Buenos días a todos. Regresando de unas vacaciones en mi ciudad. Contenta, relajada, pero sobre todo, agrecida con Dios por permitirme éstos días de descanso y de convivencia con mis familiares. Conocí a tres sobrinitos a quienes no conocía , visité a la Virgencita de Guadalupe a quien pedí por todos ustedes y sus necesidades, visité la Catedral metropolitana en donde participé de una posada. Me invitaron a varias posadas (en la Cdad. de México aún se realizan bendito sea Dios) es una delicia ver a los chiquitos felices con las piñatas, las velitas, los dulces.
Ví varios lugares en donde arreglarme los dientes y los ojos que ya necesitan un buen mantenimiento. Me dí un "baño de multitudes" que ya necesitaba jajaja.
La Cdad. de México es increíble. Dentro de su bullicio me sentí en casa: subí y bajé escaleras como en muchos años no lo había hecho, me llené los oídos del "pásele, guerita (marchantita, doñita, patroncita, señito, jefecita, madrecita y otras maneras en que los "chilangos" llaman a sus clientes) me llené los oídos con los ruidos capitalinos: autos, comerciantes que te invitan a comprar sus mercancías, niños riendo, señoras platicando. Me llené los ojos de casas, puentes, cerros llenos de casas.
Me sorprendí de lo cambiada que está la ciudad en la que nací con un tráfico que pensé por un momento me iba a devorar y que terminé gozando y de lo igual que se conserva en su gente sonriente y atenta a pesar de las muchas dificultades que pasan para poder trabajar, del tráfico, del ruido, de las largas distancias que tienen que recorrer, de sus preocupaciones. Bajé unos kilitos en ése ajetreo jajaja.
Fué un pequeño viaje pero una gran oportunidad para poner algunos asuntos de mi conciencia que hace muchos años no me dejaban en paz, sentía un gran peso en mi alma al sentir que había lugares en mi propia ciudad que no podía visitar por no dejar arreglados ésos asuntos
Amo a mi ciudad, amo a su gente, agradezco a Dios por ella y le pido la siga conservando, le ayude a solucionar sus problemas, abra los ojos a varios para darse cuenta del momento en que deben partir y a otros muchos de la importancia de conservarla.
Me fuí y regresé en autobús, me gusta ir viendo a mi país amado, ver los cambios que en él se van sucediendo, me llené los ojos del verde de sus cultivos, del café de sus desiertos, de los montes y montañas con que Dios nos dotó. Extrañé la blancura de sus volcanes (los cuales por el cambio climático no se han llenado de nieve pero que siguen siendo imponentes) Ví a "la mujer dormida" y a su viejo centinela a sus pies cuidando su sueño. Y sobre todo, recordé y recordé porque recordar es vivir. Recordé los muchos momentos de gozo que pasé en mi país, mi ciudad con mis hijos y familiares, recordé los duros momentos también y agradecí a Dios por ellos.
Gracias a ustedes mis amigos cibernéticos por permitirme éste viaje, porque sin ustedes no hubiera sido posible mantenerme viva, llena del deseo de Dios. Sin ustedes no podría disfrutar de nada de lo que he disfrutado. Son más que un nombre en mis contactos, son las hermosas y valiosas personas con las cuales Dios me ha ayudado para ayudar a otros.
