Entre la incertidumbre, el miedo y la esperanza
Publicado: Mié Oct 14, 2015 7:45 am
Hola todos:
Siento que mi vocación es el matrimonio, sueño con formar una familia, pero al mismo tiempo experimento miedo y confusión al respecto. Es lo que quiero, ¿pero será lo correcto? ¿Y será de verdad lo que Dios quiere para mí? Sospecho que si tengo este deseo en mi corazón, debe ser porque Dios lo puso ahí, ¿es real esto o me equivoco?
Quiero encontrar a esa persona especial que será el compañero de toda mi vida, pero siento miedo al pensar que será tan diferente a mí, un origen distinto, otras costumbres, otra forma de pensar, de ser, de sentir y de hacer las cosas, con sus propios defectos e imperfecciones; tendré que adaptarme a él y él tendrá que adaptarse a mí; no sé si estoy lista para compartirlo todo, siempre he sido muy solitaria y reservada, y pensar que alguien conocerá todo de mí me asusta. Pero me asusta mucho más pensar en quedarme sola por el resto de mi vida.
Por otro lado, tengo algunos situaciones que no sé a qué grado complicarían mi matrimonio. Mis padres no se llevaban tan bien, se rompió la confianza entre ellos, estuvieron a punto de separarse y si no lo hicieron fue por mí, aunque en realidad nunca resolvieron por completo sus problemas. Esto generó en mí temor a repetir la historia, repetir patrones y volver a vivir lo mismo en mi nueva familia. Pero tengo la esperanza de haber aprendido bastante con esa experiencia como para no cometer los mismos errores en la comunicación, etc. Aunque si no cometo los mismos, posiblemente cometeré otros, y eso también me asusta. Miedos: al fracaso, a las grandes responsabilidades, a no dar el ancho, a equivocarme de persona, a que me cambien por otra...
Otra cosa es que tengo depresión y trastorno obsesivo compulsivo (TOC) desde mi adolescencia, con las dificultades que esto conlleva. Temo que perjudiquen mi desempeño como esposa y madre. Incluso, hubo un periodo en el que sentía que mi vida se había arruinado y ya no había futuro para mí. Mi sentimiento de tragedia y mis propios prejuicios de considerar un problema psicológico como “locura” me llevaron a la dolorosa idea de que debía renunciar a casarme y tener hijos (también porque existen factores genéticos en este trastorno). Me sentía condenada a estar sola porque no era apta y quién me iba a querer así. Con el tiempo descubrí que no estaba “loca” y que mi vida tampoco estaba arruinada, pero seamos realistas: la gente no tiene como meta casarse con alguien con TOC. Hasta yo quiero un esposo sano (pues con mis problemas ya tendríamos suficiente...) Es un tema que me ha atormentado durante años. A pesar de todo, nunca se apagó en mi corazón ese anhelo de formar una familia. ¿Qué hacer con él?
Por si esto fuera poco, el tiempo va en mi contra. Estoy al borde de los 36 y mi chico ideal no ha aparecido. ¡Ni siquiera sé si existe! Quiero creer que Dios sí creó a alguien para mí, que entre ese inmenso mar de gente que está allá afuera hay alguien preguntándose por mí, alguien que a pesar de mis “particularidades” sabrá amarme, comprenderme y aceptarme como soy, alquien que a pesar de todo podrá ser feliz conmigo... ¡Para Dios no hay imposibles!
Quiero llenarme de fe y confianza en Dios, pero hay momentos en los que la duda me abruma: ¿Y si él no llega a mi vida? ¿Sabré reconocerlo cuando se presente? ¿Y si ya se presentó y no lo vi? ¿Llegará a tiempo, cuando todavía podamos tener hijos propios?
Me quedo con la canción de la Hna. Glenda: ¿Por qué tengo miedo, dudas y tristeza, si nada es imposible para Ti?
Queridos hermanos, me encomiendo a sus oraciones para que se realice el plan de Dios en mi vida, que todo suceda de acuerdo a su misericordia, que me muestre qué camino debo seguir, me guíe y me acompañe a través de él. ¡MUCHAS GRACIAS!
Siento que mi vocación es el matrimonio, sueño con formar una familia, pero al mismo tiempo experimento miedo y confusión al respecto. Es lo que quiero, ¿pero será lo correcto? ¿Y será de verdad lo que Dios quiere para mí? Sospecho que si tengo este deseo en mi corazón, debe ser porque Dios lo puso ahí, ¿es real esto o me equivoco?
Quiero encontrar a esa persona especial que será el compañero de toda mi vida, pero siento miedo al pensar que será tan diferente a mí, un origen distinto, otras costumbres, otra forma de pensar, de ser, de sentir y de hacer las cosas, con sus propios defectos e imperfecciones; tendré que adaptarme a él y él tendrá que adaptarse a mí; no sé si estoy lista para compartirlo todo, siempre he sido muy solitaria y reservada, y pensar que alguien conocerá todo de mí me asusta. Pero me asusta mucho más pensar en quedarme sola por el resto de mi vida.
Por otro lado, tengo algunos situaciones que no sé a qué grado complicarían mi matrimonio. Mis padres no se llevaban tan bien, se rompió la confianza entre ellos, estuvieron a punto de separarse y si no lo hicieron fue por mí, aunque en realidad nunca resolvieron por completo sus problemas. Esto generó en mí temor a repetir la historia, repetir patrones y volver a vivir lo mismo en mi nueva familia. Pero tengo la esperanza de haber aprendido bastante con esa experiencia como para no cometer los mismos errores en la comunicación, etc. Aunque si no cometo los mismos, posiblemente cometeré otros, y eso también me asusta. Miedos: al fracaso, a las grandes responsabilidades, a no dar el ancho, a equivocarme de persona, a que me cambien por otra...
Otra cosa es que tengo depresión y trastorno obsesivo compulsivo (TOC) desde mi adolescencia, con las dificultades que esto conlleva. Temo que perjudiquen mi desempeño como esposa y madre. Incluso, hubo un periodo en el que sentía que mi vida se había arruinado y ya no había futuro para mí. Mi sentimiento de tragedia y mis propios prejuicios de considerar un problema psicológico como “locura” me llevaron a la dolorosa idea de que debía renunciar a casarme y tener hijos (también porque existen factores genéticos en este trastorno). Me sentía condenada a estar sola porque no era apta y quién me iba a querer así. Con el tiempo descubrí que no estaba “loca” y que mi vida tampoco estaba arruinada, pero seamos realistas: la gente no tiene como meta casarse con alguien con TOC. Hasta yo quiero un esposo sano (pues con mis problemas ya tendríamos suficiente...) Es un tema que me ha atormentado durante años. A pesar de todo, nunca se apagó en mi corazón ese anhelo de formar una familia. ¿Qué hacer con él?
Por si esto fuera poco, el tiempo va en mi contra. Estoy al borde de los 36 y mi chico ideal no ha aparecido. ¡Ni siquiera sé si existe! Quiero creer que Dios sí creó a alguien para mí, que entre ese inmenso mar de gente que está allá afuera hay alguien preguntándose por mí, alguien que a pesar de mis “particularidades” sabrá amarme, comprenderme y aceptarme como soy, alquien que a pesar de todo podrá ser feliz conmigo... ¡Para Dios no hay imposibles!
Quiero llenarme de fe y confianza en Dios, pero hay momentos en los que la duda me abruma: ¿Y si él no llega a mi vida? ¿Sabré reconocerlo cuando se presente? ¿Y si ya se presentó y no lo vi? ¿Llegará a tiempo, cuando todavía podamos tener hijos propios?
Me quedo con la canción de la Hna. Glenda: ¿Por qué tengo miedo, dudas y tristeza, si nada es imposible para Ti?
Queridos hermanos, me encomiendo a sus oraciones para que se realice el plan de Dios en mi vida, que todo suceda de acuerdo a su misericordia, que me muestre qué camino debo seguir, me guíe y me acompañe a través de él. ¡MUCHAS GRACIAS!