tralalá escribió:Estar alegre y bailar… hasta en Cuaresma
(fragmentos de cartas de Don Orione al P. Montagna y al P. Ignudi, año 1934)
Nosotros somos los alegres de la caridad: somos los santos de la alegría. ¡Ay de nosotros si andamos por ahí con gestos y cara de cuaresma! ¡No, no, yo quiero estar alegre y bailar –en el Señor- hasta en cuaresma!
Si estamos tristes ¿cómo daremos felicidad a los que están con nosotros? Tenemos que irradiar el gozo, la alegría de Dios, la felicidad de Dios: hacer sentir que servir y amar a Dios es vida, calor, ardor, es vivir siempre alegremente, y que sirviendo a Dios se siente una paz alegre, el bien, y el gozo santo de la vida.
Canten, toquen, alégrense en el Señor: llenen la casa de un dulce clima de fiesta. Yo quiero bailar, cantar y tocar, hasta después de muerto.
Hoy tengo muchas ganas de bailar: ¿habrá baile en el Cielo? Si hay música, habrá también baile: yo quiero cantar y bailar siempre. En todo caso el Señor me preparará una sección especial para no molestar demasiado a los contemplativos.
Estoy contento porque en el cielo habrá siempre fiesta: y en las fiestas, siempre hay alegría, cantos, bailes, en el Señor, y clima festivo. Quiero tenerlos a todos alegres: cantar y bailar siempre: quiero ser el santo de los bailes, de los cantos y de la alegría en el Señor.
Lo traje de la primera página para que no se nos olvide.
Desde que descubrí esas ganas suyas de expresar su alegría bailando, cuando miro su foto ya no sólo le doy gracias o le pido ayuda o le sonrío. Muchas veces además le digo: Ya vamos a bailar en el Cielo.
Con los cuerpos gloriosos no correré el riesgo de pisarlo. Ese pensamiento me alegra. Quizás sea pequeñito comparado con toda la maravilla que será estar todos unidos en DIOS. Por algo se empieza.
Quizás una traducción de "Amaos los unos a los otros" podría ser "Alegraos los unos con los otros".