al ser humano como sujeto, que nunca puede ser reducido a la categoría de objeto.
82. Pero también sería equivocado pensar que los demás seres vivos deban ser considerados como meros objetos sometidos a la arbitraria dominación humana. La visión que consolida la arbitrariedad del más fuerte ha propiciado inmensas desigualdades, injusticias y violencia para la mayoría de la humanidad, porque los recursos pasan a ser del primero que llega: el ganador se lleva todo. lo que propone Jesús está en las antípodas de semejante modelo: Que no sea así entre vosotros, sino que el que quiera ser grande sea el servidor » (Mt 20,25-26).
83. El fin de la marcha del universo está en la plenitud de Dios, que ya ha sido alcanzada por Cristo resucitado, eje de la maduración universal. El fin último de las demás criaturas no somos nosotros. Porque el ser humano, dotado de inteligencia y de amor, y atraído por la plenitud de Cristo, está llamado a reconducir todas las criaturas a su Creador
IV. El mensaje de cada criatura en la armonía de todo lo creado
84. Cuando insistimos en decir que el ser humano es imagen de Dios, eso no debería llevarnos a olvidar que cada criatura tiene una función y ninguna es superflua. Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios.
85. Dios ha escrito un libro precioso, «cuyas letras son la multitud de criaturas presentes en el universo»[54]. Bien expresaron los Obispos de Canadá: «Desde los panoramas más amplios a la forma de vida más ínfima, la naturaleza es un continuo manantial de maravilla y de temor. Ella es, además, una continua revelación de lo divino». Los Obispos de Japón: «Percibir a cada criatura cantando el himno de su existencia es vivir gozosamente en el amor de Dios y en la esperanza». Podemos decir que, «junto a la Revelación propiamente dicha, contenida en la sagrada Escritura, se da una manifestación divina cuando brilla el sol y cuando cae la noche»
86. Santo Tomás de Aquino remarcaba sabiamente que la multiplicidad y la variedad provienen «de la intención del primer agente», porque su bondad «no puede ser representada convenientemente por una sola criatura». Entonces, se entiende mejor la importancia y el sentido de cualquier criatura si se la contempla en el conjunto del proyecto de Dios. Así lo enseña el Catecismo: «La interdependencia de las criaturas es querida por Dios,que ninguna criatura se basta a sí misma
87. Cuando tomamos conciencia del reflejo de Dios que hay en todo lo que existe, el corazón experimenta el deseo de adorar al Señor por todas sus criaturas y junto con ellas, como se expresa en el precioso himno de san Francisco de Asís:
«Alabado seas, mi Señor, - con todas tus criaturas, - especialmente el hermano sol, - por quien nos das el día y nos iluminas. - Y es bello y radiante con gran esplendor, - de ti, Altísimo, lleva significación. - Alabado seas, mi Señor, - por la hermana luna y las estrellas,- en el cielo las formaste claras y preciosas, y bellas. . Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento -y por el aire, y la nube y el cielo sereno, - y todo tiempo, - por todos ellos a tus criaturas das sustento. - Alabado seas, mi Señor, por la hermana agua,-la cual es muy humilde, y preciosa y casta. - Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego, - por el cual iluminas la noche, -y es bello, y alegre y vigoroso, y fuerte»
88. Los Obispos de Brasil han remarcado que toda la naturaleza, además de manifestar a Dios, es lugar de su presencia. El descubrimiento de esta presencia estimula en nosotros el desarrollo de las «virtudes ecológicas». Pero cuando decimos esto, no olvidamos que también existe una distancia infinita, que las cosas de este mundo no poseen la plenitud de Dios.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Vie Dic 11, 2015 6:13 am

11-diciembre -2015
Prosigue el resumen de la Encíclica

("la experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimentan del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración". "Y que la tierra es la casa de todos", no de unos cuantos.
Oh Dios, confía tu juicio al rey – tu justicia a un hijo del rey. – que rija a tu pueblo con justicia – a tus afligidos con rectitud. Que montes y colinas traigan al pueblo – paz por la justicia- que defienda a la gente oprimida, - que salve a las familias pobres – y quebrante al opresor. (Sl.72)
¿Quien duda que esta es la oración del Papa y que transmite al pueblo en estos días de la conmemoración del Nacimiento del Hijo del Rey? Acuérdate de la comunidad que fundaste antaño, - que rescataste del enemigo del santuario, (Sl.74) )
V. Una comunión universal
89. Las criaturas de este mundo no pueden ser consideradas un bien sin dueño: «Son tuyas, Señor, que amas la vida» (Sb 11,26)., todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, la desertificación del suelo es como una enfermedad para cada uno, y podemos lamentar la extinción de una especie como si fuera una mutilación»
90. Esto no significa igualar a todos los seres vivos y quitarle al ser humano ese valor peculiar. Tampoco supone una divinización de la tierra que nos privaría del llamado a colaborar con ella y a proteger su fragilidad. Es verdad que debe preocuparnos que otros seres vivos no sean tratados irresponsablemente. Pero especialmente deberían exasperarnos las enormes inequidades que existen entre nosotros. Seguimos admitiendo en la práctica que unos se sientan más humanos que otros, como si hubieran nacido con mayores derechos.
91. No puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos. Es evidente la incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en riesgo de extinción, pero permanece completamente indiferente ante la trata de personas, se desentiende de los pobres o se empeña en destruir a otro ser humano que le desagrada.
92. también es verdad que la indiferencia o la crueldad ante las demás criaturas de este mundo siempre terminan trasladándose de algún modo al trato que damos a otros seres humanos. El corazón es uno solo, y la misma miseria que lleva a maltratar a un animal no tarda en manifestarse en la relación con las demás personas. Todo ensañamiento con cualquier criatura «es contrario a la dignidad humana». Todo está relacionado, y todos los seres humanos estamos juntos como hermanos y hermanas en una maravillosa peregrinación.
VI. Destino común de los bienes
93. Hoy creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. Para los creyentes, esto se convierte en una cuestión de fidelidad al Creador, porque Dios creó el mundo para todos. El principio de la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes y, por tanto, el derecho universal a su uso es una «regla de oro» del comportamiento social. San Juan Pablo II : «Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno. Por lo tanto afirmó que «no es conforme con el designio de Dios usar este don de modo tal que sus beneficios favorezcan sólo a unos pocos»
94. El rico y el pobre tienen igual dignidad, porque «a los dos los hizo el Señor» (Pr 22,2); y «hace salir su sol sobre malos y buenos» (Mt 5,45). Los Obispos de Paraguay: «Todo campesino tiene derecho natural a poseer un lote racional de tierra donde pueda establecer su hogar, trabajar para la subsistencia de su familia y tener seguridad existencial.
95. El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos. Quien se apropia algo es sólo para administrarlo en bien de todos. Por eso, los Obispos de Nueva Zelanda se preguntaron qué significa el mandamiento «no matarás» cuando «un veinte por ciento de la población mundial consume recursos en tal medida que roba a las naciones pobres y a las futuras generaciones lo que necesitan para sobrevivir»[78].
VII. La mirada de Jesús
96. Jesús asume la fe bíblica en el Dios creador y destaca un dato fundamental: Dios es Padre (cf. Mt 11,25). En los diálogos con sus discípulos, Jesús los invitaba a reconocer la relación paterna que Dios tiene con todas las criaturas,. «¿No se venden cinco pajarillos por dos monedas? Pues bien, ninguno de ellos está olvidado ante Dios» (Lc 12,6). «Mirad las aves del cielo, que no siembran ni cosechan, y no tienen graneros. Pero el Padre celestial las alimenta» (Mt 6,26).
97.. Cuando recorría cada rincón de su tierra se detenía a contemplar la hermosura sembrada por su Padre, e invitaba a sus discípulos a reconocer en las cosas un mensaje divino: (Jn 4,35). «El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. Es más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace un árbol» (Mt 13,31-32).
98. Jesús vivía en armonía plena con la creación, y los demás se asombraban: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?» (Mt 8,27). No aparecía como un asceta separado del mundo o enemigo de las cosas agradables de la vida Jesús trabajaba con sus manos, tomando contacto cotidiano con la materia creada por Dios para darle forma con su habilidad de artesano.
99. Para la comprensión cristiana de la realidad, el destino de toda la creación pasa por el misterio de Cristo, que está presente desde el origen de todas las cosas: «Todo fue creado por él y para él » (Col 1,16)[80]. El prólogo del Evangelio de Juan (1,1-18) muestra la actividad creadora de Cristo como Palabra divina (Logos). Pero este prólogo sorprende por su afirmación de que esta Palabra «se hizo carne» (Jn 1,14). Una Persona de la Trinidad se insertó en el cosmos creado,
100. El Nuevo Testamento no sólo nos habla del Jesús terreno y de su relación tan concreta y amable con todo el mundo. También lo muestra como resucitado y glorioso, presente en toda la creación con su señorío universal: «Dios quiso que en él residiera toda la Plenitud. Por él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz» (Col 1,19-20).. Las mismas flores del campo y las aves que él contempló admirado con sus ojos humanos, ahora están llenas de su presencia luminosa.
CAPÍTULO TERCERO
RAÍZ HUMANA DE LA CRISIS ECOLÓGICA
101. No nos servirá describir los síntomas, si no reconocemos la raíz humana de la crisis ecológica. En esta reflexión propongo que nos concentremos en el paradigma tecnocrático dominante y en el lugar del ser humano y de su acción en el mundo.
I. La tecnología: creatividad y poder
102. «la ciencia y la tecnología son un maravilloso producto de la creatividad humana donada por Dios». La modificación de la naturaleza con fines útiles es una característica de la humanidad desde sus inicios, y así la técnica «expresa la tensión del ánimo humano hacia la superación gradual de ciertos condicionamientos materiales». La tecnología ha remediado innumerables males que dañaban y limitaban al ser humano.
103. La tecnociencia bien orientada no sólo puede producir cosas realmente valiosas para mejorar la calidad de vida del ser humano, desde objetos domésticos útiles hasta grandes medios de transporte, puentes, edificios, lugares públicos. También es capaz de producir lo bello y de hacer « saltar » al ser humano inmerso en el mundo material al ámbito de la belleza
104. Pero no podemos ignorar que la energía nuclear, la biotecnología, la informática, el conocimiento de nuestro propio ADN y otras capacidades que hemos adquirido nos dan un tremendo poder. Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien. Basta recordar las bombas atómicas lanzadas en pleno siglo XX, como el gran despliegue tecnológico ostentado por el nazismo, por el comunismo y por otros regímenes totalitarios al servicio de la matanza de millones de personas.
105.. El hecho es que «el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con acierto», porque el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia. Puede disponer de mecanismos superficiales, pero podemos sostener que le falta una ética sólida, una cultura y una espiritualidad que realmente lo limiten y lo contengan en una lúcida abnegación.
II. Globalización del paradigma tecnocrático
106. El problema fundamental es otro más profundo todavía: el modo como la humanidad de hecho ha asumido la tecnología y su desarrollo junto con un paradigma homogéneo y unidimensional como si el sujeto se hallara frente a lo informe totalmente disponible para su manipulación. ahora lo que interesa es extraer todo lo posible de las cosas por la imposición de la mano humana, Por eso, el ser humano y las cosas han dejado de tenderse amigablemente la mano para pasar a estar enfrentados. Supone la mentira de la disponibilidad infinita de los bienes del planeta, que lleva a «estrujarlo» hasta el límite y más allá del límite
107. Podemos decir entonces que, en el origen de muchas dificultades del mundo actual, está ante todo la tendencia, no siempre consciente, a constituir la metodología y los objetivos de la tecnociencia en un paradigma de comprensión que condiciona la vida de las personas y el funcionamiento de la sociedadHay que reconocer que los objetos producto de la técnica no son neutros, porque crean un entramado que termina condicionando los estilos de vida y orientan las posibilidades sociales en la línea de los intereses de determinados grupos de poder
108.. De hecho, la técnica tiene una inclinación a buscar que nada quede fuera de su férrea lógica, y «el hombre que posee la técnica sabe que, en el fondo, esta no se dirige ni a la utilidad ni al bienestar, sino al dominio; el dominio, en el sentido más extremo de la palabra». Por eso «intenta controlar tanto los elementos de la naturaleza como los de la existencia humana»[. La capacidad de decisión, la libertad más genuina y el espacio para la creatividad alternativa de los individuos se ven reducidos.
109. El paradigma tecnocrático también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política. La economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas ahogan a la economía real. No parece preocuparles una justa dimensión de la producción, una mejor distribución de la riqueza, un cuidado responsable del ambiente o los derechos de las generaciones futuras., tenemos un «superdesarrollo derrochador y consumista, que contrasta de modo inaceptable con situaciones persistentes de miseria deshumanizadora»
110. La especialización propia de la tecnología implica una gran dificultad para mirar el conjunto.. Esto mismo impide encontrar caminos adecuados para resolver los problemas más complejos del mundo actual, sobre todo del ambiente y de los pobres, que no se pueden abordar desde una sola mirada o desde un solo tipo de intereses. Una ciencia que pretenda ofrecer soluciones a los grandes asuntos, necesariamente debería sumar todo lo que ha generado el conocimiento en las demás áreas del saber, incluyendo la filosofía y la ética social., aparecen diversos síntomas que muestran el error, como la degradación del ambiente, la angustia, la pérdida del sentido de la vida y de la convivencia. Así se muestra una vez más que «la realidad es superior a la idea»
111. La cultura ecológica no se puede reducir a una serie de respuestas urgentes y parciales a los problemas que van apareciendo en torno a la degradación del ambiente, al agotamiento de las reservas naturales y a la contaminación. Debería ser una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático.
112. Sin embargo, es posible volver a ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral. la intención creadora de lo bello y su contemplación logran superar el poder objetivante.
113. Por otra parte, la gente ya no parece creer en un futuro feliz, no confía ciegamente en un mañana mejor a partir de las condiciones actuales del mundo y de las capacidades técnicas. Toma conciencia de que el avance de la ciencia y de la técnica no equivale al avance de la humanidad y de la historia, y vislumbra que son otros los caminos fundamentales para un futuro feliz. Se hace difícil detenernos para recuperar la profundidad de la vida no renunciemos a preguntarnos por los fines y por el sentido de todo. De otro modo, necesitaremos más sucedáneos para soportar el vacío.
114Nadie pretende volver a la época de las cavernas, pero sí es indispensable aminorar la marcha para mirar la realidad de otra manera, recoger los avances positivos y sostenibles, y a la vez recuperar los valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano
III. Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno
115. El antropocentrismo moderno, paradójicamente, ha terminado colocando la razón técnica sobre la realidad, porque este ser humano «ni siente la naturaleza como norma válida, ni menos aún como refugio viviente. De ese modo, se debilita el valor que tiene el mundo en sí mismo. «No sólo la tierra ha sido dada por Dios al hombre, el cual debe usarla respetando la intención originaria de que es un bien, según la cual le ha sido dada
116. En la modernidad hubo una gran desmesura antropocéntrica que, con otro ropaje, hoy sigue dañando toda referencia común y todo intento por fortalecer los lazos sociales. Se transmitió muchas veces un sueño prometeico de dominio sobre el mundo que provocó la impresión de que el cuidado de la naturaleza es cosa de débiles. En cambio, la forma correcta de interpretar el concepto del ser humano como « señor » del universo consiste en entenderlo como administrador responsable.
117. un desinterés por reconocer el mensaje que la naturaleza lleva inscrito en sus mismas estructuras. Cuando no se reconoce en la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión humano difícilmente se escucharán los gritos de la misma naturaleza. Si el ser humano se declara autónomo de la realidad y se constituye en dominador absoluto, la misma base de su existencia se desmorona, porque, , el hombre suplanta a Dios y con ello provoca la rebelión de la naturaleza»[.
118. no se puede prescindir de la humanidad. No habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano. No hay ecología sin una adecuada antropología. Cuando la persona humana es considerada sólo un ser más entre otros, que procede de los juegos del azar o de un determinismo físico, «se corre el riesgo de que disminuya en las personas la conciencia de la responsabilidad». No puede exigirse al ser humano un compromiso con respecto al mundo si no se reconocen y valoran al mismo tiempo sus capacidades peculiares de conocimiento, voluntad, libertad y responsabilidad.
119. La crítica al antropocentrismo desviado tampoco debería colocar en un segundo plano el valor de las relaciones entre las personas. Si la crisis ecológica es una eclosión o una manifestación externa de la crisis ética, cultural y espiritual de la modernidad, no podemos pretender sanar nuestra relación con la naturaleza y el ambiente sin sanar todas las relaciones básicas del ser humano. Cuando el pensamiento cristiano reclama un valor peculiar para el ser humano por encima de las demás criaturas, da lugar a la valoración de cada persona humana, y así provoca el reconocimiento del otro. La apertura a un «tú» capaz de conocer, amar y dialogar sigue siendo la gran nobleza de la persona humana. Por eso, para una adecuada relación con el mundo creado no hace falta debilitar la dimensión social del ser humano y tampoco su dimensión trascendente, su apertura al «Tú» divino. Porque no se puede proponer una relación con el ambiente aislada de la relación con las demás personas y con Dios. Sería un individualismo romántico disfrazado de belleza ecológica y un asfixiante encierro en la inmanencia.
120. Dado que todo está relacionado, tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto. No parece factible un camino educativo para acoger a los seres débiles que nos rodean, que a veces son molestos o inoportunos, si no se protege a un embrión humano aunque su llegada sea causa de molestias y dificultades: «Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social»[97].
121. Está pendiente el desarrollo de una nueva síntesis que supere falsas dialécticas de los últimos siglos. El mismo cristianismo, manteniéndose fiel a su identidad y al tesoro de verdad que recibió de Jesucristo, siempre se repiensa y se reexpresa en el diálogo con las nuevas situaciones históricas, dejando brotar así su eterna novedad.
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Dom Dic 27, 2015 7:58 am

27-12-2015

(“Lo que oímos y aprendimos, y nos contaron nuestro padres no lo encubriremos a sus hijos, lo contaremos a la siguiente generación.; Y en este nuevo año que comienza esa es nuestra fuerza que está en el Señor.)
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El relativismo práctico

122. En la Exhortación apostólica Evangelii gaudium me referí al relativismo práctico que caracteriza nuestra época, y que es «todavía más peligroso que el doctrinal». Cuando el ser humano se coloca a sí mismo en el centro, termina dando prioridad absoluta a sus conveniencias circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo.
123. La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una persona a aprovecharse de otra y a tratarla como mero objeto, , ¿qué límites pueden tener la trata de seres humanos, la criminalidad organizada, el narcotráfico, el comercio de diamantes ensangrentados y de pieles de animales en vías de extinción? Cuando es la cultura la que se corrompe las leyes sólo se entenderán como imposiciones arbitrarias y como obstáculos a evitar.
Necesidad de preservar el trabajo
124. Recordemos que, según el relato bíblico de la creación, Dios colocó al ser humano en el jardín recién creado (cf. Gn 2,15) no sólo para preservar lo existente (cuidar), sino para trabajar sobre ello de manera que produzca frutos (labrar). Así, los obreros y artesanos «aseguran la creación eterna»
125. No hablamos sólo del trabajo manual o del trabajo con la tierra, sino de cualquier actividad que implique alguna transformación de lo existente, desde la elaboración de un informe social hasta el diseño de un desarrollo tecnológico. La espiritualidad cristiana, junto con la admiración contemplativa de las criaturas que encontramos en san Francisco de Asís, ha desarrollado también una rica y sana comprensión sobre el trabajo,
126. Recojamos también algo de la larga tradición del monacato. Al comienzo favorecía en cierto modo la fuga del mundo, intentando escapar de la decadencia urbana. Por eso, los monjes buscaban el desierto, convencidos de que era el lugar adecuado para reconocer la presencia de Dios. Posteriormente, san Benito de Nursia propuso que sus monjes vivieran en comunidad combinando la oración y la lectura con el trabajo manual (ora et labora). Esta introducción del trabajo manual impregnado de sentido espiritual fue revolucionaria.
127. Decimos que «el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social». No obstante, cuando en el ser humano se daña la capacidad de contemplar y de respetar, se crean las condiciones para que el sentido del trabajo se desfigure
128. Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. No debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma.. En este sentido, ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una solución provisoria para resolver urgencias. Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad.
129., es imperioso promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial. Las economías de escala, especialmente en el sector agrícola, terminan forzando a los pequeños agricultores a vender sus tierras o a abandonar sus cultivos tradicionales. la infraestructura de venta y de transporte está al servicio de las grandes empresas. La actividad empresarial, es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos.
Innovación biológica a partir de la investigación
130. el ser humano puede intervenir en vegetales y animales, y hacer uso de ellos cuando es necesario para su vida, el Catecismo enseña que las experimentaciones con animales sólo son legítimas «si se mantienen en límites razonables y contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas». Todo uso y experimentación «exige un respeto religioso de la integridad de la creación»
131. san Juan Pablo II, quien resaltaba los beneficios de los adelantos científicos y tecnológicos, que «manifiestan cuán noble es la vocación del hombre a participar responsablemente en la acción creadora de Dios», , aunque también decía que esto no debe dar lugar a una «indiscriminada manipulación genética
132. En este marco debería situarse cualquier reflexión acerca de la intervención humana sobre los vegetales y animales, que hoy implica mutaciones genéticas. En todo caso, una intervención legítima es aquella que actúa en la naturaleza «para ayudarla a desarrollarse en su línea, la de la creación, la querida por Dios»
133. Es difícil emitir un juicio general sobre el desarrollo de organismos genéticamente modificados (OMG), vegetales o animales, médicos o agropecuarios, ya que pueden ser muy diversos entre sí y requerir distintas consideraciones. Por otra parte, los riesgos no siempre se atribuyen a la técnica misma sino a su aplicación inadecuada o excesiva. En realidad, las mutaciones genéticas muchas veces fueron y son producidas por la misma naturaleza
134. En muchos lugares, tras la introducción de estos cultivos, se constata una concentración de tierras productivas en manos de pocos debido a «la progresiva desaparición de pequeños productores que, como consecuencia de la pérdida de las tierras explotadas, se han visto obligados a retirarse de la producción directa»
135. A veces no se pone sobre la mesa la totalidad de la información, que se selecciona de acuerdo con los propios intereses, sean políticos, económicos o ideológicos
136. Por otra parte, es preocupante que cuando algunos movimientos ecologistas defienden la integridad del ambiente, y con razón reclaman ciertos límites a la investigación científica, a veces no aplican estos mismos principios a la vida humana-
CAPÍTULO CUARTO
UNA ECOLOGÍA INTEGRAL
137. Dado que todo está íntimamente relacionado, y que los problemas actuales requieren una mirada que tenga en cuenta todos los factores de la crisis mundial, propongo que nos detengamos ahora a pensar en los distintos aspectos de una ecología integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales.
I. Ecología ambiental, económica y social
138. La ecología estudia las relaciones entre los organismos vivientes y el ambiente donde se desarrollan. No está de más insistir en que todo está conectado. También las especies vivas conforman una red que nunca terminamos de reconocer y comprender. Buena parte de nuestra información genética se comparte con muchos seres vivos.
139. Cuando se habla de «medio ambiente», se indica particularmente una relación, la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita. estamos interpenetrados. Es fundamental buscar soluciones integrales que consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, y simultáneamente para cuidar la naturaleza.
140. dar a los investigadores un lugar preponderante y facilitar su interacción, con amplia libertad académica. No los tenemos en cuenta sólo para determinar cuál es su uso racional, sino porque poseen un valor intrínseco independiente de ese uso. Así como cada organismo es bueno y admirable en sí mismo por ser una criatura de Dios, lo mismo ocurre con el conjunto armonioso de organismos en un espacio determinado, funcionando como un sistema.
141 es necesaria una ecología económica,. Porque «la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada». Hay una interacción entre los ecosistemas y entre los diversos mundos de referencia social, y así se muestra una vez más que «el todo es superior a la parte».
142. «Cualquier menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales». Las distintas dimensiones que van desde el grupo social primario, la familia, pasando por la comunidad local y la nación, hasta la vida internacional.Varios países se rigen con un nivel institucional precario, a costa del sufrimiento de las poblaciones y en beneficio de quienes se lucran con ese estado de cosas.
II. Ecología cultural
143. Hace falta incorporar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar, manteniendo su identidad original. reclama prestar atención a las culturas locales a la hora de analizar cuestiones relacionadas con el medio ambiente, poniendo en diálogo el lenguaje científico-técnico con el lenguaje popular..
144. La visión consumista del ser humano, alentada por los engranajes de la actual economía globalizada, tiende a homogeneizar las culturas y a debilitar la inmensa variedad cultural, que es un tesoro de la humanidad. Por eso, pretender resolver todas las dificultades a través de normativas uniformes o de intervenciones técnicas lleva a desatender la complejidad de las problemáticas locales, Ni siquiera la noción de calidad de vida puede imponerse, sino que debe entenderse dentro del mundo de símbolos y hábitos propios de cada grupo humano.
145. Muchas formas altamente concentradas de explotación y degradación del medio ambiente no sólo pueden acabar con los recursos de subsistencia locales, sino también con capacidades sociales que han permitido un modo de vida que durante mucho tiempo ha otorgado identidad cultural y un sentido de la existencia y de la convivencia. La desaparición de una cultura puede ser tanto o más grave que la desaparición de una especie animal o vegetal..
146. En este sentido, es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios en diversas partes del mundo, son objeto de presiones para que abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para proyectos.
III. Ecología de la vida cotidiana
147. Para que pueda hablarse de un auténtico desarrollo, habrá que asegurar que se produzca una mejora integral en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el espacio donde transcurre la existencia de las personas
148. La sensación de asfixia producida por la aglomeración en residencias y espacios con alta densidad poblacional se contrarresta si se desarrollan relaciones humanas cercanas y cálidas, si se crean comunidades, si los límites del ambiente se compensan en el interior de cada persona, que se siente contenida por una red de comunión y de pertenencia.
149. Para los habitantes de barrios muy precarios, el paso cotidiano del hacinamiento al anonimato social que se vive en las grandes ciudades puede provocar una sensación de desarraigo que favorece las conductas antisociales y la violencia. Muchas personas en estas condiciones son capaces de tejer lazos de pertenencia y de convivencia que convierten el hacinamiento en una experiencia comunitaria donde se rompen las paredes del yo y se superan las barreras del egoísmo.
150. No basta la búsqueda de la belleza en el diseño, porque más valioso todavía es el servicio a otra belleza: la calidad de vida de las personas, su adaptación al ambiente, el encuentro y la ayuda mutua.
151. Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de «estar en casa» dentro de la ciudad que nos contiene y nos une.
152. La falta de viviendas es grave en muchas partes del mundo, tanto en las zonas rurales como en las grandes ciudades, No sólo los pobres, sino una gran parte de la sociedad sufre serias dificultades para acceder a una vivienda propia. La posesión de una vivienda tiene mucho que ver con la dignidad de las personas y con el desarrollo de las familias
153. En las ciudades circulan muchos automóviles utilizados por una o dos personas, con lo cual el tránsito se hace complicado, el nivel de contaminación es alto. Muchos especialistas coinciden en la necesidad de priorizar el transporte público. Pero algunas medidas necesarias difícilmente serán pacíficamente aceptadas por la sociedad sin una mejora sustancial de ese transporte,
154. El reconocimiento de la dignidad peculiar del ser humano muchas veces contrasta con la vida caótica que deben llevar las personas en nuestras ciudades. donde no llegan los servicios esenciales, y hay trabajadores reducidos a situaciones de esclavitud, sin derechos ni expectativas de una vida más digna.
155. La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza, necesaria para poder crear un ambiente más digno. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común. También la valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente. a».
IV. El principio del bien común
156. La ecología integral es inseparable de la noción de bien común, un principio que cumple un rol central y unificador en la ética social.
157. El bien común presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal. También reclama el bienestar social y el desarrollo de los diversos grupos intermedios, aplicando el principio de la subsidiariedad. Entre ellos destaca especialmente la familia, como la célula básica de la sociedad. Finalmente, el bien común requiere la paz social, es decir, la estabilidad y seguridad de un cierto orden.
158. En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres.
V. Justicia entre las generaciones
159 Las crisis económicas internacionales han mostrado con crudeza los efectos dañinos que trae aparejado el desconocimiento de un destino común,. Ya no puede hablarse de desarrollo sostenible sin una solidaridad intergeneracional. Si la tierra nos es donada, ya no hablamos de una actitud opcional, sino de una cuestión básica de justicia, la tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán. Es un préstamo que cada generación recibe y debe transmitir a la generación siguiente»
160. Cuando nos interrogamos por el mundo que queremos dejar, entendemos sobre todo su orientación general, su sentido, sus valores.¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra? Lo que está en juego es nuestra propia dignidad.
161. A las próximas generaciones podríamos dejarles demasiados escombros, desiertos y suciedad. El ritmo de consumo, de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes.
162 El hombre y la mujer del mundo posmoderno corren el riesgo permanente de volverse profundamente individualistas. No imaginemos solamente a los pobres del futuro, basta que recordemos a los pobres de hoy, que tienen pocos años de vida en esta tierra y no pueden seguir esperando.
agustin sanchez diaz
 
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Notapor Doktorksv » Jue Ene 07, 2016 4:08 am

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Doktorksv
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Jue Ene 07, 2016 7:26 am

"Lo que está en juego es nuestra propia dignidad, dice el Papa Francisco-"

El acto de la procreación es un mandato, un regalo muy placentero del Creador para conservar las especies.
Pero hay quien se lo toma a burla contra el Dador convirtiendolo en inmundicia contra sí y aún contra sus hijos.
"Desconcertados y confundidos para siempre, perezcan derrotados, reconozan que tu Nombre es el Señor, solo tú Soberano de toda la tierra." (Salm.83) Y así cada uno pasaremos, queramos o no, ya sin libertad, por el Tribunal de aquel a quien despreciamos y de quien nos burlamos. Venid benditos. Id malditos. Al fin del tiempo comienza la eternidad. ¡¡¡queramos o no !!!
Se acabó la potestad de elegir, para eso se nos dió el tiempo.
agustin sanchez diaz
 
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Re: El Cántico espritual de J. de la Cruz y María

Notapor agustin sanchez diaz » Dom Ene 10, 2016 8:13 am

10-1-2015
Continuación resumen Enciclica del Papa Francisco.

CAPÍTULO QUINTO
ALGUNAS LÍNEAS DE ORIENTACIÓN Y ACCIÓN
163. He intentado analizar la situación actual de la humanidad, tanto en las grietas que se observan en el planeta que habitamos, como en las causas más profundamente humanas de la degradación ambiental.
I. Diálogo sobre el medio ambiente en la política internacional
164. Desde mediados del siglo pasado, y superando muchas dificultades, se ha ido afirmando la tendencia a concebir el planeta como patria y la humanidad como pueblo que habita una casa de todos. Procurar que las soluciones se propongan desde una perspectiva global y no sólo en defensa de los intereses de algunos países. un solo mundo, en un proyecto común. Es indispensable un consenso mundial.
165En la comunidad internacional no se logran acuerdos suficientes sobre la responsabilidad de quienes deben soportar los costos de la transición energética. La política y la empresa reaccionan con lentitud, lejos de estar a la altura de los desafíos mundiales. Es de esperar que la humanidad de comienzos del siglo XXI pueda ser recordada por haber asumido con generosidad sus graves responsabilidades.
166. El movimiento ecológico mundial ha hecho ya un largo recorrido, No obstante, las Cumbres mundiales sobre el ambiente de los últimos años no respondieron a las expectativas.
167. Cabe destacar la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro. Allí se proclamó que «los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible». Si bien aquella cumbre fue verdaderamente superadora y profética para su época, los acuerdos han tenido un bajo nivel de implementación porque no se establecieron adecuados mecanismos de control.
168.. Gracias a la Convención de Viena para la protección de la capa de ozono y a su implementación mediante el Protocolo de Montreal y sus enmiendas, el problema del adelgazamiento de esa capa parece haber entrado en una fase de solución.
169. Las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global. Los creyentes no podemos dejar de pedirle a Dios por el avance positivo en las discusiones actuales, de manera que las generaciones futuras no sufran las consecuencias de imprudentes retardos.
170. Algunas de las estrategias de baja emisión de gases contaminantes buscan la internacionalización de los costos ambientales, con el peligro de imponer a los países de menores recursos pesados compromisos de reducción de emisiones comparables a los de los países más industrializados. Los Obispos de Bolivia, denuncian: «los países que se han beneficiado por un alto grado de industrialización, a costa de una enorme emisión de gases invernaderos, tienen mayor responsabilidad
171. La estrategia de compraventa de « bonos de carbono » puede dar lugar a una nueva forma de especulación, bien puede convertirse en un recurso diversivo que permita sostener el sobreconsumo de algunos países y sectores.
172. Los países pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el desarrollo social de sus habitantes, aunque deban analizar el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores privilegiados de su . De todos modos, es ante todo una decisión ética, fundada en la solidaridad de todos los pueblos.
173. Hacen falta marcos regulatorios globales que impongan obligaciones y que impidan acciones intolerables, como el hecho de que empresas o países poderosos expulsen a otros países residuos e industrias altamente contaminantes.
174. El creciente problema de los residuos marinos y la protección de las áreas marinas más allá de las fronteras son poco eficaces desde el punto de vista energético o que son más contaminantes. Es posible alentar el mejoramiento agrícola de regiones pobres mediante inversiones en infraestructuras rurales, en la organización del mercado local o nacional, en sistemas de riego, en el
desarrollo de técnicas agrícolas sostenibles.
181. Es indispensable la continuidad, porque no se pueden modificar las políticas relacionadas con el cambio climático y la protección del ambiente cada vez que cambia un gobierno Hay que conceder un lugar preponderante a una sana política, capaz de reformar las instituciones, coordinarlas y dotarlas de mejores prácticas, que permitan superar presiones e inercias viciosas

163. He intentado analizar la situación actual de la humanidad, tanto en las grietas que se observan en el planeta que habitamos, como en las causas más profundamente humanas de la degradación ambiental. Si bien esa contemplación de la realidad en sí misma ya nos indica la necesidad de un cambio de rumbo y nos sugiere algunas acciones, intentemos ahora delinear grandes caminos de diálogo que nos ayuden a salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo.
I. Diálogo sobre el medio ambiente en la política internacional
164. Desde mediados del siglo pasado, y superando muchas dificultades, se ha ido afirmando la tendencia a concebir el planeta como patria y la humanidad como pueblo que habita una casa de todos. procurar que las soluciones se propongan desde una perspectiva global y no sólo en defensa de los intereses de algunos países.. Para afrontar los problemas de fondo, que no pueden ser resueltos por acciones de países aislados, es indispensable un consenso mundial
165. Sabemos que la tecnología basada en combustibles fósiles muy contaminantes –sobre todo el carbón, pero aun el petróleo y, en menor medida, el gas– necesita ser reemplazada progresivamente y sin demora La política y la empresa reaccionan con lentitud,. En este sentido se puede decir que, mientras la humanidad del período post-industrial quizás sea recordada como una de las más irresponsables de la historia, es de esperar que la humanidad de comienzos del siglo XXI pueda ser recordada por haber asumido con generosidad sus graves responsabilidades.
166.. Pero, gracias a tanta entrega, las cuestiones ambientales han estado cada vez más presentes en la agenda pública y se han convertido en una invitación constante a pensar a largo plazo. No obstante, las Cumbres mundiales sobre el ambiente de los últimos años no respondieron a las
167. Cabe destacar la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro. Allí se proclamó que «los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible» Retomando contenidos de la Declaración de Estocolmo (1972), consagró la cooperación internacional para cuidar el ecosistema de toda la tierra, la obligación por parte de quien contamina de hacerse cargo económicamente de ello,. Propuso el objetivo de estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera para revertir el calentamiento global. También elaboró una agenda con un programa de acción y un convenio sobre diversidad biológica, declaró principios en materia forestal. Si bien aquella cumbre fue verdaderamente superadora y profética para su época, los acuerdos han tenido un bajo nivel de implementación
168. Como experiencias positivas se pueden mencionar, por ejemplo, el Convenio de Basilea sobre los desechos peligrosos, con un sistema de notificación, estándares y controles;. Gracias a la Convención de Viena para la protección de la capa de ozono y a su implementación mediante el Protocolo de Montreal y sus enmiendas, el problema del adelgazamiento de esa capa parece haber entrado en una fase de solución.
169. En lo relacionado con el cambio climático, los avances son lamentablemente muy escasos. La reducción de gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsabilidad, sobre todo de los países más poderosos y más contaminantes. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible denominada Rio+20 (Río de Janeiro 2012) emitió una extensa e ineficaz Declaración final. Las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global.
170. Algunas de las estrategias de baja emisión de gases contaminantes buscan la internacionalización de los costos ambientales, con el peligro de imponer a los países de menores recursos pesados compromisos de reducción de emisiones comparables a los de los países más industrializados. como han dicho los Obispos de Bolivia, «los países que se han beneficiado por un alto grado de industrialización, a costa de una enorme emisión de gases invernaderos, tienen mayor responsabilidad en aportar a la solución de los problemas que han causado»
171. La estrategia de compraventa de « bonos de carbono » puede dar lugar a una nueva forma de especulación, y no servir para reducir la emisión global de gases contaminantes
172. Los países pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el desarrollo social de sus habitantes, aunque deban analizar el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores privilegiados de su población y controlar mejor la corrupción. El aprovechamiento directo de la abundante energía solar requiere que se establezcan mecanismos y subsidios de modo que los países en desarrollo puedan acceder a transferencia de tecnologías, asistencia técnica y recursos financieros .Los costos serían bajos si se los compara con los riesgos del cambio climático. De todos modos, es ante todo una decisión ética, fundada en la solidaridad de todos los pueblos.
173. Las relaciones entre Estados deben resguardar la soberanía de cada uno, pero también establecer caminos consensuados para evitar catástrofes locales que terminarían afectando a todos.
174. Mencionemos también el sistema de gobernanza de los océanos. Pues, si bien hubo diversas convenciones internacionales y regionales, la fragmentación y la ausencia de severos mecanismos de reglamentación, control y sanción terminan minando todos los esfuerzos. Es posible alentar el mejoramiento agrícola de regiones pobres mediante inversiones en infraestructuras rurales, en la organización del mercado local o nacional, en sistemas de riego, en el desarrollo de técnicas agrícolas sostenibles. Se pueden facilitar formas de cooperación o de organización comunitaria que defiendan los intereses de los pequeños productores y preserven los ecosistemas locales de la depredación. ¡Es tanto lo que sí se puede hacer!
agustin sanchez diaz
 
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