Una duda acerca de si uno debe creer o no debe creer

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Una duda acerca de si uno debe creer o no debe creer

Notapor eas » Mié May 04, 2016 11:36 am

Hola hermanos.

Escribía para que me aclarasen una duda al respecto.

Es sabido y lo se yo desde niño que el descanso eterno de los difuntos es lo más sagrado y es lo que más se tiene que respetar. Ahora, ¿A qué venía yo? Es porque existe una creencia y no sé si como católico uno debe creer también que aquellas personas que moleste, perturbe el descanso eterno será perseguido por el anatema del difunto, es decir, le está por venir a sufrir un castigo ?

Eso valiéndose del gran ejemplo de la leyenda de la maldición del faraón, y de muchas otras historias de las profanaciones de tumbas.

Esperando una respuesta, es solo una duda, cada día tengo algo nuevo que aprender. Bendición.

Eduardo
eas
 
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Re: Una duda acerca de si uno debe creer o no debe creer

Notapor eduarod » Mié May 04, 2016 5:14 pm

Estimado en Cristo Eduardo:

Ciertamente debemos respetar a los difuntos. Pero, en primer lugar, es importante no confundir a la persona difunta (cuya alma sigue viva, pero es inmaterial, de modo que NO es posible interactuar directamente con ella a través de la materia y sus distintas variantes, como lo es la energía, ni a través de sus diversas manifestaciones), con los restos mortales del difunto. En estricto sentido, el cuerpo del difunto no es ya sino simple materia inerte. Sin embargo, si bien en muchas culturas existe ese respeto básico por el cuerpo del difunto, los cristianos lo respetamos en particular en virtud de la promesa que tenemos de resucitar con Cristo en el último día. Entonces es como si "le guardamos" su cuerpo a la persona mientras ella no está.
Ahora bien, los cristianos (recordemos que los católicos somos los cristianos en plenitud y por excelencia) no debemos creer en embrujos, maldiciones y cosas semejantes. No es, por supuesto, que el Maligno no se pueda poner en contra de nosotros, pues de hecho YA está desde el principio en contra de nosotros, y, sin embargo, en Cristo tenemos la victoria sobre todas sus insidias. El punto es que el Maligno está TAN en contra de nosotros, que se engañan a sí mismos quienes creen que pueden hacer cualquier forma o tipo de pacto con él para perjudicar a otros; porque el Maligno simplemente se burla y se aprovecha de ellos.

El asunto con esas maldiciones, como casi con cualquier mal que nos viene en este mundo, es que NOSOTROS MISMOS caemos en esos males al no respetar y cumplir lo que DEBERIAMOS respetar y cumplir.
Concretamente, la mayor parte de los problemas que sufren las personas que profanan tumbas y a las que luego "les pasa algo", más que el cumplimiento de cualquier profecía o maldición como tal, es la consecuencia "natural" de la propia actividad que se realiza en uno de estos dos sentidos:
1. Las tumbas suelen ser ambientes cerrados y llenos de materiales (comenzando por el propio cuerpo del difunto) propicios para el desarrollo de diferentes clases de micro-organismos (bacterias, hongos, etc.). En muchos de estos recintos incluso existe humedad y temperaturas que mejor propician el desarrollo de estos agentes potencialmente patógenos para el ser humano. Antiguamente se desconocía siquiera le existencia de esos micro-organismos, y a la fecha desconocemos aún muchas especies y su posible afectación a la salud humana. Sin embargo, está ya bien documentado que diferentes exploradores científicos, notoriamente algunos de los asistentes y egiptólogos que participaron con Howard Carter en el descubrimiento de la tumba de Tutankamon, murieron al poco tiempo "de manera misteriosa y/o inexplicable". Sin embargo, la mayoría de los exploradores, incluido el propio Carter, vivieron muchos años más. Pudiéndose pensar entonces más en efectos como el de estos agentes infecciosos que llegaron a afectar a algunos cuantos en un tiempo donde no se podían detectar, diagnosticar ni combatir estos problemas de manera sencilla o efectiva.
2. La exploración y, pero aún, el saqueo de tumbas, es en sí misma una actividad riesgosa. Y es que las tumbas guardan tesoros que valen mucho dinero, y no es nada raro que, quienes están interesados en ese dinero, están igualmente interesados en dañar o perjudicar a quienes se pudieran interponer entre ellos y su pretendido dinero. Lo que podría dar explicación a muchos accidentes y circunstancias desafortunadas "inexplicables".

Pero, por supuesto, la memoria selectiva del sensacionalismo no se fija en los muchos que hacen muchas cosas intrínsecamente riesgosas sin que les pase gran cosa, sino enfocan la atención sobre los pocos a los que les pasó "algo raro" para retroalimentar y dar fuerza y vida a la leyenda de la maldición, pues eso vende mucho más interés, atención y ediciones del diario que simplemente dar las noticias como son y punto.

Que Dios te bendiga en la alegría de la Resurrección del Señor.
eduarod
 
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