28 de diciembre de 22012.
Fiesta de los santos inocentes.
Murieron por Cristo los niños inocentes, su gloria será eterna.
Las madres padecieron por un tiempo, ahora comparten el triunfo.
El ángel dijo a San José. «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Mateo 2:13.
En 1999, su santidad Juan Pablo II, en su homilía durante la Misa Solemne en la Basílica de Guadalupe durante su tercer visita al santuario, declaró la fecha del 12 de Diciembre con el rango litúrgico de Fiesta, para toda América, a Nuestra Señora de Guadalupe .
Durante la misma visita el Papa Juan Pablo II confió la causa de la vida a su protección, y encomendó a su cuidado maternal las vidas inocentes de los niños, especialmente aquellos que se encuentran en peligro de no nacer.
También con gran confianza y devoción, encomendamos a San José la vida de tantos seres inocentes en peligro. San José enséñanos tu prontitud, tu obediencia, tu valentía, tu inmenso amor, tu sufrimiento y todo lo necesario para que los muchos nuevos Herodes que no pueden contra Jesucristo, no maten ni hagan matar a tantos inocentes no nacidos. Que se oiga nuestro grito, que se note nuestra decisión. Protégenos como a la Virgen y al Niño.
Oración: Los mártires Inocentes proclaman tu gloria en este día, Señor DIOS y Padre nuestro, no de palabra, sino con su muerte; concédenos, por su intercesión, testimoniar con nuestra vida la fe que confesamos de palabra. Por nuestro Señor Jesucristo en el Espíritu Santo.