¡Que la paz y el amor de nuestro señor Jesucristo permanezca en nuestros corazones!
Con motivo de la solemnidad de la virgen Del Carmen he querido traer este tema relucir ya que ella se merece toda nuestra devoción y admiración. Es misión de nosotros como católicos darla a conocer a quien todavia no le haya abierto su corazón y el que ya la conoce exhortarlo a que siga conociendola más.
Si tienen algún testimonio o algún favor que hayan recibido; compartirlo sería de gran beneficio ya que nuestro testimonio es una de las mejores formas para evangelizar.La Virgen del Carmen
El nombre del Carmen viene del Monte Carmelo o “viña de Dios”que está en Tierra Santa. Según el Libro de los Reyes, allí vivió el Profeta Elías con un grupo de jóvenes, dedicados a la oración. Corría el año 300 a J C, y una gran sequía asolaba la región; el Profeta subió a la montaña para pedir lluvia y divisó una nube de luminosa blancura de la cual brotaba el agua en abundancia; comprendió que la visión era un símbolo de la llegada del Salvador esperado, que nacería de una doncella inmaculada para traer una lluvia de bendiciones. Desde entonces, aquella pequeña comunidad se dedicó a rezar por la que sería madre del Redentor, comenzando así la devoción a Nuestra Señora del Carmen (o Carmelo).
Una historia
Muchos acontecimientos han sucedido a través del tiempo, pero las oracio¬nes continuaron elevándose desde el Carmelo: es que los hombres y las institu¬ciones pasan, pero las obras de Dios permanecen porque participan un poco de su eternidad. Nace la Virgen María y llega a ser la madre del Salvador: según la tradición visitó a los monjes y los estimuló a continuar sus oraciones. Luego vino la pasión y muerte, seguidas de la resurrección y marcha al Cielo de Jesús, y más tarde de su Madre. Luego vendrán las invasiones musulmanas, pero las oraciones del Carmelo no se interrumpen sino que los monjes deciden trasladarse a Europa. Allí los encontramos en el Siglo XlII :su Superior, San Simón Stock estaba en oración, preocupado por nuevas persecuciones, cuando se le apa¬rece la misma Madre de Dios para decirle: ”amadísimo hijo, recibe el escapulario de mi orden para que quien muriese llevándolo piadosamente, no padezca el fuego eterno”. El Papa Gregorio XIII declaró verdadera esta aparición después de serios estudios, y basándose en los favores que recibían los que usaban el escapulario. También fue reconocida esta aparición por el Papa Juan XXII, que recibió una nueva aparición de la Virgen, en la que prometía sacar del purgatorio el primer sábado después de su muerte a sus devotos.
La virgen del Carmen
Esta devoción se difundió por toda Europa y contó con Santos de la talla de San Juan de la Cruz y Santa Teresa; no es extraño que llegara a América y acompañara el despertar a la fe.
La coronación
Por inquietud de Fray Leonardo Maldonado, el Papa Pío X, decretó: “que la Sagrada Imagen de la Virgen María bajo el título del Carmen que se venera en la Iglesia de San Francisco en Men¬doza, sea con voto solemne coronada con corona de oro”. Apoyó su resolución en la “Suficiente constancia que existe de la popular veneración de la imagen, de su fama y celebridad como también de las gracias admirables y celestiales, dones concedidos copiosamente por ella”. La corona, ofrenda de sus devotos, le fue impuesta en memorable ceremonia el 8 de septiembre de 1.911.
El escapulario
Ya antes del siglo X, se los usaba como símbolo de unión con una orden religiosa y su espiritualidad, aun viviendo la vida corriente en medio del mundo. Consistían en una franja de tela igual al hábito de los religiosos, que se introducía por la cabeza cayendo hacia adelante y atrás, de ahí su nombre que viene de escápula”, espalda en latín; con el tiempo redujeron su tamaño hasta el actual. Lo importante es que no se trata de un amuleto o de algo con poderes mágicos. Es un signo sacramental que hace presente el amor de la Virgen hacia quienes son buenos hijos de Dios, viven en su amistad, o sea gracia y cumplen su ley. Hoy se sustituye para el uso diario por la medalla correspondiente, ambos reciben las mismas indulgencias-
Requisitos y Gracias
Es un signo externo, sacramental, que presupone una vida de gracia. La preparación conveniente, consiste en:1- Ser muy devotos de la Santísima Virgen María, en especial bajo la advocación del Carmen de Cuyo. 2 - Participar en todas las ceremonias que se realizan en su honor. 3 - Saber que es un compromiso de por vida, una Alian¬za entre Nuestra Señora y el que lo recibe. 4 - Tener una conducta de acuerdo a las normas y leyes de la Iglesia. 5 - Unas de las condiciones primordiales impuestas por la Santísima Virgen del Carmen, es el uso permanente de este escapulario, o la medalla que lo reemplazó. Ésta debe ser con la imagen de la Virgen y el Sagrado Corazón en el reverso. 6 - Todas las personas que conforman la Hermandad del Carmelo, prometen rezar el Santo Rosario diariamente o al menos 3 Avemarías en honor a su Patrona.
El escapulario de la Santísima Virgen se impone todo los 1º Miércoles de mes, el 16 de julio y durante la novena, a las personas que lo deseen recibir. La promesa de la Virgen del Carmen a San Simón Stock fue que quien muriese con el escapulario no padecerá del fuego eterno. En otra aparición al Papa Juan XXII, prometió sacar del purgatorio a las almas que muriesen piadosamente, con el escapulario, en el sábado siguiente a su muerte.
Se puede ganar indulgencia plenaria:
- el día en que se recibe el escapulario
- en la Solemnidad de la Santísima Virgen del Carmen: el 16 de julio.
- en la Festividad de San Simón Stock : el 16 de mayo.
- en la Festividad de San Elías, Profeta: el 20 de julio.
- en la Festividad de Santa Teresa de Jesús: el 15 de octubre.
- en la Festividad de San Juan de la Cruz: el 14 de diciembre.
- en la Festividad de Santa Teresita del N. Jesús: el 1 de octubre
- en la Festividad de todos los Santos de la Orden: el 14 de noviembre.